Mostrando entradas con la etiqueta costo político. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta costo político. Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de marzo de 2017

3 causas del subdesarrollo argentino: Empresarios, sindicatos y clase política

Las tres razones por las que Argentina no es un país desarrollado
José Luis Espert - Infobae



Según el último informe de la UCA, el 33% de los argentinos son pobres

La Argentina debería ser un país desarrollado, pero no lo es. ¿Por qué? Porque tres corporaciones se la fuman en pipa.

Hablo de los empresarios prebendarios que le venden a la gente, a precio de oro, lo que afuera se consigue por monedas. Hablo de los que ruegan por más obra pública porque al parecer en la Argentina, sin el dinero de los contribuyentes, no se construye ni un nicho de cementerio. Hablo de los sindicatos, que dicen defender los derechos de los trabajadores y que se comportan como "empresas"; digo empresas entre comillas, porque los sindicalistas, aunque ganan sumas incalculables, no invierten un peso de sus bolsillos y no asumen el menor riesgo. Y hablo, en fin, de los políticos, que con el canto —o para estar a tono con el pasado reciente, con el relato— de la "mejora distributiva", le sustraen a cada trabajador, a través de los impuestos, el equivalente a la mitad de un año de trabajo. La Argentina no vive con estas corporaciones: vive para ellas. Por eso no es un país desarrollado.

No es un secreto. Empresarios amanuenses que luego de doce años de hacer negocios con y gracias al kirchnerismo, como los vinculados a la obra pública, o representantes de los sectores industriales más proteccionistas, reconocieron públicamente ante la prensa su esencia corrupta y extorsionadora, aunque más tarde, ante la Justicia, hayan relativizado sus dichos.

xxx

El sistema no es sólo inviable económicamente, sino también homicida. Nuestros sindicalistas constituyen verdaderas monarquías hereditarias: son reelegidos en sus cargos de manera permanente y reemplazados por sus propios hijos sólo una vez que mueren o renuncian. Algunos de ellos han terminado presos por integrar asociaciones ilícitas: fue el caso de Juan José Zanola, del gremio bancario, o José Pedraza, ex líder de la Unión Ferroviaria, preso todavía por haber sido partícipe necesario del asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.

La función de los políticos se ha desnaturalizado por completo. De tener que trabajar sólo para brindar los bienes públicos básicos necesarios como justicia, seguridad, diplomacia, salud y educación básicas, se han transformado en una verdadera corporación. Como toda corporación, primero se defiende a sí misma con uñas y dientes; este reflejo corporativo es especialmente notorio (y obsceno) cuando se trata de tapar sus propios escándalos de corrupción. Recién después, para beneficio de la tribuna, simulan pelearse por el voto de la gente. Son, por regla general, corruptos y tranzas como los peores elementos de la sociedad.


Portada de “La Argentina devorada”, de José Luis Espert

Estábamos entre los diez países con mayor ingreso per cápita hace cien años. Fuimos el granero del mundo. Recibíamos corrientes migratorias de toda Europa. Supimos ser el faro cultural de América Latina. Aquí se imprimían los libros importantes de habla hispana para todo el mundo. Fuimos el primer país de América Latina en lograr la alfabetización, el subte. De los primeros de la región en tener el ferrocarril esparcido por toda la geografía de nuestro país.

Hoy nuestro ingreso per cápita languidece en la mitad inferior de la tabla. Apenas terminada la Segunda Guerra Mundial se decía que podíamos ser Australia. Hoy Australia tiene un ingreso per cápita casi cinco veces superior al nuestro. A mediados de los '90 competíamos con Brasil por el liderazgo de América del Sur. Hoy Brasil se sienta como invitado a las reuniones del poderoso G-7 mientras Argentina lucha por no perder su posición de preeminencia respecto de Colombia, Perú, Ecuador o Bolivia. Chile ya tiene un ingreso per cápita superior la nuestro, cuando en 1945 lo duplicábamos.

¿Qué es nos pasó para que sufriéramos esta auténtica implosión económica?

Ésta es una sociedad que hace unos cien años (por lo menos desde fines de la Primera Guerra Mundial) comenzó a alejarse de los ideales de la auténtica libertad política, el republicanismo, el respeto a las instituciones, el libre comercio como principio rector de la asignación de recursos, el capitalismo de la libre competencia como forma de acumulación de la riqueza y la excelencia educativa como eje rector de la meritocracia social.

Cuando nos alejarnos de estos valores la Argentina quedó presa de un empresariado prebendario y una clase política y un sindicalismo corruptos que le hacen de socios. El empresariado prebendario se enriquece sin esfuerzo competitivo y luego reparte entre los tres los frutos de sus ganancias espurias.

Sin competencia con el mundo, gracias a esa estafa llamada sustitución de importaciones o "vivir con lo nuestro", la élite empresaria nos impone los precios que se le antojan. La eficiencia económica no puede importarle menos. Menos aún le importan las consecuencias que esto tiene sobre los niveles de pobreza y la inequidad con la que se distribuye el ingreso. Es cierto que la eficiencia económica no tiene nada que ver con el modo en que se distribuye el ingreso (aunque sí está relacionada inversamente con la pobreza), pero es probable que cuanto más se deba competir para ganar dinero y prosperar, más verdadera conciencia social se tenga. De hecho, los números muestran que cuanto más competitivos y eficientes son los países, mejor es su distribución del ingreso.

El mecanismo que impera en la Argentina es perverso. Al no haber conexión alguna entre el ideal de la eficiencia económica y los precios de los bienes y servicios (los precios son carísimos y los bienes y servicios, pésimos), a la élite empresaria no le molesta pagar una presión impositiva salvaje como ofrenda a los políticos y salarios alejados de la productividad del trabajo para que los sindicatos no los martiricen con paros, boicots o cortes de calles.

Cuando vemos al sector agropecuario y a las PYMES quejarse por las migajas que reciben por lo que producen cuando al mismo tiempo en la góndola del supermercado o el mostrador del comercio el consumidor paga fortunas, es esto. Impuestos indirectos, costos laborales, regulaciones y costos de intermediación que engordan los precios para financiar una ineficiencia monstruosa y el enriquecimiento (muchas veces ilícito) de ciertos empresarios, políticos y sindicalistas que, más que defensores de los derechos del trabajador, son verdaderos señores feudales que tienen programas de radio, televisión, diarios (Víctor Santa María del SUTERH) y se dedican con gran impacto a manejar clubes de fútbol (Luis Barrionuevo, del gremio gastronómico, en Chacarita Juniors) y hasta tener aspiraciones de presidir la AFA (Hugo Moyano de Camioneros).

