miércoles, 3 de julio de 2013

Preveen liquidación del stock ganadero

Por baja rentabilidad, prevén un ciclo de liquidación de stock ganadero

Los productores envían más hembras a la faena para evitar el costo de mantenerlas durante el invierno. Impactará en los precios de la carne. iECO
Ganadería. Durante la feria habrá todo tipo de charlas técnicas y de actualidad que analizarán el presente y futuro de la actividad.

El negocio ganadero está perdiendo rentabilidad y los productores se están inclinando por enviar más hembras a faena antes de preservarlas y costear su mantenimiento durante el invierno. Entre enero y mayo la participación de las hembras en la faena total rondó el 42% de acuerdo a datos oficiales, pero desde mayo creció más allá del 43%, según un informe del especialista Néstor Roulet publicado por el diario El Cronista. Desde su perspectiva, "cuando supera el umbral de 43%, comenzamos sin duda un ciclo de liquidación en el stock vacuno". Esta situación repercutirá en los valores de la carne en los próximos años porque habrá menos oferta.
La Argentina ya vivió este ciclo en 2007 –que se reflejó en el salto que dieron los precios de la carne tres años después– y en 2010 cuyas consecuencias en los valores de la carne, según Roulet, vendrán en el segundo semestre de 2013. El precio del ternero, por caso, pasó de $ 3,30 por kilo vivo en enero de 2009 a $ 6 por kilo en febrero de 2010.
Los precios de la hacienda están congelados desde 2011, mientras la suba de costos ronda el 30 por ciento, según los productores, señala el matutino. Eso hizo que el consumo interno subiera y captara 93,2% de la producción, de acuerdo con los datos de Ciccra.

No se pueden confiar los hechos de la economía india



Photograph by Daniel Berehulak/Getty Images

India

Why You Can't Trust the Facts on India's Economy



In the public imagination, India is a country of contrasts: We’ve become accustomed to evocative photographs of slums below skyscrapers, headlines on malnutrition next to stories on stock market rallies. Yet we know little about the true state of India’s economy, in part because data about it remain opaque. The unreliability of information in India is a major factor that impedes the crafting of policies that can strengthen the links between growth, poverty reduction, and development.
Take poverty. According to official figures of the Indian government, 37 percent of India’s population is poor. The World Bank, however, says 42 percent are poor, and estimates from various other parts of the government range from 27 percent to 80 percent. The differences among the numbers stem from the disparate answers to two questions: What does it take to survive, and how much does that cost? Just as there are varying opinions on the amount of calories required for survival, there are also a number of accepted ways to price whatever this bundle of “just enough” turns out to be.
Despite the range of poverty estimates, policymakers still have to pick one. The official, 37 percent poverty estimate is hardwired in fiscal federalism and the social safety net. Until last fall, the official figures were used to set a limit on the number of people who could be designated “Below Poverty Line” and thus eligible for many national and state antipoverty programs. The deputy chairman of the Planning Commission and the Minister of Rural Development (the bodies in charge of counting the poor and identifying them, respectively) have jointly committed to changing this practice, but it’s not clear what will replace it.
Whether or not inequality is rising is also a matter of interpretation. Consumption inequality appears to be widening, but it’s nearly impossible to tell how big the gap between rich and poor really is. The consumption data, for instance, underestimate the income of the richest, but we don’t know by how much. Most estimates of wealth inequality come from surveys on debt and investment taken every 10 years; the last one was in the early 2000s. One provocative analysis of financial equity, real estate, and gold—instruments mostly available to the already well-off—did show that the jump in wealth from 2002 to 2006 was larger than India’s total GDP.
The size of India’s “informal” economy, meanwhile, handicaps efforts to track the number of Indians who are gainfully employed. Four out of five urban workers—who collectively produce an estimated three-quarters of the country’s output—are informally employed. That means their work does not show up in official figures on productivity, innovation, social mobility and other standard metrics of progress. It’s possible to debunk some of the myths about India’s work force—three-quarters of self-employed workers in urban areas, for example, are in single-person businesses or family enterprises without hired labor, rather than upwardly mobile entrepreneurs—but a clear picture of exactly how many Indians are working, and where, remains elusive.
On migration, India’s two nationally comprehensive sources of information, the Census and National Sample Survey, suggest a country of middle-class, middle-educated people moving for marriage and economic opportunity. But these sources don’t count or contain any details on shorter-duration, “circular” migration, in which workers relocate for work temporarily and then return home. Rough estimates based on figures from industries that employ migrants—industries that are themselves often informal and somewhat opaque—find that another 100 million people are “on the move” in India. Microstudies of migration from academics and NGOs suggest that these numbers are increasing, as transportation, communication, and financial infrastructure (for remittances) improve. These are often the least-educated and poorest of lower-caste people, for whom temporary and part-time work away from home is a harrowing but possibly viable route out of poverty.
Taken together, the lack of hard numbers removes the basis for constructive debates about how to address India’s economic and social challenges. Statistical uncertainty provides grist for prognostication—you can just as easily make a case that a rising tide will lift all boats as you can find evidence that India’s already sinking. But it’s impossible to craft effective policy that way. The broad contours of India’s problems are clear, but the room for haggling over the not-so-fine details relieves the pressure to address them.
Jessica Seddon is a fellow at the Council on Foreign Relations

