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domingo, 15 de abril de 2018

¿Cómo afectó la crisis del 30 a Bahía Blanca?

¿Cómo afectó la crisis del 30 a la ciudad?


La debacle importada de Nueva York castigó a la mayoría de los bahienses. Ollas populares y consumo de carne de caballo.



Adrián Luciani | La Nueva
aluciani@lanueva.com

   A comienzos de 1930, cuando aún sonaban los ecos triunfalistas del centenario, Bahía Blanca debió prepararse para sufrir una de sus peores crisis.
El golpe fue muy grande. En pocos meses muchos de los habitantes que gozaban de las mieles del progreso, que se asombraban por el avance constante de la ciudad, debieron alimentarse con carne de caballo o recurrir a las ollas populares.

   Pero el germen de la crisis no fue autóctono, sino que vino de muy lejos, de Wal Street, en pleno corazón de Nueva York.

   Si bien el derrumbe bursátil que hizo crujir al capitalismo en todo el mundo se había desatado a fines de octubre de 1929, sus efectos se hicieron sentir en Bahía Blanca recién al año siguiente.

   En pleno pánico, los países centrales como Estados Unidos e Inglaterra –que manejaban el precio de nuestros productos-- habían decidido bajar unilateralmente el valor de las cosechas en el resto del mundo.

   Esto hizo que gran parte de los productores no pudieran hacer frente a las deudas contraídas y sus campos terminaron en manos de los bancos que no habían quebrado, con miles de peones y chacareros que armaron las valijas y marcharon con sus familias a las ciudades en busca de comida.

   No hubo un día fijado para el inicio de la tragedia económica y social: los bahienses comenzaron a quedarse sin trabajo de a poco, sin prisa pero sin pausa, mientras que quienes conservaban sus empleos eran sometidos a rebajas salariales que hoy serían inaceptables.

   El derrumbe devoró industrias y comercios en todo el país, terminó con el gobierno democrático de Hipólito Irigoyen e impulsó medidas de ajuste que terminaron expulsando a decenas de miles de empleados públicos.

   La gran crisis de 1929-1932 tuvo profundas repercusiones en Bahía Blanca y llevó a la desaparición de dos de las sucursales de bancos internacionales: el Alemán Transatlántico y el Anglo Sud Americano.

Aunque de manera diferente, la crisis alcanzaba a buena parte de los 100 mil habitantes que por entonces tenía la ciudad.

   El tango Pan, con música de Eduardo Pereyra y letra de Celedonio Flores, interpretado en 1932 por Carlos Gardel, describió la situación que vivió buena parte de los 100 mil bahienses, aunque no todos, por supuesto.

   "Sus hijos no lloran por llorar/ ni piden masitas/ ni chiches, ni dulces... ¡Señor!/ Sus hijos se mueren de frío/ y lloran hambrientos de pan.../ La abuela se queja de dolor/ doliente reproche que ofende a su hombría/ También su mujer/ escuálida y flaca/ con una mirada/ toda la tragedia le ha dado a entender..."

   Las ollas populares se multiplicaron, por ejemplo la habilitada por el Rotary Club el 10 de agosto de 1931 en el hoy Hotel de Inmigrantes de calle Saavedra, por entonces sede del primer batallón del Regimiento de Infantería 5.

   En sólo 10 días las tareas de socorro dirigidas por Ramón Olaciregui, Rafael Huergo, Primo Marchesi y Guillermo Martín ya habían distribuido 2.000 raciones de puchero con sopa y galleta.

   Incluso en Ingeniero White, donde los muelles supieron evidenciar febril actividad, la desocupación hacía estragos en la clase obrera.

   Organizada por la Sociedad Protectora del Trabajo, a cargo de don Arturo Coleman, se había instalado otra olla popular que ofrecía raciones de sopa con fideos, verdura, carne de puchero y pan.

   Similar panorama evidenció el local del Ejército de Salvación ubicado en Moreno al 700, que en la segunda quincena de julio de 1931 había repartido 1.000 raciones.

   Los ferrocarriles suprimieron servicios y efectuaron una reducción de sueldos, al tiempo que la recesión imperante en el país iba a dar lugar a profundos cambios en la composición social de Bahía Blanca.

