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domingo, 10 de junio de 2018

La crisis hace emerger mercados en negro en Bahía Blanca

Por la crisis, crecen los mercados en negro en Bahía

La Nueva

Indumentaria, gastronomía y transporte son algunos de los rubros afectados, Representantes de entidades formales plantean sus quejas. Y, también, hay otras historias.





“Esta semana hubo una reunión en la Cámara de Comercio como hacía mucho tiempo no teníamos, pensando en cómo vamos a sobrellevar estos 3 o 4 meses que vienen, porque creemos que va a haber una mortandad importante de negocios”. La frase, contundente, pertenece al titular de esa entidad en Bahía Blanca, Martín Garmendia.

“Se combinan problemas: altas tasas de interés, fuertes aumentos en los servicios, subas en alquileres, menor capacidad de compra de la gente y, a eso, le sumamos los emprendimientos comerciales de quienes no tienen estos costos”, dijo.

Indumentaria, zapatería e incluso bijouterie o comidas vía delivery forman parte de los rubros que más crecieron en el mercado en negro.



El fenómeno, como en otros sectores, es una flecha de dos puntas. Por un lado, quienes intentan encontrar un rebusque en la venta diaria; por el otro, el cliente que cuida su bolsillo y va detrás de los mejores precios, sin preocuparse por la informalidad.

“Hay que decir con todas las letras que esto es una crisis. No sé si igual, mejor o peor que 2001, pero lo es. Y ahora se agregan las redes sociales. Cualquiera escribe que necesita un taxi trucho y tiene 10 ofertas en 20 minutos”, graficó Garmendia.

También apuntó contra el incremento de la venta ambulante. Algunos se encuentran regulados desde hace varios años, pero la Cámara nota un desborde.

“Esta semana, al pie del monumento a Rivadavia había una persona vendiendo ropa. Uno ve muchos más vendedores ambulantes y, en algunos casos, venden productos similares a los negocios con todo en regla, a un precio menor porque no tienen nuestros costos”, mencionó.




“La Municipalidad debe tomar medidas, hay ambulantes que vienen a esta ciudad porque creen que acá no se hacen cumplir las normas”.

Para el dirigente, lo que ocurre es esperable.

“No los justifico para nada, ¿pero cómo hace esa gente sin trabajo para comer y dar de comer a su familia? Aquel que se quedó sin trabajo y es honesto, en el sentido de que no va a agarrar un revólver para salir a robar, seguramente pensará en este tipo de salidas”.


Garmendia también apuntó contra la moda de los showrooms. Por ejemplo, gente que trae ropa de La Salada o en algunos extremos desde países limítrofes o Miami, y vende en sus casas.

“Ese es uno de los temas más complejos porque un inspector no puede meterse en una vivienda particular, tampoco la policía sin orden de allanamiento”, comentó.

Sí lograron, afirmó, que estas actividades no se realicen en clubes.

“No pueden hacer un showroom con el argumento de que están juntando fondos para solventar tal o cual disciplina”, dijo.

Y cerró: “Si bien no pasa en Bahía, en muchas ciudades ya se está liquidando indumentaria de invierno, pese a que todavía no empezó el invierno. El comerciante prefiere el dinero y no entrar en una rueda de conflictos financieros”.

En los panificados


La elevada informalidad local en el sector de panificados, apuntalada en parte por los elevados niveles de pobreza y marginalidad presentes en la ciudad, es un serio perjuicio para la industria panadera de Bahía Blanca.

Así lo dio a conocer Lisandro Melinsky, miembro del Centro de Industriales Panaderos de Bahía Blanca y Comarcal Sur.



“Siempre ha habido gente que cocina tortas para festejos o para postres en sus casas, pero eso no es lo preocupante desde nuestro punto de vista. Lo que percibimos en este último tiempo es la aparición de fábricas clandestinas que producen pan y facturas a mediana y gran escala”.

En tiempos de bolsillos ajustados, proliferan en la ciudad y en el resto del país verdaderas “industrias” dedicadas a la fabricación y hasta venta mayorista de productos panificados que carecen de los mínimos requisitos legales e impositivos para poder funcionar, lo que les permite ofrecer el pan a costos muy por debajo de los que deben afrontar quienes tienen todo en regla.

“Detectamos panaderías habilitadas o que en su momento estuvieron habilitadas, en su mayor cantidad periféricas, y no pagan ningún impuesto y tienen a sus empleados en negro. De ese modo reducen considerablemente los costos y venden los productos más baratos. Y también tenemos los clandestinos, que son aquellos que adquieren las máquinas necesarias y las montan en un garaje o en un galpón de sus propias casas. En lo personal, me pasó con ex empleados, que crearon una panadería en sus casas y pasaron a ser competidores míos”, agregó Melinsky.

Y amplió: “En el Centro Industrial de Panaderos estimamos que alrededor del 40 por ciento del pan que se vende en los comercios de la periferia de nuestra ciudad proviene de la clandestinidad, lo cual afecta seriamente al sector que trabaja como corresponde”.

“El escenario es complejo, porque estas industrias se ubican en barrios periféricos, donde se concentra la gente que sufre más necesidades y tiene un elevado consumo de pan por familia. Así, les venden el producto a un precio menor, pero no cumplen con las exigencias mínimas de salubridad, y mucho menos las exigencias en materia laboral e impositiva”.

El kilo de pan, en una panadería formal, oscila entre los 47 y 60 pesos. Y en las despensas, aún revendiendo, está entre 35 y 40.

“Eso marca que están comprando y revendiendo a mucho menor costo del que tenemos los panaderos inscriptos. Es imposible competir, porque nosotros ya no tenemos más margen de reducción de costos”.

Para Melinsky, combatir esta informalidad es muy complicada y por ello, en su opinión, es primordial la concientización.

“Hicimos una campaña denominada el “Pan Pirata”, alertando sobre los riesgos de comprar y consumir esos productos, porque en los lugares que se hacen no se tienen en cuenta la limpieza ni las reglas de la manipulación de alimentos. Nosotros apuntamos a que todas las despensas o almacenes exhiban una credencial habilitante de sus proveedores, para que así también puedan ser inspeccionados y se pueda comprobar dónde adquirieron esos productos”.

“Si a la gente que trabaja en blanco le dieran los números, seguramente no se pasarían al negro. Allí es dónde se perciben los efectos de estas crisis económicas”, cerró Melinsky.

En la alimentación


El doctor Mario Jouglard, ex presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires, Distrito VII, y titular del Departamento de Bromatología de la Municipalidad, reconoció un crecimiento en la venta de productos alimenticios por vías no tradicionales.



“No tenemos comprobado que proliferen las carnicerías o rotiserías clandestinas, pero estamos percibiendo un aumento considerable de la venta de productos por redes sociales, que son prácticamente imposibles de combatir. Hay mucha oferta de Facebook e Instragram sobre todo”, puntualizó. Jouglard se refirió a los peligros que conlleva consumir estos alimentos.

“La venta de mercadería sin control trae aparejados riesgos sanitarios. Generalmente quienes lo producen no tienen cursos de manipulación de alimentos ni los cuidados de limpieza necesarios”.

Agregó: “Sin ir más lejos, todos los brotes de triquinosis se generan por venta de chacinados y carnes de cerdo sin control. La venta por redes sociales masifica la cuestión, porque la oferta llega prácticamente a todos los hogares”.

“No se pueden llevar estadísticas oficiales porque generalmente no se denuncian los casos de intoxicación, ya que la gente que adquiere vía redes sociales sabe de los riesgos de comprar productos caseros y, pese a ello, igual los adquiere. A veces, ni siquiera asocian una cosa con la otra”.

En el transporte


Uno de los rubros que más siente el impacto del crecimiento de la informalidad en el transporte son los taxistas y remiseros.

“Por la cantidad de taxis truchos e ilegales se está poniendo en riesgo la fuente laboral de 1.500 bahienses”, dijo el titular del Centro de Propietarios de Taxis, Roberto De Barrenechea.

Según el referente de los taxistas el problema se arrastra desde el año 2000 y se sigue agravando con el paso de los sucesivos gobierno municipales.

“Ahora estamos en un punto donde analizamos cortar la ciudad para poner en evidencia lo que está pasando, porque no hay controles ni nadie que pueda para a los taxis ilegales”, se quejó.

