La idea radical de Paul Romer: Ciudades bajo estatuto
Transcripción de la charla
Miren esta foto. Nos enfrenta a una interrogante fascinante. Estos estudiantes africanos están haciendo sus tareas bajo los faroles en el aeropuerto de su capital. Ya que en sus hogares no hay electricidad. En este caso, no conozco a los estudiantes pero he conocido a otros como ellos.
Tomemos a uno de ellos. Por ejemplo, el de la camisa verde. Démosle además un nombre: Nelson. Les apuesto que Nelson tiene un celular. Así que esta es la interrogante: ¿Por qué es que Nelson tiene acceso a una tecnología de última generación, el celular, y no tiene acceso a una tecnología centenaria para generar electricidad en su hogar?
En una palabra, la respuesta es "Las Normas". Las normas malas impiden el tipo de soluciones donde todos ganan que están disponibles cuando se introducen tecnologías y se ponen a disposición de la gente como Nelson. ¿Qué tipo de normas? La empresa eléctrica de este país opera bajo una regla, la cual le obliga a vender electricidad a un precio bajo y subsidiado. De hecho, es un precio tan bajo que pierden dinero por cada unidad vendida. Entonces no tiene ni los recursos ni el incentivo para conectar a más usuarios.
El presidente quería cambiar esta regla. Sabe que es posible tener una normativa distinta, reglas donde las empresas ganan un pequeño porcentaje que incentiva el aumento de usuarios. Ése es el tipo de reglas bajo las que opera la empresa de telefonía celular a la cual Nelson le contrata el servicio. El presidente ha visto que esas reglas funcionan bien así que intentó cambiar las reglas para facturar la electricidad. Pero se enfrento a un mar de protestas de empresas y consumidores que querían mantener los precios más bajos. Así que terminó derrotado ante reglas que le negaron llegar a una solución donde todos ganaran y que le ayudara a su nación. Y Nelson continua estudiando bajo las luces de calle.
El verdadero desafío es, entonces, lograr darse cuenta cómo se pueden cambiar las reglas. El verdadero desafío es, entonces, lograr darse cuenta cómo se pueden cambiar las reglas. ¿Existen reglas que sirvan para cambiar las reglas? Mi posición es que podemos llevar a la práctica una idea abstracta y general. La cual es que si le damos más opciones a las personas y más opciones a los líderes -que en muchos países también son personas-. (Risas) Pero es útil ilustrar las diferencias entre ambos. Porque los tipos de opciones que podrían querer darle a un líder, como por ejemplo darle al presidente la opción de subir el precio de la electricidad le quita a la gente una opción que quiere en sus finanzas. Quieren la opción de seguir consumiendo energía subsidiada. Si se opta por uno y no por otro, se obtendrá tensión o fricción. Pero si podemos descubrir cómo darle más oportunidades a ambos, obtendremos una nueva normativa para cambiar las reglas y así poder salir de las situaciones negativas.
Ahora, Nelson también tiene acceso a Internet. Y dice que si quieres ver el daño que las reglas pueden causar, cómo las reglas pueden dejar a la gente a oscuras, vean las fotos de la NASA del mundo de noche. cómo las reglas pueden dejar a la gente a oscuras, vean las fotos de la NASA del mundo de noche. Concéntrense en Asia. Si nos acercamos a Asia pueden ver aquí el borde de Corea del Norte. Es como un hoyo negro comparado con sus vecinos. Y no será sorprendente para ustedes saber que las reglas de Corea del Norte mantienen a sus habitantes a oscuras.
Pero es importante darse cuenta que tanto Corea del Norte como Corea del Sur comenzaron con normativas idénticas tomando el sentido de reglas y leyes pero también los sentidos más profundos de comprensión, normas, cultura, valores, creencias. Cuando se dividieron tomaron opciones que llevaron por caminos muy distintos a sus normativas. Así que, como personas, podemos cambiar las reglas que usamos para interactuar con otros para mejor o para peor.
Ahora observemos otra región, el Caribe. Hagámosle zoom a Haití. Aquí está su borde. Haití también está a oscuras comparado con su vecino, República Dominicana, que tiene más o menos el mismo número de habitantes. Ambos están menos iluminados que Puerto Rico que tiene la mitad de los habitantes de Haití o República Dominicana. Lo que Haití nos plantea es que las reglas pueden ser malas porque los gobiernos son débiles. No es sólo, como en Corea del Norte, que hay malas reglas porque los gobiernos son demasiado opresivos. Así que si queremos crear entornos con reglas buenas no sólo tendremos que destruir sino que también hay que encontrar maneras de construir.
