jueves, 25 de abril de 2013

La ausencia de un ministro de economía


La pregunta sobre la inflación que descolocó a Hernán Lorenzino

"Me quiero ir", dijo el ministro durante una entrevista para un documental de la TV griega, cuando le consultaron respecto de las cifras de la inflación en la Argentina; el video es furor en Twitter.  La Nación



El ministro de Economía, Hernán Lorenzino pasó un mal momento durante una entrevista con una periodista griega que lo consultó sobre las cifras de inflación en la Argentina. Como creyó que la cámara no lo grababa, le dijo a sus colaboradores que no quería continuar con el reportaje y le comunicó a la cronista que no iba a responder porque "es un tema complejo". Pero sus palabras quedaron registradas en un audio.
Aunque la entrevista fue llevada a cabo hace meses, fue publicada ayer en la página web del canal griego. Y tardó pocas horas en transformarse en uno de los temas más comentados enTwitter . En la madrugada de hoy, el hashtag #MeQuieroIr, la frase "Ministro de Economía", y la palabra Lorenzino eran Trending Topic en la red social.
El momento quedó grabado en un documental griego titulado "El misterio de la quiebra de la Argentina", donde se presenta el estado del país tras la crisis de 2001. Aproximadamente en el minuto 53 del video, aparece Lorenzino en un salón del Ministerio de Economía, durante una entrevista mano a mano con una periodista que se encontraba en el país.
Frente a la cámara, Lorenzino no tuvo problemas en responder la primera pregunta que se le formuló, sobre el modelo económico argentino: "Este es un modelo de desarrollo con inclusión social. El desempleo que estaba en cifras del 25 por ciento en 2001, 2002, ahora está en el 7 por ciento. Los niveles de pobreza e indigencia que representaba a más del 50 por ciento de la población hoy está muy, pero muy muy por debajo de lo que han sido las cifras históricas", agregó.


Entonces la cronista repreguntó: "Tengo una pregunta muy simple para usted, que parece muy complicada: ¿cuál es la inflación en la Argentina?"
La réplica de Lorenzino no se hizo esperar, pero no respondió exactamente: "Las estadísticas oficiales registran mes tras mes la inflación y esa es la única inflación posible, la única oficina publica encargada y con capacidad técnica para medir cualquier estadística, depende del Ministerio de Economía", dijo.
Pero la periodista insistió: "Sí, ¿pero cuál es la inflación?"
Lorenzino dudó, pero finalmente contestó: "Creo que el acumulado de los últimos 12 meses es el 10,2, me puedo estar equivocando en alguna décima", dijo. Pero la profesional no se detuvo: "El FMI ha dicho que podría haber sanciones por falsas estadísticas ¿Qué va a hacer al respecto?".
Entonces el ministro de Economía se quedó callado. Intentó una respuesta, dudó. "No sé, no sé", murmuró, y pidió interrumpir la entrevista. "¿Puedo cortar esto un minuto?", dijo.
Y segundos después, sin darse cuenta que el micrófono grababa aún, le dijo a alguien que lo acompañaba: "No, me quiero ir". Y luego pareció dirigirse a la periodista griega: "Además, hablar sobre estadísticas en la Argentina es complejo. Prefiero quedarme con la última respuesta que te di y no ahondar en el tema", dijo.
Esas fueron las últimas palabras que salieron de boca de Lorenzino que se pueden escuchar en el video. Pero otra persona, una mujer, continuó la idea del ministro: "Hay un tema que quizá es difícil de entender. La verdad es que hablar de la inflación cuando nosotros no hablamos ni con los medios argentinos de la inflación", le dijo a la periodista.
La cronista no se quedó callada: "Pero es el primer tema de la economía", insistió, en un español con fuerte acento. "No es posible que yo no pregunte de esto (Sic). Sería como no hacer mi trabajo", agregó.
"Bueno", le respondió su interlocutora. Y el documental pasa a una imagen de una tanguería.



