sábado, 31 de octubre de 2015

Cazadores de precios porteños

Cazadores de precios: vecinos que viajan por los barrios para hacer las compras
En auto o en colectivo, hacen largos recorridos para conseguir carne en Mataderos, fiambres en Almagro y especias en Liniers
Josefina Marcuzzi
LA NACION



Alejandra espera con paciencia su turno en la carnicería, en la esquina de Lisandro de la Torre y Alberdi, en Mataderos. Tres veces por mes viaja desde Flores para comprar carne, pollo y cerdo; luego lo pone en el freezer y, cuenta, se ahorra cerca de un 30% del total.

Miles de porteños de todos los barrios viajan durante 40 o 50 minutos para hacer las comprar en los sitios donde encuentran calidad y precio, una combinación perfecta que sólo está en algunos barrios. Por ejemplo, la carne del mes se consigue en Mataderos; la mejor opción de legumbres, especias y condimentos está en Liniers. Si se trata de fiambres y embutidos, el lugar recomendado para ir es Corrientes 3876, en el corazón de Almagro, entre otras opciones. También, muchos se suben a un colectivo o a su propio auto en busca de las mejores frutas y verduras en el Mercado Central, en el conurbano bonaerense, que pronto abrirá una sucursal en Colegiales.


Los sábados por la mañana es el día para hacer las compras; muchos invierten algunas horas para movilizarse y conseguir buena carne, por ejemplo, a un precio saludable para el bolsillo. Sobre la avenida Lisandro de la Torre varias carnicerías compiten por captar clientes, y las opciones son realmente tentadoras: los precios son un 30% más económicos que en cualquier carnicería de la ciudad. Ofertas de asado a $ 55 el kilo, vacío a $ 65 el kilo y milanesas a $ 65 el kilo. Y los vecinos hacen cola para llevarse la mercadería.

"Nosotros venimos a comprar desde Palermo porque nos ahorramos, como mínimo $ 30 por kilo de carne. Normalmente venimos dos o tres veces por mes, en auto, y congelamos la comida. Realmente vale la pena hacer el viaje", cuentan Néstor y Damián, padre e hijo, que viven en la zona del Jardín Botánico, en Palermo.


En la esquina de Lisandro de la Torre y Alberdi la carnicería Chalin convoca a colas y colas de gente que espera para llevarse los mejores cortes, como "cuadrada" a $ 75 el kilo. "Ahorrás plata, incluso, comparando con los grandes supermercados: yo soy de la zona y en estas carnicerías podés gastar hasta el 50% menos que en cualquier otro barrio de la ciudad", asegura Alejandra, una vecina que vive hace 30 años en Mataderos.

Otros miles de porteños optan por la zona oeste para encontrar las mejores legumbres, especias y condimentos: en José León Suárez al 100, en Liniers, la comunidad boliviana y peruana ofrece muy buenos precios en estas provisiones básicas para las familias. Aquí, Edith Mejías recorre los locales junto a Andrea Romano; la primera viene de Flores, la segunda es de Liniers. El olor a especias flota en el aire y los locales se intercalan con comercios de zapatos, ropa y juguetes. "Acá conseguís una bolsita de azúcar impalpable a $ 24. Y en cualquier dietética de la Capital la encontrás a $ 36", cuenta la vecina de Flores. En Liniers hay que caminar y saber elegir, pero es posible hallar esencias a $ 15 el kilo, azafrán a $ 16 el kilo y porotos aduki a $ 22 el kilo.


"Recibimos gente de todos lados, sobre todo los sábados; vienen de Palermo, Belgrano, Recoleta, Villa Crespo. Tenemos mucha variedad a precios muy accesibles", explica Sebastián, un empleado, mientras pesa una bolsita de pimienta.

"Yo compro legumbres y especias; los productos son los mejores de Buenos Aires y los precios son muy buenos. Vale la pena el viaje", cuenta Adriana, que vive en Colegiales y se moviliza en tren hasta Liniers, dos veces por mes. Para elegir frutas y verduras, dice, no hay mucha opción más que las verdulerías de barrio. Al menos por ahora.

Otras opciones


Los porteños que deciden ahorrar en la compra de hortalizas deben cruzar toda la ciudad para ir al Mercado Central, en Tapiales, o bien comprar a través de la página web que ofrece el servicio de envío a domicilio. Sin embargo, apenas se labren los oficios judiciales necesarios, abrirá una sucursal en Colegiales, en Crámer 475.

Los vecinos porteños pueden conseguir cebolla a $ 20 el kilo, un 25% menos que en cualquier verdulería de la ciudad; el tomate está disponible a $ 22 el kilo e incluso los lácteos cuestan un 30% menos que en los supermercados de barrio.

Para conseguir excelentes precios en fiambres y embutidos, además de calidad, el lugar es una pequeña boutique situada en Corrientes 3876, en Almagro. Allí, vecinos de Boedo, Parque Chacabuco y Caballito llevan pastrón ahumado por $ 28 los 100 gramos, y jamón crudo a las finas hierbas por $ 27 los 100 gramos, entre otros excelentes productos y muy buenos precios.

Para completar el recorrido y tener la mesa familiar lista, quedará darse una vuelta por el tradicional Barrio Chino, en pleno Belgrano. La zona se ha vuelto un polo por excelencia de variedad de pescados, a donde miles de porteños se acercan por la cantidad de opciones y los precios recomendados.

Ofertas tentadoras


$ 55
el kilo de asado

Es lo que cuesta en las carnicerías de Mataderos. En cambio, en Núñez el mismo corte trepa al doble

$ 16
el kilo de azafrán

Es lo que vale en los locales de especias y legumbres en el barrio de Liniers

jueves, 29 de octubre de 2015

Argentina se consumió 2 Plan Marshall para arar en el barro

El kirchnerismo consumió el equivalente a dos Plan Marshall


Por: Nicolás Cachanosky - Infobae

Ese es el resultado de comparar el total de divisas liquidadas por exportación de oleaginosas y cereales durante el kirchnerismo contra el monto en dólares del Plan Marshall en valores actuales. Los resultados que el kirchnerismo tiene para mostrar, sin embargo, dejan mucho que desear cuando se compara su gestión con el  de los países que participaron del Plan Marshall.

Cuando termina la Segunda Guerra Mundial los países beligerantes se encontraban en una situación crítica: infraestructura diezmada, economías deprimidas, y sin reservas para comerciar con el resto del mundo. El Secretario de Estado americano George Marshall ideó un plan de asistencia financiera para la reconstrucción económica de los países beligerantes. En términos sencillos, el plan se valía de dos herramientas. Por un lado Estados Unidos daría dólares a países beligerantes, principalmente europeos, para que los mismos puedan reconstruir su infraestructura y economías y al mismo tiempo importar bienes de Estados Unidos. Por otro lado, los países participantes del plan debían desregular sus economías y abrirse al comercio internacional. La motivación no era sólo económica ni para beneficiar a los exportadores americanos; parte del plan consistía en contener el avance de la URSS, que explícitamente rechazó participar de él por considerarlo una política de imperialismo norteamericano. El plan duró cuatro años, de 1948 a 1951.



En términos generales, los fondos del Plan Marshall se distribuyeron per cápita entre los distintos países pero se priorizó a los aliados y a aquellas naciones considerados fundamentales para recuperación económica del resto de la región. El Plan Marshall implicó una ayuda financiera de unos 13 mil millones de dólares (13.000.000.000 USD). Esto equivale a entre 112 y 120 mil millones en valores actuales.

Pasemos a Argentina. Néstor Kirchner asume en mayo del 2003 con una economía saliendo de una crisis, reservas en recuperación pero con una infraestructura que no fue destruida como en el caso de la Segunda Guerra Mundial.  Desde entonces hasta fines del 2014 entraron un total de 215 mil millones de dólares por exportación de oleaginosas y cereales. Casi el doble del total que el Plan Marshall distribuyó entre 18 países. Reino Unido fue la región que recibió más fondos del Plan Marshall, alrededor de 30 mil millones en valores actuales. Es decir, el gobierno K recibió en exportaciones agrícolas 7 veces el equivalente al país con mayor participación del Plan Marshall.

