Revelados los hábitos de consumo de los súper rico de la India
India Real Time
La Copa de Polo Cartier Elefante en Jaipur en 2006. Getty Images
Por Debiprasad Nayak y Eric Bellman
Si usted es indio y un valor de más de $ 4 millones, probablemente te gusta la comida china.
Esa fue una de las conclusiones de un informe Kotak Wealth Management de esta semana en los hábitos de consumo de la India del rico.
A medida que el hombre común esperó a que los buenos tiempos regresen, India continuó menta multimillonarios año pasado y su súper ricos estaban en una juerga de gastos, según el informe.
El número de indios por valor de 250 millones de rupias (US $ 4,2 millones) o más aumentó 16% a 117.000 en el año finalizado el 31 de marzo, dijo el informe. Esa cifra es de 62.000 en el año fiscal 2011.
El año pasado más de 150 indios ricos Kotak entrevistó en promedio aumentaron su gasto en comparación con el ahorro y la inversión-el 49% de sus ingresos, frente al 30% del año anterior.
"De la India super-ricos se están moviendo fuera de su zona de confort para poner más (dinero) en el raro y el arriesgado - comida exótica, capital privado e incluso los viajes espaciales", dijo C. Jayaram, director general adjunto de Kotak Mahindra Bank Ltd.
La encuesta Kotak trató de profundizar en los hábitos de consumo de este grupo de élite de multimillonarios y descubrió que, en promedio, que parecen pasar como el resto de nosotros.
Como la mayoría de personas en la India, los ricos usa el mayor porcentaje de su gasto discrecional en la joyería, la ropa y los días festivos. No es hasta la parte inferior de su ranking de lo que gastaron en que usted encuentre elementos más enrarecidos: arte, vino y relojes de lujo.
Cuando se trata de comida, de manera sorprendente-o quizás no - comida de la India ocupa el tercer lugar después del chino y el italiano. No es muy claro donde están comiendo buena comida libanesa, mexicana y japonesa, sin embargo, que son todos difíciles de encontrar en la India.
La encuesta sugiere que es más probable encontrar los millonarios de la India en el centro comercial que en las montañas. Compras fue elegido como una razón para viajar por la mayoría de los millonarios-probablemente porque no hay suficientes tiendas bonitas en la India para que gastan todo su dinero. Vacaciones en la playa y estaciones de montaña son los siguientes en la línea. Un par de cosas que diferencian a este grupo de súper consumidores de los indios regulares: van en safaris y pueden esquiar y cuando viajan por lo general es en las secciones de negocios o de primera clase del avión.
El blog reúne material de noticias de teoría y aplicaciones de conceptos básicos de economía en la vida diaria. Desde lo micro a lo macro pasando por todas las vertientes de los coyuntural a lo más abstracto de la teoría. La ciencia económica es imperial.
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sábado, 23 de agosto de 2014
domingo, 20 de julio de 2014
Bien de Veblen
Bien de Veblen
En economía se suele decir que los automóviles de lujo, en particular los de más alta gama como el Rolls Royce Phantom mostrado aquí, se vuelven más socialmente deseables cuando su precio se incrementa (exactamente lo contrario a lo estipulado por la ley de la oferta y demanda). Por lo tanto, se argumenta que dichos coches son bienes Veblen.
En economía, un bien [de] Veblen es un bien que posee una curva de demanda con pendiente positiva, es decir, que al aumentar su precio también aumenta su cantidad demandada; en vez de disminuir como estipula la ley de la oferta y la demanda. Esto es debido a ser un bien de lujo, ya que al aumentar su precio la gente lo consume más debido a que ahora es más exclusivo. Un ejemplo serían los diamantes, si bajaran sus precios no serían consumidos debido a que la gente ya no los percibiría como exclusivos.
El efecto Veblen es denominado de esa manera en honor del economista estadounidense Thorstein Veblen, quien por primera vez destacó los conceptos de consumo conspicuo y de búsqueda de estatus social.2
No obstante, esta “anomalía” es mitigada cuando se entiende que la curva de demanda no tiene necesariamente un único pico. Los bienes que son generalmente considerados como Veblen todavía siguen estando sujetos a dicha curva, ya que la demanda de los mismos no tenderá a incrementar indefinidamente sus respectivos precios.