La crisis de las subprime con un humor supremo

miércoles, 24 de abril de 2013

Ganó Krugman


The Economic Argument Is Over — And Paul Krugman Won


By  | Daily Ticker



For the past five years, a fierce war of words and policies has been fought in America and other economically challenged countries around the world.
On one side were economists and politicians who wanted to increase government spending to offset weakness in the private sector. This "stimulus" spending, economists like Paul Krugman argued, would help reduce unemployment and prop up economic growth until the private sector healed itself and began to spend again.
On the other side were economists and politicians who wanted to cut spending to reduce deficits and "restore confidence." Government stimulus, these folks argued, would only increase debt loads, which were already alarmingly high. If governments did not cut spending, countries would soon cross a deadly debt-to-GDP threshold, after which growth would be permanently impaired. The countries would also be beset by hyper-inflation, as bond investors suddenly freaked out and demanded higher interest rates. Once government spending was cut, this theory went, deficits would shrink and "confidence" would return.
This debate has not just been academic.
Those in favor of economic stimulus won a brief victory in the depths of the financial crisis, with countries like the U.S. implementing stimulus packages. But the so-called "Austerians" fought back. And in the past several years, government policies in Europe and the U.S. have been shaped by the belief that governments had to cut spending or risk collapsing under the weight of staggering debts.
Over the course of this debate, evidence has gradually piled up that the "Austerians" were wrong. Japan, for example, has continued to increase its debt-to-GDP ratio well beyond the supposed collapse threshold, and its interest rates have remained stubbornly low. More notably, in Europe, countries that embraced (or were forced to adopt) austerity, like the U.K. and Greece, have endured multiple recessions (and, in the case of Greece, a depression). Moreover, because smaller economies produced less tax revenue, the countries' deficits also remained strikingly high.
So the empirical evidence increasingly favored the Nobel-prize winning Paul Krugman and the other economists and politicians arguing that governments could continue to spend aggressively until economic health was restored.
And then, last week, a startling discovery obliterated one of the key premises upon which the whole austerity movement was based.
An academic paper that found that a ratio of 90%-debt-to-GDP was a threshold above which countries experienced slow or no economic growth was found to contain an arithmetic calculation error.
Once the error was corrected, the "90% debt-to-GDP threshold" instantly disappeared. Higher government debt levels still correlated with slower economic growth, but the relationship was not nearly as pronounced. And there was no dangerous point-of-no-return that countries had to avoid exceeding at all costs.
The discovery of this simple math error eliminated one of the key "facts" upon which the austerity movement was based.
It also, in my opinion, settled the "stimulus vs. austerity" argument once and for all.
The argument is over. Paul Krugman has won. The only question now is whether the folks who have been arguing that we have no choice but to cut government spending while the economy is still weak will be big enough to admit that.
The discovery of the calculation error, after all, came only a few months after the United States voluntarily cut spending through a government "sequester." This sequester is hurting the U.S. economy, and it is also depriving American citizens of some basic services--like a fully staffed air-traffic control system--that most first-world countries regard as a given in a developed economy. And with America's government deficit already shrinking (thanks to the rollback of some tax cuts and a modest increase in taxes), it is now even clearer that the sequester did not have to be adopted.
Yes, at some point, the American government needs to come together and figure out a smart long-term plan for containing healthcare and military costs, which are the real budget-busters in our government spending. That long-term plan does not need to be adopted immediately, however.
And in the meantime, for the sake of the country, it would be nice if our government came together and agreed to restore full funding for basic services.
Because the current state of government dysfunction in the United States is not just economically harmful. It is also embarrassing, depressing, and based on a premise that is now demonstrably false.


¿Cuándo devaluar?


Advierten que la pregunta ya no es devaluar o no, sino cuándo

En un informe en EE.UU., analistas de FIEL lo adjudicaron al deterioro fiscal y externo; pero si sólo se mejora el tipo de cambio, provocará más inflación


NUEVA YORK.- Más que si habrá o no una devaluación, el tema es cuándo ocurrirá. Esa idea dejó ayer el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, durante una exposición sobre la economía argentina en el Consejo de las Américas. "Siempre es mejor prevenir que esas cosas pasen. No es lo mismo actuar para intentar evitar el problema, que actuar luego de tener el problema", graficó Artana. "El problema se creó hace años, y ahora la pregunta es cómo salir ", continuó.
Durante poco más de una hora, Artana y sus colegas en FIEL Juan Luis Bour, Sebastián Urbiztondo y Fernando Navajas ofrecieron ante analistas de Wall Street una foto de la economía argentina y sus pronósticos acerca de lo que vendrá.
Los economistas respondieron preguntas sobre el futuro del tipo de cambio, la situación de la petrolera estatal YPF, el litigio en Nueva York entre la Argentina y los holdouts , la inversión y la competitividad del país. Casualidad o no, el equipo de FIEL siempre hace su presentación en Nueva York con algún tema especial de trasfondo: en 2011 fueron las elecciones presidenciales; el año pasado, la estatización de YPF, y ahora, la escalada del dólar paralelo en el país y la pelea judicial del Gobierno con el fondo NML-Elliot.
Ya sin los superávit gemelos -fiscal y comercial- que apuntalaron los primeros años del kirchnerismo, y con "inconsistencias macroeconómicas" que se han amontonado en los últimos años, Artana dijo que el Gobierno debe mejorar la posición fiscal y que probablemente haya que acelerar el ritmo de devaluación para corregir el rumbo. "Si no se hacen las dos cosas y sólo se deprecia la moneda, sólo habrá más inflación", indicó, ante una pregunta de LA NACION sobre el futuro del tipo de cambio, que Artana respondió junto a otra sobre la competitividad.
El economista comparó la situación con la que existía en los 90, y dijo que la devaluación de la moneda es, a veces, necesaria para alinear las distorsiones acumuladas en el pasado. En algún momento, continuó, será necesario hacer ese alineamiento, aunque sugirió que eso no ocurrirá antes de las elecciones de octubre.
 
