lunes, 1 de abril de 2013

Ventas y cierre de locales


Por la caída en las ventas, se multiplica el cierre de locales

Las principales arterias comerciales muestran hasta tres negocios vacíos por cuadra


 
Av. Santa Fe al 1600. Foto: Silvana Colombo
Como un virus, los carteles de "se alquila" se van expandiendo por toda la ciudad. Hace un año, la calle Florida fue la primera en sufrir un aumento en el número de locales vacíos, como producto de la menor afluencia de turistas extranjeros. Pero ahora el fenómeno se extendió al resto de las principales arterias comerciales de la ciudad y losoperadores inmobiliarios no dudan en vincularlo con la fuerte caída en el consumo.
Sólo en la zona delimitada por Callao, Santa Fe, Cerrito y Alvear hoy hay 49 locales vacíos o en alquiler, y en algunas zonas, como Uruguay al 1200 o Montevideo al 1700, se pueden ver hasta tres negocios sin ocupar en una misma cuadra.
La crisis no perdonó ni siquiera a la avenida Alvear, que históricamente fue la arteria elegida por las marcas de lujo. En este caso, a las causas que afectan al resto de la ciudad -como la menor afluencia de turistas y la baja en el consumo- se les deben sumar las trabas a la importación dispuestas por el Gobierno, a partir de las cuales muchas casas internacionales decidieron cerrar las puertas debido a la falta de mercadería. En la actualidad, en las cinco cuadras de Alvear entre Parera y Schiaffino hay cuatro locales vacíos. Hasta hace poco, algunos de esos locales eran ocupados por reconocidas marcas extranjeras , como Ralph Laurent y Louis Vuitton.
El panorama no mejora fuera del centro de la ciudad. Los carteles de alquiler también se repiten en las principales arterias comerciales de muchos barrios. Entre el 3700 y el 5000 de la avenida Corrientes, en Almagro, hay 11 locales sin ocupar, a razón de casi un negocio por cuadra, algo que hacía mucho que no ocurría.
En Florida, por otra parte, parece que hubiera una relación inversamente proporcional entre la explosión de "arbolitos" que ofrecen comprar o vender dólares a los gritos y el cierre de locales. En la seis cuadras que van desde la plaza San Martín hasta la avenida Corrientes hoy hay catorce locales cerrados y otros siete comercios tienen grandes carteles que anuncian un inminente cierre definitivo.
"La menor actividad se siente en zonas como la calle Florida o Santa Fe, entre Callao y la plaza San Martín, que sufren con la menor llegada de turistas extranjeros, mientras que en el resto de la ciudad lo que más se ve son demoras en las renovaciones de los alquileres. Cuando cierra un local pueden pasar 60 o 90 días hasta que se vuelve a ocupar", señaló Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.

SIN RENOVACIÓN

A la hora de explicar la multiplicación de locales vacíos en la ciudad, los operadores inmobiliarios coinciden en culpar a la desaceleración del consumo. "Cada vez que llega fin de mes se ven más locales vacíos, porque no se renuevan los contratos que vencen y otros que están en vigencia los inquilinos prefieren rescindir, cumpliendo con los 60 días de preaviso. El tema fundamental es la caída de los niveles de actividad, que en muchos casos hace imposible sostener un negocio", explicó Armando Pepe, dueño de la firma homónima.
Pepe además destaca que ya se siente un efecto en los precios. "La menor demanda ya está impactando en los precios y es cada vez más común que a la hora de renovar un alquiler el dueño prefiera mantener el precio y no aumentar si se trata de un inquilino que cumple", señaló el empresario inmobiliario.
En la misma línea, en la consultora especializada Colliers International destacan que las grandes marcas de retail pusieron en el freezer sus planes de aperturas. "Estamos notando que no hay planes de expansión constantes por parte de las grandes cadenas minoristas, y a lo sumo están abriendo uno o dos locales. Igual, cuando bajan los precios aparecen las oportunidades y ahí las grandes marcas se muestran más activas", explicó Marcelo Zuliani, director comercial de Colliers
Las oportunidades que aparecen en la plaza inmobiliaria además provocaron que cada vez más empresas empiecen a analizar la posibilidad de dejar de ser inquilinos para convertirse en dueños. "Empiezan a aparecer bancos y marcas de ropa internacionales que como no pueden girar fondos al exterior ahora analizan comprar locales como una manera de proteger sus fondos", explicó Zuliani.

FLORIDA RESIGNA SU LIDERAZGO A NIVEL REGIONAL

  • La baja en la actividad comercial se nota con especial intensidad en la calle Florida, que ya venía golpeada por la menor afluencia del turismo. De acuerdo con un informe de la consultora Colliers International, en el último año el precio promedio de los alquileres comerciales en la peatonal cayó 12,8%, hasta tocar los 88,9 dólares por metro cuadrado.
  • El descenso en los precios además provocó que por primera vez en décadas Florida tuviera que resignar su condición de ser la arteria comercial más cara de América latina. En la actualidad, ese lugar lo ocupa la calle Oscar Freire, de San Pablo, donde el metro cuadrado en alquiler cotiza a 109 dólares, es decir, 22% por encima de los valores que se manejan en la calle Florida. Además, prácticamente duplican los precios que en promedio se pagan en Santa Fe y Callao (donde alquilar cuesta 65 dólares por metro cuadrado) y Cabildo y Juramento (US$ 60,7).

