martes, 6 de octubre de 2015

Japón insta a cerrar sus departamentos de "ciencias blandas"

Universidades japonesas están cerrando sus departamentos de Ciencias Sociales y Humanidades 
¿Qué tan valioso es ese grado en la literatura?



Salón de Actos vacío. (Daniel Mirer / Daniel Mirer / Corbis)


Por Erin Blakemore - The Smithsonian

La mayoría de las instituciones de educación superior ofrecen una amplia gama de temas, desde la ingeniería y la ciencia a la literatura, la historia y la sociología han sido durante mucho tiempo una espina dorsal. Pero, como informa Alex Dean para The Guardian, que está cambiando en Japón como más de 50 universidades reducen o eliminan sus departamentos de Humanidades y de Ciencias Sociales en su totalidad.

El cambio se produce después de Hakuban Shimomura, ministro de Educación de Japón, instó a las universidades e institutos de educación superior nacionales "a tomar medidas activas para abolir [departamentos de ciencias sociales y humanidades] o convertirlos a servir en áreas que satisfagan mejor las necesidades de la sociedad", escribe ICEF monitor .

Es un movimiento que está enviando "escalofríos a académicos" en todo el mundo, dice Dean. La crítica de Shimomura de la educación de humanidades se alinea con las prioridades "utilitaristas" de primer ministro japonés, Shinzo Abe, escribe Nash Jenkins del TIME: En un intento de reconstruir la talla de Japón, Abe ha instado a su gobierno a centrarse en la formación profesional.

Dentro de Japón, el anuncio de que docenas de universidades tienen la intención de dejar atrás las humanidades ha horrorizado algunos académicos - incluso los de las ciencias. "La universidad es tanto una educación y una institución de investigación", escribió el Comité Ejecutivo del Consejo de Ciencias de Japón en un comunicado. "Cualquier devaluación de las [humanidades y las ciencias sociales] en la educación superior podría resultar en la reducción de la oportunidad para que los académicos para ejercer plenamente su experiencia académica. Esto a su vez, desalentar a los que aspiran a ser académicos y por la presente obstaculizar el progreso equilibrado de conocimientos académicos ".

Las "ciencias blandas" y las artes siempre han sido estigmatizados como inútil, frívolo y poco práctico. Pero este punto de vista podría estar cambiando, al menos fuera del gobierno de Japón: La investigación reciente muestra que las grandes artes liberales pueden cerrar gran parte de la brecha salarial con los que se especializan en STEM con el tiempo y humanidades grados ahora están en alta demanda entre los arranques de alto perfil .

domingo, 4 de octubre de 2015

Desastre salarial de la dictadura chavista

Salarios en Venezuela: cómo el régimen chavista empobreció a la población
Un profesor universitario cobra 16 dólares, un maestro 12, un médico no llega a los 10 y un policía araña los 14 (si suma bonos y horas extras)... Advertencia: cuando usted termine de leer esta nota, puede que los valores ya estén desactualizados


 Mural de Hugo Chávez en Venezuela

La brecha cambiaria en Venezuela es tan amplia que dependiendo el sistema que se utilice para cotizar el bolívar, el salario puede parecer un logro o una broma. Es que el régimen chavista ofrece un menú tan insólito como ficticio: cuatro tasas cambiarias.

El dólar oficial, clavado en Bs. 6,30, es la ilusión que el Gobierno utiliza para maquillar sus presupuestos. Sin embargo, nadie accede a esa cotización. Los venezolanos sólo pueden recurrir al tipo de cambio paralelo ("lechuga"), un mercado negro que esta semana trepó a los 822 bolívares por dólar, cifra que supera 129 veces la tasa oficial.

Además, existen otras dos tasas: el dólar Sistema Cambiario Alternativo de Divisas 1, al que sólo acceden empresas y el SICAD 2, que sí permite privados.

En este escenario, la mayoría de los venezolanos tiene que dividir su salario por 822 para saber cuánto gana en dólares.

Con estos datos, se puede empezar a calcular. Por ejemplo, el salario mínimo venezolano alcanzó el 1 de julio los 7.421 bolívares. La cifra es el resultado de la última cuota de aumento -un 10%- del 30% anunciado por Nicolás Maduro el 1 de mayo pasado. Si lo vemos con la lupa del Gobierno (cotización oficial) el salario mínimo de un venezolano sería de 1.178 dólares. Pero un trabajador nunca podrá comprar la divisa a Bs. 6,3, por lo que su ingreso cae automáticamente a 9 dólares.

El baño de realidad se convierte en un tsunami si tenemos en cuenta que los acuerdos paritarios están retrasados, por lo que hay sectores que aún ganan por debajo del mínimo que publicita el gobierno chavista.

Infobae recopiló información sobre los sueldos promedio de los venezolanos según sus ocupaciones: mestros, profesores universitaros, empleados públicos, polícías, militares, arquitectos, médicos e, incluso, diputados.


Tabla de salarios promedio en Venezuela



Profesores universitarios


El 5 de septiembre pasado, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela aprobó las nuevas tablas salariales para sus trabajadores. Un profesor de tiempo completo cobra Bs.19.000 (USD 3.000 en el mercado oficial, USD 23 en el paralelo). Un docente de medio tiempo, Bs. 13.285 (USD 2.100 en el dólar oficial, USD 16 en el paralelo).

Docentes


Los maestros no ganan mejor. Según confirmó la Federación Venezolana de Maestros, el 23 de septiembre pasado lograron cerrar paritarias por primera vez en 12 años en el municipio de Chacao (área de Caracas y gobernado por el opositor Primero Justicia). Ahora, un maestro Nivel 1 cobra Bs. 10.300 (USD 1.635 a tasa oficial, USD 12,5 a cotización paralela). Un Nivel 6 percibe Bs. 17.831 (USD 2.830 a cotización del Gobierno, USD 21,7 a cambio real).

Petroleros


En el país del petróleo, la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, del Gas, Similares y sus derivados de Venezuela (Futpv) viene luchando hace años para dignificar su ingreso. En la actualidad exigen un aumento salarial del 118 por ciento. Hoy, el básico es de Bs. 274 al día, unos Bs. 8.227 por mes (USD 1.305 en el oficial, USD 10 en el paralelo).

Médicos


Además de sufrir la falta de insumos y medicinas, cobran pésimo. En el sistema público de Caracas, por ejemplo, un ganan unos Bs. 8.000 (USD 1.270 en el oficial, USD 9,7 en el paralelo). Pero si se sale de la capital, el salario es aún más bajo. Según el Colegio de Médicos, en el estado de Zulia ganan Bs. 7.421 (USD 1.178 oficiales, USD 9 en el paralelo).

Es que el título universitario no garantiza un mejor pasar. Por ejemplo, los arquitectos ganan en promedio unos Bs. 14.000 (USD 2.222 en el mercado oficial, USD 17 en el paralelo).

Administración pública


Trabajar para la Administración Pública de la República Bolivariana de Venezuela tampoco es una garantía de éxito salarial. Los obreros estatales cobran Bs. 7.421 (USD 1.178 oficiales, USD 9 en el paralelo). Y los funcionarios se dividen en tres grandes categorías con sub salarios: la retribución mínima de un bachiller es como la del obrero; el personal administrativo técnico superior universitario percibe un mínimo de Bs. 8.205 (USD 1.302 en el mercado oficial, casi USD 10 en el paralelo); y el personal administrativo profesional universitario cobra un mínimo de Bs 8.730 (USD 1.385 en la cotización oficial, USD 10,6 en el paralelo). Así, el salario promedio de una secretaria en la administración pública asciende a los Bs. 12.000 (USD 1.900 en el oficial, USD 14,5 en el pararlelo).