Ocurrió sobre el final de la presentación de los economistas de FIEL, una de las organizaciones que ha mantenido una postura critica respecto de la política del Gobierno, y que advierte, desde hace años, sobre las inconsistencias entre la política fiscal, monetaria y cambiaria de la Casa Rosada.
La advertencia de Artana se hizo eco así de los análisis que existen sobre el futuro del tipo de cambio, que ya forzaron a la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a negar de manera rotunda que el Gobierno prevea acelerar la tasa de devaluación.
El panorama que trazaron en Nueva York los economistas de FIEL fue, cuando menos, pesimista. Bour pronosticó un crecimiento del PBI del 2% para este año, con una inflación del 22-23 por ciento.
El empleo privado dejó de crecer desde mediados de 2012, y el corralito cambiario impuesto por la Casa Rosada, afirmó, dañó al turismo y la venta de inmuebles, y golpeó a la construcción, uno de los motores de la expansión del país en esta etapa. "El sector de la construcción está en una situación débil, y creemos que esto va a perdurar por el próximo año o los próximos dos", afirmó Bour.
Urbiztondo se dedicó a analizar los servicios públicos. Dejó una cifra que sintetiza años de política kirchnerista: en 2012, los subsidios representaron el 4,3% del PBI, por encima del pico de 1989 (3,5%). Este año, estimó, alcanzarán 6 puntos del producto, una cifra que equivale a más de 30.000 millones de dólares.
Semejante gasto no se tradujo en mejoras: en el caso de los ferrocarriles, por ejemplo, Bour dijo que en 2010, comparado con 2001, los trenes recorrieron menos kilómetros, tuvieron menos asientos, fueron más lentos, hubo más demoras o cancelaciones, más pasajeros y más heridos en los viajes. "Hoy las empresas proveen servicios peores y más caros que en 2001", sintetizó.

SE DESPLOMA EL SALDO COMERCIAL

  • En marzo, la Argentina tuvo un superávit comercial de US$ 510 millones, 49% menor al del mismo mes del año pasado. Para el acumulado del primer trimestre el superávit llegó a US$ 1310 millones, 48% menos que en igual período de 2012.
  • Ese deterioro se explica, sobre todo, por la situación energética: de un superávit de US$ 456 millones en el primer trimestre de 2012 se pasó a un déficit de US$ 808 millones este año.
  • En marzo las exportaciones cayeron 4%. Las bajas más fuertes fueron las de combustibles y manufacturas agropecuarias. Las importaciones crecieron 5%, impulsadas por las compras energéticas.