   Mientras que en 1914 vivían en la ciudad 36.000 argentinos y 34.500 extranjeros, hacia 1930 el tradicional flujo de inmigrantes europeos se vería fuertemente afectado por la crisis, pero esto no significó un parate en el crecimiento poblacional ya que comenzaron a arribar argentinos provenientes de otras provincias y de la misma provincia de Buenos Aires, así como de países limítrofes.

   El doctor en Historia Hernán Asdrúbal Silva, sostuvo que llegaron a la ciudad individuos y grupos familiares de zonas más afectadas por la desocupación y desalojos rurales, entre otras causas.

   Ante ese panorama desolador, el municipio decidió crear una Bolsa de Trabajo mientras que en La Pampa grupos de colonos hambrientos intentaron saquear comercios en la localidad de Jardón y sólo fueron detenidos cuando una colecta hecha entre todos los vecinos permitió comprarles comida.

   Sin embargo, más allá de este doloroso escenario poblado de desempleo y miseria, un rápido repaso de los diarios de la época permite advertir que la crisis no castigó a todos los sectores por igual.

   A principios de la década del 30, la gente seguía concurriendo al cine y al teatro, en White continuaba la construcción de la monumental usina San Martín y los galpones del Muelle Nacional, mientras que en el centro seguían las obras en la Iglesia Catedral y se habilitaba el nuevo edificio de la Biblioteca Rivadavia.

   Incluso, como en tantas otras crisis propias del país, siempre hubo gente dispuesta a extenderle una mano a quien más lo necesitaba.

   Aunque sea motivo de otra historia, resulta imprescindible señalar en este marco que el proceso de sustitución de importaciones iniciado de manera casi forzada luego derivó en una nueva etapa de crecimiento económico para la ciudad.

domingo, 30 de octubre de 2016

Nuevas observaciones respecto a la Crisis del 30

¿Qué podemos aprender de la depresión?
 Por C. R.
The Economist



Desde el comienzo de lo que algunos llaman el "gran recesión" en 2007, los economistas no han podido evitar compararla con la Depresión de la década de 1930. Para algunos, las comparaciones son explícitas. Economistas como Paul Krugman y Barry Eichengreen han trazado paralelos entre las dos depresiones. Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió varias veces en los últimos años que el mundo corría el riesgo de caer en una nueva "Gran Depresión". Los historiadores económicos mismos han tenido un papel sin precedentes en la política durante la reciente crisis. Ben Bernanke en la Reserva Federal y Obama-administración asesores como Christina Romer todos tienen formación académica en la disciplina.

Historiadores económicos pueden dar consejos a los políticos sobre la base de lo que creían que causó la Gran Depresión? Una discusión de este tema por los mejores historiadores de la economía de Gran Bretaña en una conferencia en la Universidad de Cambridge el 4 de noviembre sugirió la cuestión es más compleja de lo que parece. Aunque hay similitudes entre esta crisis y la de la década de 1930, mucho más, incluyendo la tecnología, la geopolítica, y el papel del estado ha cambiado drásticamente en el período intermedio. Los mercados financieros y los sistemas de crédito ahora trabajan de manera diferente a aquel entonces. derivados exóticos como los CDO y CDS solamente llegaron a ser ampliamente utilizados en la década de 1990. no existían instituciones económicas mundiales como el FMI y el Banco Mundial, y Europa estaba dominada por el Tratado de Versalles en lugar de la Unión Europea.

Pero lo que ha hecho la producción de las lecciones más difícil es que muchos puntos de vista tradicionales sobre las causas de la depresión han sido anuladas por los académicos en las últimas décadas.

Tomemos, por ejemplo, la opinión de que el aumento del proteccionismo, tales como los aranceles Smoot-Hawley de 1930, "causó" la Depresión. Según las investigaciones de Paul Bairoch, los aranceles de hecho cayeron en el período inmediatamente anterior a la calamidad. Se encontró que las tasas de aduana anuales medios de los países de la Europa continental se mantuvo prácticamente plana entre 1913 y 1927 sólo pasando de 24,6% a 24,9% en esos catorce años. los aranceles europeos continuaron manteniendo plana hasta 1930, mucho después de la Depresión había comenzado. Fuera de Europa, los aranceles medios en realidad cayeron en el período 1927-1929 como resultado del éxito de la Conferencia Económica Internacional en 1927, en la que los países de todo el mundo se comprometieron a reducir las barreras al comercio.