Tampoco la clase política tiene incentivo alguno para ser responsable con el nivel en el que coloca el gasto público. Total, cuando los impuestos para financiarlo o los salarios en dólares se vuelven impagables o las reservas del Banco Central se agotan o la deuda se torna impagable, se devalúa y chau. Si esto empobrece a la gente, raudos aparecen los empresarios prebendarios, los políticos y los sindicatos con un buen relato de conspiradores, poderes concentrados, buitres que nos quieren hundir.

Después de todo, ya se sabe que somos una amenaza para los poderosos del mundo. Y listo: a empezar de nuevo el juego de suba del gasto público, de los salarios y de los precios. Hasta que otra vez no de para más.
¿Educar a la gente en la insostenibilidad a largo plazo del esquema? Jamás. Todo lo contrario. Hay que perseverar en el expolio, vía retenciones y prohibiciones para exportar, a nuestras industrias más productivas, como el campo, el petróleo y el turismo.

A esos sectores se los llama con desprecio "rentistas", cuando en realidad un grano de maíz, una gota de combustible o un turista que gasta su dinero en nuestro país requieren de inversiones formidables en maquinaria y equipo, investigación y desarrollo, tecnología, infraestructura, capacitación de personal, muy superiores a las que realizan los sectores protegidos con sus super-rentas derivadas del proteccionismo y de los contratos de obra pública a precios, en general, por encima del mercado.

"En la Argentina hay hambre, no porque falten alimentos, como pasa en otros países, sino porque sobra inmoralidad". Esta frase del ex presidente Raúl Alfonsín tiene mucho de cierto, pero no en el sentido en que la mayoría la interpreta y en el que probablemente el mismo Alfonsín la expresó. La inmoralidad que causa el hambre no proviene de los empresarios libres de la sociedad que junto a los trabajadores, unidos por el empeño de mejorar su bienestar y el de sus familias, día a día se rompen el lomo para producir bienes y servicios. La inmoralidad que produce hambre en la Argentina es la inmoralidad de los políticos, los empresarios prebendarios que transan con ellos y los sindicalistas corruptos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Cada legislador bonaerense cuesta lo que 130 maestros al año

Cada legislador bonaerense le cuesta $ 16 millones anuales a la provincia

Los parlamentarios disponen cada uno de hasta $ 240.000 mensuales para contratar empleados y de hasta medio millón al año para becas y subsidios sin control



LA PLATA.- La Legislatura de la provincia de Buenos Aires es probablemente uno de los mayores símbolos de la utilización de una institución como caja política. Maneja un presupuesto de 2191 millones de pesos al año, lo que significa que cada legislador bonaerense representa una erogación de 16 millones por año.
A esos montos se llegó luego de que en trámites a libro cerrado ambas cámaras aprobaran para este año un aumento de gastos en torno al 30% respecto de 2013.
La legislatura bonaerense, una caja que
beneficia a todos los actores políticos
de la provincia. Foto: LA NACION / Santiago Hafford
Dentro de este millonario presupuesto se incluyen los montos de entre 235.000 y 500.000 pesos al año que puede entregar cada legislador en becas y subsidios, prácticamente sin controles efectivos y con la posibilidad de solventar de allí favores y pagos políticos. También es importante la cifra de la que disponen para nombramientos de empleados, que oscila entre 160.000 y 240.000 pesos mensuales.
Esto hace que tanto el Senado como la Cámara de Diputados sean destinos muy codiciados políticamente, al punto de que muchos de sus miembros tienen décadas en sus bancas.
La magnitud de esos beneficios ha logrado que, independientemente del partido o bloque al que pertenezca el legislador, prevalezcan la defensa corporativa y los acuerdos legislativos por sobre los intentos de reforma y las demandas de transparencia. Y en algunos casos ha dado lugar a denuncias por supuestos pagos de sobornos.
El presupuesto de la Legislatura bonaerense es nueve veces superior al de la provincia de Córdoba, casi tres veces mayor al de Santa Fe y el doble del de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sólo es superado en montos por el Congreso Nacional.
La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires tiene un presupuesto de 1252 millones de pesos para 92 legisladores, y el Senado distribuye 939 millones de pesos entre sus 46 miembros.
El Senado, presidido por el vicegobernador Gabriel Mariotto, se fijó una suba del 28,8% respecto de los 728 millones de 2013. Al igual que en la Cámara de Diputados, no hubo debate público, sino una votación exprés registrada horas después de la sanción del presupuesto general de la provincia, en noviembre pasado. La votación fue avalada por todos los bloques políticos sin debate público.
Cada senador tiene una dieta de 54.000 pesos. Pero esos ingresos pueden resultar insignificantes si se los compara con los millones de pesos que administran cada año. Según cifras oficiales, cada senador dispone de unos 4000 módulos, a valor de 60,86 pesos cada uno, para contratar empleados políticos. Es decir, unos 240.000 pesos mensuales, para pagar a sus "colaboradores". Disponen también de medio millón de pesos por año para becas y subsidios y subvenciones.
De los 1252 millones de pesos de presupuesto de Diputados, 845 millones corresponden a gastos de personal; otros 199 millones, a servicios no personales, y 175 millones, a bienes de transferencia. Hay 790 empleados de planta permanente con estabilidad, 149 cargos de planta temporaria, 92 cargos de planta permanente sin estabilidad y seis funcionarios de ley.
Cada diputado tiene una dieta de 30.000 pesos mensuales. Pero además reparte subsidios por 235.000 pesos al año y administra becas por un monto similar, además de unos 3000 módulos -a 53 pesos cada uno, es decir, 160.000 pesos- para contratar personal.
"Cada diputado se hace cargo de pedir los subsidios y de la entrega de los mismos. No estamos autorizados a difundir la nómina completa", dijo el secretario administrativo de la Cámara, Daniel Lorea, ante una consulta de LA NACION para ver los registros del dinero público.
Este registro es importante porque, según ex empleados de la Cámara, los beneficios no siempre llegan a los destinatarios: "Históricamente, los legisladores tienen militantes amigos a los que les piden el número de DNI y les sacan subsidios. Luego les entregan sólo una décima parte de ese dinero. O nada", admitió una ex funcionaria en estricto off the record.
Lo mismo sucede con los nombramientos de personal: "Piden el DNI a personas necesitadas a cambio de darles cobertura médica de IOMA y aportes jubilatorios. Ellos se quedan con el dinero de los contratos", explicó la fuente, que fue secretaria de distintos legisladores durante más de diez años.
"Es una locura. Si supiéramos de estas maniobras, sólo podríamos denunciarlas", se defendió el director administrativo del Senado, Ignacio Cingolani.
Los manejos económicos llegan, según algunas fuentes, a niveles más altos. A puertas cerradas y en estricta reserva, el relato de ex empleados da cuenta de supuesto reparto de dinero en efectivo entre los legisladores a la hora de votar leyes controvertidas. "Hubo épocas en las que el dinero llegaba en valijas o bolsos. Los legisladores se encerraban en los despachos de los presidentes de bloque y se repartían las pilas de dinero en sobres", dijo a LA NACION una fuente que trabajó con distintos presidentes de bloques.
El diputado Ricardo Vago (FAP) admitió a LA NACION: "Yo nunca vi reparto de dinero en efectivo. Pero con la ley Siam -expropiada en 2012 a una cooperativa de trabajadores para ser entregada a un empresario cercano al poder- me dijeron: «El tipo [no aclara quién] tiene una habitación llena de euros en Puerto Madero». Eso se corrió en el momento de la votación. Nuestro bloque votó en contra, pero otros se dieron vuelta entre la reunión de labor parlamentaria y la votación", aseguró el legislador.
"Es todo fantasía", replicó Lorea. "No es real. Quien tenga pruebas debe denunciarlo", desafió.
El botín económico es tan preciado que algunos senadores y diputados llevan décadas reconvertidos en representantes de distintos partidos. Por caso, el diputado Alfredo Antonuccio permanece desde hace 23 años. Llegó en 1991 por el PJ. Tras militar y presidir el bloque del Frente para la Victoria, ahora es diputado por el Frente Renovador. Otro caso emblemático es el senador Patricio García, ex intendente de Florentino Ameghino, quien llegó al Senado en 1997, durante la gobernación de Eduardo Duhalde.
Para enfrentar el problema, Mariotto dispuso bancarizar todos los pagos, pero algunos son escépticos sobre los alcances de la medida.
"Igual, las secretarias de los bloques se quedan con las tarjetas de los empleados contratados. Cobran, entregan una porción del salario a los militantes y el resto se lo quedan. Lo mismo sucede con los subsidios: les cobran los cheques", dijo a LA NACION un representante gremial que conoce los movimientos de la Cámara alta.
"Es imposible. Las tarjetas electrónicas de los empleados contratados llegan al banco. Y ahí las debe retirar el beneficiario, al igual que los cheques, que se hacen a nombre del destinatario", dijo Cingolani, el director general de Administración del Senado.