Discriminación: Las mujeres ganan menos... todavía


Las mujeres aún ganan un 40% menos que sus pares hombres


Management Journal

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¿A qué se debe la desigualdad?
El 8 de marzo de 1911 fue una jornada trágica. Ese día, más de 140 mujeres perdieron la vida como consecuencia de un incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist, en Nueva York.
Un año antes, en 1910, la Internacional Socialista había proclamado el Día de la Mujer como homenaje al movimiento en favor de sus derechos y en pos del sufragio universal. El incendio hizo evidente las pésimas condiciones laborales y, como conmemoración de la lucha por los derechos de la mujer, y su participación plena en la vida política, económica, social y cultural, en igualdad, se instauró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Un siglo después, tanto a nivel global como local, las mejoras logradas son evidentes. En el mercado laboral argentino, puntualmente, las mujeres avanzan a paso lento, pero decididas y con firmeza.
Por un lado, son cada vez más las que se animan a lanzarse con sus propios emprendimientos o como profesionales independientes y, por otro, la mayoría de las empresas ya no las discrimina al momento de encarar una búsqueda laboral para cubrir una posición vacante.
Es que las compañías entendieron que las mujeres poseen competencias diferentes a los hombres, pero complementarias, que suman a la hora de armar equipos de trabajo diversos.
Sin embargo, a ellas aún les cuesta alcanzar las posiciones más altas de la pirámide organizacional. La realidad muestra que las empresas lideradas por CEO mujeres aún se cuentan con los dedos de las manos, aunque los expertos prevén que esta tendencia se revertirá en el mediano plazo.
En la Argentina, durante la última década se incremento un 33,2% el empleo en mujeres y en relación presentan mayor nivel de instrucción y escolaridad que los hombres.
"Hoy en día un 60% de las mujeres mayores de 18 años trabaja fuera de su casa y, en muchos casos, es sostén de familia o jefa de hogar. Entre 2002 y 2012 se incrementó un 120% la cantidad de horas que las argentinas le dedican al trabajo", describe Ricardo Wachowicz, presidente de Bayton Grupo Empresario.
Y añade que "en el ámbito empresarial, la tendencia continúa en posiciones ejecutivas de alta gerencia aunque a menor ritmo. En la Argentina, puntualmente, no llegamos al 20% pero en los últimos años la cifra creció de manera significativa".
Los datos del International Business Report (IBR) de la firma Grant Thornton muestran que a nivel mundial el 24% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Esto representa un aumento del 21% registrado en 2012 y del 20% en 2011.
Sin embargo, las economías del G-7 quedaron últimas en la tabla de posiciones, con apenas el 21% de los puestos directivos ocupados por mujeres. Estos resultados se comparan con un 28% en las economías BRIC, otro 32% en el sudeste asiático y un 40% en los países bálticos.
América latina, en tanto, se encuentra levemente por debajo del promedio mundial con 23%, un punto porcentual por encima del resultado registrado en 2012. La región es liderada por Perú (27%), seguido por Brasil y México (ambos con 23%), Chile (22%) y Argentina (18 por ciento).
En el país, la tendencia está cambiando de la mano de las multinacionales. De hecho, la Argentina es una de las economías de la región donde P&G mejor balancea el liderazgo entre hombres y mujeres, ya que hoy más de la mitad de su directorio son mujeres (6 de 11) y en puestos gerenciales ellas abarcan cerca del 56 por ciento.
Diferencias salariales
Las actuales diferencias a favor de los hombres también se evidencian a la hora de definir las remuneraciones.
Según el último estudio realizado por la consultora Mercer, las diferencias salariales más importantes se encuentran en la posición de CEO (41% a favor de los hombres), mientras que en el caso de las gerencias seniors resultan más favorecidas: en promedio, ellas perciben sueldos apenas un 2% inferiores respecto a los ejecutivos en igual puesto.
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Por otra parte, un reciente relevamiento realizado por Grupo RHUO destaca que el 52% de las consultadas considera que las mujeres, en general, perciben salarios inferiores a los que obtienen los hombres, por igual tarea.
Sin embargo, cuando se trata de un empleo en el sector público, la diferencia salarial percibida desciende al 27 por ciento. 
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Por otro lado, el 59% de las entrevistadas -entre 18 y 60 años- sostiene que, ante situaciones iguales, el hombre tiene más posibilidades que la mujer de acceder a cargos directivos y puestos de decisión. El 52%, en tanto, considera que para una mujer desarrollar una carrera laboral es un camino particularmente difícil.
"Si bien es real que aún hoy hay diferencias salariales entre cargos iguales para hombres y mujeres, es importante resaltar que este comportamiento está cambiando, sobre todo gracias a grandes corporaciones que marcan tendencia y que tienen en sus puestos de CEO a mujeres", destaca Mariela Aliandri, gerente de Capital Humano de Grupo RHUO y una de las responsables del estudio "Las mujeres y el trabajo en la Argentina".
"No obstante -añade- la percepción está instalada y será un trabajo de comunicación y de mayor transparencia en los sueldos la que lo pueda cambiar, especialmente en la Argentina, en donde el salario de cada trabajador es casi un ´secreto de estado´".
Cómo impacta la maternidad en la carrera laboral
Del sondeo también se desprende que el 68% de las argentinas considera que las probabilidades de obtener un puesto de trabajo o un ascenso se reducen al tener un hijo menor de cinco años.