Policía


Arriesgar la vida por el Estado venezolano tampoco parece valer la pena. Como en la mayoría de los países de América Latina, ser policía no es negocio. Es cierto que cuentan con bonificaciones –Riesgo (Bs. 742,16), Transporte (Bs. 3.422), Hogar (Bs. 2.200), Antigüedad (Bs.1.335), Hijo (Bs. 240)–, pero aun sumándolas todas, un oficial de la Policía Nacional Bolivariana sólo llega a cobrar Bs. 12.000 mensuales (USD 1.900 en el oficial, USD 14,5 en el pararlelo).

Fuerzas Armadas


La Fuerza Armada Nacional Bolivariana es el sector que más aumentos ha logrado en en los 16 años de revolución chavista. Sin embargo, hace más de dos años que no se publican datos oficiales. En promedio, un general de Brigada (el de menor rango en la FNBA) gana unos Bs. 35.000 (USD 5.555 a cotización oficial, USD 42 en la paralela).

Congreso


Los diputados nacionales tienen un salario básico de Bs. 29.687 (USD 4.712 en la cotización oficial, USD 36 en la paralela) pero si le suman dietas de representación, transporte y alimentación, pueden llegar a cobrar unos Bs. 42.100 (USD 6.682 oficial, USD 51 en el paralelo). Así que Diosdado Cabello, el número 2 del chavismo, se las tiene que arreglar con 51 dólares por mes para vivir...

El salario de los venezolanos se ha convertido en una basura. Las cifras son elocuentes. Pero si aún persisten las dudas, sólo basta analizar el poder adquisitivo real de los ingresos. La canasta alimentaria está valuada en Bs. 28.363, así que el ejercicio es sencillo: se necesitan 3,8 salarios básicos para comprarla.

Para acceder a los productos básicos, un venezolano necesita un salario y medio de un profesor universitario; o 3 sueldos y medio de un empelado petrolero o de un médico; o casi 4 salarios de un policía... En Venezuela, sólo los diputados o los generales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana puede darse el lujo de costear una canasta básica.

Este descalabro salarial sólo se entiende en un contexto inflacionario. Aunque el último dato oficial sea de diciembre del año pasado (con un índice del 68,5%), las mediciones privadas afiman que el porcentaje superó ya los tres dígitos. Según el diario local El Nacional, entre diciembre y septiembre ya acumula un alza de 141,5 por ciento. Y los precios aumentaron un 179,5% en los últimos 12 meses.

La distorsión del mercado cambiario y la inflación descontrolada son la pesadilla de los venezolanos.

Infobae

viernes, 25 de septiembre de 2015

Libro: Desigualdad por esfuerzo diferencial

¿Por qué los niños de la clase trabajadora tienen menos probabilidades de conseguir trabajo de élite? Estudian demasiado duro en la universidad.

Por Henry Farrell - Washington Post


Portada del libro de Lauren Rivera, Pedigree
Cortesía, Princeton University Press

Lauren Rivera es profesora asociada de gestión y organizaciones en la Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern. Su reciente libro, "Pedigree: Cómo Elite estudiantes obtienen trabajos de élite", examina cómo la desigualdad se produce por los patrones sociales sutiles de habilidades de educación e informales, así como las grandes fuerzas políticas y económicas. Le pregunté a sus cuatro preguntas sobre el libro.

Cuando los científicos sociales piensan acerca de la desigualdad económica y las formas en que las elites son capaces de dictar ventajas a sus hijos, suelen argumentar que es impulsado por diferencias materiales evidentes, como el acceso a buenas escuelas. Su libro sostiene que el privilegio de élite puede implicar beneficios sutiles que ayudan a algunas estudiantes - y no a otros - conseguir puestos de trabajo en alta clasificación bufetes de abogados, bancos y consultorías de gestión. ¿Cuáles son estas ventajas?

LR - Ya sea intencionadamente o no, los padres de élite exponer a sus hijos a diferentes experiencias y estilos de interactuar que son útiles para salir adelante en la sociedad. Muchos de ellos se da por sentado en los círculos de la clase alta y media-alta, por ejemplo, cómo preparar una solicitud de la universidad (y haber cultivado el tipo correcto de logros para impresionar a los oficiales de admisión), la forma de la red en un entorno de negocios de una manera que parece natural, y cómo desarrollar una buena relación con los profesores, los entrevistadores y otros guardianes de hacer las cosas que usted quiere de aquellos en el poder. Básicamente, si pensamos en la desigualdad económica como una competición deportiva, los padres de élite dan a sus hijos una ventaja, no sólo por ser capaz de permitirse el equipo necesario para jugar, sino también enseñándoles las reglas del juego y darles consejos de expertos en Cómo ganar.

Uno de sus más argumentos contra-intuitiva es que los estudiantes de la clase trabajadora y orígenes de clase media-baja tienen menos probabilidades de obtener puestos de trabajo de élite, ya que se concentran en el estudio en vez de su vida social en la universidad. Eso es todo lo contrario de lo que la sabiduría convencional sugiere. ¿De qué manera la devoción de estos estudiantes a la seriedad académica herido sus perspectivas laborales?

LR - Trabajo y los niños de clase media baja tienen menos probabilidades de participar en actividades extracurriculares estructurados que sus pares más privilegiados mientras crecía (y cuando lo hacen, tienden a participar en menos de ellos). Esto perjudica a sus perspectivas de trabajo de dos maneras. En primer lugar, afecta a los tipos de escuelas los estudiantes asisten. Universidades de élite pesan actividades extracurriculares fuertemente en las decisiones de admisión. Dado que estos empresarios-que ofrecen algunos de los puestos de trabajo de nivel de entrada que más paga en el recluta país casi exclusivamente en las mejores escuelas, muchos estudiantes que se centran exclusivamente en sus estudios estarán fuera de juego mucho antes de que se aplican a las empresas. En segundo lugar, los empleadores también utilizan las actividades extracurriculares, especialmente aquellos que son impulsados ​​por la "pasión" en lugar de interés académico o profesional y requieren grandes inversiones de tiempo y dinero durante muchos años, a currículos de pantalla. Pero la participación en estas actividades, mientras que en la universidad o la escuela de posgrado no es un lujo que todos pueden permitirse, especialmente si alguien tiene que trabajar largas horas para pagar las cuentas o hacerse cargo de miembros de la familia. Esencialmente, extracurriculares terminan siendo un doble filtro de la clase social que perjudica a los solicitantes de empleo de medios más modestos, tanto en entrar en la tubería de reclutamiento y tener éxito en ella.


Su libro encuentra una enorme diferencia en el número de reclutadores en las firmas de élite tratan a los graduados de un pequeño número de universidades prestigiosas, y cómo tratan a todos los demás. Los candidatos que "eligieron" para ir a una escuela de menor puntuación son vistos por algunos reclutadores como haber demostrado el fracaso moral. ¿Qué impulsa a esta cultura de la selectividad y la perpetúa?

LR - En pocas palabras, nos gusta la gente que es similar a nosotros mismos. Pregunte a cualquier persona lo que constituye un buen conductor, líder, o padre, y lo más probable es que van a describir a alguien como ellos. Lo mismo es cierto para la forma en que la gente piensa de los méritos en el mundo laboral. La mayoría de los empleados de estas empresas son graduados de los programas de pregrado o postgrado altamente élite y creen que es donde reside el talento de verdad. Además, teniendo en cuenta lo segregado nuestra sociedad se ha convertido en socio-económicamente, las personas que crecen en comunidades media alta o de clase alta donde la asistencia a la universidad es la norma puede no darse cuenta de los factores estructurales que influyen en itinerarios educativos y erróneamente ven prestigio universitario como un reflejo de la capacidad solo. Por último, las clasificaciones nacionales importan. Clasificaciones proporcionan una presumiblemente manera fácilmente cuantificables, "científica" de dar sentido a la gran cantidad de instituciones educativas que hay. Ambos refuerzan las creencias que el prestigio de la escuela es igual a la calidad de los estudiantes (a pesar de factor cosas que no tienen nada que ver con habilidades de los estudiantes en el rango de una universidad) y sirven como justificación conveniente para limitar la contratación de un pequeño número de escuelas de élite con antiguos alumnos fuertes lazos con empresas .

