domingo, 26 de mayo de 2013

"Universidad gratuita para..." los que pueden pagar


"Defender la universidad pública gratuita es penalizar a los pobres"

Para el periodista Andrés Oppenheimer, sólo la presión social generará cambios educativos



Patricio Bernabé
LA NACION
En su último libro, ¡Basta de historias! , desmenuza el éxito que han tenido varios países del mundo para llevar adelante mejoras en la calidad educativa. Realizó cientos de entrevistas, comparó sistemas de enseñanza y analizó resultados. Todo ello lo lleva a sostener que en la Argentina y en la región la solución a los problemas educativos "no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, sino de la presión social".
De visita en el país, el periodista Andrés Oppenheimer, columnista de La Nacion, dijo además que la universidad pública gratuita en definitiva "penaliza a los pobres", ya que son ellos los que terminan subvencionando "los estudios de los más ricos", y que los magros resultados de la Argentina en el reciente estudio PISA serían "un escándalo" en otro país.
-Apostar a la educación parece ser la mejor receta, ¿por qué entonces tantos países en nuestra región no lo consideran una prioridad?
-En la Argentina, como también en el resto de América latina y en Estados Unidos, todo parece estar centrado en la economía, y el crecimiento económico por sí solo no va a resolver el problema de la pobreza si no viene acompañado de una mejora en la calidad educativa. Tenemos que poner la educación en el centro de la agenda política de nuestros países. Es lo único que nos va a sacar de la mediocridad y la pobreza.
-¿Hay una salida para que los gobiernos cambien su actitud?
-La solución no va a venir de los gobiernos ni de los políticos, por más bienintencionados que sean, porque piensan en metas a cuatro años, en plazos electorales, y la inversión en calidad educativa, en formación docente, rinde frutos en 10 o 15 años. Ellos nunca van a invertir en aquellas cosas que no salen en la foto. Van a invertir en un puente, en un camino. La solución tiene que venir de la presión social, como ocurrió en Brasil. Allí, los grandes empresarios se juntaron con los dueños de los principales medios de comunicación, con actores, deportistas y crearon un movimiento unificado de presión al gobierno y los sindicatos, para que se invierta en la calidad educativa. Se fijaron metas muy concretas y medibles en el tiempo e hicieron una campaña pública impresionante. Tuvo un éxito extraordinario, a tal punto que el gobierno de Lula tuvo que adoptar el programa. En muchos de nuestros países, cada empresario tiene una fundación, lo que es muy loable, pero hay que tener un mensaje unificado, no esfuerzos dispersos.
-Para mejorar la educación los docentes deben estar bien pagos, en eso la sociedad está de acuerdo, pero la constante metodología del paro y de las movilizaciones termina a veces por cansar...
-En Finlandia, país que obtiene los primeros lugares en todos los tests educativos internacionales de la secundaria, para aspirar a ser maestro tenés que tener las más altas calificaciones en la escuela secundaria, es decir, ingresan los mejores. Se rinde un examen para entrar al magisterio. Y una vez que se egresa, se paga según el mérito del profesor en el aula. Si los alumnos obtienen buenas calificaciones en los tests evaluativos comparativos, ese maestro va a ganar más que aquel cuyos alumnos tienen peores calificaciones. La Argentina gasta más del doble que China en educación en comparación con su PBI, pero China está obteniendo mejores resultados, porque es mucho más exigente. En Japón el año escolar tiene 243 días, en Corea del Sur 220, en la Argentina 180... y si contamos los paros a veces son 160 o 140. ¿Cómo vas a competir así en el mundo? Y eso sin contar la jornada escolar. He visto a chicos en China, Corea, Singapur o la India que asisten a institutos nocturnos de apoyo a las 9 de la noche para poder sacarse mejores notas. El tema no es gastar, sino gastar bien.
-Un punto conflictivo en la Argentina es el de la universidad pública gratuita. ¿Debe seguir así?
-Yo no puedo decir qué receta hay que aplicar, pero en países muy diferentes ideológicamente, como China, Chile, Singapur y la India, que avanzan muchísimo en materia en educación, ciencia, tecnología, y también en reducir la pobreza, cobran a los estudiantes que pueden pagar, para subvencionar a los que no pueden. El argumento de la universidad gratuita y para todos era válido hace cien años, cuando los gobiernos y sus brazos impositivos no sabían cuánto dinero tenía el contribuyente. Hoy en día está todo registrado. Muchos chicos han asistido a secundarios donde la cuota es de 4000 pesos, pero luego entran a la universidad y no pagan nada. Defender la universidad gratuita para todos, entre ellos los ricos, es penalizar a los pobres, a los que estudian y también deben trabajar y terminan abandonando los estudios. Habría que cobrarles a los que pueden pagar para ayudar a los otros.
-¿Qué reflexión cabe después de observar los resultados obtenidos por la Argentina en el estudio PISA, que la muestra cada vez más relegada?
-Eso debería ser un dato movilizador. En cualquier país del mundo sería un escándalo, porque eso es lo que va a definir si la Argentina va a ser un país del primer mundo de aquí a 20 años. De todas formas, creo que hay también lugar para el optimismo. Tenemos un potencial enorme en los jóvenes, que permite tener esperanza sobre el futuro.
-En el libro se menciona que la Argentina produce muchos más psicólogos que ingenieros...
-Sí, tal cual, y eso es un disparate. La meta de un país debería ser reducir la pobreza en democracia, y estamos en la era de la economía del conocimiento. Hay países como Finlandia, que ponen cupos para cada carrera. Sin desmerecer a psicólogos o filósofos, quizá la solución esté allí, o en crear una cultura que exalte más a los ingenieros, a los técnicos, a los científicos, que son los que en definitiva hacen avanzar un país. Cualquier chico argentino puede nombrar a los once jugadores del seleccionado de fútbol, pero probablemente no pueda mencionar a un solo científico..



