domingo, 22 de julio de 2018

Argentina: Ganamos 25 y gastamos 33, mientras acumulamos 117 de deuda

Dimensionando el tamaño del Estado



Nicolás Cachanosky Economista Suffolk University - Editor de Punto de Vista Económico julio 19, 




INFOBAE – La dimensión de las cuentas públicas, medida en miles de millones, hace que sea fácil perder perspectiva de la situación fiscal y la estructura del gasto público. Sabemos, por ejemplo, que se gastan muchos recursos en planes sociales, subsidios, etcétera, pero es difícil dimensionar exactamente el peso de cada una de estas partidas. Una manera de dimensionar el tamaño del Estado y su estructura es reducir el gobierno a una familia representativa en Argentina.

Supongamos que el ingreso del Estado es de 25 mil pesos, que corresponde aproximadamente con el ingreso medio en Argentina. Si los ingresos fiscales son de 25 mil pesos, entonces los gastos fiscales son de 33 mil pesos (incluyendo intereses). La diferencia es el déficit fiscal, que se financia con emisión o con deuda. En resumen, si usted fuese el Estado, con un ingreso de 25 mil pesos estaría gastando unos 33 mil. Claramente la situación no es sostenible. Si estas fuesen sus cuentas personales, seguramente no solucionará este desequilibrio de forma muy gradual. La situación, sin embargo, es más complicada cuando se observa en qué se van los 33 mil pesos.



Como jefe de familia y fuente del único ingreso de su hogar, usted gasta 12.800 pesos en mantener a los desempleados de su familia. Esto representa el 51% de sus ingresos; sí, más de la mitad. Pero este gasto no es solo en las jubilaciones de sus padres y sus suegros. También mantienen a su primo, al primo de su primo y al primo de su primo de su primo, que están desempleados. La idea de mantener a todos sus primos desempleados de manera indefinida la tuvo su hermano, Perón, quien convenientemente es el encargado de administrar estos fondos. Intente usted sugerir que no es posible seguir manteniendo tremendo gasto para que Perón y todo sus primos le hagan un piquete en la puerta de su casa, le rompan las ventanas y no le permitan llegar a su trabajo a horario. La policía se encargará de resguardar la seguridad de sus primos… y de su hermano Perón. Pero sus problemas no terminan allí. Dado que usted también subsidia el consumo de electricidad y las vacaciones de sus hermanos, tiene gastos por transferencias de 8.600 pesos, el 34% de sus ingresos.

Toda esta fiesta de gasto lo ha llevado a reventar su tarjeta de crédito. Al banco ya le debe 117 mil pesos en concepto de deuda interna y externa. El jefe de familia se hace el sorprendido y ofendido cuando algunos economistas y bancos ven con preocupación un camino a un potencial de default. Después de todo, usted tuvo que ir corriendo al FMI presentando un recorte de 2900 pesos (los 300 mil millones de pesos anunciados recientemente); un tercio de su déficit. ¿Lo va a cumplir? Después de todo, si hay algo que usted no tiene es credibilidad fiscal. Por este stock de deuda paga intereses por 2900 pesos. Sin embargo, usted no cuenta los intereses intra familia (intra sector público) como parte de sus cuentas fiscales. A sus ojos fiscales, lo que usted le debe a su otro hermano no es deuda.

Luego de todos estos gastos usted aún tiene que cumplir su rol de jefe de familia. Debe proveer seguridad, salud, mantener el orden, etcétera. Allí se van el resto de sus gastos, 8800 pesos. El jefe de familia no se anima a poner las cuentas en orden porque tiene miedo que el primo, el primo de primo y el primo del primo del primo le quemen la casa. Mientras espera que un milagro arregle las cuentas fiscales, no se da cuenta que las crisis económicas producidas por el excesivo gasto y la mala asignación de recursos están, de hecho, quemándole la casa a fuego lento. ¿O cómo cree que ha llegado a tener tantos primos desempleados y en la pobreza? Para intentar mantener la situación, mientras se sigue esperando el milagro fiscal, el jefe de familia les pide a los familiares que trabajan y pagan exorbitantes impuestos que tengan paciencia y hagan un esfuercito más. Tener vergüenza no es un activo de este jefe de familia.

Hay dos verdades y una falsedad en torno al gasto público en Argentina. Las dos verdades son que es insostenible y que es difícil de bajar. La falsedad es que, porque es difícil de bajar, mágicamente los números se van a arreglar solos. Hasta el momento, solo hemos visto ajustes menores a las cuentas fiscales. De allí las turbulencias económicas de las últimas semanas. Reducir el gasto fiscal requiere de discusiones incómodas, pero lamentablemente necesarias.

jueves, 19 de julio de 2018

El Big Mac hace al peso subvaluado

Según el "Índice Big Mac", el dólar quedó muy alto en la Argentina luego de la devaluación

El indicador que compara el precio de la clásica hamburguesa en Estados Unidos respecto al costo que tiene en otros mercados muestra que el peso argentino pasó a estar claramente subvaluado. ¿Qué lugar ocupa el país en el ranking internacional?





Tras semanas de altísima volatilidad, el dólar terminó acumulando una devaluación superior al 50% en lo que va del año y de más del 70% en doce meses.

Y la lectura que hizo el Gobierno fue optimista. Uno de los funcionarios que defendió abiertamente el salto del billete verde fue el ministro de Producción, Dante Sica, quien afirmó que este nuevo tipo de cambio "es muy bueno", dado que significó un "espaldarazo" para salir a exportar.

"La preocupación más fuerte a futuro va a ser mantener este tipo de cambio, luego de este esfuerzo", agregó Sica.

Sin embargo, en un contexto en el crece el debate entre economistas, que advierten sobre nuevas presiones en el mercado de cara al corto plazo, surge una pregunta inevitable: ¿es este un nivel de equilibrio? ¿O acaso el escenario empuja a la divisa a seguir en camino ascendente?

Por lo pronto, días atrás se conoció el informe mensual de FocusEconomics en el que un grupo de economistas internacionales y locales traza proyecciones sobre las principales variables de la economía para fin de año.

Los analistas estiman que el billete verde finalizará el 2018 a un precio de $30,28. ¿Qué implicaría esto? De llegar a ese nivel, en todo el año la devaluación acumulada sería de más del 62%. Es decir, prácticamente el doble de la inflación proyectada.

Sin embargo, dichas estimaciones van a contramano del resultado que arrojó el último "Big Mac Index". Según este índice elaborado por la revista The Economist, y que cuenta con numerosos adeptos alrededor del mundo, el dólar estaría sobrevaluado en la ARgentina cerca de un 50 por ciento.

Cabe destacar que muchas de las veces en que la moneda de una nación apareció sobrevaluada en este ranking, luego terminó sufriendo una corrección.

¿Cómo funciona? Básicamente, la publicación inglesa compara el precio de la famosa hamburguesa de McDonald's en varias naciones a nivel global, siguiendo la teoría de las paridades internacionales de precios, que establece que productos similares tienden a tener el mismo valor en todos los países.

En otras palabras, el postulado es que, con la misma cantidad de dólares convertidos, se debería poder comprar un bien idéntico en todas las naciones, sea un alimento o un servicio estandarizado.

En consecuencia, si en algún territorio la hamburguesa tiene un valor muy alejado de la de referencia -la estadounidense, por estar cotizada en dólares- se considera que hay factores domésticos que están distorsionando el verdadero nivel de tipo de cambio.