La cantidad demandada puede subir con el precio dentro de cierto rango de la curva, pero hacia la parte superior de la misma cesará de hacerlo, antes de pasar a comportarse según lo estipulado por la ley de la demanda y comenzar a caer nuevamente ante nuevos incrementos en el precio.
En el otro lado del espectro, ante la eventualidad que bienes de lujo lleguen a tener precios similares a aquellos ítems que tienen una calidad inferior, más individuos tenderán a comprar buscar de los abaratados primeros, no obstante que unos pocos buscadores de bienes Veblen no lo harían, lo que implica que una caída de precios llevaría a una caída en las ventas de dichos bienes (dado que potencialmente dejan de ser "exclusivos" o de lujo).
Los bienes Veblen y la psicología del consumidor son un tema importante en algunas novelas publicadas hacia fines del siglo XX, tales como Generación P (escrita por Viktor Pelevin) y 13,99 euros (de Frédéric Beigbeder).
Una botella de la exclusiva champaña Cristal de Louis Roederer (1993).
Estos efectos fueron tratados en un clásico artículo escrito por Leibenstein en 1950.4
El concepto de efecto contrario al Veblen es menos conocido, aunque completa dicha familia de manera lógica.5
Ninguno de estos efectos por sí mismos predice que sucederá respecto de la cantidad real de bienes o productos que serán demandados (es decir, el número de unidades compradas) a medida que los precios cambien -sólo se refieren a las preferencias o a la propensión al consumo. El efecto real sobre la cantidad demandada dependerá del rango o abanico de otros productos disponibles, sus precios y qué tan sustitutos son respecto de un determinado bien.
Estos efectos son anomalías dentro de la teoría de la demanda porque la misma normalmente asume que las preferencias son independientes del precio o del número de unidades vendidas, siendo denominados colectivamente como “efectos de interacción”. Los mismos son una clase diferente de anomalía respecto de la representada por los bienes Giffen. Ésta última sugiere un caso extremo en el que la demanda aumenta a medida que también lo hacen los precios, pero el efecto surge sin ninguna interacción entre precio y preferencia, sino que resulta de la interacción del “efecto ingreso” y del “efecto sustitución” ante los cambios en el precio de un bien de primera necesidad (en la observación original realizada por Giffen se trataba de patatas o papas en la empobrecida Irlanda del año 1846).
Por otro lado, investigación reciente ha comenzado a examinar la evidencia empírica respecto de la existencia de bienes.6 La publicación especializada en leyes de la Universidad Yale, llamada Yale Law Journal, ha publicado un extenso análisis al respecto.7 Los estudios también han encontrado indicios que sugieren que la gente recibe más placer o satisfacción de bienes más caros.8
En economía se suele decir que los automóviles de lujo, en particular los de más alta gama como el Rolls Royce Phantom mostrado aquí, se vuelven más socialmente deseables cuando su precio se incrementa (exactamente lo contrario a lo estipulado por la ley de la oferta y demanda). Por lo tanto, se argumenta que dichos coches son bienes Veblen.
En economía, un bien [de] Veblen es un bien que posee una curva de demanda con pendiente positiva, es decir, que al aumentar su precio también aumenta su cantidad demandada; en vez de disminuir como estipula la ley de la oferta y la demanda. Esto es debido a ser un bien de lujo, ya que al aumentar su precio la gente lo consume más debido a que ahora es más exclusivo. Un ejemplo serían los diamantes, si bajaran sus precios no serían consumidos debido a que la gente ya no los percibiría como exclusivos.
Explicación
Algunos tipos de bienes de alta categoría, tales como los vinos de primera, las carteras de diseño (como las fabricadas por la empresa francesa Louis Vuitton) y los coches de lujo y los automóviles de lujo son bienes Veblen, porque la disminución de su precio disminuye el deseo de comprarlos, debido a que eventualmente dejan de ser percibidos como productos exclusivos o de alto status.1 Por el contrario, un incremento de precio puede aumentar la percepción de exclusividad respecto de ellos, haciendo a dicho bien más deseable o preferible.El efecto Veblen es denominado de esa manera en honor del economista estadounidense Thorstein Veblen, quien por primera vez destacó los conceptos de consumo conspicuo y de búsqueda de estatus social.2
No obstante, esta “anomalía” es mitigada cuando se entiende que la curva de demanda no tiene necesariamente un único pico. Los bienes que son generalmente considerados como Veblen todavía siguen estando sujetos a dicha curva, ya que la demanda de los mismos no tenderá a incrementar indefinidamente sus respectivos precios.
