Impuestos sobre la herencia: insignificantes pero incendiarios
Se recauda menos dinero que el IVA imputado en las comidas del restaurante. Sin embargo, algunas cosas enfurecen a los votantes más
Por C.W. | The Economist
CUALQUIER político que sugiera aumentar los impuestos sobre las fincas de la gente puede esperar una serie de críticas. Antes del presupuesto de este año, Philip Hammond, el canciller conservador, lanzó la idea de cobrar una herencia, sólo para retroceder unos días después de que surgió que él mismo había atacado a los laboristas por proponer algo similar. Se ha especulado que John McDonnell, el canciller de sombra del Partido Laborista, promete elevar el impuesto sobre la herencia -una "recaudación impositiva de clase media", según el indignado The Sun. No se encontró tal promesa en un borrador del manifiesto que se filtró a principios de esta semana; El documento final se espera que sea lanzado el martes.
Los partidarios de tasas más altas de impuesto sobre la herencia argumentan que reduce la desigualdad pasada de generación en generación. Sin embargo, para la mayoría de los votantes, estos llamamientos a la movilidad social no han perdido ningún peso. Algunos creen que el impuesto viola el impulso humano básico para ayudar a los descendientes. Otros lo ven como un ejemplo de doble imposición, porque los legados a menudo se financian con ganancias que ya han estado sujetas al impuesto sobre la renta. Aún más se quejan de que los muy ricos, que tienen los planificadores de impuestos más astuto, encontrar estos impuestos fácil de evitar.
El dilema ha visto a los países cambiar de un extremo a otro. Suecia, que una vez cobró un impuesto de herencia del 70%, lo abolió completamente en 2004. Donald Trump ha propuesto un plan similar.
En Gran Bretaña, mientras tanto, el coro de voces contra los deberes de la muerte ha aumentado más fuerte como propietarios han acumulado más y más riqueza. El precio medio de la vivienda en Inglaterra y Gales se ha duplicado en términos reales desde 2000, por lo que en teoría un tipo de impuesto dado significa un pago absoluto más alto a las arcas del Tesoro.
Sin embargo, en la práctica la mayoría de los británicos tienen poco que temer de los deberes de muerte. Las cifras oficiales sugieren que alrededor del 90% de los cambios en el impuesto sobre la herencia realizados desde que comenzaron los registros en 1970, incluyendo permitir a las parejas combinar sus asignaciones libres de impuestos, han reducido la carga. En los últimos 20 años el subsidio ha aumentado por más que el precio medio de la vivienda. La tasa nominal del 40% podría parecer aterrador, pero en la práctica se aplica sólo el 4% de las fincas, que es bajo por los estándares históricos.
El impuesto recauda sólo 5 mil millones de libras esterlinas (6,5 mil millones de dólares) o más, lo que equivale al 0,7% de todos los ingresos tributarios, probablemente menos que la cantidad recaudada al cobrar el IVA en las comidas del restaurante. Los ingresos totales por IVA aumentan más de 20 veces. Con el tiempo, el impuesto sobre la herencia contribuirá aún más, gracias en parte a un gran regalo de David Cameron, el anterior primer ministro, lo que significa que para el año 2020 algunas parejas podrán pasar de 1 millón de libras sin impuestos, Incluye su casa. Alrededor de 20.000 propiedades estarán sujetas al impuesto sobre la herencia este año, en comparación con las 30.000 del año pasado.
En lo que se refiere a las finanzas públicas de Gran Bretaña, es lamentable que se haya formado un consenso político contra el aumento del impuesto sobre herencias. Los británicos pasan unos 80.000 millones de libras al año después de morir. Es posible que se necesiten aumentos de impuestos para cerrar el déficit presupuestario de Gran Bretaña, que sigue siendo del 3% del PIB.
Sin embargo, en su estado actual, el impuesto sobre la herencia genera pocos ingresos y añade una gran complejidad al sistema tributario. Por esa razón, el Instituto de Estudios Fiscales, un grupo de expertos, ha sugerido suprimirlo por completo. Si un canciller hizo eso, imagínense los titulares.
El blog reúne material de noticias de teoría y aplicaciones de conceptos básicos de economía en la vida diaria. Desde lo micro a lo macro pasando por todas las vertientes de los coyuntural a lo más abstracto de la teoría. La ciencia económica es imperial.
