viernes, 19 de julio de 2013

Detroit en bancarrota

Detroit Files Largest Municipal Bankruptcy In History

Business Insider 



Business Insider

Detroit has filed for bankruptcy, the AP's Ken Thomas reports. The full filing can be found below.
"Right now, the City cannot meet its basic obligations to its citizens," Gov. Rick Snyder, who signed off on the filing, said in the petition. He added, "Right now, the City cannot meet its obligations to creditors." 
This means a judge will now have to sort out which entities Detroit owes money to will get their money back. 
It's the largest municipal bankruptcy in U.S. history, dwarfing Jefferson County, Ala.'s $3.1 billion sewage district restructuring. 
In June 2012, the City of Stockton became the largest-ever city to file for bankruptcy, at the time. 
The Motor City faces $20 billion of long-term liabilities. The Wall Street Journal's Matt Dillon says those holding onto $11 billion in unsecured debt are basically staring into the abyss, facing the prospect of getting next to nothing from the city's obligations. 
The pension funds want to block Orr's attempt to drastically reduce the amount of benefits owed to current and former city workers. 
The funds are fully aware that they could still face such cuts even if the city is forced to go to court, but say they'd prefer to fight the cuts there. Here's the Freep's cut from their suit:
It appears imminent the governor will grant the emergency manager the unconditional power to proceed under Chapter 9 (bankruptcy) and the emergency manager will seek to have the city’s pension debts impaired pursuant to Chapter 9 unless the retirement systems and their participants accept the emergency manager’s unilateral imposition of significant impairments to their accrued financial benefits.

jueves, 18 de julio de 2013

La economía de la dona

Doughnut Economics - Growth and Welfare



Oxfam senior researcher and former co-author of the UN's annual Human Development Report Kate Raworth visits the RSA to explain 'doughnut economics' - the bold new theory that is sweeping the development world

Doughnut Economics - Growth and Welfare

Wednesday, March 13, 2013

miércoles, 17 de julio de 2013

Cómo la población determina la economía global

How Demographics Drive Global Economics



We link here to a recent 45 minute illustrated lecture given by Professor James Sproule on the impact of demographic change on competitiveness and growth prospects for the UK and other economies. 
Economic growth depends on productivity gains and changes to the workforce. With service sector productivity gains diminishing and baby boomers across Europe approaching retirement, businesses face crucial questions on how they will fare. What can be done to maintain levels of prosperity in the UK?