martes, 2 de julio de 2013

Acuicultura en Argentina: Duras perspectivas

El arduo trabajo de desarrollar la acuicultura argentina


El Plan Estratégico Agroalimentario argentino toma la actividad como una herramienta estratégica de desarrollo. Esta nota intentará profundizar un poco en la temática acuícola argentina a través de la socialización y comentarios de una de las iniciativas en curso, el Plan estratégico Agroalimentario argentino, impulsado por el gobierno nacional desde hace varios años y que entre sus sectores a desarrollar se encuentra la acuicultura. 
Este bloguero participó de uno de los talleres sectoriales, allá por 2010, en el que se definieron  y comenzaron a discutir varias de las ideas que surgen del documento que pego más abajo. Pueden encontrar el documento completo en la página de la Dirección de Acuicultura. Se trata del recorte del sector acuícola.
Como estilamos aquí, las negritas son propias y se usan a los efectos de resaltar ideas... El documento solo sintetiza muchas horas de trabajo, pero permite pensar las ideas expresadas en pocas líneas. Sobre todo, varias de estas ideas son retomadas (o deberían serlo) por las distintas agencias nacionales y/o provinciales para ponerlas en práctica y se entrelazan también con la idea de las redes de fomento de la actividad nacidas a instancias del CONICET (ver entrada específica del tema, posteada hace unas semanas). El desafío será que las fortalezas permitan crecer la actividad y las debilidades no entorpezcan demasiado ese desarrollo. Igualmente, el documento no incluye los análisis de oportunidades y amenazas (la O y la A del FODA) y sería importante pensar en estas dos cuestiones también...


Introducción
El PEA² ha venido desarrollando desde marzo de 2010 diferente tipo de actividades, todas ellas orientadas en términos de la lógica metodológica de los 8 (ocho) pasos.
En el marco de dichas actividades, se está llevando a cabo un relevamiento de información de los principales complejos productivos que componen el Sector Agroalimentario y agroindustrial Argentino, a fin de avanzar en los pasos metodológicos 2, 3 y 4. Estos aportes, tanto de información por complejo, como metodológicos y conceptuales, permitirán a los actores intercambiar puntos de vista y generar acuerdos sobre Escenarios Futuros Más Probables, Situación Actual y F.O.D.A. - Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas (pasos 2, 3 y 4 respectivamente)-, en torno al Sector Agroalimentario y Agroindustrial de nuestro país.
Los complejos productivos seleccionados para ser analizados en el contexto del proceso de formulación del PEA² son 24: Algodonero, Apícola, Arrocero, Avícola, Azucarero, Caprino, Cárneo-bovino, Cárneo-porcino, Foresto-industrial, Frutal Citrícola, Frutal de Pepita y de Carozo, Girasolero, Hortícola, Lácteo-bovino, Maicero, Manisero, Ovino, Acuícola y Pesquero, Sojero, Tabacalero, Tealero, Triguero, Vitivinícola y Yerbatero.



Estos complejos fueron seleccionados a partir de dos criterios principales: por un lado,  tienen una participación relevante en la estructura de generación del valor bruto sectorial y por otra parte, poseen una significación importante desde el punto de vista socio-productivo.
Ambos criterios fueron adoptados privilegiando una visión global de país, por lo cual es posible que algunos complejos relevantes a nivel provincial no estén incluidos. No obstante, dichos complejos serán incorporados en el relevamiento a decisión de cada provincia si la misma lo considera pertinente, destacando su importancia relativa a nivel provincial y/o regional.
El estudio se ha puesto en marcha en base a un relevamiento de información de tipo cuantitativo y cualitativo, por complejo productivo, a través de diferentes fuentes calificadas (MAGyP, INTA, SENASA, ONCCA, PROSAP, INASE, provincias, universidades, cámaras empresariales, otras organizaciones representantes del sector privado y organismos internacionales). El material que se presenta a continuación es un informe descriptivo de la información sistematizada para cada uno de los 24 complejos productivos seleccionados y presenta algunos elementos de análisis proporcionados por las distintas fuentes consultadas.

Análisis interpretativo de la situación actual del complejo acuícola.
La producción acuícola está orientada al cultivo de organismos acuáticos, incluyendo peces, moluscos, crustáceos y plantas. El cultivo implica la intervención en el proceso de producción, ya sea a través de la regulación de las poblaciones, la alimentación, la protección contra predadores, entre otras actividades. La producción acuícola mundial en el 2007 estaba compuesta en un 48,1% por la producción piscícola, en un 23,5% por el cultivo de vegetales acuáticos y en un 21,5% por la producción de moluscos, en tanto que el resto de la producción comprende crustáceos, reptiles, entre otros.
Se debe destacar que la producción acuícola mundial, en particular la piscícola, evidenció un marcado dinamismo en las últimas décadas, a la vez que la captura pesquera proveniente de las pesquerías naturales disminuyó como consecuencia del paulatino agotamiento de dicho recurso natural.
La producción acuícola se concentra en China, país que da cuenta del 65,7% de la producción mundial, es más los diez principales productores dan cuenta del 90% de la producción. Entre dicho conjunto de países se encuentra Chile, aunque su participación en la producción apenas supera el 1%. De todas formas, dicho país se convirtió en el primer exportador mundial de salmónidos y el segundo exportador mundial de salmón del Atlántico detrás de Noruega. En este marco, la producción acuícola en nuestro país encuentra un muy bajo grado de desarrollo, contribuyendo con sólo el 0,004% de la producción mundial y muy por detrás de otros países de la región como: Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, entre otros.
A continuación, se presenta una serie de puntos clave detectados en el funcionamiento y en la estructura del complejo acuícola en Argentina. La misma se subdivide en cuatro dimensiones: Económico-productiva, Institucional, Socio-cultural y, por último, Ambiental y Territorial. A su vez, dentro de cada dimensión, se distinguen los aspectos que representan un potencial de crecimiento o consolidación del complejo de los que constituyen un obstáculo o limitación. Están identificados con los símbolos (+) y (-), respectivamente.

