El blog reúne material de noticias de teoría y aplicaciones de conceptos básicos de economía en la vida diaria. Desde lo micro a lo macro pasando por todas las vertientes de los coyuntural a lo más abstracto de la teoría. La ciencia económica es imperial.
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viernes, 1 de julio de 2022
viernes, 3 de julio de 2015
Precios y salarios máximos en la Antigua Roma
PRECIOS Y SALARIOS EN LA ANTIGUA ROMA
JAVIER SANZ - Historias de la Historia
Hoy en día, tal como están las cosas, los que tenemos la suerte de tener un salario, comprobamos como disminuye mes a mes… y gracias. Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma, y gracias al Edicto de Precios Máximos o el Edicto de Diocleciano, vamos a ver qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente.
Pergamino del Edicto
Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis –crisis imperial– alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
Carpintero o albañil – 50 al día
Pintor (brocha gorda) – 75 al día
Pintor (de cuadro) – 150 al día
Tejedor de lana – 175 por manto
Panadero – 50 al día
Construcción de barcos, fluviales y marítimos – 50 y 60 al día respectivamente.
Arriero – 25 al día
Barbero/peluquero – 2 por persona
Limpiador de cloacas – 25 al día
Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
Cebada y centeno, un modio – 60
Lentejas, un modio – 100
Sal, un modio – 100
Judías, un modio – 100
Arroz, un modio – 200
Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16
Cerveza gala, un sextarius – 4
Cerveza egipcia, un sextarius – 2
Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
Aceite de oliva, un sextarius – 40
Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) – 12
Pierna de cerdo, Menápico o Cerritano – 20
Carne de vaca, una libra – 8
Un pollo – 60
Un faisán – 250
Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
Pescado salado, una libra – 6
Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.
JAVIER SANZ - Historias de la Historia
Hoy en día, tal como están las cosas, los que tenemos la suerte de tener un salario, comprobamos como disminuye mes a mes… y gracias. Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma, y gracias al Edicto de Precios Máximos o el Edicto de Diocleciano, vamos a ver qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente.
Pergamino del Edicto
Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis –crisis imperial– alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
Salarios:
Trabajador agrícola – 25 al díaCarpintero o albañil – 50 al día
Pintor (brocha gorda) – 75 al día
Pintor (de cuadro) – 150 al día
Tejedor de lana – 175 por manto
Panadero – 50 al día
Construcción de barcos, fluviales y marítimos – 50 y 60 al día respectivamente.
Arriero – 25 al día
Barbero/peluquero – 2 por persona
Limpiador de cloacas – 25 al día
Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
Precios
Trigo, un modio (8,75 kg.) – 100Cebada y centeno, un modio – 60
Lentejas, un modio – 100
Sal, un modio – 100
Judías, un modio – 100
Arroz, un modio – 200
Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16
Cerveza gala, un sextarius – 4
Cerveza egipcia, un sextarius – 2
Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
Aceite de oliva, un sextarius – 40
Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) – 12
Pierna de cerdo, Menápico o Cerritano – 20
Carne de vaca, una libra – 8
Un pollo – 60
Un faisán – 250
Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
Pescado salado, una libra – 6
Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.
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