UN PROBLEMA QUE SE EXTIENDE

 
Av. Callao al 1800. Foto: Silvana Colombo
 
Av. Alvear al 1600. Foto: Silvana Colombo
Del editor: qué significa
La actividad comercial sufre una suerte de "doble cepo": las ventas se caen y las inmobiliarias no logran alquilar sus locales.


jueves, 28 de marzo de 2013

La inagotable aplicabilidad de la teoría de juegos

Further readings in game theory: How it applies to marriage, kidney donation chains and government gridlock


Posted by: Kate Torgovnick 





How do we negotiate when to sell a stock, whether to rat out a partner in crime, how to play a poker hand, or what to ask for when negotiating a job offer? In each of these situations, the actions of others will greatly affect our outcomes — and yet, we have no idea what they are thinking. These are the kinds of situations that game theory has helped mathematicians and economists parse for decades.
In today’s talk, given at TEDxCalTech, behavioral economist Colin Camerer surveys new research that is taking game theory to the next level — by taking fMRI and EEG scans of people’s brains as they engage in bargaining games. The idea is to see what brain circuitry is used as people make decisions, and to map out what agreement and disagreement look like in the brains of humans … and in chimpanzees, who appear to be better at these negotiations than we are.
While the seeds of game theory were planted as early as Plato, the field gained prominence in the 1940s and 1950s, thanks to the work of John von Neumann (who wrote Theory of Games and Economic Behavior) and John Nash (of A Beautiful Mind fame). Since then, eight game theorists have won the Nobel Prize in Economics. To hear about new neuroscience approaches to this classic area of study, watch Camerer’s talk. And below, read some recent several articles about how game theory can apply to our everyday lives.
  1. What makes a person decide to donate a kidney? As Stanford economist Alvin Roth has shown, it is largely a question of game theory and market economics. According to the October 2012 Reuters story, “Alvin Roth Transformed Kidney Donation System,” in 2004, Roth created the New England Program for Kidney Exchange, a method that used computers — and an algorithm designed by UCLA mathematician Lloyd Shapley — to pair groups of donors and create the types of kidney donation chains depicted on Grey’s Anatomy. Before this system, says Reuters, there were just 19 kidney transplants from live donors in the United States. In 2011, that number rose to 443. In total, about 2000 people have received kidneys through Roth’s system. And in October of 2012, both Roth and Shapley were awarded the Nobel Prize in Economics for their work in taking “stable allocations” from an abstract concept to a reality.
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  2. Another real-life problem that Roth has tackled: in extremely large school systems, how can students be matched with the right school? In the Forbes magazine story, “What Al Roth Did to Win the Nobel Prize in Economics,” journalist Susan Adams takes a look at how Roth leveraged the tools of game theory to tame the high school matching system in New York City, where 80,000 8th graders must be dispersed to 700 schools every year. She writes, “Before Roth got involved, the matching system was so screwed up that a third of the city’s eighth graders didn’t even participate.”
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  3. In their book, It’s Not You, It’s the Dishesjournalists Paula Szuchman and Jenny Anderson wonder if the daily negotiations of marriage are more like playing a game of poker than most people realize. In the article “Marriage and the Art of Game Theory,” which ran on the Daily Beast in July of 2012, Szuchman writes, “Game theory is the study of how we make decisions in strategic situations. Classic examples: the Cuban missile crisissoccer penalty kicks, and the first scene of The Dark Knight. When you find yourself debating whether to wait for the bus another minute or give up and walk, you’re facing a game-theory dilemma … To cooperate or not to cooperate? To budge or stand your ground? To say ‘OK, fine’ or ‘not a chance’? These are questions married people find themselves asking with surprising frequency.”
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  4. Could game theory explain why so much head-butting happens in the United States Congress, especially as they approached the fiscal cliff in late 2012? (Watch Adam Davidson’s talk explaining the fiscal cliff.) In The Atlantic op-ed “How Game Theory Explains Washington’s Horrible Gridlock,” Mohamed A. El-Erian applies the principles of game theory to Congress’ negotiation over the budget. He writes, “Here is the typical cycle: Responding to the ‘national call,’ the two parties’ initial narratives trend towards ‘grand bargains’ aimed at removing headwinds to growth, jobs, and prosperity. As differences prevail, this gets replaced by a ‘mini bargain,’ or one that would deliver some progress together with momentum for future success. As this also proves elusive, negotiations get quite acrimonious. If and when an 11th-hour compromise emerges, it lacks both content and momentum: The majority of meaningful decisions are postponed, and both Democrats and Republicans emerge from the experience more bitter — at each other, and also within their respective parties.” (Also see: “Game Theory Expert Analyzes Fiscal Cliff.”)
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  5. Of course, the economic standoff of late 2012 wasn’t fully resolved — it was in large part delayed, leading to the more recent “sequester.” In the article “The Strange Game Theory of the Sequester,” Pacific Standard writer David Dayen wonders if Barack Obama is using game theory tactics in moving forward on sharp budget cuts. He writes, “Making clear the impact of forced austerity may offer the best hope for discrediting and reversing it. When faced with closures of national parks, shutdowns of government offices, delays in needed services like the disposition of federal benefits, and long lines at the airport due to a reduction in TSA personnel and air traffic controllers, the thinking goes, perhaps Congress will get moving on a less painful solution.”
TED Talk

miércoles, 27 de marzo de 2013

Krugman dice a Chipre: Devalúen!

Paul Krugman - New York Times Blog
Chipre, en serio



Un corresponsal a quien yo respeto me ha (suavemente) retado a decir claramente lo que pienso que Chipre debe hacer - dejando a un lado todas las preguntas sobre el realismo político. Y tiene razón: si bien creo que está bien para pasar la mayor parte de mi tiempo en este blog trabajando dentro de los límites de lo políticamente posible, y basándose en una combinación de la razón y el ridículo para empujar esos límites en el tiempo, de vez en cuando lo que debería justo afirmar rotundamente lo que yo haría si se le da una oportunidad.

Así que aquí va: sí, Chipre debería abandonar el euro. Ahora.

