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viernes, 18 de enero de 2019

Colectivismo: Aniversario de la debacle económica cubana

Cuba cumple 60 años de la revolución comunista con una tasa de pobreza de 90%

A seis décadas de la revolución comunista, Cuba tiene hoy una tasa de pobreza de 90%, un sueldo mínimo de US$9 y una economía similar a la de Corea del Norte




Fidel Castro llegó al poder de Cuba el 1 de enero de 1959 y lo mantuvo por casi cinco décadas, hasta que una enfermedad lo alejó del gobierno.


Daniel Macera | El Comercio

El problema de Fidel Castro para admitir que desde un inicio lideraba una revolución comunista era que “el pueblo de Cuba no estaba listo para entender estos principios”, confesó él mismo en 1961, dos años después de su golpe de estado. Así que decidió ocultar su real motivación, que envió el país hacia una realidad económica y política comparable hoy únicamente con Corea del Norte y Venezuela.

La ironía del modelo económico cubano, que hoy cumple 60 años, reside en el hecho de que a pesar de funcionar bajo lineamientos (según el gobierno local) socialistas y de autosuficiencia, ha dependido casi exclusivamente –desde 1959- de lo que otros gobiernos, capitalistas varios, pudieran brindarle.

De acuerdo al economista nacido en Cuba Carmelo Mesa Lago, Cuba ha recibido más ayuda de la Unión Soviética y otros países que ningún otro país en América Latina: US$65.000 millones en 30 años.
 
Después de su victoria en la revolución cubana contra la dictadura de Fulgencio Batista (1959), Castro inició un proceso para eliminar la clase media y alta de la sociedad, principalmente a través de dos reformas agrarias. La segunda, más radical que la primera, incluyó la nacionalización de empresas estadounidenses y la erradicación de la propiedad privada sobre los medios de producción.

“Prometió que tras 20 años, Cuba iba a tener un PBI superior al de EE.UU., íbamos a ser la Suiza de América. En los años 70 fracasaron todos los experimentos estatales y la Unión Soviética comenzó a subvencionarnos”, explica Carlos Oliva, economista y miembro de la dirección de la organización Unión Patriótica de Cuba.

Como economía dependiente, lo que sucedió en realidad fue que, una vez disuelta la Unión Soviética (1991), Cuba ingresa en la mayor crisis económica de su historia, lo que los cubanos llaman “periodo especial”. En solo tres años, el PBI retrocede 35%, según Mesa Lago, por lo el gobierno recurre a abrir tímidamente su economía, despenaliza el uso del dólar y, gracias a esto, ingresa capital extranjero.

Empieza a crecer, por este periodo, la figura del ‘trabajador por cuenta propia’, un eufemismo estatal para no reconocer a la persona como propietario de un negocio donde, por ejemplo, el dueño de un restaurante no es catalogado como tal, sino como un ‘vendedor-elaborador de alimentos’, cuenta Oliva.

No obstante, con la llegada de Hugo Chávez a Venezuela (1998), Cuba retrocede en el otorgamiento de permisos a trabajadores por cuenta propia y aumenta los impuestos y fiscalizaciones.

“A los pequeños productores que se beneficiaron con las reformas agrarias tampoco se les da plena libertad: el Estado les dice qué producir, a qué precio y no pueden ni siquiera matar una vaca de propiedad. Dan hasta 25 años de prisión”, explica María Werlau, directora ejecutiva de Archivo Cuba.

A la fecha, Cuba mantiene una deuda externa con Rusia de US$32,1 mil mlls., con el Club de París (19 países) de US$11,1 mil mlls., con China de US$6 mil mlls, entre otros.

Gran parte de estos montos, algunos provenientes desde la década de los 80, han sido condonados [ver infografía], por lo que la cifra oficial, al 2015, rondaría los US$15.800 millones. Irónicamente, entre 180 países supera únicamente en el índice de Libertad Económica de The Heritage Foundation a Corea del Norte y Venezuela.





A la fecha, Cuba mantiene una deuda externa con Rusia de US$32,1 mil millones. (Infografía: El Comercio)

“Se puede hacer una analogía entre lo que sucede en Cuba y lo que sucedía en la Europa de la Inquisición: toda persona que disiente del socialismo que establece el gobierno es reprimido, le allanan la vivienda, entra otras cosas”, analiza Oliva.


EL RECUERDO DE 1959

Las estadísticas en Cuba son difíciles –y en algunos casos imposibles- de calcular. A partir de estudios de Mesa Lago y Maddison, la Cuba de Batista aparecía en los primeros puestos de la región en ámbitos como el control de la inflación, estabilidad fiscal, tasa de alfabetización, esperanza de vida, y su PBI per cápita se movía en los niveles del español y era tres veces el de China.

Hoy el sueldo mínimo cubano se reduce a US$9, mientras que el promedio es de US$30 (en España, el salario mínimo es de 900 euros). El PBI per cápita pasa a ser la mitad del de China y la tasa de pobreza, de acuerdo a Werlau, debe alcanzar al menos al 90% de la población.

