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lunes, 11 de noviembre de 2013

Déficit dificulta importación para las PyMEs

Déficit grande come al chico: 4 sectores "se llevan" los dólares y dejan a 5.000 Pyme con problemas para importar
Unas 100 empresas generan el mayor rojo comercial, en un contexto en el que el Gobierno se ve obligado a comprar afuera cifras millonarias, desplazando los requerimientos mínimos de miles de compañías que ven trabados sus procesos productivos. Los grandes números tapan las pequeñas necesidades


En la última gira comercial comandada por la Presidenta, que abarcó a Emiratos Arabes UnidosIndonesia Vietnam, que tuvo lugar allá por el mes de enero, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, improvisó una reunión en el avión de Aerolíneas que llevaba al contingente de regreso a la Argentina. 
El polémico funcionario habló de manera pausada y con su característica firmeza, para transmitirles una novedad que sonó como "música para los oídos" de muchos pequeños y medianos empresarios que estaban a bordo: en este 2013, las importaciones iban a fluircon mucha mayor agilidad que en años anteriores.
"El primer semestre va a tener el mismo ritmo con el que terminó el 2012. Y para el segundo,va a ser incluso más fluido, porque es un año electoral", les anticipó Moreno desde su butaca, para alivio de muchos directivos de compañías chicas, que dependen de las importaciones para hacerse de insumos clave para completar procesos de elaboración.
El tiempo pasó y, a juzgar por los números oficiales, el funcionario habría cumplido con esa promesa que había lanzado a empresarios a más de 10.000 pies de altura: entre enero y octubre, las compras al mundo acumulan un alza del 11%, nivel que casi triplica al de las exportaciones.
Sin embargo, hay otra cara de la moneda: para Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), el Gobierno no sólo no avanzó con un relajamiento de los controles aduaneros, sino que un nutrido número de firmas está viviendo lo que llama "elpeor período en todos estos años desde que está vigente el comercio administrado".
"Hubo una promesa de que se iban a flexibilizar las importaciones pero esto no se cumplió. Esto es gravísimo considerando que no hay ninguna industria en la Argentina que no dependa de algún insumo que llega del exterior. De modo que con estas restricciones se está afectando de manera directa al empleo", disparó Ponce.
¿Cómo es posible entonces que haya empresas importadoras que estén viviendo el momento más duro en toda la era kirchnerista, cuando las compras al mundo acumuladas hasta septiembre ya están unos u$s5.500 millones por encima del mismo período del año pasado?
La respuesta está en los enormes déficit estructurales, alimentados por un puñado de empresas, que son responsables en gran medida de que el Banco Central -imposibilitado de hacerse de dólares por otras vías-, haya perdido cerca de u$s10.000 millones en concepto de reservas en lo que va de 2013.
"Un grupo de compañías de un reducido número de rubros están generando grandes rojosen la cuenta de intercambio comercial", recalcó Ponce.
Esto implica que existen firmas que están importando por mucho más de que lo que exportan, de modo que esos dólares para pagar las compras al exterior, lejos de ser compensados, tienen que salir de las reservas del BCRA para que este puñado de empresas pueda realizar los correspondientes giros al exterior para sus proveedores.
El directivo destacó  a este medio que "los responsables de los grandes déficits comercialesson automotriceslaboratoriosminerasenergéticas y las principales multinacionales".
"Todas estas firmas no tienen ningún problema para importar y son las que causan el achicamiento del superávit comercial. El Gobierno, al permitir estas operaciones y al no quedarle margen por dónde recortar, termina frenando el ingreso de insumos bienes de capital de un enorme abanico de pequeñas y medianas empresas", se quejó el directivo, quien brindó algunos datos reveladores:
• Las primeras 20 compañías, entre las que figuran automotrices -como Volkswagen, General Motors, Renault o Peugeot-, compañías del sector energético -Cammesa, YPF- o del rubro siderúrgico, son responsables del 30% de todo lo que importa la Argentina.
• En tanto, si se consideran las 100 principales empresas, la proporción alcanza al 70% de todo el universo de importaciones que realiza el país, operaciones que, como se mencionó anteriormente, no revisten mayores demoras.
• En tanto, más de 5.000 pequeñas y medianas empresas deben conformarse con recibir el 30% restante de las compras al mundo y son las que, además, encuentran las mayores dificultades. 
En este sentido, Ponce ratificó en diálogo con este medio que "hay unas 5.000 firmas que están teniendo problemas para operar en la Argentina, dado que los permisos de importación no están saliendo con la celeridad necesaria".
Un "déficit" que se "come" a otro
El superávit comercial, la última gran fuente de dólares con la que cuenta el Gobierno,atraviesa su peor momento: se estima que este año apenas aportará a la economía u$s8.500 millones, unos u$s1.500 millones menos que lo que se propuso Moreno como meta y el nivel más flojo de toda la era K.
Los responsables de este achicamiento del saldo, según la CIRA, son tres grandes rubros:
• Automotriz: este año, esta rama de actividad va a lograr un récord de patentamientos de950.000 vehículos, un dato estadístico al que le está sacando provecho el Gobiern y con el que busca demostrar que el consumo continúa "sobre rieles".
El problema es que, como viene dando cuenta iProfesional, apenas 30% de las piezas de los 0Km son "nacionales". El 70% restante debe importarse ya que no se fabrican en el país. Esto derivará en un "rojo" sectorial de u$s8.000 millones para todo 2013. 