Aunque el aumento del proteccionismo aumentó la velocidad y la profundidad de la depresión cuando comenzaron a subir los aranceles en 1930, todavía estaban sólo es responsable de parte de la caída del PIB mundial durante la Depresión. Dado que las exportaciones estadounidenses solamente representaron el 7% del PIB en 1929, la caída de los volúmenes de comercio sólo se pueden explicar en parte la reducción del 29,5% en el PIB real experimentó entre 1929 y 1933.

La idea de que el desplome de Wall Street provocó la depresión también ha caído en desuso en los últimos años. Esta percepción fue popularizado por el economista de Harvard J. K. Galbraith, quien en la década de 1950 hizo hincapié en la importancia de la caída de la bolsa en el desencadenamiento de la Gran Depresión.

Sin embargo, los historiadores en otras partes del mundo han señalado que la economía mundial estaba ya en una trayectoria descendente antes de las cotizaciones bursátiles de Nueva York empezaron a caer. precios de las casas estadounidenses alcanzaron sus valores máximos a mediados de la década de 1920 y la industria de la construcción se habían ido en picada para 1929. La producción industrial en Alemania y Gran Bretaña, las economías más grandes de Europa, ya estaba cayendo a mediados de 1928. La reorientación de capitales hacia el mercado de valores sobrecalentamiento en América agrava la escasez de crédito en otras partes del mundo antes del accidente. Los negocios en Europa y América Latina ya se enfrentan a una contracción del crédito por el comienzo de 1929. Al igual que con el aumento del proteccionismo, parece que la caída de Wall Street era un síntoma de problemas en la economía global, en lugar de la causa subyacente de ellos.

Los historiadores económicos se centran ahora en un candidato diferente para tomar la culpa por el repentino colapso económico de la década de 1930: la estructura del sistema financiero mundial antes de 1929. En particular, el trabajo de los historiadores económicos como el Sr. Eichengreen y Peter Temin ha subrayado recientemente la importancia de un mal funcionamiento del sistema de moneda estándar de oro como la causa de la depresión, así como su gravedad.

Desde la mitad del siglo 19 la mayoría de los países de colgar sus monedas a un valor fijo de oro, un arreglo que se hizo conocido como el "patrón oro". Este sistema funcionó mientras que los países ayudaron unos a otros con préstamos para resolver las crisis periódicas de la balanza de pagos (y mientras realizan descubrimientos de oro para las tendencias del nivel de precios suaves), pero la Primera Guerra Mundial interrumpieron este sistema. El resultado fue que muchos países se encontraron con monedas fijas a un ritmo inadecuado de intercambio con los de otros países. Mientras que Francia y Estados Unidos ganaron inicialmente en la década de 1920 por tenencia de sus monedas con un valor muy bajo, países como Gran Bretaña y Alemania sufrieron de problemas recurrentes de balanza de pagos como resultado de sus monedas sobrevaloradas.

Este sistema llegó a un punto en que la economía mundial comenzó lo que, al principio, parecía ser una desaceleración muy normal ciclo de negocios a finales de la década de 1920. Cuando la caída de la demanda mundial causó las crisis de balanza de pagos en los países de todo el mundo debido a salidas de oro, que se vieron obligados a utilizar medios fiscales y monetarias para desinflar sus economías para proteger el valor fijo de sus monedas (que también recurrieron a las tarifas ).

Esto amplifica la recesión en una depresión. Según algunos historiadores monetaristas, las cuatro oleadas de crisis bancarias en el período de 1930 a 1933 que la bancarrota de la mitad de los bancos de Estados Unidos fueron causadas por la Reserva Federal de endurecimiento de la política monetaria en respuesta a las salidas de oro. Efectos similares se observaron también en Europa. La austeridad en Alemania y Austria conducen a una ola de quiebras bancarias en 1931, hundiendo a la economía de Europa central en su forma más grave período de contracción. Según una investigación realizada por el Sr. Eichengreen, los países que escaparon del patrón oro y cambiaron los tipos de cambio flotantes primeros, como Gran Bretaña en 1931 y América en 1933, tendió a recuperarse antes y mucho más rápido. La crítica de la política monetaria como un conducto de depresión se remonta a Milton Friedman y Anna Schwartz de "Historia monetaria de los Estados Unidos", publicado por primera vez en 1963.

