Mostrando entradas con la etiqueta economía del entretenimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta economía del entretenimiento. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de diciembre de 2019

La economía de la "Guerra de las Galaxias"

Lo que podemos aprender de la economía de `Star Wars’

Por Adam Minter  ||  Infobae
 



Sorprendentemente, la basura está en todas partes en “Star Wars” y tiene un rol poco mencionado en casi todas las películas de la serie. En “La amenaza fantasma”, conocemos al joven Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader, mientras trabaja en un pequeño deshuesadero y tienda de reparación de electrónicos. En “Una nueva esperanza”, el tío de Luke Skywalker compra a R2-D2 y C-3PO a un grupo de Jawa, una especie que conduce camiones de chatarra enormes que se abren paso entre la arena. La recientemente lanzada “El ascenso de Skywalker”, se trata principalmente de la llegada a la madurez de Rey, la última jedi, quien pasa su juventud rebuscando basura electrónica en Jakku, un planeta exterior remoto.

Como descendiente de tercera generación de recicladores de metal en la Tierra, me he sometido varias veces a ver las películas de "Star Wars", incluso las malas, en parte para identificar todos los detalles de los basureros. Con el correr de los años, he desarrollado unas cuantas teorías cobre la economía de los desperdicios y el reciclaje en la serie, y he disfrutado compartiéndolas (principalmente) con otros descendientes de los deshuesaderos. Sin embargo, en 2018, me di cuenta de que podría haber una audiencia mucho más grande para este tipo de perspectivas.

Ese año, China —por décadas el mayor importador de reciclables— empezó a imponer fuertes restricciones a las cosas recicladas que seguiría aceptando del extranjero. Después de eso, los precios de los reciclables cayeron considerablemente, lo que elevó los costos y redujo las ganancias para los negocios de todo el mundo.

Es una lástima que "Star Wars" no ofrezca consejos sobre cómo encontrar nuevos mercados para los contenedores plásticos usados de los detergentes. Y no, Rey no puede conjurar la Fuerza para elevar el precio de las cajas de carbón usadas. Ahora bien, si se observa cuidadosamente las películas, cuentan una buena historia sobre cómo convertir la basura en algo que las personas podrían querer, e incluso, comprar.

El universo de "Star Wars" genera toneladas de basura, la mayor parte reciclable. Sin embargo, pese a todos los deshuesaderos y quienes rebuscan en ellos, se ve muy poco reciclaje real. Principalmente, el metal, el plástico y el papel parecen ser arrojados a la basura. Mi ejemplo favorito aparece en "El imperio contrataca". En un momento crucial, un destructor estelar imperial arroja pedazos de basura metálica del tamaño de un estadio antes de saltar al hiperespacio (este, según Han Solo, es el protocolo imperial). Desde una perspectiva terrícola, es un suicidio comercial: los metales son los materiales más reciclables del mundo, e incluso los villanos saben que se gana más dinero vendiéndolos.

Pero a lo largo de la serie se produce un patrón similar. En "El despertar de la Fuerza", las primeras escenas de Jakku están dominadas por los escombros de un enorme destructor estelar. Recuerda las enormes embarcaciones que llegan a las costas de India, Bangladesh y Pakistán para ser completamente desarmadas a mano y recicladas en cuestión de meses, hasta el último tornillo. Si un destructor estelar se estrella en Alang, India, uno de los principales centros para encallar barcos y recliclarlos, las piezas estarán en venta en el mercado local antes del almuerzo.

La razón para este comportamiento aparentemente irracional es que en el universo de "Star Wars" no hay escasez de recursos. En la serie se menciona docenas de explotaciones mineras y siempre parece haber otro planeta en espera de ser explotado. En una galaxia con ese tipo de abundancia, el reciclaje no ahorra mucho dinero. Por otra parte, el Imperio, con su enorme gasto en armas para la destrucción de planetas como la Estrella de la Muerte, no parece muy preocupado por el medio ambiente.