Así, China deja patente dramáticamente tanto el potencial como los desafíos de trabajar con reglas. Al principio de los datos presentados en esta tabla China era líder mundial de la alta tecnología. Eran pioneros en tecnologías como acero, imprenta y pólvora. Pero los chinos jamás adoptaron, al menos en esa época, reglas que efectivamente lograran la distribución de esas ideas o que crearan un incentivo económico para hacerlo. Y después adoptaron reglas que hicieron más lenta la innovación y aislaron a China del resto del mundo. Así que mientras otros países innovaban, tanto en el desarrollo de nuevas tecnologías tanto en el desarrollo de nuevas tecnologías como también en el de nuevas reglas, los chinos no recibieron estos nuevos avances. Los ingresos se estancaron mientras en el resto del mundo subía velozmente.
Este próximo gráfico es de datos más recientes. Grafica el ingreso promedio de China como porcentaje del ingreso promedio de EE.UU. Pueden ver que durante los 50s y 60s se mantuvo como en 3%. Pero algo cambió a fines de los 70s. El crecimiento se disparó. Los chinos rápidamente empezaron a alcanzar a EE.UU.
Si volvemos al mapa nocturno, podrán tener una idea del proceso que llevó a los dramáticos cambios de reglas en China. El lugar más brillante de China, que se puede ver aquí en el borde, es Hong Kong. Hong Kong era un pequeño pedazo de China que, por la mayor parte del siglo 20, operó bajo un conjunto de reglas distinto al resto de China continental. Reglas que fueron copiadas de las economías de mercado exitosas y administradas por los británicos.
En los 50s, Hong Kong fue un lugar donde millones de personas de China continental podían ir y comenzar a trabajar en cosas como coser camisas o hacer juguetes. A comenzar un proceso de aumento de ingreso y de aumento de habilidades que en ese lugar les llevaba a un crecimiento muy rápido. Hong Kong fue también el modelo que los líderes chinos, como Deng Xiaoping, pudieron copiar cuando decidieron cambiar toda China a una economía de mercado.
Pero Deng Xiaoping comprendió instintivamente lo importante que era ofrecerle distintas opciones a la gente. En vez de obligar a todos a cambiarse inmediatamente al modelo de mercado empezaron creando unas zonas especiales que, de alguna manera, podían hacer lo mismo que el Reino Unido; crear una oportunidad para que la gente que quisiera pudiera ir y trabajar bajo reglas de una economía de mercado. Así que crearon 4 zonas económicas especiales alrededor de Hong Kong donde los chinos pudieran ir y trabajar. Y esas ciudades crecieron muy rápidamente. También eran zonas donde empresas extranjeras podían ir y fabricar productos.
Una de estas zonas tiene una ciudad llamada Shenzhen. En esta ciudad hay una empresa taiwanesa que hizo los iPhones que algunos de ustedes tienen. Y los hizo con mano de obra china de gente que se fue a Shenzhen. Y después de las 4 zonas especiales otras 14 ciudades costeras se abrieron del mismo modo. Y después de un tiempo el éxito demostrable de estos lugares a los cuales la gente podía elegir ir, a los cuales iban por las ventajas que ofrecían, su éxito demostrable llevó a un consenso para cambiar la economía completa a un modelo de mercado.
Entonces el ejemplo chino ilustra varios puntos importantes. Uno es: "Mantén las Opciones de la Gente". Dos: "Opera a la Escala Apropiada". Puedes cambiar las reglas de un poblado pequeño pero ese pueblo es muy reducido para obtener el tipo de beneficios que puedes conseguir con millones de personas operando bajo buenas reglas. Por otro lado, un país completo es demasiado grande. Si intentas cambiar las reglas de un país no le puedes dar la opción a cierta gente de mantenerse en su lugar, ver como resulta y permitir que otros se adelanten y prueben estas nuevas reglas. Pero las ciudades te dan la oportunidad de crear nuevos lugares con nuevas reglas donde las personas puedan ir a vivir. Y estas sí son lo suficientemente grandes para obtener todos los beneficios que se logran cuando millones trabajamos bajo buenas reglas.
Entonces lo que propongo es que imaginemos entre todos algo llamado una "ciudad bajo estatuto". Debemos empezar con un estatuto que defina las reglas requeridas para atraer a la gente que necesitaremos para construir la ciudad. Tendremos que atraer inversionistas para que construyan la infraestructura: El sistema eléctrico, los caminos, puerto y aeropuerto y los edificios. Se necesitará atraer empresas que vengan y contraten a las personas que lleguen al principio. Y se necesitará atraer a familias; a residentes que vengan y se establezcan, críen y eduquen a sus hijos. Que consigan su primer empleo.
