Cómo se forman los precios de la ropa argentina
Lo que el público percibe excesivo es insuficiente para los fabricantes, que se quejan de la baja rentabilidad y sufren el rezago del frío
Por Luján Scarpinelli | LA NACION
Rubia, alta y delgada, pero nada era más envidiable que su atuendo. De la cabeza a los pies, el modelo que vestía sumaba $ 50.
Si se reeditaran hoy aquellos minutos en los que la portuguesa Carmen Yazalde se lucía ante la audiencia de Susana Giménez, el presupuesto apenas le alcanzaría para envolverse con un metro de modal comprado en Once.
Como todo lo demás, los precios de la ropa subieron en los últimos años, impulsados por la inflación. Las marcas locales aseguran que, pese a las alzas al público, el nivel de precios actual encierra una pérdida de rentabilidad cada vez mayor.
Lo fundamentan, planilla en mano, con un análisis de su ecuación de costos, muy distinta a la de firmas de indumentaria extranjeras, que operan con grandes volúmenes y en otros contextos impositivos.
Para empezar a desenredar la madeja, el economista Mariano Kestelboim describe las particularidades del modelo productivo local: "Desde los 90 y hasta ahora, la producción se desverticalizó; las marcas de indumentaria producen en talleres con una capacidad limitada". (Esta dinámica, agrega, provocó la extensión y el desmadre de los talleres clandestinos.) Mientras el consumo funcionó como uno de los pilares del modelo, la capacidad productiva creció. Pero el contexto cambió: en 2014, las ventas cedieron 7,9%. Esta temporada, el frío demorado condicionó las ventas a "precio pleno" (antes de las rebajas). Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en mayo, las nuevas colecciones en los percheros no atrajeron demasiado público. El crecimiento interanual fue un leve 0,9%, por debajo del incremento de ventas minoristas en ese período. La expectativa para el invierno es que el programa oficial Ahora 12 ayude a traccionar ventas.
"Hay más oferta que demanda", describe un empresario de larga trayectoria en la industria que prefirió mantenerse en el anonimato. Entonces, si se siguen los principios de la ley de oferta y demanda, ¿por qué no cayeron los precios?
En las marcas dicen que a la salida de los talleres, los costos se sumaron a las prendas, "sobre todo, los vinculados a la comercialización", dice Kestelboim. Y la acumulación llegó a las vidrieras, al final de la cadena.
Por otra parte cuentan en el sector que las trabas a la importación complicaron el abastecimiento de insumos, alargaron los tiempos y agregaron nuevos costos al ingreso de mercaderías, que nadie asume en voz alta. Además, reconocen los vendedores por lo bajo, los precios tienen un plus que sirve como margen para hacer promociones y usarlas como estímulo para la demanda. "Es que el 80% de las ventas en los locales de ropa se hace los días de descuentos con bancos, tarjetas u otras promociones, y eso generó una fuerte distorsión en los precios", dice en off el hombre que está al frente de una de las marcas referente en el país.
Según datos de la Fundación Pro-Tejer, la fabricación propiamente dicha de una prenda, por ejemplo un jean de marca premium, explica sólo 14,4% del precio. Según el detalle del informe, la materia prima representa apenas 4,6%; corte y costura, otro 4,2%, y una porción similar corresponde al lavado, bordado y otros pormenores de la confección. En este paquete, la ganancia del confeccionista pesa menos del 1% y otro tanto corresponde a gastos operativos.
Fuera de la fabricación, lo que se paga por el jean del ejemplo también incluye un porcentaje de diseño, marketing, publicidad y otros gastos administrativos, que agregan un 19,4% más al número final.
Por último, concluye el estudio de Pro-Tejer, se contemplan los costos comerciales y de ocupación (31%), y los financieros (8%), que incluyen el impacto de las promociones. En este ítem merece una mención el adicional de "llave" que pagan quienes se establecen en un shopping, las altas expensas y los gastos comunes.
La cuenta cierra con un 27% adicional de impuestos, entre los que se pondera el IVA, Ingresos Brutos, impuesto al cheque, Ganancias, aportes y ABL. Andrés Mir, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), apunta que, en base a márgenes estándar y estructuras promedio, el costo impositivo en el precio de venta al público de la indumentaria está en torno del 37%.
Con todo esto, las marcas hacen un mark up, es decir, establecen un porcentaje que permita cubrir los costos y tener un margen de ganancia. En el caso del jean, el cliente paga al llegar a la caja un 592% más de lo que cuesta a la salida del taller.
No sería igual si los procesos van por fuera de la senda formal. Además de las diferencias de calidad, el comercio ilegal en ferias como La Salada o la avenida Avellaneda, en Flores, tiene una cadena más corta. Los faltantes, dice Damián Di Pace, asesor de la CAME, son los impuestos, los costos de marca, la propiedad intelectual y publicidad, entre muchos otros. Eso, dice el especialista en comercio minorista, explica los precios bajos con los que es imposible competir.
Otra forma de ver los precios surge al comparar al país con el mundo, en función de la mano de obra. Aquí, una costurera promedio tiene un costo empresario de US$ 1000, 2500 euros en Europa, o en el otro extremo, US$ 60 en Bangladesh y US$ 300 en China. "Pero cuando compran regalado en el exterior nadie piensa en eso", se queja un empresario local.
El blog reúne material de noticias de teoría y aplicaciones de conceptos básicos de economía en la vida diaria. Desde lo micro a lo macro pasando por todas las vertientes de los coyuntural a lo más abstracto de la teoría. La ciencia económica es imperial.
sábado, 4 de julio de 2015
viernes, 3 de julio de 2015
Precios y salarios máximos en la Antigua Roma
PRECIOS Y SALARIOS EN LA ANTIGUA ROMA
JAVIER SANZ - Historias de la Historia
Hoy en día, tal como están las cosas, los que tenemos la suerte de tener un salario, comprobamos como disminuye mes a mes… y gracias. Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma, y gracias al Edicto de Precios Máximos o el Edicto de Diocleciano, vamos a ver qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente.
Pergamino del Edicto
Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis –crisis imperial– alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
Carpintero o albañil – 50 al día
Pintor (brocha gorda) – 75 al día
Pintor (de cuadro) – 150 al día
Tejedor de lana – 175 por manto
Panadero – 50 al día
Construcción de barcos, fluviales y marítimos – 50 y 60 al día respectivamente.
Arriero – 25 al día
Barbero/peluquero – 2 por persona
Limpiador de cloacas – 25 al día
Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
Cebada y centeno, un modio – 60
Lentejas, un modio – 100
Sal, un modio – 100
Judías, un modio – 100
Arroz, un modio – 200
Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16
Cerveza gala, un sextarius – 4
Cerveza egipcia, un sextarius – 2
Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
Aceite de oliva, un sextarius – 40
Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) – 12
Pierna de cerdo, Menápico o Cerritano – 20
Carne de vaca, una libra – 8
Un pollo – 60
Un faisán – 250
Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
Pescado salado, una libra – 6
Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.
JAVIER SANZ - Historias de la Historia
Hoy en día, tal como están las cosas, los que tenemos la suerte de tener un salario, comprobamos como disminuye mes a mes… y gracias. Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma, y gracias al Edicto de Precios Máximos o el Edicto de Diocleciano, vamos a ver qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente.
Pergamino del Edicto
Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis –crisis imperial– alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
Salarios:
Trabajador agrícola – 25 al díaCarpintero o albañil – 50 al día
Pintor (brocha gorda) – 75 al día
Pintor (de cuadro) – 150 al día
Tejedor de lana – 175 por manto
Panadero – 50 al día
Construcción de barcos, fluviales y marítimos – 50 y 60 al día respectivamente.
Arriero – 25 al día
Barbero/peluquero – 2 por persona
Limpiador de cloacas – 25 al día
Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
Precios
Trigo, un modio (8,75 kg.) – 100Cebada y centeno, un modio – 60
Lentejas, un modio – 100
Sal, un modio – 100
Judías, un modio – 100
Arroz, un modio – 200
Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16
Cerveza gala, un sextarius – 4
Cerveza egipcia, un sextarius – 2
Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
Aceite de oliva, un sextarius – 40
Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) – 12
Pierna de cerdo, Menápico o Cerritano – 20
Carne de vaca, una libra – 8
Un pollo – 60
Un faisán – 250
Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
Pescado salado, una libra – 6
Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.
jueves, 2 de julio de 2015
miércoles, 1 de julio de 2015
Hay límites a la maximización individual
¿Hay límites lógicos a la auto-maximización?
por Jag Bhalla - Big Think
Tanto la biología y la economía están en el negocio de la "selección de la productividad". Comparándolos da lecciones.
1. Economía y evolución siempre han intercambiado ideas. La selección natural cristalizado por Charles Darwin, debido a un ensayo sobre la economía (Thomas Malthus). Más recientemente Richard Dawkins reforzó una economía "naturalmente" egoístas a través de su (falacia de composición cometer) afirman que todo lo que evoluciona "debe ser egoísta."
2. La economía convencional presume a) estamos racional e ilimitadamente egoísta, y b) los rasgos en los mercados creamos resultados beneficiosos u óptimos. Esos son todos comprobable y, a menudo falsa. Daniel Kahneman dice que es "evidente que las personas no son ni totalmente racional ni completamente egoísta." Su colega Richard Thaler dice economistas modelan una "especie diferentes."
