Antes se hablaba de compradores compulsivos y oportunistas. Ahora, se dice que los argentinos son "busca promos" pero también han modificado, en los últimos tiempos, algunas actitudes y preferencias a la hora de los gastos. Qué opinan los expertos. Hasta qué punto encuadra usted en este perfil. iProfesional
Los argentinos se han convertido prácticamente en expertos a la hora de las compras. Leen etiquetas, eligen los envases que más les convienen, evitan tentarse y se fijan con qué plástico les viene mejor pagar para obtener más beneficios.
Acostumbrados a ser víctimas de las fuertes subas de precios en el supermercado, los consumidores conocen muy bien cuál es la manera de adaptarse a un escenario en cual la cautela y la racionalidad son las claves para cuidar el bolsillo. Y más aún en un momento en que la inflación -de acuerdo con consultoras privadas y el índice del Congreso- ronda el 24 por ciento.
Es en este contexto en el que "los consumidores no esperan los aumentos de precios ni se quedan quietos. Van en busca de oportunidades", explica Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora epecializada en consumo Kantar Wordpanel.
En este sentido, el experto puntualiza que los argentinos aprovechan:
• Las "básicas", que son las que se asocian con productos que implican un menor desembolsoy están estimuladas por el uso de las promociones y rebajas.
• Las "de valor", como son los viajes de placer al exterior o la compra de automóviles, que son percibidos como una inversión.
• Las "de valor", como son los viajes de placer al exterior o la compra de automóviles, que son percibidos como una inversión.
Así, la actitud "oportunista" se presenta como el resabio que quedó de dos años atrás cuando el consumo atravesaba un mejor momento que el actual, aclara el consultor Guillermo Oliveto, director de W consultora, y se lo caracterizaba como "oportunismo compulsivo" porque se adquirían productos que no siempre eran imprescindibles.
Pero los tiempos han cambiado y del viejo "binomio" sólo quedó vigente el término"oportunista", mientras que hoy la "compulsión" por las compras brilla por su ausencia.
"Estamos viendo que el argentino sigue siendo un aprovechador de beneficios, que busca sacar el máximo rédito de los descuentos que se le ofrecen", destaca en diálogo con iProfesionalEmiliano Schwartz de la consultora Tomadato.
En tanto, para Ignacio Amodei quien es director de trade de la firma CCR: "La gente trata como puede de defender su poder adquisitivo".
Y esta intención se hace evidente en el supermercado donde el cuidado del peso se traduce en un comportamiento concreto.
De esta manera, explica a iProfesional Adrián Kittner desde eConsultora, "la actitud en las góndolas se vuelve más racional". Y agrega que los argentinos "estudian los productos y se fijan cuánto contienen".
Diez señales
Esas son sólo algunas de las características que definen el perfil "gasolero" de los consumidores argentinos. Según los analistas, existen distintos "tips" que los "retratan" y ellos son:
en consumo detectan una serie de comportamientos que dan cuenta de que la "actitud gasolera" está presente a la hora de recorrer las góndolas.
Según los expertos, estos son algunos de los síntomas de en la actualidad, reina la cautela:
1. Prefieren los formatos de cercanía para no "tentarse"
Los almacenes de barrio y supermercados chinos son las opciones preferidas para no llevar nada de más en el carrito.
Sucede que estos formatos cuentan con la ventaja de que ayudan a ahorrar tiempo y dinero.
Estos espacios son ideales para realizar compras más restringidas y racionales ya que, como lo explica Amodei, "en los fomatos de cercanía los argentinos evitan algunas tentaciones".
Sin embargo, en la dura batalla por ganarle a la competencia, las grandes cadenas de supermercados no quisieron quedarse atrás y supieron adaptarse a este escenario.
De hecho, indica Amodei, en el último tiempo "crecieron mucho las bocas de cercanía impulsadas por los retailers". Es el caso de "Changomás" (la opción chica de Walmart), "Coto mini" (de la firma homónima) y "Carrefour Express" (uno de los formatos pequeños que ofrece la cadena).
2. Valoran y aprovechan las promociones
Ésta es una característica clásica de los "buscadores de oportunidades" que se vio acentuada en el último tiempo a partir de la intención de los argentinos de no abandonar sus gustos pero, a su vez, no gastar una fortuna.
"Los consumidores no quieren perder su hábito y, por eso, aprovechan todas las ofertas que pueden", apunta Schwartz.
