domingo, 28 de abril de 2013

Precios que se "quieren ir" en Argentina


Fuera del freezer: los precios en los súper no dejan de aumentar

A pesar del congelamiento dispuesto por el Gobierno, en las últimas seis semanas la suba en los comercios regionales bordeó el 1%, según un estudio privado; en algunos sectores no alcanzados por la medida los incrementos fueron incluso mayores que el año pasado



La amenaza de "tolerancia cero" de Guillermo Moreno no fue suficiente. Aunque con esas palabras el secretario de Comercio Interior quiso evitar que se repitieran las subas de precios que se detectaron en algunos supermercados desde los primeros días de vigencia del congelamiento que él impuso, los valores de muchos productos, si bien a un ritmo menor, no han dejado de aumentar, especialmente en los comercios que están sujetos a controles menos estrictos. Así lo muestra una investigación de la consultora Elypsis, que relevó los precios de 53.000 productos en supermercados de todo el país y que certifica lo que, a una escala menor, habían venido denunciando distintas asociaciones de defensa del consumidor en las últimas semanas.
 
En tanto, como muestran las propias cifras oficiales, en los sectores no alcanzados por el congelamiento, los precios siguen subiendo a paso ligero.
La investigación de Elypsis se inició a mediados de febrero, poco después de que se anunciara el "acuerdo" entre las grandes cadenas de supermercados y la Secretaría de Comercio Interior para congelar los precios de los productos por 60 días (el 25 de marzo, la vigencia de esa medida, a la que se habían sumado otros comercios, como supermercados regionales, autoservicios chinos y cadenas de electrodomésticos, se extendió hasta el 31 de mayo). Según esa estimación, que no constituye un índice de precios comparable con el oficial (ver página 2) y cuyos primeros resultados fueron adelantados a LA NACION, entre la primera semana de marzo y la primera de abril, es decir, dentro del período de vigencia "original" del congelamiento, los precios de los supermercados subieron, en promedio, 0,34 por ciento. Manteniendo esa tendencia, en la primera quincena de abril los precios subieron 0,17% más.
Detrás de esos valores, sin embargo, se esconden grandes diferencias entre los distintos tipos de supermercados.
En las principales cadenas, donde los controles oficiales parecen ser más rigurosos, los precios se mantuvieron estables (de hecho, entre la primera semana de marzo y la primera de abril registraron una baja promedio de 0,06% y otra de 0,09% en las dos semanas siguientes). En cambio, en los supermercados regionales o de localidades específicas la suba durante marzo llegó a 0,53% y en la primera quincena de abril sumó un 0,43% adicional. Es decir, casi 1% en un período de seis semanas, en el cual los precios debían estar congelados.
Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis, explicó que el cálculo se basa en un relevamiento de los precios publicados en los sitios de Internet de 17 supermercados (o cadenas de supermercados) de todo el país. Esos valores, advirtió Cohan, excepcionalmente podrían mostrar alguna discrepancia con los precios en góndola. Pero señaló que en los cruces que ellos hicieron no se encontraron diferencias.
Como habitualmente ocurre con las medidas dispuestas por Guillermo Moreno, el congelamiento "acordado" con los supermercados no está sustentado en ninguna resolución escrita. Pero la disposición que el secretario de Comercio Interior dio a los representantes de los supermercados al inicio de la medida fue clara: los precios de todos los productos que ofrecen en sus locales debían mantenerse en (o retrotraerse a) los niveles del 1° de febrero. Todos los productos.
En este sentido, el informe de Elypsis muestra un resultado llamativo: entre los 53.000 productos cuyos precios fueron relevados, 4960, es decir, el 9,4% del total, mostraron algún incremento entre la primera semana de marzo y la primera de abril. No se trató, además, de aumentos leves: la suba promedio en el precio de esos productos fue de 8,8 por ciento.
Ese aumento se "diluyó" en los 43.360 productos cuyos precios permanecieron estables y en los 4556 cuyo valor se redujo (la baja promedio fue de 5,5%). En opinión de Cohan, esas bajas responden, en algunos casos, a factores estacionales (verduras) y, en otros, a ofertas de los comercios.
 
