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miércoles, 24 de abril de 2013

¿Cuándo devaluar?


Advierten que la pregunta ya no es devaluar o no, sino cuándo

En un informe en EE.UU., analistas de FIEL lo adjudicaron al deterioro fiscal y externo; pero si sólo se mejora el tipo de cambio, provocará más inflación


NUEVA YORK.- Más que si habrá o no una devaluación, el tema es cuándo ocurrirá. Esa idea dejó ayer el economista jefe de FIEL, Daniel Artana, durante una exposición sobre la economía argentina en el Consejo de las Américas. "Siempre es mejor prevenir que esas cosas pasen. No es lo mismo actuar para intentar evitar el problema, que actuar luego de tener el problema", graficó Artana. "El problema se creó hace años, y ahora la pregunta es cómo salir ", continuó.
Durante poco más de una hora, Artana y sus colegas en FIEL Juan Luis Bour, Sebastián Urbiztondo y Fernando Navajas ofrecieron ante analistas de Wall Street una foto de la economía argentina y sus pronósticos acerca de lo que vendrá.
Los economistas respondieron preguntas sobre el futuro del tipo de cambio, la situación de la petrolera estatal YPF, el litigio en Nueva York entre la Argentina y los holdouts , la inversión y la competitividad del país. Casualidad o no, el equipo de FIEL siempre hace su presentación en Nueva York con algún tema especial de trasfondo: en 2011 fueron las elecciones presidenciales; el año pasado, la estatización de YPF, y ahora, la escalada del dólar paralelo en el país y la pelea judicial del Gobierno con el fondo NML-Elliot.
Ya sin los superávit gemelos -fiscal y comercial- que apuntalaron los primeros años del kirchnerismo, y con "inconsistencias macroeconómicas" que se han amontonado en los últimos años, Artana dijo que el Gobierno debe mejorar la posición fiscal y que probablemente haya que acelerar el ritmo de devaluación para corregir el rumbo. "Si no se hacen las dos cosas y sólo se deprecia la moneda, sólo habrá más inflación", indicó, ante una pregunta de LA NACION sobre el futuro del tipo de cambio, que Artana respondió junto a otra sobre la competitividad.
El economista comparó la situación con la que existía en los 90, y dijo que la devaluación de la moneda es, a veces, necesaria para alinear las distorsiones acumuladas en el pasado. En algún momento, continuó, será necesario hacer ese alineamiento, aunque sugirió que eso no ocurrirá antes de las elecciones de octubre.
 
Ocurrió sobre el final de la presentación de los economistas de FIEL, una de las organizaciones que ha mantenido una postura critica respecto de la política del Gobierno, y que advierte, desde hace años, sobre las inconsistencias entre la política fiscal, monetaria y cambiaria de la Casa Rosada.
La advertencia de Artana se hizo eco así de los análisis que existen sobre el futuro del tipo de cambio, que ya forzaron a la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a negar de manera rotunda que el Gobierno prevea acelerar la tasa de devaluación.
El panorama que trazaron en Nueva York los economistas de FIEL fue, cuando menos, pesimista. Bour pronosticó un crecimiento del PBI del 2% para este año, con una inflación del 22-23 por ciento.
El empleo privado dejó de crecer desde mediados de 2012, y el corralito cambiario impuesto por la Casa Rosada, afirmó, dañó al turismo y la venta de inmuebles, y golpeó a la construcción, uno de los motores de la expansión del país en esta etapa. "El sector de la construcción está en una situación débil, y creemos que esto va a perdurar por el próximo año o los próximos dos", afirmó Bour.
Urbiztondo se dedicó a analizar los servicios públicos. Dejó una cifra que sintetiza años de política kirchnerista: en 2012, los subsidios representaron el 4,3% del PBI, por encima del pico de 1989 (3,5%). Este año, estimó, alcanzarán 6 puntos del producto, una cifra que equivale a más de 30.000 millones de dólares.
Semejante gasto no se tradujo en mejoras: en el caso de los ferrocarriles, por ejemplo, Bour dijo que en 2010, comparado con 2001, los trenes recorrieron menos kilómetros, tuvieron menos asientos, fueron más lentos, hubo más demoras o cancelaciones, más pasajeros y más heridos en los viajes. "Hoy las empresas proveen servicios peores y más caros que en 2001", sintetizó.

SE DESPLOMA EL SALDO COMERCIAL

  • En marzo, la Argentina tuvo un superávit comercial de US$ 510 millones, 49% menor al del mismo mes del año pasado. Para el acumulado del primer trimestre el superávit llegó a US$ 1310 millones, 48% menos que en igual período de 2012.
  • Ese deterioro se explica, sobre todo, por la situación energética: de un superávit de US$ 456 millones en el primer trimestre de 2012 se pasó a un déficit de US$ 808 millones este año.
  • En marzo las exportaciones cayeron 4%. Las bajas más fuertes fueron las de combustibles y manufacturas agropecuarias. Las importaciones crecieron 5%, impulsadas por las compras energéticas.

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