En buen romance, puede decirse que si un sándwich en un país es más barato que en los EE.UU., entonces significaría que la moneda local está subvaluada frente al dólar. De lo contrario, si el sándwich es más caro que en los EE.UU., el signo monetario doméstico entonces se encontraría sobrevalorado.

¿Qué arroja el nuevo índice?

Se acaba de publicar la última actualización de este índice y el relevamiento arroja un resultado llamativo: el peso argentino está casi 51% subvaluado frente al dólar.



¿Cómo se calcula?

  • The Economist toma en consideración un precio para el Big Mac de $75. Al tipo de cambio actual, esto representa unos u$s2,67, frente a los u$s5,51 establecido para EE.UU.
  • Si se divide el costo en pesos en la Argentina ($75) por el valor en dólares vigente para los EE.UU. (u$s5,51), esto arroja un tipo de cambio implícito de 13,61.
  • Así las cosas, los analistas destacaron que la diferencia entre esta cifra (13,61) y el tipo de cambio actual de $27,7 (en el momento en que se publicó el informe), "sugiere que el peso argentino está un 50,9% subvaluado".

Así lo grafica The Economist:



La "letra chica"

Hay que hacer una pequeña salvedad, además de que el tipo de cambio varió en los últimos días para volver a acercarse a los $28, el precio de la clásica hamburguesa subió hasta cotizar a $80 en la mayoría de los locales de esta cadena de comida rápida.
En ese caso, el peso estaría subvaluado un 48%, una diferencia de tres puntos respecto del resultado planteado por The Economist.

Dicho de otro modo: considerando el precio de $80 y el billete verde a $28, esto arroja un precio en dólares de 2,96, claramente muy inferior a los u$s5,51 de EE.UU.

Así, para equiparar los valores en ambos países, entonces teóricamente la divisa debería cotizar en el país a $14,51.

En buen romance, según este comparativo el tipo de cambio se encuentra muy devaluado, que es lo mismo que decir que el dólar es caro y el peso está muy subvaluado.


El "índice Cuarto de Libra"

Pero no es la única salvedad que habría que marcar: para quienes no están tan familiarizados con el Big Mac Index, hay una cuestión metodológica no menor. El precio de esa hamburguesa en la Argentina es tomado con cautela por los economistas.

De hecho, a partir de 2011 decidieron readaptar el índice y considerar como válido el valor de otro producto de la cadena que es muy similar: el Cuarto de Libra.

Sucede que en épocas del kirchnerismo, cuando el tipo de cambio estaba "anclado", el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, había presionado a la compañía de comida rápida para que congelara el precio del Big Mac, mientras que el resto de los valores del menú escalaba al ritmo de la inflación del momento, que llegó a ser de 40% anual.

Con esa intervención, el funcionario se "garantizaba" que la Argentina quede entre las naciones más competitivas en términos cambiarios.

Por lo tanto, los expertos comenzaron a tomar como referencia al Cuarto de Libra, ya que es una hamburguesa que vale prácticamente lo mismo que el Big Mac en otras partes del mundo.

Así, al suprimir ese efecto, este "índice mejorado" mostraría la situación del tipo de cambio de manera más fidedigna. De hecho, el precio actual del Big Mac en el mercado interno sigue desfasado: cuesta $80, un 16% menos que el Cuarto de Libra ($95).

En otras palabras, se terminó la intervención del INDEC pero permanece el "resabio" de Guillermo Moreno en las pizarras de McDonald's, ya que esta hamburguesa con dos medallones de carne quedó con un valor muy bajo.

¿Qué implica esto?

  • Si se divide el costo en pesos en la Argentina del Cuarto de Libra ($95) por el valor en dólares vigente para los EE.UU. (u$s5,51), esto arroja un tdipo de cambio implícito de 17,24.
  • Siguiendo la misma ecuación, la diferencia entre esta cifra (17,24) y el tipo de cambio actual de $28, sugiere que el peso argentino entonces estaría sobrevaluado un 38,4%.

Considerando estas variables, entonces la competitividad cambiaria no sería de tal magnitud y la Argentina escalaría unos 14 puestos respecto del nivel que ocupa según The Economist.

Siguiendo el mismo razonamiento, los $95 del Cuarto de Libra arrojan un valor en dólares de u$s3,39.

Así, para equiparar el nivel entre ambos países, entonces teóricamente la divisa debería cotizar en el país a $17,24, un valor que ya es un lejano recuerdo en la mente de los argentinos.

sábado, 14 de julio de 2018

La pérdida de libertad del estado del bienestar sueco

El costo humano del estado de bienestar de Suecia

Un grupo de mujeres reprendió a mi amiga en un parque público porque su hijo de 2 años no estaba en guardería.
Por Erica Komisar | The Wall Street Journal




Los liberales estadounidenses a veces sostienen a Suecia como un modelo de orden social, igualdad de sexos y respeto por las responsabilidades parentales. Su estado de bienestar ofrece una excelente atención prenatal gratuita o subsidiada, 480 días de licencia pagada para los padres naturales y adoptivos, y un permiso adicional para las madres que trabajan en trabajos físicamente extenuantes. Los padres suecos tienen la opción de reducir sus horas normales (y pagar) hasta un 25% hasta que el niño cumpla 8 años.

Pero toda esta asistencia tiene un alto costo. Con un 61.85%, Suecia tiene la tasa de impuesto a la renta personal más alta del mundo. Ese dinero paga por el tipo de apoyo que muchas mujeres estadounidenses darían la bienvenida, pero viene con la presión sobre las mujeres para que vuelvan a la fuerza laboral en el horario del gobierno, no en el suyo. El gobierno sueco también apoya y subsidia la guardería institucionalizada (lo llaman preescolar), promoviendo la creencia de que los cuidadores profesionales son mejores para los niños que sus propias madres.

Si una madre decide que quiere quedarse en casa con su hijo más allá de la licencia de maternidad autorizada por el estado, no recibe ningún subsidio adicional. Eso crea una carga financiera extrema para esas familias, y la presión también es social. Una amiga de 32 años me contó que estaba en el parque con su hijo de 2 años, cuando la rodeó un grupo de mujeres que la reprendió por no tener al niño en la guardería.

El gobierno sueco intenta ofrecer oportunidades de trabajo iguales para ambos sexos, lo cual es loable. Pero con ese fin, promueve la falsa idea de que las madres no son especialmente importantes para los bebés. Las mujeres que prefieren quedarse en casa con niños muy pequeños son estigmatizadas como regresivas y antifeministas. La Iniciativa Feminista, un partido político radical, promociona la guardería como una forma de "liberar a las mujeres de sus instintos maternales".
Delante de H & M en Malmö, Suecia, el 25 de junio de 2010.
Frente a H & M en Malmö, Suecia, el 25 de junio de 2010. Foto: Getty Images

Las políticas de maternidad de Suecia pueden ser buenas para el crecimiento económico y los ideales igualitarios, pero no para la salud social o emocional de los niños pequeños. Una amplia investigación científica muestra que la guardería institucionalizada es mala para los niños muy pequeños. La relación entre el personal y los niños es muy baja, y el entorno es confuso, demasiado estimulante y potencialmente dañino para el cerebro en desarrollo de un niño.