CIFRAS DE UNA CAJA MILLONARIA Y SIN CONTROL

  • $ 2191
millones
Es el presupuesto de la Legislatura bonaerense para este año. Es la caja política más grande de todo el país
  • $ 16
millones
Es lo que cada legislador bonaerense le cuesta al Estado por año. Integran el Poder Legislativo de la provincia 92 diputados y 46 senadores
Aumento sin debate
El Senado y la Cámara de Diputados aprobaron subas de 30% en sus gastos en sesiones exprés y a libro cerrado
Silencio unánime
La falta de transparencia es avalada por todos los bloques, que usan el dinero para financiar sus partidos
  • $ 240.000
En módulos
Cada senador recibe esa cifra por mes para pagar a sus colaboradores, además de su dieta de $ 54.000. Y disponen de $ 500.000 para becas y subsidios
  • $ 395.000
En personal y becas
La cifra surge de sumar los $ 235.000 que cada diputado reparte en subsidios y los $ 160.000 para contrataciones. La dieta es de $30.000.



lunes, 9 de septiembre de 2013

La derecha británica impulsa paradójicamente un salario mínimo mayor

Tories podría aumentar el salario mínimo en un esfuerzo por disipar su imagen como el "partido de los ricos" 
Un giro mayor de los conservadores que se oponían a la decisión del Trabajo hace 15 años 
ANDREW GRICE - The Independent

Los conservadores pueden prometer un aumento significativo en el salario mínimo nacional en su intento de disipar su imagen como el " partido de los ricos " y muestran que los beneficios de la recuperación económica se distribuyan de manera justa.
David Cameron se instó a los asesores clave para impulsar el salario mínimo medio de la creciente evidencia de que los trabajadores con salarios bajos han visto disminuir su nivel de vida , ya que no ha podido seguir el ritmo de aumento de los precios en los últimos años . La medida sería un giro importante por los conservadores , que se oponen a la decisión del Trabajo para introducir un salario mínimo hace 15 años , advirtiendo que podría costar hasta 2 millones de puestos de trabajo.

Policy Exchange, un think tank con estrechos vínculos con el señor Cameron , es el estudio de cómo el salario mínimo un 6,19 horas £ podría elevarse sin forzar las compañías perdieron puestos de trabajo . Una idea es animar a las empresas a aumentar lo ofreciéndoles menores pagos de seguros nacionales a cambio .
El grupo de expertos presentará un informe a finales de este año , pero es probable que cualquier promesa de un piso de los salarios más altos se incluirá en el manifiesto conservador en las elecciones de 2015 . Los partidarios incluyen Jo Johnson, el diputado conservador que dirige la Unidad de Política de Downing Street, y Oliver Letwin , jefe de la política de los conservadores.
El Tesoro está nervioso . " No se puede crear mayores salarios de la nada ", dijo hoy una información privilegiada . Sin embargo, dos aliados de George Osborne - Mateo Hancock , el ministro de Empresas , y Neil O'Brien, un asesor especial - están dispuestos a considerar un aumento en el salario mínimo, si se podía hacer sin poner en peligro puestos de trabajo .
Ryan Shorthouse , director del azul brillante reflexión de modernizadores Tory , dijo : "Sería prudente antes comprometerse a aumentos significativos del salario mínimo , que podría ser modificada por un sector o región. Llegar a los empleadores a hacer más para combatir el creciente problema de los bajos salarios en el Reino Unido , sobre todo porque el Estado está limitado en lo que puede hacer debido a la austeridad en curso , es sumamente sensible " .
En 2015 catalogado como un " elección de niveles de vida , " los tres grandes partidos están estudiando cómo hacer frente a los bajos salarios . Del Trabajo y de los Demócratas Liberales quieren fomentar el crecimiento del salario más alto pagado voluntariamente por unos 250 empresarios , que vale £ 7,45 por hora, o £ 8.55 por hora en Londres.

Gavin Kelly, director ejecutivo de la Fundación resolución que defiende las personas con ingresos bajos y medios, dijo : "Sería muy positivo si las tres partes tenían un debate abierto sobre la mejor manera de elevar los salarios bajos y el papel que el salario mínimo podría desempeñar para asegurar que los beneficios de la recuperación alcanzan las del final más aguda del mercado laboral".
En un informe publicado el miércoles, el grupo de expertos dijo que la crisis económica ha empujado a más de 1,4 millones de trabajadores por debajo del salario mínimo. Esto demuestra que 4,8 millones de personas (el 20 por ciento de todos los empleados ) ganan por debajo del nivel - a partir de 3,4 m (14 por ciento) en 2009 .

