martes, 1 de septiembre de 2015

Seis gráficos de la gestión Scioli en la Prov. de Buenos Aires

Los seis gráficos que, según NOAnomics, "Scioli no quiere que veas"

La consultora hizo un informe sobre indicadores que buscan demostrar que la provincia de Buenos Aires no fue bien administrada.
por CRONISTA.COM

Daniel Scioli juega sus últimos cartuchos en la carrera hacia el sillón de Rivadavia. Sin embargo, el gobernador bonaerense se encontró con algunos escollos en el camino relacionado con la administración de la provincia, algunos de los cuales quedaron a la vista semanas atrás cuando parte de la provincia quedó bajo las aguas y dejó a la vista la falta de realización de obras.

En este sentido, la consultora NOAnomics presentó hoy un informe titulado “Seis gráficos que Scioli no quiere que veas”, en el que hacen hincapié en los puntos críticos de la administración del gobernador con aspiraciones presidenciales.

El primer punto señala que la provincia de Buenos Aires es la que “menos destina a inversión pública en su presupuesto, sólo el 5% promedio desde 2008”, muy lejos de San Luis que es la que más invierte con un 47%.


El cuadro 2 revela que es provincia “con menor inversión en obra pública por habitante: $ 245”. En contrapartida San Luis invierte 23 veces más, unos $5.700.


En tercer lugar, Buenos Aires se jacta de un número poco envidiable, ya que es la provincia “con el mayor peso de deuda como porcentaje de sus Ingresos Totales: 41%”.


Los malos números reflejan además que es también la más gasta en intereses como porcentaje de sus Gastos totales: 3,3% y también la única provincia del país que desde 2012 gasta más en intereses que en obra pública.



El sexto gráfico no es para nada el menos importante. El mismo revela que Buenos Aires es la provincia “con mayor presión fiscal de la Argentina: 6,5%”.

Por debajo se ubican Tucumán (6,4%) , CABA (6,1%) y Entre Ríos con el (5,5%).


Los números rojos -dicen en NOAnomics, preocupan, más aún si se tiene en cuenta que Scioli se encuentra al frente de la provincia desde 2007.

“Se ha ajustado fuertemente la inversión pública a un nivel bajísimo para no desmejorar las cuentas fiscales, aún teniendo en cuenta que la presión fiscal aumentó. Es más, si no se hubiera contado con el Fondo Federal Solidario la obra pública hubiera sido menor al 1% del presupuesto ejecutado”, subrayó Félix Piacentini, titular de la consultora.

En diálogo con Cronista.com, el economista sostuvo que “la política de ajuste tampoco pudo evitar que el peso de la deuda pública sobre los ingresos totales sea el más alto del país, así como el de los intereses, aún cuando es cierto que hubo un fuerte desendeudamiento en términos reales por los programas de refinanciación de deuda del gobierno nacional”.

Consideró que la situación debería ser muy distinta si se tiene en cuenta que otras regiones como “CABA que no recibe coparticipación, o San Luis que no ha sido beneficiada con transferencias de capital, no han verificado una caída tan pronunciada en la inversión pública”.

lunes, 31 de agosto de 2015

El índice de inflación de pizza Ugi's

Indice Ugi's: la inflación real, al ritmo de la pizza más popular de Buenos Aires
LA PUJA POR LOS PRECIOS.
En los 90 costaba 1,99 pesos/dólares. Ahora, su muzzarella le ganó hasta al blue. Cómo fue aumentando, año a año.
iEco


Imagen del Ugi's index. Tiene blog propio.


Aunque nació y aún hoy es un antídoto de los que menos tienen para alimentarse al paso, con los años también se convirtió en un parámetro de cómo la inflación sacude su bolsillo. Nacida en los 80, furor en los 90, inmortalizada en el cine autóctono por la película Pizza, Birra y Faso, la cadena Ugi's es un buen termómetro de la inflación real. Tanto, que generó su propio índice, difundio en un blog. Y canta números que espantarían a Moreno y Kicillof: más de 2.400% de suba desde el menemismo. Más de 1.300% desde enero de 2004.


Imagen de "Pizza, Birra y Faso", fines de los 90, en un local tradicional de Ugi's.

Durante la época de la convertibilidad, la grande de muzzarella a la piedra en Ugi's costaba 1,99 pesos dólares. Incluso, algunos meses, tuvo promociones que la bajaron a $ 1,59. Este mes, alcanzó los $ 49,99. Poco más de 5 dólares al precio oficial, unos 3,60 de contado con liqui y arriba de 3 en el paralelo/blue/ilegal. Como se la mida, rompe récords.

El primer salto fuerte del índice Ugi's se dio cuando el kirchnerismo llevaba pocos meses en el poder y la grande pasó a costar $ 3,50. Como una metáforma del país, el "descontrol" en su valor coincidió con la intervención en el Indec: en mayo de 2007 saltó a $ 6,80 y desde entonces empezó a acumular cada vez más subas anuales. En 2014 fueron seis. La misma cantidad que lleva este año, con varios meses por delante.

Según recuerdan notas de hace algunos años, Ugi's era una cadena de pizzas baratas en Estados Unidos, cuya idea y negocio trajo al país el argentino Hugo Solís. Tras su furor y casi monopolio por despliegue y precios, le nació mayor competencia hace unos seis años, con otra cadena, que ofrece precios aún más bajas.



¿Como aumentó año a año? Aquí, el resumen del "ugisindex".