El noventa por ciento de los niños suecos menores de 5 años están en guarderías. Esto probablemente contribuye a problemas de salud mental. En 2012, aproximadamente el 20% de los adolescentes suecos informaron al menos cinco casos de conductas autodestructivas, y la tasa de suicidios entre adolescentes alcanzó un máximo de 25 años en 2013.

A pesar de su preocupación por la igualdad, Suecia tiene uno de los mercados laborales más segregados por sexo en el mundo. Casi el 80% de las madres suecas trabajan, en comparación con alrededor del 70% en los Estados Unidos. Las mujeres suecas están desproporcionadamente empleadas en campos estereotípicamente femeninos, como la enfermería y la guardería, y muy poco representadas en campos "masculinos" como las finanzas y la ingeniería.

Solo alrededor del 36% de los puestos directivos en Suecia están ocupados por mujeres, menos que en los EE. UU., Canadá, Francia, Rusia o Australia. El salario medio para las mujeres suecas es un 13,4% menor que para los hombres suecos. Y a partir de 2013, el 72% de los empleados públicos eran mujeres. Muchas de las guarderías destinadas a "liberar a las mujeres de sus instintos maternos" están atendidas por madres separadas de sus propios bebés por la necesidad de trabajar.

Si bien Suecia ha trabajado arduamente para eliminar la pobreza material, está creando una sociedad cuyos hijos sufren de pobreza emocional. Los niños necesitan a sus padres, y los niños muy pequeños necesitan especialmente a sus madres. Me preocupa que los EE. UU. Se dirijan en la misma dirección. Las mujeres valoran cada vez más, o se las presiona para que valoren, los logros profesionales y profesionales por sobre la familia. Al igual que Suecia, los estadounidenses han devaluado la crianza de los hijos, y específicamente la maternidad, y están creando jóvenes emocionalmente empobrecidos que tienen dificultades para mantener relaciones íntimas y funcionar como adultos independientes.

Me considero una feminista, pero ¿qué es pro-mujer al negar que el trabajo duro de criar niños sanos, estables y amorosos es importante? En lugar de obligar a las mujeres a tomar decisiones para el beneficio económico del país, la sociedad debería empoderarlas para tomar decisiones en el mejor interés de ellos y sus familias.

domingo, 1 de julio de 2018

Imperdible: Tirole opina sobre regulación de empresas tecnológicas

Una guía del economista ganador de un Nobel para dominar los monopolios tecnológicos


Jean Tirole, economista ganador del premio Nobel
"La regulación de estilo antiguo tiene dificultades para encontrar su equilibrio", dice Jean Tirole. (Reuters / Fred Lancelot)

Escrito por Allison Schrager | Quartz


Jean Tirole es un gigante intelectual en el mundo de la economía. El francés es el principal pensador en el poder y la regulación del mercado, y ganó el premio Nobel en 2014 por su trabajo en esta área.

Sus ideas son particularmente relevantes hoy en día, a medida que las grandes empresas tecnológicas crecen cada vez más y más. Los avances en la tecnología han mejorado nuestras vidas, pero a medida que aumentan las preocupaciones sobre la privacidad y se difunden las noticias falsas, estamos empezando a ver la desventaja de dar a las compañías tecnológicas un poder mayormente sin control. En el pasado, los reguladores podían enfrentar esto al dividir firmas o convertirlas en servicios públicos. Eso no ha sucedido con los gigantes tecnológicos, a pesar de que muchas personas y políticos piensan que se debe hacer algo, ¿pero qué?

El reciente libro de Tirole, Economics for the Common Good, ofrece algunas respuestas. El último tercio es un manual sobre cómo pensar acerca de cómo la tecnología está cambiando la economía y qué podemos hacer al respecto. Quartz le hizo algunas de las preguntas más apremiantes del día.

Quartz: Los primeros días de la tecnología prometían un mercado despiadadamente competitivo en el que incluso los jugadores pequeños podían alcanzar los miles de millones a bajo costo. En cambio, parece que terminamos con menos competencia. ¿Que pasó?

Tirole: Hay un sentido en el que la tecnología se ha entregado. Las pequeñas empresas se han empoderado de muchas maneras. Pueden hacer uso de servicios de back-office y en la nube baratos; pueden conectarse fácilmente con los consumidores; pueden ajustar su publicidad en lugar de participar en publicidad masiva ciega; su acceso al endeudamiento es facilitado por los prestamistas impulsados ​​por AI, como es el caso de las más de 7 millones de pequeñas y medianas empresas chinas financiadas por Ant Financial. Y, lo que es más importante, pueden construir más fácilmente su propia reputación. Un taxista confiaba en la reputación de la compañía de taxis; hoy en día, a través de las calificaciones, el conductor puede tener su propia reputación en una plataforma de gran velocidad.

Pero a nivel de plataforma, la competencia confronta la existencia de grandes retornos a escala y / o externalidades de red, lo que lleva a situaciones de monopolio natural y un escenario de ganador se lo lleva todo. Las externalidades de red pueden ser directas: estoy en Facebook o Twitter porque tú también lo eres; Utilizaré Uber o Lyft si muchos conductores lo hacen. Las externalidades de red también pueden ser indirectas: puede que no nos importe directamente la presencia de otros usuarios en la plataforma, pero esa presencia conduce a servicios mejorados, como en el caso de muchas aplicaciones o servicios de entrega. Por ejemplo, quiero usar el motor de búsqueda de Google o Waze si también los usa, ya que la calidad de las predicciones mejora con la cantidad de usuarios.

Las situaciones de monopolio natural conducen a un poder de mercado generalizado, y una disposición concomitante a perder dinero durante mucho tiempo para "comprar" la perspectiva de una futura posición de monopolio, piense en Amazon o Uber.

¿Son las empresas de tecnología como Google, Amazon y de Facebook realmente monopolios?

Aquí tenemos que distinguir entre estática y dinámica, o entre un monopolio transitorio y uno permanente. Las grandes economías de escala y las importantes externalidades de red implican que a menudo tenemos monopolios u oligopolios estrictos en la nueva economía. La cuestión clave es la "impugnabilidad". Los monopolios no son ideales, pero brindan valor a los consumidores siempre que la competencia potencial los mantenga en alerta. Luego se verán obligados a innovar y, posiblemente, incluso a cobrar precios bajos a fin de preservar una gran base instalada e intentar dificultar que los participantes los desalojen.

Pero para que esa competencia funcione, se necesitan dos condiciones: los rivales eficientes deben, primero, ser capaces de ingresar y, segundo, ingresar cuando puedan. En la práctica, pueden tener dificultades para ingresar a un mercado. Y si ingresan con éxito, pueden considerar que es más rentable ser absorbido por el titular en lugar de competir con él. En el lenguaje de la economía, tales "entradas para compra" crean muy poco valor social, ya que son principalmente un mecanismo para que el participante se apropie de una parte de la renta de la empresa dominante.

Hace diez años, parecía que Walmart tenía poder de monopolio en lo que respecta al comercio minorista, pero el mercado nos trajo a Amazon. ¿Es posible que los monopolios tecnológicos de hoy también enfrenten una dura competencia algún día?

Sí, y no olvidemos que Google reemplazó a Altavista en el mercado de los motores de búsqueda y Facebook desalojó MySpace en el segmento de redes sociales.