Una de las formas en que se ha recibido su libro es como una manera para que la gente encontrar la manera de mejorar sus posibilidades de conseguir un trabajo en una empresa de élite. Una opinión prominente trata su libro como más o menos un "cómo" guía para unirse al 1 por ciento. Esto, probablemente, no era su motivación para escribir el libro. ¿Cuál es su reacción a los lectores que están leyendo el libro en formas que pueden potencialmente reforzar el sistema problemática que está describiendo?

LR - El propósito del libro era revelar cómo las ideas acerca de lo que el mérito es y la mejor manera de medirlo contribuyen a las desigualdades de clase en la parte superior de la escala económica de Estados Unidos para-concedió tomada. Desde luego, no era mi intención para el libro que se interpreta como un manual práctico. Sin embargo, dado el aumento de los niveles de ansiedad acerca de la posición de clase entre los relativamente aventajados y los altos riesgos de conseguir puestos de trabajo en estas empresas, no me sorprende del todo que algunas personas lo utilizan como una herramienta para tratar de jugar con el sistema. Tengo sentimientos encontrados acerca de esto. Por un lado, se puede ayudar a los grupos actualmente desfavorecidos en el proceso de contratación, como los estudiantes de la clase obrera y las minorías raciales, entrar en estos puestos de trabajo. Por otro lado, se puede beneficiar a la ya favorecidos y reforzar los tipos de desigualdades documentados en el libro. Mi esperanza, sin embargo, es que la investigación se abrirá los ojos de los empleados acerca de las inequidades e ineficiencias en la forma de contratación se lleva a cabo actualmente en estas empresas y motivar el cambio en una dirección positiva.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Oferta y demanda de la aplicación Uber



Uber obtuvo dos doctorados economía para explicar cómo funciona la oferta y la demanda


No tengo la más profunda comprensión de la economía. Tengo un A-nivel-más bien como un estadounidense AP-en el tema, pero no he abierto un libro de texto de economía en una década. Pero sí recuerdo algo: El precio de un bien se determina cuántos de ellos están disponibles, y la cantidad de personas que quieran. Cuando la oferta es baja y la demanda es alta, el precio va a ser mayor.
Hoy Uber (17 de septiembre) publicó un estudio de la Universidad de Chicago se encargó en el que dos de economía doctorados explican que esto es, sorprendentemente, cómo funciona la estructura de precios aumento de Uber. El estudio muestra, en detalle intrincado, que los precios de aumento permite Uber funcione, como proveedores (drivers) son atraídos por el potencial de las tarifas más altas, y demandantes (jinetes) decidirán si realmente quieren pagar precios más altos justo que minutos. Cuando los precios caen hacia abajo, como aumenta la oferta o la demanda cae, los extremos de sobretensión.
 O, como explicó Uber:
Cuando la demanda de paseos supera a la oferta de los coches, la oleada de precios patea, lo que aumenta el precio. Verás automáticamente un icono de "aumento" al lado de los productos (uberX, UberBLACK, etc.) que están surgiendo. Si aún desea un paseo, Uber muestra el multiplicador aumento y luego le pide su consentimiento para que el precio más alto.
Oleada de precios tiene dos efectos: las personas que pueden esperar para un paseo a menudo deciden que esperar hasta que el precio cae; y los conductores que están cerca van a ese barrio para obtener las tarifas más altas. Como resultado, el número de personas que quieren un viaje y el número de controladores disponibles se acercan entre sí, con lo que los tiempos de espera de vuelta.
Los economistas hacen algunos grandes gráficos para ilustrar este punto, como éste:



Pero, en realidad, éste probablemente hubiera hecho el trabajo también:



En 2014, Uber encargó un estudio que mostró, como la pizarra lo puso, que "Conducir para Uber es grande", aunque eso no resultan ser tan exacta. En este caso, sin embargo, el estudio parece confirmar con precisión que el negocio de Uber, de hecho, se casan con las leyes de la economía.

martes, 22 de septiembre de 2015

El costo de oportunidad de las rebajas

Ganar con las cuotas o con el descuento en cash: cuándo el "sin interés" puede costar hasta 12% mensual
Ante la necesidad de hacerse de efectivo, cada vez más comercios ofrecen rebajas del 10% y hasta del 20% para quienes desembolsan sus billetes. Así, muchos particulares enfrentan la disyuntiva sobre qué les conviene más. ¿Cómo incide el costo de oportunidad de no aprovechar esa reducción?
iProfesional


En lo que va del año, los argentinos realizaron compras con tarjetas de crédito por un monto que ronda los $400.000 millones. De este total, aproximadamente un 45% corresponde a operaciones financiadas -$190.000 millones-.
A su vez, de esta última cifra, una porción importante (15%) se debe al plan oficial "Ahora 12", que ha venido creciendo en importancia desde su implementación.
Sin dudas que el "gancho" que moviliza estas sumas de dinero es la creencia de que si una persona elige abonar en cómodas cuotas fijas "sin interés", los pagos mensuales se le irán "licuando" con el avance de la inflación. Es decir, le irán "costando menos".
Sin embargo, no es tan así.

Si se tiene en cuenta el avance del conjunto de los precios de bienes y servicios, es cierto que no es lo mismo pagar un "pedacito" hoy que hacerlo dentro de un año.
No obstante, si se considera el salario en lugar de la inflación -que no sube todos los meses sino una vez al año o en forma escalonada- la cosa cambia.
Es que el peso de la cuota recién se verá reducido cuando se produzca dicha mejora, para luego mantenerse sin variantes hasta el próximo "retoque". Es decir, la magnitud de cada erogación frente al ingreso es la misma.
Como contrapartida, el resto de los bienes y servicios que conforman la canasta de consumo le irá "comiendo" al sueldo una porción mayor. Y, al sacarle un "pedazo" más grande, entonces va reduciendo el dinero disponible para afrontar las cuotas "viejas".
Quienes no cancelan la totalidad del saldo de la tarjeta a fin de mes, se encuentran con otro inconveniente: el elevado costo financiero total, que puede superar el 40% anual, lo que limita aun más la capacidad de pago para enfrentar los compromisos asumidos.
Sin embargo, el tarjeteo crece. Hay factores adicionales que inducen a un mayor financiamiento con plásticos, como el riesgo de trasladarse con dinero en efectivo, asociado a la mayor cantidad de billetes que deben transportarse, ante la pérdida del poder de compra de los de mayor denominación.

¿Sin interés?