Asimismo, de acuerdo a cifras de Archivo Cuba, antes de la revolución, Cuba era autosuficiente en alimentos y era el mayor exportador de azúcar del mundo. Hoy importa el 80% de su comida, incluido el azúcar.

“La Venezuela de hoy es la Cuba desde hace décadas”, sentencia Werlau.

LA APUESTA POR LO MISMO

Sesenta años después de la revolución, la isla de Fidel se encuentra cerca del debate de una nueva Constitución. La expectativa, explica Oliva, siempre es la apertura económica y la apuesta por eliminar el comunismo.

“El país no volverá jamás al capitalismo”, indica el texto de la nueva Carta Magna, dándole la contra. “El Partido Comunista Cubano orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”, se lee, condenando al país a, probablemente, otros 60 años de involución.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La torturada vida diaria bajo el comunismo cubano

‘Vivir del cuento’, todo un emblema nacional en Cuba
Los noticieros y las telenovelas son otros dos programas clave de la televisión cubana
Netflix sueña con Cuba
MAURICIO VICENT - El País




Cada lunes a las 20.30, nada más terminar el acartonado noticiero del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) que toca apenas de refilón los problemas de la realidad nacional, entra a los hogares cubanos el viejo Pánfilo y Vivir del cuento, el programa humorístico más popular y seguido en la isla. Su protagonista es un quisquilloso jubilado cubano que sufre los mismos problemas cotidianos que cualquiera de sus compatriotas y se ha pasado media vida haciendo colas. Su nombre —Pánfilo— viene de su pelea con el pan racionado, uno por persona al día, a razón de 80 gramos la unidad. Dos infartos de miocardio le han costado discusiones en la panadería, y aun así a veces sueña: “¿Y si dieran dos?”.

De los primeros gags con el pan racionado como protagonista, Pánfilo extendió el espectro de sus vivencias a todos los rincones de la compleja vida del cubano: la esclavitud de la libreta de racionamiento, los problemas burocráticos, la doble moral, los salideros de agua y los baches que nadie arregla, la escasez de cualquier producto en moneda nacional, los altos precios en las tiendas de dólares o los difíciles equilibrios que uno debe hacer para llenar el plato sin violar la ley. Todo eso y más, expresado con un punto de ironía e ingenuidad que ablanda las situaciones más perversas y angustiosas.



Tras ocho años en el aire, los 27 minutos semanales de Vivir del cuento, que se emiten en el horario de máxima audiencia del canal Cubavisión, se han convertido en una verdadera catarsis nacional. Los espectadores esperan Vivir del cuento con auténtica expectación: “A ver con qué se baja hoy esta gente”. Muchos cubanos se preguntan cómo es posible que en la controlada televisión oficial cubana se admita tal nivel de crítica —costumbrista, es verdad, pero crítica—. Lo cierto es que ahí está, cada lunes y con capítulos memorables, como el del viaje de Pánfilo a Varadero invitado por un turista argentino. “¿Dónde está la mesa buffet? ¿Es verdad que se puede comer todo lo que uno quiera?”, le pregunta a la recepcionista nada más llegar a un hotel Meliá.



Interpretado por el profesor de Lógica Matemática Luis Silva, el personaje de Pánfilo es ya un icono en Cuba, igual que su amigo Chequera, otro cubano sin oficio ni beneficio más que subsistir y darle cuero a la realidad. Entre ambos deshuesan la vida cubana y exprimen el jugo de sus contradicciones, de las que apenas hablan los informativos que le anteceden en la programación.

Los noticieros y las telenovelas son, sin duda, otros dos programas clave de la televisión. Los primeros cuentan la realidad con una fuerte carga política, que suele comenzar por un apartado de desgracias y malas noticias que ocurren en el mundo. Los problemas de Cuba se tocan por encima. Aun así, se han abierto espacios para la opinión ciudadana como Cuba dice, donde caben algunas críticas a aspectos muy concretos de la realidad. Desde que apareció Tele Sur, muchos cubanos siguen los informativos de este canal, con menor carga ideológica.



En el país que inventó la radionovela, obviamente los culebrones televisivos son muy seguidos por la gente. La actual telenovela cubana Cuando amar es demasiado ha sido criticada por los espectadores y por la propia prensa cubana por sus clichés y falta de conexión con la realidad. La mayoría prefiere las novelas latinoamericanas, como la brasileña que en estos momentos arrasa, Dos caras, en la que aparecen los dobles raseros de los poderosos, los conflictos de raza, las diferencias sexuales, la favelización y los amores entre personas de diferentes clases sociales. Arrasa. Pero Pánfilo más.