martes, 16 de julio de 2013

La AUH afecta los incentivos en el mercado laboral

La Asignación Universal por Hijo perpetúa la pobreza
La política que mayor aceptación convoca es la Asignación Universal por Hijo. El oficialismo la reivindica como un gran logro y la oposición no presenta críticas, salvo formalidades como que no fue aprobada por ley sino por decreto. Ambos pasan por alto que, debido a su rudimentario diseño, probablemente esté promoviendo la reproducción intergeneracional de la pobreza más que un proceso sostenido de inclusión social. Las experiencias acumuladas localmente y de otros países sugieren que hay elementos de diseño y gestión que se deberían mejorar.
La Asignación Universal por Hijo es uno de los pocos casos de política pública que congrega un alto nivel de consenso. Prueba de ello es que la mayor parte de la oposición no cuestiona  su diseño ni su gestión. A lo sumo, plantea cuestionamientos de tipo formal como, por ejemplo, que no fue sancionada por una ley del Congreso Nacional sino por un decreto de necesidad de urgencia. Parecería que se trata de una intervención de impactos muy positivos sobre la que habría poco por mejorar.
El programa consiste en un estipendio que se otorga a madres inactivas o que trabajen en la informalidad o en el servicio doméstico con una remuneración inferior al salario mínimo. El 80% se paga de forma mensual y el 20% restante está condicionado a que la madre cumpla con controles sanitarios y asistencia escolar de los niños. En la actualidad se paga $460 por hijo, hasta cinco hijos. Esto implica que se puede recibir hasta $2.300 mensuales.
Un tema complejo pero central como determinante del éxito de las políticas sociales es desentrañar los incentivos que los beneficios generan en la propensión a trabajar de los beneficiarios. En este sentido, la información oficial del INDEC correspondiente al 4° trimestre del 2012 permite observar que:  
· Las mujeres que tienen empleo en el sector informal cobran en promedio $2.073 mensuales trabajando una media de 32 horas semanales.
· Las mujeres en el servicio doméstico obtienen una remuneración de $1.220 mensuales trabajando una media de 29 horas semanales.
· Es decir que, para una mujer con bajo nivel de calificación laboral y varios hijos, el subsidio estatal es similar a la remuneración que obtiene en el mercado laboral.
Estos datos oficiales desnudan la gravedad de los problemas laborales que sufren los segmentos más postergados de la sociedad. Dadas las precarias oportunidades laborales que enfrentan las mujeres con bajos niveles de calificación, la inactividad –es decir, no incorporarse al mercado laboral para desempeñar un empleo remunerado– es una alternativa siempre latente. Con el actual diseño de la Asignación Universal por Hijo no sólo que no se revierten estos incentivos a la inactividad laboral de las mujeres sino que se acrecientan. Cabe alertar que, en la inactividad laboral, la dependencia del subsidio tiende a perpetuarse ya que se cierran las puertas a que el progreso y la salida de la pobreza sea  por la vía del trabajo y el esfuerzo propio.  
También hay que considerar los riesgos de alterar la planificación de la maternidad. Con datos del INDEC se puede estimar que entre las mujeres menores de 25 años que tienen hijos la proporción que no estudia, no trabaja, ni busca trabajo asciende al 57%. Esta proporción entre las que no tienen hijos asciende a apenas 17%. Madres que no estudian, ni trabajan no sólo condicionan la situación presente sino el futuro de sus hijos. Está demostrado que a menor nivel de educación de las madres más modesto es el desempeño escolar de los niños.
Argentina no ha innovado, ni mucho menos, con la Asignación Universal por Hijo. Varios países de América Latina –como México, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Brasil– habían implementado antes que la Argentina intervenciones similares (técnicamente llamadas programas de transferencias condicionadas). Por eso, resulta muy llamativa la rusticidad del diseño en el caso argentino. Los abordajes de Chile, Uruguay, Brasil, por ejemplo, son más sofisticados ya que apuntan a evitar que el subsidio se multiplique proporcionalmente con la cantidad de hijos y lo complementan con acciones de planificación familiar, guarderías infantiles, apoyo escolar y/o formación para el trabajo.
El amplio consenso que goza la Asignación Universal por Hijo debería ser aprovechado para la evaluación crítica y propender a mejorar su diseño y gestión. Sólo de esta manera se podrá convertir a la Asignación Universal por Hijo en una herramienta eficaz de promoción social. Es decir, migrar del “asistencialismo a perpetuidad” hacia un instrumento moderno de promoción de las familias pobres para salir de la trampa de la vulnerabilidad. 
- See more at: http://www.idesa.org/informes/692#sthash.pw5Cmiig.dpuf

lunes, 15 de julio de 2013

Frenkel-Heymann: ¿Hasta cuando resiste la inflación en Argentina?

Inflación: ¿hasta cuándo resiste la Argentina con estas tasas?

Desde 2007 superan el 20% anual. Y nada indica que bajen. Dos de los mayores expertos cuentan cómo sigue esta historia.
Los “Yoda” de la inflación. Roberto Frenkel, en su oficina, junto a Daniel Heymann. Como siempre, rodeados de libros.