También dijo que la diferencia con años anteriores es que la falta de empleo se hace cada vez más evidente y que eso genera una crisis más notoria en el sector. Al mismo tiempo recordó que el año pasado se aprobó una nueva ordenanza que surgió tras un acuerdo entre rivalidades históricas como los taxistas y remiseros.

“Se hizo con el objetivo de combatir a los ilegales, pero la realidad es que al no estar reglamentada y la inacción del Municipio por la falta de controles callejeros no generó ningún efecto”.

Por último recordó que presentaron varias denuncias con patentes, fotos y números de teléfono de quienes trabajan como taxistas con autos particulares pero que muchos siguen trabajando sin que alguien de la comuna lo impida.

“A nosotros se nos exigen muchísimas cosas y no se nos protege de esta competencia desleal”, sostuvo.

Los taxistas ilegales no son más que desocupados que ponen sus autos particulares para convertirlos en un medio de transporte paralelo a los taxis o remises, pero a precios mucho más bajos. Eso los convierte atractivos para una gran cantidad de gente. Incluso hay padres que usan esos servicios para que sus hijos vayan a la escuela.

“Hay combis truchas y muchos taxi haciendo ese trabajo. Lo que hacemos quienes prestamos un servicio en regla es denunciar al Municipio”, contó Juan Cenci, dueño de una combi de un transporte escolar que funciona de manera legal.

Días atrás, representantes del Centro de Propietarios de Taxis y referentes de los remiseros fueron al Concejo Deliberante a pedir cambios en la ordenanza que regula ambas actividades. Entre las modificaciones que piden se incluye el ploteo de todos los autos. Y en el fondo explicaron que la lucha es contra los cientos de taxis y remises truchos que deambulan por la ciudad y que según dijeron “les roban el trabajo y son una competencia desleal”.

“Hay más taxis y remises truchos que legales en estas calles. Para controlarlos se necesitarían muchos más inspectores que los que tienen destinados para ese fin”, se quejó el referente de taxistas (legales) Roberto de Barrenechea.

Experiencias al margen de la formalidad


A través de las redes sociales, “La Nueva.” contactó a varias personas que se ganan la vida al margen del mercado laboral formal.

Aunque todos son conscientes de esa situación, esgrimen que la falta de trabajo, o bien la escasa remuneración que obtienen en ellos, los obliga a desarrollar esta labor.

Estos son los testimonios:

--Carla (28): “Viajo cada 15 días a La Salada para comprar ropa, que después revendo entre mis amigos o bien a gente que contacto vía redes sociales. Una vez me puse a sacar números y es imposible que gane la misma plata abriendo un negocio. Obviamente que corro riesgos, porque en éstas épocas es imposible vender al contado y todos piden cuotas. En ese caso, intento que la primera cuota cubra el valor que pagué yo la prenda para, al menos, no salir perdiendo si esa persona desaparece”.

--María Eugenia (42): “Yo tengo un trabajo formal, pero en mis tiempos libres preparo tortas para cumpleaños. Hice un curso de decoración y las cocino en mi casa. Obviamente que salen más baratas que en una panadería, pero tengo dos problemas: no las puedo hacer de un día para el otro y tampoco tengo la capacidad para hacer varias a la vez. De promedio, vendo dos o tres por fin de semana y eso me permite un ingreso extra”.

--Yamila (41): “Yo soy empleada y el sueldo no me alcanza. Entonces empecé a hacer viandas, que se las suelo vender a mis conocidos. Todo lo que vendo es cocinado y entregado en el momento para evitar correr riesgos con la cadena de frío. Busco productos en oferta para generar los menúes y, de esa manera, hacer un poco más de diferencia”.

--Rocío (32): “Me dedico a vender tecnología, que compro en el exterior. Hasta ahora nunca tuve problemas con la Aduana. Voy a Chile o a Miami. Generalmente traigo productos pequeños, como teléfonos de última generación o netbooks, y les hago una buena diferencia, porque aquí son mucho más caros. En uno de mis últimos viajes a Estados Unidos conocí a una chica que viaja para comprar ropa en los outlets y revenderlas, porque aquí son marcas de vanguardia”.

--Estela (50): “Yo trabajaba en una rotisería y cerró. Con mi marido decidimos invertir el dinero de la indemnización y un crédito que pedimos para comprar un poco de maquinaria. Y en el garaje de nuestra casa hacemos milanesas, hamburguesas y arrollados de pollo. Vía Facebook hicimos una clientela bastante grande, que nos permite sobrevivir”.

--Iris (35): “Me quedé sin trabajo y con mi marido, para sumar un poco más al sueldo de él, vamos al mayorista a comprar productos alimenticios que después separamos para armar una especie de canasta básica. Le ponemos fideos, arroz, aceite y esa clase de productos no perecedores y la ofrecemos por Facebook”.

--Laura (31): “Tengo dos hijos y desde febrero que estoy desocupada. Llevo a los hijos de mis amigas a la escuela, al club, a bailar los sábados a la noche o adonde me pidan. Gano unos 8.000 pesos mensuales y solo llevo conocidos”.

--Alberto (53): “Hace 3 años que se fundió la empresa en la que trabajaba y no consigo trabajo. Llevo jubilados a cobrar al banco, los espero y los vuelvo a dejar a salvo en sus casas”.

--Silvina (53): “Me dedico a vecinos de la periferia al hospital o al centro. Les cobro 17 pesos el kilómetro y vivo rogando que no se me rompa el auto para poder trabajar. Sé que lo que hago está fuera de la ley pero no me queda otra. Muchas madres prefieren dejar a sus hijas adolescentes en mis manos cuando vuelven de bailar a que las lleve un desconocido en un taxi”.

sábado, 26 de agosto de 2017

Esclavos, azúcar y la economía de la esclavitud

Nuestros esclavos

El azúcar habría seguido siendo caro para el consumo de masas si el trabajo de procurárselo hubiera recaído en obreros pagados

JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS | El País



Grabado de la recolección de caña de azúcar, publicado por W. Clark.

Cualquiera que mire la lista de los libros más vendidos (y crea en ella) se dará cuenta de que en el apartado de ficción hay una novela que lleva allí casi un año: Patria, de Fernando Aramburu. Si mira en el de no ficción verá que hay un ensayo que lleva dos: Sapiens. Traducido al castellano por Joandomènec Ros para Debate, el libro de Yuval Noah Harari es una deslumbrante historia de esta especie desde que nuestros ancestros le ganaron la partida a los neandertales hasta casi hoy mismo. Visto quién gobierna el mundo, dudamos de que realmente ganaran. El historiador israelí se remonta a los tiempos en que “los humanos prehistóricos eran animales insignificantes que no ejercían más impacto sobre su ambiente que los gorilas, las luciérnagas o las medusas” para llegar a estos tiempos nuestros en que ya hemos demostrado lo que somos capaces de hacer con los gorilas y las luciérnagas. La venganza queda en manos de las medusas, tan proclives a la turismofobia.


Claro y riguroso, Sapiens está lleno de historias grandes (como el éxito de los dioses) y de historias pequeñas (como el éxito del azúcar). En la Edad Media el azúcar era un artículo de lujo que, escaso en Europa, se importaba de Oriente Próximo a precios desorbitados para su uso, con cuentagotas, en golosinas y medicamentos. Todo cambió con la conquista de América. Las nuevas plantaciones de caña facilitaron al Viejo Continente toneladas de la antigua delicatesse. El precio bajó radicalmente y Europa desarrolló un “insaciable gusto” por los dulces: pasteles, galletas, chocolate, caramelos, bebidas azucaradas, café y té. La ingesta anual de azúcar del ciudadano inglés medio pasó de casi cero a principios del siglo XVII a unos ocho kilogramos a principios del XIX. A finales del XX, la media mundial alcanzó los 70 kilos.

Por supuesto, el azúcar habría seguido siendo demasiado caro para el consumo de masas si el trabajo de procurárselo —intensivo, bajo un sol tropical y en condiciones insalubres— hubiera recaído en obreros pagados dignamente. O pagados a secas. La solución fue la mano de obra esclava, un tráfico manejado por empresas privadas que vendían acciones en las Bolsas de Ámsterdam, París y Londres que se consolidó como inversión segura. A lo largo del siglo XVIII el rendimiento de esas inversiones rondaba el 6%. Como apunta Harari, cualquier consultor moderno firmaría dividendos así. ¡Y todavía hay quien duda de la relación entre ese comercio y el progreso que hizo posible nuestra Revolución Industrial!

