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domingo, 1 de enero de 2017

Venezuela: Ineficiencia sociopática en 10 medidas

Las 10 medidas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro que hundieron a Venezuela
El primero sentó las bases de un modelo económico insostenible en el largo plazo, y su sucesor terminó de llevarlo al colapso total. Inflación, escasez y la imposibilidad de generar riqueza fueron un combo letal
Por Darío Mizrahi - Infobae




La Revolución Bolivariana mostró desde el comienzo sus dificultades para administrar la economía. Hugo Chávez cerró su primer año de gobierno en 1999 con una caída de 6% en el PIB. Tras un leve repunte en 2000 y 2001, el país entró en una profunda recesión en 2002 y 2003, con derrumbes de 8,9 y 7,8 por ciento.

Sin embargo, en 2004 la economía dio un salto extraordinario al expandirse 18,3 puntos. ¿Qué pasó? El precio del barril de petróleo, principal producto de exportación de Venezuela, se había más que duplicado respecto de los 20 dólares que valía en 1999, y seguiría su senda alcista hasta junio de 2008, cuando el Brent alcanzó un récord de 139 dólares. Eso le permitió al chavismo crecer a un promedio de 10% anual hasta ese año, manteniendo sin dificultades enormes niveles de gasto. Sin ese dato sería imposible entender el impacto que tuvo el gobierno de Chávez sobre la sociedad venezolana.

El PIB bolivariano seguiría los vaivenes del crudo en los años siguientes, con crecimiento negativo en 2009 y 2010, y positivo en 2011 y 2012. No obstante, desde mucho tiempo atrás ya se habían sentado las bases para la debacle económica, que se empezaría a notar con fuerza desde 2013. Esto ocurrió en consonancia con la crisis política que significó la muerte de Chávez y su reemplazo por Nicolás Maduro, en marzo de ese año.

En sus cuatro años como presidente, "el hijo de Chávez" puede jactarse de ser probablemente el mandatario con peores resultados económicos del planeta. Según estimaciones del FMI —hace rato que el Gobierno dejó de brindar datos confiables—, Venezuela culminará 2016 en una situación propia de un país en guerra: una caída de 10% en el PIB, una inflación del 475% —y una proyección de 1.600% para 2017—, una pobreza que según una encuesta de distintas universidades afecta al 75% de los hogares, y niveles de desabastecimiento en alimentos y medicamentos que hablan de una crisis humanitaria.

1. Depredación de los recursos petroleros


"La economía venezolana ha venido en un curso de desastre desde que Chávez tomó el poder en 1999. Su proyecto se hizo viable inicialmente por un inmenso apoyo popular y el crecimiento del ingreso petrolero, como jamás había ocurrido en la historia de los hidrocarburos en Venezuela. Con eso compró apoyo interno y solidaridades internacionales. Ambos ahora languidecen, sin liderazgo y sin recursos fiscales", dijo el economista Carlos Blanco, profesor de estudios internacionales de la Universidad de Boston, consultado por Infobae.

Es lógico que un país que tiene un recurso tan importante como Venezuela con el petróleo se vuelva dependiente de él, y sea vulnerable a los vaivenes de su cotización en el mercado internacional. Pero el gobierno de Chávez pudo disfrutarlo a valores tan exorbitantes que tenía todo para crear un fondo de reserva para cuando se terminara la bonanza e incluso usarlo para aportar al desarrollo del sistema productivo. Sin embargo, sus recursos se dilapidaron regalando el combustible en el mercado interno y financiando a los aliados, como Cuba. Por eso, cuando el crudo bajó de los niveles récord, el modelo empezó a crujir.

"La muerte de Chávez fue seguida de un descenso paulatino de los precios del petróleo y de un acelerado deterioro de la obra del gobierno. Le tocó a Maduro correr con estas consecuencias, pero una suerte semejante le pudo haber tocado al propio Chávez. La debilidad del liderazgo de Maduro no es solo porque sea menos inteligente —algo que es verdad—, o porque no tenga el carisma arrollador de Chávez —que también es cierto—, sino porque le tocó gobernar con sus torpezas a un país malacostumbrado a vivir del reparto de la renta y no de su esfuerzo productivo", explicó a Infobae el economista Víctor Álvarez R., investigador del Centro Internacional Miranda y Premio Nacional de Ciencias.