10 Agosto 2015 - $49.99 (CRISTINA)

24 Junio 2015 - $49

1 Junio 2015 - $46

1 Mayo 2015 - $44

1 Marzo 2015 - $42

1 Enero 2015 - $41

1 Octubre 2014 - $40

1 Agosto 2014 - $38

14 Mayo 2014 - $37

22 Abril 2014 - $35

12 Marzo 2014 - $34

1 Enero 2014 - $32

1 Octubre 2013 - $30

14 Junio 2013 - $28

29 Abril 2013 - $26

3 Enero 2013 - $24

12 Junio 2012 - $22

6 Agosto 2011 - $20

14 Mayo 2011 - $18

1 Julio 2010 - $16

18 Junio 2010 - $14

2 Marzo 2009 - $12

1 Julio 2008 - $10

2 Marzo 2008 - $8

6 Mayo 2007 - $6.80

31 Diciembre 2005 - $4.80

26 Enero 2004 - $3.5 (KIRCHNER)

2 Diciembre 2000 - $2 (DE LA RUA)

- Los 90's - Promo $1.79

- Los 90's - Promo $1.59

- Los 90's - $ 1.99 (MENEM)

domingo, 30 de agosto de 2015

7 grandes mitos y algunas respuestas

Qué tan reales son estos 7 grandes mitos de la economía
Elías García Navas
BBC Mundo, @egarcianavas



Hombre frente a indicador de numeros
Uno de los debates más intenso entre los académicos es que en la economía pesa más lo psicológico que los números.
Para muchos, la economía no es una ciencia, sino política disfrazada con números.
Y con ese trasfondo, los planteamientos formulados por los economistas se nos presentan en una jerga técnica, a veces rebuscada, que suelen generar dos reacciones rápidas en audiencias masivas: cambian de canal o se asustan.
Sin embargo, la economía como tal se ha convertido en un genuino laboratorio de ensayo y error, donde keynesianos, monetaristas, comunistas y demás tribus han desplegado una serie de ideas a fin de captar la atención del público y echar a andar planes de gobierno.
En consecuencia, existen unos mitos universales transmitidos de generación en generación hasta formar una memoria colectiva, que se avivan dependiendo de las coyunturas políticas de cada país.
Aquí te presentamos 7 de los más populares de acuerdo con académicos y especialistas.

1 Los inmigrantes nos roban los puestos de trabajo

Inevitable pensar en Donald Trump izando fieramente esta bandera. Y hay una cara aún más agria, como la que se ve en Calais con los inmigrantes tratando de cruzar la frontera por cualquier vía.
Lea también: Calais: ¿por qué hay una crisis de migrantes sin precedentes la frontera de Francia y Reino Unido?
Adam Davidson comenta en el New York Times que "generalmente apoyamos la inmigración cuando los inmigrantes son diferentes a nosotros. A las personas de clase media o media alta no les preocupa la llegada al país de los pobremente educados inmigrantes".
A pesar de lo que opina Donald Trump, economistas
advierten que los inmigrantes generan un impacto
positivo en las economías.

Pero cuando tienen nuestro mismo perfil, Davidson advierte que las alarmas comienzan a sonar.
No obstante, a pesar de esa visión particular existe otra donde la inmigración beneficia la economía de los países.
Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Chicago, no encontró a un economista que estuviera en desacuerdo con esta apreciación.
La clave según Davidson es que este mito descansa en la falacia de creer que la única manera de conseguir un trabajo es quitándoselo a otro.
En realidad, "los inmigrantes no solo incrementan la mano de obra disponible en el país, sino que incrementan la demanda de más trabajadores, porque utilizan su salario para alquilar apartamentos, comprar comida, cortarse el cabello, comprar celulares", explica Davidson.
En otras palabras, quienes alquilan apartamentos, los peluqueros, los dueños de abastos y tiendas de celulares, etc., tendrán una sonrisa en los labios.
Como ejemplo clásico está el caso de los "Marielitos", la oleada migratoria que llevó a Miami más de 125.000 cubanos en 1980.
Cifras de un estudio del economista David Card, de la Universidad de California, Berkeley, revelan que de ese grupo unos 45.000 estaban en edad de trabajar.


La crisis de inmigrantes en la frontera entre Francia y Reino Unido genera una enorme presión social, que puede activar viejos mitos.
Cuatro meses después la fuerza laboral de Miami creció 7%. Su estudio demostró que la gente de la ciudad no sufrió impactos por pérdida de empleos o reducción de sus ingresos.

2 El cliente siempre tiene la razón

La tradicional cultura de servicio y la inclinación natural de la gente es decir que el cliente siempre tiene la razón.
¿Peroquién es más importante: el cliente o el productor? La respuesta es que, como dicen los economistas, depende.
El experto en materia monetaria Cullen Roche, escritor del libro Capitalismo Pragmático, cuenta que "el punto no es quién es más importante, sino que los dos son vitales en el ciclo de todo negocio, por lo que lo más importante es en cuál parte del ciclo de las necesidades económicas estamos".
En otras palabras, en algunos momentos el cliente tendrá el sartén por el mango, y en otros la empresa dirá "tómalo o déjalo".


En algunos momentos el cliente tendrá el sartén por el mango, y en otros la empresa dirá “tómalo o déjalo”.

"Uno debe ver a productores y consumidores como lados de una misma moneda. Para multiplicar esta moneda se necesitan consumidores saludables, y vibrantes e innovadores productores", concluye Roche.

3 El precio refleja el valor

En este momento en Venezuela una servilleta vale más que un billete de baja de denominación.
El Observatorio Español del Mercado del Vino acaba de anunciar que el precio medio del vino de España exportado se situó en US$1,25 por litro, mientras que el de Nueva Zelanda se vendió a casi US$5 por litro. ¿Estás de acuerdo con esa diferencia de precios?
De seguro los dueños de viñedos españoles dirán que no.
Es por ello que muchas veces se dice que el precio de un bien o servicio se basa en lo que la mayoría esté dispuesta a pagar por él.
Más psicología que matemáticas.


El precio promedio del vino español (US$1,25 por litro) es más barato que los de Nueva Zelanda (US$5), lo cual no hace felices a los viñedos españoles.

4 Imprimir dinero causa hiperinflación

"Cuando el gobierno imprime dinero lo que viene es hiperinflación". Uhm… no necesariamente.
Primero, como explica la página especializada en finanzas Pragcap.com, "el gobierno no produce dinero y se lo da al público. Produce dinero y monedas para distribuirlo en el sistema bancario, donde el público lo puede utilizar en sus cuentas y medios de pago".