Walmart y Amazon explotan eficientemente los retornos a escala asociados con las compras, la logística y la entrega. No significa que sean monopolios necesarios, pero no es sorprendente que las grandes empresas surjan en esta industria. Walmart se hizo cargo gracias a la intensa reducción de costos; Amazon ha sido disruptivo porque su modelo de Internet proporcionó mayor comodidad al cliente. Esta es una buena ilustración de que las industrias deben analizarse desde una perspectiva dinámica, y no solo estática. Una vez más, la clave es la facilidad de entrada de un participante que crea valor para el consumidor.

Entonces, ¿cuáles son las barreras potenciales para la entrada?

La entrada generalmente se refiere a un segmento de nicho. Recordemos que Amazon comenzó como una librería en línea y Google como un mero motor de búsqueda. Más tarde, las plataformas pueden construir una línea de productos completa y gastar para competir cara a cara con las plataformas dominantes. Pero la entrada inicial al nicho puede verse obstaculizada por el titular mediante el uso de vínculos tecnológicos o de marketing, como por ejemplo, exhibir una preferencia por sus propios servicios, o descuentos de lealtad, o bien atacando al participante. La entrada también se hace más difícil por la imposibilidad del usuario "multi-homing". Cambiar a una nueva red social es más fácil si el usuario puede fácilmente transferir su contenido de una red a otra. La entrada a los servicios de transporte es más fácil si la plataforma actual no requiere exclusividad.

¿Crees que los monopolios tecnológicos causan más daño que bien? ¿Quién paga el precio por cualquier daño que causen? Parece que, a diferencia de los monopolios en el pasado, los consumidores tecnológicos enfrentan precios bajos o nulos. ¿Eso cambia la forma en que pensamos o definimos el poder de monopolio?

Sí, en general los consumidores tienden a obtener un buen trato, porque utilizamos servicios maravillosos, como el motor de búsqueda de Google, Gmail, YouTube y Waze, de forma gratuita. Para estar seguros, no nos pagan los datos valiosos que brindamos a las plataformas, como por ejemplo Eric Posner y Glen Weyl nos recuerdan en su reciente libro Radical Markets. Pero, en general, nuestros niveles de vida han mejorado sustancialmente gracias a la revolución digital. Sin embargo, debemos recordar que estos son mercados bilaterales. Por ejemplo, por otro lado, anunciantes que pagan cantidades muy grandes por la capacidad de orientar sus ofertas a los clientes. Entonces solo mirar el lado del consumidor es un análisis incompleto.

¿El poder del mercado justifica la regulación? De ser así, ¿puede un enfoque tradicional de regulación ofrecer una solución?

La regulación de estilo antiguo tiene dificultades para encontrar su equilibrio. Considere la primera regulación de servicios públicos, que durante un siglo dominó la regulación de las compañías de electricidad, telecomunicaciones y ferrocarriles. Dicha regulación intenta regular los beneficios en industrias caracterizadas por condiciones de monopolio natural.

Por ejemplo, la regulación del costo del servicio considera el costo realizado y establece los precios para que la empresa pueda recuperar su costo. Es muy difícil de implementar en las industrias tecnológicas, a pesar del hecho de que son industrias de alto costo fijo como los servicios públicos (de hecho, con una venganza, ya que el costo marginal de suministrar servicios al usuario final es a menudo nulo). Para permitir la recuperación de costos, uno debe estimar y tener en cuenta la probabilidad de éxito baja estimada y, lo que es más importante, no observada. Debido a que la mayoría de las plataformas fallan, se necesita una ganancia no despreciable para recuperar costos, pero una tiene poca información sobre cuánto se necesita. Una buena analogía es proporcionada aquí por el caso de las drogas: también un alto costo fijo, baja probabilidad de éxito, baja actividad de costo marginal.

Esta dificultad se ve agravada por problemas de medición. Por un lado, hay muchas posibles empresas dominantes en el futuro, y los reguladores no pueden controlar sus gastos en la etapa de puesta en marcha. El segundo problema de medición está en el lado de los ingresos, asociado con la naturaleza internacional de la actividad de las plataformas. Las plataformas ya eligen la ubicación de sus intangibles (patentes, datos, etc.) para minimizar los impuestos. Podrían hacerlo para descarrilar la regulación de estilo de utilidad también. En general, la regulación de servicios públicos no parece una opción.

¿Qué hay de simplemente partir a los gigantes tecnológicos?

No hay nada de malo en separarse de ellos. Pero dividir las empresas solo por el bien de reducir su poder puede no lograr nuestros objetivos. Por ejemplo, dividir Facebook en cinco Facebook haría poco para abordar las cuestiones de privacidad.

En el pasado, hemos dividido los sistemas Standard Oil, AT & T, ferroviario y eléctrico. En cuanto a las plataformas de internet, debemos pensarlo más. En primer lugar, lleva tiempo implementar desinversiones. Los ferrocarriles y la electricidad, y en gran medida las telecomunicaciones en 1984, eran tecnologías simples y estables. Por el contrario, las plataformas actuales están evolucionando rápidamente. Debemos asegurarnos de que la intervención no esté obsoleta en el momento en que se implemente.

Segundo, necesitamos aplicar el razonamiento económico. Para separar una empresa, debemos identificar la instalación esencial (caracterizada por características de monopolio natural) que la separa de los segmentos potencialmente competitivos, y asegurarnos de que la instalación esencial no logre monopolizar estos segmentos potencialmente competitivos. Esto puede suceder a través de una restricción de la línea de negocio o la supervisión del acceso justo a la instalación esencial. Una compañía de electricidad puede dividirse en segmentos relativamente claros, como generación, transmisión y distribución, y la red de transmisión es claramente la instalación esencial. Del mismo modo, las vías del tren y las estaciones son obviamente instalaciones que no pueden ser fácilmente duplicadas por los rivales.
Supongamos que identificamos el motor de búsqueda de Google como la instalación esencial y lo separamos de YouTube, Waze y Gmail. Una cuestión es si el motor de búsqueda sería tan eficiente para responder a nuestras solicitudes si se ve privado de los datos obtenidos de otros servicios. En general, si los remedios estructurales no deben simplemente dejarse de lado, se debe pensar mucho más antes de usarlos.

Entonces, ¿cómo debería evolucionar antimonopolio?