Los responsables políticos han extraído algunas lecciones de la década de 1930. A diferencia de la depresión, los bancos centrales de Gran Bretaña y América evitarse la restricción monetaria innecesaria. En su lugar, se redujeron las tasas de interés y se utilizan estímulos monetarios no convencionales tales como flexibilización cuantitativa en un esfuerzo por defenderse de la deflación (un azote de la depresión). El papel de las crisis bancarias en la transformación de una recesión normal en una profunda depresión también ha sido reconocido. Los gobiernos sacaron las paradas para evitar la quiebra de Lehman de generar una crisis financiera global, muy consciente del papel de contagio financiero en la década de 1930.

Sin embargo, las lecciones de la Gran Depresión de los problemas actuales de Europa pueden ser más difíciles de discernir lo que uno podría suponer. La zona euro es un sistema de tipos de cambio fijos, con elementos similares a los del patrón oro. Pero las limitaciones políticas y económicas que frenan los políticos son diferentes de las que se impuso en la década de 1930. Los economistas dicen ahora que el nivel más alto de integración financiera en Europa hoy en día hace salir de la zona euro una perspectiva mucho más arriesgado que se abandona el patrón oro fue en la década de 1930. Y la zona euro tiene un banco central que puede imprimir euros, algo que el sistema de patrón oro carecía.

Tal vez los historiadores económicos pueden contribuir mejor al asegurar el pasado no se abuse en los debates sobre la crisis de hoy en día. Por ejemplo, poner toda la culpa a Wall Street por la Gran Depresión o en los bancos en la actual crisis, no resiste el escrutinio histórico. La responsabilidad puede recaer más bien en una combinación compleja de factores, como la forma global están estructurados los sistemas financieros. Pero esto necesita todavía ser interpretados a partir de pruebas de hoy en día y no en "lecciones" sobre-simplistas del pasado. A medida que el historiador de la economía irlandesa Cormac Ó Gráda escribió una vez, "rompiendo mitos peligrosos sobre el pasado es la responsabilidad social del historiador". Estos sentimientos deben aplicarse a la gran depresión tanto como lo hacen cualquier otro episodio de la historia.

Lectura recomendada:


Bairoch, P., (1993). Economics & World History: Myths and Paradoxes. Chicago: University of Chicago Press.

Bernanke, B. S., (2000). Essays on the Great Depression. Princeton: Princeton University Press.

Crafts, N.,and Fearon, P. (eds.), (2013). The Great Depression of the 1930s: Lessons for Today. Oxford: Oxford University Press.

Eichengreen, B., (1992). Golden Fetters: The Gold Standard and the Great Depression, 1919-1939. Oxford: Oxford University Press.

Eichengreen, B., and Temin, P., (1997). “The Gold Standard and the Great Depression”. NBER Working Paper 6060.

Friedman, M., and Schwartz, A. J., (1963). A Monetary History of the United States 1867-1960. Princeton: Princeton University Press.

Galbraith, J. K., (1954). The Great Crash, 1929. New York: Time Incorporated.

Kindleberger, C. P., (1973). The World in Depression, 1929-39. Berkeley: University of California Press.

miércoles, 24 de junio de 2015

¿Grecia alcanza su crisis del 30?

Grecia está en una peor posición que USA en 1933
Atenas grita "Depresión"
por Tom Keene - Bloomberg


Los proyectos de construcción durante la Gran Depresión sentaron las bases para la prosperidad futura. Fuente: División de la Biblioteca del Congreso de Grabados y Fotografías


Usando la segunda definición de la depresión, la mayoría de los economistas se refieren a la Gran Depresión como el período entre 1929 y 1941. Por otro lado, el uso de la primera definición, la depresión que comenzó en agosto de 1929 se prolongó hasta marzo de 1933. Tenga en cuenta que NBER, que publica la recesión (en lugar de la depresión) Las fechas de la economía de Estados Unidos, ha identificado dos recesiones durante ese período. El primero entre agosto 1929 y marzo de 1933 y la segunda a partir de mayo 1937 y que termina en junio de 1938. - Wikipedia.
¿Es Grecia en una depresión? Lo anterior es confuso. Es clásico ", por un lado, por otro lado ..." análisis. Para Grecia, no es ni confusa ni gracioso. Ellos son sin duda experimentando algún tipo de "gran contracción" o "Gran Recesión". Pero, ¿es una "gran depresión" como en la década de 1930? ¿O es Grecia en las primeras etapas de una "Larga Depresión", como los EE.UU. 1873-1896-más largo y profundo que lo que siguió en 1929?
Vamos a ver.