Según una fuente del sector de supermercados, Moreno estaría al tanto de algunos de los aumentos. "El secretario se ha reunido en las últimas semanas con representantes de distintos sectores para que le presenten su estructura de costos y él les autorice subas en caso de ser necesarias. La idea del congelamiento no es asfixiar a las empresas", dijo. LA NACION quiso hablar con la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Colombo, para quien elcongelamiento "se ha cumplido" y es "bien percibido" por la gente, pero no hubo respuesta al pedido de entrevista.
Claudia Collado, titular de Acción del Consumidor (Adelco), describió la situación de los precios en los supermercados como un "congelamiento parcial" en el que, además, no existen valores de referencia. Por tanto, dijo, los consumidores viven en una situación de "incertidumbre", ya que "no saben con qué se van a encontrar al momento de hacer sus compras".
Desde octubre del año pasado, por presión de Colombo, Adelco dejó de publicar sus relevamientos de precios. Sin embargo, Collado afirma que los valores de los productos en los supermercados han seguido aumentando pese a la medida dispuesta por Moreno.
También Héctor Polino, representante legal de Consumidores Libres -entidad que fue suspendida por dar a conocer su medición de precios-, señaló que los valores de los productos han seguido subiendo pese al congelamiento. Según su relevamiento, que ahora Polino presenta a título personal, en marzo hubo aumentos en supermercados de productos como cebolla, harina, papas y té en saquitos. Sin embargo, el ex diputado socialista resaltó que las subas fueron menores que las que se registraban en los meses previos al congelamiento. "Hubo una desaceleración en el ritmo de incremento", dijo.
Según el informe de Elypsis, que coincide en destacar la desaceleración en el ritmo de la suba de los precios a raíz del congelamiento, el aumento promedio de 0,34% durante marzo fue homogéneo entre los grandes grupos de productos. Los precios de los alimentos subieron 0,29%; los de las bebidas y los artículos de mantenimiento del hogar, 0,32%; y los de los productos de cuidado personal, 0,43 por ciento. Dentro de los alimentos se observan comportamientos volátiles en frutas (subieron 4,7%) y verduras (bajaron 3,5%) y aumentos por encima del promedio en "panificados, cereales y pastas" (0,7%), "aceites y grasas" (0,8%), "azúcar, dulces y cacao" (0,8%) y "productos lácteos y huevos" (1,3 por ciento).
En febrero, según la última Encuesta de Supermercados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los precios en esos comercios subieron 0,2% (el informe previo mostraba una suba de 0,5% para ese mes). Para marzo, se reporta una suba de 0,1 por ciento.
Más allá del limitado éxito del congelamiento para mantener sin variaciones los precios en los propios comercios alcanzados por la medida, ésta no ha logrado detener la inflación en otros sectores, algo que reflejan incluso las cifras oficiales. Según el Indec, en marzo la inflación mensual fue de 0,7 por ciento. Ese aumento se debió, en gran parte, a que durante el mes pasado los precios de sectores como educación e indumentaria aumentaron más que en marzo de 2012.

RESULTADOS DIFERENTES

Mediciones alternativas registran un aumento mucho mayor de los precios en marzo. Según el "IPC Congreso", como se conoce al promedio de las estimaciones de inflación de algunas consultoras que fueron censuradas por el Gobierno, el mes pasado los precios subieron 1,54%. Así, para el acumulado de los últimos doce meses, la inflación llegó a 24,43 por ciento.
 
Según las estimaciones de la Dirección de Estadística y Censos de San Luis, que fueron difundidas a principios de esta semana, en marzo los precios en esa provincia aumentaron 2,5%, empujados por las subas en educación (15,2%), indumentaria (5%), alimentos y bebidas (2,6%) y equipamiento y mantenimiento del hogar (2,1 por ciento). En los tres primeros meses del año los precios en San Luis acumularon una suba de 6,8 por ciento.
Elypsis también incluyó en su relevamiento online -que desde hoy está disponible en el sitio de la consultora ( www.elypsisweb.com ) para que el público acceda a la base de datos y pueda calcular las variaciones en los precios- sectores no alcanzados por el congelamiento. El informe muestra que entre la primera semana de marzo y la primera de abril los precios de los automotores subieron 1,7%; los del sector hotelería, 3,6%; y los de equipamiento del hogar, 4 por ciento.
El congelamiento de Moreno tampoco ha servido para moderar las expectativas de inflación que, según la encuesta de la Universidad Torcuato Di Tella, se mantienen en su máximo histórico de 30% (para los próximos doce meses). Cohan explicó ese resultado de la siguiente manera: "En la mente de los argentinos los congelamientos no están asociados con bajas de la inflación, porque ninguno funcionó. De hecho, se los asocia a momentos traumáticos y por eso en las expectativas pueden tener un efecto más inflacionario que lo contrario".

DISTINTO AL IPC DEL INDEC

El estimador de variación de los precios que Elypsis desarrolló en base a su relevamiento en las páginas web de los supermercados difiere del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, por varias razones que la propia consultora detalló:
  • El estimador cubre apenas el 37% de la canasta de consumo que el organismo oficial utiliza para medir la inflación.
  • La cobertura del estimador de Elypsis es nacional, mientras que el IPC del Indec se concentra en la Capital Federal y el conurbano bonaerense.
  • El estimador se basa exclusivamente en precios publicados en los sitios web de los supermercados, que pueden diferir de los precios en góndola.

1,3%

Lácteos
Es lo que aumentó el precio de los productos lácteos durante el mes de marzo en los supermercados del país.