  1. Primero, debemos reconsiderar nuestra carga de la prueba en decisiones antimonopolio. Este es un asunto delicado.
    Considere la adquisición de WhatsApp e Instagram por Facebook. Eran redes sociales, al igual que Facebook. Podrían haberse convertido en competidores de Facebook. ¿Pero hay alguna evidencia para eso? En realidad no, ya que esto es solo una conjetura sobre lo que el futuro habría visto en ausencia de adquisición. La supresión de la competencia en ausencia de datos es difícil de probar. Mi suposición es que deberíamos errar del lado de la competencia, al tiempo que reconocemos que cometeremos errores en el proceso.
  2. Segundo, los economistas deben ayudar a las autoridades antimonopolio a identificar conductas dañinas y diseñar remedios simples. Por ejemplo, las garantías de mejor precio, también llamadas cláusulas de nación más favorecida o de paridad de precios, garantizan que el consumidor se beneficiará del precio más bajo de un bien o servicio al usar la plataforma. Como explico en Economía para el bien común, los economistas han demostrado que este comportamiento aparentemente benigno puede permitir que las plataformas cobren importantes tarifas comerciales a los vendedores que las necesitan para llegar a sus consumidores únicos. Y hay una serie de temas que debemos estudiar con más detalle, como la propiedad de los datos y las barreras de datos para la entrada.
  3. En tercer lugar, los problemas jurisdiccionales se han agudizado con la economía digital. Debemos insistir en la igualdad de condiciones y no imponer diferentes regulaciones a los diferentes competidores sobre la base de una clasificación industrial arbitraria y regulaciones específicas de la industria. Por ejemplo, los medios tradicionales están más restringidos en responsabilidad editorial y publicidad que las redes sociales. Para crear igualdad de condiciones y para aumentar la eficiencia, también debemos insistir en la armonización internacional de los derechos de propiedad intelectual y los impuestos, y asegurarnos de que las empresas globales no estén expuestas a un gran número de regulaciones regionales heterogéneas e incoherentes.
  4. Finalmente, debemos hacer un mayor uso de procesos más reactivos. Los inconvenientes de los enfoques clásicos son bien conocidos: la autorregulación tiende a ser egoísta; la política de competencia es a menudo demasiado lenta; la regulación de servicios públicos, como discutimos, es prácticamente inviable (y a veces se captura). Debemos desarrollar lo que yo llamaría "antimonopolio participativo", en el cual la industria u otras partes proponen posibles regulaciones y las autoridades antimonopolio emiten una opinión, creando cierta seguridad jurídica sin imponer las reglas en piedra.
    La posibilidad de error debe ser aceptada, por lo que las innovaciones regulatorias deben evolucionar a medida que las autoridades aprenden al hacerlo e incorporarlas lentamente en las directrices. Dichas políticas de adaptación han permitido el regreso de las agrupaciones de patentes (a través de cartas de revisión comercial) e incluyen espacios de prueba regulatorios, que son el terreno de prueba para nuevos modelos de negocios que no están protegidos por la regulación actual o supervisados ​​por instituciones reguladoras.

sábado, 30 de junio de 2018

¿Las distracciones digitales perjudican la productividad?

¿Las distracciones digitales perjudican la productividad del trabajo?


La evidencia es mixta; parece claro, sin embargo, que nos están haciendo más infelices

The Economist




PARA MUCHOS, es un reflejo tan inconsciente como la respiración. ¿Has topado con un obstáculo durante una tarea importante (como, por ejemplo, escribir una columna)? La mano toma el teléfono y abre la red social de su elección. Pasa un borrón de tiempo, y media hora o más de lo que debería haber sido un esfuerzo productivo se ha ido. Una sensación de arrepentimiento se ve rápidamente desplazada por la urgencia de ver lo que sucedió en Twitter en los últimos 15 segundos. Algún tiempo después de la fecha límite, el editor pregunta cuándo esperar exactamente la copia prometida. La distracción es una constante en estos días; suministrarlo es el modelo comercial de algunas de las empresas más poderosas del mundo. A medida que los economistas buscan explicaciones sobre la disminución de la productividad, algunos se preguntan si la culpa es la incapacidad de concentrarse por más de un minuto.

La arremetida tecnológica ha sido un largo tiempo de construcción. Los jefes, sin duda, encontraron el golpe del telégrafo niño o el ruido de la máquina de teletipo una abominable interrupción. Los teléfonos de escritorio de línea fija fueron una intrusión en su día, antes de que el teléfono móvil traiga interrupciones de trabajo al hogar. Pero la web es diferente, con su interminable ciclo de noticias, las redes sociales vibrando con una conversación constante y las noticias alimentadas algorítmicamente para que los usuarios puedan desplazarse y compartir. Cuanto más fuerte es el ruido, mayor es la distracción y más difícil de desconectar por temor a perder información importante.

Las distracciones afectan claramente el rendimiento en el trabajo. En un ensayo reciente, Dan Nixon del Banco de Inglaterra señaló una gran cantidad de pruebas contundentes de que también podrían estar consumiendo el crecimiento de la productividad. Dependiendo del estudio que elija, los usuarios de teléfonos inteligentes tocan su dispositivo en algún lugar entre dos veces por minuto y una vez cada siete minutos. La realización de tareas mientras recibe correos electrónicos y llamadas telefónicas reduce el coeficiente de inteligencia del trabajador en unos diez puntos en relación con el trabajo en silencio ininterrumpido. Eso es equivalente a perder una noche de sueño y dos veces más debilitante que usar marihuana. Según una estimación, se tarda casi media hora en recuperar completamente el foco para la tarea que tenemos entre manos después de una interrupción. Además, observa el Sr. Nixon, las constantes interrupciones acostumbran a los trabajadores a la distracción, enseñándoles, en efecto, a perder el enfoque y buscar diversiones.

¿Podría esto explicar la desaceleración de la productividad del mundo rico? En un artículo publicado en 2007, Sinan Aral y Erik Brynjolfsson, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Marshall Van Alstyne, de la Universidad de Boston, analizaron el uso de las empresas de la tecnología de la información y sus efectos sobre la productividad laboral y el crecimiento de los ingresos. Encontraron un patrón invertido en forma de U asociado con la multitarea y la productividad. Un aumento inicial de la multitarea debido al mayor uso de TI parece aumentar la productividad. Pero luego, la acumulación de bolas que se combinarán reduce el rendimiento y aumenta la incidencia del error.

TI ayuda a los trabajadores en todo tipo de formas. Se acelera la comunicación y permite que los documentos se compartan de forma remota. La web hace que encontrar información sea mucho más simple y rápida de lo que era en un mundo de archivos en papel. La productividad aumentó a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000 a medida que se expandió el correo electrónico, las bases de datos digitales y la web. Los beneficios que la tecnología trajo, en ese momento, parecían superar el costo de la distracción. Sin embargo, desde mediados de la década de 2000, el crecimiento de la productividad se ha desplomado, tal vez porque la carga de la distracción ha cruzado algún umbral crítico.

Pero esta seguramente no es toda la historia. El rendimiento en todas las industrias no encaja muy bien con la idea de que la distracción es la principal causa de la baja productividad. En la última década, el crecimiento de la productividad laboral tanto en la fabricación como en la construcción ha sido particularmente decepcionante, y el problema no puede ser el hecho de que los desk jockeys desperdicien tiempo en Pinterest.

La baja productividad es también una consecuencia de la reasignación de los trabajadores de las industrias con tasas de crecimiento relativamente altas a las más estancadas. En América, el cuidado de la salud y la educación, donde la productividad laboral es persistentemente baja, representa más de la mitad del crecimiento total del empleo desde 2000.

Entonces, ¿cómo conciliar la evidencia del costo que suponen las nuevas tecnologías con la dificultad de detectar un costo de productividad? Una posibilidad es que las empresas no hayan sido tan extenuantes como cabría esperar para maximizar la producción por trabajador. El empleo no cae mucho en respuesta a las alzas en los salarios mínimos porque el producto por trabajador aumenta. Esto se debe en parte a que los trabajadores se esfuerzan más y en parte porque las empresas, enfrentadas a un nuevo costo, se centran más en el seguimiento del desempeño de los trabajadores. De manera similar, la productividad aumentó inmediatamente después de la crisis financiera, y no porque las empresas despidieran a trabajadores menos productivos. Por el contrario, los trabajadores parecen haber aumentado su juego para convencer a los jefes de no despedirlos. Después de una década de bajos salarios y altas ganancias, las empresas pueden sentirse satisfechas. Eso, y su consiguiente falta de inversión, puede ser una mejor explicación de la productividad débil que la distracción de los trabajadores.