Entonces, ¿cuál es el modelo de negocio en el que se basan tantos deshuesaderos y quienes los exploran? Rey, los Jawa y los demás recicladores de la serie reconocen que es más valioso trabajar en un objeto o un repuesto que en los materiales básicos que los constituyen. El valor se encuentra en la energía, la ingeniería y la fabricación necesarias para crear las cosas. Por ejemplo, de ese destructor estelar estrellado en Jakku no se extrae el metal; en cambio, vemos que Rey arriesga su vida en busca de componentes reciclables que pueda vender. Personajes como Chewbacca y Luke Skywalker luego le piden las partes recuperadas para los dispositivos y barcos que han aprendido a reparar por su cuenta.

Ese modelo de negocio no funcionaría para los recicladores de plástico aquí en la Tierra. No obstante, la llamada industria de los desechos electrónicos —una categoría que incluye todo, desde teléfonos inteligentes hasta armarios para servidores usados— se está diversificando rápidamente a modelos de negocio como el que practican Rey y los Jawa. En un momento en el que el mercado del reciclaje está deprimido, estos negocios necesitan una nueva fuente de ingresos. Por ende, en vez de intentar recuperar los materiales brutos que no son financieramente atractivos en el momento, buscan los dispositivos completos y las partes que contienen.

Robin Ingenthron, jefe de Good Point Recycling, me cuenta que su compañía estaba ganando US$60 a la semana por la venta de dispositivos para la reutilización de sus partes en 2015. Cuando los precios de las materias primas cayeron, reorientó su negocio a la extracción de partes de televisores viejos y empezó a identificar mejor los dispositivos reutilizables que ya estaban en oferta. Hoy en día, las ventas de artículos reutilizables representan más de US$50.000 al mes, y aproximadamente un tercio de los ingresos de la compañía. Sims Recycling Solutions Inc., una de las mayores recicladoras del mundo, se ha alejado a ritmo contante de su modelo tradicional de desbaratar y reciclar para incorporar la reutilización y la reparación en los últimos años.

Puede que sea una sorpresa para los ambientalistas de la Tierra, pero en el universo de “Star Wars”, es la manera como se ha conducido el negocio siempre. En este aspecto, por lo menos, la serie podría ofrecer un modelo que funciona tan bien aquí como en una galaxia muy, muy lejana.

domingo, 11 de mayo de 2014

La dékada jugada

¿Cuánto dinero mueve el juego en Argentina?
Los periodistas Ramón Indart y Federico Poore presentaron El Poder del Juego.Números escandalosos.


Por Mariano Vicchio


Ramón Indart y Federico Poore presentaron el libro. Moderó Alejandro Bercovich (centro). |