El kirchnerismo ha hecho todo, o casi todo, al revés. En lugar de desarrollar infraestructura, el kirchnerismo se la consumió. En lugar de abrirse al comercio, el kirchnerismo cerró la economía. En lugar de acumular reservas, el kirchnerismo las dilapidó pagando las deudas del Tesoro, por financiar el déficit energético, y por una política de dólar barato similar a la tablita de Martínez de Hoz. En lugar de liberar la economía, el kirchnerismo ha regulado e intervenido la economía al punto tal que Argentina rankea como la cuarta economía menos libre del mundo en el último reporte del Economic Freedom of the World del Fraser Institute. Durante el Plan Marshall, la pobreza y miseria heredadas de la guerra desaparecieron. Durante el kirchnerismo, la necesidad de asistencia social ha crecido consistentemente. Con un argumento carente de toda seriedad, el Indec sostiene que no publica estimaciones de pobreza alegando que les resulta “muy difícil.”

¿Cuáles fueron los resultados en términos de producto? El economista e historiador Barry Eichengreem sostiene que en 1951 todos los países que participaron del proyecto tenían un PBI por lo menos un 35% superior a los valores en 1938 (pre-Guerra). Esto equivale a un crecimiento anual promedio de 2.2%. Si comparamos estimaciones privadas del PBI argentino (ARKLEMS) del 2014 contra el pico de 1998 (pre recesión y crisis), entonces el crecimiento promedio anual es de 2.6%, prácticamente igual. Las economías europeas siguieron creciendo luego de 1951. El kirchnerismo deja una economía en estanflación.

El kirchnerismo no heredó una situación económica y social peor a la de los europeos luego de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, dispuso del equivalente a dos Plan Marshall o a siete veces los recursos que el país más beneficiado por este plan tuvo a su disposición. Oportunidad perdida sería más descriptivo que década ganada para referirse al kirchnerismo. Intente imaginar dónde estaría Argentina hoy si se hubiese hecho un uso racional de los recursos que estuvieron disponibles en lugar del populismo extremo que representa la administración K. Argentina no necesita actualizar el modelo K, lo que Argentina necesita un giro de 180 grados.

De UDESA al MIT: Werning y la política económica

Iván Werning: “No me apuraría a subir las tasas en EE.UU.”
Profesor del MIT (Boston) y reconocido académico, este argentino cree que seguirá la era de crédito barato.

 
En la elite de la academia. Iván Werning, en un café en Núñez: “Nos vendría bien un sistema de flotación del tipo de cambio con metas de inflación”.

Ezequiel Burgo - iECO
Ivan Werning es un economista argentino de renombre en el mundo académico. Pero además es conocido en el ámbito de política monetaria de EE.UU. Su obra sobre el manejo de las tasas de interés en una depresión, y más específicamente en el caso que Keynes llamó ‘trampa de la liquidez’, resultó influyente en el sistema de la Reserva Federal.

The Wall Street Journal afirmó que el titular de la Reserva de Mineápolis, Narayana Kocherlakota, se convenció de mantener las tasas en cero luego de leer un trabajo del argentino. “La idea es, una vez alcanzado el límite de no poder bajar más la tasa, prometer que estará en cero durante un período extenso”, explicó Werning a iEco en una entrevista.

Corren tiempos de incertidumbre en la economía global y los países emergentes se ven afectados. Los commodities son más bajos que unos años atrás, los dólares huyen a los países desarrollados y no hay certeza de si Janet Yellen subirá la tasa de interés antes de fin de año. Werning, en un café cerca de la cancha de River donde se juntó con iEco, reveló un aspecto no tan conocido de cómo funciona la Reserva Federal en momentos de crisis. Algo así como el lado B de la política monetaria de EE.UU. y, por qué no, la contracara de cómo se hace política económica en la Argentina: los funcionarios dialogan y buscan en el ámbito de la academia respuestas prácticas a problemas concretos. “Algunos grupos de investigación económica de las reservas federales de EE.UU. equivalen a un departamento de Economía en una universidad top en EE.UU. Si uno escribe un trabajo sobre política monetaria y es relevante, será leído por los economistas de alguna reserva federal”.

–¿En qué otro tema trabaja usted hoy?

–Básicamente en dos cuestiones. Primero, un diseño óptimo de políticas económicas, muchas monetarias. Hay interés en evitar otra crisis y para ello se elaboran políticas macroprudenciales. Mi trabajo consiste en darle un sustento teórico a las propuestas. Segundo, trabajo en qué impuestos debería pagar el 0,01% de la población. Vivimos en una época donde una determinada persona puede capturar todo el mercado del mundo. Antes un buen escritor en Córdoba podría conquistar ese mercado: hoy puede leerlo todo el planeta.

Werning estudió Economía en la Universidad de San Andrés, institución que le otorgó el premio al Graduado Destacado 2015. Vive y trabaja en Boston: forma parte del cuerpo de docentes del MIT y es miembro de la Academia de Ciencias de EE.UU. Werning vino a Buenos Aires para asistir al homenaje de Udesa.

–¿Le gustaría trabajar en política?

– le preguntó iEco–.

Uno de los rastros que dejará la carrera electoral de este año es la performance política de un grupo de economistas jóvenes con formación académica: Martín Lousteau, Lucas Llach, Marcos Lavagna y Axel Kicillof.

–Me parece muy difícil y desafiante. Me gusta hablar con economistas que poseen esa experiencia y me llevo preguntas. Pero me gusta pensar las respuestas con tiempo y veo que en la función no hay tiempo para pensar en las respuestas. La esperanza de la academia es encontrar una respuesta para que, si en algún momento vuelven a aparecer esas preguntas, demos una respuesta.

En la conversación con iEco, Werning mostró esa misma impronta: pensó bien cada palabra antes de responder. No conforme con ello, al terminar cada frase, soltaba: “¿Esto lo editás, no?”. No consume novelas ni mira fútbol, salvo cuando juega la selección o Messi. Lee papers y los diarios de EE.UU. y de Argentina todos los días. Se mostró muy al tanto de los debates económicos del país y genuinamente interesado por escuchar ‘el otro lado’ de la campana. Unos meses atrás, el ministro de Economía, Axel Kicillof, había dicho que la economía de Harvard o MIT es “neoliberal”. Werning recoge el guante. “La idea de que en la economía compiten bandos ideológicos, derecha y izquierda, es errada. La economía es una herramienta utilizada por personas de ideologías diferentes que sirve para mirar datos de la realidad y que, al mismo tiempo, deja espacio abierto sobre qué hay que hacer”. Reconoce que la economía roza cuestiones ideológicas porque, en definitiva, una política siempre beneficia más a un sector que a otro. “El buen economista descarta pésimas opciones y muestra un buen menú. A la hora de elegir entre las distintas opciones, se imponen los juicios de valor. Pero eso es política. Dicho esto, es erróneo adjudicar un sesgo ideológico a la economía”.

–¿Cuáles son los temas que Argentina debe resolver una vez que dejemos lo urgente?

–Diseñar un mejor sistema impositivo y de seguridad social. Nos debemos un debate serio, con más racionalidad y sin agitar banderas. Pensar qué tipo de redistribución y asistencia queremos en vez de improvisar en momentos de crisis, o dejar que la inflación dicte la escala impositiva. Creo que hay mucho lugar para el consenso, ya que hay muchos objetivos en común.

Uno de los temas en los que parece haber coincidencias entre los economistas de los candidatos es que la economía debe ser capaz de impulsar más la inversión y no tanto el consumo. ¿Qué saben los economistas de ello? “Ninguno puede asegurar cómo se consigue más inversión. Pero sí sabemos que la incertidumbre que crea el sistema tributario, regulatorio y la macro actual no ayudan”.

–Por último, la pregunta del millón: ¿Yellen sube o no las tasas?

–Nadie sabe. Pero ciertamente una hipótesis que se maneja o especula es que entramos en una etapa de tasas bajas debido al menor crecimiento y baja demanda.

–¿Pero es tiempo de subirlas?

–Soy de los que creen que no hay que apurarse a subir las tasas en EEUU. No hay indicios de inflación que preocupen por ahora.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Econ 101: Política fiscal

La política fiscal

La política fiscal es la alteración deliberada de gastos o impuestos gubernamentales para ayudar a alcanzar los objetivos macroeconómicos deseables cambiando el nivel y composición de la demanda agregada (DA).