Segundo, las causas de hiperinflación en un país son mucho más complejas. Por lo general, para Pragcap.com hace falta:
Colapso en la producción
Corrupción rampante del gobierno
Perder una guerra
Cambio o caída del gobierno
Perder la soberanía de la moneda nacional por controles de cambio o endeudamiento en moneda extranjera.
Los billetes nuevos no generan por si solos la hiperinflación, sino la combinación de varios factores.
5 Cada niño que nace viene endeudado
La situación de Grecia ha puesto en boga con dramatismo absoluto esta pieza infaltable en todo discurso de campaña electoral o conversación doméstica sobre el futuro de todo país.



La crisis actual de Grecia ha arrojado a muchas personas a la calle. El futuro de ellos será tema central de la campaña por iniciarse.

En realidad, nadie nace con una factura pegada al cuerpo ni le corresponde pagar a ningún acreedor internacional. Las deudas nacionales son compromisos adquiridos por los gobiernos de turno, que comprometen al Estado de cada país.
Pero, tal como ha ocurrido con Grecia y con históricas negociaciones de deuda de los países en América Latina, estos procesos tienen sus vaivenes y depende de cada equipo presidencial resolver los pagos cuando corresponda.
Aquí vale incluir la palabra "default", que quiere decir, que el gobierno se declara incapaz de pagar la deuda, y eso da paso tormentosas negociaciones (Grecia dixit).
"En un nivel macro, en realidad el gobierno nunca paga la deuda. En un sistema monetario basado en endeudarse, las deudas se expanden o se contraen a lo largo del tiempo dependiendo de las necesidades de la economía del país", puntualizan en Pragmatic Capitalism.
Así que niños no lloren, esa factura no es suya.
6 Los negocios son para ganar-ganar
Quizás para evitar demonios proteccionistas, muchos economistas suelen reforzar la necesidad de que los acuerdos entre naciones beneficien por igual a ambas partes.
La experiencia entre Grecia y Alemania, a raíz de la crisis financiera de la primera, es una muestra de cuan errada es esta percepción, como bien lo puede explicar el renunciante primer ministro Tsipras ahora que tendrá más tiempo para evaluar lo sucedido.
Lea también: Cómo Alemania ganó US$110.000 millones con la crisis griega
Las corporaciones colocan sus subsidiarias en países particulares para aprovechar bajos impuestos o costo de la mano de obra.
Eso explica por qué Panamá es la meca de las corporaciones multinacionales que tienen operaciones en América Latina, o por qué los call centers de muchas empresas internacionales están en India o Escocia.
El objetivo entonces es aprovechar las ventajas competitivas en cada negociación.

7 La economía es una ciencia

La palabra clave de todo economista al preguntarle su opinión sobre cualquier situación es "depende".

Wall Street es uno de los escenarios donde las percepciones pueden pesar más que los números.
"Si la economía fuera una ciencia, que implica una respuesta específica a una pregunta específica, ¿por qué 40% de los economistas consultados acuerda que el aumento del salario mínimo puede dificultar que las personas consigan trabajos, mientras que otro 40% se muestra en desacuerdo?", plantea Alternet.com con relación a un estudio realizado en Estados Unidos.
Como admitiría Larry Lindsey, antiguo jefe del Comité Nacional de Economía del ex presidente George Bush, "la continua discusión –entre economistas– es producto de un desacuerdo filosófico sobre la naturaleza humana y el rol del gobierno, y no puede ser resuelto por economistas no importa cuán sólida sea su base de datos".
En consecuencia, en economía las percepciones llegan a pesar tanto como los números.

sábado, 29 de agosto de 2015

Muchos abogados y pocos puestos

Demasiados estudiantes de Derecho, muy pocos empleos legales
Por STEVEN J. HARPER - New York Times


Crédito Kevin Lucbert

Wilmette, Ill. - Diez meses después de la graduación, sólo el 60 por ciento de la clase de la escuela de leyes de 2014 había encontrado trabajo a largo plazo de tiempo completo que les requieren para pasar el examen de la barra.

Incluso esa mejora con respecto a la clase de 2013 (una tasa de empleo del 57 por ciento) llegó con tres asteriscos: El año pasado, la Asociación de Abogados de Estados Unidos cambió las reglas de presentación de trabajo para dar a las escuelas de derecho un mes adicional para la clase de 2014 para encontrar puestos de trabajo; graduados empleados en puestos de la ley en las escuelas financiadas por contar en la tasa de empleo; y el número de puestos de trabajo que requieren barra de pasaje disminuyó desde 2013 hasta 2014.

Sorprendentemente (y perversamente), las escuelas de derecho han sido capaces de seguir aumentando la matrícula, mientras que la producción de casi el doble de los graduados como el mercado de trabajo ha sido capaz de absorber. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué el mercado no ha corregido a sí misma? La respuesta es que, por una escuela determinada, la disponibilidad de préstamos federales para estudiantes de derecho no tiene conexión con sus malos resultados de empleo después de la graduación.

Ahora los estudiantes acumulan préstamos escolares ley promedio de $ 127.000 para las escuelas privadas y $ 88.000 para las públicas. Sólo desde 2006, la deuda de estudiante de derecho ha aumentado a tasas ajustadas a la inflación de 25 por ciento para las escuelas privadas y el 34 por ciento de las escuelas públicas.

En mayo de 2014, la A.B.A. creado un grupo de trabajo para hacer frente a este problema. De acuerdo con su informe reciente, el 25 por ciento de las escuelas de derecho de obtener al menos 88 por ciento de sus ingresos totales de la matrícula. El promedio de todas las escuelas de derecho es de 69 por ciento. Así que las escuelas de derecho tienen un poderoso incentivo para mantener o aumentar la matrícula, aunque los resultados del empleo son tristes para sus graduados, especialmente en las escuelas marginales.

La dificultad que subyace es que una vez que los estudiantes pagan sus facturas de matrícula, las escuelas de derecho tienen ninguna responsabilidad por la deuda de sus estudiantes han adquirido. En otras palabras, las escuelas de derecho cuyos egresados ​​tienen mayor dificultad para encontrar empleos que requieren barra de paso están operando sin responsabilidad financiera y libre de las limitaciones que caracterizan a un mercado en funcionamiento. El sistema de subsidio actual es mantener algunas escuelas en los negocios. Pero el precio a largo plazo para los estudiantes y los contribuyentes es empinada y creciente.