Si se analiza en detalle, el concepto de "sin interés" puede no ser así en determinados casos, como por ejemplo cuando el comercio ofrece un descuento por pago en efectivo.
Ante este tipo de ofrecimiento, son muchas las personas que no tienen en claro cuál de las dos opciones resulta más redituable. Es decir, si en términos económicos les rinde más el "efecto licuación" o el "beneficio cash".
Claro que la decisión dependerá del monto involucrado, de la magnitud de la rebaja, de las posibilidades económicas con la que cuenta para cancelar la operación y del costo de oportunidad de elegir una u otra alternativa.
"Hay determinadas compras que inducen a la opción del pago en cuotas ya que la persona no dispone de todo el efectivo", puntualiza Andrés Méndez, analista de AMF. Esto, a pesar de que la última alternativa le puede generar un beneficio económico mayor.
Las tarjetas tienden a sustituir al efectivo en dos momentos: cuando se concreta la compra y, posteriormente, al cancelarse el saldo.
Si bien las entidades alientan el uso de los plásticos apelando a diferentes vías, puede que esas ventajas no alcancen a compensar la rebaja ofrecida a quienes desenfundan sus billetes.
Los beneficios por abonar en cash -con mayor o menor intensidad- han existido siempre. Tienden a ser mayores cuanto más se resiente la cadena de pagos, ya que los comerciantes necesitan el dinero para mantener su capital de trabajo.
Del otro lado del mostrador, la pregunta es qué gana la persona en caso de aceptar la reducción y de no elegir el "cuoteo".
A modo de ejemplo, si opta por financiar la adquisición de un producto que cuesta, por ejemplo, $1.000, deberá pagar $333 en el plan de tres pagos y $83 si opta por los doce meses.
Aquí es donde entran a jugar diferentes factores que pueden influir más que el cálculo matemático fino.
Los tres caminos posibles son:

  • Pagar en cash para no quedar endeudado, o porque tiene la tarjeta "al tope".
  • Elegir la opción a tres meses, para no arrastrar ese compromiso más allá de este lapso.
  • Recurrir a los doce meses, ya sea por un intento de querer sacarle jugo al efecto licuación o por restricciones presupuestarias.

Cada alternativa tiene asociada una relación "costo-beneficio".

En particular, entra a jugar el llamado costo de oportunidad -que muchas veces no es tenido en cuenta- y que, en este caso, se vincula con el hecho de no aprovechar esa rebaja (para simplificar los cálculos, no se tienen en consideración otras opciones como la de usar ese monto para un plazo fijo, adquirir bonos, acciones o dólar ahorro).  
Si se elige el pago en varios meses, resulta lógico pensar que el mejor camino es el de doce, ya que está asociado a una tasa de interés que termina siendo más baja.

Claro que esto aplica, siempre y cuando el comercio no ofrezca una rebaja por cancelación al contado.

1.  Descuento del 10%

Siguiendo con el ejemplo anterior, quienes desean adquirir ese producto de $1.000 y el comercio le ofrece un 10% de rebaja por cash, pueden encontrarse frente a estas opciones:

  • Cancelarlo con tarjeta a tres meses
  • Financiar ese importe en doce cuotas
  • Aprovechar el beneficio y desembolsar $900

En el primer caso, la tasa de interés (implícita) a 3 meses es del 5,5% mensual.



En cambio, en la segunda alternativa la misma desciende al 1,8% mensual.
Para llegar a estas cifras, hay que "igualar" la suma de las cuotas con el precio en efectivo, algo que se consigue a través de la tasa de interés (ver cuadro).

Tal como se observa, en el caso de la opción doce cuotas se abona una tasa similar a la inflación mensual (1,8%). De modo tal que quienes suponen que la suba de precios "todo lo paga", esta premisa no se cumple ante un beneficio en cash como el descripto.

1.  Descuento del 20%

Si el comerciante ofrece, por ejemplo, una reducción del 20%, entonces el costo de oportunidad (asociado a no aceptar esa quita) se duplica.
En la alternativa a tres meses, se eleva hasta un insólito 12% mensual.

En la opción a doce meses, ronda el 3,6%. Es decir, duplica a la inflación (ver cuadro)



Tal como se observa, las tasas que se terminan pagando son altísimas, medidas en costo de oportunidad. En muchos casos, al no contemplarse este efecto, se opta por el uso del plástico.
Esto también se vincula con la creencia de que al repartirse el gasto en varios meses, estos van perdiendo protagonismo. Sin embargo, no es tan así.
En primer lugar porque, como ya se mencionara, el "efecto licuación" se activa con las mejoras salariales y no con la inflación.
En segundo término, porque esos compromisos asumidos terminan restando capacidad presupuestaria futura.
Es, precisamente, este elevado costo el que motiva a varias entidades de defensa del consumidor a elevar sus voces pidiendo cautela a la hora de elegir qué opción resulta más conveniente para financiarse.

Héctor Polino, de Consumidores Libres, sostiene que si bien muchas propuestas a primera vista parecen convenientes pueden no serlas en absoluto.

En su opinión, "el precio real es el de pago en efectivo con descuento. El de lista, mucho más alto, se termina convirtiendo en un recargo encubierto para las compras con tarjeta".

Según Méndez, de AMF Economía, "normalmente, el valor de lista corresponde a pagos en cuotas".

¿Qué dice la legislación?

En su artículo 37, la Ley de tarjetas de crédito que lleva el N° 25065, especifica que el comercio está obligado a no efectuar diferencias de precios entre operaciones al contado y con tarjeta.
Puede cobrar intereses con la de crédito, pero deben constar en el precio final.

La Ley N° 5008 de la Ciudad de Buenos Aires establece una obligación similar. Es decir, no efectuar diferencias en transacciones que se abona en cash y con tarjeta, ya sea de crédito o de débito.
Añade que esta restricción no aplica cuando tal diferenciación sea efectivamente favorable al usuario, debiéndose exhibir el precio en moneda de curso legal y de contado.

domingo, 20 de septiembre de 2015

¿Puede la teoría de juegos ayudar a prevenir las violaciones (in campus)?

¿Puede la teoría de juegos ayudar a impedir la violación?
Una nueva aplicación permite a los estudiantes universitarios la posibilidad de informar sólo un asalto sexual si otra persona es violada por la misma persona.




Olga Khazan - The Atlantic

Una de cada cinco mujeres que asistieron a la universidad durante los últimos cuatro años dicen que fueron agredidos sexualmente, según una encuesta del Washington Post-Fundación de la Familia Kaiser publicado este verano, pero sólo el 11 por ciento dijo a la policía o las autoridades de la universidad.

Las razones del subregistro varían, pero parece que hay cuatro obstáculos principales: las víctimas no quieren llamar la atención sobre sí mismas o sus agresores, no saben si el incidente realmente constituía una "violación", están preocupadas que no les creyeran, o no sabían a quien informar.

Un nuevo sitio, Callisto, tiene como objetivo facilitar a los estudiantes universitarios para documentar-e informar, si así lo desean, sus agresiones sexuales. Con Calisto, un estudiante puede llenar un registro de sellos de tiempo del incidente y luego elegir entre tres diferentes pasos a seguir.

Primero, pueden enviarlo directamente a su coordinador IX campus Título, el punto-persona para las investigaciones de los estudiantes. El proceso de escritura ayuda, creadores de Callisto creen, porque podría reducir las probabilidades de que los administradores de la universidad se encargará de la materia insensible.

"Nuestra esperanza es que ... el coordinador del Título IX será capaz de tener una conversación con más matices", dijo Tracey Vitchers, director de desarrollo y las operaciones para las innovaciones de salud sexual, la organización no lucrativa que diseñó Calisto. "De esa manera el sobreviviente no estará en una posición en la que tienen que contar y contar y volver a contar lo que les pasó."

En segundo lugar, el estudiante podría simplemente guardarlo y decidir si presentar más tarde. Por último, el estudiante puede poner el informe en "juego", es decir el informe sólo será archivado si alguien reporta un asalto por el mismo autor.

Es esta última opción que hace Calisto único. La mayoría de las violaciones son cometidas por delincuentes reincidentes, pero la mayoría de las víctimas conocen a sus atacantes. Algunas víctimas son reacias a denunciar las agresiones porque no están seguros de si se produjo un delito, o que escriben apagado como un incidente de una sola vez. Conocer la existencia de otras víctimas podría ser la gota final que pone fin a sus dudas o su beneficio de la duda. Creadores de Callisto afirman que si podían dejar de autores después de su segunda víctima, el 60 por ciento de las violaciones del campus podría prevenirse.