La cantidad demandada puede subir con el precio dentro de cierto rango de la curva, pero hacia la parte superior de la misma cesará de hacerlo, antes de pasar a comportarse según lo estipulado por la ley de la demanda y comenzar a caer nuevamente ante nuevos incrementos en el precio.
En el otro lado del espectro, ante la eventualidad que bienes de lujo lleguen a tener precios similares a aquellos ítems que tienen una calidad inferior, más individuos tenderán a comprar buscar de los abaratados primeros, no obstante que unos pocos buscadores de bienes Veblen no lo harían, lo que implica que una caída de precios llevaría a una caída en las ventas de dichos bienes (dado que potencialmente dejan de ser "exclusivos" o de lujo).
Los bienes Veblen y la psicología del consumidor son un tema importante en algunas novelas publicadas hacia fines del siglo XX, tales como Generación P (escrita por Viktor Pelevin) y 13,99 euros (de Frédéric Beigbeder).
Una botella de la exclusiva champaña Cristal de Louis Roederer (1993).
Conceptos relacionados
El efecto Veblen forma parte de una serie de anomalías teóricamente posibles de la ley de la oferta y demanda en microeconomía. Otros efectos relacionados incluyen a los siguientes:- El efecto snob: preferencia por determinados bienes porque éstos son diferentes a los comúnmente preferidos o por consumidores que quieren o desean usar productos exclusivos, debido a que algunos individuos consideran que el precio de los mismos es una parte intrínseca de su calidad;3
- El efecto bandwagon: la preferencia por un bien tiende a incrementarse a medida que aumenta la cantidad de gente que lo compra.
Estos efectos fueron tratados en un clásico artículo escrito por Leibenstein en 1950.4
El concepto de efecto contrario al Veblen es menos conocido, aunque completa dicha familia de manera lógica.5
Ninguno de estos efectos por sí mismos predice que sucederá respecto de la cantidad real de bienes o productos que serán demandados (es decir, el número de unidades compradas) a medida que los precios cambien -sólo se refieren a las preferencias o a la propensión al consumo. El efecto real sobre la cantidad demandada dependerá del rango o abanico de otros productos disponibles, sus precios y qué tan sustitutos son respecto de un determinado bien.
Estos efectos son anomalías dentro de la teoría de la demanda porque la misma normalmente asume que las preferencias son independientes del precio o del número de unidades vendidas, siendo denominados colectivamente como “efectos de interacción”. Los mismos son una clase diferente de anomalía respecto de la representada por los bienes Giffen. Ésta última sugiere un caso extremo en el que la demanda aumenta a medida que también lo hacen los precios, pero el efecto surge sin ninguna interacción entre precio y preferencia, sino que resulta de la interacción del “efecto ingreso” y del “efecto sustitución” ante los cambios en el precio de un bien de primera necesidad (en la observación original realizada por Giffen se trataba de patatas o papas en la empobrecida Irlanda del año 1846).
Por otro lado, investigación reciente ha comenzado a examinar la evidencia empírica respecto de la existencia de bienes.6 La publicación especializada en leyes de la Universidad Yale, llamada Yale Law Journal, ha publicado un extenso análisis al respecto.7 Los estudios también han encontrado indicios que sugieren que la gente recibe más placer o satisfacción de bienes más caros.8
Referencias
- John C. Wood, Thorstein Veblen: Critical Assessments (“Thorstein Veblen: Evaluaciones críticas”), Routledge, Londres, 1993, ISBN 0-415-07487-8.
- Thorstein B. Veblen, The Theory of the Leisure Class. An Economic Study of Institutions (“La teoría de la clase ociosa: Un estudio de económico de las instituciones”), Macmillan Publishers, Londres, 1899.