El uso irresponsable de los ingresos provenientes del petróleo no fue el único problema. La administración chavista de PDVSA fue tan desastrosa que cayó la producción. "El desastre de la industria petrolera nacional la ha llevado de producir más de 3.6 millones de barriles diarios, a una cifra que oscila entre 2.1 y 1.9 millones, siendo el país con las mayores reservas de petróleo del mundo", precisó Blanco.


2. Creación de un megaestado empresario


"El Estado se hizo cada vez más interventor en la actividad económica: propietario de los recursos naturales y del subsuelo, pasó a ser dueño de empresas en diversos sectores. Además aumentó la regulación de la actividad privada, estableció elevados impuestos, controles de precios y del tipo de cambio, barreras al libre comercio. Así se fue desarrollando un entorno menos propicio y estimulante de la actividad económica, privada en particular", dijo Rafael J. Avila, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en diálogo con Infobae.

Ese Estado se constituyó a partir de la expropiación de todo tipo de empresas, la mayoría quebradas. Y lo que se buscó a través de ellas fue satisfacer necesidades políticas antes que prestar mejores servicios.

"El proyecto chavista despreció al sector productivo porque lo asumió como la representación del enemigo que intentaría impedir su proyecto socialista —dijo Blanco—. Convirtió en parias a los empresarios y al movimiento sindical organizado, utilizó los inmensos recursos fiscales para comprar solidaridades que aún perduran, aunque débiles, y convirtió a una masa inmensa de ciudadanos en dependientes de los favores del Estado".



3. Fijación de controles en todas las áreas de la economía


"Con el argumento de combatir la especulación, se impusieron controles de precios. Primero a productos básicos, pero luego se engrosó la lista. Se crearon organismos para fiscalizar. La consecuencia lógica fue mayor escasez y burocracia. También se hicieron más frecuentes los controles de cambio, esperando que éstos pudieran frenar la fuga de capitales, cosa que lógicamente funciona por muy breve tiempo, pero no resuelve el problema de fondo", destacó Ávila.

Los controles y la pretensión de fijar todos los precios por debajo de los costos acabaron por hacer casi inviable la obtención de ganancias. Eso incentivó el auge del mercado negro y de las mafias en casi todos los ámbitos productivos.


4. Pulverización del tipo de cambio


"Con el argumento de detener la fuga de divisas y la depreciación de la moneda, y controlar la inflación, se impuso un control del tipo de cambio y se limitó la adquisición de dólares a las empresas y a las personas. Además se crearon tipos de cambio preferenciales, que con el tiempo se hicieron mucho más bajos en relación al mercado. Como resultado, ni se ha detenido la fuga de capitales ni la depreciación del bolívar, ni mucho menos la inflación", contó Ávila.

La escasez de divisas ha llegado al punto de que Venezuela no puede pagar todas las importaciones que necesita. Muchas aerolíneas internacionales dejaron de operar en el país a causa de este problema.


5. Proteccionismo y aislamiento del mundo


El proteccionismo fue otra manera de limitar la competencia y estimular el desabastecimiento y la inflación. La combinación de altos aranceles con el sistema de cuotas de importación terminó perjudicando incluso a los empresarios locales que se pretendía favorecer, ya que la producción de muchos bienes necesita insumos que no se encuentran en el país.


La escasez de comida se siente en el país hace largos meses (AFP)

6. Creación de impuestos distorsivos


"Se estableció una mayor y más compleja tributación. Las recientes modificaciones de las leyes impositivas tienen el objetivo de cargar más la actividad empresarial", dijo Avila.

Los impuestos a la producción son la otra cara de los controles excesivos sobre la economía. Corregir esas distorsiones es condición sine qua non para una reactivación. De acuerdo con Álvarez, habría que "eliminar los rígidos controles de precios que obligan a vender por debajo del costo y desestimulan la producción, sincerar las tarifas de servicios de gas, agua y luz, reactivar el cobro de los peajes, realizar ajustes en la tributación, y sustituir los ineficientes subsidios indirectos a los productos que los contrabandistas sacan del país por subsidios directos a los hogares pobres".


