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jueves, 31 de marzo de 2016

Seduce el panorama de negocios paraguayo

El milagro paraguayo: Asunción es la nueva meca de los empresarios argentinos para hacer negocios
Cada vez más marcas e inversores ponen la mira en el socio más humilde del Mercosur; una economía en crecimiento, bajos impuestos y un clima favorable son los principales atractivos
Alfredo Sainz - LA NACION




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ASUNCIÓN.- El local de Kevingston está enfrente al de Jazmín Chebar y un piso más arriba de las tiendas de Vitamina, Wanama y Cheeky. Cruzando la calle se puede ir a comer una grande de mozzarella en La Guitarrita y después tomar un helado en Freddo o un cortado en Havanna. Si no fuera por la presencia de una tienda de GAP y otra de Carolina Herrera, todo indicaría que estamos en un centro comercial porteño, cuando en realidad se trata del Shopping del Sol, el más tradicional de Asunción.


La invasión de marcas argentinas no se limita a este shopping y en cualquier zona comercial de la capital paraguaya es posible cruzarse con decenas de marcas y propuestas made in Argentina. Es que a partir de una combinación de clima de negocios favorable, una economía en crecimiento, inflación prácticamente inexistente y baja presión impositiva (la alícuota del impuesto a las ganancias es de sólo 10%), el mercado paraguayo se convirtió en el último tiempo en una especie de tierra prometida (y a la vez, muy cercana) para los inversores argentinos.

Paraguay se jacta de contar con los mejores indicadores macroeconómicos de la región. El PBI acumuló una década con un crecimiento promedio del 5,5%, mientras que la inflación en todo 2015 se ubicó en 3,3%, es decir menos de la suba que sufrió la Argentina en cualquier mes del último verano. El país también tiene una saludable posición fiscal -completó ocho años consecutivos de superávit fiscal- con reservas que alcanzan a cubrir casi el 100% de la deuda pública, de la mano de los ingresos del campo: hoy Paraguay es el cuarto productor mundial de soja y el octavo exportador de carne vacuna, superando incluso a la Argentina.


Este milagro paraguayo se volvió una opción cada vez más atractiva para los empresarios e inversores argentinos, que están dejando atrás los preconceptos que podían tener sobre la economía del socio más humilde del Mercosur.

"Paraguay históricamente fue una plaza muy promercado. Acá nunca existieron los controles de cambio ni los cepos para importar o exportar. Y a esto se suma que en los últimos 20 años empezó a haber más plata gracias al boom de la soja y de la carne", asegura el empresario argentino Alejandro Conti.


Conti llegó a Paraguay en 2003 como gerente general de la petrolera Esso. Seis años después dejó la multinacional, pero se quedó en Asunción con su familia para iniciar un proyecto propio en el rubro gastronómico. Hoy tiene cuatro restaurantes -tres de la cadena norteamericana TG Friday's y una de la pizzería porteña La Guitarrita- y cinco heladerías de Freddo. "Invertir y vivir en Paraguay se puede ver como la botella medio vacía o medio llena. Por un lado está claro que frente a Buenos Aires o San Pablo, Asunción está mucho menos desarrollada y la vida cultural está muy por debajo. Pero a su vez se trata de un mercado lleno de oportunidades, donde está todo por hacerse", asegura.

La expansión de la economía paraguaya además se tradujo en el surgimiento de una clase media para la cual las marcas argentinas tienen un carácter aspiracional muy marcado. "A los paraguayos les encantan las marcas argentinas, y a diferencia de lo que pueda pasar en otros mercados vecinos como el chileno o el uruguayo, en Paraguay no hay ninguna pica, y te abren las puertas cuando llegás", asegura Martín Blanco, que hace cinco años abrió una filial de su estudio de marketing y branding en Asunción.

De la buena recepción que tienen las propuestas locales también puede dar cuenta la cadena Café Martínez. "Llegamos a Paraguay en 2012 de la mano de un máster franquiciado, y hoy ya tenemos cinco tiendas en Asunción y una en Ciudad del Este. De entrada, la propuesta tuvo una muy buena aceptación y hoy Paraguay es el mercado internacional más exitoso que tenemos, incluyendo seis países donde estamos", explica Alejandro Marinetto, responsable del Desarrollo Exterior y Nuevos Negocios en Café Martínez.

