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sábado, 9 de mayo de 2015

Exceso de oferta en el mercado laboral de abogados

carreras en crisis
Profesiones liberales: cada vez se degrada más el ejercicio laboral
La caída del ingreso, la obligación de sumar trabajos y el deterioro de las condiciones laborales impacta sobre todo en los nuevos profesionales



Profesiones liberales: cada vez se degrada más el ejercicio laboral
Por OMAR GIMENEZ - El Día

Al frente de la comisión del Colegio de Abogados de La Plata que se dedica a acompañar y asesorar a los profesionales recién recibidos para insertarse laboralmente, Elisa Espinasola conoce bien las dificultades que supone ganarse un lugar en el mercado de trabajo en una ciudad donde en el curso de la última década el número de abogados prácticamente se duplicó: “los tiempos en los que un abogado ganaba experiencia trabajando para otro profesional algunos años y al poco tiempo ya vivía del ejercicio liberal de la profesión en su propio estudio quedaron lejos. Hoy lograr ese objetivo es muy difícil. Y son muchos los que combinan el trabajo en un estudio privado, donde puede gana un sueldo de 3.000 pesos, con algún puesto en el Estado o la docencia”, cuenta Espinasola.

Los datos que se manejan en el Colegio son ilustrativos de esta situación: “en los últimos años se registro un cambio de paradigma: si antes el 60% de los abogados vivían del ejercicio liberal de la profesión y el 40% se desempeñaba en la administración pública, hoy los primeros son alrededor del 30%, mientras el 70% tiene una actividad rentada en el Estado”, dice Fernando Levene, presidente de esa institución, quien atribuye la situación a la alta competitividad de un mercado de trabajo muy particular - el platense - donde el número de abogados es superior al de otros distritos.

No es muy diferente la situación de los médicos, para quienes el trabajo en el consultorio pasó a ser una ocupación más en el marco de una tendencia que crece y compromete tanto la forma en que se ejerce la profesión como los tiempos disponibles para la capacitación y la actualización: el “multiempleo”.

“Hoy asistimos a un deterioro global del ejercicio de la profesión médica. Los ingresos que percibe un médico en la actualidad no son acordes a las responsabilidades que conlleva su trabajo. Y la obligación de los profesionales de sumar horas de empleo tiene múltiples consecuencias negativas”, dice Jorge Mazzone, presidente del Colegio de Médicos de La Plata.

“Antes un abogado con la edad y los requisitos para jubilarse, seguía en actividad. Hoy no hay abogados de 70 años ejerciendo. Todos se jubilan en cuanto tienen la oportunidad”

Después aporta algunos datos que ilustran la caída del ingreso de los médicos con relación a otras profesiones y oficios: “un indicador de ese deterioro con relación a otros sectores, es que mientras otros gremios protestaban por el impacto en los salarios del Impuesto a las Ganancias, a la mayoría de los médicos ese gravamen ni siquiera los afectó: es que actualmente un jefe de sala de un hospital público con 20 años de antigüedad gana 13.800 pesos. Otro indicador es que lo que cobra un médico por un bono de consulta básico de una obra social supera apenas los 70 pesos. Vale decir que no alcanza a comprar con eso ni un kilo de queso”, dice Mazzone.

OTROS INDICADORES

Con todo, la caída de los ingresos es es apenas una faceta de un fenómeno más complejo, en el que también se ven degradadas las condiciones de trabajo. Se habla de la necesidad de afrontar la discontinuidad en la provisión de insumos médicos y de condiciones edilicias deficitarias en los centros asistenciales.

Y no es todo: otra de las cuestiones que más preocupa es la obligación de convivir con situaciones de violencia. Esto, que se hizo notorio en los últimos años sobre todo tratándose de los galenos -y, de entre ellos, los afectados a las guardias- se extendió a otros sectores y hoy también los sufren otros profesionales, como los abogados (ver El otro desafío...).

Para algunos especialistas, la raíz de la degradación del ejercicio de las profesiones liberales hay que buscarla en un exceso de oferta profesional derivada de “la falta de planificación educativa, tanto en niveles secundarios como terciarios”. Así opina, por caso, el antropólogo platense Héctor Lahitte, quien se especializó en patrones educativos en el Departamento de Educación de la Universidad de Salamanca (España).

Otos creen que no es el problema la cantidad de profesionales que se reciben, sino la falta de orientaciones específicas necesarias en un momento determinado. O como dice el presidente del Colegio de Abogados de La Plata, Fernando Levene: “la mayoría de los abogados platenses se dedican a Sucesiones, Divorcios y Daños y Perjuicios, cuando se necesitan especialistas en nuevas incumbencias, como abogados del niño, mediadores o especialistas en aduana con la reciente reactivación del puerto de La Plata”.

Mientras tanto, las mismas carreras siguen figurando entre las más solicitadas por los alumnos que se inscriben en la Universidad. Así, en el año 2012, 1.436 nuevos alumnos se inscribieron en Medicina y 3.269 en la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

Para Fernando Levene, “este deterioro está afectando a todas las profesiones liberales. En el caso de los abogados, lo que tenemos es una sobreproducción que se nota especialmente en La Plata, más que en otros puntos del país. Si en 2004 teníamos en el distrito 6.000 abogados matriculados, hoy son 11.000, cuando paralelamente no se duplicó ni la población ni el poder adquisitivo de la gente. La consecuencia es una restricción de las posibilidades que hacen muy compleja la inserción de los profesionales jóvenes”.

Con el incremento del número de profesionales llegó el cambio de paradigma: hoy apenas el 30% vive del ejercicio liberal de la profesión y el 70% trabaja en el Estado en relación de dependencia. según apunta Elisa Espinasola, desde la Comisión de Jóvenes Profesionales del Colegio. A veces se desempeñan como abogados, pero muchas otras como administrativos. Y es alto el número de los que trabajan como docentes dictando materias relacionadas con Derechos Humanos o Instrucción Civica.

“Se ha pauperizado la profesión, se ha hecho muy competitivo el mercado y la mayoría de los abogados no pueden dedicarse exclusivamente a su estudio. Esto repercute en que inevitablemente, la dedicación a los casos y la capacitación, que debería ser permanente, se van a resentir. Y hay un indicador notorio del deterioro del ejercicio de la profesión. Antes un abogado con la edad y los requisitos para jubilarse, seguía en actividad. Hoy no hay abogados de 70 años ejerciendo. Todos se jubilan en cuanto tienen la oportunidad”.