Capítulo 1: Dimensión Económico-productiva
Perspectivas promisorias de la producción acuícola a nivel mundial (+): 
La actividad acuícola ha sido una de las producciones que más se a expandido a nivel mundial en los últimos años. En efecto, la producción acuícola registró un crecimiento promedio anual del 8,7 % entre 1970 y el 2005, mientras que la producción de carne en sistemas terrestres, para el mismo período, promedió el 2,9 %.
Aumento del consumo mundial de pescado en las próximas décadas (+): 
El incremento de la población mundial en las próximas décadas determinará un aumento en la demanda mundial de alimentos. En este contexto, se prevé que el consumo mundial de pescado pase desde las 119 millones de toneladas a comienzos del siglo XXI a más de 160 millones de toneladas en el año 2025. Se debe destacar, que el estancamiento de la captura pesquera a lo largo de las últimas décadas otorga una relevancia crucial a la producción piscícola en la expansión de la producción mundial de pescado. 
Fuerte crecimiento de la producción piscícola en las últimas décadas (+): 
Mientras que a mediados de los años ochenta del siglo pasado la contribución de la producción piscícola era marginal, en el año 2009 dicha producción dio cuenta de casi el 40% de la producción mundial de pescado, tendencia que se reforzará en las próximas décadas ante el estancamiento que presentan las capturas pesqueras. Se debe señalar, que la piscicultura registró un crecimiento extraordinario en las últimas décadas al expandirse desde 1990 a una tasa de casi el 10% anual.
Bajo desarrollo de la producción acuícola en nuestro país (-): 
La Argentina se encuentra entre los países con menor desarrollo acuícola de la región. Dentro de las producciones acuícolas, la piscicultura es la que verifica un mayor desarrollo en nuestro país, aunque alcanza sólo las 3000 toneladas anuales, valor que contrasta con las 843 mil toneladas producidas en Chile, y que representa sólo el 0,004% de la producción mundial.



Fuente: Elaboración propia en base a información del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Diversificación de la producción piscícola local (+): 
A lo largo de la última década se asistió a un proceso de diversificación de la producción acuícola local que se encontraba altamente concentrada en la producción de trucha. Si bien esta producción continua siendo preponderante, en los últimos años se verificó un aumento en la producción de Pacú, Ostra, Mejillón, Yacaré y Carpa, entre otros. 
Falta de desarrollo de plantas procesadoras (-): 
Si bien en el caso de algunas especies como la trucha existen diversas plantas procesadoras (fileteado o ahumado) que agregan valor agregado a la producción primaria, se requiere de la instalación de plantas procesadoras en varias regiones de nuestro país.
Escaso desarrollo de la producción de alimentos destinados a la piscicultura (-): 
El reducido desarrollo local de la piscicultura conduce a la inexistencia de plantas elaboradoras de alimentos para peces en gran escala, lo cual conduce a un incremento en los costos de producción del sector, ya que en muchos casos la producción de alimentos la realizan directamente los propios productores.
Reducido nivel de exportaciones (-): 
Prácticamente no se registran exportaciones de este complejo, el cual se destina en su inmensa mayoría al mercado interno. De todas formas, se realizaron entre los años 2007 y 2010 exportaciones de trucha (arco iris-fileteada) de cerca de 1.000 toneladas hacia los Estados Unidos por un valor de US$ 6 millones.
Incremento en la producción y exportación de organismos ornamentales (+): 
En nuestro país a lo largo del régimen de convertibilidad se asistió a un incremento sensible en las importaciones de numerosos organismos ornamentales, proceso que se modificó en los últimos años. En efecto, tras la devaluación de la moneda se produjo un aumento sensible en la producción de organismos acuáticos ornamentales en el país, lo cual permitió reemplazar importaciones, a la vez que se alcanzó una expansión apreciable de las ventas externas. Este último proceso se sustentó en que diversos productores mayoristas que importaban material ornamental, se han volcado hacia una mayor producción de especies autóctonas originadas en las capturas en ríos, lagunas y tajamares, ubicados principalmente en la región del NEA, debido a la biodiversidad existente en dicha región y a la presencia de especies (del subtrópico) con utilidad ornamental.
Falta de desarrollo en la producción local de organismos ornamentales (-): 
La mayor parte de los peces ornamentales exportados desde Argentina provienen de la captura en ambientes naturales, actividad que le da sustento a numerosas comunidades rurales. Sin embargo, sería recomendable desarrollar la producción comercial para evitar la posible ocurrencia de “externalidades” como contaminación orgánica, agroquímica e industrial, así como de la posibilidad de sobreexplotación del recurso.
Posibilidad de expandir notoriamente la producción de organismos ornamentales (+): 
Las condiciones agro-ecológicas que presenta nuestro país permiten el desarrollo de la producción masiva de especies ornamentales, a la vez que se verifica una activa demanda por estos productos en los mercados internacionales. A su vez, se debería aumentar la inversión en tecnología a fin de producir en forma masiva variedades menos comunes y de mayor precio en los mercados internacionales.
Potencialidad de la acuicultura para la producción de biocombustibles (+): 
La generación de aceites en las algas microscópicas es mucho mayor que en los cultivos agrícolas, a la vez que su producción se puede desarrollar en áreas no aptas para otros cultivos. El aumento de la producción mundial de biocombustibles brinda la condición de posibilidad para la utilización del aceite de estos productos en su producción, más aún cuando la microalga marina registra una velocidad de producción diez veces superior al aceite de palma y 130 veces mayor que la de la soja. Por otro lado, las proteínas obtenidas a través del procesamiento de las algas se constituyen en valiosos insumos para la producción de alimento para animales. Se trata de dos “externalidades” sumamente importantes, con aún muy poco desarrollo en el país, pero que tienen enorme potencialidad en los términos planteados.
Escasas alternativas de financiamiento para la producción acuícola (-): 
A diferencia de lo que ocurre en otros países competidores de Argentina, prácticamente no existen herramientas financieras orientadas a fomentar la inversión en los distintos eslabones de la cadena de valor del complejo acuícola. No se registran fondos de inversión ni líneas de crédito específicos para el sector, salvo la presencia de una línea de financiamiento en el CFI (Consejo Federal de Inversiones) destinada a la adquisición de insumos, pero que no contempla el desarrollo de infraestructura.



