viernes, 31 de agosto de 2012

Búsqueda de rentas: Proteccionismo en la Argentina K

Proteccionismo K: unos poquitos pagados para perjudicar a los consumidores

UN NICHO QUE GENERA RENTAS EXTRAORDINARIAS PARA POCOS

Proteccionismo K: unos poquitos pagados para perjudicar a los consumidores
Cristina Fernández de Kirchner acaba de formular la siguiente afirmación: “Algunos poquitos pagados no se sabe por quién, o si se sabe por quién, critican nuestras políticas de protección al trabajo  y a la producción nacional y se callan la boca cuando nos cierran los mercados a los productos como los cítricos, los limones, la carne y subsidian en los países desarrollados a los productores”. Debemos reconocer que en materia de negocios poco claros el kirchnerismo es especialista. Como dice el refrán: el ladrón mide a todos de su condición.


En rigor la frase se podría dar vuelta y afirmar que unos poquitos pagados no se sabe por quién, o si se sabe por quién, defienden el proteccionismo que genera rentas extraordinarias a favor de los sectores protegidos de la competencia. Puesto en otras palabras, el proteccionismo genera utilidades a los protegidos que no podrían obtener en condiciones de libre competencia, y disfrutar de privilegios tiene un costo que alguien cobra y otro paga.
¿Por qué? Porque a pesar que quieran negar la ley de la oferta y la demanda, cuando uno cierra la economía automáticamente disminuye la oferta de bienes. Si baja la oferta y la demanda es constante, el precio sube. Esto es de manual de economía.
El sector protegido, que vaya a saber a quién le paga, logra tener cautivo al consumidor que ya no dispone de la libertad de elegir cómo gastar el fruto de su trabajo. Si quiere comprar un producto nacional o uno importado debería ser decisión del dueño del salario, no del burócrata de turno que, vaya a saber por quién es pagado o sí sabemos por quién es pagado, bajo el falso argumento de la defensa del trabajo nacional le otorga en bandeja un negocio al sector protegido con rentas extraordinaria.
Esta renta le permite al sector protegido pagarle al protector una coima para que le mantengan el privilegio de no tener que competir.
El debate sobre proteccionismo sí o proteccionismo no puede formularse en la siguiente pregunta: ¿qué se busca con la política de comercio exterior, que la gente pueda acceder a una mayor cantidad de bienes y servicios con su salario o a una menor cantidad de bienes y servicios y de pésima calidad? ¿Cómo está mejor el consumidor? ¿Con libertad de elección o cautivo del productor local?
Y va la aclaración al argumento estúpido de siempre: si no protegemos nos quedamos sin productores locales y sin trabajo. Falso, salvo que el productor local sea muy ineficiente. Pero suponiendo que es ineficiente, y por eso es protegido, los recursos que utiliza el ineficiente los pasarán a utilizar los eficientes produciendo aquello en lo que son competitivos.
Posiblemente CFK no piense en términos de bienestar de la población cuando argumenta a favor de proteccionismo. Un ejemplo sencillo. Supongamos que una persona tiene 1.000 pesos disponibles y con ese dinero puede comprar un par de zapatos y dos camisas. Digamos que los zapatos cuestan 500 pesos y las dos camisas otros 500 pesos. Si el gobierno cierra la importación de camisas, la oferta disminuye, porque el productor local no tiene que esforzarse por hacer mejores camisas y, por lo tanto, puede venderlas a digamos 400 pesos cada una. Así el consumidor, con sus 1000 pesos podrá comprar un par de zapatos y solo una camisa en vez de dos.
Pregunta elemental: ¿cómo está mejor el consumidor, comprando dos camisas y un par de zapatos o comprando una par de zapatos y solo una camisa? Obviamente que el consumidor estará peor en la segunda opción, pero el productor de camisas estará mejor porque puede vender más caro sus productos y con una calidad menor. Así que podríamos decir que unos poquitos pagados son los que defienden el proteccionismo, porque detrás del proteccionismo hay rentas extraordinarias y negociados monumentales de los que justamente no se beneficia el consumidor.