El miércoles Trabajo atacará registro de la Coalición sobre los niveles de vida en un debate Commons. Rachel Reeves, el secretario jefe del Tesoro sombra , anunciará que Alan Buckle, vicepresidente de KPMG International, revisará de Trabajo cómo el gobierno puede ayudar a más empleadores pagan al personal un salario digno. Los conservadores le golpeó de nuevo al afirmar que la persona promedio podría ser £ 1,996 peor un año bajo del Trabajo.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Ciclo político en Argentina, tan vergonzosamente predecible

Voto consumo: ¿a dónde irán todos los pesos que el Gobierno "depositará" en la clase media?
Queda poco para las elecciones de octubre y el Ejecutivo hace su gran apuesta a mejorar el humor de los votantes. Para ello, se volcarán a la economía casi $32.000 millones y algunos sectores serán grandes beneficiados. Impulsar el ánimo consumista, ¿le dará a Cristina rédito electoral?

Para el Gobierno, el hecho de que losbeneficiados por el alivio en Ganancias se vuelquen masivamente al consumo setransformó en una cuestión vital.
No sólo pone en esta iniciativa sus esperanzas de revitalizar una economía fría que se está quedando sin sus tradicionales "locomotoras", sino que, además, espera que ese repunte consumista se traduzca también en unarecuperación electoral de cara a las próximas legislativas.
A los $4.500 millones que dejarán de ingresar a la AFIP por Ganancias para revitalizar el nivel de compras, se le deben sumar otros rubros, como la mejora en las asignaciones familiares, los ajustes en los programas de asistencia social y la suba del salario mínimo y de las jubilaciones.
El efecto combinado de todos estos cambios implica que en el último cuatrimestre se volcarán al consumo nada menos que unos $17.000 millones.
Si, además, se cuenta el ajuste semestral de las jubilaciones, entonces el impacto llega a casi$32.000 millones. También a esto se le agrega el efecto de los asalariados que cobrarán un reajuste en los próximos meses, que fuentes oficiales cifran en $56.000 millones.
En este contexto, la masa de dinero que engrosará la economía será de unos $87.600 millones, según las estimaciones que se realizan en los despachos oficiales.
Con la mira puesta en la clase media
Las medidas impulsadas por el Gobierno para engordar los bolsillos, en particular el alivio en Ganancias, tienen un destinatario puntual: la clase media, un sector que no respondió en las urnas como el oficialismo esperaba.
Según estiman expertos en temas tributarios, la mejora en el bolsillo de los asalariados por el cambio en el piso de este tributo puede llegar a implicar unos $440 por mes para aquellos que se encuentran en el grupo más beneficiado.
"Va a favorecer principalmente a los sectores medios de la población. Se apunta a un amplio rango de consumidores, aquellos que cobran entre $8.000 y $15.000", indica Emiliano Schwartz, desde la consultora especializada en consumo masivo Tomadato.
La ecuación que plantean los expertos es clara: una inyección de dinero en un contexto de alta inflación, y sin suficientes alternativas de ahorro, lleva a crear un estímulo al gasto.
"El alivio en Ganancias va a ir a consumo, debido a la falta de opciones para invertir y los fuertes incrementos de precios que hace que las personas busquen adelantar compras", señala en diálogo con este medio Soledad Pérez Duhalde, de la consultora Abeceb.
¿A dónde irán a parar esos pesos "extra"?
Los analistas en consumo anticipan que buena parte del dinero "extra" que se volcará al mercado será destinado al disfrute.
"Aquello que no se pague de Ganancias va a canalizarse a las llamadas compras de satisfacción de corto plazo", dice Martín Leal, economista especializado en finanzas personales.
Los analistas destacan que esto no sólo se debe a que las alternativas de inversión disponibles hoy son escasas, sino también a una cuestión cultural.
Así lo explica Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora Kantar Worldpanel, quien sostiene que, en lo que se refiere al manejo del dinero, "hace años que en el país prima elcorto plazo. Es difícil que estos pesos de más vayan al ahorro".
A la hora de identificar cuáles será los rubros que se verán más beneficiados por billeteras un poco más gordas, aparecen los siguientes:
1. Turismo
Cuando se le pide a los analistas que señalen las áreas que podrán sacar mayor rédito de la fuerte inyección de dinero realizada por el Gobierno, enseguida señalan a los viajes entre los lugares "top".
"Impactará sobre el gasto destinado a las vacaciones", sostiene Schwartz.
Otro de los que considera que el alivio tendrá un efecto sobre el turismo es Leal quien enfatiza:"Va a beneficiar a este rubro y mucho".
Lo que ocurre es que, sumado a la proximidad de fin de año, son varios los argentinos que optan por adelantar la compra de paquetes turísticos y pasajes por miedo a que luego de las elecciones de octubre se lancen nuevas medidas que afecten a los gastos realizados en el exterior.
De esto dan fe los ejecutivos de las agencias de viaje, que remarcan que están experimentando un pico de demanda y de consultas, con particulares y familias apresurados por contratar susvacaciones de verano.
Leal señala que "como temen que el Gobierno aplique un nuevo recargo tras las elecciones, muchos anticipan las reservas". Y puntualiza que "se estima que la salida de dólares por turismo este año va a ser de unos u$s10.000 millones".
2. Esparcimiento
Un segundo destino de esta "mega inyección" de dinero que hará el Ejecutivo será el esparcimiento.
De acuerdo con Leal, es posible que gran parte del dinero que el Gobierno vuelque para "fogonear" el espíritu consumista genere un incremento de los llamados gastos "discrecionales".
Es decir, aquellos que se reactivan rápidamente apenas se genera la "sensación" de contar con unos pesitos de más, aunque esa compra entre la categoría de "no escencial".
Según Leal, los consumidores se verán tentados a "salir más a comer afuera, ir al cine o a realizar distintas actividades fuera del hogar".
3. Indumentaria y electro
Los comercios y grandes shoppings también podrán sacar una ventaja del caudal de pesos que se volcará a la economía.
"La medida va a favorecer las ventas de ropa y calzado, lo que podría impulsar la facturación de los comercios", dice Leal.

Por otra parte, el ahorro en Ganancias será destinado también al rubro electrodomésticos, ya que permitirá contar con un mayor margen para abonar alguna cuota de los planes de financiación, un beneficio altamente valorado en este rubro.