En 400 años, 10 millones de esclavos africanos fueron llevados a América. Dos de ellos, a Latinoamérica. Es curioso que esos dos millones no hayan producido entre nosotros ni el 20% del cine y la literatura que la esclavitud ha generado en Estados Unidos. Por eso es tan importante un libro como La esclavitud en las Españas, publicado por José Antonio Piqueras en La Catarata. El libro de este catedrático de Historia en la Universitat Jaume I es un relato de terror y cinismo. El terror viene, en crudo, de las cifras que generó la trata: 280.000 muertos en la travesía transatlántica, 16 horas de trabajo al día y una media de vida de entre 15 y 20 años. Además, el mito de la “esclavitud suave” de los españoles frente a la de los anglosajones se desinfla ante la ordenanza de 1522 que establecía los castigos para los rebeldes: 50 latigazos la primera vez, amputación del pie si reincidían o estaban ausentes de la propiedad más de 10 días y pena de horca si volvían a fugarse.

El lado del cinismo no resulta mejor. Pese a que Pío II comparó en 1492 la esclavitud con el crimen, los clérigos destacaron como clientes de los negreros. Si el obispo de San Juan de Puerto Rico estuvo entre los mayores importadores de “piezas de ébano” —el lenguaje lo dice todo—, los jesuitas, en el momento de su expulsión (1767), contaban con tres ingenios azucareros, 12 haciendas ganaderas y 406 esclavos. Los laicos, por su parte, no son más presentables. Ni la gloriosa Constitución de Cádiz ni los independentistas cubanos promovieron la abolición pese a que —o quizás porque— Cuba llegó a ser la mayor productora de azúcar del mundo, con un 43% de su población formada por esclavos. Tampoco se salvan las autoridades. María Cristina de Borbón, madre de Isabel II, estaba entre los inversores más activos dos décadas después de que la trata se convirtiera en ilegal (1835) y antes de que la esclavitud fuera abolida en España (1886).

La madre de la reina rivaliza en el palmarés de tratantes con Antonio López, Josep Xifré y Pablo Espalza. Fueron, respectivamente, el primer marqués de Comillas, el primer presidente de la Caja de Ahorros de Barcelona y el fundador del Banco de Bilbao. Se dirá, para exculparlos, que solo eran personas de su tiempo, es decir, con los prejuicios que les correspondían. Pero también Francisco José de Jaca, José Antonio Saco y José María Blanco White vivieron esos tiempos y lucharon contra la esclavitud.

La esclavitud en las Españas. José Antonio Piqueras. La Catarata, 2012. 264 páginas. 19 euros

sábado, 18 de marzo de 2017

Asia y África: Nuevos ingresos, nuevos patrones de consumo de alimentos

De arroz y hombres
Una historia circular de cambios en las preferencias alimentarias
Los africanos occidentales están comiendo más como los asiáticos. Los asiáticos comen más como los estadounidenses. Y los estadounidenses más ricos ...





The Economist

Si usted piensa en la comida simplemente como sustento, o como una fuente de placer, un viaje al mercado de agricultores en Pacific Palisades le abrirá los ojos. Para los compradores vestidos de lycra en este distrito rico de Los Ángeles, comer es una actividad intensamente difícil. Una mujer con un sombrero de fieltro, Julie, dice que trata de evitar la harina blanca porque hace que se sienta hinchada, aunque hace una excepción para las tortillas. Una madre de cuatro años come arroz cinco veces a la semana, pero "no se siente orgullosa de ello". Después de haberse educado sobre la comida, una tercera mujer, Suzanne Tatoy, favorece el arroz integral, la quinua, el amaranto y el mijo.

Las modas de comida son cosas extrañas y poderosas. Entre los años 70 y los 90, los estadounidenses comían más y más trigo, en parte porque intentaban evitar el colesterol. Luego vino una serie de populares dietas bajas en carbohidratos, desde el Dr. Atkins hasta el paleo. Un aumento en la enfermedad celíaca y la intolerancia auto-diagnosticada del gluten ha hecho trigo parecer decididamente peligroso. Entre 1997 y 2015 el consumo de harina en América cayó de 67kg por cabeza a 60kg.

Sin embargo, los amantes de la comida de Pacific Palisades no son sólo influenciados por la ciencia, o incluso por la pseudociencia. También son impulsados ​​por la moda, que ha decretado que algunos granos están fuera y otros están pulg En ese sentido, son parte de una gran tendencia mundial. La gente en muchos países está dejando caer cereales familiares para otros nuevos, por razones relacionadas con la tecnología agrícola, el trabajo, la salud y las aspiraciones sociales. Este cambio es más o menos circular. Todo el mundo está tratando de comer más de los granos que la gente mejor está comiendo, excepto los muy ricos, que premian la comida de los pobres. La historia comienza en los campos de África occidental.

Aboud Kobena ha estado cultivando arroz cerca de Tiassalé, en Costa de Marfil, desde 1991. Tiene muchas quejas. La bomba que arrastra agua de un río cercano para regar su granja de 35 hectáreas vuelve a parpadear. Las máquinas que ha comprado para acelerar la cosecha han demostrado ser un mal anuncio para la ingeniería china. La mano de obra es cara, dice, y "la gente se ha vuelto perezosa". Lo peor de todo es que el precio que obtiene su cosecha es mucho menor que hace una década. El problema, dice el Sr. Kobena, es que ahora todo el mundo está cultivando arroz.

África en su mayor parte se perdió la revolución verde que impulsó la producción agrícola en Asia a partir de la década de 1960 en adelante. Eso fue en parte debido a la guerra y el mal gobierno. Otro problema es que las condiciones de crecimiento en África son distintas de las de Asia y muy variadas en todo el continente. "No tenemos los mismos suelos, no tenemos las mismas enfermedades, no tenemos las mismas plagas", dice Harold Roy-Macauley, director de Africa Rice, que coordina la investigación en África. Sin embargo, el continente está empezando a ponerse al día, con los granjeros de arroz en la vanguardia.

Más rápido, más barato, mejor

Entre 2000 y 2014, la producción de arroz en África occidental saltó de 7,1 millones de toneladas a 16,8 millones de toneladas (véase el gráfico). En Costa de Marfil, que se conoce sobre todo como productor de cacao, la cosecha de arroz se triplicó durante ese tiempo. Las nuevas líneas de semillas híbridas desarrolladas específicamente para África, como NERICA y WITA, han aumentado los rendimientos y han permitido a los agricultores cultivar arroz en zonas secas donde el sorgo era una vez el cultivo dominante.



El arroz ha sido durante mucho tiempo popular en algunos países del oeste de África, como Senegal. Se está convirtiendo en un elemento básico en gran parte de la región. Thomas Reardon, que estudia comida en la Universidad Estatal de Michigan, dice que la urbanización está impulsando la demanda. Los trabajadores urbanos desarrollaron un gusto por el arroz en los cafés y ahora lo cocinan en casa. Además, el arroz es menos fácil de cocinar que el mijo o el sorgo, agrega Roy-Macauley, una comida de conveniencia para los cansados ​​trabajadores urbanos de África.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, dependencia de la ONU, estima que el consumo de arroz por persona está creciendo más rápido en el África subsahariana que en cualquier otra región. Eso es probable que persista, porque las ciudades de África están agregando a los habitantes tan rápido - un 3% al año, en promedio. Así que hay muchas oportunidades para los agricultores africanos. Y la demanda africana es también una bendición para los países productores de arroz de Asia. Se podría hacer con algunos nuevos clientes, porque la demanda en el hogar no es lo que era.

Tan central es el arroz a la vida en Asia que en muchos países, en lugar de preguntar "¿cómo estás?" La gente pregunta, "¿has comido arroz todavía?" Alrededor del 90% del arroz del mundo se consume en Asia -60% China, India e Indonesia solamente. En cada país grande excepto Paquistán, los asiáticos comen más arroz que el promedio global.

Entre comienzos de los años sesenta y comienzos de los noventa, el consumo de arroz por persona aumentó constantemente, pasando de un promedio de 85 kilogramos por año a 103. A medida que Asia se salía de la pobreza, comenzaron a consumir más alimentos y el arroz estaba disponible y asequible. En los países asiáticos más pobres, como Bangladesh y Camboya, un plato lleno de arroz sigue siendo un signo de abundancia (el 70% de las calorías proceden del arroz en Bangladesh) y la gente continúa comiendo más.