Tipos de política fiscal

Hay dos tipos de política fiscal, discrecional y automática.
  • La política discrecional se refiere a las políticas que se deciden, e implementados, por cambios en la política de una sola vez.
  • La estabilización automática, donde la economía se estabiliza mediante procesos denominados arrastre fiscal y impulso fiscal. Si las tasas de impuestos directos son progresivos, lo que significa que el% de los ingresos, a continuación, un rápido aumento de la renta nacional se desaceleró de forma automática. Arrastre fiscal significa que, como los ingresos aumentan, el impacto del aumento de los ingresos para el mejor se reduce a medida que pagan impuestos proporcionalmente más altos, y el impacto del aumento de los ingresos de los pobres y desempleados se reduce a medida que salen de beneficios, y empezar a pagar impuestos. El efecto es que el aumento de la renta disponible es moderado.

Impulso fiscal

Del mismo modo, una disminución potencialmente rápida y profunda en el ingreso nacional se evitaría por impulso fiscal. Impulso fiscal significa que los ingresos caen en una recesión el impacto de la caída de los ingresos de los más acomodados se suaviza, ya que pagan impuestos proporcionalmente más bajos, y retienen más ingresos después de impuestos.

El impacto de los ingresos cayendo es aumentar el desempleo, pero en lugar de experimentar un colapso total de los ingresos personales, los desempleados y los pobres, reciben beneficios, y gastar más de lo que tendrían sin esos beneficios. Por lo tanto, una desaceleración de la economía es también 'moderado'.


Sin estabilizadores
Con estabilizadores

Gasto gubernamental

Central y local de gobierno - el sector público - gasta el dinero para una variedad de razones, incluyendo:

  1. Para el suministro de bienes y servicios que el sector privado podría dejar de hacer, como bienes públicos, incluidos los de defensa, carreteras y puentes; bienes de interés social, como hospitales y escuelas; y pagos de asistencia social y las prestaciones, incluido el desempleo y la prestación de invalidez.
  2. Para lograr mejoras de la oferta en la macroeconomía, como el gasto en educación y formación para mejorar la productividad del trabajo.
  3. Para inyectar el gasto extra en la macroeconomía, a fin de lograr incrementos en la demanda agregada y la actividad económica.
  4. Para reducir los efectos negativos de las externalidades, tales como el establecimiento de límites de contaminación.
  5. Para subsidiar industrias que pueden necesitar, por una razón u otra ayuda financiera que no estarían disponibles en el sector privado.
  6. Para ayudar a redistribuir el ingreso y lograr una mayor equidad.

El gobierno local es muy importante en términos de la administración del gasto. Por ejemplo, el gasto en el NHS y la educación son administrados a nivel local, aunque las autoridades locales.

Gasto

Las principales áreas de gasto del gobierno del Reino Unido en 2013, que ascendieron a 673.9bn £, fueron bienestar y las pensiones ("protección" social), la salud, la educación, el orden público y la seguridad, y la defensa.

Gasto del gobierno central

Si los ingresos son insuficientes para pagar los gastos, habrá un déficit fiscal. En esta situación, el gobierno debe tomar prestado mediante la venta de bonos a largo plazo o cuentas a corto plazo. Los bonos son títulos a largo plazo que pagan una tasa fija de retorno durante un largo período hasta el vencimiento, tales como 10 años después de su emisión original, y son comprados por las instituciones financieras que buscan un retorno seguro. Gobierno también puede vender Letras del Tesoro, que se emitió en los mercados de dinero para ayudar a recaudar dinero en efectivo a corto plazo. Bills tienen una vida de 90 días solamente, después de lo cual se pagan.

En 2009, el endeudamiento del gobierno del Reino Unido ascendió a £ 175b, que era el equivalente del 25% del gasto total.

El endeudamiento del gobierno local

Las autoridades locales también pueden pedir prestado si sus ingresos combinados del Impuesto Consejo y el apoyo del gobierno central es insuficiente para satisfacer el gasto local.

Si se combinan las necesidades de financiamiento tanto del gobierno central y local, el importe de los préstamos se llama el requisito de efectivo neto del sector público (PSNCR). Los déficit fiscales varían con el ciclo económico.

Durante los períodos de crecimiento económico, el impuesto sobre los rendimientos de subida, y el gasto en prestaciones sociales caer, empujando las finanzas públicas hacia un superávit. Durante los períodos de desaceleración económica, los ingresos fiscales caen y prestaciones sociales aumentan, empujando la economía hacia un déficit fiscal.

Las reglas fiscales

La primera regla fiscal, la regla de oro para borrowing- establecida en 1997 por Gordon Brown - era que el gobierno debe equilibrar sus cuentas durante un ciclo económico, y sólo a pedir prestado para financiar proyectos de capital, tales como la construcción de carreteras. La segunda regla es la regla de inversión sostenible, que declaró que la proporción de la inversión neta y el PIB no debe superar el 40%. Estas reglas se relajaron en 2008 por el canciller Alistair Darling, para permitir que el gasto previsto adelantar en un intento de inyectar el gasto en la economía enferma Reino Unido.

El gobierno de coalición, que llegó al poder en 2010, abandonó estas reglas fiscales cuando se hizo evidente que poseían poca credibilidad en un momento de aceleración de la deuda pública. En un intento por devolver un poco de orden a las finanzas públicas, el gobierno de coalición puso en marcha la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR).

El gasto del sector público

Utilizando el gasto público para estimular la actividad económica ha sido una opción clave para los sucesivos gobiernos desde Keynes. Keynes argumentaba que el gasto público se debe aumentar en épocas de recesión para compensar la caída del gasto privado. Hay dos tipos de gastos:

  1. El gasto corriente, que es el gasto en salarios y materias primas. El gasto corriente es a corto plazo, y tiene que ser renovado cada año.
  2. El gasto de capital, que está gastando en activos físicos como carreteras, puentes, edificios del hospital y equipo. El gasto de capital es a largo plazo, ya que no tiene que ser renovado cada año - también se le llama el gasto en "capital social".


Evaluación del gasto público

Las ventajas


  1. El gasto público puede tener un impacto considerable en el nivel de DA, y compensar las deficiencias en otros componentes de la DA, como una caída en el gasto de los hogares en bienes de consumo y las empresas el gasto en bienes de capital.
  2. Si el gasto es en bienes de capital, entonces la infraestructura se puede mejorar, y esto puede ayudar a mejorar el crecimiento económico.
  3. El gasto en infraestructura también proporciona un beneficio externo al resto de la economía.
  4. El gasto público puede ser objetivo de lograr una amplia gama de objetivos económicos, tales como la reducción del desempleo, el logro de una mayor equidad, la construcción de carreteras, la acción contra la pobreza, y la re-construcción de centros de la ciudad.


Las desventajas


  1. Puede haber un considerable desfase entre los gastos y los beneficios del gasto. Por ejemplo, la decisión de aumentar el gasto en educación se llevará meses para implementar y años y décadas para ver todos los beneficios. De hecho, los beneficios pueden no ser 'vistos' debido a la falta de información.
  2. Al tratar de promover el crecimiento o reducir el gasto público de desempleo puede ser inflacionario, sobre todo si el gobierno tiene que pedir prestado a los mercados financieros o si el gasto es demasiado rápido, por ejemplo, con un aumento en el gasto corriente en los salarios.
  3. Hay un potencial "trade off" entre el desempleo y la inflación, primero analizado por AW Phillips. Si el objetivo de un aumento en el gasto público es la creación de puestos de trabajo no es la gran posibilidad de que se creará la inflación, y el crecimiento en puestos de trabajo sólo puede ser temporal mientras la economía se reajusta al nivel anterior del desempleo.
  4. Una limitación importante para el gasto público en la UE es de miembros del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de un país. Este pacto limita el endeudamiento público a no más del 3% de la renta nacional en un año, y no más de una deuda pública acumulada del 60% del valor de la renta nacional. El objetivo del Pacto de Estabilidad es dejar de países de la zona euro debilitamiento del valor del euro por "impresión de dinero", que ocurre cuando los gobiernos piden prestado a los mercados de dinero. El canciller del Reino Unido ha impuesto una limitación diferente - que el endeudamiento es aceptable si los fondos de capital, en lugar de, el gasto corriente del sector público.


Sin embargo, la crisis financiera de 2008 - 2010 y la recesión mundial subsiguiente, obligaron a muchos países a romper este pacto, ya que pidieron prestado cantidades sustanciales para ayudar a estimular sus economías nacionales. Tal vez el peor de los casos que surgió fue la de Grecia, cuya anual de déficit superó el 12% del PIB en 2009 (cuatro veces el límite pacto), y cuyo acumulado déficit se prevé llegar a 135% del PIB en 2011 (el doble del límite acordado). La situación de Grecia se hace especialmente peor dado el tamaño de su economía sumergida, estimada en más del 30% del PIB. (Fuentes: The Guardian y The Telegraph).