En este sentido, un informe del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) indica que un 88% de los argentinos canalizará el dinero que resulte de ese beneficio a gastos relacionados con la "compra de indumentaria, electrodomésticos, tecnología", entre otros productos.
4. Alimentos premium
Los expertos destacan que aquellos productos premium que tienden a ser relegados cuando el bolsillo aprieta, volverán a tener su lugar en el changuito.

En este sentido, señalan la fuerte correlación que existe entre la mejora en el poder adquisitivo y el mayor protagonismo de las llamadas primeras marcas.
La sensación de mejora, que da el hecho de contar con más cantidad de pesos en la billetera (hasta que la inflación la diluye) hace que determinados tipos de mercadería -como líneas gourmet, vinos de mayor valor, entre otros- tengan una mayor rotación en las góndolas.
Contrapeso
Si bien esta nueva inyección de dinero para consumo tendrá un rápido efecto, los expertos apuntan que existen otros motivos que harán de contrapeso al entusiasmo de los argentinos por gastar.
Principalmente, hacen referencia a la sensación de incertidumbre que tiende a inhibir las compras. Es que "el temor por no saber lo qué ocurrirá con la economía aun persiste", apunta Pérez Duhalde.
Un segundo motivo que frena un tipo de gasto más impulsivo se vincula con la mayor inestabilidad laboral.
En este sentido, la analista de Abeceb hace hincapié en que "el mercado de trabajo hoy está frenado y ese problema todavía no está solucionado".
Sobre este punto, Leal no se muestra muy optimista al indicar que, si bien con la nueva iniciativa "se impulsa al consumo, la inversión sigue cayendo y las empresas cada vez toman menos gente".
Apuesta al recalentamiento
Los funcionarios K fueron explícitos al señalar que esperan que todo este dinero se transformeinmediatamente en gasto de las familias.
Los expertos señalan que, efectivamente, el actual contexto marca que están dados todos los incentivos para que pocos pesos "extra" vayan a la alcancía.
Aun así, hay algunos puntos que hacen que el Ejecutivo no pueda festejar por adelantado.
Uno de ellos es el comportamiento de los argentinos de estas últimas semanas, que puso en evidencia que la cautela viene adueñándose de sus decisiones a la hora de definir cómo y en qué gastar el dinero.
Analistas destacan que las familias han puesto "pausa" y que esta actitud responde al fuerteaumento de precios que tuvo lugar en los supermercados -pese al congelamiento- y al mayor costo de algunos servicios que afectan el presupuesto de la clase media.
De hecho, en agosto -poco antes de llevarse a cabo las PASO-, se dio conocer que la inflación de julio que mide el Congreso había sido del 2,55%, uno de los niveles más altos registradosdesde 2010.
También influye negativamente la percepción de que el empleo ingresa en una etapa de deterioro. Y las noticias recientes sobre suspensiones de turnos en grandes empresas no ayudan, precisamente, a mejorar el clima.
Otro de los problemas es que, aun cuando todo el nuevo dinero se transforme en consumo, no necesariamente implicará una reactivación económica.
Para los economistas, buena parte de estos caudal puede destinarse al turismo externo, lo cual no sólo no beneficia al aparato productivo sino que, para peor, acelera la salida de dólares del Banco Central.
Otra parte de este dinero "extra" puede transformarse en más inflación.
"En teoría, el impulso oficial puede contribuir a dinamizar la economía, pero hay que ver cuánto de esto se va a incorporar a la oferta efectivamente. Porque sospecho que buena parte va a ir a importaciones y que, además, también va a haber presión sobre la inflación", afirma Gabriel Caamaño Gómez, economista jefe de la consultora Ledesma. 

Compre hoy, vote en octubre 
Más allá de las dudas sobre la efectividad real que propicia el Ejecutivo para fogonear el consumo, los expertos coinciden en afirmar que, en términos electorales, el "timing" fue el correcto.
Al respecto, Leal sostiene que "el tiempo político de los anuncios fue bueno, en particular el de Ganancias, que ha sido coherente con el ciclo de campaña".
En la misma línea, Schwartz puntualiza que "el termómetro que se usó para decidir cuándo lanzar la medida fue bastante apropiado".
Por otra parte, el "combo" conformado por esta iniciativa y el cierre de paritarias hace pensar que la segunda mitad de 2013 será mejor en materia de compras.
"El último semestre del año va a ser mucho más fuerte que el primero en términos de consumo", señala Primbas.
Así lo resume el ejecutivo de KantarWorldpanel: "Mientras la gente no pueda ahorrar va aseguir gastando sus pesos".
¿Cuánto durará el "hechizo" consumista? Primbas considera que la incidencia positiva en el nivel de compras "va a tener una duración de dos o tres meses".
Queda entonces la incógnita de si esta fuerte apuesta que realiza el oficialismo cumplirá con el objetivo de otorgarle algún tipo de rédito electoral.
A juzgar por las primeras encuestas realizadas luego del alivio en Ganancias, las cosas no pintan fáciles para la administración K: la distancia entre Sergio Massa y Martín Insaurralde está llegando a un nivel de 12 puntos.

De confirmarse esta diferencia, quedaría en tela de juicio una máxima que ha regido durante todo el período kirchnerista y es la de que una suba en el consumo siempre implica una mejora en las urnas.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Suavizamiento del consumo pre-electoral en Argentina

El síndrome del "día después": la clase media adapta sus consumos ante el temor a la economía post electoral
Los argentinos toman sus recaudos en la previa a la llegada del 28 de octubre. Adoptan posturas defensivas, ante el miedo de que sobrevengan medidas de ajuste o un mayor intervencionismo. La lista de temores, la visión de los analistas y el riesgo de la "profecía autocumplida"


Por Fernando Gutierrez

"¿Qué va a pasar con la economía?" Ante cada elección, esta pregunta sigue siendo tan o más importante para los argentinos que la de cuál candidato se va a imponer en las urnas.

Ocurre que ya se ha transformado en parte de las tradiciones argentinas la creencia de que, necesariamente, luego de una contienda electoral sobrevendrán medidas más o menos drásticas, que afecten la moneda, los contratos, depósitos bancarios, valores de los activos y niveles impositivos.

No es, por cierto, un temor injustificado, sino que está refrendado por la experiencia de varias décadas. Y, ante esa situación, la reacción típica de la sociedad es la adopción de medidas defensivas, generalmente la compra de dólares.

Esta actitud se ha visto incluso en los momentos de calma y economía floreciente. Como antes de las presidenciales de 2007, cuando el Banco Central -que por esos días estaba acostumbrado a comprar- tuvo que salir a vender divisas durante varias jornadas, ante un inusual incremento de la demanda.