- Malcolm Galatin y Robert D. Leiter, Economics of Information (“Economía de la información”), Martinus Nijhoff Publishers, Boston (Massachusetts), 1981, ISBN 0-89838-067-7, páginas 25-29.
- H. Leibenstein, Bandwagon, Snob, and Veblen Effects in the Theory of Consumers’ Demand “Los efectos bandwagon, esnob y Veblen en la teoría de demanda de los consumidores”), Quarterly Journal of Economics, 64, 1950, páginas 183-207.
- S.E.G. Lea, R.M. Tarpy y P. Webley The individual in the economy (“El individuo en la economía”), Cambridge University Press, Cambridge (Reino Unido), 1987, ISBN 0-521-26872-9.
- A. Chao y J.B. Schor, Empirical tests of status consumption: Evidence from women's cosmetics (“Pruebas empíricas del consumo por status: Evidencia de los cosméticos para mujeres”), Journal of Economic Psychology, vol. 19, 1998, páginas 107–131.
- e.g. McAdams, Richard H. (1992). Relative Preferences. Yale Law Journal, vol. 102, no. 1 (octubre), páginas 1-104.
- [http://news-service.stanford.edu/pr/2008/pr-wine-011608.html Price tag can change the way people experience wine, study shows (“La etiqueta de precio puede cambiar la forma en que la gente experimenta el vino, muestra estudio”.)
domingo, 12 de enero de 2014
La ingeniería de la promoción de ventas en las tiendas
17 trucos que las tiendas usan para hacerlo gastar más dinero
¿Accidentalmente ha comprado mucho más de lo previsto?
¿Quiere batir a los minoristas en su propio juego? Entonces será mejor que aprendas cómo piensan.
Un letrero grande, audaz "SALE " ayuda a hacer que la gente en la tienda , donde son propensos a comprar artículos no venta.
Leer más: http://www.businessinsider.com/how-stores-make-you-spend-more-2014-1?op=1 # ixzz2q0GUZvpE
Pudo no haberlo planeado. Desde supermercados a las tiendas de ropa, los centros comerciales han sido cuidadosamente diseñados para llegar a gastar la mayor cantidad de dinero posible.
¿Quiere batir a los minoristas en su propio juego? Entonces será mejor que aprendas cómo piensan.
Un letrero grande, audaz "SALE " ayuda a hacer que la gente en la tienda , donde son propensos a comprar artículos no venta.
Una vez que entras , está el carrito de compras. Este invento fue diseñado a finales de 1930 para ayudar a los clientes a hacer compras más grandes con mayor facilidad.
En los supermercados , los departamentos de alto margen, como productos horneados florales y frescas se colocan cerca de la puerta principal , por lo que ellos encuentran cuando su carrito está vacío y sus espíritus son altos.
Flores y productos de panadería también se sientan cerca de la parte frontal de las tiendas porque su olor atrayente activa las glándulas salivales , lo que hace más probable que la compra por impulso.
A los supermercados les gusta esconder sus productos lácteos y otros productos esenciales en la pared del fondo, lo que obliga a ir a través de toda la tienda para llegar a ellos.
Una vez que los clientes empiezan a caminar a través del laberinto de una tienda de los pasillos, que están condicionados a caminar arriba y abajo de cada uno, sin desviarse.
La mayoría de las tiendas se mueven los clientes de derecha a izquierda. Esto, combinado con el hecho de que Estados Unidos conduce por la derecha, hace que las personas más propensas a comprar artículos en el lado derecho del pasillo.
Cualquier cosa de una tienda de verdad quiere que los clientes compren se coloca al nivel de los ojos. Ítemes particularmente favorecidos se destacan en los extremos de los pasillos.
También hay nivel de los ojos de niño. Aquí es donde las tiendas ponen juguetes, juegos, cereales azucarados, dulces y otros artículos de un niño se ve y rogar a sus padres para comprar.
Los puestos de prueba y los demás pantallas que ralentizan mientras que la exposición a los productos nuevos.
Las tiendas también quieren artículos que sean de fácil acceso. La investigación muestra que tocar elementos aumenta la posibilidad de una compra.