Roberto Cachanosky
Economía para Todos

miércoles, 29 de agosto de 2012

Competencia imperfecta: Triopolio en el Buenos Aires colonial


Buenos Aires contra los abogados



Los semblantes de los capitulares permitían advertir que la mañana del 22 de octubre de 1613 un tema grave iba a tratarse en el Cabildo. El regidor Miguel del Corro pidió la palabra. Dijo que ya era pública y notoria en toda la ciudad la inminente llegada de Diego Fernández de Andrada,José de Fuensalida yGabriel Sánchez de Ojeda. Rogó al Cabildo que se prohibiera el ingreso de estos tres sujetos y advirtió que si así no se hiciera, el Ayuntamiento iba a cargar con la responsabilidad de lo que pudiera ocurrir.
¿Quiénes eran estos tres hombres que tanta preocupación habían causado? Fernández de Andrada era oriundo de Santiago del Estero; Fuensalida vivía en Córdoba y Sánchez de Ojeda provenía de Chile. Los tres marchaban rumbo a la incipiente Buenos Aires y tenían en común algo que perturbaba a los capitulares: ¡eran abogados!
La opinión de las autoridades era que si se instalaban en el poblado (Fuensalida y Sánchez de Ojeda ya habían actuado en Buenos Aires), iban a iniciarse juicios innecesarios. Por lo tanto, estos tres hombres obtendrían importantes sumas de dinero mientras enfrentaban a todos contra todos. Según consta en la foja 252 del libro de Actas del Cabildo, Del Corro sugirió que se enviara a un paisano en el camino hacia Córdoba para que, al cruzarlos en la ruta, les entregara una carta del Ayuntamiento ordenándoles que pegaran media vuelta y descarataran la idea de impregnar de juicios a Buenos Aires.
Tomó la palabra el alcalde Francisco de Manzanares, quien apoyó la moción de Del Corro. Uno a uno, todos los miembros del Cabildo fueron exponiendo su parecer. Hablaron del bien público, la pobreza de esta tierra y la escasa necesidad de servicios legales, entre otras cosas. El veredicto salió por mayoría absoluta: los tres abogados no debían poner un pie en la ciudad.
¿Eran fundados los temores? En realidad, las autoridades porteñas no deseaban que estos hombres se inmiscuyeran en los negocios que llevaban adelante, en aquellos tiempos en que el contrabando era la moneda corriente de la prosperidad en Buenos Aires.

martes, 28 de agosto de 2012

Nuevas tendencias en el pensamiento económico, por Krugman


Neo Fights (Slightly Wonkish and Vague)