Este tipo de sistema se basa en parte en un artículo de Michigan Law Review sobre "fideicomisos de información", o sistemas que permiten la transmisión de información sensible de manera que reducir "desventaja del primer movimiento." Según el artículo, los economistas se refieren también a esta como el "problema de hambre-pingüino"

Pingüinos hambrientos se reúnen en el borde de un témpano de hielo, reacios a sumergirse en el agua. Hay comida en el agua, pero una orca podría estar al acecho, por lo que ningún pingüino quiere bucear primero.
Con Callisto, nadie tiene que ser el primer pingüino. Y como el teórico de juegos Michael Chwe señala, el hecho de que cada persona crea su informe independiente hace que sea menos probable que van a ser acusados ​​después de la presentación de informes de imitación, si hay similitudes entre los incidentes.

Calisto se está experimentando en el Pomona College y la Universidad de San Francisco este año, con planes para expandir aún más si se trata de un éxito.

jueves, 17 de septiembre de 2015

USA: Lo difícil de medir la productividad

Lo que los economistas no entienden de cómo medir la productividad
Roger Martin - Harvard Business Review




Me parece interesante escuchar a los economistas hablar de crecimiento de la productividad de Estados Unidos - o la falta de ella. Ha sido una fuente de gran rozamiento con los años. Los / año tasas de crecimiento de la productividad laboral 3 +% de las décadas de 1950 y 1960 redujeron a menos del 2% en la década de 1970 y luego a 1,5% en el período 1980-1995. Hubo una manifestación alentadora entre 1996 y 2004, cuando el crecimiento volvió a sus 1950/1960 los niveles de 3% - una actuación casi universalmente atribuido a las mejoras en la eficiencia de la tecnología de información.

Pero al igual que los economistas y los entusiastas de TI estaban completando su vuelta de la victoria, el crecimiento de la productividad se dirigió a la inactividad durante una década - creciendo a un anémico 1,4% / año 2005-2014, con la desaceleración de comenzar mucho antes de la crisis financiera mundial. Cuando el primer trimestre de 2015 reveló una disminución de 3,1% en la parte posterior de un piso de 2013 y + 0,7% de 2014, se precipitó mucho llanto y el crujir de dientes. Afortunadamente, las revisiones recién publicado en el segundo trimestre de 2015 un crecimiento del 3,3% eliminados el primer descenso trimestre y ayudaron economistas respirar un suspiro de alivio que no estamos necesariamente vamos en un infierno en una cesta de la mano de la productividad.

Como he leído todos los análisis y comentario de productividad, incluyendo el reciente en estas páginas por parte de las personas inteligentes en la OCDE, me llama la atención que al tratar de entender la productividad, los economistas ven exclusivamente en un solo medio de la ecuación de la productividad -, literalmente, no en sentido figurado . Que impide su capacidad para entender lo que realmente está pasando con la productividad en la economía moderna.

La mayoría de la gente piensa instintivamente de la productividad como un cociente: una salida física (por ejemplo, una tonelada de carbón), dividido por una entrada física (por ejemplo, horas de trabajo). No sería un error; ahí es donde comenzó la medición de la productividad.

Pero a decir algo útil sobre la productividad comparativa de los diferentes tipos de empresas, no se puede comparar la salida "de una tonelada de carbón", con "un automóvil" para juzgar el que utiliza un menor número de horas de mano de obra para ser "más productivo". Es, por supuesto, las manzanas y las naranjas. Para hacer la comparación que usted necesita para convertir el numerador de una medida física a una financiera one - convencionalmente el valor en dólares añadido (esencialmente precio de venta de un producto menos insumos comprados), que también es cómo los economistas miden el Producto Interno Bruto de un país. Una vez que tenga una cifra en dólares para el numerador se puede comparar la productividad del trabajo en todos los sectores y jurisdicciones en términos de dólar de valor añadido creado por hora trabajada.

Hasta ahora, tan razonable, pero cuando encontrar la manera de mejorar la productividad, los investigadores casi siempre se centran en los determinantes directos del denominador - que piensan sobre cómo utilizar la tecnología, la formación, la reingeniería de los procesos de trabajo, y la automatización para reducir el número de horas de mano de obra necesaria para producir un determinado producto o servicio.

El numerador se ignora por completo como si el valor de la salida se fijó e inmutable. Sin embargo, como cualquier estudiante de la estrategia conoce muy bien, el valor añadido de dólares que una empresa genera es directamente proporcional a lo que se puede cargar en el mercado para sus productos o servicios. Y ese precio es, a su vez, muy sensible a la dinámica competitiva de la industria de la empresa y las decisiones estratégicas que realiza. Dada la dinámica básica de un cociente, los cambios en el numerador son igualmente importantes para los resultados como cambios en el denominador.

Un ejemplo del impacto de los cambios en la dinámica competitiva se puede ver desde nuestra experiencia con la globalización. Después de que China ingresó en la OMC en 1997, el efecto de sus exportaciones en muchos mercados de Estados Unidos era reducir sistemáticamente los niveles de precios que prevalece. Aunque ignorado por los economistas, esto ha creado enorme presión a la baja en la productividad laboral de Estados Unidos como exportador chino incrementado después de 2000. Muchas empresas estadounidenses en muchas industrias estadounidenses no tenía ninguna posibilidad de reducir sus denominador (horas de trabajo) tan rápido como el numerador impulsada por el mercado ( niveles de precios prevalecientes) cayeron. Mientras que en una base física, muchos fueron reduciendo las horas de mano de obra por unidad (de lo que estaban produciendo), sus esfuerzos se vieron desbordados por la reducción en el valor de esas unidades generan. Que aparece en una reducción general de la economía en el ritmo de crecimiento de la productividad en la última década.

A pesar de ello, hay poca discusión entre los economistas del impacto mixto de la globalización en cifras de crecimiento de la productividad de Estados Unidos. La mayoría consideran la globalización un buen puro por la productividad - porque reduce denominadores. Si bien es casi seguro que aumenta la eficiencia de la economía, no hay razón para esperar que se traducirá en un aumento observado en la productividad.

Los economistas tratan de explicar este tipo de efecto al hacer lo que ellos llaman "ajustes hedónicos." Literalmente, toman el precio de un bien (digamos un PC) y ajustarlo (en este caso al alza porque con el tiempo que el consumidor se ha vuelto más por menos en sus PCs) para tener en cuenta las variaciones de calidad. Pero me cuesta tomar en serio la idea de que cualquier economista puede volver a los precios precisión o incluso útil mercancías a través de toda la economía en base a su "valor real" en vez de su precio vigente.

¿Y el segundo factor: las decisiones estratégicas? Estos también tienen un impacto directo en el numerador. Si, gracias a opciones en torno, por ejemplo, el diseño de productos, la creación de la marca o de la selección de canales de distribución, su producto o servicio es enormemente atractiva para los clientes, tendrá automáticamente una alta productividad, casi independientemente de lo que haces con el denominador.

Tome Apple. Un iPhone 6, con gran parte las mismas propiedades físicas, se vende por dos veces a la HTC Desire ya que Apple ha creado una experiencia de usuario y la marca que hace que los consumidores a pagar lo que decide cobrar. Como resultado, Apple tiene la productividad por las nubes contra HTC - que está luchando a fin de mes en el negocio de teléfonos inteligentes. Es simplemente y claramente una función de una opciones estratégicas que influyen en el numerador, no el tamaño del denominador.

Sin embargo, el impacto de este tipo de decisiones parece estar casi completamente ignorado por los economistas de la productividad. Es una vergüenza. Todos los economistas y expertos en políticas obsesionarse con bajo crecimiento de la productividad enfoque de Estados Unidos, a lo sumo, en la mitad del problema, que es como entrar en una pelea a puñetazos con un brazo atado a la espalda. Cuando se hacen recomendaciones de productividad, nunca señalan la necesidad de que las decisiones estratégicas más inteligentes por parte de los ejecutivos de la compañía de Estados Unidos - a excepción de las decisiones más inteligentes en la adopción de tecnologías que ahorran trabajo.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

La forma de dar clases en la universidad ¿discrimina?

