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lunes, 14 de diciembre de 2015

Kriminales en el IndeK

Jorge Todesca: "El Indec es tierra arrasada"
El director general del organismo de estadísticas aseguró además la suspensión de la difusión de datos de inflación, PBI y pobreza; "Estamos angustiados por el grado de destrucción", agregó



Todesca junto a Prat Gay en conferencia de prensa hoy. Foto:DyN


El director general del Instituto Nacional de Estadística y Censos ( Indec ), Jorge Todesca, denunció hoy que el organismo "está plagado de información falsa o tendenciosa y algunos funcionarios que aún están han sido partícipes de eso".


En una conferencia de prensa ofrecida en el Palacio Hacienda junto al ministro Alfonso Prat Gay , Todesca advirtió que, desde el punto de vista organizativo, la estructura del INDEC "está totalmente deteriorada en lo que se refiere a cadena de mandos", ya que "hay mucha gente que no se sabe de quién depende y por qué cobra su sueldo".

Todesca anunció además la suspensión de la difusión de los principales indicadores que elabora el organismo, porque "no existen recursos humanos ni materiales" para suministrar cifras ciertas.

 "Todesca anunció además la suspensión de la difusión de los principales indicadores que elabora el organismo"

"El Indec es tierra arrasada. Por ejemplo los directores del IPC huyeron", graficó Todesca al anunciar en conferencia de prensa la situación del organismo. Dada esta situación, el funcionario anunció que se suspende la difusión de los datos de inflación, PBI, pobreza y Comercio Exterior hasta tanto puedan elaborarse cifras confiables.


De acuerdo con el calendario que aún figura en el sitio web del organismo, este miércoles 16 deberían darse a conocer los índices de precios al consumidor, mayoristas y el costo de la construcción.

"Hay que empezar desde casi cero"

Todesca habló sobre el estado del Indec junto a la directora técnica, Graciela Bevacqua, y Daniel Nieto, director del Área Administrativa.

Bevacqua fue la primera técnica desplazada del Indec, en enero de 2007, a raíz de su negativa a revelar datos resguardados por el secreto estadístico al entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno , cuya cartera no tenía ningún vínculo funcional con el organismo.

La funcionaria reincorporada al Indec sostuvo que "hay que armarse de paciencia" porque "hay que empezar casi de cero" y remarcó que no puede estimar cuánto tiempo les demandará poder reconstituir un sistema estadístico confiable.

"Nos encontramos con un desmantelamiento total del sector que elabora el índice de precios. Renunciaron y se fueron el director, el subdirector, el tercero y el cuarto. No tenemos ningún dato", enfatizó.

lunes, 12 de mayo de 2014

La vergüenza de volver a manipular las estadísticas oficiales

Borrar con el codo
Economista Seria Crónico


El INDEC suma una estadística más a su larga lista de indicadores manipulados. Despues de haber visto caer, de alguna u otra forma, al IPC, a los datos de PBI o a la EPH y sus datos de empleo, pobreza y distribución, los datos de comercio exterior, hasta ahora sin sospechas de manipulación, muestra indicios innegables de que el escorpión no pudo con su naturaleza.

Las primeras sospechas surgieron por la divergencia entre los datos reportados por INDEC y los que el BCRA publica es su informe sobre el MULC. Mientras el primero reportaba exportaciones por USD 81.6mm, el segundo lo hacía por USD 74.2mm. Sin embargo, ambas fuentes no miden estrictamente lo mismo - una mide las exportaciones devengadas, otra las base caja – con lo cual había explicaciones alternativas que permitía explicar la diferencia.

Por ejemplo, en 2013, muchos exportadores dejaron de prefinanciar sus exportaciones en el exterior para hacerlo en el líquido mercado doméstico. Una cerealera podía entrar los dólares dos, tres o cuatro meses antes del embarque para comprar la cosecha, generando un flujo de divisas baje caja que anticipaba la exportación. La caída de la participación de esta práctica llevo a que caiga el ingreso anticipado de dólares, factor que puede explicar parte de la diferencia entre base caja (MULC) y devengado (INDEC).