En tanto, Adrián Kittner señala que "este comportamiento se profundizó en el último tiempo" para luego agregar que los beneficios más valorados por los consumidores son:
• Los descuentos que algunos supermercados brindan en la segunda unidad.
• Las promociones sobre los congelados que salen los fines de semana.
• Las rebajas que ciertos retailers ofrecen para la compra de lácteos.
• Las promociones sobre los congelados que salen los fines de semana.
• Las rebajas que ciertos retailers ofrecen para la compra de lácteos.
3. Cuantas más cuotas, mejor
El esquema de cuotas es un beneficio que, indudablemente, seduce a los argentinos. Y esto es así, aun cuando el costo de abonar en varios pagos sea igual a cero.
En este sentido, Kittner remarca que actualmente "los supermercados suelen ofrecer hasta 3 cuotas sin interés y un promedio de 6 cobrando por ello".
4. Eligen envases que les permiten ahorrar
A pesar del impulso con el que se venían imponiendo los envases de tamaño "XS", muchos consumidores advierten que volvieron a las góndolas los olvidados paquetes de formato "familiar".
La razón: los argentinos se cuidan más y, en algunas ocasiones, edeciden desembolsar más dinero y llevarse un packaging más grande, en tanto represente un precio menor por unidad. De esta manera, sienten que "hacen negocio".
En este punto, Kittner afirma que los consumidores "se llevan los que rinden más porque, en promedio, les sale más barato".
5. Se preguntan si lo que compran es indispensable y calculan gastos
Después de años de acostumbrarse a darse los gustos en el supermercado, las familias se han vuelto más racionales a la hora de tomar un producto y meterlo en el changuito.
"Hoy son más selectivas en cuanto a la cantidad de mercadería que se llevan porque miden más los gastos del súper", destaca el ejecutivo de eConsultora.
Inclusive, agrega, cada vez son más los que tratan de "ajustar" sus compras a una planificación previa: "La gente hace un estimativo de lo que va a gastar e intenta no alejarse mucho de ese número".
6. Ya no descartan las segundas marcas
Si bien todavía no se puede hablar de un paso generalizado a las segundas marcas, el rechazo a los productos que no son de firmas líderes va cediendo espacio frente al cuidado del bolsillo.
Y esto se advierte particularmente en algunas categorías puntuales. Principalmente, "en productos enlatados, lácteos y artículos de perfumería", enumera Kittner.
7. Son menos fieles a una cadena en especial
Mientras que años atrás era habitual la fidelidad de los consumidores hacia una determinada cadena, en la actualidad, los argentinos alternan distintas opciones en sus compras según cuál sea la que les ofrezca un mayor beneficio cierto día de la semana.
Al respecto, Amodei destaca que "la gente suele combinar entre distintos puntos de venta".
8. "Inspeccionan" las etiquetas
Los especialistas consultados por iProfesional aseguran que, en los últimos tiempos, los consumidores se volvieron "expertos" en analizar las etiquetas de los artículos.
A pesar de que muchos advierten que las mismas están cada vez menos a la vista y, en ocasiones, sus datos son confusos, una vez que las encuentran, los compradores empiezan a "inspeccionar" puntillosamente la información que contienen para saber si realmente "les conviene" ese producto.
"Ahora analizan en detalle la etiqueta antes de decidirse a comprar", señala Schwartz.
9. Miran más los precios "por kilo"
Una clara señal de la cautela es que los argentinos están más alerta frente a las posibles "trampitas" que las marcas puedan "tenderles" para tentarlos con productos más costosos.
Por este motivo, apunta el ejecutivo de Tomadato, los consumidores "intentan evitar confundirse con el packaging".
Y una de las mejores maneras de hacerlo es prestando atención no sólo al valor de cada artículo, sino también al precio por kilo, lo que les permite realizar una mejor comparaciónentre las opciones disponibles en las góndolas.
Así lo confirma Kittner: "La gente se fija cada vez más cuál es el contenido de la mercadería y su valor por kilo".
10. Ya no adelantan consumo
Atrás quedaron aquellas épocas en las que, para ganarle a la inflación, los argentinos compraban de antemano todo aquello que podían.
Hoy, en cambio, cuidan más el bolsillo y ya no es tan habitual ver los changuitos cargados de mercadería pensada para ser consumida durante varios meses.
Así lo explica Schwartz: "Ya no se compra tanto por anticipado por más de que la inflación siga siendo alta".
En la misma línea, el consultor apunta que el "stockeo" deja de ser un hábito corriente, producto de que hoy los compradores prefieren llevarse lo justo y necesario.