¿Son las clases universitarias injustas?


Por Annie Murphy Paul - New York Times

¿Discrimina las clases de la universidad? ¿Es sesgada en contra de los estudiantes de pregrado que no son blancos, hombres y prósperos?

La idea puede parecer absurda a primera vista. La clase magistral es una antigua y bien establecida tradición en la educación. Para la mayoría de nosotros, simplemente es la forma que toman los cursos universitarios a los que se asiste. Incluso los cursos en línea son en gran parte las clases convencionales subidos a la web.

Sin embargo, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que la clase no es genérica o neutral, sino una forma cultural específica que favorece a algunas personas, mientras que discriminar a los demás, incluidas las mujeres, las minorías y de bajos ingresos y estudiantes universitarios de primera generación. Esto no es una cuestión de sesgo instructor; es el formato de las clases en sí - cuando se utiliza por sí solo sin otros apoyos didácticos - que ofrece ventajas injustas a una población ya privilegiados.

La parcialidad del formato de las clases magistrales se ha hecho visible por los estudios que comparan con un estilo diferente de instrucción, llamada aprendizaje activo. Este enfoque proporciona una mayor estructura, la retroalimentación y la interacción, lo que llevó a los estudiantes a convertirse en participantes en la construcción de su propio conocimiento en lugar de receptores pasivos.

La investigación compara los dos métodos ha encontrado consistentemente que los estudiantes mayores de todo un mejor desempeño en los cursos de aprendizaje activo que en cursos de clases tradicionales. Sin embargo, los estudiantes de las mujeres, las minorías y de bajos ingresos y de primera generación se benefician más, en promedio, que los hombres blancos de familias educadas, más ricos.

Hay varias razones posibles. Una de ellas es que los estudiantes pobres y de minorías son desproporcionadamente probable que hayan asistido a escuelas de bajo rendimiento y de haber perdido en las ricas ofertas académicas y extracurriculares familiares a sus compañeros blancos ricos, llegando así en el campus con menos conocimiento de fondo. Este es un problema, ya que la investigación ha demostrado que aprendemos nuevo material de anclaje a los conocimientos que ya poseemos. La misma clase, impartida por el mismo profesor en la misma sala de clases, en realidad no es el mismo para cada escucha de los estudiantes; estudiantes con más conocimiento de fondo estarán en mejores condiciones para absorber y retener lo que oyen.

Los cursos de aprendizaje activo estructuran deliberadamente en su clase y tareas fuera de clase para asegurar que los estudiantes se involucran en varias ocasiones con el material. Los instructores pueden plantear preguntas sobre la lectura de la semana, por ejemplo, y exigir a los estudiantes a responder a las preguntas en línea, para un grado, antes de venir a clase. Este fue el caso de un curso de introducción a la biología enseñada por Kelly A. Hogan en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. En un estudio realizado con Sarah L. Eddy de la Universidad de Washington, los investigadores compararon este curso "estructura moderada" (que incluía preguntas de lectura guiada sin grados y ejercicios de aprendizaje activo en su clase, además de las asignaciones en línea graduadas) a la mismo curso impartido en un formato de clases "bajo la estructura".

En el curso estructurado, todos los grupos demográficos informaron completar las lecturas con mayor frecuencia y pasar más tiempo estudiando; todos los grupos también alcanzan altas calificaciones finales que hizo los estudiantes en el curso de clases. Al mismo tiempo, el enfoque de aprendizaje activo trabajó de manera desproporcionada bien para los estudiantes negros - reducir a la mitad la brecha de logros en blanco y negro de manifiesto en el curso de clases - y para los estudiantes universitarios de primera generación, cerrando la brecha entre ellos y los estudiantes de familias con antecedentes de asistencia a la universidad.

Otros cursos de aprendizaje activo administran pruebas frecuentes que obligan a los estudiantes a obtener el conocimiento de la memoria en lugar de pasivamente leerlo otra vez en un libro de texto. Tales pruebas se han demostrado para mejorar la retención de los elementos de hecho entre todos los tipos de estudiantes.

En la Universidad de Texas en Austin, los profesores de psicología James W. Pennebaker y Samuel D. Gosling instituyeron un concurso de apuestas bajas al comienzo de cada reunión de su curso de introducción a la psicología. En comparación con los estudiantes que tomaron el mismo curso en un formato más tradicional, los estudiantes asistieron a clase interrogado más a menudo y lograron resultados en los exámenes; la intervención también redujo en un 50 por ciento la brecha de logros entre los estudiantes más ricos y los menos ricos.

Minoritarios, de bajos ingresos y de primera generación de estudiantes se enfrentan a otra barrera en cursos de clases tradicionales: un ambiente de alta presión que pueden disuadirlos de voluntariado para responder a las preguntas, o poner en peligro su rendimiento si se les llama en. Investigación en psicología ha encontrado que el rendimiento académico se ve reforzada por un sentido de pertenencia - la sensación de que los estudiantes de estos grupos a menudo carecen de forma aguda.

Dichos obstáculos también enfrentan las estudiantes matriculados en los cursos de matemáticas y ciencias; un estudio de 2014 encontró que aunque las mujeres representaban el 60 por ciento de los grandes cursos de introducción a la biología, que representaban menos del 40 por ciento de los que respondieron a las preguntas de los instructores.

El acto de poner los propios pensamientos en palabras y comunicarlos a los demás, la investigación ha demostrado, es un poderoso contribuyente al aprendizaje. Cursos Active-aprendizaje proporcionan regularmente oportunidades para que los estudiantes hablan y debate con otros en un ambiente de colaboración, de baja presión.

En un estudio que se publicará a finales de este año, los investigadores de la Universidad de Amherst en Massachusetts y la Universidad de Yale comparan un curso de química física enseñada en el estilo de clase tradicional con el mismo curso impartido en un formato "volteado", en el que las clases fueron trasladados en línea y más tiempo se dedicó a su clase las actividades de resolución de problemas. Rendimiento de exámenes en general era casi un 12 por ciento más alto en la clase volteado. Las estudiantes fueron algunos de los que se beneficiaron más, lo que les permite realizar casi al mismo nivel que sus pares masculinos.

Dado que los enfoques de aprendizaje activas benefician a todos los estudiantes, pero especialmente a los que son mujeres, de las minorías, de bajos ingresos y de primera generación, no deberían ser todas las universidades la enseñanza de esta manera?

martes, 15 de septiembre de 2015

Nuevas franquicias en un momento en crisis

En un mercado más selectivo, una nueva camada de franquicias busca innovar en el modelo de negocios
El menor dinamismo del consumo impactó en este negocio. Sin embargo, hay empresa que pudieron crecer, como Heladerías Grido, Freddo, Subway o Cafe Martínez. Otras, como Sólo Empanadas o Medialunas del Abuelo vienen en declive. ¿Cuánto hay que invertir para adquirir una licencia de uso?

iProfesional


A tono con las dificultades que enfrentan la mayoría de los sectores de la economía, el negocio de las franquicias evidencia los problemas derivados del menor consumo y la suba permanente de costos.
De ahí que el número de firmas que apuestan por este sistema comercial, lejos de crecer, mostró un leve retroceso: de 29.000 puntos de venta que había en 2013 se pasó a 27.000 locales. En ese lapso, salieron del sistema unas 15 empresas (de 665 marcas, a unas 650).

Claro que no todas corrieron con la misma suerte y varias han logrado expandir su red de establecimientos en estos años.

Una de ellas es Heladerías Grido, que cuenta con más de 1.200 franquicias en funcionamiento y que ya es considerada la séptima cadena en su rubro a nivel mundial.