De acuerdo con el relevamiento, más de la mitad de las argentinas (57%) considera más apropiado postergar la maternidad hasta tener una posición consolidada, para poder dar a sus hijos todo lo que necesitan. Esta opinión prevalece más entre las generaciones más jóvenes y disminuye a medida que aumenta la edad de las entrevistadas.
En tanto, el 87% de las consultadas de entre 18 y 25 años (representantes de la Generación Y) opina que es preferible tener una posición laboral consolidada antes de concebir un hijo. En sus respuestas prevalece la formación profesional y académica, para establecerse económicamente y escalar cargos en una organización, antes que la formación de una familia.
Esta misma opinión es asumida por el 61% de quienes tienen entre 26 y 35 años, por el 53% de las entrevistadas de entre 36 y 45 años y por el 37% de las mujeres mayores de 45 años.
"La investigación muestra de manera contundente que la maternidad aún requiere tiempo de trabajo y madurez en las organizaciones. Si bien se ha avanzado bastante en el tema, falta recorrer un camino para que las direcciones corporativas acepten que las mujeres que son madres desarrollan capacidades muy valiosas en las organizaciones", señala Aliandri.
"Por ejemplo -continúa- el sentido de responsabilidad, la posibilidad de colocarse mucho más rápidamente en el lugar del otro y la sensibilidad, les permite obtener logros interesantes con sus equipos de trabajo".
De acuerdo a la ejecutiva de Grupo RHUO, "la percepción es otro de los aspectos que desarrollan las madres, y que es uno de los más valiosos al momento de seleccionar a un candidato frente a otro con similares capacidades. Ser perceptivo hace la diferencia".
No obstante, consultadas las mujeres madres, el 64% cree que la concepción de su primer hijo no incidió negativamente ni positivamente en su desarrollo laboral. Para el 20%, en tanto, afectó en forma negativa, mientras que para el 16% restante el impacto fue favorable.
Por otro lado, el 58% de las sondeadas asegura estar muy satisfecha o satisfecha con su vida laboral y profesional. Esta satisfacción se debe a que hacen un trabajo que les gusta, en un buen clima laboral y pueden compatibilizar su ámbito familiar con el trabajo, sin hacer ningún tipo de mención al tema salarial.
Sólo un 10% se manifiesta muy insatisfecha con relación a su vida laboral actual, lo que está asociado estrictamente a la remuneración y al poco reconocimiento por el trabajo que realizan.
Es que ellas son "multitasking". Tienen la capacidad de atender varios "asuntos" a la vez. Se ocupan de sus hijos, marido, del hogar y, además, buscan ser excelentes profesionales en los lugares de trabajos.
Este perfil de la mujer actual, obliga a las gerencias o departamentos de Recursos Humanos de las compañías a brindar beneficios que, hace un tiempo, eran impensables.
Al respecto, Gemán Dyzenchuz, CEO de GoIntegro, sostiene que hoy "los beneficios más valorados por los empleados, son los que ellos mismos pueden elegir de acuerdo a sus necesidades puntuales".
Y agrega que "en el caso de las mujeres, como necesitan sentirse tranquilas respecto al cuidado y crianza de sus hijos, valoran sobre todo beneficios como la flexibilidad horaria, la posibilidad de hacer home office, y la guardería in company".
En P&G, por ejemplo, las medidas implementadas hacen a la compañía un lugar especialmente atractivo para las mujeres, ya que facilitan su desarrollo profesional a la vez que personal.
La mutinacional se destaca especialmente por su política relacionada a la maternidad: a las empleadas se les ofrecen horarios flexibles, licencias extendidas, reintegros por gastos de guardería y pañales gratis hasta los 2 años, en el marco de un sistema de promociones y salarios equitativo.
Además,cerca del 22% de las empleadas que trabajan en oficinas aprovechan anualmente la posibilidad de "softlanding" para trabajar jornada reducida durante un año.
"Con nuestra política de balance y trabajo flexible y distintas herramientas particulares para cada etapa de la vida de los empleados, buscamos brindarle el acompañamiento preciso en cada una de ellas. Sabemos que la maternidad es un momento de dilemas y si la empresa no brinda el apoyo necesario corre el riesgo de perder talentos", enfatiza Hernán Shinji, director de Recursos Humanos de P&A Argentina.
La mujer como líder
Indagadas por Grupo RHUO sobre las preferencias de género a la hora de ser lideradas, la amplia mayoría de las mujeres entrevistadas (72%) asegura que es indistinto si su jefe es un hombre o una mujer, mientras que un 21% dice preferir a un hombre como superior. En el otro extremo, sólo el 7% se inclina por tener a un individuo de su mismo sexo como jefe.
La misma situación se repite al indagar sobre la elección del equipo de trabajo, ya sea en una misma posición laboral o al tratarse de personal a cargo.
Y aunque los expertos en Management rehúsan hablar de "estilos de liderazgo femenino o masculino" ya que -según coinciden- las diferencias no son una cuestión de género sino que dependen de cada persona, lo cierto es que las mujeres poseen ciertas habilidades y fortalezas que son cada vez más valoradas por las empresas.
"El rol de la mujer como líder, como negociadora y coordinadora de los esfuerzos de la sociedad, como agente creador e innovador cuenta con una base muy sólida en la capacidad tan frecuente que ella tiene de escuchar, entender y ponerse en el lugar del otro", enfatiza Francisco Ingouville, director de la firma Ingouville, Nelson & Asociados.
Desde la misma consultora, Julian Lichtmann apunta que "proyectar ese talento desde lo hogareño a lo profesional, organizacional y público es un desafío fascinante", aunque advierte que "también vemos casos en que eso no ocurre. Ejemplos de intolerancia, falta de diálogo, masculinidad mal entendida y agregada al rol de la mujer, nos marcan claramente la importancia de no dejar que la evolución sea descuidada y al azar".
Fuente: iProfesional.com