Según un relevamiento del Estudio Canudas -una consultora especializada en el mundo de las franquicias-, en la actualidad hay 72 marcas argentinas con operaciones en territorio paraguayo, que suman 99 locales. La indumentaria y la gastronomía lideran esta invasión, aunque también se destaca la presencia de firmas de rubros como la cosmética, las pinturerías, la pirotecnia y el lavado de autos.

"Hoy el 15% de las marcas de los shoppings paraguayos son argentinas, que llegan seducidas por los alquileres baratos (el promedio es de 3 dólares por metro cuadrado) y una política fiscal muy atractiva. La presión tributaria en Paraguay es muy baja y pagando todos los impuestos, el empresario se encuentra casi en un paraíso fiscal", dijo Carlos Canudas.

El buen momento de la economía paraguaya también se refleja en un boom inmobiliario, del cual los argentinos no se quieren quedar afuera. Los edificios corporativos, los bancos y las principales multinacionales iniciaron hace unos años un proceso de migración dentro de la ciudad, abandonando el centro tradicional de Asunción y mudándose a zonas más cercanas al aeropuerto, en arterias como Aviadores del Chaco y Santa Teresa.

Así, en un radio de pocas cuadras en los barrios de Villa Morra o Carmelitas es posible cruzarse con uno o dos edificios de oficinas en construcción por cuadra. El rubro hotelero también vive una fuerte expansión. Durante años, el Sheraton fue el único hotel internacional de Asunción, y ahora se acaban de sumar un Ibis, un Aloft (otra cadena de los mismos dueños del Sheraton) y un Dazzler, una propuesta de cinco estrellas que pertenece al grupo argentino Fën Hoteles, de la familia Rosental. Algo parecido se vive entre los shoppings, ya que a una cuadra y media del Shopping del Sol, en un par de meses abrirá otro megacentro comercial, el Paseo La Galería. Detrás de este proyecto se encuentra un grupo inversor guatemalteco, que ya anunció que traerá al país marcas internacionales que hoy no están presentes en Paraguay, como la española Zara y las argentinas Rapsodia, Almacén de Pizzas y Johnny B. Good.

El milagro paraguayo también se tradujo en la aparición de un pequeño pero pujante mercado de viviendas de lujo. En este caso, la movida es encabezada por la desarrolladora inmobiliaria Fortune International Group, del argentino Edgardo de Fortuna. La empresa acaba de anunciar una inversión de US$ 90 millones en el proyecto Jade Asunción, que incluirá tres torres de viviendas en una de las zonas más exclusivas de la capital paraguaya, con un valor del metro cuadrado que oscila entre 2000 y 2500 dólares, una cifra relativamente baja si se la compara con otras capitales de la región.

"Asunción es un mercado al que no mucha gente le presta atención. Llegué un poco de casualidad, a través de un argentino que está haciendo negocios en Paraguay y me contó lo fácil que era invertir y la estabilidad económica y financiera que ofrece el país. Y vimos que había una oportunidad para ofrecer un servicio como el de Fortune", asegura DeFortuna. "Apuntamos básicamente a compradores paraguayos, que sean usuarios finales, y que hoy no tienen un nivel de producto y servicio que ofrece Jade Park, con la posibilidad de vivir en medio de un parque en plena ciudad", agrega el desarrollador argentino.

El caso de DeFortuna no es la excepción. En los últimos años, una porción importante de los desarrollos inmobiliarios que se llevaron a cabo en Paraguay fue financiada con aportes argentinos.

"La situación en la que estaba la Argentina hasta hace poco nos ayudó para captar inversiones. Y también nos vimos beneficiados porque muchos argentinos que históricamente elegían a Uruguay para proyectos en el exterior se asustaron a partir de los acuerdos de intercambio de información con la AFIP", explica el empresario paraguayo Víctor Cálcena, socio de la desarrolladora Capitalis, que fue la creadora del nuevo polo corporativo en Asunción y lleva diez años construyendo oficinas, incluyendo el emblemático World Trade Center de la capital paraguaya. "En los últimos tres o cuatro años, el argentino en Paraguay dejó de ser un inversor pasivo para pasar del otro lado del mostrador y embarcarse con proyectos de desarrollos inmobiliarios captando fondos en su país para el financiamiento", explica Cálcena.