Cuenta con locales en Chile (Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, entre otros puntos), Uruguay (Montevideo, Florida), Paraguay (Asunción y en breve Ciudad del Este y Encarnación) y ahora acaba de poner un pie en el negocio de la venta de pizzas congeladas.

La contracara la muestra Sólo Empanadas y Medialunas del Abuelo, que sobreviven con un puñado de locales que funcionan gracias al esfuerzo de quienes poseen estas licencias.

"La debacle de Sólo Empanadas se debe a una multiplicidad de causas, que van desde el encasillamiento que le genera su propio nombre -ya que la ata a un solo producto- a la falta de visión de la empresa para ir actualizando su propuesta. Sus dueños se quedaron en el éxito inicial y creyeron que el mercado se iba a mantener petrificado", aseguró a iProfesional un referente del sector que pidió no ser mencionado.

"Con Medialunas del Abuelo ocurrió algo muy parecido. Los franquiciantes deben reinventarse permanentemente, ya que la dinámica de los negocios así lo obliga. El ejemplo de lo que hay que hacer puede observarse en el rubro cafetería, en el que varias firmas supieron transformar sus locales en puntos casi gastronómicos", agregó.

Si bien es cierto que se ha registrado una caída en el mundo de las franquicias, también es verdad que este sistema actualmente genera más empleos que la industria automotriz.

Este formato comercial mantiene ocupadas a más de 51.000 personas. Es decir, casi el doble de las que trabajan de forma directa en la fabricación de automóviles -sin contar autopartistas-.

Años difíciles
En diálogo con iProfesional, Lucas Secades, director de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), reconoció las dificultades que atraviesa el sistema a raíz de una economía y de un consumo más frío, de la menor rentabilidad y por los cambios en materia laboral.

Al mismo tiempo, destacó el techo alcanzado por algunas de las compañías que otorgan este tipo de licencias.

"Los últimos años fueron difíciles por el menor poder adquisitivo, retracción del consumo y suba de costos. Esto acotó cada vez más los márgenes de ganancia", aseguró.

Secades señaló que el negocio de las franquicias hasta el 2014 había logrado crecimientos a tasas históricas. Desde ese entonces, se empezaron a evidenciar complicaciones que afectaron a muchas marcas.

El directivo remarcó un aspecto clave: "Varias han crecido tanto que dejaron de otorgar franquicias, al encontrarse con fuertes limitaciones en cuanto a sus capacidades para abastecer a todos sus puntos de venta".

Además, Secades dio cuenta de que "se está dando un escenario de saturación de ofertas en algunos rubros, tanto en Capital Federal como en el Gran Buenos Aires".

"La suba de costos, en particular de mano de obra, y la alta presión impositiva afectaron el crecimiento del sistema", sostuvo, al tiempo que destacó que "el nivel de profesionalismo sigue siendo una cuenta pendiente en varias compañías".

Sobre este último punto, consideró que de las 650 franquicias operativas, si bien la mitad muestra elevados estándares en términos de organización del negocio y planificación, el otro 50% sigue operando de manera muy informal.

Las firmas de mayor repunte en el año
De un relevamiento efectuado se desprende que los mayores crecimientos a lo largo del último año corrieron por cuenta de:
Grido: 85 aperturas.
Pisolyso (pisos y revestimientos): 58.
Freddo: 50.
Dia Argentina: 50.
Subway: 39.
Pampero: 35.
Café Martínez: 28.
Morita (empanadas): 24.
Pinturerías Colorshop: 22.
El Noble: 20.

Ahora bien, si en vez de considerar lo ocurrido en los últimos doce meses se observa la evolución de aquellas firmas que están operando con este sistema desde hace tiempo, entonces la nómina cambia y entran a tallar nombres como Bonafide, Freddo, Havanna, Subway, Café Martínez, LaveRap, o Sei Tu Gelato.

La siguiente infografía aporta algunos números vinculados con estas compañías:

De acuerdo con el Catálogo Argentino de Marcas & Franquicias, de las firmas anunciantes que operan hoy día en la Argentina, sólo el 24% cuenta con más de 30 años de vida, mientras que el 21% fueron fundadas entre 2005 y 2009.

Casi el 60% de los permisos corresponden al rubro gastronomía (42%) e indumentaria (14%):

¿Cuánto cuesta entrar?
Las marcas que hoy otorgan franquicias pactan sus contratos bajo montos que van desde los $150.000 al millón de pesos.

Además de ese desembolso inicial, la persona que esté analizando sumarse al sistema deberá tener en cuenta que las empresas exigen el pago de un fee de ingreso (que incluye el know-how, los derechos y la marca) que en la Argentina promedia los 50.000 pesos.

También hay un monto que el franquiciado le abona por mes al dueño de la marca, que puede ser una suma fija o bien un porcentaje de la facturación (se lo denomina royalty). Algunas prefieren no cobrarlo e incluirlo en los precios de las mercaderías que le entregan al poseedor de la licencia.

Además, se debe pagar un canon de publicidad -de entre el 1% y 2% de las ventas- que se destina a un fondo con el que se financian las acciones de marketing de la marca.

Entre las opciones más económicas resalta Villa del Sur, con su negocio de venta de productos al hogar. Para entrar, se requiere de una inversión inicial del orden de los $50.000.

Según pudo averiguar iProfesional, el contrato es por tres años y tiene un fee de ingreso bastante bajo: $15.000. En tanto, la facturación anual proyectada alcanza al millón de pesos por local.

En el grupo de las más "accesibles" también se ubica el Instituto Argentino de Computación (IAC). Para un contrato por cinco años se requiere de una inversión cercana a los $55.000 pesos y un fee de $14.000.

El Noble es otra de las que aparece como una alternativa económica. En este caso, el fee de ingreso es de $20.000, se pide de un primer desembolso de $60.000 y, según sostienen desde el sector, la facturación promedio anual por local es de casi $2 millones.

Las "ofertas" disponibles, en términos porcentuales, son:

En el grupo de las franquicias más caras está Johnny B. Good (gastronomía), que estipula un contrato a partir de una inversión inicial de u$s300.000 y un fee de u$s45.000 para un convenio a cinco años.

Sushi Club, en tanto, requiere de un desembolso de u$s300.000 de entrada y un fee de u$s20.000.

La opción más costosa en el sistema de franquicias corresponde a la firma Burger 54: u$s500.000 al inicio y un fee de u$s40.000. A cambio, "promete" una facturación anual por punto de venta del orden de $20 millones.

Nuevas camada
Marcelo Schijman, director de Franchising Company, aseguró a iProfesional que, de cara al 2016, se anticipa un crecimiento del 10% en el segmento y se espera la consolidación de un grupo de firmas que ya viene apostando por este sistema y se caracterizan por presetnar alternativas diferentes.

"Están apareciendo nuevas marcas y conceptos que apuntan a ganar presencia en todo el país. A modo de ejemplo, una propuesta novedosa es FaMusic, que comercializa instrumentos musicales y tiene en vista la apertura de varios locales", señaló.

Schijman también dio cuenta de la cerveza BarbaRoja, de corte artesanal y producida en Escobar. La compañía ya exporta a países como Chile, Italia o Canadá, y procura afianzarse en puntos estratégicos del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) para así difundir sus trece variedades de cerveza.

Otra que se ha incorporado al sistema es Lakaut, cuyo eje de negocios es la digitalización de documentos. Según Schijman, ya cuenta con franquicias  en San Juan y en Ushuaia y tiene en carpeta la apertura de más locales en los próximos meses.

El caso Grido
Grido comenzó su despegue a partir del año 2000 y en 2012 debió sortear un escándalo por presunta evasión impositiva. Cuenta con más de 1.200 locales, casi todos operados bajo el sistema de franquicias.