7. Pérdida de autonomía del Banco Central


Una de las modificaciones más importantes que impulsó el chavismo fue poner fin a la independencia del Banco Central de Venezuela (BCV), permitiéndole financiar al Tesoro y a las empresas públicas. Luego intervino sobre su sistema estadístico, que informaba con rigurosidad las cifras de inflación y escasez, entre otras variables económicas que empezaron a ser ocultadas y manipuladas.

"Vale recordar que hasta 2009 el financiamiento del BCV al Gobierno con emisiones de dinero sin respaldo fue prácticamente nulo. No hubo. A raíz de la reforma de la Ley del BCV se autorizó al instituto emisor a financiar a las empresas del Estado, lo cual repercute en una mayor demanda pública y privada. En una economía signada por una creciente escasez, la mezcla de una mayor demanda con una menor oferta es justamente lo que atiza la inflación y aumenta la presión sobre el tipo de cambio paralelo", señaló Álvarez.


8. Gasto público y emisión monetaria en niveles insostenibles


Al poder controlar el BCV, el Gobierno tuvo vía libre para acelerar la emisión monetaria para financiar un gasto público que está muy por encima de la riqueza que efectivamente genera el país. Según Blanco, sólo durante 2016 la "base monetaria se incrementó 147 por ciento".

"Lamentablemente el Gobierno ha pospuesto el saneamiento fiscal y se aferra al financiamiento monetario e inflacionario —dijo Álvarez—. Si el BCV continúa financiando el déficit fiscal del gobierno con la expansión de los agregados monetarios, la inflación seguirá desbocada".


Una de las trifulcas desatadas por la crisis de los billetes (Reuters)

9. Militarización de la economía


"Debido a su procedencia, Chávez puso en práctica el nombramiento de efectivos militares, activos o retirados, en roles de gobierno: ministros, altos funcionarios, embajadores, presidentes de institutos", dijo Avila.

Muchos de ellos pasaron a manejar áreas clave de la política económica. Esto revela el sesgo con el que la administración chavista entiende la economía. El Gobierno cree que puede bajar la inflación por la fuerza, obligando a los comerciantes a vender por debajo de sus costos, con la amenaza de hacerlos arrestar.


10. Retiro de circulación de los billetes de 100 bolívares


El 7 de diciembre el presidente del BCV, Nelson Merentes, anunció que a partir del 15 de diciembre comenzarían a circular billetes de 500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares, ya que el máximo de 100 obligaba a la gente a salir a la calle con bolsas llenas de dinero para hacer compras cotidianas. Sin embargo, en una decisión incomprensible, Maduro ordenó sacar de circulación el billete de 100 bolívares en un plazo de 72 horas, cuando todavía no habían llegado los nuevos.

"Millares de ciudadanos de a pie se amontonaron durante largas horas a las puertas de los bancos públicos para depositar los billetes —contó Álvarez—, antes de que se venciera el plazo de 72 horas y ya no valieran nada. El rechazo al billete de 100 bolívares para las operaciones de compraventa desbordó el nerviosismo de los venezolanos. Muchos comercios debieron cerrar ante las amenazas de bandas motorizadas de saquearlos si no recibían el dinero en efectivo. Se desató una ola de disturbios que dejaron un trágico saldo de muertos, heridos, bancos quemados, cientos de locales saqueados y ciudades militarizadas".

La administración central se vio obligada a retroceder con la medida y prorrogar la vigencia del billete de 100 bolívares. Como si fuera poco, los nuevos de alta denominación aún no entran en circulación.