El alza de los precios se frena a través de congelamientos, destruyendo estadísticas, restringiendo el consumo de tomates y amasando pan. Así, para muchos, el lado oscuro ganó la batalla contra la inflación en la Argentina. Y desterrada quedó la idea de que el Banco Central, la política fiscal o de ingresos tengan algún rol para neutralizar el ritmo al que suben los precios.
Roberto Frenkel y Daniel Heymann vienen a ser los portavoces de estas “viejas” ideas. Algo así como los Jedi de la inflación. “Difícil el futuro es de predecir”, coinciden como si parafrasearan al Maestro Yoda, personaje de la sagaStar Wars . Frenkel y Heymann encontraron en sus trabajos académicos que la inflación en la Argentina es un fenómeno altamente inestable. Y más cuando ocurren perturbaciones sobre la economía. Sus espadas láser son los discursos sobre las políticas fiscal, monetaria y de ingresos. Las mismas armas que el Gobierno rechaza utilizar (al menos desde su discurso). iEco los visitó. Va un resumen de la charla:

–La pregunta que muchos se hacen es, ¿hasta cuándo puede la Argentina seguir con estas tasas de inflación?
Roberto Frenkel: Hasta donde aguante la caída del ingreso de las personas.
Daniel Heymann: Estas tasas de inflación pueden sostenerse mientras la demanda crezca al ritmo que permitan las exportaciones. El camino es muy angosto.
–¿Y por qué la inflación no se descontrola como en otras décadas?
D.H.: Salvo en dos casos, el Rodrigazo y el apretón monetario de Martínez de Hoz en 1978, las recesiones en la Argentina fueron siempre por crisis en el sector externo. En aquel tiempo una crisis económica era una cuestión de disponibilidad de divisas en el corto plazo. Había que conseguir los dólares. Hoy la configuración de nuestra economía es complicada porque su capacidad de generar actividad depende de la oferta de dólares de muy corto plazo.
R.F.: Si el Gobierno neutralizara la inflación, entonces uno dice “esto aguanta hasta donde den las reservas”. Pero acá el problema es más complicado porque el Gobierno no neutraliza la inflación y el tipo de cambio se aprecia. Entonces, ¿qué hace? Subsidia las tarifas. Y esto explica un creciente gasto público que no parece sostenible.
– ¿Cuáles es el costo de bajar la inflación para el Gobierno versus seguir con estas tasas de más de 20% como en los últimos 7 años?
D.H.: Para pensar en una política antiinflacionaria hay que pensar en el mediano plazo. Pensar en soltar los precios ahora mismo es un riesgo. El arte de la desinflación es que todas las variables se muevan coordinadamente hacia abajo. Y eso requiere persistencia, coordinación, estadísticas confiables y una estructura de precios relativos que permita ir bajando todo junto sin perturbaciones.
R.F.: Coincido. Una operación así es muy costosa para el Gobierno en este momento.
–¿Qué experiencia hay de bajar la inflación sin enfriar la economía?
R.F.: Chile a principios de los noventa. Partió de tasas de 30% y las bajó gradualmente. La ventaja fue que comenzó la tarea con un tipo de cambio real alto. Algo que no tenemos nosotros hoy. Además, la Argentina no sólo debe bajar la inflación: también hay que ajustar los precios relativos.
–¿Se puede replicar lo de Chile?
R.F.: Las condiciones que se dieron allí, a la salida de la dictadura, fueron ideales para desinflar una economía. La coalición gobernante recibió una buena herencia, era popular y el contexto internacional favorable. Introdujeron una meta de inflación con la idea de que el Banco Central y el Gobierno acordaran un sendero descendente de la tasa de inflación. Y lo consiguieron.
–¿Qué debe pensar un equipo económico que aspire a bajar la inflación después de 2015?
D.H.: El ejercicio que se deben los macroeconomistas de la Argentina es pensar un sendero macroeconómico con años de horizonte y pensar cómo se converge hacia él. Es una actividad público-privada que debe lograrse.
R.F.: No veo a nadie cercano a algún candidato trabajando estos temas.
–¿Ven la tasa de la inflación en la Argentina más cerca de seguir subiendo o bajando?
D.H.: Es difícil de predecir. Sabemos que estamos en proceso de transición. Hacia un lado o hacia el otro ...
R.F.: Yo diría hacia un solo lado… a la aceleración.
D.H.: Hubo experiencias de inflaciones moderadas como la Argentina que bascularon. No es tan definitivo. Lo que sí creo es que las reservas seguirán cayendo y aumentarán los controles.
R.F.: Por eso veo más complicaciones hacia adelante.
–¿Cómo se hace para recomponer la pérdida de competitividad cambiaria y el atraso tarifario sin aumentar la inflación?
R.F.: Partiendo de una tasa de inflación como la de hoy, es difícil. Por eso digo que la única tendencia que veo es la aceleración inflacionaria.
D.H.: Los ajustes de precios relativos son más fáciles cuando la inflación es más baja que alta. Y en nuestro caso sería un intermedio. Cuando la tasa de inflación es baja, la economía se adapta a contratos en la moneda que utilizamos. Pero cuando la inflación es alta no se puede. En casos de inflación intermedia, como la Argentina hoy, necesitás recurrir a algún otro mecanismo que ayude en la transición.
–¿Cómo afecta esta inflación al crecimiento de los próximos años?
D.H.: Si uno piensa en lo que vendrá, cree que la necesidad de contar con una unidad de cuenta propia es importante porque en la Argentina hacen faltas inversiones costosas en infraestructura. Y son recursos que el país deberá captarlos en el mercado internacional de capitales porque ya no genera ahorro. Para todo esto es clave tener una unidad de denominación, una moneda propia. Y las expectativas de inflación conspiran contra todo esto.
R.F.: Otro impacto es el impuesto inflacionario. Las personas que atesoran el dinero pierden 25% por año. Hoy el impuesto inflacionario equivale a 2,5 puntos del PBI. También está la cuestión de los precios relativos. La inflación hace crecer los precios al mismo ritmo. Pero eso hoy no sucede en la Argentina porque hay una política explícita de no ajustar ciertas tarifas. Hay precios que caen en términos reales, como el de la energía. Esto genera efectos negativos porque se piensa que la situación no se sostendrá.
–¿En el fondo, la desaceleración de la economía es un subproducto de la inflación?
R.F.: Así es. En los 60 la Argentina logró neutralizar todos estos efectos. ¿Cómo? Con la indexación del tipo de cambio y de todos los restantes precios.
Pero a un costo muy alto...