3. El gran trabajo de Kahneman y de Thaler creando la economía del comportamiento no ha pedido a la siguiente gran pregunta. ¿Qué tipo de resultados surgen cuando los mercados se agregan decisiones "cognitivamente sesgadas" y comúnmente imprudentes?
4. The Darwin Economy de Robert Frank señala mercados también sufren una falacia composición, localmente decisiones "racionales" no siempre agregada a los buenos resultados, por ejemplo, en situaciones con "la dinámica de la cuña de Darwin" (ver también trastornos espontáneos). Otros buscan en estos temas incluyen la economía complejidad y evonomics.
5. El interés en la evolución difiere mucho de auto-interés en la economía. Comparando sus límites y dependencias lógicas puede reducir el pensamiento antinatural selectiva.
6. Los apetitos y capacidades a lo largo de la biología son fisiológicamente limitado. Más allá de un cierto nivel de saciedad, más no es mejor - a menudo es poco saludable, contraproducente e incluso tóxicos. Por el contrario, el interés en economía se considera ilimitado. Cada dólar adicional se considera mejor (una ilusión numérica enterrado en las matemáticas). Inmensidad es antinatural; no tiene en cuenta los límites de la realidad y de las capacidades previsibles de sistemas que dependen.
7. propio interés Evolutiva es en su mayoría mudos. Conduce depredadores a presas overhunt, destruyendo a sí mismos, y sus mudos genes auto-maximización. De alguna manera el interés económico se ha convertido en tan tonto, a menudo la promoción sistémica auto-minar la "racionalidad" (Dilemas del Prisionero por ejemplo, "tragedia de los comunes").
8. A pesar de la evolución de ser mudo y ciego, hemos evolucionado cierto grado de previsión inteligente - y debería ver la lógica de un principio universal aún sin nombre: la naturaleza y la lógica en última instancia, eliminar lo que los daños de qué depende.
9. El replicador de Dawkins vs. distinción de vehículo - genes frente a los organismos - puede iluminar. A pesar de su opinión de que los genes (y todos los que construyen) son "egoístas", cada gen "egoísta" también debe cooperar bien con cualquier otro gen en el vehículo / cuerpo que depende de, o se daña sus propias posibilidades de supervivencia.
10. Esa lógica se aplica ampliamente. Hemos sido los cazadores del equipo para 10.000 generaciones, desde que la caza grupo fuera producido continua en solitario. Ese aumento de la productividad requiere ser "sin piedad cooperativa" - castigar a su propio interés excesivo que amenazaba la supervivencia del grupo (véase también "Castigo de la Regla de Oro"). De la misma manera excesiva auto-maximización es un riesgo sistémico a las comunidades, ciudades (véase Pericles), los mercados, las economías, las naciones, el planeta).
11. Somos la primera especie que saben. Y ignorar imprudentemente ella. Límites, de previsión, de auto-deficiencia, coordinación interdependiente, la justicia de recursos y de racionalidad relacional están en toda nuestra naturaleza. Todos ellos deben estar en nuestra economía y nuestra política. Y en nuestros intereses racionales, correctamente entendida.
La economía no tiene por qué ser tan tonto como árboles. Tampoco como auto-daño como el exceso de cazadores. Tampoco "cognitivamente poco natural."
por Jag Bhalla - Big Think
Tanto la biología y la economía están en el negocio de la "selección de la productividad". Comparándolos da lecciones.
1. Economía y evolución siempre han intercambiado ideas. La selección natural cristalizado por Charles Darwin, debido a un ensayo sobre la economía (Thomas Malthus). Más recientemente Richard Dawkins reforzó una economía "naturalmente" egoístas a través de su (falacia de composición cometer) afirman que todo lo que evoluciona "debe ser egoísta."
2. La economía convencional presume a) estamos racional e ilimitadamente egoísta, y b) los rasgos en los mercados creamos resultados beneficiosos u óptimos. Esos son todos comprobable y, a menudo falsa. Daniel Kahneman dice que es "evidente que las personas no son ni totalmente racional ni completamente egoísta." Su colega Richard Thaler dice economistas modelan una "especie diferentes."
3. El gran trabajo de Kahneman y de Thaler creando la economía del comportamiento no ha pedido a la siguiente gran pregunta. ¿Qué tipo de resultados surgen cuando los mercados se agregan decisiones "cognitivamente sesgadas" y comúnmente imprudentes?
4. The Darwin Economy de Robert Frank señala mercados también sufren una falacia composición, localmente decisiones "racionales" no siempre agregada a los buenos resultados, por ejemplo, en situaciones con "la dinámica de la cuña de Darwin" (ver también trastornos espontáneos). Otros buscan en estos temas incluyen la economía complejidad y evonomics.
5. El interés en la evolución difiere mucho de auto-interés en la economía. Comparando sus límites y dependencias lógicas puede reducir el pensamiento antinatural selectiva.
6. Los apetitos y capacidades a lo largo de la biología son fisiológicamente limitado. Más allá de un cierto nivel de saciedad, más no es mejor - a menudo es poco saludable, contraproducente e incluso tóxicos. Por el contrario, el interés en economía se considera ilimitado. Cada dólar adicional se considera mejor (una ilusión numérica enterrado en las matemáticas). Inmensidad es antinatural; no tiene en cuenta los límites de la realidad y de las capacidades previsibles de sistemas que dependen.
7. propio interés Evolutiva es en su mayoría mudos. Conduce depredadores a presas overhunt, destruyendo a sí mismos, y sus mudos genes auto-maximización. De alguna manera el interés económico se ha convertido en tan tonto, a menudo la promoción sistémica auto-minar la "racionalidad" (Dilemas del Prisionero por ejemplo, "tragedia de los comunes").
8. A pesar de la evolución de ser mudo y ciego, hemos evolucionado cierto grado de previsión inteligente - y debería ver la lógica de un principio universal aún sin nombre: la naturaleza y la lógica en última instancia, eliminar lo que los daños de qué depende.
9. El replicador de Dawkins vs. distinción de vehículo - genes frente a los organismos - puede iluminar. A pesar de su opinión de que los genes (y todos los que construyen) son "egoístas", cada gen "egoísta" también debe cooperar bien con cualquier otro gen en el vehículo / cuerpo que depende de, o se daña sus propias posibilidades de supervivencia.
10. Esa lógica se aplica ampliamente. Hemos sido los cazadores del equipo para 10.000 generaciones, desde que la caza grupo fuera producido continua en solitario. Ese aumento de la productividad requiere ser "sin piedad cooperativa" - castigar a su propio interés excesivo que amenazaba la supervivencia del grupo (véase también "Castigo de la Regla de Oro"). De la misma manera excesiva auto-maximización es un riesgo sistémico a las comunidades, ciudades (véase Pericles), los mercados, las economías, las naciones, el planeta).
11. Somos la primera especie que saben. Y ignorar imprudentemente ella. Límites, de previsión, de auto-deficiencia, coordinación interdependiente, la justicia de recursos y de racionalidad relacional están en toda nuestra naturaleza. Todos ellos deben estar en nuestra economía y nuestra política. Y en nuestros intereses racionales, correctamente entendida.
La economía no tiene por qué ser tan tonto como árboles. Tampoco como auto-daño como el exceso de cazadores. Tampoco "cognitivamente poco natural."
martes, 30 de junio de 2015
El Mundo según Yo: Egolatría modo Krugman
En qué acerté y en qué me equivoqué
El premio Nobel repasa cuáles de sus pronósticos sobre la crisis se han cumplido y cuáles no en la última década
El País
Paul Krugman
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman. / EFE
Hace poco, mientras hacía limpieza de mi despacho en Princeton, me di cuenta de la naturaleza efímera de escribir sobre políticas: una parte deprimentemente grande de mis estanterías estaba llena de 30 años de libros sobre la trascendental década siguiente. Vaya.
Pero, mientras iba añadiendo esos libros a la pila para regalar, me sorprendí a mí mismo en una cierta reflexión autorreferencial –y quizá autoindulgente– no sobre la década que se avecina, sino sobre la anterior.
Ya saben, han pasado casi 10 años desde que empecé a escribir sobre la crisis financiera y la Gran Recesión. (Por supuesto, al principio no sabía que, en realidad, estaba escribiendo sobre esas cosas). Todo empezó con mi diagnóstico de una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, cuyo estallido yo sabía que sería malo, pero no tenía ni idea de que lo sería tanto como lo fue. En todo caso, ha habido un arco bastante coherente, y allí estaba yo reflexionando sobre mis aciertos y mis errores.
El punto de partida, como decía, fue la burbuja inmobiliaria. Ciertamente, no fui el único en dar la voz de alarma en ese frente. El economista Dean Baker, en particular, lanzó advertencias mucho antes y mucho más contundentemente. No obstante, creo que mi primer artículo al respecto aportó valor al poner de relieve la enorme diferencia entre el comportamiento de los precios en los estados en donde la construcción estaba restringida y en los demás.
Observando las medias nacionales se podía afirmar que los precios del sector inmobiliario tenían sentido, pero en cuanto uno separaba el conjunto adecuado de estados y ciudades, se encontraba cara a cara con la locura. Y, en los años siguientes, la bifurcación quedó abrumadoramente confirmada.