Así las cosas, fijar trabas aduaneras implicaría convalidar un menor crecimiento de la industria -este sector es responsable del 50% del repunte del Made in Argentina- y derivaría en suspensiones o despidos que generarían un gran impacto mediático.
• Electrónica: esta industria está en el centro del debate. Desde la CIRA estiman que el polo ubicado en el sur del país -que ensambla celulares, notebooks, tablets y equipos de aire acondicionado-, este año "succionará" de la economía unos u$s9.000 millones, si bien desde la cámara que nuclea a las empresas del sector argumentan que las importaciones serán de menos de u$s4.000 millones.
Más allá de este número, el Gobierno tiene dificultades para frenar este déficit dado que cerrar las fronteras a los insumos y partes para el armado de equipos repercutiría negativamente en el consumo, a lo que se suma el riesgo sobre los 12.000 puestos de trabajo que ocupa esta actividad en la isla.
• Energía: en 2009, la Argentina tenía superávit, es decir, exportaba más petróleo y gas que lo que debía importar. Sin embargo, desinversión mediante, la ecuación se revirtió completamente. Así las cosas, este año el resultado por ventas y compras al exterior arrojará un rojo de hasta u$s7.000 millones.
Dado que la energía que llega importada es vital para completar en un 25% el suministro de empresas y hogares en la Argentina, cualquier interrupción de estas compras derivaría en una caída en el nivel de actividad y en un ascendente malestar social.
A todo esto se debe sumar el "rojo" en la cuenta de servicios, generado por el turismo internacional, tal como se puede observar en el siguiente cuadro: 
"Estos sectores están realizando importaciones sin mayores dificultades. Y el Gobierno, como no tiene chances de achicar en el corto plazo estos déficits, entonces trata de restringir la salida de dólares limitando a otras ramas de actividad, lo que termina perjudicando a las pequeñas y medianas empresas", recalcó Ponce.
El directivo fue más allá al advertir que, en lo que va del año, muchas de las operaciones deimportación que realizaron las firmas de rubros que tienen vía libre, fueron del tipo especulativo: "Hubo quienes, previendo una mayor tasa de devaluación, buscaron hacerse de stock pagando sus compras en el exterior a cinco pesos y pico y se hicieron una fiesta. Esto afectó a las firmas que tienen dificultades, ya que cuanto más se permite ingresar por un lado, más se termina apretando por el otro".
Riesgo en el empleo
Desde la CIRA destacaron que, mientras las compañías de grandes rubros de actividad están viviendo un "boom" importador, "hay Pymes que en lo que va del año no obtuvieron una sola Declaración Jurada", el documento que tiene que aprobar Moreno para que una compañía pueda traer cualquier producto de afuera.
En tanto, alertaron que "otras que sí venían logrando nacionalizar embarques, se encontraron con un endurecimiento de las restricciones en los últimos dos a tres meses".
El directivo, además, se quejó por el alto nivel de arbitrariedad y la falta de parámetros que brinde, al menos, algo de previsibilidad: "Por más que algunas firmas cumplan con todos los pedidos oficiales, como compensar importaciones con exportaciones, o por más que algunas hayan hecho gestiones ante la Secretaría porque se trata de insumos que no se fabrican en el país, hay operaciones que siguen trabadas. No hay una lógica, es todo muy aleatorio".
Todo esto, aseguró, está llevando a que se produzca un impacto negativo a nivel empleo: "El propio Ministerio de Trabajo reconoció que se frenó la creación de puestos. Nosotros agregamos que hay firmas asociadas a nuestra cámara que ya están enviando telegramas de suspensión a sus empleados en los que mencionan como causal a las demoras en la aprobación de permisos de importación", disparó Ponce. 
Claro que este reclamo no proviene sólo del ámbito importador. De hecho, el propio titular de laUnión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, le planteó un par de meses atrás a laPresidenta su inquietud por las trabas aduaneras.
"Es necesario que se modifiquen las trabas al ingreso de insumos porque, si no salen, se paran las empresas locales", había disparado sin rodeos el líder de los industriales.
De acuerdo a la CIRA, entre los numerosos sectores que tienen dificultades a la hora de importar figuran:
• Industrias alimenticias: como lácteas, que no están pudiendo ingresar desde envases hasta aditivos clave para la elaboración de quesos, yogures y cremas.
• Bebidas: en el sector vitivinícola, hay bodegas que están registrando problemas para ingresar desde barricas hasta levaduras para elaboración de vinos.
• Insumos para la construcción: faltan artefactos de iluminación, decks de madera sintética, resinas para el sellado de vidrios y artículos de grifería, sin los cuales, según la Cámara, "no se están pudiendo terminar algunas obras".
• Insumos eléctricos: escasean todo tipo transformadores, generadores de señales, kit de cables e interruptores, sólo por mencionar algunos elementos. 
• Ascensores: en el sector se rumorea que hay más de 1.000 empresas en riesgo por falta de insumos, con firmas que hace más de cuatro meses que no pueden ingresar componentes que no se fabrican en el país. Así, muchas estarían a un paso de incumplir con las entregas o con las reparaciones. 
En este contexto, desde la cámara destacan que estas ramas de actividad, a pesar de que no mueven el amperímetro de las estadísticas, deben poner "al servicio" de la Secretaría de Comercio Interior cualquier rojo que generen, por más pequeño que éste sea, para así compensar, aunque sea un poco, esos grandes déficit estructurales imposibles hoy de achicar.