En las elecciones siguientes, las legislativas de 2009 -que se realizaron en un momento recesivo y con un clima político enrarecido tras el "conflicto del campo"- a nadie extrañó que los meses finales de la campaña electoral hayan tenido, en simultáneo, una fuga de capitales promedio de u$s2.000 millones por mes.

En realidad, al interrogante sobre el futuro de la economía le suele seguir la pregunta más específica de "¿qué va a pasar con el dólar?".

Esto obedece a la extendida convicción de que no es posible, para un partido que está en el gobierno, ganar elecciones con "dólar alto"

La verdad es que la historia ha desmentido esta máxima en varias ocasiones. Por caso:
  • En 2007, todavía existía un tipo de cambio elevado y, sin embargo, Cristina Kirchner se impuso en primera vuelta.
  • En cambio, en las legislativas de 2001, Fernando de la Rúa recibió un duro voto castigo, a pesar de que el billete verde estaba más barato que nunca en términos históricos.
El riesgo de la profecía autocumplida
El hecho es que, esté justificada o no, se ha consolidado esa expectativa de que los gobiernos que se encuentran en situación de inestabilidad económica tratan por todos los medios de posponer medidas de ajuste, de manera de no sufrir pérdida de votos.

Esto ha llevado a que, desde las usinas intelectuales del kirchnerismo, se haya insistido en laimportancia de alejar cualquier fantasma de devaluación.
Y mencionan como ejemplo el caso Venezuela, donde el chavismo pasó en seis meses de una victoria holgada a una muy ajustada: en el medio, hubo una fuerte suba del billete verde, del orden del 40 por ciento.

Sin embargo, hay un problema: la sociedad descuenta que un Gobierno nunca dirá los "verdaderos planes" que tiene en carpeta. 

A fin de cuentas, Cristina Kirchner nunca dijo durante la campaña electoral de 2011 que, a los pocos días de ser reelecta, implantaría el cepo cambiario

De manera que hoy, con el diario del lunes, quienes habían tomado medidas defensivas en aquel momento pueden demostrar que "tenían razón".

La Presidenta, fiel a su costumbre, recurrió a la teoría conspirativa para explicar esa reacción.

"Los que quieren ir por todo y por todos son ellos. Lo vi claramente a los pocos días de ganar las elecciones presidenciales en 2011, cuando en una corrida se llevaron 5.000 millones de dólares", recordó en uno de sus últimos discursos.

Podrá discutirse eternamente si fue esa fuga la que forzó al Gobierno a adoptar el cepo o si la decisión ya estaba en carpeta desde antes de los comicios.

Lo cierto es que la economía argentina demuestra ser vulnerable a las "profecías autocumplidas".
Es decir, cuando todos creen que sobrevendrá una crisis pueden terminar provocándola, al asumir un comportamiento defensivo "en manada".

Nueva lista de temores
¿A qué le teme la gente para el 28 de octubre, el "día después" de las legislativas?

Los analistas creen que hay dos tipos de miedos: por un lado, el de las medidas que el Gobierno pueda tomar deliberadamente. Por otro, los ajustes determinados por el propio mercado, en caso de que la situación se desborde.

"La economía por ella misma terminará imponiendo condiciones, cualquiera sea el resultado electoral", afirma Carlos Melconian, titular de la consultora M&S.

Y arriesga que, ante la disyuntiva sobre cómo atacar la escasez de dólares, considera como muy probable que el Gobierno avance con su política intervencionista: "Más controles, más presiones hacia particulares y empresas, más intentos de ‘forzar ingresos de divisas', medidas más fuertes como ‘turismo cero', fortísimo control de importaciones, ya al modo venezolano". 

Asimismo, no descarta la posibilidad de un desdoblamiento formal del mercado cambiario (ver nota: "Desdoblar sin que rompa": lo bueno, lo malo y lo feo de un mercado cambiario con varios tipos de dólar).

Su punto de vista es compartido por varios analistas. Como Salvador Di Stefano, un consultor de fuerte llegada en la zona sojera, para quien será inevitable un cambio sustancial en la política cambiaria.

"Vemos al blue con demanda sostenida. Al precio actual nos parece muy barato", señala Di Stefano, para quien la última prueba de la desconfianza en el Gobierno fue el fracaso del Cedin -el bono con el que pensaba restarle presión alcista al dólar paralelo.
 
"Huelo un desdoblamiento cambiario; todo hace pensar que optará por implementar una medida de este tipo", arriesga.

Otros analistas no consideran tan probable la adopción de un desdoblamiento cambiario, pero dan por descontado que habrá iniciativas específicas para encarecer actividades que provocan fuga de reservas.

"Lo que es seguro que va a ocurrir tras las elecciones es alguna restricción adicional para el turismo en el exterior; veo esto más probable incluso que la adopción de un dólar financiero", señala Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb.

Palpitando la previa
La mayoría de los analistas cree que durante la previa electoral el Ejecutivo intentará mantener el ritmo de suba del dólar a un nivel similar al de estos últimos meses. Es decir, más acelerado pero sin que sobrevenga un fuerte ajuste de un día para el otro. 

Por el lado del público, el apetito por dolarizarse no menguará, típico de los momentos preelectorales.

"La dolarización de ahorristas ha ganado volumen, sólo que ahora ese flujo va a estar canalizado hacia el sector informal, como se hace evidente en la presión alcista del blue", argumenta Gabriel Caamaño Gómez, economista jefe de la consultora Ledesma.

Y agrega que el público percibe que hay una serie de ajustes de la economía que están retrasados producto del "poder de intimidación" del Gobierno. Pero que, ante la perspectiva de un revés electoral, esa capacidad disuasiva empezará a disminuir. 

Fuga disfrazada de consumo
Ante este panorama, se da una situación curiosa.
Sigue existiendo el clásico nerviosismo pre-electoral y la sociedad sigue tomando medidas defensivas, pero la vigencia del cepo cambiario hace que esa protección no esté exclusivamente limitada a la compra de dólares (ahora en el mercado paralelo) sino que también se hayan exacerbado otras formas de consumo defensivo.

Así, los viajes al exterior -pese a las restricciones- siguen marcando récords, ya en un nivel de 7 millones de turistas que anualmente salen del país. 

Según una estimación del economista Federico Muñoz, la salida neta de dólares por turismo llegará este año a los u$s 7.400 millones.
Antes del cepo, la cantidad de gente que se iba era menor que la que llegaba al país y la actividad turística hasta le dejaba al Gobierno un saldo positivo de u$s600 millones.
Este "furor" por salir al exterior es el que lleva a los analistas a afirmar que los viajes se han transformado en una alternativa de "dolarización". Incluso, tratan de adelantar este tipo de consumo, ante el temor a un encarecimiento por parte del Gobierno.
Así las cosas, se ha exacerbado la compra de pasajes, algo de lo que dan cuenta los ejecutivos de las agencias de viaje.