Ese fue el principio. Desde entonces, ¿en qué he acertado y en qué me he equivocado?
Cosas en las que he acertado:
Cosas en las que me he equivocado:
Probablemente me haya dejado algunas cosas, aunque pienso que es interesante cuántos de mis detractores sienten la necesidad de atacar mi historial inventando pronósticos y afirmaciones que nunca he hecho. Aunque no cabe duda de que he cometido errores, creo que, en general, he acertado, sobre todo porque nunca he dejado que las preocupaciones de moda me aparten de la macroeconomía básica y he intentado en todo momento aplicar las lecciones de la historia.
Paul Krugman es profesor de Economía en la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía de 2008.
© 2015 The New York Times. Traducción de News Clips.
El premio Nobel repasa cuáles de sus pronósticos sobre la crisis se han cumplido y cuáles no en la última década
El País
Paul Krugman
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman. / EFE
Hace poco, mientras hacía limpieza de mi despacho en Princeton, me di cuenta de la naturaleza efímera de escribir sobre políticas: una parte deprimentemente grande de mis estanterías estaba llena de 30 años de libros sobre la trascendental década siguiente. Vaya.
Pero, mientras iba añadiendo esos libros a la pila para regalar, me sorprendí a mí mismo en una cierta reflexión autorreferencial –y quizá autoindulgente– no sobre la década que se avecina, sino sobre la anterior.
Ya saben, han pasado casi 10 años desde que empecé a escribir sobre la crisis financiera y la Gran Recesión. (Por supuesto, al principio no sabía que, en realidad, estaba escribiendo sobre esas cosas). Todo empezó con mi diagnóstico de una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, cuyo estallido yo sabía que sería malo, pero no tenía ni idea de que lo sería tanto como lo fue. En todo caso, ha habido un arco bastante coherente, y allí estaba yo reflexionando sobre mis aciertos y mis errores.
El punto de partida, como decía, fue la burbuja inmobiliaria. Ciertamente, no fui el único en dar la voz de alarma en ese frente. El economista Dean Baker, en particular, lanzó advertencias mucho antes y mucho más contundentemente. No obstante, creo que mi primer artículo al respecto aportó valor al poner de relieve la enorme diferencia entre el comportamiento de los precios en los estados en donde la construcción estaba restringida y en los demás.
Observando las medias nacionales se podía afirmar que los precios del sector inmobiliario tenían sentido, pero en cuanto uno separaba el conjunto adecuado de estados y ciudades, se encontraba cara a cara con la locura. Y, en los años siguientes, la bifurcación quedó abrumadoramente confirmada.
Ese fue el principio. Desde entonces, ¿en qué he acertado y en qué me he equivocado?
Cosas en las que he acertado:
1. La burbuja inmobiliaria
Vale la pena recordar con qué insistencia se negó la burbuja, y cuánta de esa negación fue política; me repitieron un montón de veces que yo solo decía que había una burbuja porque odiaba a Bush.2. La inflación, o la ausencia de inflación.
He escrito muchas veces sobre esto, pero después de que estallase la burbuja inmobiliaria, fui un firme defensor de la opinión de que las políticas expansionistas de la Reserva Federal no suponían ningún riesgo de inflación. Esto despertó una gran polémica, ya que la derecha estaba totalmente convencida de que la inflación estaba al llegar, y una parte del centro y de la izquierda se sentía, como mínimo, insegura al respecto.3. Los tipos de interés
En estas condiciones no hay efecto desplazamiento (crowding out). Lo dije enérgicamente desde el principio, y sobre este tema hubo mucho titubeo entre los demócratas, demasiados de los cuales se tragaron el cuento acerca de los peligros del déficit, incluso en una economía deprimida.4. La austeridad es perjudicial
Un montón de gente que debería haber tenido mejor criterio se creyó la ilusión del hada de la confianza, o al menos aceptó la idea de que los multiplicadores fiscales eran bastante bajos. Yo dije que en la coyuntura actual los multiplicadores serían altos. La investigación se ha puesto al día con este punto de vista y lo ha corroborado.5. Estímulo insuficiente
Avisé enseguida y repetidamente de que la Ley de Recuperación y Reinversión de Estados Unidos de 2009 se quedaba muy corta, y de que esa insuficiencia tendría consecuencias duraderas. Por desgracia, tenía razón.6. La devaluación interna es despreciable, tosca y larga
Desde el primer momento sostuve que ajustar los precios relativos dentro de la eurozona sería extremadamente difícil, y que nadie tiene la clase de flexibilidad de precios y salarios que permita que la “devaluación interna” se desarrolle sin sobresaltos. Y que a los países que podían llevar a cabo devaluaciones monetarias, como Islandia, les sería todo mucho más fácil.7. Obamacare es factible
Es un tema diferente, pero en mi libro de 2007 Conscience of a Liberal [La conciencia de un liberal], defendí, sin originalidad, que un sistema sanitario de mandatos, regulación y subsidios al estilo de la Ley de Atención Sanitaria Asequible, aunque no se pudiese construir de la nada, funcionaría en Estados Unidos. (Yo quería una opción pública, pero esa es otra historia).Cosas en las que me he equivocado:
1. La magnitud del desastre
Vi una burbuja inmobiliaria, sabía que las consecuencias serían malas, pero no tenía ni idea de lo malas que serían. Ignoraba el incremento de las operaciones bancarias en la sombra y no tuve en cuenta la deuda de los hogares o los desequilibrios dentro de la eurozona.2. La deflación
Pensé que la deflación al estilo japonés era un riesgo inminente en todas las economías deprimidas. En cambio, ha habido una inflación notablemente persistente, baja pero positiva.3. La caída del euro
Creo que, en su mayor parte, mi análisis de la economía de la eurozona y de sus problemas fue bastante bueno (no obstante, ver más abajo). Sin embargo, sobreestimé en mucho el riesgo de ruptura porque entendí mal la economía política: no caí en la cuenta de lo dispuestas que estarían las élites europeas a imponer un sufrimiento generalizado en nombre de la permanencia en la unión monetaria. En relación con lo anterior, tampoco me di cuenta de lo fácil que sería manipular una modesta mejora económica y convertirla en un éxito, incluso después de años de horror.4. Los efectos de la liquidez en la deuda soberana
Por último, siento decir que pasé totalmente por alto la importancia de la liquidez y de la escasez de efectivo para dirigir los precios de los bonos en la eurozona. Hasta que el economista Paul DeGrauwe no intervino, no fui consciente de la enorme diferencia que supondría para Europa que el Banco Central Europeo cumpliese su función de prestamista de último recurso. De hecho, si el euro sobrevive, se debería atribuir a a DeGrauwe –y a ese tal Mario Draghi, que ha puesto en práctica sus ideas como presidente del Banco Central Europeo–gran parte del mérito.Probablemente me haya dejado algunas cosas, aunque pienso que es interesante cuántos de mis detractores sienten la necesidad de atacar mi historial inventando pronósticos y afirmaciones que nunca he hecho. Aunque no cabe duda de que he cometido errores, creo que, en general, he acertado, sobre todo porque nunca he dejado que las preocupaciones de moda me aparten de la macroeconomía básica y he intentado en todo momento aplicar las lecciones de la historia.
Paul Krugman es profesor de Economía en la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía de 2008.
© 2015 The New York Times. Traducción de News Clips.
lunes, 29 de junio de 2015
Hacia un homo economicus multidimensional
La muerte del 'homo economicus'
Los buenos incentivos no son sustitutos de buenos ciudadanos.
Samuel Bowles
Profesor de Investigación y Director del Programa de Ciencias de la Conducta, Instituto Santa Fe, santafe.edu
Los seres humanos, señala Sam Bowles, un Profesor de Investigación en el Instituto de Santa Fe, son seres complejos, psicológicamente dados a todo tipo de motivaciones mucho más allá de su propio interés desnudo. Eso podría ser una noticia para la profesión económica, que postula una imagen unidimensional de 'homo economicus', un agente que maximiza la utilidad racional, en gran parte impulsado por la llamada "mano invisible" del mercado. La incorporación de las disciplinas de una multiplicidad de ciencias sociales, Bowles produce evidencia convincente de que los incentivos financieros con intereses propios, de hecho, pueden producir un comportamiento que es ineficiente y viola la moralidad de una sociedad.
En su obra, el profesor Bowles ha llevado a cabo una amplia investigación de campo, lo que ilustra que los humanos pueden desarrollar estrategias cooperativas, cuando participan en grupos que comparten normas similares a largo plazo y están dispuestos a sancionar a los que no siguen los acuerdos de grupo. Un ejemplo que cita regularmente proviene de experimentos de comportamiento Bowles ha llevado a cabo en el que los individuos tienen la oportunidad de dividir importantes sumas de dinero entre ellos mismos y los demás y también para pagar por la oportunidad de castigar a aquellos que actúan de manera egoísta. Su investigación muestra que las personas cooperen no sólo por razones egoístas, sino también porque son genuinamente preocupado por el bienestar de los demás, ya que tratan de defender las normas sociales, y el valor de comportarse éticamente por su propio bien. Por otra parte, las personas castigan a aquellos que sin paseo en el comportamiento cooperativo de los demás por las mismas razones.