Una comparación de Grecia de 2007 con los EE.UU. 1929 (semi-log): La serie blanca es el PIB griego ajustado por inflación. Sobrepuesto son momentos dentro de Estados Unidos Gran Depresión 1929-1941. El punto de pivote comparación de Grecia para 1930 América es el círculo azul izquierda.

Centrarse primero en la economía helénica como se muestra por la línea blanca, que es el PIB griego ajustado por inflación, yendo a 2013. He estimado que el mayor descenso del PIB real para 2014 (el círculo blanco). La izquierda, círculo amarillo marca la llegada del euro a finales de 1998. Tenga en cuenta que la producción griega no se ha beneficiado de la moneda común y la unión monetaria, al menos de acuerdo a esta tabla.
Ahora, hacer una simple pregunta: ¿Podemos comparar la parte superior de la experiencia griega de 2007, con la parte superior de la economía de Estados Unidos antes de la Depresión, o 1929? El círculo azul de la izquierda "pasadores" de EE.UU. reales del PIB a partir de 1929 y real del PIB de Grecia a partir de 2007. El círculo rojo es el "fondo" en Estados Unidos en 1933; el segundo círculo azul es la recuperación del New Deal de 1936, y, por último, el círculo verde es lo que muchos sugieren es el "fin" de la recesión de Estados Unidos en 1941. El gráfico se establece semi-log, para asuntos de pendiente y los movimientos sugieren variación porcentual .
(Disclaimer:. Esta superposición es una aproximación cercana y combina los datos griegos en euros, que figuran a dólares estadounidenses con US Bureau of Economic Analysis cálculos aproximados de lo que realmente ocurrió antes de la Segunda Guerra Mundial Es ampliamente entendido que "buenos datos" sólo comenzó alrededor de 1947. )
¿Qué hacer con todo esto? La depresión económica es altamente subjetiva e incluye la profundidad de la contracción con la naturaleza crónica de una desaceleración dada. Lo que es seguro es la caída en la producción califica Atenas a gritar: "depresión". Así como un ejemplo inmediato, la serie blanca cae bien debajo del círculo rojo que representa 1.933 pesadilla de América.
Fundamentalmente, los datos estén configurados en dólares. Eso hace una gran diferencia en la economía nacional griega de estar en euros más débiles y la posibilidad de un dracma aún más frágil. El gráfico no muestra 2015 o 2016, o en el futuro, sea lo que sea.
Discuta.

sábado, 28 de marzo de 2015

Antikeynesianos vs keynesianos y sus disputas medievales

Guerras Macro: El Ataque de los Anti-keynesianos



Por Mark Thoma - The Fiscal Times

La guerra continua entre keynesianos y antikeynesianos parece estar calentándose de nuevo. El catalizador de esta ronda de combates es la ilusión keynesiana por David K. Levine, que suscitó respuestas como esto y esto desde Brad DeLong y Nick Rowe.

El debate es sobre el origen de las fluctuaciones económicas y la capacidad del gobierno para contrarrestarlas con la política monetaria y fiscal. Uno de los problemas es el uso de "pasadas de moda" modelos keynesianos - modelos que supuestamente han sido rechazados por los macroeconomistas a favor de los modelos macroeconómicos modernos - para explicar y entienden la Gran Recesión y formulan recomendaciones de política monetaria y fiscal. Como dice Levine, "Robert Lucas, Edward Prescott, y Thomas Sargent ... rechazaron el keynesianismo ya que no funciona ... Resulta que hemos desarrollado mucho mejores teorías ..."

Creo que el uso de los modelos keynesianos "pasados ​​de moda" para analizar la Gran Recesión se puede defender.

En economía, a diferencia de la física, estamos muy lejos de encontrar un gran modelo que se puede utilizar para explicar y entender el mundo. En su lugar, tenemos muchos modelos, y el mejor modelo a utilizar depende críticamente de que se hizo la pregunta. No hay nadie mejor modelo.

El modelo keynesiano surgió de la Gran Depresión, y que fue diseñado para responder a los tipos de preguntas que se enfrentan los economistas de la época. Preguntas tales como: ¿Qué es mejor cuando la economía se encuentra en una profunda recesión y las tasas de interés están atrapados en la política de cota, monetaria o fiscal inferior cero, y por qué? ¿Cuánto de estímulo que se necesita para mover el PIB y el empleo a los niveles previstos? ¿Por qué las economías se estancan debajo del pleno empleo? ¿La economía de recuperar por sí misma en un plazo razonable de tiempo?