Los ingresos y la política fiscal

El gobierno central y local debe aumentar los ingresos con el fin de cumplir con sus compromisos de gasto. Los ingresos se levantó de una serie de fuentes, entre ellas:

Tributación

Los impuestos directos, como el impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades y los impuestos indirectos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), son las principales fuentes de ingresos para el Tesoro del Reino Unido.

Seguro Nacional

Seguro nacional es una contribución obligatoria a partir tanto el empleador y el empleado para proporcionar a los trabajadores un salario mínimo de inserción durante los períodos de desempleo.

Cargos

Tanto el gobierno central y local puede cobrar por el uso de los recursos bajo su control, tales como tasas de aparcamiento, cargos de prescripción, y las licencias de televisión.

Privatización

La venta de activos estatales, tales como los servicios públicos como el gas, el agua y la electricidad, en el pasado ha proporcionado ingresos "golpe de suerte" para el gobierno británico. La venta de los derechos de propiedad es una fuente similar de ingresos, como la venta de licencias a las emisoras y empresas de telefonía móvil por el derecho a utilizar las "ondas" públicos.

Endeudamiento

El préstamo se ha convertido en una fuente cada vez más importante de financiación para muchos gobiernos. Si un gobierno no tiene suficientes ingresos para financiar sus planes de gasto, puede pedir prestado a los bancos comerciales o el público por la venta de valores a corto plazo, denominados proyectos de ley, y los títulos a largo plazo, llamados bonos. Tanto el gobierno central y local puede tener que endeudarse fuertemente de vez en cuando para financiar los compromisos de gasto.

Ingresos de gobiernos locales

Las autoridades locales en el Reino Unido tienen el poder de aumentar los ingresos a través de un impuesto local llamado Impuesto Consejo. Sin embargo, impuestos municipales no cubren todo el gasto local y las autoridades locales suelen ser subsidiados por el gobierno central a través de una subvención. Se ha propuesto la Reforma de las finanzas de las autoridades locales, con las siguientes opciones están considerando:

  1. Un impuesto sobre la renta local
  2. Un impuesto de ventas o cargos locales específicas, tales como la tasa de congestión de Londres

Cambio de las tasas de impuestos

Los impuestos pueden subir o bajar para controlar o expandir el gasto de los hogares, y AD. Impuesto sobre la renta se puede ajustar en un número de maneras, como mediante el cambio:

  1. La asignación libre de impuestos - todos los perceptores de ingresos se les permite ganar una cantidad de ingresos antes de que empiecen a pagar impuestos. Por ejemplo, el mínimo exento del impuesto personal en el Reino Unido para el 2014 fue de 10.000 £. Por lo tanto, para estimular la demanda, esto podría ser aumentada para dar los hogares más ingresos disponibles.
  2. La tasa de impuesto básico - que en 2014 fue del 20%. Tasa básica significa que la tasa que afecta a la mayoría de los perceptores de ingresos.
  3. El número de bandas de impuestos - por ejemplo, antes de 2009 había tres bandas de: 0 - £ 2,320 de la renta imponible del ahorro se grava al 10%; 0 £ - 34.800 £ 34.800, tributará al 20% de impuestos, y más de £ se grava al 40%, que es la tasa de impuestos más alta. Mediante la adición de nuevas bandas inferiores o superiores al nivel de consumo y de la distribución del ingreso puede ser alterado. En 2014 se añadió un nuevo tramo impositivo más alto de 45% para las personas que ganan un ingreso gravable más de 150.000 £.
  4. El rango de los ingresos en cada banda - cada banda podría ser ampliado o se redujo al aumentar o reducir el rango de ingresos en cada banda.


Evaluación de la política fiscal

Las ventajas


  1. Los impuestos indirectos pueden ser dirigidos muy específicamente a la conducta alterando, como quien contamina, paga impuestos, y los impuestos sobre los bienes de demérito.
  2. Tributación puede estabilizar la macroeconomía de forma automática, a través de la fricción fiscal y de impulso.
  3. Cambios discrecionales en los impuestos directos pueden ayudar a regular la demanda agregada.
  4. Los impuestos y el gasto social también se puede utilizar para ayudar a reducir la brecha de ingresos entre ricos y pobres, reducir la pobreza y ayudar a promover la equidad.


Las desventajas


  1. Cambio de las tasas de impuestos, subsidios y bandas, es un negocio muy complejo, sobre todo en comparación con la evolución de las tasas de interés. Debido a esto los cambios son relativamente poco frecuentes, con ajustes solamente pequeños están realizando cada año en el presupuesto anual.
  2. Los hogares pueden aumentar o reducir sus ahorros siguientes cambios en los impuestos, por lo que el efecto sobre el gasto de los hogares de un aumento o disminución de los impuestos pueden ser débiles.
  3. Puede haber considerables desfases entre el cambio de los impuestos y los cambios en el gasto de los hogares.
  4. Impuestos más altos pueden tener un efecto disuasorio sobre el trabajo y la empresa, ya que algunas personas alteran su percepción de los costos y beneficios relativos de trabajo, en comparación con el ocio.


Economics Online

martes, 27 de octubre de 2015

Un tendero español es el hombre más rico del Mundo

Amancio Ortega, el hombre que juró que nunca volvería a pasar hambre
Hablamos con David Martínez, autor de la biografía no autorizada, en la que ahonda en la personalidad del artífice del imperio Inditex y su ambición por liderar la moda global.
NOELIA RAMÍREZ - El País



Con 76 años, Amancio Ortega ha amasado una fortuna que supera los 40.000 millones de euros.
Foto: Gtresonline

El 15 de mayo de 1975 Amancio Ortega (León, 1936) inauguraba la primera tienda Zara en A Coruña. Lo hacía a tan sólo 200 metros de la camisería Gala, el comercio en el que trabajó como 'chico de los recados' cuando apenas tenía 14 años. ¿Casualidad o golpe de efecto? La simbología que esconde el nacimiento del imperio Inditex no es una cuestión baladí. Ortega, hijo de un ferroviario vallisoletano afincado en León, dejó los estudios con apenas 12 años y se juró, a lo Scarlett O'Hara, que su familia nunca volvería a pasar hambre. Una promesa nacida de la impotencia que le provocó saber que a su madre ya no le fiaban en el ultramarinos.

Desde que entonó esa máxima, Ortega pasó de chico de los recados, a comercial de la empresa de confección La Maja, donde conoció a su ex mujer, Rosalía Mera, y empezó el germen de Zara. El éxito de las batas acolchadas de guata que la pareja cosía mano a mano por las noches, en sus ratos libres, permitió que junto a sus hermanos, una cuñada y el empresario fundador de Caramelo (José Antonio Caramelo) hiciesen despegar en 1972 a Goa Confecciones (las iniciales de Amancio Ortega Gaona al revés). Cuarenta años después, Ortega ha conseguido amasar una fortuna de 79.600 millones de dólares, unos 71.700 millones de euros, –sin contar un divorcio de coste estratosférico–, tener a más de 100.000 empleados en nómina y haber erigido más de 5.000 tiendas de sus marcas a lo ancho del planeta.

Con antecedentes dignos de un 'biopic' made in Hollywood, diseccionar qué esconde la personalidad del hombre más rico de España –y del mundo, según Forbes– es una aventura a la que pocos tienen acceso. El secretismo hermético que acompaña al ideólogo de Inditex es una constante desde que empezó su carrera. Jamás ha concedido una entrevista y es tan celoso de su intimidad que hasta el día de la boda de su hija Marta intentó por todos los medios no aparecer en la celebérrima foto del coche nupcial.

“Es un hombre de costumbres simples: le gusta la buena mesa, tomarse el café en el bar del pueblo y, a excepción de la hípica o una pequeña pasión por los coches, no tiene ninguna extravagancia especial”, cuenta el periodista David Martínez, que ha pasado el último año y medio investigando sobre “cómo un hombre desconfiado de la fama y de origen humilde consigue levantar una empresa de éxito de la misma nada”. Un trabajo que ha supuesto visitar y acercarse a los conocidos de todos los rincones en los que Ortega vivió (desde su infancia en León a su establecimiento en Galicia), entrevistar a miembros del consejo de Inditex, visitar las instalaciones de Arteixo y hasta tener dos conversaciones “informales” con el mismísimo “Don Ortega”. Un trabajo que se ha materializado en la biografía no autorizada “Zara, visión y estrategia de Amancio Ortega”, editada por Conecta.