martes, 23 de abril de 2013

Duro año para los países desarrollados

Poor little rich countries


The wealthy economies are in for a tough year
THE outlook for economic growth in the West is bleak, according to the IMF’s latest World Economic Outlook, released on April 16th. Worldwide output is expected to grow at just over 3% in 2013, but rich countries will lag behind, expanding at 1.2%. Growth in emerging markets, by contrast, will exceed 5%, with Asia and sub-Saharan Africa motoring along at 7% and 5.6% respectively. The IMF's report praises euro-area policymakers for avoiding a break-up, but notes that parts of the currency union are still uncompetitive and constrained by austerity. The failure of cash injections to trickle down to households and businesses is dampening prospects, too. The American economy, though buoyed by recovering housing and credit markets, must endure the effects of the budget sequester. 



lunes, 22 de abril de 2013

Procesando enorme cantidad de datos para contratar mejores empleados

Big Data, Trying to Build Better Workers


John-Patrick Thomas



BOSSES, as it turns out, really do matter — perhaps far more than even they realize.


In telephone call centers, for example, where hourly workers handle a steady stream of calls under demanding conditions, the communication skills and personal warmth of an employee’s supervisor are often crucial in determining the employee’s tenure and performance. In fact, recent research shows that the quality of the supervisor may be more important than the experience and individual attributes of the workers themselves.
New research calls into question other beliefs. Employers often avoid hiring candidates with a history of job-hopping or those who have been unemployed for a while. The past is prologue, companies assume. There’s one problem, though: the data show that it isn’t so. An applicant’s work history is not a good predictor of future results.
These are some of the startling findings of an emerging field called work-force science. It adds a large dose of data analysis, a k a Big Data, to the field of human resource management, which has traditionally relied heavily on gut feel and established practice to guide hiring, promotion and career planning.
Work-force science, in short, is what happens when Big Data meets H.R.
The new discipline has its champions. “This is absolutely the way forward,” says Peter Cappelli, director of the Center for Human Resources at the Wharton School of the University of Pennsylvania. “Most companies have been flying completely blind.”
Today, every e-mail, instant message, phone call, line of written code and mouse-click leaves a digital signal. These patterns can now be inexpensively collected and mined for insights into how people work and communicate, potentially opening doors to more efficiency and innovation within companies.
Digital technology also makes it possible to conduct and aggregate personality-based assessments, often using online quizzes or games, in far greater detail and numbers than ever before.
In the past, studies of worker behavior were typically based on observing a few hundred people at most. Today, studies can include thousands or hundreds of thousands of workers, an exponential leap ahead.
“The heart of science is measurement,” says Erik Brynjolfsson, director of the Center for Digital Business at the Sloan School of Management at M.I.T. “We’re seeing a revolution in measurement, and it will revolutionize organizational economics and personnel economics.”
The data-gathering technology, to be sure, raises questions about the limits of worker surveillance. “The larger problem here is that all these workplace metrics are being collected when you as a worker are essentially behind a one-way mirror,” says Marc Rotenberg, executive director of the Electronic Privacy Information Center, an advocacy group. “You don’t know what data is being collected and how it is used.”
Companies view work-force data mainly as a valuable asset. Last December, for example, I.B.M. completed its $1.3 billion acquisition of Kenexa, a recruiting, hiring and training company. Kenexa’s corps of more than 100 industrial organizational psychologists and researchers was one attraction, but so was its data: Kenexa surveys and assesses 40 million job applicants, workers and managers a year.
Big companies like I.B.M., Oracle and SAP are pursuing the business opportunity. So is eHarmony, the online matchmaking service. It announced in January that it would retool its algorithm for romance so it could examine employee-employer relationships, and enter the talent search business later this year.