1,7 %

Automóviles
Fue lo que subió en marzo el precio de uno de los sectores que no está incluido en el congelamiento de Guillermo Moreno..



viernes, 26 de abril de 2013

Economía del Derecho en Argentina


Economistas y abogados, una sociedad a punto de perder el juicio




¿Por qué los tiburones no se comen a los abogados cuando los encuentran nadando en el fondo del mar? Cortesía profesional. Chistes de especialistas en derecho hay miles, y en general se ríen de la falta de escrúpulos en este campo. Los de economistas, en cambio, resaltan el lugar común que remite a gente aburrida y alejada de la realidad. Sin embargo, aún con estereotipos distintos, ambas disciplinas están cortejándose cada vez más a nivel académico. La denominada "economía del derecho" trata de unir culturas, creencias y hasta lenguajes distintos para construir una zona de proyección mutua.
"Parece mentira que ambas carreras, siendo ciencias sociales que lidian con problemas con tantos puntos en común, tengan tan poca interacción", cuenta Pamela Tolosa, una abogada que da clases en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca) y trabaja en un grupo multidisciplinario con economistas, que ya produjo trabajos que están siendo incorporados en fallos judiciales. "En Estados Unidos, los abogados tienen que hacer primero una carrera distinta, y muchos eligen economía, con lo cual la colaboración es mucho más habitual. En América latina estamos menos acostumbrados al trabajo conjunto", sigue Tolosa.

Los cruces se acentuaron en los últimos años con el desarrollo de la economía del comportamiento y la economía experimental, que están aportando descubrimientos que sirven para mejorar el diseño y la aplicación de leyes. Hugo Acciari, también de la UNS, cuenta una historia que vincula a un trabajo de economía conductista y psicología experimental con el proyecto de Código Civil y Comercial argentino, que en su artículo 1710 habla sobre el "Deber de prevención del daño": "Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa, de: a) evitar causar un daño no justificado; b) adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable". Acciari sostiene que, por más bienintencionada que sea la norma, será de difícil aplicación en tanto la psicología cognitiva ya demostró que en situaciones en las que muchas personas son testigos de un ilícito, la responsabilidad tiende a diluirse y suben las chances de que nadie actúe.
El académico de la UNS alude al denominado "efecto Genovese" o "efecto transeúnte", muy popular en los más recientes libros de economía no convencional. El 13 de marzo de 1964, Kitty Genovese, una joven que trabajaba en un bar de Manhattan, fue apuñalada a 30 metros de la entrada de su edificio, en Brooklyn, y murió a las pocas horas. Hubo más de 30 testigos que vieron o escucharon algo fuera de lo común, pero nadie llamó a la policía. A Bibb Latané y John Varley, psicólogos de la Universidad de Columbia, el hecho les llamó mucho la atención y contrataron un actor para que simulara ataques epilépticos en distintas locaciones de Nueva York. Y hallaron que las chances de que alguien ayudara al actor eran mucho menores en una hora pico en Times Square (con responsabilidad altamente diluida) que en una calle con muy pocos transeúntes. "Si la intención [del proyecto de Código] es prevenir, es importante que quienes puedan hacerlo de modo más efectivo, rápido y sencillo «sientan» que deben ser ellos y no otros, quienes deben hacerlo", marca Acciari.
La dilución de la responsabilidad que se da con el "efecto transeúnte" es un resultado que en su momento quedó encapsulado en revistas académicas de psicología y en la última década saltó a la literatura de management y economía de autoayuda, con consejos prácticos que surgen de allí. Por caso: que no conviene mandar mails grupales si se pretende que del otro lado se accione, sino correos individuales.
El grupo de Bahía Blanca de análisis económico del derecho usó modelizaciones matemáticas típicas de esquemas de economía para atacar dilemas de procesos judiciales. Por ejemplo, demostraron que ser insolvente no es meramente una variable exógena, sino que puede resultar de una decisión racional y que eso repercute en las medidas de prevención que se adopten para prevenir daños. O que es mejor usar fórmulas para calcular indemnizaciones por daños personales que no hacerlo. O que la tasa de interés que fijen los jueces no sólo determina ganadores y perdedores, sino que influye en qué medidas se tomen para prevenir daños y cuánto duren los juicios.
Ignacio Mazzocco es un abogado de 36 años que fundó y dirige la ONG La Noble Igualdad, destinada a "traducir" el sistema legal argentino (para muchos oscuro y encriptado) para personas no especializadas en derecho. En sus trabajos, Mazzocco utiliza conceptos que vienen siendo analizados y modelizados por la economía del comportamiento, como la "ignorancia racional": en determinadas situaciones, es más el costo (en tiempo, sobre todo) de informarnos sobre determinados temas que el impacto (o beneficio) que pueda tener informarnos sobre esas cuestiones. ("Por caso, leer completas las plataformas de los partidos políticos antes de emitir nuestro voto", grafica Mazzocco).
Así, las fronteras entre la "economía del derecho" y las corrientes de comportamiento y experimentales se van diluyendo. Y lo mismo sucede con otro vecindario cercano, el de la economía institucional. Mariano Tommasi, profesor de la Udesa y un referente académico en este último campo, destaca que las nuevas zonas híbridas tienen protagónicos más compartidos entre abogados y economistas. "En décadas anteriores, los economistas estábamos acostumbrados a «colonizar» con nuestro enfoque los nuevos terrenos que abordábamos, a la [Gary] Becker. Hoy el diálogo entre las dos disciplinas es mucho más parejo", resalta.
Cuando conversó el jueves a la mañana con la nacion, Tommasi estaba en Ezeiza, volviendo de Washington, donde presenció las recientes discusiones por la deuda argentina que tienen un intercambio muy intenso y periódico entre economistas y abogados. "Este desdibujamiento de las fronteras de ambas disciplinas es un fenómeno de la última década", explica.
¿Podrán los economistas y los abogados, en un futuro cercano, trabajar en armonía y con un idioma y un enfoque que los acerque más de lo que están hoy? ¿Incorporarán las carreras de grado en la Argentina más currícula cruzada entre estos dos mundos? Y, lo más importante: ¿seguirán los tiburones en el fondo del mar evitando comerse a los abogados por cortesía profesional? Su Señoría, la fiscalía se retira, no tiene más preguntas..