R.F.: Al costo de dejar la economía en un sendero que, cada vez que venía un shock internacional, la Argentina tenía que devaluar y la tasa de inflación se iba por las nubes.
–¿Cómo está la Argentina para enfrentar un contexto internacional menos favorable?
R.F.: Peor que nuestros vecinos. Si los términos de intercambio cayeran, las economías de Chile, Colombia, Perú, tienen un margen más amplio para controlar el aumento de la inflación. ¿Por qué? Porque sus tasas de inflación son más bajas y tienen más margen para devaluar.
–Se habla de que las tasas internacionales subirían, ¿por qué afectaría a la Argentina si está aislada de los mercados?
D.H.: El contagio no sería necesariamente vía el mercado financiera. Será a través de los precios de las commodities, la apreciación del dólar y la devaluación del tipo cambio de nuestros vecinos.
R.F.: También hay que tener en cuenta que hoy la ANSES se está deshaciendo de bonos en dólares para contener el blue . Antes era una deuda intraestatal pero ahora es con privados. Una suba de la tasa de interés también impactaría por ese mecanismo.
–¿Es posible desdoblar el tipo de cambio? Hay quienes creen que una medida así podría ocurrir después de las elecciones.
R.F.: Habría que cambiar la ley. Y habilitar un mercado cambiario legal en el cual se canalicen la compra de dólares para el pago de intereses, turismo, royalties, por donde entran los capitales. Esto ya se hizo en otras experiencias. Pero no resuelve la cuestión del tipo de cambio comercial. Los exportadores de soja recibirían un dólar a $5 y, por otro lado, un dólar financiero a $8. No lo veo sostenible.
D.H.: Un desdoblamiento permitiría que en el mercado financiero se vendan dólares a un precio más alto, algo que incentivará la oferta. El segundo problema es que se tendería a pasar transacciones por distintos mercados, a hacer un mix. Puede ser un mecanismo de devaluación gradual sujeto a una administración muy complicada. Nada de esto toca el tipo de cambio de exportaciones.

