La Argentina, entre los países con más "ángeles inversores" dispuestos a financiar un proyecto
20/06/2013
Para transformar una buena idea en un negocio se requiere contar con un capital del cual no siempre se dispone. En el país hay cada vez más empresarios exitosos que se organizan en redes y que pueden aportar los recursos necesarios para materializar las iniciativas de muchos emprendedores . iProfesional
Una buena idea llevada a la práctica puede generar interesantes ganancias y hasta convertir al autor en un millonario.
Ese es el sueño que muchos argentinos tienen. El problema, como se dice habitualmente, esquién pone el dinero.
Pero esa dificultad podría dejar de ser tal, si se logra conseguir un "ángel inversor". Claro está, que éste no tiene por qué ser necesariamente una figura espiritual. También los hay de carne y hueso.
¿Quiénes son estas personas, capaces de convertir ese sueño en realidad? Sencillamente son cientos de individuos que cuentan con dinero ocioso y que tienen interés en sumarse a un emprendimiento que les resulte redituable.
Quieren destinar su capital a inversiones productivas, en tanto consideren que éstas tienen un buen potencial de crecimiento.
Se diferencian de otro tipo de inversores porque además aportan otros activos no financieros: su experiencia, talento, contactos con otros potenciales capitalistas, etc.
Por lo general, proveen fondos para un start-up a cambio de participación, que nonecesariamente implica la mayoría accionaria.
Así, invierten en emprendimientos vinculados con diversas industrias: de servicios, productos financieros, comunicaciones, desarrollos tecnológicos, manufacturas o real estate, entre otros rubros.
La pregunta del millón es cómo llegar a contactar a estos "ángeles del dinero".
En realidad, puede no ser tan difícil, dado que se pusieron en marcha hace años ciertas redes cuyo objetivo es el de servir como punto de encuentro entre inversores y emprendedores.
En la Argentina funcionan varias de ellas aunque las más representativas son tres: el Club de Angeles del IAE, Inversores Globales (IG) y Fundación Endeavor Argentina.
De hecho, en el país se concentra el mayor número de empresarios de la región dispuestos aponer su dinero.
Según el Bussines Angel del IAE, por lo general estos "ángeles" son empresarios exitosos en diferentes sectores de la economía, que no se conforman con aportar capital, tal como ocurre con una simple inversión financiera. Su entusiasmo radica en participar en la transformación de una idea en realidad.
¿Cómo invierten?
Los clubes de ángeles organizan reuniones periódicas, donde se exponen varias propuestas preseleccionadas para los miembros.
Los clubes de ángeles organizan reuniones periódicas, donde se exponen varias propuestas preseleccionadas para los miembros.
Para aquellas consideradas atractivas, los interesados en invertir avanzan en la conformación de un grupo de trabajo que continúa con un análisis más profundo de los planes de negocios, denominado Due Dilligence, que cuenta con el apoyo del club.
Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepreneurship del IAE Business School, dió cuenta de una gran cantidad de emprendimientos vinculados con "Internet, tecnología, exportación y servicios".
Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepreneurship del IAE Business School, dió cuenta de una gran cantidad de emprendimientos vinculados con "Internet, tecnología, exportación y servicios".
Los ángeles de LatinoaméricaEn América Latina y el Caribe existen 21 redes de estos inversores, según indica un informe elaborado por la escuela de dirección de empresas IESE de la Universidad de Navarra para el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Está claro que los números de América latina aún son aún muy bajos, como lo eran por otra parte hace 10 años en otros países europeos. Pero la región tiene una población creciente de empresarios y emprendedores formados en Estados Unidos y con experiencia internacional, que pueden convertirse en inversores", aseguró San José.
Y agregó que "la experiencia que estos empresarios pueden llevar a las empresas latinoamericanas en las que inviertan es enorme y ayudará a las compañías a expandirse por mercados mayores del país en el que surgen".
Los primeros pasos ya están dados, según afirmaron expertos como Susana García-Robles, del Multilateral Investment Fund. "Antes, América Latina estaba creciendo en el segmento más consolidado de la industria, el capital privado, y era difícil encontrar inversores ángeles, fondos semilla y fondos de capital riesgo", aseguró en declaraciones a BBC Mundo.
Según la especialista, "ahora, los inversores se están dando cuenta de que si no respaldan la fase inicial de la cadena de financiación, tarde o temprano se acabarán las empresas maduras con la estrategia y gestión corporativa correcta y la transparencia financiera requerida en las cuales puedan invertir".
En este sentido, agregó que "parece haber un esfuerzo renovado para centrarse en el espíritu empresarial y la etapa temprana, de muchas maneras impulsado por las actividades y los Gobiernos del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) que entienden que las economías propulsadas por la innovación tienden a ser las más competitivas".
El pronóstico, entonces, parece ser que más ángeles volarán por los cielos latinoamericanos.
Estados Unidos, el pionero
Se estima que ésta es la principal fuente de financiación para las empresas tecnológicas norteamericanas en fases tempranas.
Se estima que ésta es la principal fuente de financiación para las empresas tecnológicas norteamericanas en fases tempranas.
Efectivamente, en ese país "hasta un 60% de las empresas tecnológicas con potencial de crecimiento han tenido un inversor ángel", afirmó a BBC Mundo Amparo de San José Riestra, quien redactó el informe "Las redes de inversionistas ángeles en América Latina y el Caribe".
Para tener una idea de las cifras que se manejan, aunque la magnitud de las inversiones ángel son, por su naturaleza, difíciles de calcular, los investigadores estiman que la financiación "en cada una de las empresas varía entre u$s10.000 y u$s500.000, situándose la inversión media en el entorno de u$s200.000".