Costo de la construcción en Buenos Aires

jueves, 25 de abril de 2013

La ausencia de un ministro de economía


La pregunta sobre la inflación que descolocó a Hernán Lorenzino

"Me quiero ir", dijo el ministro durante una entrevista para un documental de la TV griega, cuando le consultaron respecto de las cifras de la inflación en la Argentina; el video es furor en Twitter.  La Nación



El ministro de Economía, Hernán Lorenzino pasó un mal momento durante una entrevista con una periodista griega que lo consultó sobre las cifras de inflación en la Argentina. Como creyó que la cámara no lo grababa, le dijo a sus colaboradores que no quería continuar con el reportaje y le comunicó a la cronista que no iba a responder porque "es un tema complejo". Pero sus palabras quedaron registradas en un audio.
Aunque la entrevista fue llevada a cabo hace meses, fue publicada ayer en la página web del canal griego. Y tardó pocas horas en transformarse en uno de los temas más comentados enTwitter . En la madrugada de hoy, el hashtag #MeQuieroIr, la frase "Ministro de Economía", y la palabra Lorenzino eran Trending Topic en la red social.
El momento quedó grabado en un documental griego titulado "El misterio de la quiebra de la Argentina", donde se presenta el estado del país tras la crisis de 2001. Aproximadamente en el minuto 53 del video, aparece Lorenzino en un salón del Ministerio de Economía, durante una entrevista mano a mano con una periodista que se encontraba en el país.
Frente a la cámara, Lorenzino no tuvo problemas en responder la primera pregunta que se le formuló, sobre el modelo económico argentino: "Este es un modelo de desarrollo con inclusión social. El desempleo que estaba en cifras del 25 por ciento en 2001, 2002, ahora está en el 7 por ciento. Los niveles de pobreza e indigencia que representaba a más del 50 por ciento de la población hoy está muy, pero muy muy por debajo de lo que han sido las cifras históricas", agregó.


Entonces la cronista repreguntó: "Tengo una pregunta muy simple para usted, que parece muy complicada: ¿cuál es la inflación en la Argentina?"
La réplica de Lorenzino no se hizo esperar, pero no respondió exactamente: "Las estadísticas oficiales registran mes tras mes la inflación y esa es la única inflación posible, la única oficina publica encargada y con capacidad técnica para medir cualquier estadística, depende del Ministerio de Economía", dijo.
Pero la periodista insistió: "Sí, ¿pero cuál es la inflación?"
Lorenzino dudó, pero finalmente contestó: "Creo que el acumulado de los últimos 12 meses es el 10,2, me puedo estar equivocando en alguna décima", dijo. Pero la profesional no se detuvo: "El FMI ha dicho que podría haber sanciones por falsas estadísticas ¿Qué va a hacer al respecto?".
Entonces el ministro de Economía se quedó callado. Intentó una respuesta, dudó. "No sé, no sé", murmuró, y pidió interrumpir la entrevista. "¿Puedo cortar esto un minuto?", dijo.
Y segundos después, sin darse cuenta que el micrófono grababa aún, le dijo a alguien que lo acompañaba: "No, me quiero ir". Y luego pareció dirigirse a la periodista griega: "Además, hablar sobre estadísticas en la Argentina es complejo. Prefiero quedarme con la última respuesta que te di y no ahondar en el tema", dijo.
Esas fueron las últimas palabras que salieron de boca de Lorenzino que se pueden escuchar en el video. Pero otra persona, una mujer, continuó la idea del ministro: "Hay un tema que quizá es difícil de entender. La verdad es que hablar de la inflación cuando nosotros no hablamos ni con los medios argentinos de la inflación", le dijo a la periodista.
La cronista no se quedó callada: "Pero es el primer tema de la economía", insistió, en un español con fuerte acento. "No es posible que yo no pregunte de esto (Sic). Sería como no hacer mi trabajo", agregó.
"Bueno", le respondió su interlocutora. Y el documental pasa a una imagen de una tanguería.