En el fondo, el modelo keynesiano está diseñado para decirnos cómo los gobiernos pueden superar la demanda agregada deficiente. Nunca fue la intención de responder a preguntas sobre los shocks a la oferta agregada. Por lo tanto, nadie debería haber sido sorprendido cuando el modelo no explicó las consecuencias de los choques de oferta de petróleo de la década de 1970, o que las políticas diseñadas para hacer frente a las variaciones de la demanda agregada fallarían miserablemente cuando eran aplicadas ingenuamente como soluciones a las fluctuaciones de la oferta agregada.

Ese "fracaso" llevó a la caída del modelo keynesiano. Hubo otros factores que explican la caída del modelo, así, carecía de micro-fundado optimizar el comportamiento y las expectativas racionales, pero la falta de explicación de los acontecimientos de la década de 1970 y proporcionar el asesoramiento normativo adecuado es una razón importante por la muerte de la modelo.

Cuando se aplica un modelo a situaciones que no fue diseñado para hacer frente, no es el modelo que ha fallado. El modelo ha sido usurpada. Sin embargo, después de la década de 1970 el modelo keynesiano dio paso a nuevos modelos que con el tiempo se transformó en los modelos en uso hoy en día.

La validación de los modelos macroeconómicos modernos utiliza conjuntos de datos a partir de la década de 1980 para evitar tener que modelar grandes cambios estructurales en la economía y los cambios en la conducción de la política monetaria. Pero incluso en las pocas ocasiones en que se utilizan los conjuntos de datos más largas, los conjuntos de datos rara vez se incluye fluctuaciones tan graves como se encuentra durante la Gran Recesión. Por lo tanto, no se les preguntó modelos macroeconómicos modernos para explicar las recesiones grandes y prolongados, en parte porque los economistas con arrogancia y erróneamente pensaron que habían resuelto este problema.

Mientras que los modelos superaron los modelos keynesianos anticuados en su capacidad para explicar el período conocido como la Gran Moderación (desde principios de 1980 hasta el inicio de la Gran Recesión en 2007, un período en que la economía estaba inusualmente tranquilo), nadie se preocupó demasiado sobre qué tan bien los modelos modernos harían si una crisis importante golpeó la economía.

Cuando la gran recesión golpeó la economía, nos enteramos. Los principales modelos macroeconómicos que estaban en uso en ese momento proporcionaron poca información sobre la naturaleza de la crisis. Las conexiones necesarias entre los sectores reales y financieros que se necesitan para entender la Gran Recesión no se habían incorporado en estos modelos - y proporcionado poca orientación sobre la forma de formular políticas monetarias y fiscales deben responder, la política fiscal, en particular.

Así que no debería haber sido sorprendido cuando muchas personas acudieron a un modelo que se había desarrollado para abordar precisamente este tipo de preguntas, el modelo keynesiano, para recibir orientación. ¿Fue útil esta guía? Como Paul Krugman ha señalado en reiteradas ocasiones, las ideas y consejos el modelo keynesiano proporcionado resultaron ser muy bueno.

Si los modelos macroeconómicos modernos fueron verdaderamente abarcadores, si fueran realmente tan bueno o mejor que los modelos keynesianos en todas sus dimensiones, no estaríamos teniendo esta conversación. Los modelos modernos habrían empujado el modelo keynesiano lado de una vez por todas. Pero el modelo keynesiano proporciona una mejor visión y predicciones que los principales modelos macroeconómicos que estaban en uso cuando se desató la crisis financiera.

Durante los últimos años, los macroeconomistas han estado ocupados remendando los modelos modernos, y han hecho un poco de progreso, más de lo que esperaba cuando se inició este esfuerzo. Aún queda trabajo por hacer, pero hay una posibilidad de que estos modelos estarán eventualmente proporcionar el tipo de alimentación y de política recetas explicativas que son necesarios cuando grandes recesiones golpearon a la economía.

Pero los modelos macroeconómicos modernos no estaban a la tarea cuando se les necesitaba más, y nadie debe ser criticado por convertir a la "antigua" modelo keynesiano - un modelo construido para responder preguntas sobre las crisis económicas prolongadas - para orientación sobre cómo responder a la Gran Recesión.