La razón es sencilla: permanecer en el euro significa una depresión muy severa, que durará por muchos años, mientras que Chipre trata de construir un nuevo sector exportador. Dejar el euro, y dejando caer bruscamente nueva moneda, que aceleraría grandemente la reconstrucción.

Si nos fijamos en el perfil comercial de Chipre, ya ves cuánto daño el país está a punto de sostener. Esta es una economía muy abierta con sólo dos principales productos de exportación, los servicios bancarios y el turismo - y uno de ellos desapareció. Esto llevaría a una caída severa en su propio. Además de eso, la troika está exigiendo austeridad importante, a pesar de que el país supuestamente tiene áspero primario (sin intereses) a equilibrar el presupuesto. Yo no estaría sorprendido de ver una caída del 20 por ciento del PIB real.

¿Cuál es el camino a seguir? Chipre tiene que tener un boom turístico, además de un rápido crecimiento de otras exportaciones - creo que ha de ser la agricultura como conductor, aunque no sé mucho al respecto. La manera obvia de llegar es a través de una gran devaluación, sí, al final esto probablemente se reduce a ofertas baratas que atraen a gran cantidad de paquetes turísticos británicos.

Llegar al mismo punto por reducir los salarios nominales tomaría mucho más tiempo y causar mucho más daño humano y económico.

Pero es aún posible dejar el euro? El punto de Eichengreen - que incluso un atisbo de salida podría causar la fuga de capitales en pánico y corridas bancarias - es ahora discutible: los bancos están cerrados, y el capital está controlada. Así que si yo fuera dictador, que acababa de extender el feriado bancario el tiempo suficiente para prepararse para la nueva moneda.

OK, ¿qué pasa con los billetes de banco? No soy un tipo de experto en la materia, pero he oído sugerencias en el sentido de que tal vez sería posible aumentar el uso de las tarjetas de débito en circulación, por lo que las empresas podrían reanudarse sin tener que esperar a alguien encendiera las máquinas de impresión. El gobierno también podría ser capaz de emitir vales temporales, pagarés que no se parecen a los billetes de banco propios, como medida transitoria.

Sí, todo esto suena un poco desesperada e improvisada. ¡Pero la desesperación es apropiado! De lo contrario, estamos hablando de austeridad de nivel griego o peor en una economía cuyos fundamentos, gracias a la implosión de la banca extraterritorial, están mucho peor que lo que Grecia siempre estuvo.

Mi conjetura es que nada de esto va a suceder, al menos no de inmediato, que la dirección del país temerá el salto a lo desconocido que venía desde la salida del euro a pesar del horror obvio de tratar de permanecer dentro. Pero como ya he dicho, creo que salida del euro es ahora lo que hay que hacer.


NYT


lunes, 25 de marzo de 2013

Tercerización fuera de USA


Outsourcing: A Passage Out of India


Business Week


For years there was pretty much one choice for U.S. companies seeking to move jobs offshore: India. Outsourcing grew to a $69 billion business there and transformed backwaters such as Chennai and Hyderabad into teeming cities. That wave has crested. In 2011 companies in Latin America and eastern Europe opened 54 new outsourcing facilities, vs. 49 for India, according to industry tracker Everest Group.
The two regions are challenging the subcontinent’s dominance in outsourcing as American corporations increasingly ship higher-level jobs offshore. India had substantial advantages in offshoring’s first phase: plenty of English speakers to staff call centers and enough tech talent to run remote data-processing and computer support centers—all at about a 60 percent discount to stateside workers. But having wrung substantial costs out of back-office functions, U.S. companies are exporting skilled white-collar jobs in research, accounting, procurement, and financial analysis.
Because these jobs aren’t mass-processing functions, India’s forte, there are greater opportunities for countries such as Argentina and Poland, which have higher labor costs than India. Using an outsourcing firm to hire an entry-level accountant in Argentina, for example, costs 13 percent less than a similar U.S. worker, while an Indian worker would cost 51 percent less. But many employers moving higher-end jobs offshore care about more than just getting the lowest wage. “The higher-value outsourcing jobs require a greater understanding of business context and a higher amount of interaction with clients,” says Phil Fersht, chief executive officer of HfS Research, a Boston outsourcing research firm.
Cities such as São Paulo have large groups of young people with engineering and business school degrees who speak English and are capable of doing everything from developing video games to analyzing mortgage defaults for U.S. companies. Brazil has the most Java programmers in the world and the second-most mainframe (COBOL) programmers, according to Brasscom, a technology trade group in São Paulo. IBM (IBM) located its ninth research center in the city in 2010, the first since 1998, when it opened a center in India.
It helps that the region’s time zones are more in sync with those of North America. That’s why Copal Partners (MCO), which since 2002 has built up its investment-research outsourcing business in Gurgaon, India, added an office in Buenos Aires. It’s only a two-hour time difference for Copal’s clients in New York. “If you’re working with a hedge fund manager where you have to interact with him 10 to 15 times a day, having someone in about the same time zone is important,” says Rishi Khosla, Copal’s CEO.
Even Tata Consultancy Services (TCS)—India’s outsourcing leader, with estimated sales of $9.8 billion in 2011—has 8,500 employees in South America, including Peru and Paraguay. And Genpact (G), the subcontinent’s biggest business-process outsourcer, opened a finance and accounting center in São Paulo last year for U.K. drugmaker AstraZeneca (AZN).
Such “nearshoring” of jobs is also benefiting eastern Europe. The economy of Wroclaw, Poland’s fourth-largest city, revolved around heavy industry during the Communist years. Now it’s an outsourcing center, with 30 local colleges providing a skilled labor pool. Local outsourcing jobs doubled from 2008 to 2010, when centers were opened there by IBM, Microsoft (MSFT), and Ernst & Young. The auditing firm in 2011 added a second center in Wroclaw, where workers provide legal, real estate, and human resources services to European clients. E&Y employs 1,300 people in six Polish centers.
Poland’s Gen Y population is highly educated—about 50 percent of its 20- to 24-year-olds are in college, says Hersht, vs. 10 percent in India—and prolifically multilingual. The 26 languages spoken at Hewlett-Packard’s (HPQ) Wroclaw center make it ideal for serving its European, African, and Middle Eastern operations, says Jacek Levernes, who oversees outsourcing for those regions. The Wroclaw center employs more than twice as many workers as HP expected when it opened in 2005—2,300, vs. 1,000—and they perform higher functions. The Polish workers originally provided basic financial and accounting support; now they handle marketing services and supply-chain analysis as well.
France’s Capgemini (CAP) has staked much of its outsourcing future on nearshoring, including financial and accounting centers in Guatemala City and Kraków, Poland. Bottler Coca-Cola Enterprises (CCE) pulled jobs out of its Tampa, Dallas, and Toronto offices in favor of Capgemini’s Guatemala center, for instance, and out of Paris, Brussels, and London in favor of Kraków.
HfS’s Fersht, who’s visited both, says each could pass for a U.S. office, except for the rich stew of languages—more than two dozen in the Kraków center and conversations in both English and Spanish in Guatemala—and the workers’ nearly uniform youth. The average age is 26, reports Capgemini, which hires from the pool of 30,000 graduates produced annually by Kraków’s colleges. Capgemini has staffed up from 180 business-process outsourcing employees there in 2003 to 2,500 now.
Hansjörg Siber, head of Capgemini’s global business-process outsourcing operations, says the Guatemala center employs college graduates who can analyze the bottler’s vendor agreements and optimize its procurement costs. Such jobs also require interacting with clients, an area in which he says nearshoring beats offshoring. “The Guatemalans speak English with an American accent, which is very well accepted,” he says, “and not an Indian accent, which is not.” Fersht cites another benefit: Capgemini’s clients get the services of Polish and Guatemalan college graduates for the price of U.S. high school grads.
The bottom line: As U.S. corporations try to outsource more-skilled white-collar jobs, they’re looking beyond India. Savings can reach 50 percent.
With Mehul Srivastava