Dependencia de exportaciones primarias

Primary Export Dependence





Many lower-income developing nations still relying on specializing in and exporting low value added primary commodities. The prices of these goods can be volatile on world markets. When prices fall, an economy will see a sharp reduction in export incomes, an adverse movement in their terms of trade, risks of a higher trade deficit and a danger that a nation will not be able to finance investment in education, healthcare and core infrastructure.



Exports of least-developed countries by major product, 2010
(Percentage)
20052010
Others14.619.4
Textiles1.41.3
Other semi-manufactures3.22.3
Raw materials4.33.5
Food9.29.9
Clothing13.711.8
Fuels53.651.7
Source: World Trade Organisation

Here are some examples of export dependence for a selection of countries in Sub-Saharan Africa: The data shows the % of total exports in 2010:
  1. Angola: 97% oil
  2. Ghana: 39% gold, 26% oil, 17% cocoa
  3. Kenya: 19% tea, 12% horticulture
  4. Nigeria: 90% oil
  5. Senegal: 11% fish, 11% phosphate
  6. Tanzania: 37% gold
  7. Uganda: 18% coffee
  8. Zambia: 84% copper

Sub-Saharan Africa (SSA) is often cited as a region where primary sector dependence is very high. SSA’s share in global manufacturing trade remains extremely low.

domingo, 14 de julio de 2013

PBI y ajustes por paridad del poder adquisitivo

GDP and PPP Adjustments






Gross domestic product (GDP) is the total value of output in an economy and is used to measure change in economic activity
GDP for different countries is usually measured in a common currency – normally weuse the US dollar. But there are two problems in using exchange rates to measure GDP

1.  Exchange rates can be volatile from month to month and from year to year. For example a large depreciation in the value of the Argentinean peso against the US dollar might imply that Argentinean living standards have fallen even though their economy might actually be growing quite quickly
2.  Exchange rates are more relevant to products that are traded between countries rather than non-traded products. Manufactured goods tend to sell for similar prices in most parts of the world – this is because international competition tends to reduce the differentials in prices for similar products. Non-traded service such as domestic cleaners, haircuts and academic tutors tend to have bigger differences in prices.
Calculations of GDP based on market exchange rates tend to over-estimate the cost of living in poorer developing countries. This is called the Balassa-Samuelson effect.
To make a PPP adjustment for comparing GDP we build a basket of comparable goods and services and look at the prices of that basket in different countries. Purchasing Power Parity is the exchange rate needed for say $100 to buy the same quantity of products in each country.
The Big Mac Index looks at the implied PPP exchange rates between countries and the actual exchange rates and uses this data to see if a currency is under or over-valued against the US dollar.
CountryBig Mac prices in local currencyBig Mac prices in dollarsImplied PPP† of the dollarActual dollar exchange rate January 11th 2012Under (-)/ over (+) valuation against the dollar, %
NorwayKroner 41$6.799.776.0462
SwitzerlandSFr 6.50$6.811.550.9662
SwedenSKr 41$5.919.776.9341
BrazilReal 10.25$5.682.441.8135
DenmarkDK 31.5$5.377.505.8628
AustraliaA$4.80$4.941.140.9718
Euro area€ 3.49$4.431.201.276
JapanYen 320$4.1676.2476.9-1
Britain£2.49$3.821.69§1.54-9
South KoreaWon 3,700$3.198821159-24
RussiaRouble 81.0$2.5519.3031.8-39
ChinaYuan 15.4$2.443.676.32-42
South AfricaRand 19.95$2.454.758.13-42
MalaysiaRinggit 7.35$2.341.753.14-44
IndiaRupee 84.0$1.6220.0151.9-61
United States$4.20$4.20---
The data above is taken from Big Mac Index data for January 2012. The baseline data finds that a Big Mac costs an average of $4.20 in the United States and 3,700 South Korean won. If actual exchange rates were at their implied PPP levels, then the South Korean – US dollar exchange rate would be $1 = Won 882. In fact the Won is weaker than that against the dollar ($1 buys Won1159) which suggests that the Won is under-valued against the US dollar. So too – using the data above – is the Chinese Yuan and also the India Rupee whereas currencies such as the Brazilian Real and the Australian Dollar are over-valued on a PPP basis.
Data from the World Bank uses a huge amount of price data for different countries in order to calculate a PPP-adjusted level of GDP.  But there are problems in making international comparisons across countries:
  • Types of product – rice seems to be homogeneous but it isn’t!
  • Differences in the quality of a good or service are reflected in price variations
  • Differences in consumption weights – for example average per capita consumption of cheese or popcorn or chocolate reflects household preferences between countries - these can vary by large amounts
  • Many goods and services are not bought and sold in markets and therefore do not have official prices – in many countries there is a large informal and/or subsistence sector
  • The quality of economic data varies across countries – many nations do not have sophisticated methods of collecting information
Despite these problems, PPP-adjusted real GDP will continue to be the key way in which we measure the total value of a nation’s output of goods and services, and to guide understanding of what is happening to average living standards between countries.