Para la economista María de la Fe López Domínguez, profesora de la Universidad Simón Bolívar, lo ocurrido es muy difícil de entender. "En época navideña, de máximo uso del dinero en efectivo, en medio de un enorme crecimiento de la liquidez luego de aumentos salariales muy significativos, es incomprensible desde el punto de vista técnico —dijo a Infobae—. Lo inoportuno de la medida la hizo contraproducente, como de inmediato se vio con el desorden social y económico que se produjo. Entonces, no puede haber justificación técnica para que se tomara como se hizo, quedando así la sospecha de motivaciones puramente políticas".





miércoles, 2 de septiembre de 2015

La torturada vida diaria bajo el comunismo cubano

‘Vivir del cuento’, todo un emblema nacional en Cuba
Los noticieros y las telenovelas son otros dos programas clave de la televisión cubana
Netflix sueña con Cuba
MAURICIO VICENT - El País




Cada lunes a las 20.30, nada más terminar el acartonado noticiero del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) que toca apenas de refilón los problemas de la realidad nacional, entra a los hogares cubanos el viejo Pánfilo y Vivir del cuento, el programa humorístico más popular y seguido en la isla. Su protagonista es un quisquilloso jubilado cubano que sufre los mismos problemas cotidianos que cualquiera de sus compatriotas y se ha pasado media vida haciendo colas. Su nombre —Pánfilo— viene de su pelea con el pan racionado, uno por persona al día, a razón de 80 gramos la unidad. Dos infartos de miocardio le han costado discusiones en la panadería, y aun así a veces sueña: “¿Y si dieran dos?”.

De los primeros gags con el pan racionado como protagonista, Pánfilo extendió el espectro de sus vivencias a todos los rincones de la compleja vida del cubano: la esclavitud de la libreta de racionamiento, los problemas burocráticos, la doble moral, los salideros de agua y los baches que nadie arregla, la escasez de cualquier producto en moneda nacional, los altos precios en las tiendas de dólares o los difíciles equilibrios que uno debe hacer para llenar el plato sin violar la ley. Todo eso y más, expresado con un punto de ironía e ingenuidad que ablanda las situaciones más perversas y angustiosas.



Tras ocho años en el aire, los 27 minutos semanales de Vivir del cuento, que se emiten en el horario de máxima audiencia del canal Cubavisión, se han convertido en una verdadera catarsis nacional. Los espectadores esperan Vivir del cuento con auténtica expectación: “A ver con qué se baja hoy esta gente”. Muchos cubanos se preguntan cómo es posible que en la controlada televisión oficial cubana se admita tal nivel de crítica —costumbrista, es verdad, pero crítica—. Lo cierto es que ahí está, cada lunes y con capítulos memorables, como el del viaje de Pánfilo a Varadero invitado por un turista argentino. “¿Dónde está la mesa buffet? ¿Es verdad que se puede comer todo lo que uno quiera?”, le pregunta a la recepcionista nada más llegar a un hotel Meliá.



Interpretado por el profesor de Lógica Matemática Luis Silva, el personaje de Pánfilo es ya un icono en Cuba, igual que su amigo Chequera, otro cubano sin oficio ni beneficio más que subsistir y darle cuero a la realidad. Entre ambos deshuesan la vida cubana y exprimen el jugo de sus contradicciones, de las que apenas hablan los informativos que le anteceden en la programación.

Los noticieros y las telenovelas son, sin duda, otros dos programas clave de la televisión. Los primeros cuentan la realidad con una fuerte carga política, que suele comenzar por un apartado de desgracias y malas noticias que ocurren en el mundo. Los problemas de Cuba se tocan por encima. Aun así, se han abierto espacios para la opinión ciudadana como Cuba dice, donde caben algunas críticas a aspectos muy concretos de la realidad. Desde que apareció Tele Sur, muchos cubanos siguen los informativos de este canal, con menor carga ideológica.



En el país que inventó la radionovela, obviamente los culebrones televisivos son muy seguidos por la gente. La actual telenovela cubana Cuando amar es demasiado ha sido criticada por los espectadores y por la propia prensa cubana por sus clichés y falta de conexión con la realidad. La mayoría prefiere las novelas latinoamericanas, como la brasileña que en estos momentos arrasa, Dos caras, en la que aparecen los dobles raseros de los poderosos, los conflictos de raza, las diferencias sexuales, la favelización y los amores entre personas de diferentes clases sociales. Arrasa. Pero Pánfilo más.