Este cuerpo de investigación tiene enormes implicaciones para la forma en que enseñamos economía y, más ampliamente, construye la política. En nuestra sociedad, nos basamos en multas y recompensas para aprovechar el interés de la gente en el servicio del bien común, pero no tenemos el equilibrio adecuado? Sin duda, la amenaza de una multa bien puede mantener a los conductores en la línea, y la promesa de un bono probable inspira alto rendimiento. Pero esa no es toda la historia: los incentivos también pueden ser contraproducentes, disminuyendo el mismo comportamiento que están destinados a fomentar la
¿Cuáles son las implicaciones para la enseñanza de la economía? ¿Cómo construir políticas para sacar lo bueno que es fundamentalmente la naturaleza intrínseca de la humanidad, en lugar de utilizar los incentivos tradicionales que apelan únicamente a su propio interés racional? Vea la entrevista mientras discutimos estos temas tan importantes.
The Institute For New Economic Thinking
Los buenos incentivos no son sustitutos de buenos ciudadanos.
Samuel Bowles
Profesor de Investigación y Director del Programa de Ciencias de la Conducta, Instituto Santa Fe, santafe.edu
Los seres humanos, señala Sam Bowles, un Profesor de Investigación en el Instituto de Santa Fe, son seres complejos, psicológicamente dados a todo tipo de motivaciones mucho más allá de su propio interés desnudo. Eso podría ser una noticia para la profesión económica, que postula una imagen unidimensional de 'homo economicus', un agente que maximiza la utilidad racional, en gran parte impulsado por la llamada "mano invisible" del mercado. La incorporación de las disciplinas de una multiplicidad de ciencias sociales, Bowles produce evidencia convincente de que los incentivos financieros con intereses propios, de hecho, pueden producir un comportamiento que es ineficiente y viola la moralidad de una sociedad.
En su obra, el profesor Bowles ha llevado a cabo una amplia investigación de campo, lo que ilustra que los humanos pueden desarrollar estrategias cooperativas, cuando participan en grupos que comparten normas similares a largo plazo y están dispuestos a sancionar a los que no siguen los acuerdos de grupo. Un ejemplo que cita regularmente proviene de experimentos de comportamiento Bowles ha llevado a cabo en el que los individuos tienen la oportunidad de dividir importantes sumas de dinero entre ellos mismos y los demás y también para pagar por la oportunidad de castigar a aquellos que actúan de manera egoísta. Su investigación muestra que las personas cooperen no sólo por razones egoístas, sino también porque son genuinamente preocupado por el bienestar de los demás, ya que tratan de defender las normas sociales, y el valor de comportarse éticamente por su propio bien. Por otra parte, las personas castigan a aquellos que sin paseo en el comportamiento cooperativo de los demás por las mismas razones.
Este cuerpo de investigación tiene enormes implicaciones para la forma en que enseñamos economía y, más ampliamente, construye la política. En nuestra sociedad, nos basamos en multas y recompensas para aprovechar el interés de la gente en el servicio del bien común, pero no tenemos el equilibrio adecuado? Sin duda, la amenaza de una multa bien puede mantener a los conductores en la línea, y la promesa de un bono probable inspira alto rendimiento. Pero esa no es toda la historia: los incentivos también pueden ser contraproducentes, disminuyendo el mismo comportamiento que están destinados a fomentar la
¿Cuáles son las implicaciones para la enseñanza de la economía? ¿Cómo construir políticas para sacar lo bueno que es fundamentalmente la naturaleza intrínseca de la humanidad, en lugar de utilizar los incentivos tradicionales que apelan únicamente a su propio interés racional? Vea la entrevista mientras discutimos estos temas tan importantes.
The Institute For New Economic Thinking
domingo, 28 de junio de 2015
Las deudas pueden comerse al mercado de shale en USA
La Industria de Shale podrían tragarse su propia deuda
por Asjylyn Loder - Bloomberg
Un pozo de bomba cerca de Sweetwater, Texas. Fotógrafo: LM Otero / Foto AP
La deuda que alimentó el boom de shale en EE.UU. ahora amenaza con ser su perdición.
Los perforadores están dedicando más ingresos que nunca para el pago de intereses. En un ejemplo, Continental Resources Inc., la empresa atribuye la fabricación de Dakota del Norte Bakken Shale una de las mayores regiones productoras de petróleo del mundo, pasó casi tanto como Exxon Mobil Corp., una compañía de 20 veces su tamaño.
La carga se está convirtiendo en más pesado después de los precios del petróleo cayeron 43 por ciento en el último año. Los pagos de intereses se están comiendo más del 10 por ciento de los ingresos para 27 de los 62 perforadores en el Índice de América del Norte Exploración y Producción Independiente Bloomberg Inteligencia, frente a una docena de hace un año. Los perforadores deuda 'se disparó a 235 mil millones dólares al final del primer trimestre, un aumento del 16 por ciento en el último año, así como los ingresos se redujo.
"La pregunta es, ¿cuánto tiempo tienen que pueden salirse con la suya", dijo Thomas Watters, analista de crédito de petróleo y gas de Standard & Poor 's en Nueva York. Las empresas con las calificaciones crediticias más bajas "están en modo de supervivencia", dijo.
El problema para los perforadores de esquisto es que han gastado consistentemente dinero más rápido que ellos han hecho, incluso cuando el petróleo era de 100 dólares por barril. Las empresas en el índice Bloomberg gastaron $ 4,15 por cada dólar ganado la venta de petróleo y gas en el primer trimestre, frente a los 2,25 dólares del año anterior, mientras empuja la producción de petróleo de Estados Unidos para el más alto en más de 30 años.
"Hay un problema de liquidez, y se empieza a observar la quema de efectivo", dijo Watters.
"Nuestro flujo de caja cubre fácilmente los costos de interés, y esperamos seguir manteniendo nuestra calificación crediticia de grado de inversión como los precios de los productos básicos se recuperen", dijo Warren Henry, portavoz de Continental con sede en la ciudad de Oklahoma.
Casi $ 20 mil millones en bonos emitidos por las 62 compañías están negociando a niveles en dificultades, con rendimientos de más de 10 puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro, ya que los inversores exigen tasas mucho más altas para compensar el riesgo de que no se pagarán las obligaciones, según datos compilados por Bloomberg espectáculo.
"Los mercados de crédito han desempeñado un gran papel en el mantenimiento de todo el sector con vida", dijo Amrita Sen, analista de petróleo en aspectos energéticos Ltd., una firma de consultoría en Londres.
En lo que va de este año, el S & P rebajó la perspectiva o degradó el crédito de casi la mitad de los 105 estadounidenses de exploración y producción las empresas que las tasas, según un informe de mayo.
West Texas Intermediate, el grado de referencia de Estados Unidos, perdió 11 centavos 60,34 dólares el barril en la contratación electrónica de la Bolsa Mercantil de Nueva York a las 1:04 pm, hora de Singapur el viernes.
La producción de petróleo de Estados Unidos comenzará a caer este mes y continuará hasta principios de 2016 deslice como perforadores de esquisto reducir el gasto, dijo la Administración de Información de Energía en un informe 09 de junio.
Los gastos por intereses puede drenar las finanzas de la empresa. En esta época el año pasado, Quicksilver Resources Inc. estaba gastando más del 20 por ciento de sus ingresos en intereses. La compañía perdió un pago de la deuda en febrero y desde entonces se ha declarado en bancarrota. Sabine Petróleo y Gas LLC perdió un pago de intereses en abril y otra este mes.
Representantes de Fort Worth, Quicksilver con sede en Texas y Sabine, con sede en Denver, no devolvieron las llamadas o correos electrónicos en busca de comentarios. Las acciones de Sabine cayeron un 96 por ciento en el último año a 8,5 centavos de dólar, y sus bonos se cotizan por menos de 23 centavos de dólar.
La nueva deuda emitida por Halcon y Duna está garantizado por los activos de petróleo y gas, por lo que es menos probable que los tenedores de bonos no garantizados conseguirán reembolsado en un defecto. Mayores, bonos sin garantía de ambas compañías se cotizan a niveles en dificultades. Halcon de van de 72 centavos de dólar o menos y Duna de de 62 centavos o menos, según datos compilados por Bloomberg.
El nuevo endeudamiento puede ser costoso. Duna con sede en la ciudad de Oklahoma emitió 1250 millones dólares de la deuda segunda-lien este mes con un interés del 8,75 por ciento, más que todos menos uno de sus bonos existentes, muestran los registros. La compañía pagó $ 24 millones en honorarios y sumará $ 109 millones al año para el pago de intereses, que ya se están comiendo el 29 por ciento de sus ingresos.
"Nos proporciona liquidez que de otra manera no habríamos tenido", dijo Justin Lewellen, portavoz Duna. "Se nos compró algo de tiempo significativo."
Las acciones de Sandridge cayeron 84 por ciento en el último año a 1,08 dólares.
Los problemas financieros de los jugadores más pequeños se convierten amplificados con los precios más bajos del petróleo, dijo Sen.
"No hemos visto lo peor", dijo.
por Asjylyn Loder - Bloomberg
Un pozo de bomba cerca de Sweetwater, Texas. Fotógrafo: LM Otero / Foto AP
La deuda que alimentó el boom de shale en EE.UU. ahora amenaza con ser su perdición.