Capítulo 2: Dimensión Institucional
Ley de promoción y desarrollo acuícola (+): 
Se encuentra en elaboración una Ley tendiente a promover y regular la producción acuícola en nuestro país. Dicho marco normativo es indispensable para promover el desarrollo de la acuicultura en nuestro país. A la vez, que posibilitará la armonización de los distintos marcos normativos existentes a nivel provincial.
Existencia de políticas específicas desde el Estado nacional tendientes al desarrollo de la acuicultura en nuestro país (+): 
Desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, en conjunto con el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC), se llevó acabo en la última década un activo programa tendiente al desarrollo de la acuicultura en el agro. Este programa estuvo destinado a apoyar el avance de la producción acuícola de agua dulce a través del desarrollo de tecnologías aptas para el cultivo de especies de peces y crustáceos. Los resultados obtenidos fueron traspasados a productores interesados de las regiones del NEA, NOA y el Centro del país, así como a otras provincias que se mostraron interesadas en esta actividad productiva.
Actividades de apoyo para el desarrollo de la acuicultura en el país (+): 
Desde el Estado Nacional, se promueve la capacitación teórico-práctica y se apoya el desarrollo de tecnologías para especies autóctonas y exóticas existentes. En el 2007 se puso en marcha el Plan Nacional de Sanidad Animal, en conjunto con el Servicio Nacional de Calidad Agroalimentaria y las provincias involucradas en la producción acuícola, el mismo estuvo destinado a dinamizar la producción de peces salmónidos, así como a clasificar zonas aptas para el cultivo de moluscos bivalvos. A su vez, se otorgó un fuerte impulso a la actividad desde el Instituto de Pesca y Biología Marina Alte. Storni de la provincia de Río Negro (Univ. Nacional del Comahue), así como por proyectos emprendidos por las provincias de: Chubut, Buenos Aires y Tierra del Fuego, todos ellos asistidos por el instituto mencionado. A estos proyectos se suma el de provincia de Buenos Aires y el INTECH (Chascomus) apoyados por la Organización JICA de Japón, dirigido al estudio de la especie de pejerrey, que permite mejorar el abastecimiento de ovas e investiga otros factores que contribuyen al conocimiento de la especie y su dispersión en los ambientes favorables para su siembra extensiva y posterior pesca deportiva y/o comercial. Tampoco se puede dejar de lado a otros grupos de investigadores que contribuyen directa o indirectamente al desarrollo de la actividad desde diversas universidades nacionales y el CONICET. Sin embargo, se debería incrementar la investigación experimental en campo para avanzar en el desarrollo de especies autóctonas y potencialmente aptas para producción acuícola, a la vez que se debe mejorar la adaptación de las especies exóticas ya introducidas, mediante el mejoramiento de las tecnologías empleadas, la capacitación, la difusión y la extensión hacia el productor, así como por la apertura de canales de comercialización.
Falta de desarrollo de un política de “trazabilidad” y “etiquetado” en el mercado local (-): 
La existencia de mercados cada vez más exigentes, en términos de calidad, en los productos acuícolas conduce a la necesidad de desarrollar una política de trazabilidad y etiquetado de la producción local, tendiente a poder alcanzar a los mercados internacionales más exigentes, y por lo general de mayor precio. En nuestro país, existen actualmente dos certificadoras de carácter privado que realizan certificaciones de productos acuícolas.
Elevada inversión internacional para el desarrollo de I+D en la producción acuícola (+): 
A lo largo de las últimas décadas, diversos países han desarrollado amplios programas de investigación tendientes a dinamizar y potenciar la producción acuícola. Por ejemplo, sólo en los Estados Unidos existen actualmente siete universidades destinadas al análisis de la nutrición de peces salmónidos, de manera de reemplazar la harina de pescado como principal elemento nutricional, ya que la utilización de proteínas de origen vegetal permitiría una sensible mejora en los costos de producción.
Representatividad de los agentes del complejo y asociatividad interna al complejo (-): 
El complejo acuícola presenta un reducido grado de colaboración y actuación conjunta entre sus distintos agentes intervinientes. En este complejo existen pocas organizaciones representativas de la cadena, las cuales agrupan, por lo general, a un reducido número de productores. La excepción se encuentra en la provincia de Misiones en donde los casi mil productores acuícolas existentes en dicha provincia presentan un elevado grado de asociatividad. Según lo descripto, el fomento a la asociatividad y organización institucional del complejo acuícola es una problemática a afrontar en el futuro.
Diferentes aspectos del Régimen Fiscal que no favorecen el desarrollo del complejo (-): 
Para el complejo acuícola no existe en la actualidad un régimen fiscal específico, ni para la producción primaria ni para las distintas actividades de industrialización.