El ‘paquete semanal’

Paralelamente a los cinco canales de la televisión, funciona el denominado paquete semanal, que se distribuye de casa en casa a través de un disco duro externo y cuyo precio varía (entre 1 y 2 euros) dependiendo de la cantidad de materiales descargados. El paquete contiene las últimas películas extranjeras —incluso las más recientes—, shows, series, documentales, juegos, información, música y mucho más, y constituye todo un fenómeno en un país donde toda la televisión es estatal y el acceso a la información y al entretenimiento está controlado.
Obviamente todos los materiales son pirateados, y como el negocio es privado sus dueños se cuidan de no incluir materiales excesivamente políticos o que puedan ser considerados “contrarrevolucionarios”. En los paquetes se han ofrecido series como la española El Príncipe, y combos de actores como Morgan Freeman o Denzel Washington. Hay gente en Cuba que solo ve el paquete y ni enciende Cubavisión o Tele Rebelde.

martes, 2 de diciembre de 2014

El desastre del comunismo en Cuba

Cuba y Venezuela cada vez más parecidas. Impresionante video



Te mostramos un video de Cuba del año 1994 que transcurre en una famosa tienda de La Habana.

La similitud de este video con la Venezuela actual, donde hay escasez de productos y compras restringidas, es sorprendente.

Las protagonistas del video son las empleadas de la tienda “Fin de Siglo” y durante el transcurso de éste, las mismas cuentan que productos y que “cantidad” de los mismos están disponible para el público cubano.

La primera empleada relata que la tienda es popular en el país y que todo el pueblo puede ir a comprar.

La segunda empleada cuenta que cosas pueden comprar los novios que están a punto de casarse y relata por ejemplo que con el “cupón 15” la pareja puede comprar “un solo” pomo de shampoo.

La tercera empleada vende zapatos, y dice que los novios pueden comprar “un solo par de zapatos cada uno”. Aunque la novia tenga cupón 7 o cupón 8, se lo cuenta por un solo cupón es decir solo podrá llevar para su boda un solo par de zapatos.


El siguiente departamento de ventas dicen las empleadas que los novios solo pueden llevar “una sola toalla grande y un chiquita”, pero aclara, que si la novia no tiene el cupón, entonces no tiene derecho a llevar su toalla.

En el mismo departamento dicen que suelen ofertar también sábanas, cortinas, sobre-camas, pero que en este momento solo disponen de toallas.

La siguiente empleada aclara que “en la libreta de abastecimiento se la marca su fecha de bodas para que no compren dos o tres veces en el año”.

Una supervisora de la tienda explica el procedimiento: “La mujer trabajadora viene con una libreta con un número registrado y con la letra de compra, esta letra de compras viene registrado contra un calendario de ventas que tenemos nosotros (Ej.: marzo 1994), o sea la mujer trabajadora de la “A1” compraría aquí el día 7, y así sucesivamente, el día 8 le corresponde comprar a la trabajadora de la A2. Y luego le tocaría a la mujer que no trabaja, ósea a la ama de casa”.

Continuó explicando: “Esta libreta se utiliza con un fin de darle racionalización de los productos con que contamos en nuestro país, para que por ejemplo si llega shampoo, si llega calzado, si llega tejido, que todo el mundo tenga equitativamente la oportunidad de llevarlo por medio de la libreta”.

Este video que fue filmado en el año 1994 parece tener una vigencia y similitud sorprendente con lo que esta pasando en la Venezuela actual.
¿Llegaremos los argentinos a una situación así en nuestro país?