La familia Santiago, fundadora de la empresa, lleva más de 70 años en la elaboración y comercialización de helados en la provincia de Córdoba. Al año de nacer, ya contaba con 50 locales en esa provincia. En el segundo sumó 10 y en el tercero ya tenía 80 puntos de venta.
La firma fue creciendo y en la actualidad, los números sorprenden: con ingresos anuales por u$s250 millones promedio, procesa y comercializa el 25% del helado que se consume en la Argentina.
Con presencia en 22 provincias y puntos de venta en Chile, Uruguay y Paraguay, la marca comenzará a ofrecer pizzas congeladas. La diversificación es el camino que seguirá para ampliar sus fronteras comerciales.

Nuevo marco legal
Como parte de los cambios que ha experimentado este formato de negocios, cabe consignar que el nuevo Código Civil y Comercial, que rige desde el 1 de agosto, reglamentó esta modalidad contractual.

Uno de los puntos que causa mayor debate es el que establece que sólo cuando existe fraude laboral el franquiciante es responsable por las deudas de los trabajadores de la empresa franquiciada (ver nota: ¿Pensó en adquirir una franquicia o trabaja en una de ellas?: esto es lo que estipula el nuevo Código Civil).
En cuanto a los plazos de los acuerdos, el nuevo Código hace referencia a un mínimo de cuatro años, cuando la mayoría de los vigentes son de tres. Se pueden plantear excepciones en situaciones especiales (ferias, congresos). Al vencer, se prorroga en forma tácita por un año. En la segunda renovación, se entiende que es por tiempo indeterminado.

Asimismo, establece que los acuerdos a menos de tres años -justificado por razones especiales- quedarán extinguidos al vencimiento.

También contempla el hecho de que el franquiciante le ofrezca al franquiciado información económica y financiera para determinar si el negocio es rentable, a partir de la evolución de dos años en puntos de venta similares.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Latinoamérica y la deuda interna

América Latina se cubre frente a la crisis con más deuda en moneda local
El menor endeudamiento en divisas hace a los países menos vulnerables ante las turbulencias cambiarias
IGNACIO FARIZA - El País


Una mujer cambia bolívares por dólares en una casa de moneda en Caracas, el pasado febrero. / REUTERS

América Latina ha aprendido la lección. Tras el brutal azote de la crisis de deuda externa de la década de los ochenta, cuando varios países se declararon en quiebra por no poder hacer frente a los compromisos con sus acreedores, en los últimos 15 años la región ha apostado por emitir deuda pública en moneda local en detrimento de la emisión en dólares. La estrategia de desdolarización, apoyada en el fortalecimiento de los mercados locales de bonos, permitirá, según la agencia de calificación de riesgos Moody’s, capear mejor las crecientes turbulencias en los mercados emergentes: les será más fácil devolver lo prestado en sus divisa, fuertemente depreciadas en los últimos meses, que en dólares, una moneda que no ha dejado de ganar valor en el último año y medio.
Una cantidad significativa de deuda en moneda extranjera ha sido una de las mayores fuentes de vulnerabilidad en el pasado y uno de los principales factores correlacionados con los impagos. La transición hacia el endeudamiento en divisa local es un argumento para pensar que la probabilidad de una crisis es menor que en décadas anteriores”, explican los analistas de Moody's en su exhaustivo análisis sobre la deuda de los países emergentes publicado la semana pasada.

Cuando un Estado logra financiarse en su moneda —como ha sucedido en Latinoamérica y en otros países emergentes—, el coste de la devolución de la deuda queda prácticamente a salvo de las fluctuaciones en los mercados de divisas. Esto es especialmente importante en un momento como el actual, cuando muchas monedas latinoamericanas están en mínimos de varias décadas.

Según los datos la calificadora estadounidense, en algo más de una década el porcentaje medio de deuda soberana de un ramillete países de referencia en la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia México, Perú y Venezuela) en moneda local ha pasado de suponer el 35% del endeudamiento total a cerca del 70%. En otras palabras, América Latina está hoy el doble de protegida frente a depreciaciones que a principios de siglo. La reducción en el porcentaje de deuda extranjera ha aminorado la fragilidad financiera externa de sus economías y, consecuentemente, la probabilidad de un accidente financiero.



Diferencias entre países

Esta desdolarización generalizada, sin embargo, lejos de ser homogénea guarda importantes diferencias por Estados. Chile, un país que en poco más de una década ha logrado triplicar su PIB por habitante gracias al tirón de las materias primas, es el mejor ejemplo del tránsito de una deuda en divisa extranjera (en su mayoría dólares) a una deuda en moneda local: entre 2000 y 2014 ha pasado de tener solo el 10% de su deuda en pesos a casi el 90% en 2014. Los progresos también son evidentes en Perú (ha pasado del 6% a cerca del 50%) y en Argentina (del 6% al 39%), aunque en ambos el porcentaje de pasivos en dólares no es suficiente como para considerarlos ajenos a toda turbulencia. Pero si un país ha logrado quedar prácticamente al margen del riesgo que conlleva la depreciación de su moneda para la deuda pública es, además de Chile, Brasil: hoy más del 94% de sus pasivos están denominados en reales. De no ser así, la depreciación del real —la gran divisa emergente que más ha retrocedido en el último año—, habría duplicado el coste de devolución de su deuda en los cuatro últimos años.

Roberto Frenkel, investigador principal del Centro de Estudios de Estado y Sociedad argentino, relaciona esta mejora en el perfil de la deuda de toda la región con el superávit por cuenta corriente (la diferencia entre los ingresos y los pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias) hasta 2008 y el fuerte incremento de la inversión extranjera directa desde entonces. “Además, los regímenes cambiarios se han flexibilizado mucho desde entonces y se ha acumulado una cantidad importante de reservas internacionales”, explica por correo electrónico.

Pese a la protección que otorga tener una mayoría de la deuda en moneda local y la acumulación de reservas —dos factores que distinguen a la América Latina actual de la de finales de los noventa—, la región, como el resto de países emergentes, está inmersa en una espiral de la que es difícil adivinar su final. El desplome de las materias primas, cuyo precio medio retrocede un 30% en lo que va de año por una mezcla de sobreoferta y debilidad de la demanda, y la fuerte depreciación de sus monedas acechan a una región que ha vivido su particular década dorada mientras Occidente sufría los estragos de la Gran Recesión.

La amenaza china

A eso hay que sumar los incipientes problemas en la segunda potencia global, China, que en pocos meses ha pasado de ser considerada locomotora mundial a foco de males económicos. Según un reciente estudio de la consultora británica Oxford Economics tres de los seis países que más sufrirán la desaceleración del gigante asiático serán latinoamericanos —Brasil, Chile y Argentina—.

En un área tan dispar como Latinoamérica, en la que la interconexión de sus economías es sensiblemente inferior a la de otros continentes, una realidad común ha emergido en los últimos meses: el crecimiento se ha frenado en seco. Brasil —primera economía latinoamericana y séptima mundial— acaba de entrar en recesión, algo inimaginable hace menos de dos años; Venezuela vio cómo su economía se contraía un 3% el año pasado lastrada por la brutal caída en el precio del crudo y se convertía en el farolillo rojo de América; Argentina se ha estancado y su inflación sigue sin control; México resiste como puede los embates de la ralentización y Chile, Colombia y Perú, quizá los mejores exponentes de los años prodigiosos de la economía latinoamericana, han visto como su PIB pasaba de crecer a tasas inconcebibles al otro lado del Atlántico a crecimientos más modestos.

“Hay diferencias entre países”, opina Frenkel. Aunque valora el fortalecimiento de la región por la reducción de la deuda en dólares, este profesor incide en los fallos cometidos: “La situación en Venezuela y en Argentina es complicada por el mal manejo de la política económica, Brasil también ha cometido serios errores y Perú no ha conseguido reducir la fuerte dolarización de su sistema financiero”.