Los sueños de Tweet están hechos de esto

Ya sea que los cerebros fritos por la interrupción constante estén desacelerando el crecimiento, el diluvio digital tiene un costo. El Sr. Nixon reconoce que los trabajadores distraídos se vuelven menos empáticos, un efecto secundario serio en una economía donde las conexiones humanas con los clientes se presentan como una defensa contra la automatización. La distracción también parece reducir la felicidad informada, y ese efecto se puede magnificar si significa que se completan menos tareas para satisfacción de los trabajadores, o si la fuente de la distracción es otra alerta de noticias angustiantes. Entonces, esta es otra razón más para anhelar un mercado laboral verdaderamente ajustado: cuando las empresas no pueden ahorrar un momento de inactividad, pueden tomarse en serio la tarea de recortar las intrusiones que mina la productividad en el lugar de trabajo, para beneficio de todos. OK, es hora de un tweet.

jueves, 28 de junio de 2018

Los mayas usaban el chocolate como moneda

Chocolate moderno en forma de glifos mayas, el lenguaje escrito que utilizan para comunicarse.
Arina Habich / Alamy Foto de Archivo

La civilización Maya usó el chocolate como dinero


Por Joshua Rapp Learn | Science Magazine

Su barra de Hershey puede haber valido su peso en oro en tiempos de los mayas. Un nuevo estudio revela que el chocolate se convirtió en su propia forma de dinero en el apogeo de la opulencia maya, y que la pérdida de esta delicadeza puede haber jugado un papel en la caída de la famosa civilización.

El estudio está en el camino correcto, dice David Freidel, un antropólogo y experto maya de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, que no participó en el trabajo. El chocolate "es un alimento muy prestigioso", dice, "y [era] casi con certeza una moneda".

Los antiguos mayas nunca usaban las monedas como dinero. En cambio, al igual que muchas civilizaciones tempranas, se pensó que realizaban principalmente trueques, intercambiando artículos como tabaco, maíz y ropa. Las cuentas coloniales españolas del siglo XVI indican que los europeos incluso usaron granos de cacao -la base del chocolate- para pagar a los trabajadores, pero no estaba claro si la sustancia era una moneda prominente antes de su llegada.

Para descubrirlo, Joanne Baron, una arqueóloga de la Red Bard Early College -una red de escuelas que se enfoca en la enseñanza de nivel universitario para estudiantes de secundaria- en Newark, Nueva Jersey, analizó el arte maya. Se centró en la investigación publicada y otras imágenes mayas disponibles durante el período maya clásico, desde aproximadamente 250 grados centígrados hasta aproximadamente 900 grados centígrados en las tierras bajas del sur de los mayas en la actual México y América Central. Los objetos -incluyendo murales, pinturas de cerámica y esculturas- representan intercambios típicos de mercado y pagos de tributo a los reyes mayas.


Una escena de mediados del siglo XVI representa a un indígena mexicano preparando chocolate.Museo de América, Madrid, España / Bridgeman Imágenes

El chocolate no apareció mucho en el arte más antiguo, descubrió Baron, pero se hizo más frecuente en el siglo VIII d. C. También es más o menos el momento en que la gente parece estar usándolo como dinero, es decir, un artículo ampliamente aceptado como pago por bienes o servicios en lugar de un trueque de una sola vez. Los mayas usualmente consumían su cacao como una bebida caliente, un caldo humeante servido en una taza de arcilla. Una de las representaciones más antiguas de ella se usó en fechas de intercambio a mediados del siglo VII. En un mural pintado en una pirámide que pudo haber sido un mercado central cerca de la frontera con Guatemala, una mujer le ofrece a un hombre un cuenco de lo que parece chocolate caliente y espumoso a cambio de la masa utilizada para hacer tamales. Esta primera representación sugiere que, aunque el chocolate se estaba intercambiando en este punto, es posible que no se haya comercializado como una forma de moneda, dice Baron.

Pero la evidencia posterior muestra que el chocolate se parecía un poco más a las monedas, en forma de granos de cacao fermentados y secos. Baron documentó alrededor de 180 escenas diferentes en cerámica y murales desde aproximadamente 691 C. hasta 900 C.E. que muestran los productos entregados a los líderes mayas como un tributo, o una especie de impuesto. Los productos como el tabaco y el grano de maíz a veces se entregan como tributo, pero los artículos que aparecen más en estas escenas son trozos de tela tejida y bolsas etiquetadas con la cantidad de granos de cacao secos que contienen, informa ella en Antropología Económica.

Baron cree que el hecho de que los reyes mayas recogieran cacao y telas tejidas como impuestos muestra que ambos se habían convertido en una moneda en este momento. "Están recolectando mucho más cacao de lo que el palacio realmente consume", dice, y agrega que el excedente probablemente se utilizó para pagar a los trabajadores de palacio o para comprar cosas en el mercado.

Freidel dice que el cacao fue amado casi universalmente por los mayas. Pero hubiera sido mucho más apreciado que los cultivos como el maíz porque los árboles de cacao son susceptibles a la pérdida de cosechas y no crecieron bien cerca de las ciudades mayas.

Algunos estudiosos creen que la sequía llevó a la caída de la civilización maya clásica. Baron especula que la interrupción del suministro de cacao que alimentó el poder político puede haber llevado a un colapso económico en algunos casos.

Freidel dice que el aumento en las representaciones artísticas de cacao no necesariamente indica una mayor importancia como moneda. A medida que se desarrollaba el período clásico maya, dice, cada vez más personas escribían y pintaban murales o escenas de cerámica. "¿De verdad se está volviendo más importante o solo estamos aprendiendo más sobre eso?"

También es escéptico de que la pérdida de cacao haya contribuido a la caída de los mayas. Los granos de cacao no eran el único tipo de moneda, las notas de Freidel, la tela tejida y otros bienes como el grano de maíz o ciertos tipos de piedra verde también se usaban posiblemente como dinero. "Creo que una caída de un producto básico no haría que el sistema se bloquee".

miércoles, 27 de junio de 2018

La hiperinflación boliviana superada gracias a una Commodore 64


Informática en los ’80: Una Commodore 64 que salvó a Bolivia y pasó a la historia

El Despertador


 Por Marcelo Brusa.
Publicado en la revista K64 nº 26, Argentina, mayo de 1987.


En agosto de 1985, el flamante presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro, convocó al joven economista boliviano Juan Cariaga (en la foto) y le encomendó hacer en un plazo máximo de tres semanas un plan económico que salvara al país del desastre. La inflación llegaba al 30 mil por ciento anual y el plan debía ser elaborado en secreto. Veinte días después el gobierno tenía su receta económica, planificada en tiempo récord gracias a la Commodore 64 del hijo de Cariaga. Con esa computadora más un datassete (unidad de almacenamiento en casetes de audio) y un televisor color común, Cariaga elaboró durante tres semanas el programa económico de emergencia que salvó a ese país del colapso y bajó en forma abrupta la inflación a solo 60 puntos cada 12 meses.
Computadora Commodore 64 conectada a un datasete y un televisor común similares a los utilizados por Cariaga.

Cariaga recibió a un equipo periodístico de K64 en su casona de estilo colonial en el barrio de Calacoto en La Paz. En el curso de una extensa entrevista reseñó el nacimiento de un programa económico desarrollado en la computadora de su hijo y que logró un éxito prácticamente inédito en todo el mundo por su efectividad.