THE penchant for digital measurement and monitoring seems most suited to hourly employment, where jobs often involve routine tasks. But will this technology also be useful in identifying and nurturing successful workers in less-regimented jobs? Many companies think so, and can point to some encouraging evidence.
Tim Geisert, chief marketing officer for I.B.M.’s Kenexa unit, observed that an outgoing personality has traditionally been assumed to be the defining trait of successful sales people. But its research, based on millions of worker surveys and tests, as well as manager assessments, has found that the most important characteristic for sales success is a kind of emotional courage, a persistence to keep going even after initially being told no.
The team of behavioral and data scientists at Knack, a Silicon Valley start-up firm, uses computer games and constant measurement to test emotional intelligence, cognitive skills, working memory and propensity for risk-taking. Early pilot testers include the NYU Langone Medical Center, Bain & Company and a unit of Shell, says Guy Halfteck, Knack’s C.E.O. Google, not surprisingly, is committed to applying data-driven decision-making to human resource management. For years, candidates were screened according to SAT scores and college grade-point averages, metrics favored by its founders. But numbers and grades alone did not prove to spell success at Google and are no longer used as important hiring criteria, says Prasad Setty, vice president for people analytics.

Since 2007, the company has conducted extensive surveys of its work force. Google has found that the most innovative workers — also the “happiest,” by its definition — are those who have a strong sense of mission about their work and who also feel that they have much personal autonomy. “Our people decisions are no less important than our product decisions,” Mr. Setty says. “And we’re trying to apply the same rigor to the people side as to the engineering side.”

Evolv, a San Francisco start-up, uses data science to advise companies on hiring and managing hourly workers. Evolv is sharing its data from clients — data that are stripped of personally identifying information and demographics like race and sex — with researchers at Wharton, Yale and Stanford. (This column’s first two examples came from Evolv’s data and analysis.)
Michael Housman, an economist and managing director of analytics at Evolv, says he thinks work-force science will increasingly be applied across the spectrum of jobs and professions, building profits, productivity, innovation and worker satisfaction.
Evolv, he says, has focused initially on hourly workers and call centers, which capture masses of data on every call and online exchange. Jobs at these centers are often difficult and have very high rates of attrition, routinely as high as 100 percent a year. “We wanted to start where there was a huge opportunity” to make improvements, he says.
Transcom, a global operator of customer-service call centers, conducted a pilot project in the second half of 2012, using Evolv’s data analysis technology. To look for a trait like honesty, candidates might be asked how comfortable they are working on a personal computer and whether they know simple keyboard shortcuts for a cut-and-paste task. If they answer yes, the applicants will later be asked to perform that task.
Those who score high on honesty typically stay in their jobs 20 to 30 percent longer than those who don’t, Evolv says.
Neil Rae, an executive vice president of Transcom, was impressed with the project’s results and plans to use Evolv in the call centers he runs, which employ 12,500 workers.
In the call-center world, Mr. Rae says, 5 percent attrition a month — 60 percent a year — is stellar performance. Dropout rates are calculated at 30-day intervals, and it takes four to six weeks to train a worker. The cost of attrition — for hiring and training a replacement — is about $1,500 a worker, he says.
In the project with Evolv, Mr. Rae says, Transcom was able to hire fewer people — about 800 instead of a more typical 1,000 hires — to get 500 workers who were still on the job at least three months later. The big payoff, he says, should come in cost savings and better customer service with less worker churn in call centers.
“This makes hiring more a science and less subjective,” Mr. Rae says.