El color afecta a los compradores, también. La gente es atraída a las tiendas por los tonos cálidos como los rojos, naranjas y amarillos, pero una vez dentro los colores fríos como los azules y verdes animan a gastar más.
¿Escucha esa música? Los estudios demuestran que la música lenta hace que la gente compra sin prisa y gaste más. Propale música más motivadora y fuerte en la tienda y no afecta a las ventas. La música clásica estimula las compras más costosas.
El tamaño importa tienda, también. En lugares con mucha gente, la gente pasa menos tiempo de compras, hacen menos compras (previstas e impulsivas) , y se sienten menos cómodos .
Las tiendas no sólo te quisieren engañar con las ventas, que también utilizan - por tiempo limitado para aumentar su sentido de urgencia en hacer una compra.
El área más rentable de la tienda es la cola de la caja. Las tiendas de operaciones bancarias en los clientes que sucumben a los bastidores de dulces y revistas mientras esperan.
Por último, existe la ubicua tarjeta de "comprador valorado". Esta tarjeta le da una trato ocasional a cambio de su lealtad de los clientes y los datos personales de valor.
Leer más: http://www.businessinsider.com/how-stores-make-you-spend-more-2014-1?op=1 # ixzz2q0GUZvpE
lunes, 5 de agosto de 2013
Los celulares más caros en Argentina que en el resto de LA
Los celulares en el país se pagan más caro que en el resto de América Latina
03-08-2013 El dato se desprende de una consultora que comparó el precio de 705 smartphones en la región. Los valores aquí superan en un 18% promedio al segundo. iProfesional
Un reciente estudio de la consultora internacional Marco, especializada en tecnología comparó los precios en dólares de los celulares inteligentes en toda América Latina, y del estudio se desprende que en Argentina se pagan más caro.
El análisis, realizado en el mes de julio, tomó los mismos 705 modelos de smartphones, y evaluó el valor de los mismos, se vendan estos como liberados o atados a un plan de telefonía. El resultado demuestra que, en promedio, la Argentina es la plaza más cara para comprar estos equipos.
En comparación con Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, la Argentina es el único país cuyo precio promedio supera los u$s500 dólares (568). Esto es, un 17,6% más que en México, donde el precio promedio era de u$s483. Mientras que en Brasil el valor promedio resultó u$s445 y en Chile, u$s358. En Perú (u$s344) y Colombia (u$s313) se conseguían los precios más bajos.
Al contrastar un mismo producto en todas las naciones, en este caso el Samsung Galaxy S3, que es el teléfono más ofrecido de todos, los precios más bajos se encuentran en Perú, Colombia y Brasil (u$s628, u$s657 y u$s688), seguido por Chile (u$s739), mientras que en México y Argentina se pagan más caros (u$s819 y u$s849). En este análisis hay que tener en cuenta que se tomaron teléfonos liberados y con contratos de operadoras de telefonía móvil.
En Chile, Colombia, México y Perú se ofrecen teléfonos inteligentes por menos de u$s100, gracias a la presencia de marcas económicas, como Miray, Azumi, Nuqleo, VTR, entre otras siendo Chile donde mayor variedad de marcas de bajo costo hay. En cambio, en Argentina y Brasil, los teléfonos más económicos arrancan a partir de los u$s111.
En cuanto a presencia de marca, en Argentina es en el único país donde no se venden teléfonos Apple, mientras que en Colombia no se registran ofertas de Sony Ericsson.
Samsung, Motorola, LG, Nokia, y Blackberry tienen presencia en todos los países analizados.
En comparación con Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, la Argentina es el único país cuyo precio promedio supera los u$s500 dólares (568). Esto es, un 17,6% más que en México, donde el precio promedio era de u$s483. Mientras que en Brasil el valor promedio resultó u$s445 y en Chile, u$s358. En Perú (u$s344) y Colombia (u$s313) se conseguían los precios más bajos.
Al contrastar un mismo producto en todas las naciones, en este caso el Samsung Galaxy S3, que es el teléfono más ofrecido de todos, los precios más bajos se encuentran en Perú, Colombia y Brasil (u$s628, u$s657 y u$s688), seguido por Chile (u$s739), mientras que en México y Argentina se pagan más caros (u$s819 y u$s849). En este análisis hay que tener en cuenta que se tomaron teléfonos liberados y con contratos de operadoras de telefonía móvil.