“En agosto de 1985, al día siguiente de que asumiera el presidente Víctor Paz Estenssoro, me convocó a su despacho junto con otro economista, dos políticos y dos empresarios para pedirnos que elaboráramos un plan económico de emergencia. En aquellos días la inflación superaba el 30 mil por ciento anual, el papel moneda había perdido su valor y el doctor Paz nos anticipó que el país se encaminaba hacia un colapso total en muy corto plazo”.

El joven funcionario añadió que el jefe de estado les había indicado que el plan debía hacerse en absoluto secreto, tenía que ser simple de aplicar y de efectos rápidos para poder superar la crisis. Las exigencias de completa reserva, algo indispensable para evitar que la desenfrenada especulación de aquellos días se incentivara aún más, forzó a Cariaga a “expropiar” la Commodore 64 de su hijo y trabajar recluido en el despacho de su casa.


“Ni siquiera tenía una impresora, solo la grabadora de casete y el teclado conectados al televisor de casa, así que a medida que avanzaba en los resultados, tenía que copiarlos a mano para mostrárselos al presidente, porque si yo hubiese tratado de conseguir una impresora, quizás habría dado una pista de que estábamos preparando algo y no podíamos darnos ese lujo”.

El eje central de los trabajos consistía en analizar los ingresos y egresos del sector público, y con todos los datos concretos en la mano “poder determinar cuánto entraba y recortar cuánto salía, evitando el déficit y la emisión de moneda sin respaldo”. Los primeros siete días de trabajo fueron empleados por el ministro para diseñar “a mano” un programa que permitiera analizar los movimientos de dinero.


“Fue muy trabajoso y no se imagina cuán grande resultó mi sorpresa cuando, una vez que todo se hizo público, supe que en realidad yo había reescrito desde cero el Lotus”.

(Nota: Lotus 1-2-3 era un programa muy popular que se vendía en aquel entonces. Fue uno de los antecesores de la planilla electrónica Microsoft Excel).

Cariaga explicó que hacía más de 15 años que casi no tenía contacto con la computación desde que había estudiado ciencias económicas en Estados Unidos entre 1966 y 1971. En aquella oportunidad fue alumno nada menos que del profesor John Kemeny, el creador del lenguaje BASIC, quien en aquella época “nos pronosticó que en veinte años la computación estaría al alcance de todo el mundo”.

En el año 1985, meses antes de ser convocado a “salvar Bolivia”, Cariaga viajó a la Universidad de Harvard para dar una conferencia sobre hiperinflación, y una tarde en una tienda “vi una Commodore 64 con su datasete, por poco más de 200 dóiares. Era sin duda un precio que la ponía al alcance de todo el mundo. De inmediato recordé lo que nos había dicho Kemeny veinte años antes y me decidí a comprarla para regalársela a mi hijo”. La primera sorpresa de Cariaga –que por supuesto aún ignoraba el destino que tenía reservado esa computadora– al leer las especificaciones y capacidades de la máquina y luego al probarla, “fue descubrir que esa pequeña maquinita podía hacer las mismas cosas que los gigantescos equipos General Electric 360 que usábamos en nuestras épocas de estudiantes en las universidades norteamericanas”.
La paciencia de un presidente

Cariaga elogió la paciencia del casi octogenario jefe de estado Víctor Paz Estenssoro y recordó que “cuando estábamos diseñando el plan, él se acercaba muchas tardes hasta mi estudio en casa para preguntarme algunas cosas, por ejemplo qué pasaba si el precio del estaño –una de las principales exportaciones de Bolivia– bajaba, por ejemplo, un tres por ciento. Entonces el doctor Paz tenía que esperar con gran paciencia muchos minutos hasta que yo ubicaba con el datasete el programa correspondiente a la COMIBOL (Corporación Minera Boliviana), alimentaba los nuevos datos y le copiaba a mano en un papel los resultados”.
 
Dr. Víctor Paz Estenssoro (1907–2001), cuatro veces presidente de Bolivia. En su último mandato (1985–1989) cambió la orientación económica estatista por la neoliberal friedmaniana e impulsó una serie de políticas económicas que frenaron en seco la hiperinflación.

Cuando finalmente todos los datos del programa económico estuvieron listos en el plazo récord de veinte días, tal como había pedido el presidente, fue anunciado el Decreto Supremo 21.060 que liberó los precios, devaluó la moneda hasta ubicarla en un nivel real, cambió el signo monetario e introdujo una estricta disciplina fiscal en cuanto a ingresos y egresos en el presupuesto, esto último a través de un seguimiento constante de información hecho en la Commodore 64. Según el ministro Cariaga, la conjugación inicial del impacto psicológico del programa y la confianza generada posteriormente por el cumplimiento de las metas anunciadas, permitió superar la hiperinflación y reactivar la economía.

Ahora, a casi dos años del inicio de este plan económico considerado como un “modelo” en muchas universidades del mundo, el “seguimiento diario” de la información sobre ingresos estatales –indispensables para determinar los gastos y mantener la efectividad de las medidas– se efectúa sobre un equipo de computación profesional instalado en el Ministerio de Finanzas. La Commodore 64 desde la cual nació todo sigue en la residencia del ministro y en su uso se alternan el hijo del funcionario, a veces su esposa y otras veces él.
 
Juan Cariaga en 2005. Foto: Bolivia.com

Fuentes:


Artículo original publicado en la revista K64:
https://imgur.com/xgIW8Ip

Revista K64:
http://k64.bytemaniacos.com

Enciclopedia y Biblioteca Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas: La hiperinflación boliviana:
http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/Sabino-bolivia.htm

Videos de Juan Cariaga en YouTube:


.

.

Histórico discurso del presidente Víctor Paz Estenssoro al anunciar la Nueva Política Económica a través del Decreto Supremo 21.060 en 1985:

.

Biografía del Dr. Víctor Paz Estenssoro en CIDOB:
http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/bolivia/victor_paz_estenssoro

Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Commodore_64
http://es.wikipedia.org/wiki/Victor_Paz_Estenssoro

martes, 19 de junio de 2018

¡Con razón! Desde 1975 nos volvemos cada vez más tontos

Todos nos estamos volviendo más tontos, las nuevas pruebas científicas y nadie está seguro de por qué

¿Son nuestras terribles dietas, malas escuelas, obsesiones tecnológicas o incluso medios cada vez más basura los culpables?
Por Jessica Stillman

Contributor, Inc.com@EntryLevelRebel
Inc.com




Cualesquiera que sean las cosas increíblemente tontas que la humanidad hizo en el siglo XX (y había, como saben, algunas doozies), todos teníamos al menos una cosa por la que cacarear: según lo medido por las pruebas de coeficiente de inteligencia, los humanos al menos se volvían cada vez más inteligentes.

El aumento constante en los puntajes promedio de CI se conoce como el efecto Flynn, y duró décadas. Básicamente, donde sea que los científicos vieron, encontraron un aumento de la inteligencia de aproximadamente tres puntos de CI por década.

Pero investigaciones recientes tienen noticias preocupantes: esta tendencia parece estar revertiendo.
La humanidad ahora oficialmente se está volviendo más tonta.

Probablemente no debería preocuparnos si algún bolsillo de la población vio una disminución en el cociente intelectual, ya que cosas como la educación y la dieta afectan el cociente intelectual y estos factores pueden variar de un grupo o de un momento a otro. Pero de acuerdo con este nuevo estudio, no parece ser un pequeño segmento de la población cuyo CI está bajando. Parece ser toda la nación de Noruega.

