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viernes, 12 de enero de 2018

Corea del Sur, el ejemplo más antiperonista del Mundo

El milagro de Corea del Sur: de ser más pobre que Ghana a superar a España

Vicente Nieves || El Economista



  • La apertura comercial permitió importar bienes intermedios baratos
  • El Gobierno protegió a industrias clave que estaban en pleno crecimiento
  • Se crearon grandes conglomerados que han llegado a ser muy competitivos


Corea del Sur está a punto de superar la barrera de los 30.000 dólares de renta per cápita, un nivel de ingresos que el consenso de los economistas califica de economía absolutamente desarrollada. El camino ha sido duro y bacheado (como la crisis de 1997), pero en pocas décadas, Corea del Sur ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a formar parte del club de las economías más avanzadas y superar incluso a España.

Los economistas de Goldman Sachs Group pronostican que Corea del Sur superará el umbral de los 30.000 dólares (PIB a precios corrientes) el próximo año, siempre y cuando el crecimiento económico supere el 3% y el won coreano no se deprecie frente al dólar. No obstante, si el PIB per cápita se analiza en paridad de poder adquisitivo (PPA), es decir, eliminando las diferencias en los niveles de precios vigentes en los diferentes países, Corea del Sur ha superado hace años esa barrera como se puede observar en el gráfico.



¿Cuáles han sido las claves?

Sin duda, la historia económica reciente de este país ha sido uno de los grandes éxitos de las últimas décadas. Nathaniel Lane, investigador del Massachusetts Institute of Technology (MIT), destaca en el trabajo Manufacturing Revolutions que en 1957, Ghana y Corea del Sur presentaban unos ingresos per cápita similares, sin embargo en la actualidad la diferencia entre ambas naciones es abismal, al menos en términos de renta y estándar de vida.

En los años 60, Corea era un país corrupto, inestable y dependiente de las ayudas de Occidente. A pesar de ello, en poco más de veinte años, "la República de Corea experimentó una transformación industrial que a los países occidentales les había llevado alrededor de 100 años", destaca Lane.

Una serie de decisiones políticas encaminadas a proteger industrias clave, un fuerte aperturismo al comercio internacional en otros sectores y una mejora de la educación han sido los pilares del fuerte desarrollo experimentado por este país. Todas estas medidas estuvieron impulsadas por el General Park Chung-Hee y sus hombres de confianza y tenían como objetivo convertir a Corea del Sur en una economía exportadora.

Lane sostiene que las políticas para proteger a la naciente industria química e industria pesada durante unos seis años fueron fundamentales. "Corea copió esta política de Japón, mientras que hoy países como Taiwán persiguen estrategias similares".

Park y las entidades financieras del país controladas por el régimen concedieron grandes cantidades de crédito a las industrias del acero, petroquímicos, automóviles, máquinas pesadas, electrónica y construcción naval. Por otro lado, se redujeron drásticamente las barreras a la importación de bienes que eran necesarios para que estos sectores fabricasen sus productos y maquinaria. Es más, en algunos casos hasta se llegaron a implantar subsidios para la importación de inputs intermedios en el proceso de producción de las industrias clave.

Con este tipo de políticas en marcha, los chaebol (grandes conglomerados empresariales de Corea del Sur), comenzaron a crecer con intensidad. Estas empresas se convirtieron en claras dominantes de la economía coreana, siendo así las más capacitadas para realizar inversiones masivas en capital (maquinaria, tecnología, factorías...) e innovar.

Sin embargo, las industrias o sectores que no fueron considerados como 'clave' para el régimen sufrieron un fuerte aumento de la competencia exterior por el fomento de las importaciones de ciertos bienes y por efecto crowding out, ante la asignación de una gran parte de los recursos financieros a las empresas o sectores más importantes.

Una empresa grande, eficiente y que invierte en capital cuenta con los ingredientes perfectos para ser productiva y ganar cuota de mercado. De este modo, las exportaciones de Corea del Sur pasaron de representar un 2% del PIB en 1962 a suponer el 30% en 1980, según relataban Michelle Connolly, de la Universidad de Duke y Kei-Mu Yi, investigador de la Reserva Federal de Philadelphia.


Apertura al exterior

El trabajo de estos expertos analizaba el milagro de Corea desde la perspectiva del comercio internacional. Este país pasó en un abrir y cerrar de ojos de la agricultura de subsistencia a un modelo completamente industrial. En 1960, sólo el 35% de las mercancías que se exportaban eran bienes manufacturados, mientras que en 1995 la cifra ya era del 96,9%.

"El General Park sabía que Corea tenía que comenzar su carrera exportando, y supo reconocer que el país tenía pocos recursos naturales. Como consecuencia, la política comercial cambió para centrarse en la expansión de las exportaciones", explican los expertos.