Paradójicamente, el presidente grupo de trabajo fue Dennis W. Archer, el ex alcalde de Detroit, quien también es jefe de la junta política nacional de Infilaw, un consorcio propiedad del capital privado de cada tres fines de lucro las escuelas de derecho - Arizona Cumbre, Charlotte y Florida Costas. Estas escuelas son ejemplos del problema más grande. La mayoría de Infilaw 2014 graduados no encontraron empleos que requerían sus grados caros. Excluyendo cargos financiados por la escuela de derecho, solamente el 39,9 por ciento de la Cumbre de Arizona graduados encontraron trabajo de tiempo completo que dura al menos un año y que requiere bar pasaje. Tasa de Florida Coastal fue del 34,5 por ciento. En Charlotte, fue 34,1 por ciento.

Sin embargo, como la demanda de nuevos abogados continuó languideciendo 2011-2014, el tamaño de las clases se graduó en el Infilaw casi se duplicó, a 1.223. Estas escuelas se encuentran también entre los líderes en la creación de la deuda estudiante de derecho. 2014 graduados de Arizona Cumbre tuvieron promedio de la deuda del colegio de abogados de $ 187.792. En Florida, la Costa, el promedio fue de $ 162.785. Promedio de Charlotte era $ 140.528.

El informe del grupo de trabajo dijo que algunos testigos propuestos "tapado préstamos estudiantiles ley, requiere que las escuelas de derecho a tener" piel en el juego "por ser el responsable de la devolución del préstamo en determinadas situaciones, e incluso el desguace del programa actual de préstamos estudiantiles federales en conjunto." Se caracteriza proponentes de tales medidas como la esperanza "de que un tipo de amor duro fiscal obligará a las escuelas a ser más financieramente responsable y reducir los costos."

Pero el grupo de trabajo sostuvo que "parece que hay poca necesidad de imponer el tipo de amor duro algunos quieren porque el mercado ya lo está haciendo."

Salvo que el mercado está haciendo tal cosa. Mientras que la matrícula hizo negarse a unos 38.000 el año pasado de 52.000 en 2010, no ha estado cayendo al ritmo necesario para alcanzar el equilibrio en un mercado laboral legal estancada. Demasiados estudiantes de derecho de entrada todavía creen que estarán entre los pocos afortunados que consigan empleos decentes.

El grupo de trabajo, después de haber esquivado los temas que deberían haber sido el foco de su trabajo, que ofrece cuatro sugerencias: las facultades de derecho deben ofrecer a los estudiantes un mejor asesoramiento de la deuda; el Departamento de Educación debería desarrollar "la llanura Inglés" la divulgación de información sobre los préstamos estudiantiles; el A.B.A. debe reunir y difundir información acerca de cómo las escuelas de derecho gastan su dinero; y la A.B.A. debería alentar a las escuelas de derecho de experimentar en los planes de estudios y programas.

Ninguno de los que va a marcar la diferencia. La crisis de la educación legal es real. El pensamiento mágico y la retórica superficial sobre la disminución de la matrícula, un mejor asesoramiento de la deuda para los estudiantes, y el derecho de las escuelas que experimentan con los cambios curriculares no crearán más puestos de trabajo.

El A.B.A. debe tratar el reto en serio y empezar a abordar con soluciones serias. Hasta ahora, eso no ha sucedido. De hecho, a principios de este mes, el A.B.A. Cámara de Delegados se perdió la oportunidad de abordar este tema dando su sello de goma de la aprobación para el informe del grupo de tareas.

Hasta los préstamos estudiantiles tienen una relación racional con los resultados de la escuela de derecho individual, las escuelas de derecho explotarán su falta de rendición de cuentas, el mercado de la educación jurídica seguirá siendo disfuncional, y el equilibrio entre la oferta y la demanda seguirá siendo difícil de alcanzar.

El A.B.A. llama a sí misma "la voz nacional de la profesión jurídica." Cuando se trata de un problema más urgente de la profesión, es tiempo pasado mucho tiempo para hablar.

viernes, 28 de agosto de 2015

Tiempo y felicidad

Sobre el mercado del tiempo y la anhelada fórmula de la felicidad
Por Martín Tetaz  | Para LA NACION



En el año 2013, como parte de un proyecto de investigación en Economía de la Felicidad, hicimos una encuesta con Pablo Schiaffino y la gente de Gallup Argentina, para determinar en qué medida los usos alternativos del tiempo afectaban nuestra felicidad. Le preguntamos a la gente cuán activos eran en distintos dominios de la vida cotidiana, que iban de sus relaciones familiares a las salidas con amigos, pasando por el ámbito laboral, las prácticas religiosas y las actividades deportivas.

Cuando cruzamos los datos con los reportes de felicidad subjetiva descubrimos que la mayor dedicación al trabajo no nos hacía más felices, y que lo que más movía la aguja de nuestra satisfacción era el tiempo que pasábamos con nuestros seres queridos, seguido por nuestra dedicación a las actividades sociales, nuestra vida de pareja y las salidas.

Las variables de nivel socioeconómico, por su parte, no correlacionaban con la felicidad, aunque la pertenencia a la clase baja sí aumentaba la probabilidad de que fuéramos infelices. Consistente con los resultados de las investigaciones internacionales existe un umbral de satisfacción que tiene que ver con la cobertura de las necesidades básicas, pero más allá de ese nivel no sirve acumular más ingresos. Trabajar más y escalar en la oficina no sólo no nos hará más felices, sino que el tiempo que dediquemos a engordar la billetera habrá que sacrificarlo quitándoselo a lo que realmente nos llena el alma.