martes, 6 de agosto de 2013

Argentina: Los 2000s peor que los 90s

El rey está desnudo

Economista Serial Crónico

Estoy shockeado. Acabo de darme cuenta que, con un simple cambio metodológico, el INDEC acaba de destruir uno de los pilares del relato de la década ganada.

La historia es así. Hace algún tiempo, el INDEC realizó un cambio del año base con el cual mide los términos de intercambio del comercio exterior, es decir, los precios de las exportaciones y las importaciones. Como pueden ver aquí, el INDEC actualizó las ponderaciones del cálculo, pasando de usar las de 1993 a las de 2004*.

El pasaje de una base a la otra implico un fuerte cambio en la medición del efecto precio en las exportaciones, como pueden ver en el siguiente gráfico. Si con la base anterior el INDEC media un incremento del 100% en los precios entre 2001 y 2012, con la nueva base la suba paso a ser de 150%.


La contrapartida de una mayor suba del efecto precios es que una menor porción del crecimiento de las exportaciones (que crecieron un 200% durante el periodo) se explica por el efecto de mayores cantidades. Antes el INDEC registraba una suba del 55% en las cantidades durante la década, para pasar a 24% con la nueva base (0 3.7% y 1.8% anual equivalente).

Lo interesante es lo que pasa cuando uno analiza el cambio en las ponderaciones a nivel grandes rubros. El grueso del ajuste en el índice de precios corresponde a cambios en la medición del rubro de Manufacturas de Origen Industrial,mientras Productos Primarios, Manufacturas de Origen Industrial y Combustibles registran cambios menores.

La cuestión es que, nuevamente, la contrapartida de un mayor efecto precios en las exportaciones MOI son menores efectos cantidades, como se refleja en el siguiente gráfico.

Con el cambio de base, el INDEC pasó de registrar un crecimiento de las MOI de 132% entre 2001 y 2012 (o 7.2% anual) al también bueno pero menos impresionante 80% (o 5.0% anual). Lo interesante es que con esta corrección, el crecimiento de las exportaciones industriales durante el periodo de Tipo de Cambio Real Alto y Estable pasó de ser similar al de la década previa de Tipo de Cambio Real Bajo y Estable (con subas de 132% y 175% respectivamente) a ser casi la mitad (80% vs. 153% con la nueva base).