sábado, 25 de mayo de 2013

Mercado inmobiliario: El boom de los mini-alquileres en Manhattan



Gulliver Seeks Rental: The Newfound Fascination With Tiny Dwellings




In Luke Clark Tyler’s last New York City apartment, his shoes had some unusual companions in the closet. The shoes sat, in neat pairs, on a rack, directly below his dishes and right next to the microwave. A few inches away, a hip-high refrigerator lived beneath his desk. And the apartment was so narrow that Mr. Tyler could sit on a sofa pushed against one wall with his feet propped up on the opposite wall.


This was because Mr. Tyler’s entire home was only 78 square feet. And while his “Midtown mansion,” as he called it, was a far cry from the lavish town homes and shimmering penthouses that have spawned a thousand lustful television shows, a video tour of Mr. Tyler’s little room posted on YouTube has been viewed nearly 1.7 million times over the past year and a half. A similar video, about a 90-square-foot apartment on the Upper West Side, has been viewed even more times.
“My sister e-mailed me one morning and said, ‘You’ve got two million hits,’ and by that night we had three million,” said Felice Cohen, the writer and professional organizer who lived there. Ms. Cohen’s video has now been watched on YouTube nearly 5.2 million times.
“Maybe we’re an inspiration for them,” Ms. Cohen said of those many viewers. “Or maybe they think we’re nuts.”
Few are keen to crumple themselves and their belongings into an itty-bitty room and call it home, yet the eagerness to explore these spaces seems to spread like a determined little wildfire. Videos go viral; news media coverage quickly crosses oceans; attendance is even up at a Manhattan museum currently offering an exhibition on micro-apartments. Perhaps this voracious interest is mere curiosity about how living so small can be comfortably done. Maybe it is just voyeurism. More often, it seems, it is something else: schadenfreude, the pleasure one takes in the misfortune of others. Because, finally, somebody has an apartment smaller than yours.
“Nice little jail cell there,” one YouTube commenter wrote beneath Ms. Cohen’s video.
“OMG,” wrote another. “And I was crying about my 600-square-foot place.”
Another said simply, “hahahahaha.”
Yes, most frequently, said Mr. Tyler — who was branded “el cheapo!” by one YouTube viewer — commenters bring the discussion back to their own arrangements.
“I have three bedrooms and a stable full of horses, or a palace in wherever it is I live, and it costs half as much,” Mr. Tyler offered as an example. He said on the video that he was paying $800 a month for the room.
Both Mr. Tyler’s and Ms. Cohen’s apartments were shot by a woman named Kirsten Dirksen, a co-founder of a sustainable living Web site called faircompanies.com, for a series of videos on tiny homes. They inspired thousands of comments, dozens of articles and interviews, and even segments on “Good Morning America” and CNN.
Ms. Cohen’s video also got her evicted from her tiny apartment, which happened to be an illegal sublet.
Ms. Cohen sent the video to the woman she was subletting from, Lara J. Kisielewska, who had held the lease on the apartment for more than 10 years. Ms. Kisielewska was surprised.
“Hello! You’re illegally subletting!” she recalled thinking. “What are you doing?”
Eventually, her landlord saw the video, too.