Capítulo 3: Dimensión Socio-cultural
Baja representatividad de los trabajadores del complejo (-): 
Existe una situación común a prácticamente todos los complejos agropecuarios de países en desarrollo: los trabajadores involucrados en estas actividades, principalmente en la fase de producción primaria, tienen una muy baja representatividad por parte de las organizaciones sociales, fundamentalmente las sindicales. Muy pocos son los trabajadores que cuentan con cobertura de salud, seguridad social y laboral, siendo que estas actividades suelen ser las que implican mayores riesgos de accidentes y de problemas relacionados con la salud. El complejo acuícola no es la excepción y requiere, al igual que el resto, atención urgente por parte del Estado, las organizaciones vinculadas con el sector y los empresarios y productores empleadores.
Escasa capacitación del personal en la producción acuícola (-): 
El bajo nivel de capacitación de la mano de obra, ante una actividad de reciente desarrollo en nuestro país, conduce a la necesidad de redoblar los esfuerzos de capacitación por parte del Estado Nacional y de las provincias involucradas.
Elevada participación de los pequeños productores en la producción acuícola (+):
La mayor parte de la producción acuícola es nuestro país es desarrollada por pequeños productores, que llevan adelante dicha producción, por lo general, de forma artesanal. No existe difusión de la Responsabilidad Social Empresaria en la cadena acuícola: La inmensa mayoría de los actores del sector son pequeños productores, por lo cual no existen practicas de responsabilidad social empresaria en la cadena.

Capítulo 4: Dimensión Ambiental y Territorial
La diversidad geográfica de nuestro país potencia el desarrollo de la acuicultura (+): 
Al menos existen en nuestro país cuatro regiones geográficas para la producción acuícola como son: templada cálida a subtropical, Templada fría y cordillerana, templada continental y templada a templada fría (costa marítima). Esta diversidad geográfica potencia la producción acuícola al poder producirse en cada una de estas regiones variedades distintas destinadas a abastecer el mercado local y el internacional.
La producción acuícola favorece la diversificación de las economías regionales y posibilita el arraigo poblacional (+): 
Por ejemplo, el desarrollo de la producción acuícola en la provincia de Misiones a través de más de 900 mini-productores y 2 PYMES favorece el arraigo de la población en el ámbito rural, a la vez que desarrolla y diversifica la estructura productiva provincial.
Desarrollo de la acuicultura para diversificar la producción agraria (+): 
El desarrollo de la acuicultura se puede realizar para diversificar las producciones agrarias tradicionales, a través del mantenimiento de algunas hectáreas con espejos de agua para el desarrollo de la producción mencionada. De esta forma, la actividad acuícola se convierte en una producción adicional a las ya existentes posibilitando la diversificación de la producción agropecuaria. 

Matriz de fortalezas y debilidades del complejo

Económico-productivo
Fortalezas 
  • Perspectivas promisorias de la producción acuícola a nivel mundial
  • Aumento del consumo mundial de pescado en las próximas décadas
  • Fuerte crecimiento de la producción piscícola en las últimas décadas
  • Diversificación de la producción piscícola local
  • Incremento en la producción y exportación de organismos ornamentales
  • Posibilidad de expandir notoriamente la producción de organismos ornamentales
  • Potencialidad de la acuicultura para la producción de biocombustibles

Debilidades
  • Bajo desarrollo de la producción acuícola en nuestro país
  • Falta de desarrollo de plantas procesadoras
  • Escaso desarrollo de la producción de alimentos destinados a la piscicultura
  • Reducido nivel de exportaciones
  • Falta de desarrollo en la producción local de organismos ornamentales
  • Escasas alternativas de financiamiento para la producción acuícola


Institucional
Fortalezas
  • Ley de promoción y desarrollo acuícola
  • Existencia de políticas específicas desde el Estado nacional tendientes al desarrollo de la acuicultura en nuestro país
  • Actividades de apoyo para el desarrollo de la acuicultura en el país
  • Elevada inversión internacional para el desarrollo de I+D en la producción acuícola.

Debilidades
  • Falta de desarrollo de un política de “trazabilidad” y “etiquetado” en el mercado local
  • Representatividad de los agentes del complejo y asociatividad interna al complejo
  • Diferentes aspectos del Régimen Fiscal que no favorecen el desarrollo del complejo
Socio-cultural
Fortalezas
  • Elevada participación de los pequeños productores en la producción acuícola.

Debilidades
  • Baja representatividad de los trabajadores del complejo
  • Escasa capacitación del personal en la producción acuícola
  • No existe difusión de la Responsabilidad Social Empresaria en la cadena acuícola
Ambiental y territorial
Fortalezas
  • La diversidad geográfica de nuestro país potencia el desarrollo de la acuicultura
  • La producción acuícola favorece la diversificación de las economías regionales y posibilita el arraigo poblacional
  • Desarrollo de la acuicultura para diversificar la producción agraria
18/06/13
ACUICULTURA ARGENTINA BLOGSPOT

lunes, 1 de julio de 2013

En el interior de la FPP

Recursos humanos. La crisis del empleo en el mundo
Toda una generación desaprovechada
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   La crisis del empleo entre los jóvenes ha llegado al extremo de que en algunos países desarrollados hasta dos tercios de ellos están "infrautilizados", lo que significa que están desempleados, en trabajos irregulares o fuera del mercado laboral y educativo.

   Así lo revela el informe "Las tendencias mundiales del empleo juvenil" de 2013, que fue presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, donde tiene su sede principal.