Con la presencia como coordinador del periodista especializado en economía, Alejandro Bercovich, Ramón Indart y Federico Poore presentaron el libro El poder del Juego (Aguilar), que trata el negocio de casinos, bingos y loterías, entre otras cosas, en el país. Una trama oscura que muestra detalladamente la complicidad entre la clase política y los operadores de los casinos.
El periodismo de investigación en Argentina muestra un mercado descenso. La vorágine de la coyuntura, la falta de recursos y la flexibilización del trabajo del periodista y los medios, son algunos de los factores que enumeró Alejandro Bercovich para destacar, dentro del contexto, el trabajo de los autores de El Poder del Juego.
"Ellos le dedicaron un año y medio a responder a una pregunta que el que se la tuvo que dar, no lo hizo", indicó el periodista del diario BAE. No es casualidad el aluvión de empresas internacionales dedicadas al rubro que se han instalado en nuestra nación, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. "En otros países (el juego y las empresas) están más controlados, por eso todos quieren venir acá y no quieren largar el negocio en el conurbano bonaerense. Codere gana más acá que en España", explicó Indart, quien también es periodista en la redacción de Perfil.com.
Tampoco es casualidad la complicidad con la clase política. “No hay color político que no tenga que ver con el juego”, aseguró Indart. "Las leyes del juego siempre se tratan en la Legislatura entre el 20 de diciembre y el 15 de enero, cuando la sociedad está de fiesta", completó.
El juego movió $105 mil millones en 2013 (los partidos políticos de la oposición denunciaban poco más de la mitad, $70 mil millones), según revelaron Indart y Poore. "Tres veces y media la recaudación anual de Telecom; un mes y medio de la recaudación de impuestos del Gobierno Nacional; casi la totalidad de subsidios para la energía y el transporte de 2013; diez veces el monto que se destina a la Asignación Universal por Hijo", detalló Poore, para graficar la exorbitante cifra, que de controlarse, sería de gran utilidad para la sociedad.
Los autores explicaron que, como está legislado el rubro hoy en día, es un mal negocio para el Estado. "De $100 que van a las máquinas, 85 van al pago de premios, 10 al operador y cinco al estado provincial, que tendría que tener la parte más importante" ejemplificó Bercovich. A eso hay que sumarle la vista gorda que hace el Estado, ya que la mayoría "tributa sobre lo que dice ganar", añadió.
El epicentro del juego es la provincia de Buenos Aires. Los autores del libro sorprendieron al señalar que los bingos que más recaudan no son los de los centros turísticos más famosos, sino "los que se encuentran en Berazategui, Avellaneda, Lomas del Mirador y San Martín. Hay actualmente 46 bingos en 32 localidades, sobre todo en los lugares más pobres del conurbano", reveló Poore.
Capital Federal no se queda atrás, ya que tan sólo en el Hipódromo de Palermo existen actualmente 4.500 máquinas tragamonedas, más que las 3.000 instaladas en el casino más grande de Las Vegas, el MGM, donde pelearon el último fin de semana Marcos Maidana y Floyd Mayweather.
En este sentido, Bercovich no dudó en asegurar que, el juego, es "un negocio orientado a los pobres. Hay zonas con más salas de juego que escuelas y hospitales".
Aliados. Desde los grandes grupos económicos, pasando por los políticos, se unieron para encubrir el oscuro negocio de las máquinas tragamonedas y los casinos. Ambos autores revelaron que la ‘punta del iceberg’ para iniciar la investigación fue el conflicto que atravesó el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, por el retraso del pago del aguinaldo a los trabajadores de la provincia en 2012. "En ese marco se habló de estatizar el juego", señaló Poore, que también es periodista del Buenos Aires Herald.
"Scioli tuvo que salir a pedir un adelanto a los ‘bingueros’, a cambio de la concesión por más años", completó Indart.
Ese episodio fue un fiel reflejo de lo que sucede en otras localidades, donde los políticos son los empleados y los dueños de los casinos el poder. "Uno cree, en este rubro, que el empresario va a buscar al político, y es al revés. El empresario es el dueño de la pelota y el político es pasajero", indicó el periodista de este portal. "Con el actual esquema de descentralización las provincias se volvieron aliadas de los casinos”, complementó Poore.
Boldt, Codere y el Grupo Roggio son algunas de las reconocidas empresas vinculadas al negocio que mencionaron los tres disertantes. Bercovich se sorprendió y reconoció que a pesar de que se ha encargado de estudiar a estas empresas en profundidad, El Poder del Juego le aportó datos valiosos que desconocía como que "Roggio estuvo a punto de vaciar el dique San Roque para hacer allí una playa con casino".
El zar. Actualmente Cristóbal López es señalado como el empresario más poderoso del país, beneficiado por el matrimonio Kirchner. Sin embargo, Indart contó que él "no llegó con Kirchner; su primer sala la puso en Chubut que gobernaban los radicales; luego en Misiones; posteriormente en La Pampa, y finalmente al kirchnerismo que le propuso quedarse con todo el país".
Por otra parte, desmitificó la idea de que los casinos se hayan instalado y crecido sólo a partir de 2003. "Arrancaron con Duhalde; De la Rúa los habilitó como Presidente, mientras que cuando fue gobernador de la Ciudad de Buenos Aires se quejaba; (Aníbal) Ibarra se quejó toda la vida de los casinos y en 2003 acordó con (Néstor) Kirchner para que ingrese Cristóbal López", señaló.
De todos modos, Indart explicó que "el kirchnerismo se va a ir y Cristóbal López tiene que seguir; para eso hay que expandirse y tener seguridad jurídica en otro lado, por si te sacan el negocio acá. Por eso invirtió en Miami –presentación de Susana Giménez mediante- y le está yendo muy bien".
(*) Especial para Perfil.com.