Sin embargo, luego surgieron diferencias evidentes entre fuentes que debían reportar lo mismo. Mientras el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) que mensualmente publica el INDEC reportó exportaciones por USD 81.6mm para 2012, la base de datos de usuarios del propio INDEC reportó por USD 74.2mmm. No hay ninguna razón para que ambas fuentes diverjan tanto.

Pero si hasta aquí no se convenció de que INDEC manipuló la información de comercio exterior le pido, le ruego, le imploro que no me crea a mi sino a sus ojos.

Los siguientes tres gráficos muestran cómo se compara las exportaciones reportadas por INDEC con destino a Brasil, Unión Europea y Paraguay y Uruguay respectivamente y las importaciones que los institutos de estadísticas de esos países reportan desde Argentina.

Noten como, sistemáticamente, las exportaciones reportadas por INDEC tienen movimientos hacia arriba que no se ven cuando uno mira los reportado por los socios comerciales. Las diferencias históricas entre las series se explican, salvo en Brasil, por la diferencia entre valuación CIF y FOB. Para más detalles pueden ver este informe que preparamos en Elypsis.








Después de varios meses tratando de reconstruir reputación con la mano, no tienen mejor idea que borrarla con el codo.

Atte

Luciano

jueves, 5 de septiembre de 2013

Datos morenísticos en la economía rusa

Si pensabas que los datos económicos chinos era sospechosos, revise este gráfico de Rusia
Joe Wiesenthal


La gente le encanta escarbar en los datos económicos de China dado que están irremediablemente manipulados y son poco fiables, aunque la mayor parte de esas preocupaciones son exageradas. Los números chinos tienden a ser direccionalmente correctos, incluso si pueden ser imprecisos.

Sin embargo , si usted está en busca de datos sospechosos, eche un vistazo a la situación en Rusia.

Ahora Rusia, está pasando por la misma crisis económica que sus compañeros del BRIC ( y más ampliamente todos los mercados emergentes). El crecimiento masivo de Rusia antes y justo después de la crisis económica mundial permitió al país pasar por alto las cuestiones estructurales que ahora están demostrando ser problemáticas.

Pero los economistas están alarmados por la falta de fiabilidad de los datos.

El 22 de agosto los estrategas de Nomura, Olgay Buyukkayali y Dmitri Petrov iniciaron un informe de varios volúmenes de debilitamiento de la economía de Rusia, señalando cómo los pobres de la calidad de la información oficial son.

Ellos escribieron :

El rompecabezas de errores en el desglose
El crecimiento de Rusia contiene algunos rompecabezas. El primero está en la contribución de los gastos. El crecimiento en el Q1 (primer trimestr) fue del 1,6 % año con año, y la discrepancia estadística contribuyó hasta 1,8 % al alza. En esta etapa, la ruptura oficial de las contribuciones del Q2 del PIB aún no está disponible. Sin embargo, esto no es un problema ya que los datos del PIB del último trimestre de Rosstat dieron más preguntas que respuestas. Si se suman las contribuciones de los componentes del gasto y el Q1 del PIB, la cifra resultante de 0,6 % es notablemente inferior a 1,6 % de crecimiento del anterior. Por razones estadísticas, la diferencia no es inusual, pero en este caso parece que Rosstat no puede averiguar dónde está el crecimiento está viniendo. 
En primer lugar, la discrepancia estadística está en su nivel más alto históricamente. En segundo lugar, a pesar del estancamiento general, el consumo de los hogares aumentó del 5,8 % en el Q4 de 6,1 % en el 1er trimestre, aunque esta vez con un menor crecimiento de las ventas minoristas, que intuitivamente y estadísticamente es bastante inusual. Esto crea incertidumbre en torno a la composición oficial de crecimiento en el Q1 que esperamos sea revisado cuando se libere la descomposición del Q2. Esto podría llevar a un foto del consumo del Q1 y Q2 está reevaluado (en nuestra opinión, más bajo).