Zara Getty
A finales de julio, había 1.671 tiendas de Zara repartidas por el mundo.
Foto: Getty Images
Martínez, al que le habían negado por activa y por pasiva la posibilidad de entrevistar directamente a Ortega, topó con él de casualidad en la zona de diseñadores de Arteixo. A pesar de que cedió el timón de Inditex a Pablo Isla en 2011, Ortega visita con regularidad el “corazón” de Zara en el polígono de Sabón. “Apareció con varios retales en la mano. Me acerqué a él, le dije que era periodista y que estaba escribiendo un libro sobre él y Zara, e inmediatamente me invitó a acompañarle a la cantina para que tomásemos un café”. De esta conversación informal y otro encuentro más, Martínez asegura que Ortega es un hombre “ambicioso y extremadamente observador. Esto no implica que tenga una visión fría, simplemente conoce cómo es empezar desde abajo y lucha por mantener su éxito; hasta se enorgullece de que sus propias marcas compitan entre ellas”. Un observador “obsesivo”, que “llegó a fabricar en serie una chaqueta motera de los 80 que había visto en un peatón mientras iba en su coche de camino al trabajo”.

El periodista defiende que la cabeza pensante de Inditex es un “idealista vanguardista”. “Cuando empezó, era capaz de conducir hasta París para ojear las tendencias de la Alta Costura y después trasladarlas en moda al mejor precio”. Un trabajo del que después se harían cargo los polémicos “ojeadores” que la empresa tiene repartidos por todos los desfiles, festivales de música o espacios dignos de recoger los 'musts' del momento. Una actitud que se ha ganado más de una crítica por sus competidores (hasta Isabel Marant hizo un guiño irónico a Zara en su último desfile), pero más que rentable para sus cifras de negocio. “En Inditex niegan la copia. La empresa asegura que se dedica a recoger las 'tendencias globales', ya sea en las pasarelas o en encuentros sociales”, explica.

La empresa, además, cuenta con un equipo de unos 90 diseñadores que trabajan diariamente en Arteixo. Un crisol cultural con creadores venidos de casi todos los puntos del planeta –hay incluso dos diseñadores de las dos costas estadounidenses para interpretar los diseños que funcionarán en Los Angeles o Nueva York–, y que se complementa con la sobredosis de información que reciben diariamente de las tiendas de todo el planeta. Consejos de clientes, prendas que funcionan (o no) y preferencias de los usuarios. Nada escapa al engranaje de Inditex. “En el fondo, su fuente de información es la propia tienda y el escaparate es su reclamo publicitario”. Tal es la obsesión por el detalle, que en Arteixo hay una planta específica con réplicas de las 40 tiendas más importantes para que nada falle a la hora de vestir sus locales.



Tras conseguir producir más de 900 millones de prendas al año, ¿le queda algún objetivo por cumplir a Amancio Ortega? “Quiere ser el protagonista de la moda global. Su sueño es que las clientas de Dior o Chanel también compren en Zara y que no se sientan avergonzadas por ello”.
Quizá le deje esa labor a su hija menor, Marta, a quien “ha ido educando en la sombra” para que tome el timón de la empresa. Licenciada en Ciencias Empresariales, trabajó como dependienta en una de las tiendas de Londres, después se trasladó a las oficinas del grupo en París y Asia. La última fase de su formación antes de su traslado a Arteixo la desarrolló en Tordera (Barcelona). Actualmente es vicepresidenta de las patrimoniales y trabaja mano a mano con su padre, encaminada, dicen, a tomar las riendas de un imperio de moda global.

(Este artículo se actualizó el 23 de octubre de 2015 con los datos económicos a propósito de la fortuna de Ortega publicados en la revista 'Forbes')

lunes, 26 de octubre de 2015

Cambios en la educación... ¿nos hace más cultos?

¿Somos más cultos ahora?
La progresiva disminución de asignaturas de humanidades en la educación primaria y secundaria es un ataque frontal al conocimiento. No dejemos de lado el estudio de lo que es substancial para vivir de manera decente, no aburrirse y ser feliz
FRANCESC DE CARRERAS - El País

RAQUEL MARIN

¿Somos hoy más cultos que ayer? Esta pregunta me resulta inquietante. Me refiero a la concepción clásica de cultura, a la idea de cultura que engloba al mundo del pensamiento, a los conocimientos filosóficos, literarios y artísticos. Pues bien, la pregunta me inquieta porque no tengo clara la respuesta.

Hay indicios contradictorios. La universidad pasó, alrededor de los años 70, de ser un centro de aprendizaje de las clases altas y medias, a incluir entre su alumnado a hijos de las clases trabajadoras que nunca hasta entonces habían podido acceder a ella: en principio, por lo menos, la cultura se ha extendido Aunque uno tiene la sensación de que nadie dispone de tiempo para leer libros de literatura o de pensamiento, y ni siquiera tiene afición a leer, si entras en una librería de una cierta calidad compruebas enseguida que la oferta de libros es impresionante, sin comparación mejor que nunca: alguien los compra. El cine, a mi modo de ver, ha empeorado bastante, cada vez las películas se parecen más unas a otras, cortadas todas por el mismo patrón de telefilm televisivo, pero esta es una opinión muy subjetiva que no comparten la mayoría de mis amigos cinéfilos, no me atrevería a hacerla pública, menos a escribirla en El País, denla pues por no leída.

Ciertos indicios son, pues, aparentemente positivos. Pero otros no lo son tanto o, para decirlo claro, son francamente negativos. Una cierta pasión por el fútbol, aunque no la comparta, la puedo entender, así es la condición humana. Pero tantas y tan desaforadas discusiones sobre los detalles más nimios de cualquier partido, la intolerancia que el fútbol fomenta y que suele trasladarse a disputas en otros ámbitos, entre ellos el de la política; los desenfrenados gastos en fichajes y los fabulosos sueldos de los jugadores, sin que nadie se escandalice por ello cuando en otros casos se pone el grito en el cielo por remuneraciones infinitamente menores a ciertos profesionales - o cargos públicos – de mucha mayor responsabilidad y trascendencia social. ¿Cultura futbolística? ¡Por favor! Fanatismo y mercado.

Otro tanto sucede con la gastronomía. ¿Es la gastronomía una forma de cultura? Entendida la palabra cultura en sentido amplio muy probablemente lo es, hoy este término lo abarca casi todo. Pero la sobrestimación de la gastronomía entre ciertas capas intelectuales me parece una manera de sustituir su vacío en ideas y conocimientos, cuando no su coartada moral para una conciencia culpable. A veces pienso que una cierta izquierda entró en decadencia al empezar a pensar que eran compatibles sus posiciones políticas y una desmesurada afición a la gastronomía y al fútbol. Quizás entre la obsesión sartreana por el compromiso - el engagèment, ¿recuerdan? - y la frivolidad de instalarse en la “nada” creyendo que se trataba del “ser”, hubieran podido encontrar sensatas actitudes intermedias que no les indujeran a su cómodo y adormecedor engaño.

Así podría seguir divagando sin llegar a conclusión alguna, sólo apuntando dudas. Pero estas dudas decididamente me abandonan en algunos asuntos concretos sobre los que tengo certezas, quizás equivocadas, pero que me atrevería a defender con argumentos a mi parecer convincentes. Se trata de ciertas cuestiones concretas relacionadas con la enseñanza, la televisión y las llamadas redes sociales. De la televisión me preocupa no ya su calidad general, que por supuesto, sino, especialmente, sus repercusiones que en la cultura política tienen los programas de debate, cada vez más parecidos a un match de boxeo que a una argumentada deliberación. De las redes sociales, admitiendo por supuesto sus inmensas ventajas, me preocupan el anonimato y los tuits, ese mensaje asertivo sin espacio para razonamiento alguno. Pero dejaremos sólo apuntados estos problemas y nos centraremos sólo en un aspecto puntual de la enseñanza.

La sobrestimación de la gastronomía entre ciertas capas intelectuales expresa un vacío de ideas

La progresiva disminución de asignaturas de humanidades –literatura, filosofía, historia, geografía – en la educación primaria y secundaria, pérdida que hoy ya contagia a la universidad, es un ataque frontal a la cultura. En la última reforma de la ley de Educación, la historia de la filosofía pasa a ser optativa y las horas de literatura disminuyen. Sólo con este mero hecho, a los estudiantes – y a la sociedad en general – se les trasmite la idea que estas materias no son importantes porque no sirven para abrirse paso en el mercado de trabajo.