lunes, 18 de marzo de 2013

Control de precios en Argentina: ¿Efectivo o no?


¿Y si funciona el control de precios?




Inflacionverdadera.com dice que el nivel de precios del 4 de marzo era inferior al del 4 de febrero (apenas). ¿Está funcionando el control de precios en los supermercados? Parece que sí. “Algo tiene que estar mal”. ¿O no?
Hay dos dudas principales. Una es, obviamente, “el día 61″: ¿qué pasa el día que liberás? Es la pregunta que nos hicimos, como todo el mundo, el día 1. La respuesta del Morenismo es obvia: fácil, prolongamos los controles y listo. Es lo que probablemente ocurra.
Pero la duda más importantes es qué pasa si los controles siguen. En ese caso hay que volver a las primeras clases de microeconomía: precios máximos pero con costos que aumentan, porque las subas salariales persisten. Veamos:
Sí: en caso de seguir los controles, y seguir siendo exitosos en el sentido de contener los aumentos de precios, los aumentos de salarios hacen que se venda menos, y que por lo tanto se produzca menos. Como sabemos, menos producción es menos empleo.
Puesto de otra manera: los controles de precios extenderían a otros sectores de la economía lo que ahora le pasa a sectores exportables: costos que suben pero precios que quedan fijos. No es un buen combo.
Observando las estadísticas de exportaciones vitivinícolas de 2012 respecto de 2011, notamos que las de vino embotellado disminuyeron 7%, mientras que las de vino a granel crecieron 45%. Enorme diferencia cuyo significado es muy simple: dejamos de exportar valor agregado.
Si los controles de precios funcionaran, los productores de vino no sólo tendrían que enfrentar un precio externo fijo para exportar; también un precio local quieto por los controles.
¿Estoy diciendo que no me gusta una estabilización de precios? No, estoy diciendo que esta no es la manera de hacerla.

La Ciencia Maldita

martes, 12 de marzo de 2013

Emisión e inflación en Argentina



Capítulo Nº 21: Moneda sana o inflación incontrolable: la opción del BCRA

Capítulo Nº 21:   Moneda sana o inflación incontrolable: la opción del BCRA
Jacques Rueff, prestigioso economista francés, autor de imprescindibles libros como “El Pecado monetario de occidente” o “La era de la inflación”, artífice del resurgimiento de Francia destruida por la inflación y desmoralizada por el estancamiento, solía repetir a todo el mundo: “cuanto más conozco a los presidentes de Bancos Centrales, tanto más confío en el oro”. Porque “utilizan las facultades de monopolio de emisión y cepo cambiario que le otorgan las leyes, para encubrir la irresponsabilidad financiera de un Estado que despilfarra el dinero del pueblo”.