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jueves, 18 de mayo de 2017
domingo, 5 de julio de 2015
La gente renuncia a las herencias en España
Las renuncias de herencias suben más en autonomías con tributos altos
Asturias, Andalucía y Murcia con los impuestos sobre sucesiones más altos, donde más se rechazan los testamentos. Las renuncias de legados se triplican con la crisis
Los testamentos sin reclamar le proporcionan al Estado 82,6 millones
Un impuesto en vías de cambio
JESÚS SÉRVULO GONZÁLEZ - El País
Las renuncias a las herencias se han triplicado con la crisis. El 9,5% de los legados que se dejaron el año pasado en España fueron rechazados. Y en las comunidades autónomas con el impuesto de sucesiones más elevado (Asturias, Andalucía o Murcia) es donde más aumentaron las renuncias durante 2014. El de sucesiones es uno de los tributos con mayores diferencias entre autonomías. Los notarios admiten que existe cierta correlación entre el nivel de impuestos y las renuncias, aunque apuntan que la crudeza de la crisis y el aumento de las deudas también influyen en el desistimiento de las herencias.
El pago del impuesto de sucesiones es habitualmente uno de los momentos más amargos de la relación de los contribuyentes con el fisco. Además de perder a un ser cercano, se ven en la tesitura de pagar por quedarse con un legado que en muchas ocasiones formaba parte del ámbito familiar. Este tributo es, además, uno de los que más han subido las comunidades durante la crisis. Cada territorio ha diseñado el tributo de forma diferente: aunque el impuesto parte de unos tramos de gravamen más o menos parecidos, las autonomías han establecido una ensalada de bonificaciones y excepciones que lo convierten en un galimatías.
El Gobierno pretende abordar su reforma en paralelo a la financiación autonómica. Planea homogeneizarlo y establecer unos topes mínimos para reducir las diferencias entre comunidades.
La crisis que azota España desde finales de 2007 ha afectado a las herencias. El año pasado se produjeron 359.294 legados, según datos del Consejo General del Notariado. Un 9,5% de estos (34.320) fueron rechazados, casi el triple que ocho años antes.
Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro ¿Hacienda somos todos?, explica que muchas de las renuncias tienen que ver con la falta de liquidez. Admite que se producen cambios ficticios de residencia para pagar menos impuestos.
Por su parte, Salvador Torres, decano del Colegio Notarial de Andalucía y vicepresidente del Consejo general del Notariado, señala que cuando a uno le dejan en herencia un piso pero no dinero, si la propiedad tiene cargas, el ciudadano debe responder con sus propios recursos. “En muchos casos se malvende para poder obtener el efectivo con el que pagar los impuestos”, precisa. Si no se encuentra comprador, al no poder entregarse el bien como forma de pago, los clientes se plantean la renuncia.
Las comunidades que tienen el impuesto de sucesiones más alto es donde más renuncias se produjeron en 2014. Asturias, Andalucía o Murcia, que exigen más tributos por los bienes que se dejan en testamento, son en las que más aumentaron las renuncias en proporción con el número de herencias. En Asturias, una de las que tiene el impuesto de sucesiones más elevado, casi una de cada seis herencias (14,9%) no es aceptada por los descendientes.
“Hay una relación entre las renuncias de herencias y los impuestos. No es pura matemática, pero influye”, explica el notario Salvador Torres. Desde su despacho de Granada reflexiona cómo en las renuncias pesan dos factores: “uno, que afecta a todo el país, es la crisis, que ha provocado que las personas renuncien para no tener que pagar las deudas asociadas”. En estos casos abundan las situaciones en que los familiares heredan avales o deudas. “Otro factor es el de los impuestos”, remarca. “En algunas comunidades no se paga nada”. Es el caso de Madrid que tiene una exención del 99% para herencias de los padres a sus hijos.
“Es evidente que hay una relación entre los impuestos y las renuncias”, considera Alejandro del Campo, del despacho DMS Consulting en Mallorca, otra de las comunidades con más renuncias. Este asesor precisa que el Gobierno balear tiene uno de los impuestos de sucesiones más bajos para herencias entre padres e hijos pero la cosa cambia cuando los legados se dejan a tíos o sobrinos. “En este caso los impuestos son mucho más caros”, recuerda.
Bartolomé, propietario de una tienda de electrodomésticos en Mallorca, que prefiere no dar su nombre completo, cuenta que en 2013 falleció su tía, con la que mantenía un estrecho vinculo familiar. Ella, que no tenía hijos, dejó un testamento en el que repartía sus bienes entre Antonio y sus hermanos. “Ellos tuvieron que renunciar porque no podían pagar los impuestos”, recuerda. La valoración que hizo Hacienda de los bienes superaba a la del tasador privado. “Es una injusticia, mis hermanos no podían pagar los impuestos ni vendiendo la propiedad”, se queja.