   Además de aportar datos actualizados sobre el desempleo entre los jóvenes (19-25 años), la gran novedad del estudio es el análisis que ofrece sobre la forma en que aumenta el desfase entre las habilidades y niveles de formación --cada vez mejores-- de este grupo y los puestos de trabajo.

   En Europa, este problema afecta a hasta un tercio de empleados de todas las edades, según han establecido los autores del informe.

   Según la OIT, ese desfase en los mercados de empleo juvenil "se ha convertido en una tendencia persistente y creciente".

   Estudios recientes han determinado que en Europa de un 10% y hasta un tercio de los empleados están sobrecalificados para el trabajo que realizan.

   En el extremo opuesto hay un 20% de trabajadores que están infracalificados con respecto a lo que requeriría su labor.

   Más allá de la crisis económica en sí es la extrema lentitud de la recuperación la que está prolongando la difícil situación de los jóvenes y les obliga a ser "menos selectivos en el tipo de trabajo que están dispuestos a aceptar, a recurrir a empleos temporales o a tiempo parcial".

   Con 12,6% o 73,4 millones de jóvenes buscando empleo, la tasa de paro juvenil duplica la mundial de desempleo (el 5,9%).

   La cifra implica 3,5 millones más de jóvenes parados desde 2007 y 800.000 adicionales en relación a 2011.

   En general, los jóvenes tienes tres veces más posibilidades de estar desempleados que los adultos.

   Para los expertos de la OIT, la preocupación se centra en tres regiones: las economías desarrolladas, la Unión Europea, Oriente Medio y el norte de Africa.

   En todas ellas, la crisis del empleo entre los jóvenes no ha parado de agravarse desde 2008, con un incremento que casi llega al 25% (2 millones más) en las naciones desarrolladas y el bloque europeo, que tienen una tasa de desempleo del 18,1%.

   En ambos casos, esa tasa no bajará del 17% antes de 2016, según las proyecciones del organismo técnico de Naciones Unidas.

   Los jóvenes españoles y griegos son los que enfrentan las perspectivas más sombrías, con más de la mitad de la juventud económicamente activa en situación de desempleo.

   A todo esto hay que agregar que la tasa de desempleo juvenil en Europa y el resto de economías industrializadas no considera a aquellos jóvenes que, ganados por el desaliento y la frustración, han decidido renunciar a la búsqueda de un empleo.

   La OIT considera que la tasa de "desaliento" afecta al 3,1% de jóvenes en edad y condiciones de trabajar, y hace hincapié en que si se tomase en consideración a este grupo, el desempleo juvenil en ese grupo de países llegaría al 21,2%.


   Desde 2008, la proporción de gente joven que no trabaja ni estudia aumentó un 2,1% y ha llegado a representar cerca de un 16% de la juventud desempleada en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

domingo, 30 de junio de 2013

La teoría de juegos no solo para economistas anymore


Gaming the System

Economists have long used game theory to make sense of the world. Now engineers and computer scientists are using it to rethink their work.

Asuman Ozdaglar
Asuman Ozdaglar

You and an accomplice in a major heist have been nabbed by the cops and are being interrogated in separate rooms. If you both keep quiet about the crime, you’ll each get a year in prison on a lesser charge. If you both squeal, you’ll each get five years. But if just one of you squeals, that one will go free while the other gets 10 years. If you don’t know what your accomplice will do, what’s the rational decision?

This conundrum, known as the prisoner’s dilemma, is the most familiar example of a game, in the technical sense employed by game theorists. Game theory is a mathematical way to describe strategic reasoning, and the prisoner’s dilemma illustrates the three basic requirements of the situations it encompasses: the game must involve multiple agents (here, the two accomplices); each must make a decision (squeal or don’t squeal); and every decision must carry a quantifiable payoff (the prison terms) that varies according to the other agents’ decisions.

Game theory has been a staple of economics research since 1950, when John Nash, who taught at MIT from 1951 to 1959 and is the subject of the movie A Beautiful Mind, published the seminal paper that would win him the Nobel Prize in economics. As game theory has matured, it’s become even more central to that field. In just the last eight years, the Nobel Prize has gone to game theorists three times, for shedding light on, among other things, the logic of nuclear deterrence, the circumstances in which free markets can and cannot maximize public welfare, and the best solutions to “matching problems”—organs and patients, medical residents and hospitals, and the like.

But recently game theory has been drawing attention in engineering and computer science, too. Researchers are using it to analyze thorny problems such as optimizing traffic flow or preventing blackouts.

Asuman Ozdaglar, SM ‘98, PhD ‘03, a professor of electrical engineering and computer science, says the rise of the Internet has made this necessary. Historically, the engineers of communication networks had to contend with a wide range of technical questions—such as power constraints and the relative merits of centralization or decentralization. But with the Internet, they suddenly had to deal with human agency, too.

If a Comcast subscriber in Boston and an EarthLink subscriber in San Francisco are exchanging data, their transmissions are traveling over networks maintained by several different providers: Comcast, EarthLink, and others in between. “The whole operation relies on both collaboration and competition of these different parties,” Ozdaglar says. “How do you design protocols that will actually yield the right incentives for people to collaborate?” In other words: why does the Internet work even though it is made up of individual networks? Game theory provides a way of answering that kind of question.

As engineers began bringing game theory to bear on questions within their field, however, they also realized that the tools of their trade were applicable to outstanding questions of game theory. Indeed, of the handful of researchers in the Department of Electrical Engineering and Computer Science (EECS) who work extensively on game theory, all have spent substantial time on questions more typically addressed by the social sciences.