1º. Emisión.
Para no generar inflación, el programa monetario del Banco Central no debiera incrementar la base monetaria a una tasa mayor que el ritmo de crecimiento del PIB. El Banco Central tendría que usar de sus facultades de mercado abierto para producir un aumento anual del 4 % en el volumen total de los medios de pagos (consistente en la moneda en manos del público y depósitos totales en bancos comerciales) Esa tasa de crecimiento debiera ser lo más regular posible, semana a semana, quincena a quincena y mes a mes, sin introducir movimientos estacionales en el volumen de los medios de pago.
Hace tiempo, se creía que el dinero era un agente pasivo, incapaz de ejercer por sí mismo, alguna influencia significativa sobre el curso de la economía.
Sin embargo en el siglo XVI, la escuela de Salamanca -que había descubierto muchas e importantes leyes de la economía- comprobó que en materia monetaria las cosas no eran de este modo. Sus integrantes describieron perfectamente el efecto del aumento de dinero sobre los precios cuando ingresaban en España las barras de oro y plata remitidas desde América.
Esas enseñanzas quedaron relegadas en el olvido. Tres siglos después, Adam Smith ocupó sigilosamente su lugar como pionero de la ciencia económica.
A partir del análisis estadístico matemático de la crisis del ’29 el enfoque de la escuela de Salamanca fue plenamente confirmado y la falsa creencia de la neutralidad del dinero quedó desterrada en el mundo científico. Hoy está ampliamente reconocido que la emisión de dinero tiene importancia decisiva en la conformación o pérdida del bienestar económico de los países por la inflación.
La teoría general trata sintéticamente de tres clases de inflaciones: a) inflación de demanda (demand pull inflation), b) inflación de costos (cost push inflation) y c) inflación de expectativas (build–in inflation). Los autores latinoamericanos han añadido una cuarta clase d): la inflación estructural.
Se dice que hay inflación de demanda cuando el consumo general de bienes se incrementa sin que el sector productivo haya puesto en marcha nuevas inversiones para adaptar la cantidad de bienes a la demanda incrementada. Otros autores sostienen que la inflación surge cuando el costo de la mano de obra, la energía y las materias primas se encarecen y los productores intentan mantener la tasa de beneficio incrementando los precios.
Un tercer grupo, vincula el fenómeno de la inflación con las expectativas de futuros aumentos de precios, señalando que en consecuencia tanto los compradores como los oferentes ajustan su conducta a esa previsión futura.
Finalmente, la Escuela austríaca de economía sostiene que la inflación no es otra cosa más que el incremento de oferta monetaria por encima de la demanda de la gente. Cuando la emisión monetaria es mayor que la generación real de nueva riqueza, los productores de bienes y servicios perciben que hay más dinero en circulación y en consecuencia reclaman precios más altos por sus productos y así aparece la inflación.
En todos los casos, las investigaciones estadísticas serias de los últimos 40 años han demostrado contundentemente que el volumen de medios de pago tiene una influencia decisiva sobre el nivel de precios.
En períodos relativamente cortos, ningún movimiento importante en el nivel general de precios tiene lugar sin movimientos en la misma dirección de la cantidad de dinero. Y viceversa, nunca pudo hallarse caso histórico alguno que demostrase que el aumento sostenido de los medios de pago no haya provocado un incremento general de precios en el corto plazo.
En períodos más largos, los cambios en el volumen del dinero pueden compensarse o reforzarse con otros factores para dominar parte de las tendencias en el nivel de precios.
Por esas investigaciones hoy se sabe universalmente, que la inflación es un fenómeno monetario ocasionado por varias causas formales, por una causa material y otra única causa eficiente.
Pueden ser causas formales: los aumentos salariales sin vinculación con la productividad, los mayores costos de producción, el estímulo del consumo por el gasto público desmesurado, el alza de precios de insumos importados, la devaluación monetaria, las expectativas alcistas, la rigidez de estructuras legales en sueldos y salarios, los mayores impuestos y cargas sociales, la resistencia social a bajar los precios, los acuerdos cartelizados de precios, los créditos blandos, las pérdidas de cosechas, los regímenes de precios máximos, las leyes de precios mínimos o precios sostén, etc.
Ninguna de estas causas formales es suficiente para producir per se, un aumento generalizado y sostenido de precios si, al mismo tiempo, no es convalidada por una causa material, esto es el incremento de la cantidad de dinero de alto impacto, formado por moneda en manos del público + depósitos a la vista en bancos + depósitos a plazo fijo excluyendo fondos aplicados a operaciones de ahorros y préstamos.
Esa causa material sólo se pone en acto cuando aparece una causa eficiente manifestada expresamente por un Banco Central permisivo mediante la política monetaria expansiva.
Por todo eso, una de las políticas anti-inflacionaria más contundente, que ha permitido erradicar el fenómeno de la inflación en todos los países del mundo consiste en adoptar una tasa fija de aumento en la cantidad de dinero de alto impacto.
El incremento debe suministrarse en forma suave y constante para eliminar las fluctuaciones cíclicas o inesperadas que perturban las previsiones y la planificación a largo plazo de los operadores económicos.
Universalmente se considera que esa tasa de incremento debiera fijarse de manera que haya una correspondencia con un nivel estable a largo plazo en los precios de productos finales. La tasa de aumento recomendada es ligeramente superior al 4% anual, tal como ha sido hallada en investigaciones estadísticas de los últimos cien años, en múltiples países y con sistemas económicos distintos: capitalistas, socialistas o dirigistas. De ese porcentaje, un 3 % se destina al crecimiento medio de la producción nacional y 1% se aplica al descenso secular de la velocidad del dinero, debido a que la gente desea mantener efectivo en sus billeteras a medida que aumentan sus ingresos y adoptan la costumbre de usar el dinero plástico de las tarjetas de crédito y débito.
La medida de aumentar el volumen del dinero a una tasa fija mensual parece tan simple que muchos piensan que es infantil y podría ser mejorada.
Sin embargo, la experiencia histórica no nos pudo proporcionar ningún ejemplo para suponer que esta regla pueda superarse. Desde 1929 hasta la crisis mundial del 2008, las autoridades monetarias idóneas, intentaron utilizar otros criterios para estabilizar los precios, auxiliados por un patriótico espíritu de servicio y calificadas investigaciones de expertos monetarios. Sin embargo, todas las fórmulas propuestas y ensayadas hasta el día de hoy, tuvieron un comportamiento peor que si hubiesen aplicado la sencilla regla mencionada.
La razón parece estar en que las fórmulas tales como “obrar contra viento y marea”, “aplicar una política anticíclica”, “sostener el enfoque de metas monetarias”, “programar el inflation-target” y otras fórmulas por el estilo carecen de claridad, no tienen un contenido específico y quedan sujetas a frases tan vagas que cada uno puede darles el sentido que más le convenga. Por lo tanto, no son políticas alternativas sino pretextos para ensayar nuevas improvisaciones.