La crisis de las subprime con un humor supremo

miércoles, 24 de abril de 2013

Ganó Krugman


The Economic Argument Is Over — And Paul Krugman Won


By  | Daily Ticker



For the past five years, a fierce war of words and policies has been fought in America and other economically challenged countries around the world.
On one side were economists and politicians who wanted to increase government spending to offset weakness in the private sector. This "stimulus" spending, economists like Paul Krugman argued, would help reduce unemployment and prop up economic growth until the private sector healed itself and began to spend again.
On the other side were economists and politicians who wanted to cut spending to reduce deficits and "restore confidence." Government stimulus, these folks argued, would only increase debt loads, which were already alarmingly high. If governments did not cut spending, countries would soon cross a deadly debt-to-GDP threshold, after which growth would be permanently impaired. The countries would also be beset by hyper-inflation, as bond investors suddenly freaked out and demanded higher interest rates. Once government spending was cut, this theory went, deficits would shrink and "confidence" would return.
This debate has not just been academic.
Those in favor of economic stimulus won a brief victory in the depths of the financial crisis, with countries like the U.S. implementing stimulus packages. But the so-called "Austerians" fought back. And in the past several years, government policies in Europe and the U.S. have been shaped by the belief that governments had to cut spending or risk collapsing under the weight of staggering debts.
Over the course of this debate, evidence has gradually piled up that the "Austerians" were wrong. Japan, for example, has continued to increase its debt-to-GDP ratio well beyond the supposed collapse threshold, and its interest rates have remained stubbornly low. More notably, in Europe, countries that embraced (or were forced to adopt) austerity, like the U.K. and Greece, have endured multiple recessions (and, in the case of Greece, a depression). Moreover, because smaller economies produced less tax revenue, the countries' deficits also remained strikingly high.
So the empirical evidence increasingly favored the Nobel-prize winning Paul Krugman and the other economists and politicians arguing that governments could continue to spend aggressively until economic health was restored.
And then, last week, a startling discovery obliterated one of the key premises upon which the whole austerity movement was based.
An academic paper that found that a ratio of 90%-debt-to-GDP was a threshold above which countries experienced slow or no economic growth was found to contain an arithmetic calculation error.
Once the error was corrected, the "90% debt-to-GDP threshold" instantly disappeared. Higher government debt levels still correlated with slower economic growth, but the relationship was not nearly as pronounced. And there was no dangerous point-of-no-return that countries had to avoid exceeding at all costs.
The discovery of this simple math error eliminated one of the key "facts" upon which the austerity movement was based.
It also, in my opinion, settled the "stimulus vs. austerity" argument once and for all.
The argument is over. Paul Krugman has won. The only question now is whether the folks who have been arguing that we have no choice but to cut government spending while the economy is still weak will be big enough to admit that.
The discovery of the calculation error, after all, came only a few months after the United States voluntarily cut spending through a government "sequester." This sequester is hurting the U.S. economy, and it is also depriving American citizens of some basic services--like a fully staffed air-traffic control system--that most first-world countries regard as a given in a developed economy. And with America's government deficit already shrinking (thanks to the rollback of some tax cuts and a modest increase in taxes), it is now even clearer that the sequester did not have to be adopted.
Yes, at some point, the American government needs to come together and figure out a smart long-term plan for containing healthcare and military costs, which are the real budget-busters in our government spending. That long-term plan does not need to be adopted immediately, however.
And in the meantime, for the sake of the country, it would be nice if our government came together and agreed to restore full funding for basic services.
Because the current state of government dysfunction in the United States is not just economically harmful. It is also embarrassing, depressing, and based on a premise that is now demonstrably false.


¿Cuándo devaluar?


Advierten que la pregunta ya no es devaluar o no, sino cuándo

En un informe en EE.UU., analistas de FIEL lo adjudicaron al deterioro fiscal y externo; pero si sólo se mejora el tipo de cambio, provocará más inflación