Both Ms. Cohen and Ms. Kisielewska, who owns a graphic design firm, have happily moved on to larger apartments nearby. Mr. Tyler has also left his teensy home, which was in a single-room-occupancy building, and decamped to the West Coast.
“I have my own bathroom,” Mr. Tyler said of his current living arrangement. “Which is really nice, I’ve got to say.”
Lilliputian apartments are not only a popular thing to explore online. An exhibition at the Museum of the City of New York, called “Making Room,” brought a 30 percent bump in attendance during its opening week in January, and the museum has maintained an 11 percent increase in foot traffic during the show’s run, compared with the same period last year.
In addition to small models, educational videos and some information on the city’s own foray into tiny dwellings — at the end of the year, the city hopes to break ground on 55 micro-apartments, measuring from 250 to 370 square feet, on East 27th Street — the exhibition includes a full-scale 325-square-foot model apartment.
It has a Murphy bed, an L-shaped kitchen, perhaps the world’s smallest dishwasher, and a number of labels that say, “Do Not Touch.”
The exhibition also includes a bright pink sofa, on which a man in a faded gray baseball cap sat himself down last week, and quickly fell asleep.
“Either we were really successful in creating a domestic environment, or we’ve created a really boring exhibition,” said Donald Albrecht, the museum’s curator of architecture and design.
Living in a small space can have many economic and environmental advantages, and many of those who explore those spaces, whether in person or online, enthuse about what they offer and are eager to learn more.
Not everybody. For example, the many viewers of a blog called “The Worst Room,” which collects terrible, cramped, and generally windowless apartment advertisements placed on Craigslist.
“I think there’s a lot to be said for utilizing a small space, but I literally saw somebody advertising a 5-foot by 7-foot closet,” said Ryan Nethery, 25, a cinematographer and Kentucky native who started the blog during his own apartment search. “The post read, ‘my bedroom has two closets and I don’t need one of them. Looking to rent it out.’ ”
That ad, accompanied by a small picture that included a visible clothing rod, boasted a Union Square location and asked $1,000 per month. Other posts include a $600 crawl space in South Williamsburg and a gray, L-shape sofa, which appeared to be in the center of somebody’s living room, for $700 per month.
In the less than three weeks since Mr. Nethery began his blog, he has been written about on Yahoo, in The Huffington Post and in New York magazine, and even on anAustralian news Web site. But all the attention has not been the only surprise resulting from the blog, Mr. Nethery said. Viewers have been e-mailing him to request links to some apartment ads because, they say, they think they might like to live there.
“The breakfast nook was pretty popular,” Mr. Nethery said. “It was a mattress in the kitchen, so it was like: refrigerator, sink, oven, mattress.”
“But it was $300 a month,” he continued. “I think of lot of people can relate to wanting to pay a lot less than they do.”


NYT

viernes, 24 de mayo de 2013

Tecnología para acabar el hambre en el mundo


Un proyecto increíble: la impresora 3D que fabrica comida

La NASA invirtió 125 millones de dólares. VIDEO.