2º. Matriz monetaria.
El Banco Central deberá tener reservas en oro y divisas igual al 100 % de la base monetaria en sentido amplio (esto es la suma de efectivo en manos del público + efectivo en Bancos + depósitos en cuenta corriente de Bancos en el Banco Central). Esa reserva tendrá como único y excluyente destino respaldar el valor de la moneda y asegurar la libre convertibilidad del circulante.
En la historia argentina abundan ad-nauseam los fraudes económicos hechos en perjuicio de sus propios habitantes. Sin excepción, todos ellos tienen su origen en la degradación del valor del dinero. La sola mención de los cambios de moneda sucedidos en los últimos años es un dato alucinante que pocos países en el mundo han soportado.
Ni siquiera la hiperinflación alemana de 1923 alcanzó la dimensión con que nosotros dinamitamos nuestra moneda. En dos años (1922-1924) los alemanes terminaron añadiendo 9 ceros al marco en la república de Weimar y su dinero dejó de existir, pero la hiperinflación con su secuela de desocupación y caos social creó las condiciones para el surgimiento de una feroz dictadura que provocó el cataclismo de la segunda guerra mundial (1939-1945) causando decenas de millones de víctimas inocentes.
Nosotros fuimos más vivos que los alemanes, porque quitamos 13 ceros en lugar de añadir 9 ceros, pero no lo hicimos de golpe sino en veintidós años (1970-1992). Para que la gente no se diera cuenta fuimos destruyendo y reemplazando siete monedas sucesivas. Esa es la diferencia entre la rigidez germana y nuestra picardía criolla. Por eso, los alemanes siguen recordando hasta el día de hoy las consecuencias nefastas de la emisión monetaria para financiar el gasto del Estado y nosotros persistimos siempre en el mismo error.


La matriz de las reformas monetarias argentinas demuestra que el venerable peso moneda nacional (m$n) había durado 71 años, desde el 4 noviembre de 1899 a principios de 1970. Luego eliminamos 2 dígitos y pasamos al peso ley 18.188 ($ley).
La debacle no paró allí. El 1 de junio de 1983 volvimos a borrar 4 dígitos, enterramos el peso ley ($ley) y alumbramos el peso argentino ($a). El 15 de junio de 1985 nuevamente destruimos el peso argentino ($a) e inventamos el austral (A) borrando 3 dígitos. Pero el 1 de abril de 1991 liquidamos también el austral (A) y dimos vida al austral convertible (A conv.) que no alcanzó a vivir un año, estableciendo la paridad fija de 10.000 australes = 1 dólar, siendo éste el verdadero valor de la convertibilidad fija y no el publicitado 1 a 1.
El 1 de enero de 1992 extirpamos el (A conv.) austral convertible para dar paso al peso ($) suprimiendo 4 dígitos..
Diez años después, el 6 de enero de 2002 dispusimos otra devaluación serial, declaramos la insolvencia del Estado y borramos la cláusula de convertibilidad en todos los billetes, con lo cual el peso ($) dejó de ser convertible y se convirtió en inconvertible. A fines del 2011 impusimos la pesificación forzosa y el cepo cambiario. No sabemos cuánto va a durar esta nueva improvisación, pero la contumacia en reiterar viejos errores, nos advierte que probablemente no tenga larga vida.
En 30 años nuestros gobernantes – con la complicidad del Banco Central- nos sustrajeron 13 dígitos en una dantesca demostración de nihilismo monetario. Algo inédito en el mundo. Piense que 13 dígitos son 10 billones = 10 millones de millones.
Quizás la gente y los políticos no tengan verdadera conciencia de la magnitud de esta colosal estafa. Pero una sola comparación nos va a dar una idea de este asombroso fenómeno, que todavía no está registrado en nuestra memoria.
Vamos a meternos en el túnel del tiempo, sin correr riesgos y con la idea de evitar cualquier susto cardíaco. Veamos qué es lo que han hecho de nosotros, ciudadanos honestos y contribuyentes cumplidores.
En 1970 el gasto total de la administración pública nacional alcanzaba a m$n 1,32 billones, incluyendo gastos corrientes, gastos de capital, transferencias, sueldos e intereses de la deuda. Estos billones son “millones de millones”, no billones anglosajones. y representaban el 12,08 % del PIB versus el 47,3 % actual. (1)
En el mismo año 1970, las erogaciones del sistema jubilatorio llegaban a m$n 39,4 mil millones. Las deudas pública interna y externa consolidadas eran de u$s 3.797,2 millones, que reexpresados en pesos daban m$n 1,47 billones, un poco más que el presupuesto anual. (1)
También para 1970 los depósitos bancarios a la vista y a plazos, sumaban m$n 1,86 billones. (1)

4.689 mil millones, que hoy serían equivalentes a $ 0,47 porque hay que correr 13 dígitos hacia la izquierda (1).
De manera que en la actualidad, con una moneda de $ 0,50 podríamos haber financiado en 1970, todo el presupuesto nacional + el gasto anual en jubilaciones y pensiones + la cancelación de la deuda pública + la devolución de la totalidad del dinero en bancos. Todavía nos quedaría un vuelto de $ 0,03. Tal es la magnitud del brutal desfalco cometido por nuestros gobiernos al politizar la moneda. Hoy, pareciera que estamos volviendo a las andadas, sin que ningún referente levante la voz para denunciar tan colosal estafa.
La necesidad de imponer orden y disciplina monetaria al Banco Central no necesita de otra demostración.