Los perforadores están dedicando más ingresos que nunca para el pago de intereses. En un ejemplo, Continental Resources Inc., la empresa atribuye la fabricación de Dakota del Norte Bakken Shale una de las mayores regiones productoras de petróleo del mundo, pasó casi tanto como Exxon Mobil Corp., una compañía de 20 veces su tamaño.
La carga se está convirtiendo en más pesado después de los precios del petróleo cayeron 43 por ciento en el último año. Los pagos de intereses se están comiendo más del 10 por ciento de los ingresos para 27 de los 62 perforadores en el Índice de América del Norte Exploración y Producción Independiente Bloomberg Inteligencia, frente a una docena de hace un año. Los perforadores deuda 'se disparó a 235 mil millones dólares al final del primer trimestre, un aumento del 16 por ciento en el último año, así como los ingresos se redujo.
"La pregunta es, ¿cuánto tiempo tienen que pueden salirse con la suya", dijo Thomas Watters, analista de crédito de petróleo y gas de Standard & Poor 's en Nueva York. Las empresas con las calificaciones crediticias más bajas "están en modo de supervivencia", dijo.
El problema para los perforadores de esquisto es que han gastado consistentemente dinero más rápido que ellos han hecho, incluso cuando el petróleo era de 100 dólares por barril. Las empresas en el índice Bloomberg gastaron $ 4,15 por cada dólar ganado la venta de petróleo y gas en el primer trimestre, frente a los 2,25 dólares del año anterior, mientras empuja la producción de petróleo de Estados Unidos para el más alto en más de 30 años.
"Hay un problema de liquidez, y se empieza a observar la quema de efectivo", dijo Watters.
Deuda apenada
Continental pide prestado a tasas más baratas que muchos de sus compañeros más pequeños, ya que su deuda es de grado de inversión. S & P asigna especulativa o chatarra, las calificaciones a 45 de las 62 empresas en el índice Bloomberg."Nuestro flujo de caja cubre fácilmente los costos de interés, y esperamos seguir manteniendo nuestra calificación crediticia de grado de inversión como los precios de los productos básicos se recuperen", dijo Warren Henry, portavoz de Continental con sede en la ciudad de Oklahoma.
Casi $ 20 mil millones en bonos emitidos por las 62 compañías están negociando a niveles en dificultades, con rendimientos de más de 10 puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro, ya que los inversores exigen tasas mucho más altas para compensar el riesgo de que no se pagarán las obligaciones, según datos compilados por Bloomberg espectáculo.
"Los mercados de crédito han desempeñado un gran papel en el mantenimiento de todo el sector con vida", dijo Amrita Sen, analista de petróleo en aspectos energéticos Ltd., una firma de consultoría en Londres.
En lo que va de este año, el S & P rebajó la perspectiva o degradó el crédito de casi la mitad de los 105 estadounidenses de exploración y producción las empresas que las tasas, según un informe de mayo.
Drenaje financiero
Las empresas han reducido el gasto para hacer frente a los precios más bajos, pero esos recortes eventualmente conducir a la producción disminuye, reduciendo aún más los ingresos, dijo Watters.West Texas Intermediate, el grado de referencia de Estados Unidos, perdió 11 centavos 60,34 dólares el barril en la contratación electrónica de la Bolsa Mercantil de Nueva York a las 1:04 pm, hora de Singapur el viernes.
La producción de petróleo de Estados Unidos comenzará a caer este mes y continuará hasta principios de 2016 deslice como perforadores de esquisto reducir el gasto, dijo la Administración de Información de Energía en un informe 09 de junio.
Los gastos por intereses puede drenar las finanzas de la empresa. En esta época el año pasado, Quicksilver Resources Inc. estaba gastando más del 20 por ciento de sus ingresos en intereses. La compañía perdió un pago de la deuda en febrero y desde entonces se ha declarado en bancarrota. Sabine Petróleo y Gas LLC perdió un pago de intereses en abril y otra este mes.
Representantes de Fort Worth, Quicksilver con sede en Texas y Sabine, con sede en Denver, no devolvieron las llamadas o correos electrónicos en busca de comentarios. Las acciones de Sabine cayeron un 96 por ciento en el último año a 8,5 centavos de dólar, y sus bonos se cotizan por menos de 23 centavos de dólar.
Defaults corporativos
Las compañías de petróleo y gas representaron un tercio de los 36 incumplimientos de deuda corporativa en todo el mundo este año, y se perdió los pagos de intereses son la principal causa de incumplimiento, de acuerdo con un informe de S & P del 14 de mayo. Compañías como Duna Energy Inc., BreitBurn Energy Partners LP y Halcon Resources Corp. han planteado en efectivo al asumir nueva deuda o emisión de nuevas acciones.La nueva deuda emitida por Halcon y Duna está garantizado por los activos de petróleo y gas, por lo que es menos probable que los tenedores de bonos no garantizados conseguirán reembolsado en un defecto. Mayores, bonos sin garantía de ambas compañías se cotizan a niveles en dificultades. Halcon de van de 72 centavos de dólar o menos y Duna de de 62 centavos o menos, según datos compilados por Bloomberg.
El nuevo endeudamiento puede ser costoso. Duna con sede en la ciudad de Oklahoma emitió 1250 millones dólares de la deuda segunda-lien este mes con un interés del 8,75 por ciento, más que todos menos uno de sus bonos existentes, muestran los registros. La compañía pagó $ 24 millones en honorarios y sumará $ 109 millones al año para el pago de intereses, que ya se están comiendo el 29 por ciento de sus ingresos.
"Nos proporciona liquidez que de otra manera no habríamos tenido", dijo Justin Lewellen, portavoz Duna. "Se nos compró algo de tiempo significativo."
Las acciones de Sandridge cayeron 84 por ciento en el último año a 1,08 dólares.
Los problemas financieros de los jugadores más pequeños se convierten amplificados con los precios más bajos del petróleo, dijo Sen.
"No hemos visto lo peor", dijo.
sábado, 27 de junio de 2015
Canadá aplica baja impuestos y recauda más
Canadá se monta en la Curva de Laffer: baja impuestos a las empresas y recauda más
Entre 2002 y 2012, la tasa del Impuesto de Sociedades ha pasado del 40% al 25%.
Libre Mercado
DIEGO SÁNCHEZ DE LA CRUZ
Entre 2002 y 2012, el tipo aplicado en el Impuesto de Sociedades de Canadá pasó de niveles cercanos al 40% a tasas ubicadas en el entorno del 25%. Esta rebaja fiscal no se tradujo en una merma de ingresos, sino que mantuvo la recaudación por encima del 2,5% del PIB, con varios años superando la barrera del 3%.
Así lo refleja la siguiente gráfica, en la que la línea continua muestra el gravamen aplicado en el Impuesto de Sociedades y la línea discontinua apunta la evolución de la recaudación.
Los niveles actuales de recaudación son muy superiores a los observados entre 1982 y 2002, dos décadas a lo largo de las cuales la fiscalidad aplicada a los beneficios empresariales se situaba en tasas superiores al 40%.
Estamos ante un ejemplo más de la llamada "curva de Laffer", la teoría del economista estadounidense Arthur B. Laffer que apunta que subir los tipos fiscales por encima de determinados niveles de resistencia no solamente no tiene por qué traducirse en más ingresos tributarios, sino que puede, de hecho, llevar a su disminución.
Entre 2002 y 2012, la tasa del Impuesto de Sociedades ha pasado del 40% al 25%.
Libre Mercado
DIEGO SÁNCHEZ DE LA CRUZ
Entre 2002 y 2012, el tipo aplicado en el Impuesto de Sociedades de Canadá pasó de niveles cercanos al 40% a tasas ubicadas en el entorno del 25%. Esta rebaja fiscal no se tradujo en una merma de ingresos, sino que mantuvo la recaudación por encima del 2,5% del PIB, con varios años superando la barrera del 3%.
Así lo refleja la siguiente gráfica, en la que la línea continua muestra el gravamen aplicado en el Impuesto de Sociedades y la línea discontinua apunta la evolución de la recaudación.
Los niveles actuales de recaudación son muy superiores a los observados entre 1982 y 2002, dos décadas a lo largo de las cuales la fiscalidad aplicada a los beneficios empresariales se situaba en tasas superiores al 40%.
Estamos ante un ejemplo más de la llamada "curva de Laffer", la teoría del economista estadounidense Arthur B. Laffer que apunta que subir los tipos fiscales por encima de determinados niveles de resistencia no solamente no tiene por qué traducirse en más ingresos tributarios, sino que puede, de hecho, llevar a su disminución.
viernes, 26 de junio de 2015
El interior en ciernes de desaparecer
El gran éxodo: el campo se vacía y huye a ciudades hacinadas
Más del 90% de la población argentina vive en centros urbanos; en amplias regiones del interior sobran las viviendas, mientras que en las ciudades el déficit habitacional es crónico
Por Paula Urien | LA NACION
El campo se va despoblando: una casa abandonada en un campo cercano a Carlos Casares; dos propiedades sobre la ruta 5, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, y otra en Cadret.