Lo que la ciencia está mostrando es que no tiene sentido trabajar más horas para conseguir más bienes materiales, aunque sí vale la pena hacerlo si el dinero que ganamos podemos usarlo para comprar tiempo con los que queremos y en lo que nos hace felices. La ecuación es entonces simple. Si una hora de trabajo nos permite liberar más de una hora de nuestro tiempo para dedicarlo a las actividades realmente placenteras, vale la pena hacerlo, caso contrario, mejor quedarse en casa. Por ejemplo, yo odio perder tiempo en trámites, lavar ropa o hacer arreglos en la casa, de modo que si las dos horas que le dedico a escribir una columna pueden liberarme de más de dos horas de esas tareas alienantes habré descubierto la fórmula de la felicidad. Pero si gano $ 100 por hora de trabajo y alguien se ofrece a llevarse mi auto y traerlo lavado por $ 150, pues será más negocio arremangarse y dedicarle una hora a sacarle brillo al coche. Claro que lo que vale para mí no vale para todos. Un jubilado puede preferir hacer la cola en el banco, porque quizás esa es una actividad social placentera para él. Y si encima cobra por hacerme un trámite, el mercado habrá creado felicidad de los dos lados del mostrador.

jueves, 27 de agosto de 2015

Fijando precio a la genialidad

Apreciando el Genio: La Evaluación del Mercado de Innovación


David W. Galenson
Universidad de Chicago - Departamento de Economía; Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER)

Simone Lenzu
Universidad de Chicago

03 de julio 2015


Resumen:
Los economistas han descuidado un tema clave para la comprensión y el aumento de los cambios tecnológicos, al no estudiar el talento que los individuos producen innovaciones. Este trabajo tiene un enfoque cuantitativo a este problema. El análisis de regresión de los datos de la subasta de 1965-2015 revela que los perfiles edad-precio de Jackson Pollock y Andy Warhol - los dos más grandes pintores nacidos en el siglo 20 - se parecen mucho a los perfiles de edad de los dos artistas se derivan tanto de los libros de texto de historia del arte y desde exposiciones retrospectivas. El acuerdo de estas fuentes confirman que el mercado de subastas asigna los precios más altos para el arte más importante, y el examen de las carreras de los artistas revela que este arte es el más importante porque es el más innovador. Estos resultados dan un fuerte apoyo a nuestra comprensión de la creatividad a nivel individual, con un fuerte contraste entre la innovación experimental extendida de Pollock y la innovación conceptual repentina de Warhol.


miércoles, 26 de agosto de 2015

Los costos sociales de la industria de indumentaria

Este es el coste real de la ropa que te pones
El derrumbe en 2013 de un edificio de producción textil en Bangladesh sirve de punto de partida para el documnetal 'The True Cost', que descubre las verdaderas condiciones de vida de los trabajadores del país
MARÍA BALLESTEROS - El País




Un niño que apenas alcanza los tres años de edad está tendido en el suelo a los pies de su madre. Tiene la mirada perdida y nada que hacer. El único propósito tanto del pequeño como de su madre es que termine la jornada laboral en la fábrica textil en la que cose zapatos. Esta imagenpertenece al documental The true Cost (El coste real). La cinta, que puede verse en Internet, cuenta la realidad que viven en Bangladesh, al sur de Asia, los trabajadores de las industrias de moda.


Andrew Morgan, director del documental, asegura que a raíz del derrumbe del edificio Rana Plaza, en la zona industrial de Daca (Bangladesh), comenzó a interesarse por el orígen de su ropa y todo lo que la rodeaba: “He crecido en un mundo en el que la moda se consume muy rápido. Nunca me he paré a pensar de dónde venía la ropa que compraba ni a dónde iba cuando dejaba de utilizarla, o quién la hacía y qué tipo de vida tenía. Espero que el documental sirva para que la gente se dé cuenta que las manos que hacen nuestra ropa son personas que tienen una vida e importan".


El desplome del Rana Plaza, de nueve plantas, en abril de 2013, causó la muerte a 1.134 personas y otras 2.500 salieron heridas. A muchos de los supervivientes les tuvieron que amputar varias extremidades; a otros, con algo más de suerte, solo les cortaron un brazo. Las consecuencias del derrumbe se traducen en discapacidad y en dependencia vitalicia de los empleados hacia sus familiares. Su invalidez ha desembocado, además de en daños psicológicos, en el problema de llevar un sueldo menos a casa. Hay que recordar que el salario mínimo mensual en Bangladesh es de 38 euros y que, a pesar de la subida a 102 dólares que piden los trabajadores (ruego que se acrecentó a propósito del derrumbe) no hay constancia de que el gobierno del país haya anunciado y aprobado la medida.

En The True Cost aparecen la diseñadora Stella McCartney, la activista camboyana Mu Sochua; el psicólogo Tim Kasser, autor de El alto precio del materialismo o John Hilary, activista y líder del movimiento War on Want que lucha por la justicia global en causas sociales. La participación de McCartney en el vídeo es significativa puesto que defiende que la producción de productos de lujo no está reñida con la sostenibilidad de los mismos.


Mccartney, vegetariana y parte de la organización ecologista Peta, ha sido noticia hace escasos días por haber anunciado que renuncia a trabajar con lana de la Patagonia al conocer las condiciones en que son esquiladas las ovejas y el estado en el que quedan después de extraerles la lana. La hija de Paul McCartney es, junto con la también creadora inglesa Vivienne Westwood, una de las personalidades de la industria de la moda más activas en la lucha por la producción sostenible de textil y calzado.

martes, 25 de agosto de 2015

Costo añadido a la obra pública en España

El coste añadido de las obras faraónicas
España está salpicada de caras infraestructuras y edificios emblemáticos que, una vez terminados, son infrautilizados y suponen un sumidero de dinero público
AITOR BENGOA - El País


Labores de reparación de los desperfectos en el edificio L' Àgora diseñado por Santiago Calatrava. / JOSÉ JORDAN

En el Pabellón Reyno de Navarra Arena debería resonar el bullicio de miles de personas mientras corean canciones en conciertos multitudinarios o que jalean a sus equipos durante competiciones deportivas. Esas son algunas de las actividades que se preveía celebrar en este recinto multiusos, que costó 58 millones de euros y que fue finalizado en 2013. El proyecto fue impulsado por el anterior Gobierno foral, de UPN, y contó con el apoyo del PSN. “Será un referente para la sociedad navarra”, puede leerse en su web. Sin embargo, en este espacio no se escucha ni un eco porque sus 10.000 localidades siguen sin estrenarse y permanece cerrado hasta nuevo aviso, con un coste de 390.000 euros anuales.