INCREÍBLE. Así se imprime el chocolate.
INCREÍBLE. Así se imprime el chocolate.
¿Se vienen los puestitos que imprimen choripanes o hamburguesas? Por el momento, no. Anjan Contractor, de la empresa Systems and Materials Research Corporation, lidera un proyecto innovador e increíble: construyó una impresora 3D que "fabrica" comida. Por ahora, este sistema se está desarrollando para proveer de alimentos a los astronautas. La NASA financió estas pruebas.
El proceso de impresión, según Contractor, es "sencillo". Los ingredientes son polvos que se insertan en forma de cartuchos, y que a su vez se combinan con aceites y líquidos que facilitarán la confección de los platos. Lo más llamativo: estos cartuchos tienen una vigencia de más de 30 años. Increíble pero real.
La NASA destinó US$ 125 millones para que Contractor arme el dispositivo exclusivamente para proyectos espaciales. Sin embargo, el ingeniero cree que en el futuro será vital para combatir el hambre en un mundo que tiene 12 billones de habitantes. Su sueño es que en todos los hogares haya una impresora 3D de comida.
Chocolate "a la impresora"

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TN

(Otro...) Control de precios en Argentina


Nadie sabe cuánto costarán los 500 productos congelados

Se definiría entre hoy y el martes. Pero los valores ahora varían mucho entre supermercados e incluso entre las mismas cadenas. Y si se unifica para arriba, mucha gente lo sentirá en el bolsillo.





A ocho días de que empiece la nueva etapa del congelamiento de precios, para sólo 500 productos, los supermercados ya dieron precisiones sobre cómo será su puesta en práctica. Pero hay aspectos centrales para los consumidores que aún esperan definición. Principalmente, cómo quedará conformado el listado de artículos, cómo fijará cada cadena los precios acordados y cómo se garantizará que no haya faltantes. En las asociaciones de consumidores temen que estas incógnitas se resuelvan de un modo perjudicial para los clientes.
En la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), la entidad que nuclea a Carrefour, Walmart, Coto, Jumbo, Disco y Vea, entre otras grandes cadenas, confirmaron ayer que los precios de los 500 productos serán dados a conocer entre hoy y el martes. Lo que aún está en definición es la forma de difundirlos. “Cada cadena, según su política comercial, va a decidir cómo efectúa la comunicación”, explicó ayer Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la entidad.
Así, el nuevo congelamiento sería diferente del que rige desde el 1° de febrero, que no tuvo precios de referencia de ningún tipo. Las empresas también confirmaron que desde junio habrá un señalamiento especial para los artículos bajo acuerdo. “Van a estar identificados en góndola”, afirmó Vasco Martínez en declaraciones a Radio Continental. Y actualmente se estudia también que haya carteles en el ingreso de los locales.
Hasta acá, lo que se sabe. Pero las dudas más grandes comienzan cuando se indaga sobre cuáles serán los precios que tendrá que pagar la gente. Tras conocerse el acuerdo, fuentes del sector habían dicho a este diario que ya no habría diferencias de precios entre las sucursales de la misma cadena para los productos acordados. Algo que en la ASU luego confirmaron.
Pero eso genera interrogantes porque hoy las cadenas tienen precios muy distintos. No sólo entre ellas –donde las diferencias ya promedian el 20% para iguales productos–, sino también entre locales de la misma firma. En marzo, Clarín comprobó una brecha del 7,5% para 35 productos entre dos sucursales de Jumbo, y una del 13,1% entre un Coto de Caballito y los precios de la tienda virtual.
Así, la gran pregunta es cómo cada cadena unificará sus propios valores, porque si llevan todos los precios al nivel de los negocios más caros, eso generaría aumentos para los clientes de las más baratas.
Ayer, una fuente del sector que pidió anonimato descartó esa posibilidad, pero no se animó a asegurar que los valores vayan a emparejarse con los de las sucursales más baratas. “Todavía se está discutiendo, pero los precios no se van a uniformar en un nivel alto, porque se perderían clientes. Se buscará un promedio”, explicó.
Y para sumar incertidumbre, hasta puso en duda que pueda haber una unificación total: “La tendencia va a ser a uniformar los precios, pero no se sabe si se va a poder cumplir con eso del todo, porque los costos varían mucho según la zona. No es lo mismo un local en Lugano que otro de Recoleta, ni es lo mismo uno del Conurbano que otro en Jujuy”.
Por otra parte, la lista de los 500 productos que se conoció el miércoles aún no es la definitiva. En la ASU dijeron ayer que “el mix de productos está cerrado, aunque hay algún detallito que se está corrigiendo”. Pero otra fuente del sector aseguró que todavía podría cambiar el 20% de los ítems.
Otro gran interrogante es si los productos del listado se podrán encontrar. Tal como se publicó ayer, Clarín buscó 40 ítems de la lista en cuatro supermercados de Capital y sólo pudo encontrar 3 de cada 10: el 72% fue inhallable.
¿Se solucionarán estos problemas para el 1° de junio? “Es una pregunta para trasladarle a la industria proveedora”, respondieron ayer en la ASU. Así apuntaron a los fabricantes, que se comprometieron ante Moreno a “suministrar la mercadería en volumen suficiente”, pudo saber este diario.
“Pedimos un listado claro y preciso de los 500 productos y sus precios, y que haya garantía de stock para todas las góndolas. Si eso se cumple, el control de los precios lo harán los 40 millones de consumidores argentinos”, afirmó Fernando Blanco Muiño, de la Unión de Consumidores de Argentina.
En otra entidad, Consumidores Libres, su fundador Héctor Polino agregó: “El nuevo acuerdo debe comenzar con la publicación de los precios de referencia vigentes al 31 de mayo. De lo contrario, no hay posibilidades de controlar si los precios que aparecen en las góndolas son los acordados”.
Colaboró: Mariano Gavira