Pero el consumo de arroz es ahora más o menos plano en Asia en su conjunto. En los países en mejor situación, el arroz está saliendo de moda. Cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos sugieren que el consumo de arroz por persona ha caído desde 2000 en China, Indonesia y Corea del Sur, y se ha estrellado en Singapur. Obediente a una regla conocida como la ley de Bennett, los asiáticos más ricos están recibiendo más de sus calorías de verduras, frutas, carne, pescado y productos lácteos. Y, como en África, muchas personas están cambiando a otro grano.

Mientras que los puestos de venta en el sureste de Asia todavía preparan el arroz para las masas, los centros comerciales de lujo están cada vez más dominados por el trigo. Una proliferación de panaderías ofrecen pasteles y panes europeos tradicionales, así como peculiares invenciones asiáticas. BreadTalk, una cadena de rápido crecimiento con sede en Singapur, hace un ruidoso negocio en "bollos de seda" - dulces bollos blancos mantecados con mantequilla, recubiertos con huevo y laminados en carne de cerdo desmenuzada y seca.

Joseph Lee, propietario de The BreadTable, otra panadería de Singapur, sitúa el crecimiento de la demanda en el turismo y la migración. "Cuanta más gente empezó a viajar, más querían encontrar pan europeo cuando llegaban a casa", dice. "Ahora tenemos personas pidiendo levadura". Abrió en 2013, la primera de una serie de panaderías de estilo europeo.

El consumo de trigo está aumentando rápidamente en países como Tailandia y Vietnam (ver mapa). Los países de Asia sudoriental consumirán 23,4 millones de toneladas de trigo en 2016-17, estima el USDA -de 16,5 millones de toneladas en 2012-13. Casi todo será importado. En Asia meridional se espera que el consumo crezca de 121 a 139 millones de toneladas en el mismo período. La India, que recientemente fue un gran exportador neto de trigo, se ha convertido en un importador neto. Parte del trigo es para la alimentación animal, pero la mayoría es simplemente para comer.



Esta tendencia tiene un largo camino por recorrer, piensa Rabobank, un banco. Los asiáticos del sudeste todavía comen sólo 26kg de trigo al año, mucho menos que el promedio mundial de 78kg. Parecen imperturbables por los aumentos de precios: el cultivo de trigo sigue creciendo a medida que el grano se hace más caro entre 2009 y 2013, aunque su uso como alimento para animales disminuye. Sin embargo, el arroz seguirá siendo central en muchas culturas asiáticas. Es poco probable que las personas empiecen a saludarse pidiéndoles si han comido bagels todavía.

Nuevos granos antiguos

Mientras que los africanos del oeste llenan sus placas con arroz, y los asiáticos surorientales munch ciabatta, los americanos se están moviendo lejos de ambos. "Sólo se pueden comer tantas tortas", sugiere Graydon Chong, analista de Rabobank. Y el trigo tiene nuevos competidores, especialmente en los barrios más ricos de Estados Unidos. O, para ser exactos, nuevos competidores antiguos.

Café Gratitude es un restaurante gourmet vegetariano en Venice Beach, un distrito de Los Ángeles que es consciente de la salud, incluso por los estándares de esa metrópoli. Cada artículo en el menú es una afirmación, por lo que se supone que para pedir un plato llamado Glorioso al anunciar, "Soy glorioso." La pizza está disponible ("estoy dando"), pero está hecha de einkorn y Kamut. Los platos de acompañamiento incluyen arroz integral y quinua.

Einkorn y Kamut son ambos tipos de trigo. Sus promotores dicen que tienen largos pedigríes y han escapado a la intromisión de los modernos fitomejoradores. La quinua es otra cosa: la semilla de una planta que crece principalmente en América Central y del Sur. Tales granos, y varios otros además, tienden a ser comercializados como "granos antiguos". Supuestamente son más saludables y más auténticos que el viejo arroz y el trigo. Sin duda, son más caros. A pocos kilómetros al norte de Venice Beach, en el mercado de los agricultores de Santa Mónica, Larry Kandarian vende cebada negra orgánica por 9 dólares la libra y el faro de color azul etíope (otro tipo de trigo) por 7 dólares.

La moda de los granos "virtuosos" se está extendiendo más allá de los gourmets californianos. En 2015 General Mills, una gran compañía de alimentos estadounidense, introdujo un cereal de desayuno llamado "Cheerios + granos antiguos" que contiene Kamut, avena, quinua y espelta. Ronzoni ha creado una pasta con amaranto, mijo, quinua, sorgo y teff. Datassential, una firma de investigación de mercado que rastrea los menús de los restaurantes, informa que el 9% de los restaurantes casuales y el 16% de los "restaurantes finos" ofrecían quinoa en 2016. El sorgo, que los norteamericanos han alimentado durante mucho tiempo al ganado, . Así es el mijo, que normalmente se trata como alpiste.

Es demasiado pronto para decir si los granos antiguos son más que una moda pasajera. Aunque la producción mundial de quinua aumentó de 58.000 toneladas en 2008 a 193.000 toneladas en 2014, sigue siendo un cultivo trivial en comparación con el arroz, el trigo o el maíz. Los cereales más importantes se benefician de las densas redes de institutos de investigación agrícola que trabajan para aumentar los rendimientos y suprimir las plagas y las enfermedades. A menudo son subvencionados.

Sin embargo, son los consumidores, y no los gobiernos, quienes impulsan cambios en las dietas. Y casi todos los consumidores parecen haber adquirido un gusto por la novedad. Los alimentos envasados ​​son cada vez más populares, incluso en los países pobres de África y Asia, dice el Sr. Reardon. Está especialmente impresionado por el aumento de los fideos de trigo en África. Indomie, una empresa indonesia, comenzó a fabricar fideos en Nigeria a mediados de los años noventa. Ahora tiene varios rivales en ese país, y la demanda está aumentando en otras partes de África occidental. El reinado del arroz puede ser breve.

jueves, 26 de marzo de 2015

1/3 de los alimentos que se produce en el Mundo no se consumen

Es hora de unirse al movimiento de alimentos feos 


Un poco de originalidad, por favor. (CC / Bob Nichols / Departamento de Agricultura)


 Escrito por Gary Mortimer - Quartz

Tendencias alimentarias impulsadas consumo son nada nuevo. "Organics", libre de gluten, y más recientemente la compra de "local" tiene todos los consumidores capturados, fomentando los supermercados de todo el mundo y en Australia para responder. Pero una tendencia emergente de alimentos en Europa puede tener el mayor impacto en lo que compramos cada semana: comida fea.

¿Qué es el movimiento "comida fea"?

Se estima que un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo nunca se consume, con el coste total de que los residuos de alimentos tan alto como $ 400 mil millones al año.

En respuesta al plan de la Comisión Europea para hacer 2014 el "Año Europeo contra el desperdicio de alimentos" y desguace de las normas que impedían la venta de frutas y verduras extrañamente tamaño o deforme de la UE, los supermercados de toda Europa se apresuraron a responder.

Un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo nunca se consume.

El objetivo general del movimiento de alimentos feo es reducir el desperdicio de alimentos, mediante la venta a los consumidores las frutas y verduras que normalmente se rechazó, ya sea por los compradores de supermercados o del abandono de los agricultores.

¿Cómo se puede comercializar alimentos feo?

Pero, ¿cómo se puede comercializar alimentos feo? La primera regla: no utilizar la palabra "feo" para describir el producto.
Supermercado francés Intermarché en su lugar utiliza el término fruta "sin gloria", y verduras. Reino Unido minorista ASDA promueve "Wonky" frutas y verduras.
A finales del año pasado, el mayor minorista de supermercados Woolworths Australia lanzó su campaña "Impar Bunch", una réplica de la "fea buena" estrategia de ASDA, hasta el mismo chef celebridad. Al mismo tiempo minorista de alimentos NSW Harris Granjas lanzó su gama "picos imperfectos".
Más recientemente, el mayor supermercado de Canadá, Loblaws, anunció el lanzamiento de su gama "naturalmente imperfecto".
El famoso chef Jamie Oliver se ha utilizado tanto por ASDA y Woolworths para ayudar a añadir credibilidad y el interés de los consumidores a las campañas.

¿Cuán "feo" es demasiado feo?