En Chile, Colombia, México y Perú se ofrecen teléfonos inteligentes por menos de u$s100, gracias a la presencia de marcas económicas, como Miray, Azumi, Nuqleo, VTR, entre otras siendo Chile donde mayor variedad de marcas de bajo costo hay. En cambio, en Argentina y Brasil, los teléfonos más económicos arrancan a partir de los u$s111.
En cuanto a presencia de marca, en Argentina es en el único país donde no se venden teléfonos Apple, mientras que en Colombia no se registran ofertas de Sony Ericsson.
Samsung, Motorola, LG, Nokia, y Blackberry tienen presencia en todos los países analizados.
domingo, 4 de agosto de 2013
Dos o tres veces cuesta "el modelo"
Índice Falabella: por los mismos productos, los argentinos pagan 3 veces más que "los vecinos"
19-06-2013 Desde una simple afeitadora a un juego de comedor. Desde una pequeña cámara de fotos a una tablet, un televisor o una heladera. Por todos estos artículos aquí deben pagarse precios muy superiores a los que exhibe la cadena en Chile, Perú o Colombia. El juego de las diferencias. iProfesional
El El debate sobre el valor del dólar en la debate sobre el valor del dólar en la Argentina está más vigente que nunca.
Mientras se unifica el consenso de los expertos sobre el impacto del atraso del billete verde frente a la inflación en la performance de la industria nacional en los mercados internacionales, desde el Gobierno se siguen aferrando a la idea de que el tipo de cambio competitivo subsiste y que éste, incluso, sigue impulsando las exportaciones.
Días atrás, fue el director ejecutivo de la ANSES, Diego Bossio, el responsable de asegurar que "el tipo de cambio sigue siendo favorable. Se mida como se mida".
Anteriormente, fue la propia Presidenta la que afirmó que "los que pretendan ganar plata a costa de la devaluación y del pueblo, van a tener que esperar otro gobierno, no con nosotros".
La mandataria, incluso, señaló no sólo que la Argentina goza de una buena competitividad cambiaria, sino que son los principales socios comerciales los que tienen problemas con sus monedas. Y citó el caso de Uruguay, con un retraso del 215%, Chile (107%) o Perú (81%).
Sin embargo, los economistas críticos a la gestión K vienen señalando que poco y nada queda del dólar alto que se había generado tras la irrupción de la feroz devaluación que puso fin a la convertibilidad.
Así las cosas, desde entidades como el Banco Ciudad señalan que ya desde 2012, en términos reales -es decir, considerando el efecto inflacionario- se da una paridad dólar-peso.
Y este atraso está generando que diversos sectores tengan problemas para competir en el mundo. Un caso es el de la industria automotriz, que tiene cada vez más inconvenientes para exportar lo que la obliga a "refugiarse" más en Brasil, donde todavía el factor cambiario le juega a su favor.
Pero este fenómeno excede a la industria de los autos. Desde el sector frigorífico, por ejemplo, aseguran que se pierden mercados porque el atraso del tipo de cambio y la suba de costos lleva a que cada tonelada de carne argentina salga de los puertos locales a un valor u$s1.000superior que en el caso de otros competidores, como Uruguay.
El "termómetro" del atraso cambiario
A la hora de medir el valor de la moneda estadounidense en distintos países, han proliferado diversos indicadores. El más difundido es el que elabora la revista The Economist, en base al popular Big Mac, la hamburguesa que la cadena Mc Donald´s elabora con una "receta calcada" en Estados Unidos, Japón, Sudáfrica o Argentina.
A la hora de medir el valor de la moneda estadounidense en distintos países, han proliferado diversos indicadores. El más difundido es el que elabora la revista The Economist, en base al popular Big Mac, la hamburguesa que la cadena Mc Donald´s elabora con una "receta calcada" en Estados Unidos, Japón, Sudáfrica o Argentina.
Más allá de las polémicas que desata este relevamiento, dado que Moreno hace tiempo viene presionando a la cadena de fast food para que congele el precio de este único producto -que se alejó de manera sorprendente del resto-, el ejercicio de analizar el valor de una "commodity" en distintos mercados resulta eficaz.