Going once
EECS professor Constantinos Daskalakis is a good example. In 2008, he won the Association for Computing Machinery’s dissertation prize by showing how techniques drawn from theoretical computer science could shed new light on one of the central concepts in game theory: equilibrium.
Constantinos Daskalakis
Equilibrium is the idea that won Nash his Nobel, and the Nash equilibrium is the type of equilibrium most commonly studied. It describes a balance of strategies that no player of a game has a motive to change unilaterally. The most basic example of a Nash equilibrium involves the so-called penalty-kick game. In soccer, a penalty kick gives an offensive player a free shot on goal with only the goalie defending. The ball travels so quickly that the goalie has to guess which way to dive before it’s struck. In the game-theoretical version, if both players pick the same half of the goal, the goalie wins; if they pick different halves, the shooter wins.


The equilibrium state for this game is for both players to pick a direction randomly on any given kick but to ensure that, overall, they choose both directions with equal frequency. In that case, they’ll each win half the time, and neither can improve his or her odds by deviating from that strategy. For instance, if the goalie suddenly started going the same direction every time and the shooter stuck to the original strategy, the goalie’s winning percentage would merely stay the same. However, a shooter who noticed the shift could win every kick by going the opposite direction every time, so the goalie has no incentive to make this change.

But the penalty-kick game is one of the simplest of games. Finding equilibria for even slightly more complex games can be enormously difficult. In his dissertation, Daskalakis proved that for some situations that can be described through game theory, the Nash equilibrium is so hard to calculate that all the computers in the world couldn’t find it in the lifetime of the universe. In those cases, Daskalakis argues, humans probably haven’t found it through trial and error either. That means game theorists need analytic tools other than the Nash equilibrium if they want any hope of describing the real world.

Fortunately, in the same way that computer science has developed a battery of techniques for determining the complexity of computations such as those that produce Nash equilibria, it’s also developed a battery of techniques for identifying approximate solutions to otherwise intractable problems. Daskalakis and his students, for example, were able to find one for an economics problem that had stood for 30 years.

In 1981, the University of Chicago’s Roger Myerson showed how to structure an auction for a single item so that if all the bidders adopted the bidding strategies in their best interest, the seller would realize the greatest profit. That work helped earn him the 2007 Nobel Prize. It also raised a related question: what is the best way to structure an auction for more than one item? (In economists’ jargon, any market with a single seller and multiple buyers counts as an auction; a Christie’s auction is one, but so are sales at a retail store.) It’s a question with “such large complexity that there’s no succinct description for the auction that gives you the optimal profit,” Daskalakis says. To maximize revenue across multiple items, the seller probably has to sell each item at less than the highest price someone would be willing to pay. But the discount varies according to factors like the mix of items being sold and the populations from which the buyers are drawn.

Computer science offers a fresh perspective on the problem—what Daskalakis calls the approximation perspective. “Maybe you are unable to find the optimal auction,” he says, “but an auction that guarantees 99 percent of the best revenue is a good auction as well.” Daskalakis and his students showed that for any multi-item market, the ideal auction—one that maximized the seller’s revenue—could be approximated by a combination of the results of simpler auctions.

A somewhat different approach to auction problems characterizes the work of engineering professor Silvio Micali. He and EECS professor Shafi Goldwasser are the most recent recipients of the Turing Award, the highest award in computer science. In large part, the award honors their work on so-called interactive proofs, in which a questioner with limited computational resources tries to elicit the result of a calculation from an unreliable interlocutor with unlimited computational resources. One example is a zero–knowledge proof, in which one of the participants establishes possession of a piece of information, like a cryptographic key, without revealing what it is. Zero-knowledge proofs are used to secure transactions between financial institutions, and several startups have been founded to commercialize them.


Micali is pursuing several game–theoretical research projects, but one of them is very close in spirit to zero–knowledge proofs. In many public auctions—as, for instance, when the federal government auctions unused radio spectrum to telecom companies—the auctioneer is bound to disclose all participants’ bids for the sake of transparency. For a company that participates in such an auction and loses, “it’s really the worst of all possible outcomes,” Micali says. “Your competitors now know how much you value this thing, from which they can deduce how large a clientele you serve or what technology you have available.”

So Micali’s group is developing auctions in which participants can publicly disclose enough information about their bids to decide a winner, without revealing the bids themselves. “I believe that eventually this will become mainstream in game theory,” Micali says. “You cannot really have a meaningful science of human behavior while disregarding privacy.”

Who’s in control?
For many situations that can be expressed as games, the Nash equilibrium may be, as Daskalakis showed, nearly impossible to compute. But that doesn’t mean that the players’ behavior is random. Consider a grid of city streets where drivers are making countless decisions at dozens of intersections. Even if the drivers aren’t evaluating every possible consequence of alternative decisions, they’re still adopting some simple strategies—say, if you’ve been sitting still for too long, turn down a side street. According to Munther Dahleh, the associate head of EECS, analyzing such systems brings game theory very close to his own field, control theory, which investigates strategies for controlling dynamic systems such as robots’ limbs and planes’ wings. “We have a different view of these problems,” Dahleh says. “As opposed to imposing the notion of equilibrium and saying ‘What strategies would people play under that equilibrium?’ we look at the controlled dynamical behavior and ask the question ‘What notion of equilibrium emerges?’”

Dahleh has indeed applied the tools of game theory to the analysis of traffic flow, investigating the types of road layouts that can best accommodate the closing of particular routes. His approach also applies to other large-scale dynamic systems, such as the electricity grid.

Every day, power producers—operators of nuclear plants, coal-fired plants, wind farms, and the like—offer new schedules of how much electricity they’re willing to produce, at what price, at what times of day. The utilities that deliver electricity also have administrators who decide, on the basis of expected consumer demand, how much power to purchase from each provider. Power production and consumption must match exactly or the consequences are disastrous.