NUEVA YORK.- Más que si habrá o no una devaluación, el tema es cuándo ocurrirá. Esa idea dejó ayer el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, durante una exposición sobre la economía argentina en el Consejo de las Américas. "Siempre es mejor prevenir que esas cosas pasen. No es lo mismo actuar para intentar evitar el problema, que actuar luego de tener el problema", graficó Artana. "El problema se creó hace años, y ahora la pregunta es cómo salir ", continuó.
Durante poco más de una hora, Artana y sus colegas en FIEL Juan Luis Bour, Sebastián Urbiztondo y Fernando Navajas ofrecieron ante analistas de Wall Street una foto de la economía argentina y sus pronósticos acerca de lo que vendrá.
Los economistas respondieron preguntas sobre el futuro del tipo de cambio, la situación de la petrolera estatal YPF, el litigio en Nueva York entre la Argentina y los holdouts , la inversión y la competitividad del país. Casualidad o no, el equipo de FIEL siempre hace su presentación en Nueva York con algún tema especial de trasfondo: en 2011 fueron las elecciones presidenciales; el año pasado, la estatización de YPF, y ahora, la escalada del dólar paralelo en el país y la pelea judicial del Gobierno con el fondo NML-Elliot.
Ya sin los superávit gemelos -fiscal y comercial- que apuntalaron los primeros años del kirchnerismo, y con "inconsistencias macroeconómicas" que se han amontonado en los últimos años, Artana dijo que el Gobierno debe mejorar la posición fiscal y que probablemente haya que acelerar el ritmo de devaluación para corregir el rumbo. "Si no se hacen las dos cosas y sólo se deprecia la moneda, sólo habrá más inflación", indicó, ante una pregunta de LA NACION sobre el futuro del tipo de cambio, que Artana respondió junto a otra sobre la competitividad.
El economista comparó la situación con la que existía en los 90, y dijo que la devaluación de la moneda es, a veces, necesaria para alinear las distorsiones acumuladas en el pasado. En algún momento, continuó, será necesario hacer ese alineamiento, aunque sugirió que eso no ocurrirá antes de las elecciones de octubre.
 
Ocurrió sobre el final de la presentación de los economistas de FIEL, una de las organizaciones que ha mantenido una postura critica respecto de la política del Gobierno, y que advierte, desde hace años, sobre las inconsistencias entre la política fiscal, monetaria y cambiaria de la Casa Rosada.
La advertencia de Artana se hizo eco así de los análisis que existen sobre el futuro del tipo de cambio, que ya forzaron a la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a negar de manera rotunda que el Gobierno prevea acelerar la tasa de devaluación.
El panorama que trazaron en Nueva York los economistas de FIEL fue, cuando menos, pesimista. Bour pronosticó un crecimiento del PBI del 2% para este año, con una inflación del 22-23 por ciento.
El empleo privado dejó de crecer desde mediados de 2012, y el corralito cambiario impuesto por la Casa Rosada, afirmó, dañó al turismo y la venta de inmuebles, y golpeó a la construcción, uno de los motores de la expansión del país en esta etapa. "El sector de la construcción está en una situación débil, y creemos que esto va a perdurar por el próximo año o los próximos dos", afirmó Bour.
Urbiztondo se dedicó a analizar los servicios públicos. Dejó una cifra que sintetiza años de política kirchnerista: en 2012, los subsidios representaron el 4,3% del PBI, por encima del pico de 1989 (3,5%). Este año, estimó, alcanzarán 6 puntos del producto, una cifra que equivale a más de 30.000 millones de dólares.
Semejante gasto no se tradujo en mejoras: en el caso de los ferrocarriles, por ejemplo, Bour dijo que en 2010, comparado con 2001, los trenes recorrieron menos kilómetros, tuvieron menos asientos, fueron más lentos, hubo más demoras o cancelaciones, más pasajeros y más heridos en los viajes. "Hoy las empresas proveen servicios peores y más caros que en 2001", sintetizó.

SE DESPLOMA EL SALDO COMERCIAL

  • En marzo, la Argentina tuvo un superávit comercial de US$ 510 millones, 49% menor al del mismo mes del año pasado. Para el acumulado del primer trimestre el superávit llegó a US$ 1310 millones, 48% menos que en igual período de 2012.
  • Ese deterioro se explica, sobre todo, por la situación energética: de un superávit de US$ 456 millones en el primer trimestre de 2012 se pasó a un déficit de US$ 808 millones este año.
  • En marzo las exportaciones cayeron 4%. Las bajas más fuertes fueron las de combustibles y manufacturas agropecuarias. Las importaciones crecieron 5%, impulsadas por las compras energéticas.