No todos los supermercados se han apresurado a seguir su ejemplo. Algunas vez se acercan con cautela este nuevo fenómeno.
Tesco, el mayor minorista de alimentos del Reino Unido, dijo a la Cámara de la UE Subcomité Lores sobre la Agricultura el año pasado que sus supermercados suministran regularmente fruta deformada y verduras a las tiendas de Europa Central y Oriental, pero se encontró que los consumidores británicos exigieron consistentemente mejor calidad. Pidió que las campañas de educación al consumidor para apoyar el programa.

Normalmente producen "feo" es transportado desde la puerta de la granja al mercado, sólo para ser rechazado, y luego transportado de vuelta.

En Australia, tanto Coles y Aldi han guardado silencio sobre si van a implementar un programa de este tipo. Aunque es demasiado pronto para saber si esta incursión en el "feo alimentos" será un éxito rotundo para los minoristas de supermercados, no es razonable suponer que Woolworths, y otros supermercados australianos pueden tener dificultades para obtener los compradores australianos fuera de juego. Después de muchos años de los gerentes de tienda eliminación ofender artículos de los estantes, y producir los compradores rechazan productos con imperfecciones y de forma extraña, los compradores australianos han sido condicionados a esperar sólo los más altos niveles de frescura, calidad y estética.

"Pruebe, no desperdicie" es bueno para los negocios

Los supermercados que han lanzado con eficacia un programa de "comida horrible" han ganado tanto desde una posición de responsabilidad social corporativa y la percepción positiva aumento de las ventas.
Intermarché ganó un fuerte apoyo público durante el lanzamiento inicial de su campaña "Inglorious de frutas y verduras", la venta de 1,2 toneladas de frutas deformes y verduras a través de sus tiendas en sólo dos días, y la recepción de un aumento del 24% en el tráfico de pie, 3,6 millones de visitas en Youtube y más de 500 mil Facebook "me gusta".
Ser capaz de proveer de menor precio de las frutas y hortalizas frescas a los consumidores de bajo nivel socioeconómico grupos-tiempo que se promueve la alimentación saludable, es un resultado positivo tanto para los minoristas y compradores. En última instancia, un programa de "comida feo" es un ganar-ganar para todos los de la cadena de suministro; productores, comerciantes y consumidores.
También permite a los costos de la cadena de suministro a reducirse: productos "feo" normalmente se transporta desde la puerta de la granja al mercado, sólo para ser rechazado, y luego transportado y eliminados. Ahora, esos productos puede ser aceptada, aunque a un precio más bajo "comprar" y envió a las tiendas como una alternativa "comida horrible". Esto reduce los costos para los agricultores, supermercados y eventualmente compradores.

Una nota de advertencia

Suponiendo minoristas tienen éxito en convencer a los consumidores de los méritos de "feo alimentos", la estrategia podría crear presión sobre los precios a través de la categoría. Desde la perspectiva del comprador, cuando se proporciona una opción de zanahorias sueltos, algo misshaped a un precio bajo, frente perfectamente presentados, estéticamente agradables zanahorias, de alto precio, serán los compradores simplemente cambiar a la opción más barata? Luego tomará el precio antes de descuentos, menor calidad producen minimizar las pérdidas? Algunos dicen que no.

El objetivo general del movimiento de alimentos feo es reducir el desperdicio de alimentos.

Si las campañas para promover el gusto sobre los residuos tienen éxito a gran escala, podría haber consecuencias no intencionales de los agricultores. Considere el cultivador que ha invertido mucho en infraestructura y procesos de la agricultura para asegurar sus papas cumplen con muy altos estándares establecidos por los supermercados, sólo para encontrar el mercado se ha desplazado ahora a la alternativa "feo".
Por último, el supuesto poder de los grandes supermercados ha sido objeto de críticas cada vez mayores y la investigación. Potencialmente, el movimiento de la "comida horrible" inadvertidamente podría crear un mercado donde los compradores de supermercados son capaces de fijar precios muy bajos "comprar" para las frutas y verduras subjetivamente imperfecta, con la alternativa de ser rechazar.

jueves, 25 de diciembre de 2014

China vive del cerdo (y nosotros también)

El imperio del cerdo

El insaciable apetito de China por la carne de cerdo es un símbolo de crecimiento del país. Es también un peligro para el mundo
Luxi County, Jiangxi
The Economist




EL cerdo número 5422 cae en la pluma, circunda sus pocos metros cuadrados y monta un soporte de plástico. El agricultor limpia la parte inferior del animal, se siente alrededor y saca lo que parece ser un tubo de color rosa fina alrededor de 30 cm de largo. Él comienza a masajear. Los cerdos en otros lugares inhalan, roncan o chillan, pero el cerdo alfa es impasible. Pronto se ha llenado una taza térmica con más de 60 mil millones de espermatozoides. Alrededor de 150 cerdos deben sus vidas cortas y brutales a esta emisión.

Un olor a malta cuelga en el aire en la granja de cría de Fuxin en la provincia de Jiangxi, en el centro de China, 10 hectáreas de graneros concretas bajas y campos al lado de un pequeño depósito, que es hogar de alrededor de 2.000 cerdos. El negocio se inició hace cuatro años por 31 años Ouyang Kuanxue. Amigos del señor Ouyang dicen que estaba destinado a ser un agricultor que cerdo nació en el año zodiacal chino del cerdo, pero su explicación es más prosaica: cuando regresó a Pingxiang, su ciudad natal, en 2003, después de estudiar la gestión en la universidad en Beijing, no se le ocurría qué otra cosa hacer. Su abuelo era un minero de carbón que mantuvo unos cerdos. Su padre ya tenía 100. Se decidió ampliar.

Ahora toda la familia está involucrada: juntos tienen tres fincas con un total de alrededor de 5.000 cerdos. Hermano menor del señor Ouyang está a cargo de la producción; su hermana-en-ley dirige la oficina. El último año ha sido difícil para ellos y otros criadores de cerdos, el Sr. Ouyang dice, porque los precios del cerdo han sido bajos y alimentar caro. Pero este año magra seguido muchos gordos. Sr. Ouyang conduce un SUV de Volkswagen; su esposa tiene un nuevo Audi, lleva una pulsera de Cartier y corre dos bares de uñas; son dueños de un apartamento en un edificio nuevo en la ciudad local. Sr. Ouyang tiene una panoplia de noticias relacionada con los cerdos se alimenta de su teléfono. Aún así, cuando sale a cenar con amigos, se tiende a evitar la carne de cerdo.

Una breve historia del cerdo chino

Buena fortuna de la familia es emblemático de mercado del cerdo volador de China en los últimos 35 años. Desde finales de 1970, cuando el gobierno liberalizó la agricultura, el consumo de carne de cerdo ha aumentado casi siete veces en China. Ahora produce y consume casi 500 cerdos al año, la mitad de todos los animales en el mundo. El cuento de los cerdos chinos es, pues, una parábola de vertiginoso ascenso económico del país. Pero es más que simbólico: la lujuria de China de carne de cerdo tiene graves consecuencias para la economía del país y el medio ambiente y para el mundo.

Los cerdos han estado en el centro de la cultura china, la cocina y la vida familiar desde hace miles de años. El cerdo es la carne esenciales del país. En mandarín la palabra "carne" y "cerdo" son los mismos. El carácter de "familia" es un cerdo bajo un mismo techo. El cerdo es uno de los 12 signos del zodiaco chino: los nacidos en ese año se dice que son diligentes, simpático y generoso. Los cerdos significan prosperidad, la fertilidad y la virilidad. Poemas, cuentos y canciones a celebrar. Cerdos miniatura de arcilla se han encontrado en las tumbas de la dinastía Han (206 aC-220 dC). Los historiadores creen que la gente en el sur de China fueron los primeros en el mundo para domesticar los jabalíes, hace 10.000 años.

Durante siglos los cerdos-y sacrificio el consumo de carne de cerdo-ofrecido prominente en todas las formas de conmemoración y de fiesta. En el otoño del Noveno Festival doble (en el noveno día del noveno mes lunar), ancianos varones se reunieron en las tumbas de sus antepasados y sacrificados un cerdo como símbolo de la prestación continua de ese antepasado para sus descendientes. Cuando una finca estaba en problemas financieros, los cerdos eran el último gasto que ir, dice James Watson, antropólogo de la Universidad de Harvard, ya que si se descuidan los ritos de otoño, el ancestro moriría un segundo, muerte terrible, un vencimiento definitivo de su espíritu .