Paul Krugman

Via Mark Thoma, David Glasner gets upset over claims by Austrians to have rejected or superseded neoclassical economics. Hayek was a neoclassical economist,Glasner declares.
Glasner makes the case in terms of history of thought, which is fine. But I thought I’d offer some meditations on how we do economics — and how some people pretend to do economics.
So, what is neoclassical economics? There’s a historical definition, having to do with the “marginal revolution” of the late 19th century and all that, but what I think we mean in practice is economics based on maximization-with-equilibrium. We imagine an economy consisting of rational, self-interested players, and suppose that economic outcomes reflect a situation in which each player is doing the best he, she, or it can given the actions of all the other players. If nobody has market power, this comes down to the textbook picture of perfectly competitive markets with all the marginal whatevers equal.
Some economists really really believe that life is like this — and they have a significant impact on our discourse. But the rest of us are well aware that this is nothing but a metaphor; nonetheless, most of what I and many others do is sorta-kinda neoclassical because it takes the maximization-and-equilibrium world as a starting point or baseline, which is then modified — but not too much — in the direction of realism.
This is, not to put too fine a point on it, very much true of Keynesian economics as practiced (leave aside discussions of What Keynes Really Meant and whether we’re all apostates). New Keynesian models are intertemporal maximization modified with sticky prices and a few other deviations (such as balance-sheet constraints). Even IS-LM loosely appeals to maximization arguments to derive the slopes of the curves, while analyzing outcomes by comparing equilibria.
Why do things this way? Simplicity and clarity. In the real world, people are fairly rational and more or less self-interested; the qualifiers are complicated to model, so it makes sense to see what you can learn by dropping them. And dynamics are hard, whereas looking at the presumed end state of a dynamic process — an equilibrium — may tell you much of what you want to know.
These motives are the reason why other fields facing similar concerns adopt similar strategies. As I wrote long ago, evolutionary theory — the biological kind — looks remarkably like neoclassical economics.
What would truly non-neoclassical economics look like? It would involve rejecting both the simplification of maximizing behavior, going for full behavioral, and rejecting the simplification of equilibrium, going for a dynamic story with no end state.
And there is economics like this: agent-based economics. It’s a project that relies heavily on computing, to keep track of the complexities, and at this point makes simplifying assumptions that are in their own way as unrealistic — but in a different direction! — as those of neoclassical work. Still, it’s a good thing to pursue.
But the people that have Glasner mad aren’t doing anything like this. They claim to reject neoclassical economics, but their alternative is not an alternative model but a lot of verbiage; they talk at the economy, and imagine that by so doing they achieve a higher level of sophistication and realism than economists who try to express their ideas in terms of little models.
And they’re kidding themselves; all they’ve done is hide their implicit models and prejudices behind a dust cloud. And that’s one reason they have been so disastrously wrong at every stage of this crisis.

viernes, 24 de agosto de 2012

Tipo de cambio: El dólar turista sigue escaso

El cepo cambiario / Más arbitrariedades del sistema

El dólar turista, difícil de conseguir

Hay quejas de contribuyentes que, pese a haber recibido el visto bueno de la AFIP, después no pueden comprar



La compra de dólares a nivel minorista quedó reducida exclusivamente para los turistas. Sin embargo, incluso los viajeros que son validados por la página web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) están encontrando en estos días que, cuando llegan al banco con el comprobante que sacaron por Internet, no pueden concretar la compra de divisas prometida.
"Lo que pasa muchas veces es que el comprobante que la AFIP le da al cliente, el banco lo carga y no está validado", confió el responsable de cambios de un banco con gran cantidad de sucursales. "Después, la gente dice que el banco no quiere vender; tenemos muchas quejas de los clientes", se lamentó. Consultados al respecto por LA NACION, no obstante, desde la AFIP aseguraron que "el sistema funciona perfectamente".
Pero en varios bancos consultados admitieron que están teniendo inconvenientes crecientes. Después de todo, muchas de las máximas que hoy rigen para la compra de dólares para el turismo no surgen de normas escritas, sino que forman parte de reglas tácitas que poco a poco se fueron instalando en el mercado.