Repito.

Con el cambio de base, el crecimiento de las exportaciones industriales durante el periodo de TCRAE pasó de ser similar al de la convertibilidad a ser casi la mitad con la nueva base.

Espero que me alcance el fin de semana para reponerme del shock

Atte

Luciano

*Por las dudas, vale aclarar que, a diferencia de otros índices, y como explicaba hace tres años en este post , los datos de comercio exterior del INDEC son más creíbles y menos susceptibles a dibujos.

sábado, 29 de junio de 2013

Restricción a la importación de insumos claves

MORENO AUTORIZA PRODUCTOS SUNTUARIOS

Por el freno a importaciones faltan insumos industriales clave

Las trabas afectan a la industria de la construcción, alimentos, de la madera, vial y textil. Clarín

Denuncias. La Cámara de Importadores revela trabas que van desde herrajes y equipos a reactivos especiales.
Con una demora de más de tres meses en las autorizaciones para importar silicona estructural, indispensable para el armado de los paneles doble vidriado hermético que se utiliza en los edificios de última generación, es inevitable que las dos fábricas- una en Córdoba, la otra en Tucumán- solo puedan trabajar hasta la semana que viene.
Sus ejecutivos muestran desesperación aunque piden no ser mencionados ni ellos ni el nombre de sus empresas. Y dan cuenta del calvario por incumplimientos en obras en marcha como la reforma del edificio del Correo en la ciudad de Buenos Aires o la del aeropuerto de Santiago del Estero.
Eso sí, no son los únicos afectados. Un informe de la Cámara de Importadores en base a las denuncias que reciben, muestra lo que sucede en la industria del mueble que no puede ingresar cerraduras especiales, pistones a gas, tijeras retráctiles, entre otros accesorios que Argentina no fabrica.
Hay empresarios que decidieron afrontar la nueva realidad y están dispuestos a invertir tiempo y dinero para sustituir lo que traen del exterior. Pero en muchos casos por el tamaño del mercado no es viable la fabricación en el país.
Un ejemplo es el dow corning, que se utiliza en las juntas cuando el pavimento es de hormigón. Los constructores de la ruta 6 lo necesitan y aún no tienen respuesta.
Algunos señalan que la política comercial parece obra de un “despechado”, en obvia alusión a Guillermo Moreno. Es que mientras su secretaría frena despachos, autoriza otros que no son imprescindibles. En las góndolas de los súper se puede encontrar desde pastas, quesos y otros fiambres made in Italy a whiskies escoses. También, cosméticos y chucherías chinas.
Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores, y autor del informe, indicó aClarín que el 80% de las importaciones están vinculadas a insumos industriales. Y advirtió sobre un efecto bumeran, “ya que la falta de insumos estratégicos daña las exportaciones de las empresas y repercute en la generación de divisas”.
La larga lista de los importadores incluye los faltantes del negocio de la iluminación, telefonía y computación. Y hasta las cooperativas de trabajo, que funcionan con planes en diversos municipios, dicen que carecen de herramienrtas como motosierras, cortadores de potencia, aceites especiales para los motores.Los laboratorios hicieron saber de los impedimentos para el ingreso de distintos reactivos. En la alimentación se quejan de trabas en componentes químicos. Otro tanto pasa con telas industriales.
El Gobierno viene frenando las importaciones desde 2011 ante la persistente falta de divisas. Hoy los contenedores detenidos en la Aduana y los despachos paralizados ya son parte del paisaje.

lunes, 11 de febrero de 2013

El costo de la política energética en Argentina


Dependencia

Cada vez se importa más gas, y más caro

En 2012 el país desembolsó US$ 4700 millones



Desde hace décadas, el gas natural es la estrella del sector energético argentino. Explica más de un 50% de las necesidades de abastecimiento del país, tiene una participación récord a nivel mundial en su utilización vehicular y aquí cuenta con un altísimo desarrollo tecnológico.
Pero de la mano del crecimiento del consumo y la caída en la oferta local (menor inversión y menor producción) durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, sumó dos nuevas características: es un recurso que se importa en volúmenes crecientes y a un precio cada vez más caro.
Así lo demuestran los números oficiales. Según los últimos datos de la Secretaría de Energía, que conduce Daniel Cameron, el año pasado el país importó gas por 4697,8 millones de dólares.
El número es enorme por donde se lo mire: representa casi un 7% de las compras totales al exterior que hizo el país en 2012, un ítem que moviliza al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a aplicar todo tipo de medidas para frenar el ingreso de productos importados. Y también equivale al 37% del saldo comercial de 2012, el indicador de la macroeconomía que el Gobierno mira para saber de cuántos dólares dispondrá y hasta qué punto debe insistir en el cepo cambiario.
Las importaciones de gas encierran otro récord para las cuentas públicas: de un año al otro se llevaron un 60 por ciento más de divisas, medidas en dólares.
 