Cada hogar necesita uno

Casi todos los hogares rurales tenía una vez un cerdo, entre otras cosas porque, bien entrada la era comunista, los animales eran parte del sistema de reciclaje doméstico. Ellos consumen residuos de otra manera no comestibles y se valoran por su abono (incluso Mao Zedong era un fan de la "fábrica de fertilizantes en cuatro patas"). Y su carne siempre ha sido central en la cocina china: tiene "el sabor perfecto para la cocina china", reconoce Fuchsia Dunlop, un escritor de alimentos y cocinar. Nada se desperdicia. Caras de cerdo se sirven todo como un regalo gourmet; sus cerebros, dice la Sra Dunlop, son "suaves como natillas, y peligrosamente ricos". La apelación es medicinal, así como culinaria: las entrañas se le atribuyen beneficios terapéuticos.

Desde trotter hasta la cola, los chinos comen el cerdo entero. Sin embargo, durante gran parte de la historia de China, los cerdos eran un lujo consumido sólo en raras ocasiones, a veces extremadamente rara. Eso ha cambiado dramáticamente.

Todo menos el chillido

Lei Xiaoping, el gerente de la granja del señor Ouyang, come carne de cerdo para cada almuerzo y cena estos días-cerdos de la granja que han muerto en una pelea o son demasiado pequeños para vender. Él no es muy escrupuloso con alto consumo de cerdos que ha criado a sí mismo. Después de todo, como un niño al Sr. Lei (51 años ahora) comían cerdo sólo tres veces al año.

Incluso antes de la revolución de 1949, la mayoría de la gente en China consiguieron sólo el 3% de su consumo anual calorífico de la carne. Cerdo pronto se hizo más escasa todavía. Decenas de millones de personas murieron en la hambruna que siguió a Gran Salto Adelante de Mao a finales de 1950 y comienzos de 1960. Durante décadas después de que los campesinos se frote grasa de cerdo en torno a sus woks para dar a sus vehículos un toque carnoso, dice la Sra Dunlop, antes de poner la grasa lejos de utilizar en otra ocasión. Tan recientemente como en la década de 1990 muchos chinos subsistían principalmente en una dieta de verduras compradas en mercados callejeros.

Para el Sr. Lei, como para muchos de sus compatriotas, los años de privación se encuentran dentro de la memoria viva. No es de extrañar, entonces, que el consumo de carne se ha convertido en un símbolo de triunfo sobre las dificultades, tanto una parte de la transformación de China como los imponentes rascacielos y ciudades relucientes. Los abuelos que una vez pasaron cosas hambre a sus nietos con las golosinas que carecían y parte superior de la lista es la carne de cerdo. Los chinos promedio ahora come 39kg de carne de cerdo al año (aproximadamente un tercio de un cerdo), más incluso que los estadounidenses (que por lo general prefieren la carne de vacuno), y cinco veces más por persona que comían en 1979.




El impacto más evidente ha sido en los propios cerdos. Hasta la década de 1980 granjas tan grandes como el Sr. Ouyang de eran desconocidos: 95% de los cerdos chinos vinieron de pequeñas explotaciones con menos de cinco animales. Hoy en día sólo el 20% provienen de estas granjas de traspatio, dice Mindi Schneider del Instituto Internacional de Estudios Sociales de La Haya. Algunas de las instalaciones industriales, a menudo propiedad del Estado o de las multinacionales, producen unas 100.000 cerdos al año. Estos nacen y viven para siempre en las camas de metal de rejilla; más nunca ver la luz del sol directa; muy pocos son los que llegar a reproducirse. Los cerdos mismos han cambiado físicamente, también. Tres razas extranjeras ahora representan el 95% de ellos; para preservar sus propias clases, China tiene un banco nacional de genes (básicamente un congelador gigante de semen de cerdo) y una red de casas de fieras-cerdo indígena. Sin embargo, decenas de variantes antiguas pronto podrían desaparecer.

Pero los cerdos de China están lejos de ser las únicas víctimas de su popularidad. La demanda de que les preocupa el Partido Comunista, inspira lo que pronto será la mayor economía del mundo y amenaza selvas del Amazonas.

Este dedito se quedó en casa

Los chinos comen tanto carne de cerdo que cuando su precio sube, el costo de otras cosas se eleva, también. Para el Partido Comunista, por lo tanto, mantener la carne asequible sobre la mesa es de vital importancia, no menos importante para la estabilidad de la economía. En 2007, por ejemplo, se estima que los cerdos 45m murieron en China de "enfermedad porcina de la oreja azul". Los precios del cerdo se dispararon; la tasa anual de aumento del índice de precios al consumidor (a veces conocido como el "índice de cerdo consumidor" debido al papel prominente de la criatura en ella) llegó a un máximo de diez años. Compras de pánico sobrevino. Hubo informes de clientes resulte lesionado en un agolpamiento en una escalera mecánica supermercado cuando apresurarse a comprar carne de cerdo refrigerada barato en Guangzhou, y un frenesí general de cerdo de compra a través de China. Las importaciones se duplicaron.

En respuesta, el partido estableció la primera reserva de carne de cerdo del mundo, algunas de ellas en forma congelada y algunos la, variedad resoplando en vivo. Esto tiene como objetivo mantener cerdo asequible ya un precio razonable: cuando los cerdos se vuelven demasiado caro, el gobierno dé a conocer algunas de sus acciones en el mercado; si se vuelven demasiado barato, la reserva de compra más cerdos para mantener a los agricultores en el resultado. Otras políticas a favor de cerdo incluyen subvenciones, incentivos fiscales, créditos baratos para las granjas y la inmunización de los animales-todo libre destinado a impulsar la agricultura intensiva de cerdos y para mantener las placas cargadas de alta con cerdo chino. De acuerdo con Chatham House, un think-tank con sede en Londres, el gobierno chino la producción de carne de cerdo subsidiada en $ 22 mil millones en 2012. Eso es más o menos 47 dólares por cerdo.

Sin embargo, incluso el Partido Comunista ya no puede controlar todos los aspectos de este vasto sector. Eso es en parte debido a que el apetito por la carne de cerdo es ahora tan grande y creciendo tan rápido que saciar depende de lugares mucho más allá de las fronteras de China. Cerdos chinos, a su vez, están remodelando los entornos de países lejanos.

La autosuficiencia del Partido Comunista premios en los alimentos. La mayoría de los cerdos come China son de hecho de cosecha propia. Pero cada kilogramo de cerdo requiere 6 kg de pienso, la soja o el maíz generalmente procesada. Dada la escasez de agua y la tierra en China, no puede alimentar a sus cerdos, así como su gente. El resultado es que los cerdos de China, que anteriormente se comió desechos domésticos, se basan cada vez más en los piensos importados.

Sra Schneider calcula que más de la mitad de los cultivos forrajeros del mundo pronto será comido por los cerdos chinos. Ya en 2010 las importaciones de soja de China representaron más del 50% del mercado de la soja mundial total. A partir de una base muy baja, las importaciones de cereales están aumentando rápidamente, así: el US Grains Council, un organismo de comercio, predice que para 2022 China tendrá que importar toneladas 19m-32m de maíz. Eso equivale a entre un quinto y un tercio de todo el comercio mundial de maíz en la actualidad.

Como la demanda de aumentos de cerdo, porcino imperio de China es seguro para ampliar
Como resultado, el uso de la tierra está cambiando drásticamente en el otro lado del mundo. En Brasil, más de 25m hectáreas de-partes de la tierra de la que fueron una vez la selva amazónica, están siendo utilizados para cultivar soja (empresas chinas no se han adherido a la "mesa redonda de soja", una asociación voluntaria, cuyos miembros se comprometen a no comprar soja de tierra recientemente deforestada). Especies enteras de plantas y árboles están siendo sacrificados para engordar cerdos de China. Argentina ha talado miles de hectáreas de bosque y cambió su tradicional ganadero a zonas remotas para dar paso a la soja. Desde 1990, la superficie cultivada argentina dedicada al cultivo que se ha cuadruplicado: el país exporta casi la totalidad de sus enteros soja-alrededor de 8 millones de toneladas-a China. En algunas zonas los agricultores cosechan dos o tres cosechas al año, el uso de herbicidas que se han relacionado con defectos de nacimiento y el aumento de las tasas de cáncer.