Otro tipo de adquisición que los particulares asimilan a la dolarización es la compra de automóviles, en particular los importados.

Contribuye, además, que se hayan abaratado medidos en cantidad de salarios promedio, lo que hace que -aun con una economía de bajo crecimiento- esta actividad siga batiendo récords. En lo que va del año, suman 585.000 vehículos vendidos, un 9,5% más que el año pasado.

En particular, han tenido un fuerte empuje los autos de alta gama, con una variación superior al 40% respecto de hace un año.

Para los analistas esto responde, por un lado, a una compra oportunista.
Por otro, porque este tipo de adquisición hace las veces de una forma indirecta de inversión para quienes no tienen acceso al dólar y pueden pagarlo en cuotas fijas, en pesos y a varios años.

Además, hay un componente extra que exacerba el fenómeno, porque se expandió la versión de que luego de las elecciones habrá un recargo para las compras de autos importados.

Lo paradójico es que la Presidenta, lejos de interpretar que el récord turístico y el boom automotor obedecen a distorsiones de la economía, como el atraso cambiario, los presenta como pruebas de buena solidez.

E ironiza sobre los análisis que atribuyen a la inflación esta actitud de los argentinos. "Decir que la gente compra autos por la inflación, es no saber lo que fue la inflación. A fines de la década del 80, la gente no podía comer", afirmó. 

Lo cierto es que la historia demuestra que un alto consumo en esos rubros es perfectamente compatible con una economía inestable. De hecho, el turismo y los autos alcanzaron cifras históricas en la previa al 2001.

El próximo punto de quiebre
Los economistas advierten sobre el riesgo de una "duplicación de la apuesta", con una aceleración del gasto público que termine aumentando la presión al sector privado.

Según la consultora Empiria, dirigida por Hernán Lacunza, ex gerente general del Banco Central, este escenario "podría amenazar la estabilidad financiera, sostenida artificialmente vía controles (cepo, restricciones a operar en bonos), que serán más difíciles de ejercer si son operados por un gobierno débil". 

Y advierte que una de las respuestas a estas distorsiones será la de un mayor aumento del dólar blue. Algo que, de hecho, ya se está viendo en estos días.

Por lo pronto, los analistas creen que aún no se ha visto todo en lo que se refiere a "argentinos asustados" por lo que ocurra a partir del 28 de octubre.

Porque, además de la aceleración de algunos tipos de consumo y de la disparada del paralelo, creen que hay otro síntoma de temor que todavía no se ha materializado: la "evaporaciónde los dólares depositados en el sistema bancario.

"No podemos olvidar que los privados todavía mantienen casi u$s 7.000 millones en los bancos que, por cierto, engrosan las reservas del Banco Central", advierte Muñoz.

Por otra parte, advierte que si ese "quiebre de confianza" de ahorristas se produjera en simultáneo con una rebeldía de los productores rurales que decidieran retener los granos, entonces el margen de acción del Gobierno se reduciría dramáticamente.

Nadie se anima, claro, a pronosticar el "timing" de este deterioro.
Dependerá, como la historia ha demostrado en otras ocasiones, de qué tan convencidos estén los argentinos sobre el margen de acción que le queda al Ejecutivo para esquivar una severa crisis, de que puedan calmar sus temores por el "día después" y así evitar las consecuencias de la profecía autocumplida.