En este contexto, otro termómetro que puede brindar una referencia es comparar un mismo bien comercializado en diferentes países de la región, comparativo que cobra mayor relevancia si dicho artículo es vendido en cada uno de esos mercados por una misma cadena.
Tal es el caso de Falabella, que posee su casa matriz en Chile y sucursales en la Argentina,Perú y Colombia.
Al trazar una radiografía para un listado de productos que incluye electrodomésticos, artículos tecnológicos, muebles y hasta perfumes, las diferencias de precios que saltan a la vista sonnotables.
Al convertir los valores vigentes para el plano local al tipo de cambio oficial fijado por el BCRA, laArgentina es, por lejos, el país más caro para cada uno de los artículos que incluye este relevamiento.
En efecto: si se considera el caso de un televisor LED Full HD 3D marca LG de 42 pulgadas, en un local Falabella de Buenos Aires habrá que abonar unos $7.000 que, convertidos al cambio oficial, equivalen a u$s1.310, tal como se puede observar a continuación:
Como contrapartida, un equipo de la misma marca y similares prestaciones, cruzando la cordillera puede adquirirse a unos 279.990 pesos chilenos que, traducido en dólares, equivale a u$s559.Esto implica que, si se considera el tipo de cambio oficial, el mismo producto en la Argentina cuesta un 134% más que en el país vecino.
Grandes diferencias de precios también pueden encontrarse, por ejemplo, en las cámaras digitales. Esta cadena comercializa en el país una Nikon modelo S2600 a un valor de $1.199. De acuerdo al cambio fijado por el Banco Central, esto representa unos u$s224.
Sin embargo, en Falabella de Chile, este mismo equipo puede obtenerse por el equivalente a u$s100.
Esto implica que este equipo en la Argentina termina siendo cerca de un 124% más costoso que en el país trasandino.
Las diferencias también son notables en el caso de los muebles y productos de decoración: un juego de living compuesto por una mesa y un silla modelo Isidora, en la Argentina cuesta casi u$s590:
Considerando que en Perú, este mismo juego de living importado de China tiene un valor de 499 soles, que representan cerca de u$s180, en la Argentina se está pagando casi un 230% más.
Pero la gran diferencia, sin lugar a dudas, se puede observar en los electrodomésticos: en el portal de ventas online que la compañía posee en el país, se ofrece una heladera LG side by side con capacidad de 511 litros a $29.900. Al tipo de cambio oficial, esta cifra equivale a unos u$s5.590.
¿Cuánto cuesta una heladera similar en Santiago de Chile? Unos u$s1.700. Es decir que los argentinos deben pagar un 230% más que los consumidores del país vecino.
.
Diferencias como las anteriores, pueden encontrarse en prácticamente cualquier producto que se venda en la Argentina, desde toallas, hasta afeitadoras, pasando por equipos de GPS y tablets, tal como se puede observar en la siguiente infografía:
Desde Ecolatina destacaron que este es el resultado de una elevada inflación, que entre 2008 y 2013 superó el 20% anual, frente a un ajuste del billete verde acotado, cercano al 10% anual promedio.
La consecuencia de esto es que los productos vendidos en el mercado local, ya sean de industria nacional como importados, se terminan volviendo cada vez más caros en términos de dólar.
Indice Falabella, en términos de dólar "blue"
Claro que si el comparativo se realizara con la conversión en términos del blue, el "índice Falabella" quedaría mucho más equilibrado y mejor repartido.
Claro que si el comparativo se realizara con la conversión en términos del blue, el "índice Falabella" quedaría mucho más equilibrado y mejor repartido.
La Argentina, en ese caso, incluso pasaría a tener varios productos (como toallas, equipo de GPS y perfumes) entre los más económicos dentro de este grupo de cuatro naciones.
Esto es lo que explica el reciente furor de turistas uruguayos, chilenos y hasta brasileños que viajan a la Argentina con dólares en la mano, en una suerte de "tour de compras", para convertirlos a valor blue y así sacarle jugo a la brecha cambiaria.