No escasean los ejemplos de infraestructuras y edificios emblemáticos que han supuesto desembolsos de decenas, e incluso cientos de millones de euros, para después acabar siendo infrautilizados con caros mantenimientos. “El denominador común de este tipo de proyectos que han tenido una utilidad dudosa o costes desmesurados es que en gran medida han sido soportes publicitarios e instrumentos de comunicación política”, explica el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, José María Ezquiaga.

Este experto ha explicado a EL PAÍS que en ocasiones “el poder busca expresarse al modo faraónico, apelando a instintos muy básicos como sobrecoger con el tamaño, el impacto visual o con una originalidad forzada”. Ezquiaga cree que las grandes infraestructuras y proyectos arquitectónicos tienen desde la antigüedad una función comunicativa consistente en representar símbolos comunes que cohesionan a la sociedad. “El significado de una catedral gótica era sorprender, pero también expresar un sentimiento común”, explica.


Calcular antes de construir
El vicepresidente de la Asociación de Estudios de Mercado, Marketing y Opinión (Aedemo), José Manuel Úbeda, explica que si se hace un estudio de viabilidad antes de construir una infraestructura, con un estudio de mercado riguroso, se puede estimar con precisión la aceptación de un servicio entre el público. Como cualquier operación estadística, esta evaluación tiene un margen de error, “pero es mínimo”, comenta. Puede ajustarse hasta el 3,2%. Este porcentaje dista mucho de la diferencia de usuarios que preveían algunos proyectos, como el Aeropuerto de Castellón, que tiene unos 35.000 pasajeros frente al millón que preveía. Costó 150 millones de euros. La Generalitat del PP hizo el estudio de mercado después de construirlo.
Pero ese sentido, comenta, se diluye cuando las administraciones, condicionadas por el escenario mediático, buscan un “impacto rápido y contundente”. Al final, añade, los proyectos acaban siendo síntoma de “vanalidad y de que muchas de estas actuaciones no tenían un sustento sólido” en su planificación.

Edificaciones alegóricas y artísticas, como varios de los proyectos diseñados por el arquitecto Santiago Calatrava, han tenido repercusión mediática por los sobrecostes que han entrañado. El caso más reciente ha sido el último edificio creado por este arquitecto para la Ciudad de Valencia, bautizado como L’Àgora. La instalación fue presupuestada en unos 45 millones de euros durante el Gobierno del popular Francisco Camps. Ha costado casi el doble, y ahora, para ponerla en marcha, hace falta una inversión adicional de 10 millones de euros.

Algunos proyectos menos emblemáticos también contribuyen a la sangría de fondos públicos tras su construcción. En Málaga, los barrotes de la cárcel de Archidona solo recluyen aire. Terminada y cerrada desde hace más de dos años, mantener esta prisión cuesta alrededor de un millón de euros al año. Con 1.008 celdas y capacidad para albergar el doble de reclusos, ha contado con una inversión de 117 millones. Pero no está equipada y el principal problema para ponerla en marcha es la falta de personal y la ausencia de una oferta de empleo público que pueda integrar la plantilla.

La Subdelegación de Gobierno estima que el penal requiere medio millar de funcionarios. La cárcel se ideó para descongestionar la de Alhaurín de la Torre, con capacidad para unos 900 internos y una ocupación actual que ronda los 1.500. Entre los gastos para conservar el recinto están los del mantenimiento y vigilancia para evitar su deterioro, tareas adjudicadas a una empresa externa por 1,63 millones para un plazo de dos años.

En Galicia, la falta de fondos y la mala gestión de los proyectos han dejado vacíos una decena de centros de día y residencias para la tercera edad en cuya construcción se invirtieron 6,5 millones de euros. El más costoso fue el geriátrico de Nogueira de Ramuín (Ourense), un moderno complejo de 54 plazas en el que se invirtieron 1,6 millones y del que ahora se usan algunas salas para cursos, exposiciones y actos del PP. Algunos de estos recintos para mayores fueron incluso equipados y adjudicados a empresas privadas pero no se abrieron o lo hicieron por poco tiempo, circunstancia que no impidió que las concesionarias siguiesen cobrando de las arcas públicas un 75% del coste de la mayor parte de las plazas vacías gracias a una cláusula del contrato que introdujo la Xunta de Alberto Núñez Feijóo.

La lista de proyectos que terminan siendo pozos de dinero público es larga. Ezquiaga cree que “mientras no veíamos la cara oscura de la crisis, la opinión pública y los medios jaleaban estos proyectos", en gran medida “frívolos” y “megalomaníacos”. Y “tenían éxito”, añade, “servían para ganar elecciones”. Ahora, “es como si la crisis nos hubiera quitado la venda de los ojos y de pronto viéramos que el rey iba desnudo”.

La clave: planificación, estrategia y participación
La clave para que una infraestructura funcione tiene, según el decano de los arquitectos de Madrid, José María Ezquiaga, “tres patas”. La primera es elaborar antes de empezar a construir “un estudio de factibilidad y de las necesidades” que conllevará la obra.
En segundo lugar, el proyecto ha de enmarcarse en “una estrategia global” de desarrollo de una zona o una ciudad. Un caso positivo que según Ezquiaga, ha dado lugar a “imitaciones frívolas” es el del museo Guggenheim de Bilbao. Este icónico edificio, obra del arquitecto Frank O. Gehry, simboliza, a juicio de Ezquiaga, “el resurgimiento de la decadencia industrial de principios del siglo XX”, un mensaje que “unía a los bilbaínos”.
Pero el Guggenheim, sostiene, es “una anécdota dentro de todo lo que ha hecho Bilbao”. El decano recuerda que la capital vizcaína acometió una profunda regeneración del tejido industrial, redibujó los sistemas de transporte de la ciudad y la revitalizó el Casco Antiguo, entre otras iniciativas. La obra de Gehry, además de “estar muy bien elegida”, encaja en esta estrategia global. Ezquiaga explica que sin todo eso detrás, “el Guggenheim sería una ruina”.
Y por último, considera que es muy importante “escuchar a la gente” y fomentar la participación de la ciudadanía. Muchas de las obras que acaban por no tener utilidad “se habrían evitado si el sentido común de la gente hubiera tenido voz”, opina.
Con información de Sonia Vizoso, Antonio Jesús Mora y Javier Doria.

lunes, 24 de agosto de 2015

La ternura de los animales que hablan

¿Por qué no hay billetes de más de 100 pesos? La insólita explicación de Kicillof
El papel de mayor denominación vale la quinta parte que hace una década. El ministro justificó que "la tendencia mundial es ir al dinero electrónico".
Fortuna



Uno de los principales problemas que trae la inflación es la devaluación de los billetes. En mayo de 2003, al iniciarse el ciclo kirchnerista, el papel de mayor denominación en pesos, el de 100, equivalía a 34,72 dólares (con un tipo de cambio vendedor a 2,88).