Discriminación: Las mujeres ganan menos... todavía


Las mujeres aún ganan un 40% menos que sus pares hombres


Management Journal

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¿A qué se debe la desigualdad?
El 8 de marzo de 1911 fue una jornada trágica. Ese día, más de 140 mujeres perdieron la vida como consecuencia de un incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist, en Nueva York.
Un año antes, en 1910, la Internacional Socialista había proclamado el Día de la Mujer como homenaje al movimiento en favor de sus derechos y en pos del sufragio universal. El incendio hizo evidente las pésimas condiciones laborales y, como conmemoración de la lucha por los derechos de la mujer, y su participación plena en la vida política, económica, social y cultural, en igualdad, se instauró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Un siglo después, tanto a nivel global como local, las mejoras logradas son evidentes. En el mercado laboral argentino, puntualmente, las mujeres avanzan a paso lento, pero decididas y con firmeza.
Por un lado, son cada vez más las que se animan a lanzarse con sus propios emprendimientos o como profesionales independientes y, por otro, la mayoría de las empresas ya no las discrimina al momento de encarar una búsqueda laboral para cubrir una posición vacante.
Es que las compañías entendieron que las mujeres poseen competencias diferentes a los hombres, pero complementarias, que suman a la hora de armar equipos de trabajo diversos.
Sin embargo, a ellas aún les cuesta alcanzar las posiciones más altas de la pirámide organizacional. La realidad muestra que las empresas lideradas por CEO mujeres aún se cuentan con los dedos de las manos, aunque los expertos prevén que esta tendencia se revertirá en el mediano plazo.
En la Argentina, durante la última década se incremento un 33,2% el empleo en mujeres y en relación presentan mayor nivel de instrucción y escolaridad que los hombres.
"Hoy en día un 60% de las mujeres mayores de 18 años trabaja fuera de su casa y, en muchos casos, es sostén de familia o jefa de hogar. Entre 2002 y 2012 se incrementó un 120% la cantidad de horas que las argentinas le dedican al trabajo", describe Ricardo Wachowicz, presidente de Bayton Grupo Empresario.
Y añade que "en el ámbito empresarial, la tendencia continúa en posiciones ejecutivas de alta gerencia aunque a menor ritmo. En la Argentina, puntualmente, no llegamos al 20% pero en los últimos años la cifra creció de manera significativa".
Los datos del International Business Report (IBR) de la firma Grant Thornton muestran que a nivel mundial el 24% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Esto representa un aumento del 21% registrado en 2012 y del 20% en 2011.
Sin embargo, las economías del G-7 quedaron últimas en la tabla de posiciones, con apenas el 21% de los puestos directivos ocupados por mujeres. Estos resultados se comparan con un 28% en las economías BRIC, otro 32% en el sudeste asiático y un 40% en los países bálticos.
América latina, en tanto, se encuentra levemente por debajo del promedio mundial con 23%, un punto porcentual por encima del resultado registrado en 2012. La región es liderada por Perú (27%), seguido por Brasil y México (ambos con 23%), Chile (22%) y Argentina (18 por ciento).
En el país, la tendencia está cambiando de la mano de las multinacionales. De hecho, la Argentina es una de las economías de la región donde P&G mejor balancea el liderazgo entre hombres y mujeres, ya que hoy más de la mitad de su directorio son mujeres (6 de 11) y en puestos gerenciales ellas abarcan cerca del 56 por ciento.
Diferencias salariales
Las actuales diferencias a favor de los hombres también se evidencian a la hora de definir las remuneraciones.
Según el último estudio realizado por la consultora Mercer, las diferencias salariales más importantes se encuentran en la posición de CEO (41% a favor de los hombres), mientras que en el caso de las gerencias seniors resultan más favorecidas: en promedio, ellas perciben sueldos apenas un 2% inferiores respecto a los ejecutivos en igual puesto.
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Por otra parte, un reciente relevamiento realizado por Grupo RHUO destaca que el 52% de las consultadas considera que las mujeres, en general, perciben salarios inferiores a los que obtienen los hombres, por igual tarea.
Sin embargo, cuando se trata de un empleo en el sector público, la diferencia salarial percibida desciende al 27 por ciento. 
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Por otro lado, el 59% de las entrevistadas -entre 18 y 60 años- sostiene que, ante situaciones iguales, el hombre tiene más posibilidades que la mujer de acceder a cargos directivos y puestos de decisión. El 52%, en tanto, considera que para una mujer desarrollar una carrera laboral es un camino particularmente difícil.
"Si bien es real que aún hoy hay diferencias salariales entre cargos iguales para hombres y mujeres, es importante resaltar que este comportamiento está cambiando, sobre todo gracias a grandes corporaciones que marcan tendencia y que tienen en sus puestos de CEO a mujeres", destaca Mariela Aliandri, gerente de Capital Humano de Grupo RHUO y una de las responsables del estudio "Las mujeres y el trabajo en la Argentina".
"No obstante -añade- la percepción está instalada y será un trabajo de comunicación y de mayor transparencia en los sueldos la que lo pueda cambiar, especialmente en la Argentina, en donde el salario de cada trabajador es casi un ´secreto de estado´".
Cómo impacta la maternidad en la carrera laboral
Del sondeo también se desprende que el 68% de las argentinas considera que las probabilidades de obtener un puesto de trabajo o un ascenso se reducen al tener un hijo menor de cinco años.