Using the tools of game theory to analyze the incentives of both power providers and consumers, Dahleh and Mardavij Roozbehani, PhD ‘08, a principal research scientist in the Laboratory for Information and Decision Systems, showed that “smart meters” in the home, which can provide information about spot pricing in the electricity market and let consumers defer energy-intensive household tasks until they are most affordable, could actually cause spikes in demand that would bring down the whole grid.
power surge graph


Dahleh has also collaborated with Ozdaglar and her husband, the MIT economist Daron Acemoglu, to analyze how information propagates through populations. The “game” in this case is one in which people weigh the truth or falsity of information that reaches them, as they strive to maximize the accuracy of their own beliefs.

“These are questions that have been studied in both sociology and economics,” Ozdaglar says. Traditionally, however, these investigations have assumed that any person in a given population can receive information directly from any other. What engineers offer, Ozdaglar argues, are well-honed tools for analyzing the underlying network structure of the population. Most people, for instance, in fact receive most of their information from just a few immediate neighbors in the network—and they assign different probabilities to the accuracy of different neighbors’ claims.

“In the past, I think that social science and economics were dealing with problems differently than engineers,” Dahleh says. “Now we’re all talking about social networks—decisions in social networks, dynamics on networks—so I think the two fields are converging.”

MIT News Magazine

Humor: Un flujo circular de la renta peculiar

Circularidades de la renta


Llega un visitante a un pequeño pueblito. En ese lugar la gente estaba muy endeudada. Va al único hotel y le dice al dueño que quiere ver las habitaciones y que le deja una seña de 100 dólares, mientras las revisa. El dueño le pide a la mucama que le muestre las habitaciones con detalle. El dueño sale corriendo, va a la panadería y le paga al panadero los 100 dólares que debía de pan, facturas y pan de pico. El panadero sale corriendo y va a la casa del chacarero (que vive en el pueblo) y le paga 100 dólares que le debía de trigo. Este va al carnicero y le paga los 100 dólares que le debía desde hace 6 meses de asado de costillas y lechoncitos. Este va al dueño del bar y le paga 100 dólares que le debía de una partida de póker que había perdido. Este, rápido, va al hotel y le paga al dueño los 100 dólares que le debía desde que vino la suegra y su familia se habían alojado allí. En ese momento, bajan por las escaleras la mucama y el visitante y éste le dice al dueño: no me gustó ninguna habitación. El dueño le devuelve los 100 dólares al visitante, éste los toma y se va del pueblo. Todos cancelaron sus deudas y no quedo más dinero en el pueblo.

sábado, 29 de junio de 2013

Restricción a la importación de insumos claves

MORENO AUTORIZA PRODUCTOS SUNTUARIOS

Por el freno a importaciones faltan insumos industriales clave

Las trabas afectan a la industria de la construcción, alimentos, de la madera, vial y textil. Clarín

Denuncias. La Cámara de Importadores revela trabas que van desde herrajes y equipos a reactivos especiales.
Con una demora de más de tres meses en las autorizaciones para importar silicona estructural, indispensable para el armado de los paneles doble vidriado hermético que se utiliza en los edificios de última generación, es inevitable que las dos fábricas- una en Córdoba, la otra en Tucumán- solo puedan trabajar hasta la semana que viene.
Sus ejecutivos muestran desesperación aunque piden no ser mencionados ni ellos ni el nombre de sus empresas. Y dan cuenta del calvario por incumplimientos en obras en marcha como la reforma del edificio del Correo en la ciudad de Buenos Aires o la del aeropuerto de Santiago del Estero.
Eso sí, no son los únicos afectados. Un informe de la Cámara de Importadores en base a las denuncias que reciben, muestra lo que sucede en la industria del mueble que no puede ingresar cerraduras especiales, pistones a gas, tijeras retráctiles, entre otros accesorios que Argentina no fabrica.
Hay empresarios que decidieron afrontar la nueva realidad y están dispuestos a invertir tiempo y dinero para sustituir lo que traen del exterior. Pero en muchos casos por el tamaño del mercado no es viable la fabricación en el país.
Un ejemplo es el dow corning, que se utiliza en las juntas cuando el pavimento es de hormigón. Los constructores de la ruta 6 lo necesitan y aún no tienen respuesta.
Algunos señalan que la política comercial parece obra de un “despechado”, en obvia alusión a Guillermo Moreno. Es que mientras su secretaría frena despachos, autoriza otros que no son imprescindibles. En las góndolas de los súper se puede encontrar desde pastas, quesos y otros fiambres made in Italy a whiskies escoses. También, cosméticos y chucherías chinas.
Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores, y autor del informe, indicó aClarín que el 80% de las importaciones están vinculadas a insumos industriales. Y advirtió sobre un efecto bumeran, “ya que la falta de insumos estratégicos daña las exportaciones de las empresas y repercute en la generación de divisas”.
La larga lista de los importadores incluye los faltantes del negocio de la iluminación, telefonía y computación. Y hasta las cooperativas de trabajo, que funcionan con planes en diversos municipios, dicen que carecen de herramienrtas como motosierras, cortadores de potencia, aceites especiales para los motores.Los laboratorios hicieron saber de los impedimentos para el ingreso de distintos reactivos. En la alimentación se quejan de trabas en componentes químicos. Otro tanto pasa con telas industriales.
El Gobierno viene frenando las importaciones desde 2011 ante la persistente falta de divisas. Hoy los contenedores detenidos en la Aduana y los despachos paralizados ya son parte del paisaje.