Es una de las paradojas de la Argentina. Las grandes ciudades sufren un grave déficit habitacional y en el interior muchos huyen de pueblos y campos, donde sobran las viviendas, y en busca de una vida mejor se instalan...en las grandes ciudades.
Una investigación de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) basada en cifras del Indec señala que en 1991 vivían en zonas rurales algo más de 4 millones de personas, cifra que cayó a 3,5 millones en 2010 a pesar de que aumentó la población (más de 7 millones) durante ese período. Lo increíble es que este fenómeno se dio en pleno boom de la soja.
"Las decisiones de migración no se toman todos los días y generalmente responden a la necesidad de búsqueda de mejores horizontes", dice Ezequiel De Freijo, analista del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
La falta de infraestructura que lleva al aislamiento, el déficit en servicios y, sobre todo, la escasez de trabajo de buena calidad van despoblando el campo. Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), entre 2010 y 2013 se perdieron 300.000 puestos de trabajo en las cadenas agroindustriales de todo el país.
"Ninguno de mis dos hijos se quedó en el campo", cuenta José López, encargado de un establecimiento de 1200 hectáreas en la provincia de Buenos Aires. Nacido y criado en la llanura pampeana, creció entre grandes extensiones sembradas y el quehacer de actividades ligadas con la cría de animales. Es de los pocos que, junto con su mujer, le escapa a la ciudad. Prefiere un horizonte sin cemento.
De los dos varones, uno es cuentapropista y el otro "enganchó un trabajito en la municipalidad", algo muy común en los pueblos del interior, cuyas administraciones son grandes empleadoras, lo que las deja prácticamente sin recursos para invertir en la mejora de la infraestructura y el desarrollo de las poblaciones más pequeñas.
En el país hay 3,6 millones de personas que trabajan en el sector público, según Juan Luis Bour, economista de FIEL. Desde 2008 el empleo sólo creció en el Estado. Apenas un tercio de la población económicamente activa (PEA) tiene un trabajo en el sector privado formal.
Una de las consecuencias visibles de la falta de empleo privado en el campo es, según Leandro Vesto, director de la ONG Proyecto Pulpería, que en la provincia de Buenos Aires hay 100 pueblos que están en peligro de desaparecer. En todos hay casas abandonadas. La ONG intenta atraer familias a pueblos casi despoblados para que vivan en casas en comodato (sin pagar alquiler, previo arreglo con sus dueños, con una opción a compra más adelante). "Las casas abandonadas traen una atmósfera muy negativa para los pueblos. Por eso los incentivamos para que ejerzan algún oficio: plomería, peluquería... Tienen la casa sin costo y en algunos municipios no pagan impuestos. Para que el pueblo no muera, les pedimos que lo que ganan lo gasten en el lugar."
Vesto dice que además del esfuerzo personal de los pobladores, es necesario que los municipios hagan su aporte para mejorar la calidad de vida de los habitantes. "Hay pueblos que no tienen luz, casas que se tienen que calefaccionar con leña, que es escasa, caminos de tierra en muy mal estado que aíslan a los pobladores, falta de servicios básicos, poco acceso a la salud y a la educación...La vida en los pueblos es muy dura", dice. Por ejemplo, los caminos de tierra dificultan la llegada los maestros a las escuelas.
Estos caminos de tierra intransitables ahuyentaron fábricas que se mudaron a la ciudad, dejando a la deriva a pueblos enteros. Es el caso de Cadret, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, que dejó de respirar cuando la fábrica de quesos Santa Rosa se mudó en 2007 porque los 30 kilómetros de tierra hasta llegar al asfalto era una traba muy grande para sacar la mercadería.
También los constantes cortes de luz y la falta de señal en la telefonía celular funcionan como grandes desmotivadores para vivir en el campo. El resultado: en las ciudades, hacinamiento; en pueblos y campos, casas deshabitadas. En la Argentina, más del 90% vive en centros urbanos.
Para que mejore esta situación, es clave distribuir de manera diferente el presupuesto. "Tiene que aumentar el empleo formal privado. De esa forma los municipios se liberarán de la carga de emplear a tanta gente.
La directora de la maestría en Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de General Sarmiento, la antropóloga María Cristina Cravino, sostiene que durante la década que mide el último censo (2001-2010) el promedio nacional de la población creció 10,6%, mientras que en la región metropolitana llegó a 12,5%. "Aumentó más que en el resto del país, y sobre todo en los municipios del segundo cordón", dice.
No siempre fue así. Entre 1991 y 2001, el área metropolitana había aumentado sólo 6,2%, según datos de la investigadora.
"En la ciudad de Buenos Aires se calcula que debe haber otras 300.000 personas en situación de vivienda precaria, la mitad aproximadamente viviendo en villas y la otra, en inquilinatos, conventillos y casas tomadas", agrega.
A nivel nacional, el Indec refleja que hay 8,1 millones de personas en viviendas precarias y 2,8 millones en estado de hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto).
El economista Víctor Beker, ex director de Estadísticas Económicas del Indec y director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, sostiene que la cifra es mucho mayor. Habla de 11 millones con déficit habitacional, porque normalmente los hogares más precarios suelen albergar a un más personas que el promedio.
En "el otro" país, pueblos con viviendas cerradas, tapiadas; campos con casas abandonadas que aún conservan sus alambrados donde alguna vez hubo una huerta, un gallinero, un horno para pan.
"La diferencia entre los dos valores se explica por el empleo directo e indirecto que hay en comercialización, transporte y exportación, además del empleo golondrina", afirma la entidad.
La Agenda del Campo, un informe reciente elaborado por la SRA, tiene un diagnóstico por cada uno de los sectores productivos. Detalla el potencial para generar más empleo que tiene el sector agropecuario de acá a 2020: 700.000 puestos de trabajo directos y 400.000 indirectos.
En materia de sectores, están los granos y oleaginosas, las cadenas cárnicas, la producción de bioetanol y biodiésel, las economías regionales y la producción de maquinaria.
Por otro lado, la cría de animales es lo que mantiene a la gente trabajando in situ. Sólo con la cría bovina, si hoy existen 206.000 puestos de trabajo, según Ieral, con políticas de incentivo podría llegar a 40.000 más en 2020.
Los datos oficiales indican que hay 350.000 puestos de trabajo directos en el sector agropecuario, más 700.000 en la agroindustria y 320.000 en la informalidad. Suman un millón de trabajadores
Durante los últimos años se transitó el camino inverso. Con una reducción de 10 millones de cabezas de ganado desde 2009, hubo una destrucción de empleo de alrededor de 22.000 puestos de trabajo para una actividad que suele transmitirse de generación en generación y que todavía no presenta las condiciones como para atraer a nuevos trabajadores.
En el agro sucede lo mismo. "La Argentina debería estar cosechando más de 150 millones de toneladas de granos en vez de las 100 millones actuales. Brasil logró incrementar su producción; la Argentina, no", dice Vasconcelos. "Si hubiéramos replicado las políticas de Brasil para incrementar su producción agroindustrial, tendríamos 50 millones de toneladas más, lo que significa 450.000 empleos genuinos", agrega el economista.
Una investigación de Ieral revela que por cada 10 millones de toneladas adicionales cosechadas se podrían crear 40.000 de puestos de trabajo directos y 90.000 si se incluyen también los indirectos.
"Si consideramos a la familia asociada a cada puesto de trabajo, se llega a la cifra de 225.000 personas que se benefician cada 10 millones más de toneladas cosechadas", dice Vasconcelos. Las economías regionales, hoy en emergencia, deberían resurgir con las políticas adecuadas.
Entre las razones del éxodo de empleadores, según Vasconcelos hay un "aumento desmedido de la presión tributaria a las actividades del agro, que se volcaron a subsidios el transporte y la energía y que beneficiaron, sobre todo, a los habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires".
La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios. "Las políticas económicas hacen que en el norte del país haya menos posibilidades de trabajar porque es muy costoso producir, hay muy pocos empresas nuevas y poco empleo. No se puede poblar el país sin perspectivas de crecimiento. Hay que ordenar la economía y favorecer las condiciones para que la actividad pueda funcionar de manera genuina, sin subsidios", explica Bour.
La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios
Algunas propuestas de FADA son: una política monetaria controlada con un Banco Central independiente, un plan antiinflacionario, tipo de cambio único y competitivo, equilibrio fiscal, promoción del federalismo, recuperar la reputación internacional y tener como objetivo la creación de empleo privado formal. También, eliminar políticas intervencionistas distorsivas. Es decir, "sacarle el pie de encima al campo", una frase repetida por economistas y productores agropecuarios.
"Se necesitan leyes que permitan beneficios especiales para activar regiones complejas a nivel laboral por la escasa oferta de trabajo", propone Ricardo Foglia, director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral.
"Hay una concentración de trabajadores en las grandes ciudades, en particular la Capital y el conurbano. Mientras, las economías regionales tienen enormes diferencias de rendimientos entre sí y respecto de los centros industriales. Esta situación hace inconveniente la existencia de una legislación laboral uniforme para todo el país, ya que no se compadece con las asimetrías y diversidades existentes y genera mayores desigualdades al tratar en igual forma a situaciones, clara y decididamente, diferentes."
"La generación de empleo en el interior del país está muy ligada a las condiciones de seguridad jurídica que cada provincia otorgue para la inversión, al mismo tiempo que pesa mucho el manejo económico de esas inversiones", dice De Freijo.