Todas estas importaciones han convertido a China cada vez más expuesta a los precios mundiales de las materias primas. China ha respondido mediante la compra de tierras en otros países, algunos de los cuales se utilizan para cultivar forrajes o para criar cerdos que se venden en el mercado interno a precios preferenciales. La propia China es reservado sobre estas compras, pero el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, un grupo de expertos de Canadá, calcula que ha comprado hectáreas 5m en los países en desarrollo; otros piensan que el total es mayor. Cuando Shuanghui, el mayor productor de carne de cerdo, compró Smithfield Foods, una empresa estadounidense, en 2013, adquirió grandes extensiones de Missouri y Texas. Como la demanda de aumentos de cerdo, porcino imperio de China está segura de expandirse.

pigging
La alimentación de los cerdos no es la única preocupación de los agricultores. Su mayor temor es la enfermedad: el crecimiento se desacelera cuando un cerdo se enferma, y, lo que es más preocupante, los cerdos en las granjas chinas modernas tienden a ser genéticamente similares (muchos son medio hermanos), así que cuando uno se pone enfermo, gran parte de la manada puede sucumbir . Los agricultores añadir rutinariamente pequeñas dosis de antibióticos para su alimentación, y esto también tiene efectos en cadena de enormes proporciones. En Estados Unidos y Europa este tipo de prácticas se asocian con la aparición de "superbacterias", bacterias en los animales y los seres humanos que son resistentes a la mayoría de los antibióticos. En 2009 se encontraron los cerdos exportados de China a Hong Kong para albergar uno de esos bichos. El gobierno continental reconoció el problema, sin embargo, el uso de antibióticos, hormonas y promotores del crecimiento apenas está regulado.

Estos medicamentos pasan a la cadena alimentaria más amplia, en parte a través de placas chisporrotea de carne de cerdo, y en parte a través de la 5kg de estiércol que el cerdo promedio produce un día. Esta sustancia vez deseable es ahora un problema crítico para China. Aunque las grandes extensiones de tierra se han reservado para contenerla, la gestión es deficiente. Los miles de millones de toneladas de productos de granja residuos de China cada año son una de las mayores fuentes de contaminación del agua y del suelo en el país, según el Ministerio de Agricultura. Los 16.000 cerdos muertos que fueron objeto de dumping en los afluentes del río Huangpu, una fuente de grifo de agua de Shanghai, después de un brote de virus en 2013, eran un indicador espeluznante de un problema nacional se filtre.

Residuos porcino también contribuye a las emisiones de metano y óxido nitroso, un gas de efecto invernadero que es 300 veces más potente que el dióxido de carbono. Porcina-La agricultura intensiva es mucho más contaminante que el minifundio. Así, además de privar a la Tierra de la función de enfriamiento natural de las selvas tropicales que desplazan, cerdos chinos contribuyen al calentamiento global de forma más directa. Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura china aumentó un 35% entre 1994 y 2005. La expansión mundial de la producción ganadera es una de las principales causas del cambio climático, dice Tony Weis, de la Universidad de Western Ontario, Canadá, responsable de casi una quinta parte las emisiones producidas por la actividad humana.

Así que, aunque sus cerdos que proliferan son un símbolo de resonancia de la prosperidad de China, también son una amenaza. Algunos inChina-a muy pocos, están empezando a cuestionar los beneficios de comer más y más carne de cerdo. El consumo de carne está comenzando a estabilizarse entre los muy ricos; amenazas para la salud han aumentado las ventas de alimentos orgánicos, aunque todavía representa una pequeña parte de la producción agrícola. El vegetarianismo está creciendo, pero en general se cree excéntrico. La ambición de la mayoría de los chinos sigue siendo devorar como un gran trozo del pastel de carne de cerdo como sea posible. En gran parte de los ricos el consumo mundial de carne es estable o descendente, pero en el Reino Medio se eleva sin restricciones. Olvídate del zodiaco: en la China de hoy, cada año es el año del cerdo.

viernes, 16 de agosto de 2013

McDonalds explota a jóvenes británicos

They won't be lovin' it: McDonald's admits 90% of employees are on zero-hours contracts without guaranteed work or a stable income

Fast-food chain is potentially the largest zero-hours employer in the UK’s private sector



McDonald’s has admitted 90 per cent of its UK employees are on zero-hours contracts.

The admission indicates the fast-food chain is potentially the largest zero-hours employer in the UK’s private sector, with 82,800 contracted staff not guaranteed work or a stable income.

The controversial practice requires employees to be available for work when it is required but, as they are contracted for 0 hours a week, employers are under no obligation to use them or pay them a set wage.

This allows businesses not to pay staff during quiet periods, but ensures they are available to work at short notice when required.

Politicians have reacted to McDonald’s admission by calling for it to offer affected staff a new contract with a minimum hours guarantee.

Speaking to The Guardian newspaper, Labour MP Andy Sawford said: “McDonald's could lead on addressing this issue… There will be some employees working 20 to 30 hours a week, week in week out and it is indefensible not to put those people on contracts”.

A spokeswoman for McDonald’s said all those applying for a job with the company are given the opportunity to state which days they can work, with all zero-hours employees told of their shift patterns well in advance.

The spokeswoman said: “We never ask people to be 'on call'... Many of our employees are parents or students who are looking to fit flexible, paid work around childcare, study and other commitments.”

She added: “The zero-hours contracts which all our hourly-paid employees are on do not affect employee benefit entitlement and all of our employees are entitled to a range of benefits including life assurance, employee discounts and access to a range of training and qualifications.”

McDonald’s employs 92,000 staff in the UK, and has admitted to using zero-hours contracts ever since it entered the UK in 1974.

Rival fast-food chains have also been found to be using zero-hours contracts.

Subway admitted using the controversial practice, but said that its stores were independently owned and employment terms and conditions set by the franchisees.

Sandwich chain Pret a Manger, on the other hand, says it guarantees all employees a minimum of eight hours work a week.
The Independent

martes, 13 de agosto de 2013

Efecto Moreno: El desastre alimentario argentino de la década

"Efecto Moreno": crónica de cómo la Argentina se bajó de los ranking del mundo en alimentos
Las políticas erráticas del funcionario no sólo impactan en el plano local. Se perdieron mercados que costaron años construir y hay sectores que han quedado relegados de la competencia. El "granero del mundo" se aleja de las góndolas y los vecinos ocupan "agradecidos" esos espacios