domingo, 9 de marzo de 2014

¿Por qué cuesta tanto filmar una película?

¿Por qué cuesta tanto hacer películas?
por Dave Roos


Las nuevas realidades económicas pueden ayudar a que los fracasos costosos como "Land of the Lost" de Will Ferrell en una cosa del pasado. 

2009 fue un año impredecible para la industria del cine. Los $ 100 millones el vehículo de Will Ferrell llamado "Land of the Lost", reunió unos exiguos $ 65 millones en ingresos de taquilla en todo el mundo, mientras que el inesperado éxito "Paranormal Activity", que costó $ 10.000 en dinero de bolsillo relativo, rompió la marca de los $ 100 millones. Mientras tanto, la última película de James Cameron "Avatar" está recibiendo más atención de los medios sobre su abultado presupuesto - una proyección de $ 500 millones - que sus efectos especiales innovadores.
Si etiqueta del precio de una película tiene poca o ninguna correlación con la rentabilidad, entonces ¿por qué diablos cuestan tanto las películas - un promedio de 100 millones de dólares en el último recuento [fuente: MPAA]? La respuesta corta : porque pueden.
Todo se reduce a un concepto financiero conocido como la ley de Parkinson, lo que explica, entre otras cosas, que los presupuestos de las películas siempre se expandirán para "absorber totalmente el capital disponible," independientemente de que los resultados de efectivo extra en un producto mejor o mejor vendible [fuente: Vogel].
Durante el auge económico de mediados de la década de 2000, Hollywood estaba muy bien de dinero - dinero de otras personas, eso es. Los fondos de cobertura de Wall Street se asociaron con los grandes bancos de inversión como Lehman Brothers y Goldman Sachs para bombear 15 mil millones dólares en las películas de Hollywood entre 2005 y 2008 [fuente: Zeidler].
Los inversores externos se apresuraron a Hollywood en gran parte debido a una nueva estructura de pagos que les dio un recorte de los beneficios totales de una película sobre su vida útil. Estos beneficios incluyen las ventas de taquilla, así como el vídeo bajo demanda, los DVD, las licencias de televisión nacionales y extranjeras, películas en vuelo, la colocación de productos y licencias de juguete [fuente: Epstein]. En la década de 2000, la tasa media de rentabilidad de una película de estudio fue la friolera de 15 por ciento. Los éxitos principales reembolsaron ​​del 23 al 28 por ciento.
Wall Street trató a las películas de Hollywood de la misma manera que trata los activos hipotecarios durante el boom inmobiliario. Empresas envasaron paquetes o pizarras (slate), de películas de estudio en valores [securities] que ellos revendieron a inversores. Cuando los activos respaldados por hipotecas empezaron a perder valor a mediados de la década de 2000, los fondos de cobertura canalizaron incluso más dinero en las películas [fuente: Galloway].
Con tanto dinero que viene de los inversionistas externos, los estudios podrían gastar menos de su propio dinero en cada película, sin dejar de tomar un 10 por ciento " comisión de distribución " en la parte superior - un beneficio que no comparten con los bancos [fuente: Epstein].
De acuerdo con la Ley de Parkinson, más dinero significa más (y más caras) películas.
El medio de millones de dólares de "Avatar", recibió 60 por ciento de su respaldo de fuentes que eran su propio estudio, lo que hace que sea mucho menos de un juego de azar para los contadores nerviosos a 20th Century Fox, pero sigue siendo una película de palomitas de maíz muy cara de todos modos [fuente: Cieply].
Ahora que sabemos dónde viene el dinero, vamos a echar un vistazo a cómo se gasta.