Para impulsar el desarrollo del interior y evitar el éxodo, el analista de la SRA aconseja que los presupuestos públicos nacional y provinciales apunten verdaderamente a acortar la brecha que existe en materia de infraestructura, educación, salud.
Y también que los ajustes de salarios en los convenios colectivos de trabajo a nivel nacional se hagan sobre la base de la productividad de cada actividad. "A partir de la utilización generalizada de los convenios colectivos de trabajo nacionales, se han alejado de los parámetros de productividad que cada sector o actividad económica puede retribuir", dice Feijo.
Estimular las economías regionales es la recomendación de los especialistas a nivel estructural. "Sólo para dar un ejemplo, si se favorece la actividad agrícola va a haber un proceso natural de vuelta al campo", opina Bour.
"Si el campo no ofrece trabajo como para subsanar el crecimiento demográfico de la población, debería haber una industria que genere actividad o servicios. Pero eso hoy está en las ciudades. Éste es el desafío estructural que históricamente tiene el Estado argentino", sostiene Garay.
Más del 90% de la población argentina vive en centros urbanos; en amplias regiones del interior sobran las viviendas, mientras que en las ciudades el déficit habitacional es crónico
Por Paula Urien | LA NACION
El campo se va despoblando: una casa abandonada en un campo cercano a Carlos Casares; dos propiedades sobre la ruta 5, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, y otra en Cadret.
Es una de las paradojas de la Argentina. Las grandes ciudades sufren un grave déficit habitacional y en el interior muchos huyen de pueblos y campos, donde sobran las viviendas, y en busca de una vida mejor se instalan...en las grandes ciudades.
Una investigación de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) basada en cifras del Indec señala que en 1991 vivían en zonas rurales algo más de 4 millones de personas, cifra que cayó a 3,5 millones en 2010 a pesar de que aumentó la población (más de 7 millones) durante ese período. Lo increíble es que este fenómeno se dio en pleno boom de la soja.
"Las decisiones de migración no se toman todos los días y generalmente responden a la necesidad de búsqueda de mejores horizontes", dice Ezequiel De Freijo, analista del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
La falta de infraestructura que lleva al aislamiento, el déficit en servicios y, sobre todo, la escasez de trabajo de buena calidad van despoblando el campo. Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), entre 2010 y 2013 se perdieron 300.000 puestos de trabajo en las cadenas agroindustriales de todo el país.
"Ninguno de mis dos hijos se quedó en el campo", cuenta José López, encargado de un establecimiento de 1200 hectáreas en la provincia de Buenos Aires. Nacido y criado en la llanura pampeana, creció entre grandes extensiones sembradas y el quehacer de actividades ligadas con la cría de animales. Es de los pocos que, junto con su mujer, le escapa a la ciudad. Prefiere un horizonte sin cemento.
Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), entre 2010 y 2013 se perdieron 300.000 puestos de trabajo en las cadenas agroindustriales de todo el paísPero, según López, quedan pocos como él. Le cuesta conseguir alguna ayuda porque "los jóvenes ya no quieren trabajar en el campo". Como sus propios hijos, se van de los caminos de tierra, la falta de luz y gas, y de las tareas propias de las economías regionales.
De los dos varones, uno es cuentapropista y el otro "enganchó un trabajito en la municipalidad", algo muy común en los pueblos del interior, cuyas administraciones son grandes empleadoras, lo que las deja prácticamente sin recursos para invertir en la mejora de la infraestructura y el desarrollo de las poblaciones más pequeñas.
En el país hay 3,6 millones de personas que trabajan en el sector público, según Juan Luis Bour, economista de FIEL. Desde 2008 el empleo sólo creció en el Estado. Apenas un tercio de la población económicamente activa (PEA) tiene un trabajo en el sector privado formal.
Una de las consecuencias visibles de la falta de empleo privado en el campo es, según Leandro Vesto, director de la ONG Proyecto Pulpería, que en la provincia de Buenos Aires hay 100 pueblos que están en peligro de desaparecer. En todos hay casas abandonadas. La ONG intenta atraer familias a pueblos casi despoblados para que vivan en casas en comodato (sin pagar alquiler, previo arreglo con sus dueños, con una opción a compra más adelante). "Las casas abandonadas traen una atmósfera muy negativa para los pueblos. Por eso los incentivamos para que ejerzan algún oficio: plomería, peluquería... Tienen la casa sin costo y en algunos municipios no pagan impuestos. Para que el pueblo no muera, les pedimos que lo que ganan lo gasten en el lugar."
Vesto dice que además del esfuerzo personal de los pobladores, es necesario que los municipios hagan su aporte para mejorar la calidad de vida de los habitantes. "Hay pueblos que no tienen luz, casas que se tienen que calefaccionar con leña, que es escasa, caminos de tierra en muy mal estado que aíslan a los pobladores, falta de servicios básicos, poco acceso a la salud y a la educación...La vida en los pueblos es muy dura", dice. Por ejemplo, los caminos de tierra dificultan la llegada los maestros a las escuelas.
Una de las consecuencias visibles de la falta de empleo privado en el campo es que en la provincia de Buenos Aires hay 100 pueblos que están en peligro de desaparecerSegún un informe de CREA, la red de caminos tiene 622.527 kilómetros, pero sólo el 10,6% está pavimentado. Además, las rutas nacionales y provinciales sufrieron un fuerte deterioro en los últimos años por falta de mantenimiento. "La red pavimentada creció mucho desde 1920 hasta 1980, pero el ritmo de avance cayó drásticamente en las últimas tres décadas", dice el informe.
Estos caminos de tierra intransitables ahuyentaron fábricas que se mudaron a la ciudad, dejando a la deriva a pueblos enteros. Es el caso de Cadret, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, que dejó de respirar cuando la fábrica de quesos Santa Rosa se mudó en 2007 porque los 30 kilómetros de tierra hasta llegar al asfalto era una traba muy grande para sacar la mercadería.
También los constantes cortes de luz y la falta de señal en la telefonía celular funcionan como grandes desmotivadores para vivir en el campo. El resultado: en las ciudades, hacinamiento; en pueblos y campos, casas deshabitadas. En la Argentina, más del 90% vive en centros urbanos.
Para que mejore esta situación, es clave distribuir de manera diferente el presupuesto. "Tiene que aumentar el empleo formal privado. De esa forma los municipios se liberarán de la carga de emplear a tanta gente.
LA VIDA URBANA, NO TANTO MEJOR
La vida en el campo puede ser dura, pero la ciudad puede ser cruel. Un cuarto de la población del país, alrededor de 10 millones de personas, vive en los partidos que rodean a la ciudad de Buenos Aires, según estimaciones de Jorge Vasconcelos, economista de Ieral. La Capital Federal está estancada en 3 millones de habitantes. "Es el conurbano bonaerense el que no deja de crecer", dice Vasconcelos. "Esta situación provoca problemas muy serios en materia social y de calidad de vida, y es un caldo de cultivo para la delincuencia y las drogas."La directora de la maestría en Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de General Sarmiento, la antropóloga María Cristina Cravino, sostiene que durante la década que mide el último censo (2001-2010) el promedio nacional de la población creció 10,6%, mientras que en la región metropolitana llegó a 12,5%. "Aumentó más que en el resto del país, y sobre todo en los municipios del segundo cordón", dice.
No siempre fue así. Entre 1991 y 2001, el área metropolitana había aumentado sólo 6,2%, según datos de la investigadora.
El Gran Buenos Aires, con un crecimiento de un millón y medio de habitantes cada diez años, tiene un déficit de por lo menos 300.000 viviendasEl Gran Buenos Aires, con un crecimiento de un millón y medio de habitantes cada diez años, tiene un déficit de por lo menos 300.000 viviendas, de las cuales se necesitan aproximadamente 100.000 nuevas, estima el arquitecto Alfredo Garay, profesor de Planificación Urbana en la UBA y subsecretario de Urbanismo y Vivienda de la provincia de Buenos Aires entre 2005 y 2008.
"En la ciudad de Buenos Aires se calcula que debe haber otras 300.000 personas en situación de vivienda precaria, la mitad aproximadamente viviendo en villas y la otra, en inquilinatos, conventillos y casas tomadas", agrega.
A nivel nacional, el Indec refleja que hay 8,1 millones de personas en viviendas precarias y 2,8 millones en estado de hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto).
El economista Víctor Beker, ex director de Estadísticas Económicas del Indec y director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, sostiene que la cifra es mucho mayor. Habla de 11 millones con déficit habitacional, porque normalmente los hogares más precarios suelen albergar a un más personas que el promedio.
En "el otro" país, pueblos con viviendas cerradas, tapiadas; campos con casas abandonadas que aún conservan sus alambrados donde alguna vez hubo una huerta, un gallinero, un horno para pan.
MÁS TRABAJO EN EL INTERIOR
Los datos oficiales indican que hay 350.000 puestos de trabajo directos en el sector agropecuario, más 700.000 en la agroindustria y 320.000 en la informalidad. Suman un millón de trabajadores. Sin embargo, según FADA las cadenas agroalimentarias generan realmente mucho más: 2,7 millones de puestos de trabajo directos e indirectos en 2013."La diferencia entre los dos valores se explica por el empleo directo e indirecto que hay en comercialización, transporte y exportación, además del empleo golondrina", afirma la entidad.