De acuerdo con el relevamiento, más de la mitad de las argentinas (57%) considera más apropiado postergar la maternidad hasta tener una posición consolidada, para poder dar a sus hijos todo lo que necesitan. Esta opinión prevalece más entre las generaciones más jóvenes y disminuye a medida que aumenta la edad de las entrevistadas.
En tanto, el 87% de las consultadas de entre 18 y 25 años (representantes de la Generación Y) opina que es preferible tener una posición laboral consolidada antes de concebir un hijo. En sus respuestas prevalece la formación profesional y académica, para establecerse económicamente y escalar cargos en una organización, antes que la formación de una familia.
Esta misma opinión es asumida por el 61% de quienes tienen entre 26 y 35 años, por el 53% de las entrevistadas de entre 36 y 45 años y por el 37% de las mujeres mayores de 45 años.
"La investigación muestra de manera contundente que la maternidad aún requiere tiempo de trabajo y madurez en las organizaciones. Si bien se ha avanzado bastante en el tema, falta recorrer un camino para que las direcciones corporativas acepten que las mujeres que son madres desarrollan capacidades muy valiosas en las organizaciones", señala Aliandri.
"Por ejemplo -continúa- el sentido de responsabilidad, la posibilidad de colocarse mucho más rápidamente en el lugar del otro y la sensibilidad, les permite obtener logros interesantes con sus equipos de trabajo".
De acuerdo a la ejecutiva de Grupo RHUO, "la percepción es otro de los aspectos que desarrollan las madres, y que es uno de los más valiosos al momento de seleccionar a un candidato frente a otro con similares capacidades. Ser perceptivo hace la diferencia".
No obstante, consultadas las mujeres madres, el 64% cree que la concepción de su primer hijo no incidió negativamente ni positivamente en su desarrollo laboral. Para el 20%, en tanto, afectó en forma negativa, mientras que para el 16% restante el impacto fue favorable.
Por otro lado, el 58% de las sondeadas asegura estar muy satisfecha o satisfecha con su vida laboral y profesional. Esta satisfacción se debe a que hacen un trabajo que les gusta, en un buen clima laboral y pueden compatibilizar su ámbito familiar con el trabajo, sin hacer ningún tipo de mención al tema salarial.
Sólo un 10% se manifiesta muy insatisfecha con relación a su vida laboral actual, lo que está asociado estrictamente a la remuneración y al poco reconocimiento por el trabajo que realizan.
Es que ellas son "multitasking". Tienen la capacidad de atender varios "asuntos" a la vez. Se ocupan de sus hijos, marido, del hogar y, además, buscan ser excelentes profesionales en los lugares de trabajos.
Este perfil de la mujer actual, obliga a las gerencias o departamentos de Recursos Humanos de las compañías a brindar beneficios que, hace un tiempo, eran impensables.
Al respecto, Gemán Dyzenchuz, CEO de GoIntegro, sostiene que hoy "los beneficios más valorados por los empleados, son los que ellos mismos pueden elegir de acuerdo a sus necesidades puntuales".
Y agrega que "en el caso de las mujeres, como necesitan sentirse tranquilas respecto al cuidado y crianza de sus hijos, valoran sobre todo beneficios como la flexibilidad horaria, la posibilidad de hacer home office, y la guardería in company".
En P&G, por ejemplo, las medidas implementadas hacen a la compañía un lugar especialmente atractivo para las mujeres, ya que facilitan su desarrollo profesional a la vez que personal.
La mutinacional se destaca especialmente por su política relacionada a la maternidad: a las empleadas se les ofrecen horarios flexibles, licencias extendidas, reintegros por gastos de guardería y pañales gratis hasta los 2 años, en el marco de un sistema de promociones y salarios equitativo.
Además,cerca del 22% de las empleadas que trabajan en oficinas aprovechan anualmente la posibilidad de "softlanding" para trabajar jornada reducida durante un año.
"Con nuestra política de balance y trabajo flexible y distintas herramientas particulares para cada etapa de la vida de los empleados, buscamos brindarle el acompañamiento preciso en cada una de ellas. Sabemos que la maternidad es un momento de dilemas y si la empresa no brinda el apoyo necesario corre el riesgo de perder talentos", enfatiza Hernán Shinji, director de Recursos Humanos de P&A Argentina.
La mujer como líder
Indagadas por Grupo RHUO sobre las preferencias de género a la hora de ser lideradas, la amplia mayoría de las mujeres entrevistadas (72%) asegura que es indistinto si su jefe es un hombre o una mujer, mientras que un 21% dice preferir a un hombre como superior. En el otro extremo, sólo el 7% se inclina por tener a un individuo de su mismo sexo como jefe.
La misma situación se repite al indagar sobre la elección del equipo de trabajo, ya sea en una misma posición laboral o al tratarse de personal a cargo.
Y aunque los expertos en Management rehúsan hablar de "estilos de liderazgo femenino o masculino" ya que -según coinciden- las diferencias no son una cuestión de género sino que dependen de cada persona, lo cierto es que las mujeres poseen ciertas habilidades y fortalezas que son cada vez más valoradas por las empresas.
"El rol de la mujer como líder, como negociadora y coordinadora de los esfuerzos de la sociedad, como agente creador e innovador cuenta con una base muy sólida en la capacidad tan frecuente que ella tiene de escuchar, entender y ponerse en el lugar del otro", enfatiza Francisco Ingouville, director de la firma Ingouville, Nelson & Asociados.
Desde la misma consultora, Julian Lichtmann apunta que "proyectar ese talento desde lo hogareño a lo profesional, organizacional y público es un desafío fascinante", aunque advierte que "también vemos casos en que eso no ocurre. Ejemplos de intolerancia, falta de diálogo, masculinidad mal entendida y agregada al rol de la mujer, nos marcan claramente la importancia de no dejar que la evolución sea descuidada y al azar".
Fuente: iProfesional.com