¿Cómo se gasta un presupuesto de película?

Antes analizamos los presupuestos de cine, resaltamos que la contabilidad de Hollywood es extraña por decir lo mejor. Los jefes de estudio siempre tratan de aplastar el costo de sus películas para que parezcan más rentables, mientras que fuentes internas citan gastos no reportados exorbitantes. ¿La apuesta segura? Supongamos que todos está mintiendo [fuente: Goldstein].
A pesar de que los números específicos son difíciles de concretar, tenemos una buena idea de dónde estudios gastan su dinero. El presupuesto de producción de una película incluye todos los costos incurridos durante la pre-producción, rodaje, post-producción y promoción. Eso incluye desde la compra de los derechos a los sueldos del guión, de los actores, los salarios del personal de producción, la construcción del set, los efectos especiales, vestuario, servicios de artesanías, comercialización, entrenamiento de perros - ¡todo! ¿Cuánto cuesta ese "todo" en costos? El presupuesto medio de producción de una importante película de estudio en el 2007 fue $ 106 millones [fuente: MPAA].
El mercadeo constituye una gran parte de los presupuestos de las películas modernas - $ 35.9 millones en promedio - en gran parte porque el destino de muchos lanzamientos de Hollywood se sellan en la primera semana. Mucho dinero se gasta en trailers, anuncios de televisión, vallas publicitarias y sitios Web para empacar a las personas en el primer fin de semana. Esa estrategia parece funcionar: "Spiderman 3" hizo el 45 por ciento de sus ventas brutas totales de entradas en su primera semana, mientras que los "X-Men: La decisión final" hicieron el 52 por ciento de su dinero en su primera semana de lanzamiento [Fuente :  Box Office Guru]
Cuando se calcula un presupuesto de marketing, la regla general es gastar el 50 por ciento del resto de los costes de producción (pre-producción, rodaje y post-producción) [fuente: Vogel]. Así que si una película cuesta $ 100 millones para hacer, usted necesitará un adicional de $ 50 millones para venderla.

Para las películas de estudio, la "apuesta segura" tradicional es gastar dinero importante en un actor de renombre. La razón es simple: Las estrellas venden más boletos y son más reconocibles o comerciales al público internacional. Una vez que una estrella tiene algunos éxitos de mega bajo su cinturón, por lo general están acogidos en el exclusivo club de $ 20 millones por película - aunque la afiliación no es un privilegio de toda la vida.
Después de una serie de relativamente exitosas películas sin estrellas como "Transformers", "Star Trek", y "The Hangover" - además de una lista cada vez mayor de fracasos con superestrellas como de "Land of the Lost" de Will Farrell y "Duplicity" con Julia Roberts - los estudios están empezando a ver la luz [fuente: Dobuzinskis]. Iconos como Denzel Washington y Tom Cruise están tomando los recortes salariales por adelantado a cambio de una mayor tajada de las ventas de DVD y los acuerdos de distribución al final.

No es sorprendente que las películas más caras de los últimos 20 años han tenido los mayores presupuestos de efectos especiales: "Spiderman 3" ($258 millones), "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" ($250 millones), y "Superman Returns" ($232.000.000) encabezan la lista [Fuente : The Numbers]. Para los "Transformers 2" ($225 millones), los efectos especiales de la poderosa Industrial Light & Magic utilizaron 40 animadores de tiempo completo [fuente: Tucker]. James Cameron, que más o menos inventó el género de super- presupuesto de efectos especiales con "Titanic", desarrolló su propia tecnología 3D de "Avatar" - y pagó 14 millones dólares de su propio dinero para hacerlo [fuente: Cieply].