Bajo ese estatuto la gente se irá para allá a vivir. Se puede construir esta ciudad. Y podemos hacer crecer este modelo. Podemos hacerlo una y otra vez. Para que funcione, se requieren buenas reglas. Ya les expliqué eso. Éstas se incluyen en el estatuto. También necesitamos darle opciones a la gente. Eso funciona intrínsicamente si permitimos construir ciudades en terrenos no habitados. Se parte en tierra sin habitar. La gente puede venir y vivir bajo el estatuto. Pero nadie está obligado a hacerlo. Lo que también necesitamos es darle opciones a nuestros líderes. Y para conseguir eso
Lo que también necesitamos es darle opciones a nuestros líderes. Y para conseguir eso necesitamos permitir que las naciones se asocien. Casos en que las naciones se asocian como, de hecho, la asociación de facto que tenían China y el Reino Unido para construir, primero un pequeño enclave del modelo de mercado para después replicarlo por toda China. Sin querer, el Reino Unido, por medio de lo que hizo en Hong Kong, de alguna manera hizo más para reducir la pobreza mundial que todo el conjunto de programas de ayuda realizados durante el siglo pasado. Así que si permitimos que este tipo de sociedades repliquen esto nuevamente podemos obtener ese mismo tipo de beneficios por todo el mundo.
En algunos casos esto supondrá delegar responsabilidades, una entrega de control de un país a otro para que asuma ciertas responsabilidades administrativas. Ahora, cuando digo eso, algunos de ustedes empezarán a pensar: "Bueno, ¿no es esto simplemente colonialismo renovado?" No lo es. Pero es importante darse cuenta que el tipo de emociones que surgen cuando pensamos en estas cosas pueden entorpecernos, pueden hacer que nos detengamos, pueden apagar nuestra habilidad e interés de explorar nuevas ideas.
¿Por qué no es como el colonialismo? Lo negativo del colonialismo, y que aún sigue presente en algunos programas de ayuda, era que incluía aspectos de coerción y condescendencia. Este modelo trata sobre opciones. Tanto para los líderes como para los que vivirán en estos lugares. Y las opciones son el antídoto a la coerción y la condescendencia.
Entonces hablemos de cómo funcionaría esto en la práctica. Tomemos un líder específico, Raúl Castro, el líder de Cuba. Castro debe haber pensado que tiene la oportunidad de hacer por Cuba lo que Deng Xiaoping hizo por China. Pero ahí en la isla no tiene un Hong Kong. Lo que sí tiene es un rayito de luz en el sur que tiene un estatus muy particular. Hay una zona allí, alrededor de la bahía de Guantánamo, en que un tratado le entrega a EE.UU. la responsabilidad administrativa sobre un terreno de como del doble del tamaño de Manhattan.
Castro va donde el primer ministro de Canadá y le dice: "Mire, los yanquis tienen un inmenso problema de relaciones públicas. Quieren salir de ahí. ¿Por qué no tú, Canadá, tomas el mando? Y construyes y gestionas una zona administrativa especial. Permites que se construya una nueva ciudad. Permites que lleguen nuevas personas. Tengamos un Hong Kong cerca de nosotros. Algunos de mis ciudadanos también se cambiarán para allá. Otros se quedaran donde están. Pero ésta será la puerta que conectará el mundo moderno y su economía a mi país."
Bueno, ¿dónde más se podría probar este modelo? En África. He hablado con sus líderes. Varios de ellos entienden completamente la idea de una zona especial a la cual la gente pueda ir a vivir. Es una regla para cambiar las reglas. Es una manera de crear nuevas reglas y dejar que la gente elija sin coerción y sin el rechazo que genera ser obligado por coerción. También comprenden completamente la idea que en ciertos casos pueden hacerle promesas más creíbles a los inversionistas de largo plazo. El tipo de inversionistas que construirán el puerto y los caminos en una nueva ciudad.
Pueden hacer promesas más creíbles si los acompaña una nación asociada. Quizás en una acuerdo en que la sociedad funcione con una cuenta administrada por otro. Donde se colocan terrenos en esta cuenta y la nación asociada se responsabiliza por ella. Hay también muchos lugares en África donde se podrían construir nuevas ciudades. Ésta es una foto que tomé mientras volaba por la costa. Hay terrenos inmensos como este donde podrían vivir cientos de millones de personas. Ahora, podemos generalizar esto y pensar en no sólo una o dos ciudades sino que en docenas. Ciudades que ayuden a crear un lugar para los cientos y quizás miles de millones de personas que se irán a una ciudad en el siglo venidero.