Este giro no es nuevo. Desde los años ochenta ya había desaparecido la vieja asignatura sobre literatura universal, sólo permanecieron literatura española y, en su caso, de la comunidad autónoma con lengua distinta al castellano. En definitiva, la literatura considerada como simple lenguaje, no como hecho cultural substantivo del que el lenguaje es mero trasmisor. Goethe, Voltaire, Dostoyevsky, Tolstoi, Stendhal, Baudelaire, Mann, Kafka, Proust, Faulkner, Camus y tantos otros, son por lo visto prescindibles. Hoy los menores de cincuenta años no saben ni siquiera en qué época situarlos.

Los debates televisivos se parecen más a un match de boxeo que a una argumentada deliberación

Esto sucederá ahora con la filosofía, el núcleo del pensamiento, al pasar a optativa la asignatura sobre su historia. ¿Se puede comprender lo que hoy nos pasa sin estudiar a aquellos que reflexionaron sobre lo que pasaba en su tiempo? ¿Pueden entenderse cabalmente las cuestiones de método en cualquier ciencia, es más, pueden entenderse los fundamentos de la cultura occidental, sin estudiar el decisivo paso que dieron los filósofos presocráticos?

El formidable éxito de la excelente colección de libros sobre los grandes filósofos, dirigida por el profesor Manuel Cruz, que se reparte semanalmente con El País, es reconfortante e indica la sed de conocimiento de unos ciudadanos que, además de ser competentes en su trabajo, quieren saber más, están preocupados por las eternas cuestiones que el hombre se ha ido planteando a lo largo de la historia. ¿Podrán unos estudiantes que no tienen ni idea de estos hitos del pensamiento recurrir a ellos si no sabrán ni siquiera en qué siglo han vivido?

Están bien la informática, el inglés y otras asignaturas instrumentales, pero no dejemos de lado el estudio de aquello que quizás no sirve como medio para ganarse la vida pero que es substancial para vivirla de manera decente, incluso para no aburrirse y ser feliz. Quizás el mercado soluciona mejor que nadie la producción de bienes pero, como dijo Octavio Paz, “no es una respuesta a las necesidades más profundas del hombre. En nuestros espíritus y en nuestros corazones hay un hueco, una sed que no pueden satisfacer las democracias capitalistas ni la técnica”.

Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional.

domingo, 25 de octubre de 2015

Finlandia enseñará sin materias

Expertos plantean cómo enseñar sin materias



Líder en educación, Finlandia pondrá en práctica un aprendizaje dividido en tópicos que incluyen varias asignaturas. ¿Podría aplicarse en Argentina? Polémica por la cursiva.


Por Josefina Hagelstrom - Perfil

A partir del año que viene, los alumnos de las escuelas de Finlandia dirán adiós a las materias tal como las conocemos. La iniciativa busca que el aprendizaje ya no se concentre en contenidos específicos, sino que vaya hacia “tópicos” o “fenómenos”. Así, en vez de estudiar por separado Lengua, Matemática o Historia, trabajarán con temas como el cambio climático o la Unión Europea, mediante los cuales estudiarán en conjunto varias asignaturas. Y en vez de tener evaluaciones tal como las conocemos, podrían tener que crear una página de Facebook de divulgación científica, por ejemplo.

En diálogo con PERFIL, Pasi Silander, administrador de Desarrollo de la Educación Digital de Helsinki, y uno de sus impulsores, explica que estos cambios buscan poner la atención sobre temas “más reales”, que les permitan aprender habilidades que les sirvan en su vida laboral. “Con la digitalización de las industrias, las habilidades que se necesitan ahora y en el futuro difieren de las que necesitábamos antes”, agrega.

En ese contexto, la pregunta es si este tipo de experiencia sería aplicable en el país. Consultados por PERFIL, especialistas en educación analizan el tema. Para Gustavo Iaies, director del Centro de Estudios de Políticas Públicas (CEPP), “como idea es interesante: menos materias, más profundas; es un camino a recorrer, pero primero hay que hacer un trabajo de redistribución entre los contenidos básicos y los temas de profundización”, dice. Y agrega que “eso aquí tiene un problema primario, porque hay que transmitir conocimientos ordenados antes, y nosotros no llegamos a eso”.

Para Axel Rivas, investigador de Cippec, si bien el cambio hacia los “fenómenos” es aplicable, “requiere mucha capacidad de articulación entre los temas, capacitación docente y trabajo con las escuelas”. Sin embargo, advierte que debería ser “un camino intermedio, donde las escuelas tengan grandes temas por mes que unifiquen parte del trabajo de varias o todas las materias”.

Por su parte, Irene Kit, de Asociación Civil Educación para Todos y Fundación DAR, opina que la iniciativa responde a que “cambió el acceso al conocimiento en general”, por lo que sería recomendable “modificar el enfoque: ir de las condiciones a los resultados”. Y agrega que “en el mundo son cada vez más los países que abandonan una didáctica centrada en el orden de los contenidos atomizados, en memorizar, para poner énfasis en desarrollar el aprender haciendo”.

Para Kit, “tenemos que plantearnos cómo enriquecemos un enfoque contenidista, para que en la escuela se instalen prácticas concretas orientadas a un enfoque de desarrollo de capacidades, habilidades, que cubran todo lo intelectual, emocional y social”. Y ejemplifica con el caso de Formosa, donde trabajaron tres años con un modelo educativo más ligado al desarrollo, que apuntó a fomentar la comprensión de lectura, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, aunque sin cambiar las asignaturas

Cursiva: ¿sí o no?

Finlandia también eliminará la enseñanza de la cursiva. Para Sara Melgar, especialista en Didáctica de la Lengua, el tema es polémico, ya que aprender a escribir tanto en imprenta como en cursiva aporta al desarrollo cognitivo de los alumnos.

Respecto de los valores de la cursiva, sostiene que “la letra manuscrita establece un circuito que fija los contenidos”. Es decir que, cuando escribimos en cursiva, estamos fijando el concepto de “palabra”. “Cuando se aprende a escribir, se aprende a separar las palabras; la cursiva, en las sociedades que la tienen, tiene esa ventaja”, agrega.

En tanto, la imprenta “permite a los chicos descubrir que las palabras están compuestas por letras, y que éstas constituyen las palabras, que pueden intercambiarlas y generar todas las palabras que se les ocurran”

sábado, 24 de octubre de 2015

Huyendo de la inestabilidad telúrica de su tierra, a los argentinos les va bien en USA

Argentinos en EE.UU.: Ganan bien, tienen muy buena educación y son el doble que en los ’90
El “sueño americano” de miles de familias.La comunidad argentina en ese país está formada por 243.000 personas, según datos de un censo local. El 58% tiene casa propia y la mayoría vive en La Florida. Valoran la seguridad y la posibilidad de planear a largo plazo.



En su casa de Long Island. Vanesa Petit, su marido y sus hijos. Ella dice que aún extraña la “calidez humana de los argentinos”.

Paula Lugones - Clarín

Washington. Corresponsal
“Tengo lo mejor de las dos culturas”, dice Vanessa Petit, 42 años, y enseguida pasa a enumerar: dos idiomas, una adolescencia argentina con amigas entrañables, la calidez criolla y la capacidad de adaptación. Pero no duda en sumar las bondades de su otro mundo: orden, seguridad, previsibilidad, la posibilidad de planear a largo plazo.

Vanessa nació en Estados Unidos, hija de padres argentinos, y pasó su adolescencia en Buenos Aires. Ahora reside en Long Island, a menos de una hora de Manhattan, con su marido y dos hijos. Como ella, hay unas 243.000 personas de origen argentino que viven en los Estados Unidos, según un reciente relevamiento del prestigioso Pew Research Center, en base a datos del censo local. Son nacidos en Argentina que vinieron a este país por distintas razones o descendientes que se identifican como de origen argentino. La cifra se duplicó desde 1990. Figuran en el puesto 14 del ranking de hispanos en este país, liderado obviamente por los mexicanos, que son 34 millones.

El 60% de los encuestados nació en la Argentina (el relevamiento incluye también a los “sin papeles”), el 40% lleva aquí más de 20 años y casi la mitad ya obtuvo la ciudadanía estadounidense. La mayoría vive en Florida (concentrados en Miami), luego le sigue en popularidad la soleada California y más lejos el Este, sobre todo en centros urbanos de New Jersey y Nueva York.