En pocos años, el país adoptó 38 políticas centradas en promover las exportaciones, entre las que cabe destacar la eliminación de aranceles para bienes intermedios de producción y bienes de capital, pero sólo para las importaciones que se fuesen a usar para producir bienes que se fueran a exportar.

El fin de los aranceles y el crédito permitió a las empresas coreanas acumular capital (maquinaria, tecnología, factorías...), lo que a su vez incrementó la productividad de los sectores clave. Por otro lado, las reducciones arancelarias a nivel mundial en la Ronda Kennedy (1967) y en la Ronda de Tokio (1973), dentro de las rondas del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), permitieron que los bienes producidos en Corea tuviesen mayor penetración en los países desarrollados. Hoy, las exportaciones de Corea suponen más de un 40% del PIB, habiendo superado el 50% en 2012.

Los ansiados 30.000 dólares

Bajo este contexto y volviendo a los datos de PIB per cápita, superar los 30.000 dólares marcaría un nuevo hito en el rápido desarrollo económico de Corea del Sur. La renta per cápita del país asiático superó por primera vez los 10.000 dólares en 1994 y los 20.000 dólares en 2006. El año pasado la renta per cápita media alcanzó los 27.561 dólares.

De conseguirlo, Corea lograría superar la barrera de los 30.000 dólares, adelantando a España y saliendo del grupo de países que se mueven en el rango de los 20.000-30.000 dólares per cápita, en un periodo de tiempo récord para un país que se encontraba hace poco más de 35 años en la extrema pobreza.

Eliminando el efecto distorsionador de los precios, la tendencia es también asombrosa. En 1970, la renta per cápita en PPA en Corea del Sur era de 2.496 dólares, mientras que la de España era de 13.891 dólares. En 2016, este mismo indicador es de 35.000 dólares en Corea y de 32.796 en España.

domingo, 31 de julio de 2016

No más izquierdistas vs derechistas sino aperturistas vs aislacionistas

La nueva división política
El fin de izquierda versus derecha. La diferencia ahora que importa ahora es si apoya la apertura o el aislamiento
The Economist



A medida que el teatro político, convenciones de los partidos de los Estados Unidos no tienen paralelo. Activistas de derecha e izquierda convergen para elegir a sus candidatos y celebrar el conservadurismo (republicanos) y el progresismo (demócratas). Pero este año fue diferente, y no sólo porque Hillary Clinton se convirtió en la primera mujer en ser nominada a la presidencia por un partido importante. Las convenciones de relieve una nueva línea de falla política: no entre izquierda y derecha, sino entre abierto y cerrado (ver artículo). Donald Trump, el candidato republicano, resumió uno de los lados de esta brecha con su habitual concisión. "Americanismo, no globalismo, será nuestro credo", declaró. Sus diatribas anti-comerciales fueron repetidas por el ala Bernie Sanders del Partido Demócrata.

Estados Unidos no es el único. En toda Europa, los políticos con momento son los que argumentan que el mundo es un lugar desagradable, amenazante, y que las naciones sabias deben construir muros para mantenerlo fuera. Estos argumentos han ayudado a elegir a un gobierno ultranacionalista en Hungría y una polaca que ofrece una mezcla Trumpian de la xenofobia y el desprecio por las normas constitucionales. Partidos populistas y autoritarias europeas de la derecha o izquierda ahora disfrutar de casi el doble de apoyo como lo hicieron en 2000, y están en el gobierno o en una coalición de gobierno en nueve países. Hasta el momento, la decisión británica de abandonar la Unión Europea ha sido 'premio mayor: el voto en junio a abandonar club de libre comercio con más éxito del mundo fue ganado por cínicamente complacer a los votantes a los anti-globalistas instintos insulares, la división principales partidos abajo de la medio.

La noticia de que fortalece la apelación de los anti-globalizadores 'llega casi a diario. El 26 de julio dos hombres que decían lealtad al Estado Islámico cortaron el cuello una persona de 85 años de edad, sacerdote católico en una iglesia cerca de Rouen. Fue el último de una serie de atrocidades terroristas en Francia y Alemania. El peligro es que un aumento de la sensación de inseguridad dará lugar a las victorias electorales para más tipos-mundo cerrado. Este es el riesgo más grave para el mundo libre desde el comunismo. Nada es más importante que la lucha contra ella.


Muros más altos, bajos niveles de vida

Empieza por recordar lo que está en juego. El sistema multilateral de instituciones, normas y alianzas, dirigida por los Estados Unidos, ha impulsado la prosperidad mundial durante siete décadas. Se permitió la reconstrucción de la Europa de posguerra, se deshizo el mundo cerrado del comunismo soviético y, mediante la conexión de China a la economía mundial, provocó la mayor reducción de la pobreza en la historia.