Cuando los científicos del Centro de Investigación Económica Ragnar Frisch de Noruega analizaron unas 730,000 pruebas de coeficiente intelectual entregadas a hombres noruegos antes de su servicio militar obligatorio de 1970 a 2009, descubrieron que los puntajes promedio de CI en realidad se estaban hundiendo. Y no solo por una cantidad minúscula. Cada generación de hombres noruegos parece estar volviendo más dudoso a los siete puntos de coeficiente de inteligencia.

Y como señala PsyBlog, este no es ni siquiera el primer estudio en encontrar que el Efecto Flynn se ha invertido, aunque puede ser el más convincente hasta la fecha.
La pregunta del millón: ¿por qué?

Es una noticia horrible para los fanáticos del progreso, pero también plantea una pregunta increíblemente importante: ¿por qué? ¿Qué está causando que los puntajes de IQ comiencen a dirigirse en la dirección incorrecta?

En primer lugar, puede preguntarse si es genético. Quizás algún cambio en la composición de un grupo en particular que se está estudiando ha causado el declive (crudamente, se podría llamar a esto "la gente tonta tiene más hipótesis de bebés"). Pero eso parece estar descartado por la nueva investigación, que muestra que incluso dentro de las familias individuales, el índice de inteligencia ha disminuido. El economista blogger de la Revolución Marginal Tyler Cowen resume lo que eso significa: "En otras palabras, hemos comenzado a construir un entorno más estúpido".

Entonces, sabemos que el culpable es nutrir en lugar de naturaleza (o, lo siento xenófobos, migración), pero los científicos todavía están desconcertados en cuanto a qué aspecto exacto de la vida moderna está impulsando el declive. Algunos han propuesto que nuestra obsesión por la tecnología podría ser la culpable, pero como el declive comenzó en la década de 1970, mucho antes de que todos pasaran el día mirando las pantallas, esa no podía ser toda la historia.

Otras explicaciones propuestas son las dietas modernas poco saludables, los medios cada vez más basura, o una disminución en la calidad de la educación o la prevalencia de la lectura.

El problema podría ser hasta un detalle técnico de las pruebas de cociente intelectual. Los científicos hacen una distinción entre la inteligencia cristalizada (todas las cosas que te han enseñado y recuerdas) y la inteligencia fluida (tu capacidad para aprender cosas nuevas). Las pruebas de cociente intelectual generalmente miden más la inteligencia cristalizada, por lo que los cambios en la escolaridad que restan importancia a la memorización podrían estar provocando una disminución en los puntajes. Si esta explicación es cierta, los estudiantes siguen siendo tan inteligentes como siempre (solo que confían más en Google).

El resultado final, sin embargo, es que la causa del declive sigue siendo un misterio. Sin embargo, independientemente de lo que resulte ser, todos deberíamos comenzar a preocuparnos por lo que nuestros modos de vida sedentarios, adictos a la pantalla y al masticar, podrían estar causando en nuestro cerebro.

viernes, 15 de junio de 2018

Economistas encuentran relación entre educación y genética

Los economistas han identificado un vínculo entre la genética y la desigualdad de la riqueza




Análisis de cartera. (AP Photo / Paul Sakuma)Escrito por Allison Schrager 
Cuando los profesores se aventuran fuera de la torre de marfil y encuentran personas exitosas, a veces se les pregunta: "Si son tan inteligentes, ¿por qué no son ricos?" La mejor réplica, que la leyenda atribuye al economista Larry Summers, es: "Si eres tan rico, ¿por qué no eres inteligente?Un grupo de economistas ha intentado responder esas preguntas. Siempre ha habido evidencia de que ciertos rasgos genéticos están asociados con el espíritu empresarial y la riqueza. Pero nunca estuvo claro cuánto podría acreditarse a la naturaleza (un gen emprendedor) y cuánto nutrir (crecer en un ambiente que fomenta el emprendimiento o tener padres ricos que transmiten su riqueza).

Un nuevo trabajo de investigación de Daniel Barth, Nicholas Papageorge y Kevin Thom intenta separar la naturaleza y la nutrición midiendo la contribución de la genética a la riqueza. Específicamente, se centran en una medida genética que indica una afinidad por el logro educativo.Los economistas construyeron un promedio ponderado de marcadores genéticos basados ​​en estimaciones de estudios anteriores que midieron la relación entre genes y educación. Esto les da un puntaje de logro educativo (EA, por sus siglas en inglés): a mayor puntaje, más predispuesta genéticamente es una persona a la educación. También tenían datos sobre ingresos, riqueza y educación para una muestra de alrededor de 5,700 estadounidenses.


Los investigadores midieron cómo los puntajes de EA se correlacionaron con la riqueza en el momento de la jubilación, después de controlar los ingresos y la educación. Estimaron que un aumento de una desviación estándar en el puntaje de la EA se asocia con alrededor de 14% de mayor riqueza. Descubrieron que vale la pena ser inteligente, pero no demasiado inteligente. Hay rendimientos decrecientes, e incluso negativos, en la capacidad académica. Los investigadores trazaron la relación en el siguiente cuadro, donde el eje X es el puntaje EA y el eje Y es una medida de riqueza al momento de la jubilación.


Los autores exploraron diferentes razones por las cuales una puntuación EA más alta generalmente se correlaciona con más riqueza. Estimaron que los hogares con puntuaciones más altas tenían más probabilidades de haber recibido una herencia. Los puntajes de EA se basan en la genética, por lo que si tiene un puntaje alto en EA, es probable que sus padres también lo hayan hecho y que también tengan más riqueza para legarle.


Los puntajes más altos de EA no parecen traducirse en mayores tasas de ahorro. Pero están correlacionados con la disposición a correr riesgos (medidos por dos preguntas de la encuesta sobre tolerancia al riesgo). Tomar más riesgos es fundamental para hacerse rico. Los economistas descubrieron que los encuestados de EA de alto puntaje tenían más probabilidades de poseer acciones, tener un historial de iniciativa empresarial y tolerar mejor la ambigüedad. Todas estas características se suman a más riqueza.

Los autores del estudio especulan que pasar de un régimen de pensión de beneficios definidos, donde los empleadores invierten sus activos de jubilación y asumen todo el riesgo, a un sistema de contribución definida, donde las personas toman sus propias decisiones de inversión, agravará la desigualdad de la riqueza. Las personas con altos puntajes de EA ya ganan más en sus trabajos y también toman mejores decisiones de inversión. Un régimen de pensiones que requiere que las personas inviertan por sí mismas empeorará la desigualdad al favorecer a aquellos con altos puntajes de EA.

Por desgracia, todavía no está claro por qué hay rendimientos decrecientes en los puntajes más altos de EA. Thom dice:

Muy bien puede haber rendimientos marginales decrecientes de las dotaciones genéticas medidas por el puntaje EA. Por ejemplo, después de cierto punto, los hogares podrían estar evitando los errores más costosos y habiendo tomando decisiones financieras en buena medida, de modo que agregar más de las dotaciones medidas por el puntaje de EA podría no marcar una gran diferencia. Sin embargo, esto es pura especulación y, con suerte, los estudios de seguimiento arrojarán más luz sobre los mecanismos que impulsan este patrón.

Tal vez algún día los profesores tengan una réplica estadísticamente más sólida, aunque menos ingeniosa, cuando las personas pregunten por qué no son más ricos.