El ‘paquete semanal’

Paralelamente a los cinco canales de la televisión, funciona el denominado paquete semanal, que se distribuye de casa en casa a través de un disco duro externo y cuyo precio varía (entre 1 y 2 euros) dependiendo de la cantidad de materiales descargados. El paquete contiene las últimas películas extranjeras —incluso las más recientes—, shows, series, documentales, juegos, información, música y mucho más, y constituye todo un fenómeno en un país donde toda la televisión es estatal y el acceso a la información y al entretenimiento está controlado.
Obviamente todos los materiales son pirateados, y como el negocio es privado sus dueños se cuidan de no incluir materiales excesivamente políticos o que puedan ser considerados “contrarrevolucionarios”. En los paquetes se han ofrecido series como la española El Príncipe, y combos de actores como Morgan Freeman o Denzel Washington. Hay gente en Cuba que solo ve el paquete y ni enciende Cubavisión o Tele Rebelde.

martes, 2 de diciembre de 2014

El desastre del comunismo en Cuba

Cuba y Venezuela cada vez más parecidas. Impresionante video



Te mostramos un video de Cuba del año 1994 que transcurre en una famosa tienda de La Habana.

La similitud de este video con la Venezuela actual, donde hay escasez de productos y compras restringidas, es sorprendente.

Las protagonistas del video son las empleadas de la tienda “Fin de Siglo” y durante el transcurso de éste, las mismas cuentan que productos y que “cantidad” de los mismos están disponible para el público cubano.

La primera empleada relata que la tienda es popular en el país y que todo el pueblo puede ir a comprar.

La segunda empleada cuenta que cosas pueden comprar los novios que están a punto de casarse y relata por ejemplo que con el “cupón 15” la pareja puede comprar “un solo” pomo de shampoo.

La tercera empleada vende zapatos, y dice que los novios pueden comprar “un solo par de zapatos cada uno”. Aunque la novia tenga cupón 7 o cupón 8, se lo cuenta por un solo cupón es decir solo podrá llevar para su boda un solo par de zapatos.


El siguiente departamento de ventas dicen las empleadas que los novios solo pueden llevar “una sola toalla grande y un chiquita”, pero aclara, que si la novia no tiene el cupón, entonces no tiene derecho a llevar su toalla.

En el mismo departamento dicen que suelen ofertar también sábanas, cortinas, sobre-camas, pero que en este momento solo disponen de toallas.

La siguiente empleada aclara que “en la libreta de abastecimiento se la marca su fecha de bodas para que no compren dos o tres veces en el año”.

Una supervisora de la tienda explica el procedimiento: “La mujer trabajadora viene con una libreta con un número registrado y con la letra de compra, esta letra de compras viene registrado contra un calendario de ventas que tenemos nosotros (Ej.: marzo 1994), o sea la mujer trabajadora de la “A1” compraría aquí el día 7, y así sucesivamente, el día 8 le corresponde comprar a la trabajadora de la A2. Y luego le tocaría a la mujer que no trabaja, ósea a la ama de casa”.

Continuó explicando: “Esta libreta se utiliza con un fin de darle racionalización de los productos con que contamos en nuestro país, para que por ejemplo si llega shampoo, si llega calzado, si llega tejido, que todo el mundo tenga equitativamente la oportunidad de llevarlo por medio de la libreta”.

Este video que fue filmado en el año 1994 parece tener una vigencia y similitud sorprendente con lo que esta pasando en la Venezuela actual.
¿Llegaremos los argentinos a una situación así en nuestro país?

sábado, 1 de noviembre de 2014

Comunismo magistralmente inútil

Salud, educación, vivienda, y alimentación


Esas son las 4 banderas que todo comunista repite incansablemente como los logros de la Revolución cubana.
Ahora bien. ¿A qué hacemos referencia, cuando hablamos de "alimentación"?
Te explicamos. La dictadura castrista, le entrega a los cubanos una libreta de racionamiento, con la que pueden acceder (siempre y cuando consigan) una ración de alimentos a precios "subsidiados". Nada de gratis, como muchos comunistas suelen confundirse o erróneamente fundamentan.
¿Qué se incluye en esa ración? (Tener en cuenta que es mensual, y por persona)
- 5 huevos,
- 1,8 kg de azúcar. (3/4 de blanca, 1/4 de prieta -negra-)
- 3 kg de arroz,
- 4,5 kg de frijoles,
- 300 cm3 de aceite,
- 1,8 kg de café,
- 1 kg de sal (por núcleo familiar, no por persona), y
- 250 grs. de pollo o mortadela o pescado (cuando hay).
Antiguamente, la libreta también incluía carne de vaca, leche fresca, jabones, pasta dental y hasta cigarrillos a precios subsidiados. Antiguamente. Hoy sólo les queda el recuerdo.
El resto de los alimentos deben conseguirlos a "precio de mercado", en las tiendas para turistas, o en el mercado negro. Para que tengan una idea, una botella de aceite de 900 cc, cuesta entre 3 y 4 dólares, mientras el sueldo mínimo de un cubano, es de 8 dólares al mes.
Claro, seguramente muchos comunistas se excusarán esto con el "bloqueo americano" (en realidad, embargo), obviando por supuesto, la prohibición por parte de la dictadura para criar animales de consumo, tener su huerta propia, o emprender un próspero negocio personal con el cuál acceder a los alimentos a precio de mercado.