Mark López, director de investigaciones hispanas del organismo que hizo el relevamiento, señaló a Clarín una de las particularidades de este grupo: “La comunidad argentina en Estados Unidos tiene mucha educación, incluso más que el promedio estadounidense, y una edad media más alta que el resto de los hispanos”. Un 40% de los argentinos mayores de 25 que vive aquí tiene un título universitario (comparado con el 14% del resto de los hispanos y el 30% de estadounidenses).

Según López, “los argentinos aquí en general tienen éxito con sus ingresos y sus compañías” y explicó que “esto es un reflejo del nivel de educación que tiene su país, pero también de que las oportunidades son mejores en los Estados Unidos que en la Argentina para quien tiene un título universitario”.

La encuesta reveló que el promedio anual de ingreso de los argentinos en Estados Unidos de más de 16 años es parecido a la media de los estadounidenses (31.000 dólares) y bastante más que el resto de los hispanos (21.000). Pero el promedio de ingreso por hogar de los argentinos es de 63.000 dólares por año, mucho más que los 52.000 de promedio de ingreso de los hogares estadounidenses. La mayoría (58%) tiene casa propia.

Los padres de Vanessa se radicaron en Estados Unidos en la década del 60 y tuvieron dos hijos. La empresa de logística en la que el papá trabajaba le ofreció en 1986 trasladarse a Buenos Aires y la familia volvió. Vanessa estudió Ciencias Política y se divertía en Buenos Aires, donde quedaron sus mejores amigas, pero volvía cada tanto a Nueva York, donde también cursó Periodismo. “Siempre estuve entre me quedo o me voy”, cuenta. Pero la decisión definitiva la tomó durante la crisis del 2001, cuando el país estaba en llamas y Vanessa trabajaba con el corresponsal de Los Angeles Times en Buenos Aires. Se radicó en Miami y luego en Nueva York, donde fue editora de una revista.

Junto con su marido también argentino, Fernando Ucciferri, que trabaja en cartelería, se compraron hace unos meses una casa de 400.000 dólares en Long Island, que pagan en cuotas a 30 años, y que disfrutan con Isabella (8) y Santiago (4). A pesar de que sus hijos aún no conocen el país de sus ancestros, la sangre de Vanessa, como la de miles de argentinos aquí, circula entre dos mundos: “Amo a la Argentina, extraño la forma de vida, hay una calidez humana que no se encuentra acá. Pero el hecho de vivir en un mundo previsible, con seguridad física y económica, y poder planificar cosas a futuro es algo fundamental. Si esto se pudiera replicar en la Argentina yo sería feliz”.

viernes, 23 de octubre de 2015

El precio de estar soltero

EL PRECIO DE SER SOLTERO
Jessica Gross - TED Talk

Una búsqueda de los investigadores para poner fin a la discriminación contra las personas solteras.

Bella DePaulo, ahora de unos sesenta años, siempre ha sido soltera. Desde hace algún tiempo, pensó el bichito del matrimonio le picaría, hasta que ella se dio cuenta de que eso no pasaría y que no quería que lo hiciera. DePaulo, quien se describe como "soltera en el corazón," disfruta el estilo de vida. Lo que ella no ama es el prejuicio de que los solteros se enfrentan, desde estigma cultural a la discriminación en el trabajo, en los medios y en otros lugares. Es por eso que el científico social formado en Harvard (ahora un científico del proyecto en la UCSB) ha pasado casi dos décadas investigando la vida solo en Estados Unidos, publicando sus resultados en revistas científicas, en los libros incluyendo, Singled Out, y en blogs. Ella explica por qué los estereotipos negativos generalizados sobre las personas solteras son en gran parte sin fundamento, mientras que el perjuicio anecdótica es real - y tan arraigado que a menudo apenas vemos.

En primer lugar, vamos a definir nuestros términos: ". Matrimania" "solterismo" y DePaulo ha acuñado dos palabras que son esenciales para esta discusión. "El solterismo es la creación de estereotipos, la estigmatización y la discriminación de las personas que no están casadas," dice ella. "La otra cara de esto es matrimania: el celebración exagerada y hyping del matrimonio y del concubinato y las bodas. Así que si usted es soltero, usted lo consigue ir y venir ".

Los hombres casados ​​ganan alrededor de 26 por ciento más que los hombres solteros a niveles equivalentes.
Los solteros se enfrentan a la discriminación en el lugar de trabajo ... DePaulo postula que la vida no laboral de las personas individuales a menudo son arrojados como menos válido y valioso que casadas de las personas. Como resultado, a menudo se espera para cubrir mientras que aquellos con cónyuges o familias abandonan la oficina temprano, tome las ranuras vacaciones sobrantes o viajar más en el supuesto de que no tienen necesidad de estar en casa. Para los solteros de Estados Unidos, también hay efectos más concretos, como el seguro o los beneficios del Seguro Social y de pago: Los hombres casados ​​ganan alrededor de un 26 por ciento más que los hombres solteros a niveles equivalentes.

... Y se llevan a cabo generalmente en la autoestima más baja que las contrapartes casadas. DePaulo y sus colegas crearon bocetos biográficos de personas que eran idénticos - a excepción de que la mitad eran solteros, mientras que la mitad estaban casados. Los participantes juzgaron los singles hipotéticas a ser menos socialmente madura, menos bien ajustado, y más auto-centrados que sus contrapartes casadas por lo demás idénticas. El efecto fue más marcado para los hipotéticos 40 años de edad - que, por las normas culturales, se encuentran en una edad de casarse, debe - pero persistió durante hipotéticos 25 años de edad, también.

Sin embargo, hay 107 millones de personas solteras mayores de 18 en los Estados Unidos. "Los solteros están cerca de la mitad de la población y - uno de mis estadísticas favoritos - Los estadounidenses gastan más años de su adulto no vive casado que casada," DePaulo dice . Eso significa que la moralización del matrimonio como institución, y la degradación de acompañamiento de la vida individual, no sólo afecta a una gran proporción de la población estadounidense, pero está fuera de contacto con la realidad cultural del país.

A menudo no reconocemos solterismo como perjuicio. Como parte de una serie de estudios de vivienda, DePaulo y sus colegas describen a los participantes un propietario con dos personas interesadas en la propiedad disponible. En cada ejemplo, una persona de un discriminados grupo se ofreció a pagar más de una persona de una mayoría reconocido, pero el propietario optó por este último: un hombre por una mujer que se ofreció a pagar más; una persona blanca sobre un negro; una sola persona mayor de una pareja casada. En cada caso, los participantes explicaron la elección del arrendador como la discriminación, excepto en el último caso. Entonces, "dijeron, 'porque la pareja se casó," como que en sí mismo es una explicación ", dice DePaulo. "Ellos no llegaron a lo que fue evidente en todos los demás casos: que es la discriminación."

"Si los beneficios del matrimonio fueran perfectamente obvios a la gente, no necesitaríamos TODO ESTE HYPE a su alrededor."
El solterismo y matrimania son el resultado de las inseguridades culturales. Quizás counterintuitively, DePaulo piensa que el prejuicio contra las personas solteras y de la histeria sobre el matrimonio son una consecuencia de nuestras inseguridades. "Si los beneficios del matrimonio eran perfectamente obvio para la gente, no necesitaríamos todo este bombo alrededor de ella", dice ella. El matrimonio beneficios utilizado para conferir ahora puede ser alcanzado por otros medios: mujeres pueden tener hijos, dormir con los socios sin que nadie siquiera pestañear, y mantenerse a sí mismos. Decir el matrimonio es una buena opción para aquellos que realmente quieren es una cosa, pero para creer que las personas casadas son unilateralmente en mejores condiciones que las personas solteras es, DePaulo sugiere, a traicionar una ambivalencia profunda sobre lo que hace del matrimonio una decisión de mérito.