Ese mismo billete vale hoy unos 10,78 dólares si se considera el tipo de cambio oficial de 9,72. Y si tomamos el dólar blue a la última cotización de 15,55, un papel de 100 pesos apenas cubre 6,43 dólares.

El gobierno nacional nunca decidió imprimir billetes de mayor denominación en pesos, sea de 200, 500 o hasta 1000, a pesar de que sí emitió nuevas series de los actuales de 50 (con la imagen de las Islas Malvinas) y de 100 (el de Evita Perón). La razón, jamás admitida, es que billetes más grandes implicarían reconocer la inflación acumulada en los últimos 12 años.

En esa misma línea, llamó la atención la curiosa explicación del ministro de Economía Axel Kicillof: “El de más alta denominación de los Estados Unidos es el de 100 dólares que coincide con la denominación del nuestro”, afirmó.

“Tomando el índice oficial de allá que suele ser más bajo que los privados, lo que hubo de inflación en Estados Unidos desde que salió el billete de 100 dólares supera ampliamente a lo que ocurrió con el de $100″, sostuvo el funcionario nacional en una entrevista con el diario La Nación. “La tendencia mundial es ir cada vez más al dinero electrónico”, concluyó.

domingo, 23 de agosto de 2015

Econ 101: Repasando elasticidad



Un repaso de la elasticidad-precio
Amy Gallo - Harvard Business Review

Establecer el precio adecuado para su producto o servicio es duro. De hecho, el precio de la determinación es una de las cosas más difíciles en un vendedor tiene que ver, en gran parte debido a que tiene un gran impacto en los resultados financieros de la empresa. Uno de los elementos críticos de la fijación de precios es la comprensión de lo que los economistas llaman la elasticidad precio.

Para entender mejor este concepto y cómo afecta a la comercialización, hablé con Jill Avery, profesor en la Harvard Business School y autor de HBR Ir a las herramientas del mercado.


¿Cuál es la elasticidad-precio?

La mayoría de los clientes en la mayoría de los mercados son sensibles al precio de un producto o servicio, y la suposición es que más gente va a comprar el producto o servicio si es más barato y menos lo comprará si es más caro. Pero el fenómeno es más cuantificable que eso, y elasticidad de los precios muestra exactamente cómo responda la demanda del cliente es un producto basado en su precio. "Los vendedores necesitan entender cómo elástica, sensible a las fluctuaciones en el precio, o inelástica, en gran parte ambivalente acerca de los cambios de precios, sus productos están al contemplar cómo establecer o cambiar un precio", dice Avery.

"Algunos productos tienen una respuesta mucho más inmediata y dramática a los cambios de precios, por lo general porque están considerados agradable-a-tener o no esenciales, o porque hay muchos sustitutos disponibles", explica Avery. Tomemos, por ejemplo, la carne de vaca. Cuando el precio aumenta de manera espectacular, la demanda puede ir hacia abajo porque la gente puede fácilmente sustituir pollo o cerdo.

¿Cómo se calcula?


Esta es la fórmula de la elasticidad precio de la demanda:



Veamos un ejemplo. Digamos que una empresa de ropa elevó el precio de uno de sus abrigos de $ 100 a $ 120. El incremento de los precios es de $ 120- $ 100 / $ 100 o 20%. Ahora digamos que el aumento causó una disminución en la cantidad vendida de 1.000 abrigos de 900 abrigos. El porcentaje de disminución de la demanda es de -10%. El tapar esos números en la fórmula, se obtendría una elasticidad precio de la demanda de:




Tenga en cuenta que lo negativo es tradicionalmente ignorado y el valor absoluto del número se utiliza para interpretar la elasticidad precio métrica, ya que es la magnitud de la distancia de cero lo que importa y no si es positivo o negativo.

"Cuanto mayor sea el valor absoluto del número, los clientes más sensibles son a los cambios de precios", explica Avery. Como explica en su "kit de herramientas de Análisis de Marketing: Precios y la cuenta de resultados," hay cinco zonas de elasticidad. Los productos y servicios pueden ser:


  • Perfectamente elástica donde cualquier pequeño cambio en los resultados de los precios en un gran cambio en la cantidad demandada. Los productos que entran en esta categoría son en su mayoría "materias primas puras", dice Avery. "No hay marca, sin diferenciación de los productos, y los clientes tienen ningún apego significativo para el producto."
  • Relativamente elástica donde los pequeños cambios en la causa precio grandes cambios en la cantidad demandada (el resultado de la fórmula es mayor que 1). Carne de vaca, como se discutió anteriormente, es un ejemplo de un producto que es relativamente elástica.
  • Elasticidad unitaria donde cualquier cambio en el precio es igualada por un cambio igual en cantidad (donde el número es igual a 1).
  • Relativamente inelástica donde grandes cambios en el precio causan pequeños cambios en la demanda (el número es menor que 1). La gasolina es un buen ejemplo aquí porque la mayoría de la gente lo necesita, por lo que incluso cuando los precios suben, la demanda no cambia mucho. Además, "los productos con las marcas más fuertes tienden a ser más inelástica, lo que hace que la construcción de la equidad de marca de una buena inversión", dice Avery.
  • Perfectamente inelástica cuando la cantidad demandada no cambia cuando los cambios de precios. Productos en esta categoría son lo que los consumidores tienen una necesidad imperiosa y no hay otras opciones de donde obtenerlos. "Tendemos a ver esto sólo en los casos en que una empresa tiene el monopolio de la demanda. Incluso si cambio de precio, usted todavía tiene que comprar a mí ", explica Avery.

