Los argentinos ya guardan bajo el “colchón” US$ 170.635 millones
Están fuera del sistema y, en su mayor parte, sin declarar. Si se añaden inmuebles suman US$ 180.000 millones.
A pesar del cepo cambiario que instrumenta el Gobierno desde fines de 2011, durante 2012 los argentinos sacaron U$S 11.700 millones más del sistema financiero. Y de esta manera, acumulan “en el colchón”, en cajas de seguridad, en cuentas bancarias del exterior, en acciones, bonos u otros activos financieros, un total de U$S 170.635 millones según los datos publicados ayer por el INDEC.
Además, la información oficial indica que hay otros U$S 9.021 millones en inversiones inmobiliarias en el exterior. De manera que todo esto suma un poco más de U$S 180.000 millones.
Se trata de una cifra récord que más que cuadruplica las reservas que tiene el Banco Central, que a fines del año pasado sumaban US$ 43.290 millones. También supera la deuda externa (privada y pública) que totalizaba U$S 141.000 millones. Además, como una consecuencia de esa fuga, el año pasado las reservas bajaron en U$S 3.086 millones.
A fines de 2002, los dólares fuera del sistema rondaban los U$S 90.000 millone s, más U$S 6.300 millones de inversiones inmobiliarias. Así en la “década ganada”, los “activos externos” fugados de los argentinos aumentaron en U$S 84.000 millones. Este drenaje de ahorro nacional, que en su mayor parte no está declarado, se financió con los dólares que ingresaron por los excedentes del comercio exterior y se fueron a través de la tradicional “fuga de capitales”.
A fines de 2011, con el cepo cambiario, el Gobierno pretendió frenar esa fuga. Pero, los números dicen que no lo logró porque, por temor a la pesificación u otras medidas, muchos argentinos retiraron sus dólares declarados de los bancos, y a través de otros mecanismos como la compra de dólares para turismo o a través del mercado paralelo, siguieron mandando plata al exterior.
De las cifras del balance de pagos surge que en los primeros tres meses de 2013 la fuga de divisas continuó porque se fueron otros U$S 3.000 millones.
A pesar de la contundencia de estos números, el informe del INDEC conocido como “Posición de Inversión Internacional” señala que la Argentina es un país acreedor en más de U$S 46.000 millones, y no deudor, porque las reservas del BCRA y los activos de los argentinos en el exterior superan lo que se adeuda.
Se trata de un artilugio estadístico porque la estadística considera las divisas fugadas como parte del “activo nacional”.
Pero ni el gobierno ni el Banco Central pueden acceder a esas divisas fugadas para financiar el pago de la deuda o para cualquier otro destino. Además las reservas del BCRA, si bien son un activo, no respaldan la deuda externa pública o privadasino los pesos en circulación y otras deudas de la entidad monetaria.
Incluso esas reservas internacionales, al tipo de cambio actual, no alcanzan para respaldar los propios pasivos del BCRA porque, entre otras razones, el Gobierno estuvo cancelando deuda pública tomando prestadas reservas, a devolver entre 2016 y 2022.
Haciendo bien las cuentas, la Argentina no es acreedora, sino tiene una deuda pública (interna y externa) de más de U$S 200.000 millones. Y el responsable de ese endeudamiento -el Tesoro Nacional- sigue registrando déficits crecientes, lo que lo obliga a tomar más deuda.