Asturias, Andalucía y Murcia con los impuestos sobre sucesiones más altos, donde más se rechazan los testamentos. Las renuncias de legados se triplican con la crisis
Los testamentos sin reclamar le proporcionan al Estado 82,6 millones
Un impuesto en vías de cambio
JESÚS SÉRVULO GONZÁLEZ - El País
Las renuncias a las herencias se han triplicado con la crisis. El 9,5% de los legados que se dejaron el año pasado en España fueron rechazados. Y en las comunidades autónomas con el impuesto de sucesiones más elevado (Asturias, Andalucía o Murcia) es donde más aumentaron las renuncias durante 2014. El de sucesiones es uno de los tributos con mayores diferencias entre autonomías. Los notarios admiten que existe cierta correlación entre el nivel de impuestos y las renuncias, aunque apuntan que la crudeza de la crisis y el aumento de las deudas también influyen en el desistimiento de las herencias.
El pago del impuesto de sucesiones es habitualmente uno de los momentos más amargos de la relación de los contribuyentes con el fisco. Además de perder a un ser cercano, se ven en la tesitura de pagar por quedarse con un legado que en muchas ocasiones formaba parte del ámbito familiar. Este tributo es, además, uno de los que más han subido las comunidades durante la crisis. Cada territorio ha diseñado el tributo de forma diferente: aunque el impuesto parte de unos tramos de gravamen más o menos parecidos, las autonomías han establecido una ensalada de bonificaciones y excepciones que lo convierten en un galimatías.
Un impuesto en vías de cambio
El impuesto de sucesiones es uno de los tributos más controvertidos del sistema fiscal. La mayoría de partidos que han concurrido a las pasadas elecciones han manifestado su intención de cambiarlo.El Gobierno pretende abordar su reforma en paralelo a la financiación autonómica. Planea homogeneizarlo y establecer unos topes mínimos para reducir las diferencias entre comunidades.
La crisis que azota España desde finales de 2007 ha afectado a las herencias. El año pasado se produjeron 359.294 legados, según datos del Consejo General del Notariado. Un 9,5% de estos (34.320) fueron rechazados, casi el triple que ocho años antes.
Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro ¿Hacienda somos todos?, explica que muchas de las renuncias tienen que ver con la falta de liquidez. Admite que se producen cambios ficticios de residencia para pagar menos impuestos.
Por su parte, Salvador Torres, decano del Colegio Notarial de Andalucía y vicepresidente del Consejo general del Notariado, señala que cuando a uno le dejan en herencia un piso pero no dinero, si la propiedad tiene cargas, el ciudadano debe responder con sus propios recursos. “En muchos casos se malvende para poder obtener el efectivo con el que pagar los impuestos”, precisa. Si no se encuentra comprador, al no poder entregarse el bien como forma de pago, los clientes se plantean la renuncia.
Las comunidades que tienen el impuesto de sucesiones más alto es donde más renuncias se produjeron en 2014. Asturias, Andalucía o Murcia, que exigen más tributos por los bienes que se dejan en testamento, son en las que más aumentaron las renuncias en proporción con el número de herencias. En Asturias, una de las que tiene el impuesto de sucesiones más elevado, casi una de cada seis herencias (14,9%) no es aceptada por los descendientes.
“Hay una relación entre las renuncias de herencias y los impuestos. No es pura matemática, pero influye”, explica el notario Salvador Torres. Desde su despacho de Granada reflexiona cómo en las renuncias pesan dos factores: “uno, que afecta a todo el país, es la crisis, que ha provocado que las personas renuncien para no tener que pagar las deudas asociadas”. En estos casos abundan las situaciones en que los familiares heredan avales o deudas. “Otro factor es el de los impuestos”, remarca. “En algunas comunidades no se paga nada”. Es el caso de Madrid que tiene una exención del 99% para herencias de los padres a sus hijos.
“Es evidente que hay una relación entre los impuestos y las renuncias”, considera Alejandro del Campo, del despacho DMS Consulting en Mallorca, otra de las comunidades con más renuncias. Este asesor precisa que el Gobierno balear tiene uno de los impuestos de sucesiones más bajos para herencias entre padres e hijos pero la cosa cambia cuando los legados se dejan a tíos o sobrinos. “En este caso los impuestos son mucho más caros”, recuerda.
Bartolomé, propietario de una tienda de electrodomésticos en Mallorca, que prefiere no dar su nombre completo, cuenta que en 2013 falleció su tía, con la que mantenía un estrecho vinculo familiar. Ella, que no tenía hijos, dejó un testamento en el que repartía sus bienes entre Antonio y sus hermanos. “Ellos tuvieron que renunciar porque no podían pagar los impuestos”, recuerda. La valoración que hizo Hacienda de los bienes superaba a la del tasador privado. “Es una injusticia, mis hermanos no podían pagar los impuestos ni vendiendo la propiedad”, se queja.
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