3º Depósitos.
Derogar toda prohibición de pagar intereses sobre depósitos a la vista así como cualquier limitación sobre los tipos de interés que puedan pagarse en depósitos a plazo. Considerar a los depósitos en bancos, a la vista o a plazo, como propiedad privada de sus titulares, es decir con prohibición de formular débitos sin su autorización.
La limitación de los tipos de interés es un caso claro de fijación de precios por el gobierno. Por eso la práctica de
prohibir el pago de intereses sobre depósitos a la vista ha sido siempre ineficaz. Esta prohibición ha estimulado a los bancos a aprovecharse indebidamente de sus clientes, debitando exagerados gastos y comisiones por servicios bancarios, reales o inexistentes.
Tanto el gobierno nacional con el impuesto al cheque como muchos gobiernos de provincia quisieron explotar el filón, sacando provecho de este procedimiento. Se abalanzaron fiscalmente sobre las cuentas bancarias y sin ninguna autorización arrebatan fondos a sus titulares mediante débitos automáticos por los conceptos más exóticos.
En Argentina, las cuentas a la vista en bancos han pasado a constituirse en “ bienes mostrencos”, es decir de propiedad pública. Se les debita cualquier cosa y se embargan por nada.
De allí que sea de sentido común, esperar que las personas huyan de los bancos y tiendan a utilizar al mínimo posible las cuentas a la vista porque constituyen un colador por donde pierden su dinero.
Si se desea consolidar la confianza en los bancos, es absolutamente necesario garantizar un orden jurídico que respete los derechos individuales, especialmente la propiedad privada. Se hace necesario reafirmar el concepto de que las cuentas bancarias -a la vista o a plazo- constituyen una propiedad privada inviolable, exactamente igual a la vivienda comprada legítimamente o al automóvil adquirido con dinero de buena entrega.
Al mismo tiempo, la autorización a los bancos para que paguen intereses por los depósitos a la vista, creará una sana competencia entre ellos para ofrecer mejor atención a los clientes. Y entonces, la bancarización se producirá de manera natural y espontánea, sin ser forzada por leyes autoritarias.

4º Redescuentos.
Prohibir al Banco Central el otorgamiento de préstamos a los bancos, redescontarles documentos o hacer préstamos directos a personas, sociedades privadas y entidades oficiales.
Existe una creencia muy difundida que el Banco Central debiera ser “prestamista de última instancia” proveyendo liquidez en tiempos de crisis o para satisfacer inesperadas demandas de moneda.  Sin embargo, la función de asegurar los depósitos no debiera estar a cargo del Banco Central porque esa facultad le hace perder totalmente su capacidad de estabilizar el valor de la moneda, expandiendo las emisiones. Tal garantía tendría que estar a cargo, como en la realidad sucede, de una entidad distinta. Actualmente, hay una sociedad denominada SEDESA que administra un cuantioso fondo de garantía de depósitos bancarios para atender las crisis de liquidez. Ese fondo multimillonario se constituye con el aporte de un porcentaje por todos los bancos, sobre el promedio de los saldos diarios de depósitos en pesos y en moneda extranjera, exceptuando los depósitos oficiales en el Banco Nación.
Existiendo dicha entidad aseguradora, no se ve cuál es la razón de privilegiar a ciertos bancos con el redescuento o con préstamos directos. En todo caso podría incrementarse el importe máximo de la garantía. La facultad de otorgar redescuentos o préstamos directos a bancos, personas, sociedades privadas y entidades oficiales en situación crítica, es un peligroso mecanismo para generar privilegios y salvatajes precisamente a quienes menos lo merecen.
La crisis financiera mundial nos ha enseñado que se deben garantizar los fondos de ahorristas y depositantes, no a los bancos ni a los banqueros. Si ellos pierden la confianza del público, la mejor solución no es subsidiar sus desmanejos o avalar sus imprudencias. Hay que declararlos en estado de quiebra, e impulsar su reorganización ofreciendo la posibilidad de fusionarse con otros bancos mejores y transfiriendo su cartera de depósitos y préstamos.

5º Auditoría de solvencia.
Obligar a los bancos oficiales y privados a que paralelamente con la auditoría normal de sus balances, realicen periódicamente auditorías de estrés bancario a cargo de auditores distintos e independientes de aquellos. Los resultados del test de estrés bancario serán publicados como índice de la solvencia de cada entidad. Para la determinación de estos datos se aplicarán criterios de valuación de activos por riesgos y podrían imponerse multas a los bancos cuando haya discrepancias entre las reservas obligatorias y las reales.
La reciente crisis financiera mundial, que todavía persiste, ha sido provocada por estas razones: a) el exceso de “bonus” y opciones para gratificar a los ejecutivos de bancos, sin relación con la responsabilidad de su gestión ni los resultados de la misma; b) el abusivo empleo del apalancamiento financiero carente de respaldo; c) la permisividad de gerenciar hedge-funds de alto riesgo ofrecidos a fondos de pensiones o inversores particulares; d) el desvío y mezcla de fondos provenientes de la banca comercial con operaciones especulativas de la banca de inversión; e) la autorización legal para ejecutar peligrosas maniobras financieras consistentes en securitizar activos, fraccionarlos, paquetizarlos, envolverlos en atractivas titularizaciones y vender las cuotas partes prometiendo rendimientos insensatos; f) la emisión de títulos subprime o certificados virtuales, sin contenido real, que no representan bienes ni valores tangibles, que no están registrados en ninguna parte y que son inejecutables en caso de falencia.
Estas maniobras han conducido a una situación pocas veces vista. Los títulos públicos ya no son confiables, porque muchos Estados no pueden pagar los cupones de sus bonos soberanos y se encuentran en situación de insolvencia, como hemos visto en el caso de Grecia, Irlanda, Bélgica, Portugal e incluso España e Italia.
Además hemos visto la volatilización de enormes fortunas confiadas a las administradoras de hedge funds, la declaración de default por algunos países entre ellos el nuestro, y el súbito derrumbe de cuentas de ahorros laboriosamente acumuladas. Son muchas las lecciones de este tipo que han sucedido desde la crisis del holding Lehman Brothers, Fannie Mae y Freddie Mac y deben hacernos pensar.
Parece imprescindible proceder a un cambio de enfoque y actitudes de vida, recuperando los criterios de prudencia en lugar de temeridad y de sobriedad en lugar de avaricia. En materia financiera, la codicia por el dinero ha resultado ser la peor de las opciones.
Para prevenir estas consecuencias y no volver a incurrir en los mismos errores que las provocaron, es necesario realizar auditorías de crisis, para ver si cada entidad tiene recursos suficientes para afrontar pérdidas frente a un problemático escenario de crisis. El resultado de ese test debiera ser publicado para distinguir los bancos bien gestionados de los que no lo son, separando la cizaña del grano de trigo.