New York Times

Guía rápida del impuesto a Bienes Personales en Argentina

domingo, 21 de abril de 2013

Segmentar y explotar el mercado inmobiliario


Explotar un nicho definido del mercado

19/04/2013
POR VICTORIA ARANDA - ESPECIAL PARA ARQ
Lejos de la tendencia generalizada de desarrollar departamentos dos ambientes, en el estudio ATV apuntan a un sector específico: el de los que buscan viviendas amplias.

VIVIENDAS AMPLIAS. El estudio ATV apunta a este nicho particular del mercado.
VIVIENDAS AMPLIAS. El estudio ATV apunta a este nicho particular del mercado.
Plantarse frente a la tiranía del mercado, desobedecerla y apostar a diferenciarse a la hora de producir puede ser toda una estrategia cuando impera la uniformidad. Así, cuando en el sector inmobiliario los analistas estudian las tendencias y desmenuzan la demanda para después recomendar el desarrollo de departamentos de dos ambientes, de 50 metros cuadrados, quienes hacen otra cosa, necesariamente se destacan del resto.

ATV es un estudio de arquitectura dedicado a la realización de proyectos y construcción en el barrio de Palermo, que de un tiempo a esta parte se ha enfocado en desarrollar edificios de departamentos grandes, de tres o cuatro ambientes, o tal vez más. Federico Azubel, uno de los socios fundadores junto con Ignacio Trabucchi y Walter Viggiano, sostiene que en la actualidad y en Buenos Aires hay un cliente puntual para este tipo de producto. Y lo describe: “Aquel que compra hoy departamentos no es únicamente el inversor que necesita canalizar sus pesos y lo destina a un dos ambientes. Claramente, esos inversores están, pero también están los que deciden invertir esos pesos en vivir mejor, los que quieren que sus ahorros vayan a parar a su propia vivienda. Esos son los clientes para los que trabajamos”.

–¿Cuál es el tipo de producto que convoca hoy a ese comprador preciso que adquiere su departamento para irse a vivir?

–Hablamos de departamentos de tres ambientes con dependencias; de cuatro ambientes y de cuatro con dependencias y terraza. En relación al edificio, generalmente se trata de edificios doble frente, con pileta.

–¿En qué consiste la experiencia de trabajar “a medida”? ¿Por qué optaron por esa modalidad?

–Básicamente, consiste en trabajar con un proyecto base y después cada departamento se hace y se modifica con cada cliente; por ejemplo, con los materiales que él elige. ¿Por qué lo hacemos? Porque creemos en un servicio dinámico y customizado.

–Han centralizado su actividad en el área de Palermo. ¿Cómo se consigue tierra, hoy, en Palermo Hollywood, Soho o alguna de sus otras latitudes?

–La verdad es que la tierra es un bien absolutamente preciado; sobre todo, aquellos terrenos con más de 8,66 metros de frente. En esos casos, el valor de la tierra en la formación del precio de la unidad tiene una incidencia importante. Pero lo cierto es que todavía hay tierra en Palermo. De hecho, no nos hemos visto en la necesidad de salir a tocar el timbre casa por casa; a nosotros se nos acercan brokers e inmobiliarias afines con propuestas.

–¿Cómo los afectó la pesificación?

–Antes hablé de dinamismo y, por cierto, también demostramos ser dinámicos adecuándonos al negocio pesificado. Nosotros comercializamos todo en pesos, incluso la tierra. En algunos casos, compramos los terrenos a través de una modalidad, digamos, mixta. Por ejemplo, una parte de la operación se concreta por canje de metros de obras terminadas, ya sea del edificio que se erigirá en la tierra en cuestión, o bien en otros ya realizado. En esencia, estudiamos las opciones para hacer posible el negocio.

–¿Modificó la pesificación el valor de la tierra?

–No, en absoluto, por lo menos en Palermo. Los canjes se realizan a valores de mercado y el valor del metro cuadrado se mantuvo en este barrio. Lo que sí cambió fue la forma de pago.

–¿Cómo está el negocio de las oficinas en Palermo?

–Nuestro proyecto de oficinas en la calle Gorriti está completamente vendido –desde oficinas pequeñas hasta pisos de 140 m2 y un local– y se explica porque hay una zona muy concentrada por el polo audiovisual. Pero, así y todo, en este momento registramos una mayor demanda de viviendas.

Cerca de cumplir su primera década en el mercado, el próximo desafío que el estudio está a punto de alcanzar es certificar calidad de procesos a través de las normas ISO. “Apostamos a la mejora continua”, asegura Azubel.