sábado, 13 de julio de 2013

El crecimiento en África se ve bien

Taking the Pulse of Africa - Growth Outlook is Good



The latest edition of African Pulse published by the World Bank focuses on growth and development prospects in Sub-Saharan Africa and the overall sentiment is that the region is set to continue with a strong growth performance. 
Real GDP in Sub Saharan Africa (SSA) grew by 5.8% in 2012 nearly one percentage point higher than the average for all development economies last year.  The SSA region contains some of the fastest growing countries in the world at present
Growth has been driven forward by many factors including:
  1. Rising domestic demand helped by continued growth in real per capita incomes
  2. Still high commodity prices maintaining export revenues and tax revenues for countries who are net exporters of oil, gas and other minerals. Higher prices for key exports have brought about a trend rise in the terms of trade for many SSA countries - IMF data suggests a 30% improvement in the terms of trade since 2004 - see the chart below
  3. Sustained high levels of net inward investment helping to bring about a rise in the investment-to-gdp ratio

Much of the inward investment into SSA remains focused on extractive industries - for example expanding the scale of new gas along the East African coast and crude oil in West Africa
  • FDI also attracted to high potential rates of returns in construction, transport, telecoms,. energy and water sectors.
  • Signs too of growing FDI in retail industries notably in countries such as Kenya, Ghana and South Africa
  • Tourism growing strongly in several SSA countries especially in Zambia, Rwanda, Senegal and Ghana
  • Investment 20 SSA countries now have sovereign credit ratings and are entering the international bond market - In 2012, Zambia issued a maiden 10-year $750 billion Euro bond at a 5.625 percent yield (plenty of crisis-ridden Euro countries would love to be able to do this!)
  • SSA nations also tapping into bi-lateral financing from the likes of China and Brazil
Risks / Constraints on Growth
  • Export growth from SSA nations remains highly dependent on natural resources whose prices are volatile
  • There has been a diversification of export markets - shifting towards the BRICs and beyond - the composition of exports remains broadly unchanged
Key risks are:
  1. Weaker global economy - will hit global tourism, cause commodity prices to fall (hitting export revenues and the terms of trade)
  2. Steeper slowdown in China - direct effect on export demand
  3. Political, civil and labour unrest - simmering conflicts in fragile states
  4. Vulnerability to higher food prices
  5. Inequalities remain structurally high although some limited progress made in reducing the size of the Gini coefficient (note: serious health warning about the accuracy of income and consumption data here)

Resource rich countries - defined as resource-rich if over 1980-2010 on average more than 5 percent of its GDP has been derived from oil and non-oil minerals (excluding forests)

Business Week

Krugman: Delirios del populismo estadounidense

Delusions of Populism



Have you heard about “libertarian populism” yet? If not, you will. It will surely be touted all over the airwaves and the opinion pages by the same kind of people who assured you, a few years ago, that Representative Paul Ryan was the very model of a Serious, Honest Conservative. So let me make a helpful public service announcement: It’s bunk.