Los vendedores deben saber donde sus productos se encuentran en este espectro, pero "el número real es menos importante que saber qué zona de su producto está dentro y lo que va a pasar con la demanda del consumidor si cambia de precio", dice ella.

¿Cómo las empresas lo utilizan?


Este es uno de los indicadores clave para los gerentes de marketing, dice Avery. "Nuestro trabajo es crear productos y servicios que tienen un valor único y sostenible para los clientes en comparación con otras opciones disponibles para ellos en el mercado. La elasticidad precio es una manera de medir cómo lo estamos haciendo en ese sentido ", explica. "Si mi producto es altamente elástica, está siendo percibida como un bien por los consumidores." Le dice cómo es eficaz usted está en la comercialización de sus productos a los consumidores.

"El objetivo de un vendedor es mover sus productos de relativamente elástica relativamente inelástica", continúa. "Lo hacemos mediante la creación de algo que es diferenciada y significativa a los clientes." Cuando, a través de la marca o de otras iniciativas de marketing, una empresa aumenta el deseo de los consumidores por el producto y su disposición a pagar sin importar el precio, es la mejora de la posición de la empresa en comparación con competidores. Pero se puede ir a otro lado. "Es una medida importante de ver debido a que su producto puede llegar a ser más elástica si un competidor comienza a ofrecer sustitutos convincentes o los ingresos de los consumidores bajar, haciéndolos más sensibles a los precios", dice Avery.

Tenga en cuenta que la elasticidad de precios no es sólo un factor de lo bien que se está comercializando. También se ve afectado por el tipo de producto que estás vendiendo, el ingreso de los consumidores objetivo, la salud de la economía, y lo que están haciendo sus competidores. "No se puede mirar en el aislamiento", dice Avery. "Hay que verlo en el contexto de la industria y su estructura competitiva y en el contexto de la vida de los consumidores."

Como habrás imaginado, este es un número que sólo se puede calcular con certeza después de haber hecho un cambio de precio real y visto el impacto resultante en la demanda. Y para ser realmente cierto, habría que cambiar el precio varias veces para ver lo que sucedería en cada punto de precio. Esto no es lo que las empresas tienden a hacerlo en la práctica. Más bien, se envían cuestionarios, grupos de discusión dirigidos, o realizar experimentos a pequeña escala en algunos mercados, para darles una idea de lo que sucedería si cambiaron su precio.

Si bien es importante comprender la elasticidad-precio de su producto o servicio, mucho más a menudo, en contextos empresariales, la gente habla de la sensibilidad al precio de una manera más cualitativa, explica Avery. Oirás gerentes dicen, "mi producto es sensible a los precios" o "tenemos suerte de tener un producto que no es sensible a los precios." La elasticidad no es lo mismo que la sensibilidad, advierte. "La sensibilidad es más un concepto cualitativo donde la elasticidad es uno cuantitativo. Pero ellos están estrechamente relacionados ".

¿Cuáles son algunos de los errores comunes gerentes hacen con elasticidad-precio?


Muchos gerentes asumen que entienden el panorama completo sobre la base de su experiencia los precios de sus productos en el mercado, que saben cómo los consumidores responden a casi cualquier cambio de precio, explica Avery. Pero rara vez tienen las empresas prueban los cambios de precios extremas. Lo más probable, una compañía tiene una pequeña muestra de las respuestas de los consumidores a ciertos cambios de precios, como lo que ocurre cuando el precio sube o baja por 5.20%. Más cambios extremos en los precios pueden provocar significativamente diferentes respuestas de los consumidores. "La matemática no es complicado", dice ella, "pero es difícil de precisar cómo se va a jugar en el mercado debido a la elasticidad de precios es un concepto dinámico." Lo que los consumidores han sido históricamente dispuestos a pagar por un producto en particular no es necesariamente lo que están dispuestos a pagar hoy o mañana.

Por lo tanto, la elasticidad puede ser a menudo un cálculo inexacto. "Es imposible saber lo que los clientes van a hacer en cada punto del precio o en el mercado", dice Avery. Claro, los vendedores pueden obtener un buen sentido de la disposición a pagar de las respuestas de la encuesta, pero "el reto es que lo que la gente dice que van a hacer no es lo que realmente hacen cuando están de pie en la plataforma." Es mejor, ella sugiere, a hacer una prueba A / B en el mercado, para poner su producto a cabo en el nuevo punto de precio y ver lo que la demanda es, y compararlo con el mismo producto a un precio diferente. Eso es lo que obtendrá la información más precisa. Avery señala que en un contexto digital, esto es fácil y barata de hacer. "Usted puede poner su producto en $ 10 y dos minutos más tarde cambiarlo a $ 2, y luego sentarse y ver la respuesta de los consumidores resultante," dice ella.


Pero no se trata sólo de averiguar el número correcto; es necesario entender el comportamiento del consumidor también. "Se podría realizar pruebas de mercado todos los días", dice Avery ", pero también se quiere entender por qué los consumidores están actuando de la manera que son. Comprender el comportamiento de los consumidores por qué detrás es fundamental para predecir cómo responderán en el futuro. "Esa información informará a sus esfuerzos de marketing. Por lo tanto, los vendedores inteligentes complementan cualquier prueba cuantitativa de la investigación cualitativa para llegar a las razones subyacentes de la conducta del consumidor.

También es importante tener en cuenta que la comprensión de la elasticidad precio de la demanda de su producto no te dice cómo manejarlo. "Como vendedor, quiero entender mi elasticidad precio actual y los factores que están haciendo es elástica o inelástica, y luego pensar en cómo esos factores están cambiando con el tiempo", explica Avery. En última instancia, usted quiere mantener su relevancia para los consumidores y diferenciado de sus competidores. Una vez hecho esto, se puede ajustar el precio hacia arriba o abajo para representar mejor el nivel de valor que está proporcionando a sus clientes. Su actual elasticidad de precios es sólo un punto de datos que le ayuda a tomar esas decisiones futuras.