Pero más allá de los números fríos y los indudables atractivos que ofrece el mercado paraguayo, tanto los empresarios locales como los argentinos coinciden en la importancia de las relaciones personales y los contactos a la hora de hacer negocios en Asunción. "Paraguay es un mercado en el que todos se conocen y en el que todo se maneja a partir de la red de contactos que uno puede ir armando. Cuando me subo a un avión en Asunción siempre saludo a seis o siete personas. Salvando las diferencias, es algo parecido a lo que me ocurría cuando vivía en Don Torcuato y me tomaba una combi para ir al Centro", asegura Conti.

Los números que seducen


5,5%

crecimiento

Es la expansión promedio que tuvo en la última década la economía paraguaya, que pudo aislarse de los vaivenes que sufrieron la Argentina y Brasil.

Baja presión impositiva

La carga tributaria total en Paraguay llega al 30%, incluyendo ganancias, IVA y rentas.

72

Marcas

Made in Argentina

Son las firmas argentinas que están presentes con locales en Paraguay.

Presencia dominante

El 15% de las marcas de los shoppings de Asunción y Ciudad del Este son de origen argentino.


Los rubros más buscados


La presencia argentina crece en todo tipo de sectores

Agronegocios

Detrás de los brasileños, los argentinos son los inversores extranjeros más fuertes en soja y ganado vacuno, que se convirtieron en los principales responsables del milagro económico paraguayo.

Viviendas

Inversores argentinos están detrás de gran parte de las torres de vivienda y oficinas que surgieron en Asunción en los últimos años. Ahora, Edgardo DeFortuna anunció un proyecto de lujo en la capital paraguaya.

Indumentaria

Las marcas argentinas de ropa tienen un carácter aspiracional muy grande entre los paraguayos y hoy los principales shoppings de Asunción están copados por productos made in Argentina.

Gastronomía

Los restaurantes argentinos también son muy populares entre los consumidores paraguayos. La Cabrera, La Guitarrita y Almacén de Pizza son algunas de las propuestas con presencia en Asunción.

Heladerías

El helado argentino es otro producto muy valorado en tierras guaraníes, tanto en el segmento más alto -Freddo tiene cinco locales- como en el más popular, con Grido, que tiene cuatro sucursales.

Cosmética

Hoy en Asunción están presentes siete cadenas argentinas de cosmética y estética. Universo Garden Angels y Plaza España son las dos con una mayor inserción, y juntas suman seis tiendas en el mercado paraguayo.

Hotelería

Es otro de los rubros que tuvo una mayor expansión en el mercado paraguayo. La última apertura en Asunción correspondió a la cadena Dazzler, que pertenece al grupo argentino Fën Hoteles.

Marketing

La publicidad y el marketing argentinos también gozan de un gran prestigio en Paraguay, lo que explica la multiplicación en Asunción de creativos y consultores importados desde Buenos Aires.

sábado, 24 de agosto de 2013

Krugman: Burbujas globales

Esta Edad de Burbujas
Por Paul Krugman

Por lo tanto, otro BRIC golpea contra la pared. En realidad, nunca he gustado mucho todo el concepto "BRIC" - Brasil, Rusia, India y China -: Rusia, que es básicamente una economía petrolera, no pertenece en absoluto, y hay grandes diferencias entre los otros tres. Aún así, es difícil negar que la India, Brasil y varios otros países están experimentando problemas similares. Y esos problemas compartidos definen la crisis económica du jour.

¿Qué está pasando? Es una variante de la misma historia de siempre: los inversores amaban estas economías no sabiamente pero demasiado bien, y ahora se han convertido en los objetos de su antiguo afecto. Un par de años atrás, los inversores occidentales - desalentados por los bajos rendimientos, tanto en los Estados Unidos y en las naciones sin crisis de Europa - comenzaron a llegar grandes sumas de dinero en los mercados emergentes. Ahora han invertido supuesto. Como resultado, la rupia de la India y el real brasileño se hunden, junto con rupia de Indonesia, el rand sudafricano, la lira turca, y más.