Un mundo de constructores de pared sería más pobre y más peligrosa. Si Europa se divide en trozos pendencieros y América se refugia en un cuclillas aislacionista, poderes menos benignos llenarán el vacío. la revelación del señor Trump que no pudiera defender a los aliados de Estados Unidos bálticos si están amenazados por Rusia fue insondablemente irresponsable (ver artículo). América ha jurado para tratar un ataque a cualquier miembro de la alianza de la OTAN como un ataque contra todos. Si el señor Trump puede deshonrar alegremente un tratado, ¿por qué un aliado de confianza nuevamente a Estados Unidos? Sin ni siquiera ser elegido, ha animado a los alborotadores del mundo. No es de extrañar, Vladimir Putin, lo apoya. Aún así, por el Sr. Trump para instar a Rusia para mantener e-mails Demócratas piratería 'es indignante.

Las paredes constructores ya han hecho un gran daño. Gran Bretaña parece estar dirigiéndose hacia una recesión, gracias a la posibilidad de Brexit. La Unión Europea se tambalea: si Francia para elegir al nacionalista Marine Le Pen como presidente el próximo año y luego seguir a Gran Bretaña de la puerta, la UE podría colapsar. Trump ha chupado la confianza de las instituciones globales como sus casinos chupar dinero de los bolsillos de apostantes. Con un posible presidente de la mayor economía del mundo, amenazando con bloquear nuevas ofertas comerciales, las existentes chatarra y pisar fuera de la Organización Mundial del Comercio si no se sale con la suya, ninguna empresa que comercia en el extranjero puede acercarse a 2017 con ecuanimidad.


En defensa de la apertura

La lucha contra las paredes constructores requerirá la retórica más fuerte, más audaces políticas y tácticas inteligentes. En primer lugar, la retórica. Los defensores del orden mundial abierto necesario para que su caso forma más directa. Deben recordar a los votantes por qué la OTAN importa para los Estados Unidos, ¿por qué los asuntos de la UE para Europa, cómo la apertura comercial y la libertad de los extranjeros enriquecen las sociedades, y por qué luchar contra el terrorismo con eficacia exige la cooperación. Demasiados amigos de la globalización se están retirando, murmurando "nacionalismo responsable". Sólo un puñado de políticos-Justin Trudeau en Canadá, Emmanuel Macron en Francia-son lo suficientemente valientes para defender la apertura. Los que creen en él debe luchar por ella.

También deben reconocer, sin embargo, que la globalización necesita trabajo. El comercio crea muchos perdedores, y la rápida inmigración puede perturbar a las comunidades. Pero la mejor manera de abordar estos problemas es no vomitar barreras. Es para idear estrategias políticas que preserven los beneficios de la apertura, mientras que el alivio de sus efectos secundarios. Dejemos que los bienes y las inversiones fluyen libremente, pero que refuerzan la red de seguridad social para ofrecer apoyo y nuevas oportunidades para aquellos cuyos trabajos son destruidos. Para gestionar la inmigración fluye mejor, invertir en infraestructura pública, deberá garantizar que los inmigrantes trabajan y puedan aplicarse las normas que limitan los aumentos repentinos de las personas (al igual que las normas comerciales globales permiten a los países para limitar los aumentos repentinos de las importaciones). Pero no equiparar la gestión de la globalización con el abandono de la misma.

En cuanto a la táctica, la cuestión de los tipos de pro-abiertas, que se encuentran a ambos lados de la división tradicional partido de izquierda-derecha, es la manera de ganar. El mejor enfoque será diferente según el país. En los Países Bajos y Suecia, los partidos de centro se han unido para mantener alejados a los nacionalistas. Una alianza similares derrotado Jean-Marie Le Pen del Frente Nacional en la segunda vuelta por la presidencia de Francia en 2002, y puede ser necesario volver a golpear a su hija en 2017. Gran Bretaña sin embargo, puede ser necesario un nuevo partido de centro.

En Estados Unidos, donde la mayoría está en juego, la respuesta debe venir de dentro de la estructura del partido existente. Los republicanos que se comprometen a resistir los anti-globalización debe taparse la nariz y apoyar a Clinton. Y la señora Clinton a sí misma, ahora que se ha ganado la nominación, debe apertura campeón con claridad, en lugar de equívoco. Su elección de Tim Kaine, un globalista de habla española, como su compañero de fórmula es una buena señal. Sin embargo, las encuestas son preocupantemente cerca. El futuro del orden mundial liberal depende de si tiene éxito.