domingo, 4 de febrero de 2018

Usando teoría de juegos para la crianza


Los niños son maestros manipuladores. Entonces usa la teoría de juegos contra ellos


Wired


LOS NIÑOS SON MANIPULADORES MAESTROS. Ellos juegan con sus encantos, enfrentan a los adultos unos contra otros, y se involucran en gritos fuertes y públicos. Así que es su trabajo mantenerse al día con ellos, dice Kevin Zollman de Carnegie Mellon. Su nuevo libro, The Game Theorist's Guide to Parenting, escrito con el periodista Paul Raeburn, explica cómo.


Cooperación a la fuerza

Para los hermanos que se niegan a trabajar juntos, Zollman recomienda una versión del dilema del prisionero. Asignarles una tarea que puedan hacer juntos, como recoger los juguetes, y luego darles a cada uno la misma recompensa o castigo en función de su desempeño como equipo: si un niño se relaja, es probable que la próxima vez que lo haga se niegue a hacerlo. cooperar, y ambos perderán. Con el tiempo, esta configuración obliga al trabajo en equipo.

Haz que paguen

¿Quién tiene la habitación más grande? ¿Quién puede nombrar al gato? Es el viejo problema del Rey Salomón: algunas cosas que simplemente no puedes cortar a la mitad. Entonces, los niños hacen una oferta con las tareas domésticas o su asignación. Si uno de ellos quiere nombrar al gato Macaroni & Cheese, tendrá que pagarlo.

Amenazarlos-por lo real

Gritar "¡No me hagas girar este auto!" Nunca funciona. Eso es lo que Zollman llama una amenaza no creíble: los niños lo ven, porque saben que significa que tú también sufrirás. Así que elige castigos que te beneficien. Como: "Deja de golpear a tu hermana o vamos a ir a la abuela en lugar de a las películas".

Hazlos mentir

Si sospecha que sus hijos no han hecho su tarea, acéptelos con preguntas específicas: ¿Qué tema? ¿Qué aprendiste? ¿Cuánto tiempo tomó? ¿La parte mas dificil? Incluso si logran respuestas convincentes, el acto de mantener una mentira elaborada ejerce una incomodidad psicológica. Eventualmente, descubrirán que ser honesto es simplemente más fácil.

No los liberes

Para que todas estas lecciones se mantengan, tienes que abrocharte el cinturón. Si su hijo tiene problemas y llora lastimosamente, resista la tentación de irrumpir y salvarla recordando algo que los economistas llaman riesgo moral. Los rescates corporativos incentivan el mal comportamiento: evite este destino estableciendo reglas claras y castigando cuando sea necesario.

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