Con todo ese dinero volando por ahí, se podría pensar que los estudios podían detectar al menos un hit potencial. En lo más mínimo. Cada película es un producto único (incluso las secuelas) que entra en un mercado en constante cambio [fuente: Vogel]. La próxima gran cosa podría ser una comedia de bajo presupuesto o de un gran espectáculo de efectos especiales $ 250 millones. Nunca se sabe - y eso es ¡entretenimiento!

How Stuff Works

martes, 8 de octubre de 2013

4 mil pubs cerrarán en GB el próximo año... por qué?

Why 4,000 pubs in the UK will close in the next year 

By Ignazio Cabras


Ignazio Cabras is a lecturer in economics, business, and management at York University.


Breweries might give UK pubs a fighting chance. AP Photo/Luca Bruno


The latest issue of the Good Pub Guide warns that 4,000 pubs will close their doors over the next year because they serve indifferent food and drink and are “stuck in the 1980s.” This is a problem—not just for beer drinkers (although there are a lot of us in the UK) but because beer and pubs are so important for the British economy.
+

According to the British Beer and Pubs Association (BBPA), they account for almost 949,000 jobs, with £12.9 billion ($20.5 billion) of wages and £19.5 billion ($31 billion) of gross value added. In an era of high youth unemployment, the sector employs about 300,000 workers under the age of 25.
+

Strangely, while the number of pubs has declined, the number of breweries has increased exponentially. This is due to the separation between pubs and breweries which traditionally owned them. In the 1980s, about 80% of British pubs were owned by the six big breweries. But in 1989 parliament issued the “Beer Orders” (pdf) after recommendations made by the Monopolies and Mergers Commission.
+

These orders forced large brewers to either sell their brewery business or free from their ties half of more than 2,000 the pubs they owned. Breweries were forced to sell their pubs at very attractive prices, leading to the rise of the chains—the “pubcos”—dedicated to retail. What this meant was that the industry started to become dominated by companies whose imperative wasn’t necessarily to make and sell beer, but companies dedicated to making a profit for their shareholders—and the two aren’t necessarily the same thing.
+

Research data from 2011 indicated that of about 51,000 pubs open in the UK, 55% were owned by pubcos. About 25% were working as independently owned businesses and the remaining were owned and managed by breweries.
+

Pubcos tend to invest in urban and town centers, where pubs can guarantee higher margins of income. This is one of the things that has caused the steep rates of decline in rural areas, where tenants and lessees have been squeezed between increasing rents and a declining customer base (due to drink-drive laws amongst other things). The imperative of attracting new customers, especially non-locals, by turning pubs into gastropubs has frequently created friction between pub managers and their local customers. Freeholders may do better in rural areas, probably because they aren’t subject to the ties and prescriptive company policies that tend to dog-tied pubs.
+

The greediness of pubcos is not the only factor explaining the decline of pubs. The higher levels of tax payable by on-license retailers compared to off-license, the rise and rise of home-entertainment and the appearance and growth of European-style cafes and theme-bars, especially in urban and town areas, have progressively made traditional pub-nights less attractive.
+

The closure of so many pubs has had significant repercussions on employment, particularly for students and single parents, are attracted to the part-time jobs and flexible hours the industry offers. And when you think that according to the Institute of Public Policy and Research (IPPR) each pub injects an average of £80,000 ($127,192) into its local economy, then the closure of a local pub can be devastating in some rural areas.
+

Social capital

The disappearance of the British pub is also destructive to communities. In rural areas, pubs are frequently the only places of aggregation for local residents, and work as village hubs, the center for charitable and sporting ventures. Rural pubs rarely experience problems associated with binge-drinking and antisocial behavior (pdf), contrarily to pubs located in urban and town centers. The coalition government made the “Big Society” its political manifesto. It should then probably do more to preserve those places, which foster engagement among individuals and build and enhance community networks.
+