No se conocen, por ejemplo, los parámetros que usa la AFIP para determinar si un contribuyente puede o no comprar dólares, o para definir qué monto le corresponde en cada caso, mientras que la norma del Banco Central (la "A" 5339) sólo dice que los individuos podrán comprar "por los montos que sean razonables en función de los lugares de destino". En la City, directamente se habla de que la AFIP aprueba compras de más o menos US$ 70 por cada día de viaje (hasta hace algunos días, el estimado de los operadores era de US$ 100).
Tampoco hay una norma que establezca cuántos días antes de hacer el viaje uno puede comprar las divisas, pese a que desde el Gobierno dejaron trascender en varias ocasiones que estaban pensando en hacerlo; en la práctica, en los bancos hablan de entre 7 días y 48 horas antes.
Del mismo modo, no queda claro qué cupo anual tiene cada contribuyente y si puede o no acceder al mercado único y libre de cambios cada vez que haga un viaje. Algunos señalan que el sistema de la AFIP sólo valida una compra cada seis meses. Lo que es cierto, coinciden en el mercado, es que la mayoría de los que intentaron volver a comprar para un segundo viaje tienen inconvenientes.
Ayer, el billete minorista se cotizaba a $ 4,63 para la venta en el mercado oficial y hasta $ 6,40 en el circuito paralelo o blue. En los bancos señalan que, en el oficial, ya prácticamente el mercado se mueve en un sólo sentido, dado que casi no existen individuos dispuestos a vender sus dólares billete, aunque por otro lado las compras de los turistas son bien acotadas.
Para comprar dólares, la AFIP les exige a los turistas que llenen previamente en su página web un formulario en el que deben consignar el CUIT, el país de destino, si van a realizar o no escalas, si viajan o no con menores de edad, el número de CUIT del operador de viaje, el plan de pagos, la cantidad de días de la estadía en el extranjero y el monto en pesos que desea comprar en moneda extranjera. Según la normativa vigente, quienes viajen a países limítrofes recibirán las monedas de cada país, y no dólares, al igual que aquellos que viajen a la zona del euro.

MORENO, MÁS FLEXIBLE

En el circuito mayorista, donde operan las grandes empresas y las entidades financieras, los operadores dicen que la situación viene mejorando levemente. Al menos, en los últimos dos meses, confiaron en el sector bancario la Secretaría de Comercio Interior, estaría aumentando la cantidad de permisos para las compras de dólares para el pago de importaciones. No así para el giro de regalías o de utilidades, aclararon.
"Lo que es importaciones está funcionando. También es cierto que por la caída en el nivel de actividad son menos las operaciones", dijo un cambista, que pidió no ser identificado. El volumen de negocios en el MAE, donde operan los bancos, se mantiene bajo, con un promedio de US$ 150 millones diarios, apenas una fracción de lo que se operaba antes de los controles.

Política monetaria: MdP, la peor de todas


Marcó del Pont, la peor jefa del Banco Central del mundo

De un relevamiento realizado por la revista Global Finance en 50 países, está última en la lista junto con su par de Ecuador; mide la independencia del poder político




La revista estadounidense Global Financedio a conocer el ranking, que realizada desde 1994, de los mejores banqueros centrales : de 50 países relevados, Mercedes Marcó del Pont se ubicó en el último puesto, incluso detrás de mandatarios como los de Vietnam y el Líbano. Sin embargo no está sola, en el fondo de la lista también está su par ecuatoriano, Pedro Delgado.

 
Según explica la revista para elaborar el listado se tomó como referencia el "éxito en controlar la inflación, el cumplimiento de las metras de crecimiento económico, la estabilidad, y el manejo de las tasas de interés" y también la independencia del poder político.
Los mandatarios fueron puntuados con letras que van desde la A -para la excelencia en el desempeño de las funciones- y una F para el fracaso en los objetivos mencionados. Marcó del Pont y Delgado obtuvieron una D.
"En uno de los años más difíciles desde que se lleva a cabo la medición, los banqueros centrales del mundo fueron puesto a prueba como nunca antes. Cada año, evaluamos la determinación de los banqueros centrales para hacerle frente a la interferencia política, y los esfuerzos para influenciar a sus gobernantes en temas como el gasto público y la apertura económica a la inversión extranjera", señalaron desde la revista.

 
La lista la encabezan los jefes de los bancos centrales de Australia, Canadá, Israel, Malasia, Filipinas, y Taiwán.
Vale mencionar que en la medición anterior del Pont, había sacado la misma calificación.
La información fue publicada también en el diario Página 12 y, según señaló ese medio, en la entidad que preside Marcó del Pont consideraron "un halago" la baja calificación que recibió la funcionaria, ya que los parámetros utilizados por la publicación se ubican en las antípodas del Banco Central como protagonista del desarrollo con inclusión social..