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miércoles, 26 de junio de 2013

Coherencia argentina: Se viene la crisis argentina de cada 10 años...

Argentina’s war on US dollars is backfiring on its central bank—to the tune of $9 billion


A few weeks ago, the president of Argentina’s central bank, Mercedes Marcó del Pont, lauded the country’s balanced current account. Defending a war on dollars policy launched by Argentine president Cristina Kirchner, Marcó del Pont said Argentina “doesn’t need more US dollars and won’t need more US dollars.” But that’s rapidly changing.
In an attempt to tamp down capital flight and prevent Argentines from hoarding dollars—both of which deprive the central bank of foreign reserves—Kirchner has, since late 2011, progressively introduced a series of forcible measures known as the “dollar clamp” that restrict Argentines’ ability to buy them. But a problem has surfaced. By limiting access to dollars, the government has made them more desirable, and led to even fewer of them reaching the central bank than before.
Argentina’s international reserves, which its central bank uses to trade with other countries’ central banks and back its liabilities—like, say, its volatile local currency and bank reserves—have fallen by roughly 19% since the onset of the dollar clamp in late 2011, according to the latest data report released by Argentina’s central bank (PDF, Spanish link). And this year has been particularly tough. The central bank lost $2.84 billion in international reserves in the first quarter of 2013, almost as much as in the whole of last year ($3.08 billion).


And while the dollar clamp is supposed to keep dollars in the country, it appears that Argentines are spending way more abroad than foreigners are spending in Argentina. The country’s first quarter trade surplus shrank by $688 million (Spanish link) compared to the same period last year, led by a 57% increase in fuel imports and decline in wheat exports. And its services deficit, which is largely affected by the health of its tourism industry, ballooned to $1.6 billion, $212 million more than the same period last year.
What’s going on? Basically, a total lack confidence in Argentina’s financial system and, consequently, its local currency, the peso. Argentines are probably holding on to any dollars they earn (from foreign tourists, for instance) instead of letting them get to the central bank; and are using any pesos they can spare to buy dollars and save them up or spend them abroad—despite a black—or “blue”—market exchange rate for dollars that is as much as twice the official exchange rate. Exporters, too, are likely diverting part of their revenues to cashing in on the black market for dollars by feeding them to Argentines at inflated, underground rates.
There are two potential solutions for this, Latin American economist Manuel Hinds told Quartz. “One is to introduce fiscal and monetary discipline—that is, to stop creating pesos and balance the accounts of the government. The other is to devalue the currency, which would encourage people to buy less dollars since buying dollars with pesos would become more expensive.”
But Kirchner isn’t about to reduce government expenditures, which would be painful, Hinds explained. And nor does she want to devalue the peso, “because it would increase the already high inflation.” Hence her attempt to stop Argentine’s buying dollars—which is failing spectacularly.
QZ

viernes, 24 de agosto de 2012

Tipo de cambio: El dólar turista sigue escaso

El cepo cambiario / Más arbitrariedades del sistema

El dólar turista, difícil de conseguir

Hay quejas de contribuyentes que, pese a haber recibido el visto bueno de la AFIP, después no pueden comprar



La compra de dólares a nivel minorista quedó reducida exclusivamente para los turistas. Sin embargo, incluso los viajeros que son validados por la página web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) están encontrando en estos días que, cuando llegan al banco con el comprobante que sacaron por Internet, no pueden concretar la compra de divisas prometida.
"Lo que pasa muchas veces es que el comprobante que la AFIP le da al cliente, el banco lo carga y no está validado", confió el responsable de cambios de un banco con gran cantidad de sucursales. "Después, la gente dice que el banco no quiere vender; tenemos muchas quejas de los clientes", se lamentó. Consultados al respecto por LA NACION, no obstante, desde la AFIP aseguraron que "el sistema funciona perfectamente".
Pero en varios bancos consultados admitieron que están teniendo inconvenientes crecientes. Después de todo, muchas de las máximas que hoy rigen para la compra de dólares para el turismo no surgen de normas escritas, sino que forman parte de reglas tácitas que poco a poco se fueron instalando en el mercado.


No se conocen, por ejemplo, los parámetros que usa la AFIP para determinar si un contribuyente puede o no comprar dólares, o para definir qué monto le corresponde en cada caso, mientras que la norma del Banco Central (la "A" 5339) sólo dice que los individuos podrán comprar "por los montos que sean razonables en función de los lugares de destino". En la City, directamente se habla de que la AFIP aprueba compras de más o menos US$ 70 por cada día de viaje (hasta hace algunos días, el estimado de los operadores era de US$ 100).
Tampoco hay una norma que establezca cuántos días antes de hacer el viaje uno puede comprar las divisas, pese a que desde el Gobierno dejaron trascender en varias ocasiones que estaban pensando en hacerlo; en la práctica, en los bancos hablan de entre 7 días y 48 horas antes.
Del mismo modo, no queda claro qué cupo anual tiene cada contribuyente y si puede o no acceder al mercado único y libre de cambios cada vez que haga un viaje. Algunos señalan que el sistema de la AFIP sólo valida una compra cada seis meses. Lo que es cierto, coinciden en el mercado, es que la mayoría de los que intentaron volver a comprar para un segundo viaje tienen inconvenientes.
Ayer, el billete minorista se cotizaba a $ 4,63 para la venta en el mercado oficial y hasta $ 6,40 en el circuito paralelo o blue. En los bancos señalan que, en el oficial, ya prácticamente el mercado se mueve en un sólo sentido, dado que casi no existen individuos dispuestos a vender sus dólares billete, aunque por otro lado las compras de los turistas son bien acotadas.
Para comprar dólares, la AFIP les exige a los turistas que llenen previamente en su página web un formulario en el que deben consignar el CUIT, el país de destino, si van a realizar o no escalas, si viajan o no con menores de edad, el número de CUIT del operador de viaje, el plan de pagos, la cantidad de días de la estadía en el extranjero y el monto en pesos que desea comprar en moneda extranjera. Según la normativa vigente, quienes viajen a países limítrofes recibirán las monedas de cada país, y no dólares, al igual que aquellos que viajen a la zona del euro.

MORENO, MÁS FLEXIBLE

En el circuito mayorista, donde operan las grandes empresas y las entidades financieras, los operadores dicen que la situación viene mejorando levemente. Al menos, en los últimos dos meses, confiaron en el sector bancario la Secretaría de Comercio Interior, estaría aumentando la cantidad de permisos para las compras de dólares para el pago de importaciones. No así para el giro de regalías o de utilidades, aclararon.
"Lo que es importaciones está funcionando. También es cierto que por la caída en el nivel de actividad son menos las operaciones", dijo un cambista, que pidió no ser identificado. El volumen de negocios en el MAE, donde operan los bancos, se mantiene bajo, con un promedio de US$ 150 millones diarios, apenas una fracción de lo que se operaba antes de los controles.