martes, 26 de febrero de 2013

Las alícuotas de Laffer


No es fácil saber si reducir alícuotas sube la recaudación




En qué se parecen Max Otto Lorenz, Alban William Housego Phillips y Arthur Betz Laffer? En que, entre los economistas, cada uno de estos apellidos está asociado con una curva. La de Laffer muestra la recaudación de cada impuesto en función de su alícuota. Popularizada durante la presidencia de Ronald Reagan, como símbolo de los frutos que podría generar la "economía encarada desde la oferta", resultó que varias curvas tipo Laffer habían sido descubiertas con anterioridad, validando nuevamente el "teorema" de George Joseph Stigler.
Al respecto entrevisté al inglés William Petty (1623-1687), quien según Raúl Ernesto Cuello fue el primero que estableció que el impuesto legislado con equidad y bien administrado es beneficioso en sí mismo, para lo cual debe reunir las siguientes condiciones: simplicidad, proporcionalidad, comodidad y economía. Además, fue un pionero en la estimación del ingreso nacional. Como Nicholas Barbon, Clement Juglar, John Locke y François Quesnay, estudió medicina.
-¿Qué forma tiene la curva de Laffer?
-En un gráfico en cuyo eje vertical se mide la alícuota de cierto impuesto, y en el horizontal, la recaudación correspondiente, la curva que relaciona ambas variables luce como una mujer embarazada, vista de perfil, que mira hacia la derecha. Porque cuando la alícuota es cero, la recaudación es nula, y cuando la alícuota es altísima la recaudación también es nula, porque la demanda del objeto sujeto a impuesto se desvía completamente hacia otros destinos. En todas las alícuotas intermedias la recaudación es positiva.
-¿Cuáles son sus implicancias?
-Que dentro del rango de alícuotas en el que se registra recaudación, cada nivel de ingresos públicos puede ser generado por dos alícuotas. Lo que implica que el gobierno podría disminuir a esta última, desde el nivel más alto al más bajo, mejorando la situación de los contribuyentes sin sufrir sacrificio fiscal. Todos contentos, diría Vilfredo Pareto, observando que por fin alguna medida de política económica cumple con su criterio de mejora del bienestar, según el cual para ser consideradas buenas, las reformas tienen que mejorar a alguien sin perjudicar a nadie.
-¿En qué estaba pensando Laffer, cuando planteó esto?
-En la forma en que altísimas alícuotas del impuesto a las ganancias desincentivan el trabajo e incentivan el ocio, es decir, estaba pensando en la elusión que generan las alícuotas impositivas muy altas. Siguiendo su razonamiento, una reducción de tasas impositivas podría inducir mayor oferta de servicios laborales, y por consiguiente mayor producción, sin que se redujeran los ingresos públicos.
-Es decir, no la pensó para combatir la evasión impositiva.
-Lo cual no quiere decir que el análisis no se pueda extender al caso que usted plantea. En el plano de la evasión el argumento sería el siguiente: "Si las alícuotas del impuesto a las ganancias, o al valor agregado, fueran reducidas a la mitad, no habría tanto incentivo a evadir, por lo cual los mismos ingresos públicos se podrían generar con el aporte de todos, lo cual es más justo".
-¿Qué dice la historia local al respecto?
-Hay ejemplos para un lado y para el otro. La recaudación del impuesto a las ganancias eventuales mejoró cuando la alícuota fue reducida; pero no ocurrió lo mismo cuando disminuyó la contribución patronal a la seguridad social. Lo cual quiere decir que la cuestión de la evasión impositiva y previsional no es simplemente una cuestión de alícuotas.
-¿Por qué no se lo intenta?
-Es fácil trazar la curva de Laffer, no es tan fácil saber si -en la práctica- un país está en la alícuota superior o inferior que genera determinado nivel de ingresos públicos. Es fácil recomendarle al ministro de Economía que reduzca fuertemente las alícuotas impositivas, para que la misma recaudación surja de los bolsillos de todos (después de todo; ¿no es que la economía informal equivale, por lo menos, a la tercera parte de la economía total?). Pero si el pronóstico recaudatorio falla, las cabezas que rodarán serán las de los funcionarios.
-Don William, muchas gracias.




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