Atento a esto, incluso, la administración de José "Pepe" Mujica decidió emitir una normativapara impedir que uruguayos crucen la frontera y vuelvan en el día cargados de alimentos y artículos electrónicos.
En busca del equilibrio
Sin embargo, para los expertos críticos a la gestión K, el tipo de cambio "de equilibrio" no es ni el que marca día a día el BCRA, ni el del mercado marginal.
Sin embargo, para los expertos críticos a la gestión K, el tipo de cambio "de equilibrio" no es ni el que marca día a día el BCRA, ni el del mercado marginal.
En diálogo con iProfesional, Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, destacó que "para equilibrar la cuenta corriente, el nivel cambiario debería ser de $6,50 por dólar, una cifra que -considerando la inflación local, la devaluación nominal y descontando la variación de precios de Estados Unidos-, equivale a la situación de competitividad que tenía nuestra economía en el año 2010".
El punto a destacar es que, aun considerando ese valor de "equilibrio" para el billete verde, la Argentina seguiría siendo el mercado más costoso.
Esto se debe a que muchos de los artículos del comparativo son importados y se encuentran sometidos a una compleja red de impuestos y aranceles que los van encareciendo en su trayecto desde que son embarcados en el puerto de origen hasta que cruzan la Aduana.
Esta situación se da especialmente en el caso de los productos tecnológicos, que actualmente son ensamblados en el sur del país bajo el paraguas protector del Gobierno, que los beneficia con un excención de impuestos, al tiempo que castiga el ingreso de aquellos bienes que llegan del exterior.
A esto se suma que las empresas de retail tienen que cumplir con el controvertido plan "1 a 1", que las obliga a tener una balanza comercial superavitaria.
Así las cosas, como gran parte de su oferta está basada en artículos fabricados fuera del país, para poder seguir operando estas compañías tienen que salir a tejer acuerdos con exportadores de granos, vinos, cueros y hasta de agua mineral para generar un cupo de importaciones validado por el Gobierno.
El punto es que ese "peaje" tiene un costo del 10%, lo que termina repercutiendo en el precio de venta que luego paga un cliente.
El efecto nocivo del cierre aduanero a nivel inflación, de hecho, quedó reflejado en un discurso que pronunciara la propia Presidenta a fines de marzo, cuando amenazó con abrir la importación de determinados productos para hacer frente a la suba de precios, algo que se terminó viendo reflejado en las estadísticas de abril último.
Si bien el Ejecutivo, a la hora de analizar el origen del "gen inflacionario", nunca hizo un mea culpa sobre el impacto generado por la fuerte emisión monetaria y la disparada del gasto público, sí cometió un acto de "sincericidio" al señalar al "cerrojo" de Guillermo Moreno como responsable, en parte, de fogonear la inflación.
El riesgoso camino de intentar volver a ser competitivo
Entre los economistas críticos al manejo de la política cambiaria oficial, crece el consenso de que el Gobierno prácticamente no tiene ya margen para devaluar más de un 20% de una vez sin que este impacto vaya directamente a precios.
Entre los economistas críticos al manejo de la política cambiaria oficial, crece el consenso de que el Gobierno prácticamente no tiene ya margen para devaluar más de un 20% de una vez sin que este impacto vaya directamente a precios.
Según Dal Poggetto, "en una economía como la nuestra, con el actual índice inflacionario, si se llevase el tipo de cambio a $6,50 por dólar para recuperar la competitividad perdida, el efecto de esa devaluación se terminaría diluyendo por el impulso que cobrarían los precios".
La analista marcó una diferencia muy clara con Brasil "que, por priorizar siempre la lucha contra los precios, hoy tiene margen de maniobra para soltarle un poco la mano a su moneda. Además cuenta con un Banco Central con credibilidad, un punto no menor en estos días".
El aspecto que más preocupa es, justamente, el futuro de la moneda brasileña, que viene deanotar la mayor devaluación de los últimos cuatro años.
Según Dal Poggetto, "al Gobierno kirchnerista no le gusta nada este movimiento del real. Y la realidad es que Brasil hoy le está metiendo presión al BCRA. El problema es que ya no tiene margen para acompañar cualquier variación cambiaria de nuestros vecinos".
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