The good news is that some communities are starting to react to pub closures by creating cooperative pubs. Locals form a cooperative by raising the money to buy their pub, which is usually leased out to a manager (also local) afterwards. The same locals then become shareholders and customers at the same time, creating a virtuous circle, which can provide a sustainable pattern of growth for local community pubs. This started out in rural areas, but interestingly, cooperative pubs are starting to appear also in town centers, supporting the idea that pubs work as centers of aggregation for entire communities.
+

Breweries flourish

Good news for pubs may arrive also from the brewing sector. The number of breweries has increased impressively in the past 20 years, mainly due to the Progressive Beer Duty which has favored the proliferation of small and micro-breweries.
+

This has given Britain an impressive choice in terms of ales, but now the market seems close to reach a tipping point. With more than 1,100 breweries operating in the UK today, the question is how the demand will be able to absorb the supply, rather than which fiscal policy will best support this growth.
+

This is why breweries have started to buy pubs and use them as outlets. In addition, small breweries tend to compete and cooperate among each other—so outlet pubs can sell casks swapped with other breweries on weekly basis. Pubs may become valuable commercial spots for breweries once again, reversing somehow the side effect generated by the Beer Orders. This situation could give pubs some more chances to halt their decline.
+

In Britain, pubs are not just businesses, they are assets for their communities. While fiscal policies and other supportive campaigns can help to preserve their existence and make them sustainable businesses, their survival—especially in remote areas—is simply a matter of use it or lose it.
+

This post originally appeared at The Conversation


domingo, 29 de septiembre de 2013

La inelasticidad de la cerveza durante el Oktoberfest

El precio de la cerveza en la Oktoberfest desafía completamente la lógica económica
Por Roberto A. Ferdman

La calma antes de la tormenta. Reuters / Michaela Rehle

La cerveza es lo que los economistas llaman un bien elástico, cuanto más cuesta, menos de lo que la gente compra. Pero al Oktoberfest, el festival anual de la cerveza de Alemania en Munich, la regla no se cumple exactamente. De hecho, el registro se da vuelta.
+
Al festival de la cerveza de este año comienza el sábado, más de 7 millones de bebedores de cerveza se reunirán para tomar unos 15 millones de vasos de cerveza. Si están lo suficientemente sobrio, se darán cuenta de que sus cervezas, cervezas rubias y cerveza negras, son más caras que el año pasado. Como es el caso de casi todos los años, el precio de la cerveza en el Oktoberfest ha aumentado más rápidamente que la inflación, según el informe de 2013 de Oktoberfest UniCredit Research. La cerveza normal en el festival de este año tendrá un costo de € 9.66 (US$ 13) -3,6 % más que el año pasado.
+
Teniendo en cuenta que la inflación en Alemania, que actualmente ronda en algún lugar cercano a 1,5 %, los asistentes al festival deben ser ultrajados. Y, sin embargo, como lo han hecho casi todos los años antes de esto, que van a comprar y beber más cerveza per cápita que lo hicieron el año anterior. El consumo de cerveza per cápita en el festival anual de la cerveza (la línea roja en el gráfico a continuación) ha ido en constante aumento desde mediados de 1990.
+


Investigación UniCredit 

Y no es como si los precios de la cerveza en el conjunto de Alemania están superando a la inflación. Los precios de la cerveza embotellada han aumentado a un ritmo mucho más lento que el precio de la cerveza Oktoberfest .
+

Investigación UniCredit 

Normalmente, los compradores de cerveza evitan este tipo de locura de precios caminata. "En promedio, un aumento del 1 % en el precio de la cerveza provoca una disminución de aproximadamente el 0,3 % en la demanda", según el informe. Pero Oktoberfest, al parecer, es fuera de lo común. Con datos que vienen desde 1980, un aumento del 1 % en los precios de la cerveza en el evento, dan lugar increíblemente, a un aumento del 0,3 % en la demanda. La cerveza en el Oktoberfest, explica el informe, pertenece a la categoría de lo que los economistas llaman una paradoja de Giffen, por lo que la demanda y el precio de un aumento al mismo tiempo.
+
El festival en su conjunto sigue un patrón similar de comportamiento peculiar. Oktoberfest asistentes han seguido gastando más per cápita, a pesar de las alzas en el precio de, bueno, todo. El Wiesn Visitor Price Index (WVPI) del UniCredit, que mide el costo de visitar el evento que representa el transporte, la cerveza y la comida los precios públicos, se ha incrementado en un 4% cada año desde que el banco comenzó a seguirlo en 1985.
+

