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martes, 20 de mayo de 2014

Suiza democráticamente aplica la racionalidad económica

Suiza rechaza imponer el salario mínimo más alto del mundo

  • Socialistas y Verdes pretenden combatir la creciente desigualdad salarial en el país alpino
  • Roth: “Los grandes salarios son un abuso”



Suiza vota no en un referéndum al salario mínimo. / REUTERS LIVE!

Los suizos rechazaron hoy en referéndum y por una amplia mayoría la instauración de un salario mínimo legal de 4.000 francos (3.270 euros) o 22 francos la hora (18 euros), según los resultados oficiales. El 76% de los votantes se pronunció en contra de esta propuesta de los sindicatos, y el no venció en 19 de los 26 cantones del país.
Los sindicatos, apoyados por el Partido Socialista y Verde, lanzaron esta iniciativa como una forma de contrarrestar la creciente desigualdad salarial en uno de los países más caros del mundo.
La Confederación Helvética forma parte de la minoría de países europeos que carece de una legislación que regule una remuneración mínima, como sí la tienen 21 de los 28 países de la Unión Europea -bloque al que Suiza no pertenece-, aunque a niveles muy inferiores al propuesto en el referéndum de hoy en Suiza. De haberse aprobado, esta remuneración mínima habría sido la más elevada del mundo.
Los gremios patronales y los partidos conservadores se oponían a la medida por considerar que perjudicaba justamente a los que pretendía proteger y alertaban de que provocaría la destrucción de empleos, un argumento que caló entre los votantes.
Los salarios más bajos en Suiza corresponden, de manera general, a las actividades de limpieza, a la restauración, la hostelería, la venta y al cuidado de personas, ocupaciones en las que se utiliza ampliamente el trabajo a tiempo parcial. Esta modalidad de empleo, muy común en Suiza, penaliza al trabajador que percibe proporcionalmente menos de lo que ganaría en un empleo a tiempo completo.
Durante la campaña del referéndum, representantes de la hostelería y la restauración advirtieron repetidamente de que establecer un salario mínimo de 4.000 francos obligaría a los pequeños y medianos empresarios a eliminar puestos de trabajo. Ambas actividades económicas constituyen la cuarta fuente más importante de empleo en la Confederación Helvética. Se afirmaba también que la iniciativa hubiese reducido el empleo en sectores de baja productividad, como la gastronomía, la agricultura y el comercio al detalle.
Al comentar el resultado de hoy, la agrupación Mujeres Socialistas Suizas consideró que el rechazo al salario mínimo es un "bofetada" para las trabajadoras, que son -como lo muestran las estadísticas oficiales-las más afectadas por los bajos salarios.
En la actualidad, un trabajador con un sueldo mínimo en Suiza cobra aproximadamente el doble que un británico. A pesar de esto, las autoridades suizas estiman que cerca de 1 de cada 10 trabajadores tiene dificultades para pagar la el alquiler de su vivienda aunque trabajen a tiempo completo, debido al alto coste de la vida en el país. El sueldo medio por hora en Suiza es de 33 francos suizos (27 euros).
Las diferencias salariales han ocupado un destacado espacio en el debate público en los últimos meses, con la iniciativa de los jóvenes socialistas de limitar el salario de los directivos, que fue rechazada el pasado noviembre. El texto proponía que ningún directivo ganara 12 veces que cualquier otro asalariado de la empresa.  Aun así, el resultado de hoy ha demostrado que los suizos son reacios a permitir al Estado que regule cuánto debe ganar un trabajador e imponer estas reglas a los pequeños y medianos empresarios, que generan dos de cada tres empleos en Suiza.

El País

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