Some background: These are tough times for members of the conservative intelligentsia — those denizens of think tanks and opinion pages who dream of Republicans once again becoming “the party of ideas.” (Whether they ever were that party is another question.)
For a while, they thought they had found their wonk hero in the person of Mr. Ryan. But the famous Ryan plan turned out to be crude smoke and mirrors, and I suspect that even conservatives privately realize that its author is more huckster than visionary. So what’s the next big idea?
Enter libertarian populism. The idea here is that there exists a pool of disaffected working-class white voters who failed to turn out last year but can be mobilized again with the right kind of conservative economic program — and that this remobilization can restore the Republican Party’s electoral fortunes.
You can see why many on the right find this idea appealing. It suggests that Republicans can regain their former glory without changing much of anything — no need to reach out to nonwhite voters, no need to reconsider their economic ideology. You might also think that this sounds too good to be true — and you’d be right. The notion of libertarian populism is delusional on at least two levels.
First, the notion that white mobilization is all it takes rests heavily on claims by the political analyst Sean Trende that Mitt Romney fell short last year largely because of “missing white voters” — millions of “downscale, rural, Northern whites” who failed to show up at the polls. Conservatives opposed to any major shifts in the G.O.P. position — and, in particular, opponents of immigration reform — quickly seized on Mr. Trende’s analysis as proof that no fundamental change is needed, just better messaging.
But serious political scientists like Alan Abramowitz and Ruy Teixeira have now weighed in and concluded that the missing-white-voter story is a myth. Yes, turnout among white voters was lower in 2012 than in 2008; so was turnout among nonwhite voters. Mr. Trende’s analysis basically imagines a world in which white turnout rebounds to 2008 levels but nonwhite turnout doesn’t, and it’s hard to see why that makes sense.
Suppose, however, that we put this debunking on one side and grant that Republicans could do better if they could inspire more enthusiasm among “downscale” whites. What can the party offer that might inspire such enthusiasm?
Well, as far as anyone can tell, at this point libertarian populism — as illustrated, for example, by the policy pronouncements of Senator Rand Paul — consists of advocating the same old policies, while insisting that they’re really good for the working class. Actually, they aren’t. But, in any case, it’s hard to imagine that proclaiming, yet again, the virtues of sound money and low marginal tax rates will change anyone’s mind.
Moreover, if you look at what the modern Republican Party actually stands for in practice, it’s clearly inimical to the interests of those downscale whites the party can supposedly win back. Neither a flat tax nor a return to the gold standard are actually on the table; but cuts in unemployment benefits, food stamps and Medicaid are. (To the extent that there was any substance to the Ryan plan, it mainly involved savage cuts in aid to the poor.) And while many nonwhite Americans depend on these safety-net programs, so do many less-well-off whites — the very voters libertarian populism is supposed to reach.
Specifically, more than 60 percent of those benefiting from unemployment insurance are white. Slightly less than half of food stamp beneficiaries are white, but in swing states the proportion is much higher. For example, in Ohio, 65 percent of households receiving food stamps are white. Nationally, 42 percent of Medicaid recipients are non-Hispanic whites, but, in Ohio, the number is 61 percent.
So when Republicans engineer sharp cuts in unemployment benefits, block the expansion of Medicaid and seek deep cuts in food stamp funding — all of which they have, in fact, done — they may be disproportionately hurting Those People; but they are also inflicting a lot of harm on the struggling Northern white families they are supposedly going to mobilize.
Which brings us back to why libertarian populism is, as I said, bunk. You could, I suppose, argue that destroying the safety net is a libertarian act — maybe freedom’s just another word for nothing left to lose. But populist it isn’t.
NYT