Business Insider

miércoles, 3 de julio de 2013

No se pueden confiar los hechos de la economía india



Photograph by Daniel Berehulak/Getty Images

India

Why You Can't Trust the Facts on India's Economy



In the public imagination, India is a country of contrasts: We’ve become accustomed to evocative photographs of slums below skyscrapers, headlines on malnutrition next to stories on stock market rallies. Yet we know little about the true state of India’s economy, in part because data about it remain opaque. The unreliability of information in India is a major factor that impedes the crafting of policies that can strengthen the links between growth, poverty reduction, and development.
Take poverty. According to official figures of the Indian government, 37 percent of India’s population is poor. The World Bank, however, says 42 percent are poor, and estimates from various other parts of the government range from 27 percent to 80 percent. The differences among the numbers stem from the disparate answers to two questions: What does it take to survive, and how much does that cost? Just as there are varying opinions on the amount of calories required for survival, there are also a number of accepted ways to price whatever this bundle of “just enough” turns out to be.
Despite the range of poverty estimates, policymakers still have to pick one. The official, 37 percent poverty estimate is hardwired in fiscal federalism and the social safety net. Until last fall, the official figures were used to set a limit on the number of people who could be designated “Below Poverty Line” and thus eligible for many national and state antipoverty programs. The deputy chairman of the Planning Commission and the Minister of Rural Development (the bodies in charge of counting the poor and identifying them, respectively) have jointly committed to changing this practice, but it’s not clear what will replace it.
Whether or not inequality is rising is also a matter of interpretation. Consumption inequality appears to be widening, but it’s nearly impossible to tell how big the gap between rich and poor really is. The consumption data, for instance, underestimate the income of the richest, but we don’t know by how much. Most estimates of wealth inequality come from surveys on debt and investment taken every 10 years; the last one was in the early 2000s. One provocative analysis of financial equity, real estate, and gold—instruments mostly available to the already well-off—did show that the jump in wealth from 2002 to 2006 was larger than India’s total GDP.
The size of India’s “informal” economy, meanwhile, handicaps efforts to track the number of Indians who are gainfully employed. Four out of five urban workers—who collectively produce an estimated three-quarters of the country’s output—are informally employed. That means their work does not show up in official figures on productivity, innovation, social mobility and other standard metrics of progress. It’s possible to debunk some of the myths about India’s work force—three-quarters of self-employed workers in urban areas, for example, are in single-person businesses or family enterprises without hired labor, rather than upwardly mobile entrepreneurs—but a clear picture of exactly how many Indians are working, and where, remains elusive.
On migration, India’s two nationally comprehensive sources of information, the Census and National Sample Survey, suggest a country of middle-class, middle-educated people moving for marriage and economic opportunity. But these sources don’t count or contain any details on shorter-duration, “circular” migration, in which workers relocate for work temporarily and then return home. Rough estimates based on figures from industries that employ migrants—industries that are themselves often informal and somewhat opaque—find that another 100 million people are “on the move” in India. Microstudies of migration from academics and NGOs suggest that these numbers are increasing, as transportation, communication, and financial infrastructure (for remittances) improve. These are often the least-educated and poorest of lower-caste people, for whom temporary and part-time work away from home is a harrowing but possibly viable route out of poverty.
Taken together, the lack of hard numbers removes the basis for constructive debates about how to address India’s economic and social challenges. Statistical uncertainty provides grist for prognostication—you can just as easily make a case that a rising tide will lift all boats as you can find evidence that India’s already sinking. But it’s impossible to craft effective policy that way. The broad contours of India’s problems are clear, but the room for haggling over the not-so-fine details relieves the pressure to address them.
Jessica Seddon is a fellow at the Council on Foreign Relations