Durante los momentos más álgidos que se vivieron en el marco de la reciente crisis que desató la escasez de trigo, desde el Gobierno optaron por emparchar el problema con "creatividad".
Así, la Subsecretaría de Defensa al Consumidor publicó dos recetas con tipspara obtener, en el hogar, desde milonguitashasta pan con harina integral y semillas. 
Paralelamente, comenzó a funcionar la "maquinaria Moreno", esa que pone primera y avanza para lograr su objetivo, cualquiera sea el precio y las consecuencias.
En cuestión de horas, el secretario de Comercio Interior logró que las cerealeras, que ya tenían 2 millones de toneladas de trigo listas para ser embarcadas, frenaran todos sus envíos. No sólo eso. En pocos días también logró que estas empresas, en general multinacionales, se comprometieran a volcar esos granos al mercado interno, para evitar que se desate lo que era una inminente crisis porescasez de algunos alimentos clave.
Desde sectores oficiales se llegó a sugerir que la actitud de Moreno era una suerte de "gesta heroica", dado que había desafiado a estas empresas, obligándolas a devolver parte del trigoque éstas estaban por "llevarse" al exterior, desabasteciendo el mercado interno.
Así, el discurso oficial volvió a hacer hincapié en la necesidad de salir en "defensa de la mesa de los argentinos", es decir, potenciar su política de garantizar que en las góndolas hayaalimentos en abundancia y a bajos precios. 
Pero lo cierto es que estos inconvenientes que se fueron sucediendo en el negocio del trigo están lejos de ser un caso aislado: son apenas la punta del iceberg de un escenario mucho más preocupante. 
Para los expertos, cada vez que Moreno buscó garantizar excedentes de alimentos en elmercado interno, la Argentina no paró de perder negocios en el exterior, con el agravante de que, pese a este "sacrificio", los precios domésticos no sólo no bajaron sino que fueron escalando junto con la inflación. 
Para Marcelo Elizondo, ex director ejecutivo de Fundación ExportAr -que durante años recorrió decenas de países para fomentar productos con sello argentino-, el "efecto Moreno", se está convirtiendo en una gran hipoteca a futuro, dado que en los últimos años se fuerondestruyendo cadenas de valor y se han frenado proyectos de inversión, al tiempo que sedesplomó la reputación de las empresas nacionales como proveedoras a nivel internacional.
En tanto, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), aseguró a este medio que "por Moreno, todos terminaron perdiendo: los empresarios hoy tienen menos rentabilidad que cuando el Gobierno empezó a intervenir los mercados y los consumidoresactualmente tienen que pagar los alimentos mucho más caros que antes. Lo suyo fue desacierto tras desacierto".
Por su parte, Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA) destacó el hecho de que lo que hoy sucede con el trigo, es lo que se está viviendo, con mayor o menor intensidad, en otros sectores estratégicos: "El ambiente no es propicio para que las empresas inviertan en la producción de alimentos como carnelácteosyerba matearrozazúcar oaceite de oliva".
Carne: auge, gloria y crisis del "bife argentino"Elizondo recuerda con amargura los momentos en que, años atrás, promocionaba en las tiendas más exclusivas de Londres, las bondades de la carne argentina.
"Todo eso se perdió. Hoy los frigoríficos locales no llegan a cubrir ni siquiera la Cuota Hilton", disparó el experto, en referencia al cupo sin aranceles que otorga como beneficio la Unión Europea para los cortes ultra Premium, un negocio altamente rentable pero que el Gobiernotambién viene retacéandoselo a las empresas locales.
Según Schiariti, "el problema de la carne empezó cuando Moreno comenzó a aplicarrestricciones a las exportaciones, que llevaron a que los envíos se desplomaran y se desincentive la producción".
Desde CICCRA brindaron una radiografía que sirve para ilustrar la decadencia en la cual entró elnegocio de la carne: 
• En 2008 la Argentina llegó a contar con 60 millones de cabezas de ganado. En la actualidad, hay 50 millones de animales, es decir, un 17% menos.
• En lo que va del año cerraron siete nuevos frigoríficos, elevando la cifra total a 128 plantasdesde que se intervino el mercado. La cámara estima que se perdieron 15.000 puestos de trabajo, bastante más que los empleos que generó la "bendecidaindustria electrónica de Tierra del Fuego. 
• Uruguay, con un 80% menos de cabezas de ganado, ya superó al país en cuanto aexportaciones de carne, tanto en valor como en volumen.
Así las cosas, la Argentina se despidió de las "grandes ligas" y pasó a ubicarse en el pelotón de fondo en cuanto al abastecimiento mundial. 
En la siguiente infografía se puede observar cómo, tras estar ubicada en el tercer puesto, ha ido quedando relegada del top 10 del ranking de países exportadores de carne, un hecho inédito en décadas: 


"Los mercados que estamos perdiendo serán muy difíciles de recuperar. Para volver a entrar a algunas plazas va a haber que pelear con aquellos competidores que ya ocuparon nuestro lugar, como son los frigoríficos de BrasilUruguay e incluso Paraguay", disparó Elizondo. 


Schariti, en tanto, no sólo aseguró que "el problema de la carne no se solucionó", sino que anticipa que "el año próximo los consumidores van a enfrentar un nuevo marco de escasez y con un mayor ritmo de suba de precios". 
Lácteos: 3.500 tambos menos 
La producción lechera, clave para la dieta de los argentinos, tampoco se vio exenta de lasintervenciones de Moreno
Expertos señalan que el problema para el sector se inició en 2005, cuando el Gobierno elevó las retenciones a las exportaciones. Luego le siguieron más medidas controvertidas, como elcierre de las ventas al mundo y el congelamiento de precios que afectó a los tamberos.
El objetivo oficial era que el encarecimiento de la leche, afectada por la suba de costos que enfrentó durante años esta industria, no se viera reflejado en el índice de inflación. 
El problema es que, por estos precios congelados, muchos productores no pudieron resistir y seguir adelante con la actividad. Esto llevó a que, en el granero del mundo, hayan desaparecidono menos de 3.500 tambos en estos últimos años. 
La Argentina este año estará produciendo unos 11.000 millones de litros de leche, apenas 11% más respecto de los niveles de 2005, cuando comenzó la intervención, pero dos puntos por debajo de la variación mundial.
Si bien en esta industria el panorama no es tan devastador como en el sector frigorífico, los expertos señalan que se perdió una gran oportunidad de generar exportaciones de más valor agregado y ganar nuevos mercados.
A contramano de la Argentina, Brasil pasó de producir 24.000 millones de litros en 2005 a unos 32.300 millones, es decir, un 34% más. 
Así las cosas, la Argentina hoy explica apenas el 2,4% de la producción mundial de leche, prácticamente lo mismo que hace ocho años. En tanto, la nación vecina pasó de un share del 5%a un nivel cercano al 7%
Trigo: a punto de caer del "top 10"En la campaña iniciada en 2006, justo antes de que irrumpiera la política de intervención oficial, la Argentina ocupaba el cuarto puesto como mayor exportador de trigo y derivados, sólo superada por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, de la mano de 12 millones de toneladas y un share del 10% en el comercio global de este cereal.
En cambio, para esta última campaña, la crisis de abastecimiento no dio tregua: tras el "telefonazo" de Moreno para que las cerealeras frenen embarques, solamente se pudieron volcar 3 millones de toneladas a la exportación.
Con este nivel de ventas al mundo, la Argentina este año estará sufriendo un dramático derrumbe en el ranking global de proveedores de trigo. Y, por primera vez en décadas, está a un paso de caer del top 10, siendo además superada por otros países con poca tradición en el comercio de este cereal, como Turquía. 

Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) recalcaron que estos últimos siete años han sido "destructivos" para la producción triguera, con intervenciones, cuotas de exportación y "otras creaciones lamentables que sepultaron un mercado competitivo y una producción pujante hasta llevarla a los resultados de hoy: la menor superficie sembrada de los últimos 111 años, pérdida de mercados externos y problemas graves para abastecer el consumo doméstico".
Frente a este escenario, Gustavo López, director de la consultora Agritrend, aseguró aiProfesional que "contrariamente a lo que se viene pregonando a nivel oficial, sobre diversificar y agregar valor a las exportaciones, la Argentina se sigue sojizando".
"Esta tendencia llevó a que hoy casi el 70% de la producción sean oleaginosas apenas un 30% cereales estratégicos, uno de los niveles más bajos de la historia, algo muy nocivo desde el punto de vista de la sustentabilidad de la actividad agrícola".
Ambrosetti, de la SRA, lamentó el hecho de que "en todos estos últimos años, la Argentinaretrocediera varios puestos como proveedor de alimentos. Esto generó que perdamos mercados internacionales que serán muy difíciles de recuperar".
¿Hay "vida" detrás de la soja? 
Para los expertos, el comienzo de la decadencia de la Argentina como proveedora competitiva y diversificada de alimentos, comenzó cuando se combinó el "efecto Moreno" a la alta inflación.  
"Hace unos ocho años, el Gobierno empezó a querer evitar que las subas de cotizaciones se reflejaran en los principales productos de la canasta básica", relató Schiariti, quien recalcó que, automáticamente, se comenzó a aplicar la política de "vivir con lo nuestro" y a considerar a las exportaciones como un negocio que competía con el mercado interno y afectaba su normal abastecimiento.
"La política oficial fue y sigue siendo la de cerrarser al mundo. Es decir, la visión es que los consumidores del exterior no compitan con los argentinos por los alimentos nacionales", agregó el presidente de CICCRA.
Sin embargo, advirtió que "esto es una acción totalmente de corto plazo. Ya pasó con la carne y ahora con el trigo: cuando intervenís y quitás incentivos para producir, se entra en un círculo vicioso que lleva a que cada vez tengas menos oferta y precios más elevados, que terminan afectando a los mismos argentinos que el Gobierno paradójicamente quiere beneficiar".
"Por controlar los precios en los mostradores de algunos productos, terminó destruyendo grandes cadenas de valor de numerosos sectores. Se pierden empleos, se gasta menos en transporte y se cierran empresas. Este fue el resultado de esta estrategia de cerrar las exportaciones", acotó Ambrosetti.
Lo paradójico es que, pese a que desde el inicio de su pelea con el campo, allá por 2008, el Gobierno viene insistiendo con la necesidad de diversificar la matriz productiva y evitar el avance de la soja por sobre otros sectores, lo cierto es que el "yuyito" no paró de acaparar hectáreas desplazar otros negocios.
Así, el trigo, la carne y la leche, entre otros alimentos, vienen siendo víctimas del "efecto Moreno", que no sólo no logra bajar la inflación, sino que además aleja cada vez más a losproductos "insignia" de la Argentina de las góndolas del mundo. 

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