¿Existe suficiente terreno para ellos? Bueno, si vemos primero las luces de noche del mundo, podemos tener una impresión errónea ya que parece que casi todo el mundo estuviera construido. Déjenme mostrarles porque no es así. Digamos que esto es toda la tierra del mundo. La transformamos a un cuadrado que contenga toda la tierra arable del mundo. Y que esos puntos sean la tierra ocupada por las ciudades donde ahora viven 3 mil millones de personas. Si movemos los puntos hacia el borde inferior del rectángulo se puede ver que las ciudades utilizadas hoy por los 3.000 millones de personas ocupan sólo el 3% del total de la tierra arable.
Así que si quisiéramos construir ciudades para otros mil millones estos serían los puntos. Pasaríamos de 3% de la tierra arable a 4%. Reduciríamos drásticamente la huella humana en la tierra al construir más ciudades. Y si esas ciudades se rigen por buenas reglas pueden ser ciudades en que sus habitantes no sufran ni por crímenes, ni por enfermedades ni por mal sistema de alcantarillado y donde tengan la posibilidad de conseguir empleo. Pueden obtener servicios básicos como luz. Sus hijos pueden ir a la escuela.
Entonces ¿qué se requiere para empezar a construir las primeras ciudades y hacerlo escalable para construir muchas más? Ayudaría tener un manual. (Risas) Lo que podrían hacer los profesores universitarios sería escribir algunos detalles que puedan ir en este manual. No querrían que nosotros gestionemos estas ciudades pero sí que las diseñemos. No querrán que los académicos salgan de su oficina.
Pero podrían ponernos a revisar interrogantes como que no sea sólo Canadá el que pacta con Raúl Castro. Tal vez Brasil también participa. Y también España. Y quizás Cuba quiere ser uno de los cuatro participantes de esta sociedad. ¿Cómo se escribe el tratado que logre esto? No hay muchos precedentes. Pero se podría resolver fácilmente.
¿Cómo financiamos esto? Resulta que al crecer Singapur y Hong Kong ganaron muchísimo por el aumento de valor de los terrenos que poseían ganaron muchísimo por el aumento de valor de los terrenos que poseían y esas ganancias se podrían usar para pagar cosas como la policía y los juzgados. Así como los sistemas de educación y salud. Así sería un lugar más atractivo donde vivir. Un lugar donde la gente tenga mejores ingresos que, a la vez, sube el valor de los terrenos. Y así los incentivos para la gente que ayuda a desarrollar y construir la zona y a fijar las reglas básicas claramente se mueven en la dirección correcta.
Y hay muchos otros detalles como este: ¿Cómo podemos tener edificios que sean de bajo costo para la gente que llega a su primer trabajo, armando algo como el iPhone? Pero hacer los edificios eficientes. Y garantizar que sean seguros y que no se caigan en un terremoto o huracán. Hay muchos detalles técnicos a definir. Pero los que ya estamos tratando de sacar estas cosas adelante podemos decirles que no existen barreras, no hay límites, salvo los de nuestra imaginación, que no nos permitan generar una solución global donde verdaderamente ganemos todos.
Déjenme concluir con esta foto. La razón de que podemos estar tan bien, incluso habiendo tantas personas en la tierra, es el resultado del poder de las ideas. Podemos compartir las ideas con otros y cuando ellos las descubran, harán lo mismo. No es como en los recursos limitados en que compartir implica que cada uno recibe menos. Cuando compartimos las ideas cada uno recibe más. Cuando pensamos de ese modo sobre las ideas, normalmente pensamos en tecnologías.
Pero hay otro tipo de ideas. Las reglas que determinan como interactuamos entre nosotros. Reglas como: tengamos un sistema de impuestos que financie una universidad de investigación que gratuitamente imparta ciertas enseñanzas. Tengamos un sistema donde nuestro títulos inmobiliarios, que están registrados en una oficina gubernamental, Tengamos un sistema donde nuestro títulos inmobiliarios que están registrados en una oficina gubernamental, puedan ser colocados como garantía para un crédito.
Si podemos seguir innovando nuestro conjunto de reglas, sobretodo innovando en la manera de generar reglas para cambiar las reglas para no quedar entrampados en las reglas malas, podemos seguir progresando hacia adelante y realmente hacer del mundo un lugar mejor; de modo de que la gente como Nelson y sus amigos no tengan que estudiar bajo los faroles. Gracias. (Aplausos)
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