6º Intereses.
Establecer intereses por los depósitos que los bancos hagan en el Banco Central, a un tipo igual a la rentabilidad de mercado de la deuda pública de corto plazo. Cobrar el costo de los servicios de clearing bancario y todos los demás servicios prestados a los bancos.
Cuando los Bancos se vean obligados a depositar dinero de sus clientes en el Banco Central como reserva de liquidez o por cualquier otro motivo, la entidad oficial tendría que pagarles intereses iguales a los rendimientos que el Estado paga por sus letras de tesorería a corto plazo.
Así los bancos podrían trasladar esa ganancia financiera a sus clientes, descontando los costos de la intermediación bancaria.

7º Encajes.
Derogar el poder del Banco Central de modificar los porcentajes obligatorios de encajes de los bancos o establecer excepciones entre bancos públicos y privados.
Para tener solvencia técnica y autoridad moral, no hay duda alguna que el Banco Central debe ser compelido a proceder siempre con rectitud e imparcialidad, porque es la única manera de obrar con justicia.
Sin rectitud ni imparcialidad el comportamiento del Banco Central pronto sería dominado por la corrupción y el amiguismo, porque contaría con la facultad de disponer y actuar de manera arbitraria según se trate de bancos amigos o enemigos, estatales o privados, nacionales o extranjeros.
Por tanto y para no arrojar sospechas de comportamientos abusivos y caprichosos, hay que prohibir que el Banco Central pueda establecer normas técnicas distintas que favorezcan o perjudiquen a un tipo de bancos respecto de otros. Las reglas justas son iguales para todos.

8º Open market.
Permitir que el Banco Central pueda emitir sus propias obligaciones para realizar operaciones de mercado abierto.
Dentro de los instrumentos para el manejo de la política monetaria se encuentran, entre otros, el redescuento de las carteras de préstamos y la variación de porcentajes obligatorios en las reservas de liquidez. Pero ambos mecanismos son muy imperfectos, tal como son analizados en cualquier tratado de política monetaria de la banca central.
A falta de ellos, surge otro instrumento realmente eficaz y sin ninguno de sus defectos. Se trata de las operaciones de mercado abierto que el Banco Central realiza al emitir sus propias obligaciones, distintas de las emitidas por la Tesorería.
Estas emisiones no requieren de anuncios públicos y por lo tanto evitan los efectos que provocan las expectativas de tales anuncios. Además, permiten ajustar y cambiar la política monetaria en poco tiempo sin graves conmociones, no requieren fijar la rentabilidad de las obligaciones y tampoco afectan los resultados del negocio bancario.
El volumen de compras y ventas puede ser decidido por el mismo Banco Central y por tanto determinar con precisión cuánto es el volumen de medios de pago que se crea o se absorbe en momentos muy precisos.
Al descartarse por arbitrarios los redescuentos de cartera y la modificación discrecional en los encajes bancarios, las operaciones de mercado abierto suministrarían una relación directa y previsible para todo el sistema financiero acerca de cuál es la política monetaria oficial, eliminándose cualquier influencia política perturbadora.
La crítica más dura contra esta propuesta se basa en que implica reducir facultades legales al Banco Central. Pero no parece ser algo racional entregarle al Banco Central la función de contar con instrumentos defectuosos, ni proporcionarle mecanismos que pudieran dar lugar a tratamientos discriminatorios entre bancos, y menos otorgarle el poder de perturbar la coyuntura económica sin conseguir resultados prácticos.
Mantener el poder del Banco Central debiera significar una sola cosa: brindarle los instrumentos adecuados para que pueda cumplir eficientemente con sus objetivos irrenunciables que son “moneda sana o inflación incontenible”.

9º Liquidez.
Obligar a los bancos oficiales y privados, a que mantengan una reserva de liquidez igual para todos y uniforme para los depósitos a la vista, en la misma moneda en que éstos se encuentren nominados. Podrá consistir en dinero efectivo o depósitos en el Banco Central que devenguen interés.
Una de las posiciones más rígidas para hacer frente a las corridas bancarias e impedir la insolvencia de los bancos consiste en obligarles a mantener reservas iguales al 100% de sus depósitos. De esta manera no tendrían inconvenientes para hacer frente a reclamos intempestivos de liquidez. Esta exigencia podría suavizarse mediante la constitución de un fondo de garantía de depósitos bancarios tal como actualmente se practica en SEDESA o a través de depósitos que devenguen interés en el propio Banco Central.


(1) ORLANDO J. FERRERES, “Dos siglos de economía argentina,historia argentina en cifras 1810-2010” editorial El Ateneo, Buenos Aires 2011.


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