El meme que las personas casadas son más felices y más saludables que las personas solteras es infundado. DePaulo excavado en la investigación supuestamente demostrando los beneficios de casarse y encontró fallas experimentales sustanciales en todos los ámbitos. (A menudo, estos estudios ya sea excluido divorciada personas total o les agrupa con las personas solteras, ocultando así el hecho de que se habían casado - y no le había gustado Otro problema:. A diferencia de los estudios de drogas, un estudio de matrimonio nunca puede realmente aislar esa variable;. no se puede asignar al azar a la gente a casarse o no) La investigación menos problemática, en la estimación de DePaulo, que sigue la misma gente en el largo plazo, se ha encontrado que en la época de sus bodas, las personas muestran una breve aumento de la felicidad, y luego ir de vuelta a donde estaban cuando eran solteros. (Si se divorcian después, ni siquiera mostrar este breve efecto de luna de miel.) El estigma contra las familias monoparentales está desacreditado fácilmente, también: ¿cuál es realmente malo para los niños es no tener un padre soltero, pero "los conflictos, la acritud o frío, negligente ambientes ".

La conclusión es que no hay mejor o peor - y no hay acceso directo a la felicidad. Los que son más felices siguen sus deseos, si eso significa casarse o permanecer soltero. Para DePaulo, como para muchos otros, permaneciendo sola apenas se siente bien. "Si me casé, yo no ser más feliz y más saludable!", Dice. "Me encanta vivir sola - a excepción de toda la solterismo y matrimania."

lunes, 19 de octubre de 2015

La hecatombe económica bolivariana

Venezuela: el bolívar no atrae ni a los ladrones
La descomunal brecha entre el dólar oficial y el paralelo provoca situaciones absurdas


Los clientes esperan hasta tres horas para entrar en el supermercado.

CARACAS.- Es una pena para el bolívar, la moneda venezolana, nombrada así en honor al héroe de la independencia nacional: ni los ladrones la quieren.

Cuando fue interceptado por ladrones que se subieron a su auto, hace unos meses, el ingeniero Pedro Venero esperaba que lo llevaran al cajero automático para vaciar su abultada cuenta en bolívares, algo a lo que los venezolanos están acostumbrados desde hace años. Pero los ladrones, armados con rifles y granadas, estaban seguros de que Venero tenía una reserva de dólares en su casa, y no quisieron saber nada con llevarse los bolívares de su cuenta bancaria.

"De entrada nomás me dijeron que me olvidara de eso, que no les importaba", cuenta Venero.

La desesperación por desprenderse de los bolívares o directamente no aceptarlos muestra claramente hasta qué punto los venezolanos han perdido la confianza en su economía y en la capacidad de su gobierno para encontrar una salida de la crisis.

Hace un año, un dólar valía alrededor de 100 bolívares en el mercado negro. En la actualidad, se pueden conseguir hasta 700 bolívares por dólar. El FMI pronostica que la inflación venezolana alcanzará este año el 159% (aunque el presidente Nicolás Maduro afirma que será la mitad de esa cifra) y que la economía se contraerá un 10%, la peor proyección para cualquier país del mundo (aunque no hay estimaciones para Siria).


De confirmarse, sería un desastroso derrape para una nación sentada sobre las mayores reservas de petróleo del mundo, y que desde hace tiempo se considera más rica que muchos de sus vecinos.

Pero la historia real va mucho más allá de los números y revela los aspectos absurdos de la vida en un país donde el gobierno se niega desde hace meses a revelar ciertos datos básicos sobre la economía, como el índice de inflación o el PBI.

Y aunque los ingresos internacionales del país se han contraído por el derrumbe del precio del petróleo, única exportación significativa de Venezuela, y el mercado negro del dólar se ha disparado, el gobierno insiste en mantener congelada la cotización en 6,3 bolívares por dólar.

Una entrada de cine cuesta unos 380 bolívares, o sea unos 60 dólares a valores del cambio oficial, pero sólo cuesta 0,54 dólares según la cotización en el mercado negro. El salario mínimo es de 7421 bolívares, o sea unos dignos 1178 dólares mensuales, o unos miserables 10,60 dólares.

Se calcule como se calcule, ese salario no alcanza para nada. Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros de Venezuela, la canasta básica de alimentos asciende a 50.625 bolívares en agosto de este año, más de seis veces que el salario mínimo actual y más de tres veces lo que costaba exactamente un año antes.

Una cena para dos en uno de los mejores restaurantes puede costar 30.000 bolívares, o sea unos 42,85 dólares a valores del mercado negro, o 4762 dólares a precio oficial.

La inflación es tan alta que las aseguradoras de autos han amenazado con emitir pólizas con vencimiento a seis meses, para minimizar los riesgos del imparable precio de las autopartes.

Las cruciales elecciones legislativas están previstas para diciembre, y el gobierno ha comenzado a poner a disposición de empleados públicos y seguidores suyos heladeras, aparatos de aire acondicionado y electrodomésticos a precios irrisorios. Un empleado público dijo haber comprado un LED de 48 pulgadas de fabricación china por 11.000 bolívares, apenas 15,71 dólares a precios del mercado negro.

Maduro culpa de los problemas del país a la "guerra económica" impulsada por sus enemigos internos y externos, pero la mayoría de los economistas dicen que son consecuencia de la caída del precio del petróleo y de las políticas del gobierno.

Quien necesite una batería para su auto mejor que traiga su almohada, porque tendrá que dormir frente a la puerta del autopartista: hace un par de noches, podía verse en el lugar una hilera de más de 80 vehículos.

¿Y si quiero cambiar de carrera? Bueno, ya son muchos los venezolanos que han renunciado a su trabajo para dedicarse a vender productos básicos en el mercado negro, como pañales descartables o harina, triplicando o cuadruplicando de ese modo el salario que percibían.

¿Necesitás efectivo? Está bien, pero que no sea mucho. Algunos cajeros limitan las extracciones al equivalente a 50 centavos de dólar a precios del mercado negro.

Debido a la escasez crónica de productos de primera necesidad, los supermercados y las farmacias completan sus estantes con largas filas de un mismo producto, y no es raro encontrarse con ambos lados de una góndola ocupados por paquetes de sal, de vinagre o de hisopos de algodón.

Pero de todas las cosas que faltan la más notoria es la falta de papel moneda, especialmente del billete marrón de 100 bolívares, el de mayor denominación de todo el circulante, que lleva el rostro de Simón Bolívar y que en el mercado negro vale alrededor de 0,14 dólares.

"¿Cómo entender por qué hay tanto dinero y al mismo tiempo falta dinero?", dice con una sonrisa triste la ex presidenta del Banco Central Ruth de Krivoy, y agrega que el principal problema es que el gobierno no ha logrado responder rápidamente al auge de precios emitiendo billetes de mayor denominación, como ser de 1000 o de 10.000 bolívares. Así que la gente necesita cada vez más billetes para comprar los mismos productos que hace un año.

A eso se suma que la gente debe recurrir al mercado negro para comprar los productos que antes encontraba en los negocios y, por lo tanto, las transacciones que se realizaban con tarjeta de débito o de crédito ahora se hacen en efectivo. Esa situación genera problemas de logística, ya que los bancos deben trasladar ingentes sumas de papel moneda y los cajeros automáticos se vacían a toda velocidad.

Hace unos días, el mecánico de aviones Jaime Bello fue a su banco, el estatal Banco del Tesoro, y se encontró con los tres cajeros automáticos sin dinero. Recordó una ocasión previa en la que fue a retirar 2000 bolívares y se quedó mirando cómo la máquina escupía una enorme pila de billetes de 5 bolívares, cada uno de los cuales vale menos de un centavo de dólar. Tuvo que esperar un buen rato más mientras la máquina contaba los 200 billetes restantes para completar los 2000 bolívares.

"Es una locura -dice Bello-. Vivimos una pesadilla. No hay nada que comprar y el dinero no vale nada."

La crisis también representa una oportunidad para quienes están dispuestos a hacer fila durante horas para comprar productos a precio reducido por el gobierno y luego venderlos para sacar ganancia.

"Entendí que de ese modo podía ganar más que en mi trabajo en la peluquería y renuncié", dice Geraldine Cassiani, que en febrero pasado abandonó su puesto de manicurista para hacer carrera en el mercado negro. En una reciente visita al supermercado, Cassiani compró cuatro paquetes de pañales descartables, aunque supuestamente los comerciantes no pueden vender más de dos por persona. Cassiani ya tenía un cliente "en lista de espera", dispuesto a pagar tres veces lo que ella pagó.

Maduro aparece regularmente en televisión para denunciar el mercado negro y culparlo de la escasez y de los altos precios.

"Yo sé que en parte lo que estoy haciendo está mal", dice Cassiani. Madre soltera, Cassiani argumenta que tiene que mantener a su hijo. "La necesidad tiene cara de hereje", señaló.

Traducción de Jaime Arrambide

La Nación