domingo, 25 de agosto de 2013

La estructura del mercado aerocomercial argentino

Mucho peso a la hora de volar: fallas estructurales en el mercado aerocomercial





Existen muchos problemas puntuales en el sistema aerocomercial argentino, que complican el día a día de las empresas. Aerolíneas Argentinas y sus subsidios millonarios;LAN y sus peripecias para mantenerse en el aire argentino; la visión militante y política de los cielos del país; LADE, que cada vez vuela menos y Lafsa, que nunca voló; falta de conectividad y aeropuertos saturados o vacíos. Sin embargo, más allá de la polémica actual por el monopolio regulatorio que ejerce La Cámpora, la Argentina arrastra problemas estructurales en todo el sistema. La consecuencia es previsible: el mercado aerocomercial se ha estancado y está a niveles prácticamente similares a los que mostraba en 1999.
El especialista en derecho aeronáutico y ex director de Aerolíneas Argentinas, Diego Fargosi, mostró con un ejemplo lo que sucedió en el mercado. "La industria no creció igual que la economía y mucho menos que otros sectores. Por ejemplo, si la industria automotriz hubiese tenido el mismo crecimiento que la aerocomercial, en vez de venderse cerca de 900.000 autos por año, se patentarían 400.000", dijo el abogado. Los números de un sector estancado así lo muestran. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el mejor año de la aviación comercial fue 1999 con 7.014.131 pasajeros. Esa marca se mantuvo como el récord histórico hasta el año pasado, cuando volaron 7.442.995 pasajeros.
La Argentina tiene un mercado de cabotaje de aproximadamente siete millones de pasajeros. Es decir, un argentino viaja en avión cada seis años aproximadamente. ¿Con quién es comparable esa cifra? Pues con Venezuela, que exhibe números similares. Sólo para darle entidad al mercado, por caso, un estadounidense, un inglés o un australiano son pasajeros de un avión dos veces por año en promedio.
En la región, la Argentina tiene un mercado similar al chileno -claro que la población chilena es de 17,2 millones contra 40,7 argentina-. Si se toman en cuenta los vuelos per cápita, la Argentina está debajo de Bolivia, Perú, El Salvador y, obviamente, debajo de países con un alto grado de desarrollo aerocomercial como Brasil, Chile o Colombia.
Guillermo Ballesteros, ex gerente de Operaciones de Aerolíneas Argentinas y especialista en temas aéreos, comentaba la semana pasada que sólo tres países de América latina tienen un mercado capaz de soportar con el peso de su población una aerolínea de bandera. "Brasil, México y la Argentina son los únicos tres que tienen escala como para tener aerolíneas grandes. Ahora, de a poco, se podría sumar Colombia. Los otros países desarrollaron aerolíneas que recolectan pasajeros de varios países, los reúnen en un hub [lugar que concentra y distribuye] y desde allí vuelan a otros destinos", dice el especialista.
En los últimos tiempos, la gestión militante en Aerolíneas Argentinas y en los organismos de control ha desnudado gran cantidad de problemas en el sector. Sin embargo, no todo se refiere a la compañía estatal. Hay fallas gruesas en sectores que muchas veces ni siquiera son advertidas por los pasajeros.
Según un informe realizado en septiembre de 2012 por la Cámara Argentina de la Construcción, llamado "Inventario de obras propuestas para el plan de obras 2012/2021", se necesitarían $ 5069 millones de pesos de inversión, muy por debajo de los $ 124.000 millones que necesitaría el ferrocarril o los 245.000 millones que se requieren para inversiones. Allí se cuenta desde la puesta en valor del Aeropuerto de La Plata hasta la refacción del Aeropuerto de San Fernando y la construcción del siempre postergado ferrocarril que une Constitución con Ezeiza, proyecto presupuestado en $ 151 millones.
La falta de planificación por décadas llevó a que los baches de infraestructura se pronuncien cada vez más. A eso, dicen en el sector, se le suman los problemas regulatorios. "La política aerocomercial y el esquema tarifario se rigen por una ley de 1971, que creo que hay que modernizar, y contemplar las novedades que se han producido en la industria como empresas low cost , alianzas globales, hubs , entre otras cosas", dice Fargosi.
Un trabajo realizado por la Cámara Argentina de Turismo en 2010, elaborado por los economistas Miguel Kiguel y Marcelo Celani, llega a conclusiones similares. Detallan en el documento "La industria del transporte en la Argentina" que los factores distorsivos de la industria se encuentran en una regulación tarifaria desacoplada de la estructura de costos, un entorno regulatorio confuso y un entorno de autoridad regulatoria disgregada que genera incertidumbre.
"Salvo períodos puntuales como el de mediados de los 70 y el de mediados de los 90, siempre fue muy difícil igualar los costos con los ingresos en las rutas de cabotaje", agrega Fargosi.
Uno de los puntos más álgidos por estos días de desalojos y estatizaciones, de hecho, es el aeropuerto porteño. La estación aérea es operada por Aeropuertos Argentina 2000, empresa concesionaria. Sin embargo, más allá de que las quejas de los usuarios en los mostradores se las lleva el concesionario y las líneas aéreas, en la operación de un avión hay innumerables procesos, obras o inversiones que dependen del Estado. Y allí está el principal problema: en la modorra estatal -y no sólo de este gobierno- para mirar más allá de las próximas elecciones.
Por estos días fue la propia dirigencia política de Aerolíneas Argentinas y del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) que esgrimió la saturación del aeroparque metropolitano como causa de la expulsión de las empresas de aviones de menos de 30 plazas y de LAN. Ahora bien, ¿está saturada o no la estación aérea? "De ninguna manera -contesta un empresario del sector y piloto-. En el mundo, los aeropuertos con mucho tráfico como el de Buenos Aires están capacitados para recibir una operación [de aterrizaje o despegue] cada un minuto y medio. En Aeroparque ese intervalo está entre 10 y 12 minutos." Fuentes cercanas a la estación aérea confirmaron esos números, y explicaron: "Sólo hay que comprar un radar de aproximación. Con eso la operatoria se ampliaría mucho. Pero eso lo tiene que poner el Estado. Es parte de la infraestructura que debe poner el Estado para que la concesionaria opere la estación". De acuerdo con los números del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (OACI), el aeroparque Jorge Newbery está a un 60% de su capacidad.
En la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), organismo que debería proveer este equipamiento, no contestaron las reiteradas llamadas de LA NACION. Justamente quienes siguen las compras del organismo aún se preguntan qué tipo de prestaciones tienen una veintena de autobombas que compraron, dado el precio que se pagó.

REGULACIÓN Y MILITANCIA

El titular del Orsna, Gustavo Lipovich, es hoy el hombre que ejecuta desde la regulación los mandamientos que le dictan desde Aerolíneas Argentinas. Lipovich, camporista como el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, es quien ejecutó el desalojo de todos los hangares de Aeroparque, menos, claro está, los que tienen Aerolíneas y Austral. Justamente ambos idearon un aeropuerto sólo para la empresa estatizada, de hecho, y el primer paso fue la regionalización de los vuelos desde la pista porteña. Pero claro, se toparon con convenios internacionales que los obligan a la reciprocidad con las líneas aéreas de otros países. Así las cosas, la estación pasó de recibir aviones de poco más de 100 pasajeros a aeronaves de más de 200. "No hay servicios ni baños ni sistema de retiro de equipajes que alcance", dijo un operador aeronáutico.
Más allá de la voluntad militante de Lipovich, alguna vez el ahora funcionario escribió en una tesis que el Aeroparque no debe operar con aviones de más de 100 pasajeros. Letra muerta borrada por la militancia.
Varios de los problemas de Aeroparque son invisibles a los ojos de los usuarios. Pero existen. La estación no tiene planta de tratamiento de aguas servidas que llegan de los aviones y todo termina, caño de por medio, en el río. Del avión al río, sin ser tratada, como sí sucede en Ezeiza. La pista no tiene cama de leca en sus cabeceras como para amortiguar un eventual problema como se dio en el accidente de LAPA. En cambio, tiene una muralla de hierro con un paredón de 60 centímetros que arranca el tren de aterrizaje completo y deja al avión de panza en el asfalto de la costanera. Jamás se hicieron los trabajos de alargue de pista más allá de unos metros que se agregaron en los últimos años.
Todas esas obras debería hacerlas el Estado. Ninguno de los dos aeropuertos más importantes de la Argentina (Jorge Newbery y Ezeiza) tienen un transporte público acorde con el servicio que allí se presta, y todos los del interior del país son sostenidos o subsidiados por aquellas estaciones.
En el interior, explican los pilotos, es tierra de nadie. Los aeropuertos cierran temprano y las instalaciones están subutilizadas. Y como si fuera poco, jamás hubo voluntad regulatoria de descomprimir la dependencia que tiene el sector de los dos principales aeropuertos del país.

VOCES DIVERSAS QUE NO ESCUCHAN A NADIE

El sector aerocomercial se ha convertido en uno de los arietes claves en la política del transporte. Allí conviven decenas de funcionarios que superponen tareas, pero que obedecen a una sola voz: la del presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
El ejecutivo militante tampoco tiene la última palabra. Recalde, por caso, escucha al oído los consejos de los capitanes de La Cámpora y les dicta las órdenes a sus dos tenientes, Gustavo Lipovich, del Orsna, y Alejandro Granados, de la ANAC. Además, desde la llegada de Rafael Bielsa a la presidencia de Aeropuertos Argentina 2000, la empresa de Eduardo Eurnekian también obedece las órdenes de los jóvenes K.
Los servicios de tierra son otro de los puntos álgidos de la operación. Las quejas sobre la intervenida Intercargo, que da servicios de rampa y embarque, son constantes. La estatal está manejada por María Cecilia García y tiene el monopolio de la prestación. Todas las aerolíneas pueden autoprestarse el servicio, pero no pueden ofrecerlo a ninguna empresa más.