Las estadísticas oficiales también revelan el encarecimiento de ese recurso. Debido al incremento de los valores a lo largo de todo 2012, el país pagó un precio un 15 por ciento más alto que el promedio que había desembolsado durante el último año.
Siempre desde la mirada de las cuentas públicas, el incremento en la importación encierra al menos una buena noticia: aunque hubo que erogar más billetes para pagar el gas importado, se redujeron las importaciones de fuel oil, uno de los combustibles sustitutos, pero aún más caro, que se utiliza en las centrales termoeléctricas.
Es una de las consecuencias de que el país se esté convirtiendo, de a poco, en un importador más experimentado en lo que a combustibles se refiere.
"La producción de gas el año pasado siguió cayendo alrededor de un 3 por ciento, pero la demanda creció más de un 5 por ciento. Esto amplió la brecha, y por eso hubo que importar más, aun cuando la economía estuvo estancada. Los montos de importación podrían haber sido mayores si se hubieran importado los 80 barcos que estaban previstos (se compraron poco más de 50)", explica Daniel Montamat, ex secretario de Energía y ex presidente de YPF.
Por su parte, Juan Rosbaco, especialista del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), sostiene: "Es lógico que hayamos importado más. Todavía no se tomó ninguna medida trascendental como para fomentar la explotación gasífera. Vamos a ver qué ocurre con los últimos anuncios con respecto a mejores precios. Aún no se sabe cómo se implementará. Para salir de la situación en la que está el país hay que hacer mucho, y es temprano para que la nacionalización de YPF muestre efectos positivos", señaló el analista.
El ex secretario de Energía Jorge Lapeña tiene una visión más crítica: "La importación energética es cara y se hace mal. Se pagan grandes sobreprecios por falta de previsión estratégica. La Argentina será por largo tiempo un importador energético masivo. El desafío que el Gobierno no entiende es que sólo le queda un camino: convertirse en un importador eficiente", explicó el ex funcionario.

EL DETALLE DE LA FACTURA

La Argentina recibe gas extranjero por dos vías: desde Bolivia, a través de gasoductos, y desde ultramar, en la forma de gas natural licuado (LNG, de acuerdo con su abreviación en inglés), que llega por barco a los puertos de Bahía Blanca y de Escobar (en ambos casos, la operación está a cargo de YPF y de Enarsa).
Montamat hace un reconocimiento de la conveniencia de comprarle al país vecino. "Como Bolivia nos dio más gas del esperado, la importación de LNG fue menor a la prevista. Sus precios son más bajos. Si no, el encarecimiento de las importaciones hubiese sido mayor", calcula.
En 2012, las compras a ese país crecieron un 65 por ciento en volumen. Aunque la Argentina paga unos 11 dólares por millón de BTU (la unidad de medida), es decir, cuatro veces más que el valor que recibe por la misma cantidad una petrolera local, está por debajo de los alrededor de 17 dólares que el Gobierno gasta para comprar el gas licuado en el exterior.
Ese último ítem es, por mucho, el que más le duele a la balanza energética: en comparación con los números de 2011, las importaciones crecieron el año pasado un 17 por ciento, pero implicaron un desembolso 46% mayor.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, conoce esas cuentas al dedillo. En varias reuniones que mantuvo con empresarios petroleros a fines del año pasado junto a Moreno, les reclamó que le presentaran al Gobierno proyectos para producir más gas, en desmedro de las iniciativas de búsqueda de petróleo, más rentables. Y desde principios de enero el coordinador del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, inició una rueda de invitaciones a empresarios para firmar un acuerdo por el que el Gobierno ofrece pagar US$ 7,50 el millón de BTU (el triple que el precio promedio actual) a cambio de aumentar la producción..
Del editor: por qué es importante.
El Gobierno lleva años negando la crisis energética y desincentivó la producción local. La sequía de divisas es cada vez más importante.