Investigación UniCredit 

Al igual que con muchos otros festivales, el Oktoberfest se ha convertido en algo muy diferente a lo que era antes. Cuando se concibió originalmente allá por 1810, que se llevó a cabo para celebrar el matrimonio del príncipe heredero de Baviera. Más de 200 años después, se ha convertido en la meca de un bebedor de cerveza , y el milagro económico. Sin un conocimiento detallado de los costos involucrados en la organización del evento - y, en realidad, si han estado aumentando rápidamente precios de la cerveza del festival tienen - es probablemente seguro decir que hasta bebedores de cerveza dejar de celebrar los aumentos de precios, Oktoberfest va a seguir vertiendo en ellos. (Los organizadores de Oktoberfest no respondieron a una solicitud de comentarios.)

QZ

lunes, 9 de septiembre de 2013

La economía del entretenimiento de verano: ¿Un modelo de negocios agotado?

Why Sequels Will Never Die: Hollywood's Summer of 'Flops' Was Actually Its Best Year Ever

The film industry's business model (sequels! adaptations! sequels of adaptations!) might be an artistic disgrace. But it's a fine business model. The Atlantic


It was, you might have heard, a summer of discontent for movie studios, as audiences endured (or, rather, ignored) flop after flop, like R.I.P.D., Turbo, The Lone Ranger, and White House Down. Does this represent the death of something more than Ryan Reynold's leading-man dreams? Is it the death of the entire modern Hollywood business model? "The summer-blockbuster strategy itself may have tanked," Catherine Rampell writes in the New York Times Magazine
But Hollywood's summer blockbuster strategy -- essentially: adapt books, make sequels -- didn't really "tank." In fact, it was the biggest summer in history, in nominal dollars.
Here were the biggest movies of the summer ...


... and the top-grossing films went sequel, sequel, adaptation/sequel, sequel, sequel, sequel, adaptation of a recent best-selling novel. That, folks, is a business model. Of course, there were some $100 million surprises (The Heat, We're the Millers) but that's just how the strategy is supposed to work. The dependable sequel-adaptation two-step subsidizes efforts to produce original ventures that might break $100 million.
Rampell makes a deeper critique: That the summer season has become an overcrowded bazaar of crap, a victim of its own success and excess. As a movie-goer, I have to agree. But as a business, the invention of the summer "movie season" has been a thrilling success.
Americans barely go to the movies anymore. The typical adult sees one movie every two months. Sixty years ago, we saw five-times more.
Screen Shot 2013-07-10 at 3.16.23 PM.png
The collapse of movie audiences, which far pre-dates Jaws and summer blockbusters, requires studios to heavily market their films since Americans' default position on movies these days is not to see them. Studios have cannily created a summer of tent-pole features to focus audience attention on a handful of months when we're taught to expect to go to the movies. Iron Man III would probably make a billion dollars if it were released on a Tuesday morning in March. But lesser films might benefit from debuting in a season when audiences are predisposed to going to the movies.
Making films, as Rampell points out, is a risky business. It's hard to know what 100 million people want to see each July. The sequel/adaptation strategy assumes that people want to see stories they already are familiar with. The fact that this strategy isn't risk-free (see: The Hangover Part III) doesn't change the fact that it's been hugely risk-mitigating. If anything, the failure of R.I.P.D. andLone Ranger -- adaptations of more esoteric fare than Batman or Star Trek -- might only make movie studios double down on their previous plans to make movies from only the most familiar stories. Forget Batman vs. Superman, orHunger Games II. Get ready for Star Wars XXVII.