sábado, 1 de noviembre de 2014

Comunismo magistralmente inútil

Salud, educación, vivienda, y alimentación


Esas son las 4 banderas que todo comunista repite incansablemente como los logros de la Revolución cubana.
Ahora bien. ¿A qué hacemos referencia, cuando hablamos de "alimentación"?
Te explicamos. La dictadura castrista, le entrega a los cubanos una libreta de racionamiento, con la que pueden acceder (siempre y cuando consigan) una ración de alimentos a precios "subsidiados". Nada de gratis, como muchos comunistas suelen confundirse o erróneamente fundamentan.
¿Qué se incluye en esa ración? (Tener en cuenta que es mensual, y por persona)
- 5 huevos,
- 1,8 kg de azúcar. (3/4 de blanca, 1/4 de prieta -negra-)
- 3 kg de arroz,
- 4,5 kg de frijoles,
- 300 cm3 de aceite,
- 1,8 kg de café,
- 1 kg de sal (por núcleo familiar, no por persona), y
- 250 grs. de pollo o mortadela o pescado (cuando hay).
Antiguamente, la libreta también incluía carne de vaca, leche fresca, jabones, pasta dental y hasta cigarrillos a precios subsidiados. Antiguamente. Hoy sólo les queda el recuerdo.
El resto de los alimentos deben conseguirlos a "precio de mercado", en las tiendas para turistas, o en el mercado negro. Para que tengan una idea, una botella de aceite de 900 cc, cuesta entre 3 y 4 dólares, mientras el sueldo mínimo de un cubano, es de 8 dólares al mes.
Claro, seguramente muchos comunistas se excusarán esto con el "bloqueo americano" (en realidad, embargo), obviando por supuesto, la prohibición por parte de la dictadura para criar animales de consumo, tener su huerta propia, o emprender un próspero negocio personal con el cuál acceder a los alimentos a precio de mercado.


lunes, 28 de julio de 2014

Maravillosas ideas de Marx aplicadas en Venezuela

jueves, 13 de junio de 2013

Racionados con VISA

Racionamiento con VISA en Venezuela

Una pantalla de un cajero desautoriza la compra para un cliente en un supermercado bolivariano al haber superado la cuota de racionamiento diario. Paradójicamente el supermercado ofrece pagarlo con una tarjeta de crédito que es una herramienta de financiamiento del consumo. Y todo esto en un país con altísimas rentas petroleras. Es todo un símbolo de la capacidad de gestión estatal.

martes, 4 de junio de 2013

Venezuela llega obcecadamente al racionamiento

Venezuela instala un sistema de racionamiento ante la crisis

La iniciativa para limitar la compra de 20 productos comenzará a modo de prueba en el estado de Zulia; crearon una aplicación para celulares contra la escasez. La Nación






El gobierno de Nicolás Maduro sigue delineando nuevas estrategias ante la escasez en los supermercados, que ya lo llevó a importar millones de rollos de papel higiénico. Ahora subió la apuesta y comenzará a aplicar, a forma de prueba, un sistema racionamiento para limitar las compras de los ciudadanos en un estado chavista.
Según reveló el diario regional de Zulia Panorama,el sistema incluirá a 20 productos y será controlado a través de una libreta digital, una idea similar a la cartilla de racionamiento que utiliza el régimen comunista en Cuba.
Una de las medidas, que comenzará a aplicarse el lunes próximo, es la prohibición a comprar el mismo producto, el mismo día, aun en supermercados diferentes. Algunos productos, incluso, no podrán comprarse en cantidad hasta con una semana de distancia. Los detalles se definirán esta semana, en reuniones del gobierno estatal con las cadenas de supermercados.
El procedimiento se instalará a modo de prueba en 65 supermercados de los municipios Maracaibo y San Francisco del estado de Zulia, según el secretario general de Gobierno, Blagdimir Labrador.
Entre los rubros que se van a monitorear se encuentran: arroz, aceite, carne, lenteja, harina de maíz, harina de trigo, pasta regulada, pollo, leche en polvo, azúcar, dentífrico, jabón de tocador, lavaplatos, pañales y papel higiénico.

UNA APP PARA LA OCASIÓN

El desabastecimiento que mantiene preocupada a la población venezolana llegó también a los celulares. La aplicación "Abastéceme" ya está disponible de forma gratuita para que los ciudadanos de una misma localidad compartan dónde encontraron los productos faltantes.
"¡Encuentra y comparte la ubicación de los más buscados productos de primera necesidad! Abastéceme es una plataforma social que nos permite a los Venezolanos compartir la ubicación de productos de primera necesidad como aceite, azúcar, harina, leche en polvo y papel higiénico", es la descripción del servicio, que va armando un mapa virtual con los supermercados en cuestión..