Los periodistas Ramón Indart y Federico Poore presentaron El Poder del Juego.Números escandalosos.
Por Mariano Vicchio
Ramón Indart y Federico Poore presentaron el libro. Moderó Alejandro Bercovich (centro). |
Con la presencia como coordinador del periodista especializado en economía, Alejandro Bercovich, Ramón Indart y Federico Poore presentaron el libro El poder del Juego (Aguilar), que trata el negocio de casinos, bingos y loterías, entre otras cosas, en el país. Una trama oscura que muestra detalladamente la complicidad entre la clase política y los operadores de los casinos.
El periodismo de investigación en Argentina muestra un mercado descenso. La vorágine de la coyuntura, la falta de recursos y la flexibilización del trabajo del periodista y los medios, son algunos de los factores que enumeró Alejandro Bercovich para destacar, dentro del contexto, el trabajo de los autores de El Poder del Juego.
"Ellos le dedicaron un año y medio a responder a una pregunta que el que se la tuvo que dar, no lo hizo", indicó el periodista del diario BAE. No es casualidad el aluvión de empresas internacionales dedicadas al rubro que se han instalado en nuestra nación, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. "En otros países (el juego y las empresas) están más controlados, por eso todos quieren venir acá y no quieren largar el negocio en el conurbano bonaerense. Codere gana más acá que en España", explicó Indart, quien también es periodista en la redacción de Perfil.com.
Tampoco es casualidad la complicidad con la clase política. “No hay color político que no tenga que ver con el juego”, aseguró Indart. "Las leyes del juego siempre se tratan en la Legislatura entre el 20 de diciembre y el 15 de enero, cuando la sociedad está de fiesta", completó.
El juego movió $105 mil millones en 2013 (los partidos políticos de la oposición denunciaban poco más de la mitad, $70 mil millones), según revelaron Indart y Poore. "Tres veces y media la recaudación anual de Telecom; un mes y medio de la recaudación de impuestos del Gobierno Nacional; casi la totalidad de subsidios para la energía y el transporte de 2013; diez veces el monto que se destina a la Asignación Universal por Hijo", detalló Poore, para graficar la exorbitante cifra, que de controlarse, sería de gran utilidad para la sociedad.
Los autores explicaron que, como está legislado el rubro hoy en día, es un mal negocio para el Estado. "De $100 que van a las máquinas, 85 van al pago de premios, 10 al operador y cinco al estado provincial, que tendría que tener la parte más importante" ejemplificó Bercovich. A eso hay que sumarle la vista gorda que hace el Estado, ya que la mayoría "tributa sobre lo que dice ganar", añadió.
El epicentro del juego es la provincia de Buenos Aires. Los autores del libro sorprendieron al señalar que los bingos que más recaudan no son los de los centros turísticos más famosos, sino "los que se encuentran en Berazategui, Avellaneda, Lomas del Mirador y San Martín. Hay actualmente 46 bingos en 32 localidades, sobre todo en los lugares más pobres del conurbano", reveló Poore.
Capital Federal no se queda atrás, ya que tan sólo en el Hipódromo de Palermo existen actualmente 4.500 máquinas tragamonedas, más que las 3.000 instaladas en el casino más grande de Las Vegas, el MGM, donde pelearon el último fin de semana Marcos Maidana y Floyd Mayweather.
En este sentido, Bercovich no dudó en asegurar que, el juego, es "un negocio orientado a los pobres. Hay zonas con más salas de juego que escuelas y hospitales".
Aliados. Desde los grandes grupos económicos, pasando por los políticos, se unieron para encubrir el oscuro negocio de las máquinas tragamonedas y los casinos. Ambos autores revelaron que la ‘punta del iceberg’ para iniciar la investigación fue el conflicto que atravesó el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, por el retraso del pago del aguinaldo a los trabajadores de la provincia en 2012. "En ese marco se habló de estatizar el juego", señaló Poore, que también es periodista del Buenos Aires Herald.
"Scioli tuvo que salir a pedir un adelanto a los ‘bingueros’, a cambio de la concesión por más años", completó Indart.
Ese episodio fue un fiel reflejo de lo que sucede en otras localidades, donde los políticos son los empleados y los dueños de los casinos el poder. "Uno cree, en este rubro, que el empresario va a buscar al político, y es al revés. El empresario es el dueño de la pelota y el político es pasajero", indicó el periodista de este portal. "Con el actual esquema de descentralización las provincias se volvieron aliadas de los casinos”, complementó Poore.
Boldt, Codere y el Grupo Roggio son algunas de las reconocidas empresas vinculadas al negocio que mencionaron los tres disertantes. Bercovich se sorprendió y reconoció que a pesar de que se ha encargado de estudiar a estas empresas en profundidad, El Poder del Juego le aportó datos valiosos que desconocía como que "Roggio estuvo a punto de vaciar el dique San Roque para hacer allí una playa con casino".
El zar. Actualmente Cristóbal López es señalado como el empresario más poderoso del país, beneficiado por el matrimonio Kirchner. Sin embargo, Indart contó que él "no llegó con Kirchner; su primer sala la puso en Chubut que gobernaban los radicales; luego en Misiones; posteriormente en La Pampa, y finalmente al kirchnerismo que le propuso quedarse con todo el país".
Por otra parte, desmitificó la idea de que los casinos se hayan instalado y crecido sólo a partir de 2003. "Arrancaron con Duhalde; De la Rúa los habilitó como Presidente, mientras que cuando fue gobernador de la Ciudad de Buenos Aires se quejaba; (Aníbal) Ibarra se quejó toda la vida de los casinos y en 2003 acordó con (Néstor) Kirchner para que ingrese Cristóbal López", señaló.
De todos modos, Indart explicó que "el kirchnerismo se va a ir y Cristóbal López tiene que seguir; para eso hay que expandirse y tener seguridad jurídica en otro lado, por si te sacan el negocio acá. Por eso invirtió en Miami –presentación de Susana Giménez mediante- y le está yendo muy bien".
(*) Especial para Perfil.com.