CURIOSIDAD
El café Ziferblat cobra por el tiempo que se permanezca en sus instalaciones y no por lo que se consuma.
No cobran por la comida pero a cambio las personas preparan las bebidas y lavan los platos.
Foto: Alex Lentati. www.standard.co.uk
Hay restaurantes típicos, otros que tienen sus ‘horas felices’ y hasta algunos en los que por un precio determinado se come lo que se desee. Sin embargo, un restaurante ruso tiene otra idea muy diferente y un poco extraña de cobrarle a sus clientes.
El café Ziferblat cobra por el tiempo que se permanezca en sus instalaciones y no por lo que se consuma. En este sitio todo es gratis, menos el tiempo.
Cada minuto que se pase en el café cuesta cinco centavos de dólar (aproximadamente 20 pesos).
En el lugar hay cientos de opciones, la especialidad son el té y las galletas. “Aquí se puede hacer lo que se quiera. Conocer gente, trabajar, descansar. Se puede comer y beber todo lo que se desee, y gratis”, ha dicho Ivan Meetin, dueño del café.
La pequeña trampa del lugar consiste en que es el cliente el que se tiene que preparar las bebidas y quien tiene que lavar lo que ensucie antes de abandonar el sitio. Este podría ser un elemento que disuada a algunas personas, pero otras, acostumbradas a un ritmo de vida agitado donde todo lo deben hacer por su cuenta, no le ven ningún problema.
El local funciona como una casa, hay libros, conexión para Wifi y hasta tocadiscos y rockolas.
El modelo de negocio ha funcionado en Rusia, donde hasta el momento hay 10 Ziferblat y acaban de abrir uno en Londres. A pesar de que se pueda pensar que no es un buen negocio dejar que el cliente coma sin pagar, por más de que le exijan preparar los alimentos y lavar, su dueño le ha dicho a CNN: “Es un buen negocio. Y si es rentable quiere decir que lo estamos haciendo bien".