¿Este cambio de suerte suponen una gran amenaza para la economía mundial? Yo no lo creo (dijo con sus dedos cruzados detrás de la espalda). Es cierto que la pérdida de confianza de los inversores y la que resulta sumerge causaron graves crisis económicas en gran parte de Asia de nuevo en 1997-1998. Pero el punto crucial en aquel entonces era que, en los países en crisis, muchas empresas tenían grandes deudas en dólares, por lo que las monedas que caen efectivamente causaron sus deudas se disparan, creando perturbaciones financieras generalizadas. Ese problema no está ausente por completo en esta ocasión, pero se ve mucho menos grave.

De hecho, me cuentan entre los que creen que la mayor amenaza en estos momentos es que la política de los mercados emergentes exagerar - de que su banco central elevará las tasas de interés drásticamente en un intento por apuntalar sus monedas, que no es lo que ellos o el resto del mundo necesita en estos momentos.

Sin embargo, incluso si las noticias de la India y en otros lugares no es apocalíptica, no es el tipo de cosa que quieres escuchar cuando las economías más ricas del mundo, mientras que haciendo un poco mejor de lo que eran hace unos meses, está todavía profundamente deprimido y luchando para recuperarse. Y esta última crisis financiera plantea una cuestión más amplia: ¿Por qué hemos estado teniendo tantas burbujas?

Por ahora es claro que el flujo de dinero hacia los mercados emergentes - que llevó brevemente a la moneda de Brasil por casi el 40 por ciento, un aumento que ha sido completamente invertida - una nueva era en la larga lista de las burbujas financieras durante la última generación. Allí estaba la burbuja de la vivienda, por supuesto. Pero antes de eso estaba la burbuja de las punto-com, y antes de que la burbuja asiática de mediados de la década de 1990, antes de que la burbuja de bienes raíces comerciales de la década de 1980. Esa última burbuja, dicho sea de paso, impuso un alto costo para los contribuyentes, que tuvo que rescatar a las instituciones de ahorro y préstamos fallidos.

La cosa es que no siempre fue así. Los años 50, los años 60, hasta los años 70 con problemas, no eran tan propensos burbuja. Entonces, ¿qué ha cambiado?

Una respuesta popular implica culpar a la Reserva Federal - las políticas sueltas dinero de Ben Bernanke y, antes que él, Alan Greenspan. Y es cierto que en los últimos años, la Fed se ha esforzado para hacer bajar las tasas de interés, tanto a través de las políticas convencionales y no convencionales a través de medidas como la compra de bonos a largo plazo. Las bajas tasas que resultan sin duda ayudó a que los inversores en busca de otros lugares para poner su dinero, incluidos los mercados emergentes.

Pero la Fed sólo estaba haciendo su trabajo. Se supone que empujar las tasas de interés cuando la economía está deprimida y la inflación es baja. ¿Y qué acerca de la serie de burbujas anteriores, que, en este punto, se remontan a una generación?

Sé que hay algunas personas que creen que la Fed ha mantenido las tasas de interés muy bajo, y la impresión de mucho dinero, todo el tiempo. Sin embargo, las tasas de interés en los años 80 y 90 eran realmente elevados en términos históricos, e incluso durante la burbuja inmobiliaria que se encontraban dentro de las normas históricas. Además, no es el signo de la impresión excesiva de dinero supone que el aumento de la inflación? Hemos tenido toda una generación de burbujas sucesivas - y la inflación es más baja de lo que era al principio.

Bueno, el otro culpable obvio es la desregulación financiera - no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo, y que incluye la eliminación de la mayoría de los controles sobre los movimientos internacionales de capital. Bancos idas salvajes estaban en el corazón de la burbuja de bienes raíces comerciales de la década de 1980 y la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007. Los flujos transfronterizos de capital especulativo se encontraban en el corazón de la crisis asiática de 1997-1998 y la crisis actual en erupción en los mercados emergentes - y fueron centrales en la actual crisis en Europa, también.

En resumen, la principal lección de esta era de las burbujas - una lección que la India, Brasil, y otros están aprendiendo una vez más - es que cuando la industria financiera se desató para hacer su cosa, se tambalea de una crisis a otra.

NYT