La Agenda del Campo, un informe reciente elaborado por la SRA, tiene un diagnóstico por cada uno de los sectores productivos. Detalla el potencial para generar más empleo que tiene el sector agropecuario de acá a 2020: 700.000 puestos de trabajo directos y 400.000 indirectos.
En materia de sectores, están los granos y oleaginosas, las cadenas cárnicas, la producción de bioetanol y biodiésel, las economías regionales y la producción de maquinaria.
Por otro lado, la cría de animales es lo que mantiene a la gente trabajando in situ. Sólo con la cría bovina, si hoy existen 206.000 puestos de trabajo, según Ieral, con políticas de incentivo podría llegar a 40.000 más en 2020.
Los datos oficiales indican que hay 350.000 puestos de trabajo directos en el sector agropecuario, más 700.000 en la agroindustria y 320.000 en la informalidad. Suman un millón de trabajadores
Durante los últimos años se transitó el camino inverso. Con una reducción de 10 millones de cabezas de ganado desde 2009, hubo una destrucción de empleo de alrededor de 22.000 puestos de trabajo para una actividad que suele transmitirse de generación en generación y que todavía no presenta las condiciones como para atraer a nuevos trabajadores.
En el agro sucede lo mismo. "La Argentina debería estar cosechando más de 150 millones de toneladas de granos en vez de las 100 millones actuales. Brasil logró incrementar su producción; la Argentina, no", dice Vasconcelos. "Si hubiéramos replicado las políticas de Brasil para incrementar su producción agroindustrial, tendríamos 50 millones de toneladas más, lo que significa 450.000 empleos genuinos", agrega el economista.
Una investigación de Ieral revela que por cada 10 millones de toneladas adicionales cosechadas se podrían crear 40.000 de puestos de trabajo directos y 90.000 si se incluyen también los indirectos.
"Si consideramos a la familia asociada a cada puesto de trabajo, se llega a la cifra de 225.000 personas que se benefician cada 10 millones más de toneladas cosechadas", dice Vasconcelos. Las economías regionales, hoy en emergencia, deberían resurgir con las políticas adecuadas.
Entre las razones del éxodo de empleadores, según Vasconcelos hay un "aumento desmedido de la presión tributaria a las actividades del agro, que se volcaron a subsidios el transporte y la energía y que beneficiaron, sobre todo, a los habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires".
La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios. "Las políticas económicas hacen que en el norte del país haya menos posibilidades de trabajar porque es muy costoso producir, hay muy pocos empresas nuevas y poco empleo. No se puede poblar el país sin perspectivas de crecimiento. Hay que ordenar la economía y favorecer las condiciones para que la actividad pueda funcionar de manera genuina, sin subsidios", explica Bour.
La migración se produce desde las provincias del Norte hacia el Sur, es decir, hacia Buenos Aires y las provincias con alto nivel de subsidios
Algunas propuestas de FADA son: una política monetaria controlada con un Banco Central independiente, un plan antiinflacionario, tipo de cambio único y competitivo, equilibrio fiscal, promoción del federalismo, recuperar la reputación internacional y tener como objetivo la creación de empleo privado formal. También, eliminar políticas intervencionistas distorsivas. Es decir, "sacarle el pie de encima al campo", una frase repetida por economistas y productores agropecuarios.
"Se necesitan leyes que permitan beneficios especiales para activar regiones complejas a nivel laboral por la escasa oferta de trabajo", propone Ricardo Foglia, director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral.
"Hay una concentración de trabajadores en las grandes ciudades, en particular la Capital y el conurbano. Mientras, las economías regionales tienen enormes diferencias de rendimientos entre sí y respecto de los centros industriales. Esta situación hace inconveniente la existencia de una legislación laboral uniforme para todo el país, ya que no se compadece con las asimetrías y diversidades existentes y genera mayores desigualdades al tratar en igual forma a situaciones, clara y decididamente, diferentes."
"La generación de empleo en el interior del país está muy ligada a las condiciones de seguridad jurídica que cada provincia otorgue para la inversión, al mismo tiempo que pesa mucho el manejo económico de esas inversiones", dice De Freijo.
Para impulsar el desarrollo del interior y evitar el éxodo, el analista de la SRA aconseja que los presupuestos públicos nacional y provinciales apunten verdaderamente a acortar la brecha que existe en materia de infraestructura, educación, salud.
Y también que los ajustes de salarios en los convenios colectivos de trabajo a nivel nacional se hagan sobre la base de la productividad de cada actividad. "A partir de la utilización generalizada de los convenios colectivos de trabajo nacionales, se han alejado de los parámetros de productividad que cada sector o actividad económica puede retribuir", dice Feijo.
Estimular las economías regionales es la recomendación de los especialistas a nivel estructural. "Sólo para dar un ejemplo, si se favorece la actividad agrícola va a haber un proceso natural de vuelta al campo", opina Bour.
"Si el campo no ofrece trabajo como para subsanar el crecimiento demográfico de la población, debería haber una industria que genere actividad o servicios. Pero eso hoy está en las ciudades. Éste es el desafío estructural que históricamente tiene el Estado argentino", sostiene Garay.
jueves, 25 de junio de 2015
Venezuela: Tengo 5 y debo 21
Venezuela solo tiene u$s5.000 millones de los 21.000 que necesita para cubrir sus gastos
Pese a haber retirado reservas del FMI y de haber vendido parte de la deuda de Petrocaribe, el gobierno aún no logra recomponer sus cuentas. Los economistas afirman que la situación es insostenible
La caída del precio del petróleo y el pésimo plan económico implementado por el régimen de Nicolás Maduro hizo que Venezuela sólo haya cubierto un cuarto de las necesidades en divisas: es que el país tiene apenas u$s5.000 millones de los u$s21.000 millones que necesita.
Desde fines de 2014, el gobierno intentó reiteradamente conseguir más dinero para cumplir con los vencimientos de la deuda externa y financiar las importaciones pero, hasta el momento, las transacciones efectuadas son insuficientes para lo que requiere el país, sostuvieron economistas al diario El Nacional.
"Este año el gobierno tiene una necesidad de caja de 21.000 millones de dólares entre el servicio de deuda y las importaciones, sin incluir el dinero que hay que pagar por los casos de arbitraje. Y hasta el momento se ha logrado acuerdos concretos por poco más de 5.000 millones. Les sigue faltando", afirmó el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
"El gobierno ha conseguido dinero, pero también se lo ha gastado porque el flujo de divisas no ha subido. Los precios del petróleo se han recuperado un poco, solo que aún no ha ingresado al país", agregó por su parte la economista Anabella Abadi, de ODH Grupo Consultor, consultada por el mismo periódico.
Los economistas recordaron que el régimen de Maduro priorizó el pago de la deuda externa y restringió el acceso de divisas para las importaciones del sector privado. Sin embargo, sostienen que esa práctica no la podrá mantener y para conseguir más dinero puede que recurra a instituciones multilaterales.
"Con unas autoridades reacias a realizar ajustes es muy difícil negociar con los organismos, pero en Ecoanalítica estimamos que en los próximos meses se van a recibir 800 millones de dólares de la CAF y del Banco Interamericano de Desarrollo", señaló Oliveros.
Pese a haber retirado reservas del FMI y de haber vendido parte de la deuda de Petrocaribe, el gobierno aún no logra recomponer sus cuentas. Los economistas afirman que la situación es insostenible
La caída del precio del petróleo y el pésimo plan económico implementado por el régimen de Nicolás Maduro hizo que Venezuela sólo haya cubierto un cuarto de las necesidades en divisas: es que el país tiene apenas u$s5.000 millones de los u$s21.000 millones que necesita.
Desde fines de 2014, el gobierno intentó reiteradamente conseguir más dinero para cumplir con los vencimientos de la deuda externa y financiar las importaciones pero, hasta el momento, las transacciones efectuadas son insuficientes para lo que requiere el país, sostuvieron economistas al diario El Nacional.
"Este año el gobierno tiene una necesidad de caja de 21.000 millones de dólares entre el servicio de deuda y las importaciones, sin incluir el dinero que hay que pagar por los casos de arbitraje. Y hasta el momento se ha logrado acuerdos concretos por poco más de 5.000 millones. Les sigue faltando", afirmó el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
"El gobierno ha conseguido dinero, pero también se lo ha gastado porque el flujo de divisas no ha subido. Los precios del petróleo se han recuperado un poco, solo que aún no ha ingresado al país", agregó por su parte la economista Anabella Abadi, de ODH Grupo Consultor, consultada por el mismo periódico.
Los economistas recordaron que el régimen de Maduro priorizó el pago de la deuda externa y restringió el acceso de divisas para las importaciones del sector privado. Sin embargo, sostienen que esa práctica no la podrá mantener y para conseguir más dinero puede que recurra a instituciones multilaterales.
"Con unas autoridades reacias a realizar ajustes es muy difícil negociar con los organismos, pero en Ecoanalítica estimamos que en los próximos meses se van a recibir 800 millones de dólares de la CAF y del Banco Interamericano de Desarrollo", señaló Oliveros.
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