iECO

Acoso fiscal en USA...

Obama echó al jefe de su AFIP por prácticas de acoso fiscal. ¿Podría suceder algo similar en Argentina?

La salida del funcionario se dio luego de que se conocieran acciones de fiscalización abusivas que realizara la IRS (Internal Revenue Service) sobre grupos y personas vinculados al partido opositor.
El escándalo fue tal, que el presidente Obama se vio obligado a prometer la implementación de reformas que garanticen que no se repitan hechos similares. Al calificar los hechos de “inexcusables”, un ofuscado Obama dijo que “los estadounidenses tienen derecho a estar molestos”. “Yo estoy enojado. No toleraré este tipo de comportamiento en ninguna agencia, menos aún en la IRS”, dijo. “La IRS debe funcionar con una integridad total”, subrayan las agencias de noticias.
¿Podría suceder algo similar en Argentina?
No se conocen iniciativas de los Poderes Ejecutivos (nacional y provinciales) para proteger a los contribuyentes de prácticas que puedan catalogarse como  acoso fiscal, a pesar de que determinadas actividades y acciones de los organismos de recaudación (nacional y provinciales) puedan tranquilamente encuadrarse en esa figura.
El Poder Judicial, en cambio, ha tenido ocasión de abocarse al tema y condenarlo. Probablemente existan otros casos, pero vamos a recordar uno que sucedió hace poco tiempo.
En un fallo ejemplar, un tribunal provincial y, en definitiva, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de la ciudad de Mar del Plata condenaron el llamado “acoso fiscal”, configurado por el obstinado e injustificado reclamo del fisco a un contribuyente de obligaciones impositivas inexistentes, bajo todo tipo de amenazas y apercibimientos de males mayores.
El contribuyente venía siendo intimado por supuestas deudas que habían sido rechazadas en dos juicios de apremio, con sentencias firmes, y había notificado al fisco mediante carta documento de tal circunstancia, pese a lo cual los reclamos subsistieron y la administración demoró nueve años en registrar la inexistencia de la deuda.
Harto ya de los improcedentes reclamos, el contribuyente demandó por daño moral al Estado, acreditando los numerosos perjuicios que le había causado este infundado y persistente accionar del fisco.
El tribunal admitió el reclamo y condenó al fisco a pagar la suma de $6.000 por daño moral, más accesorios de intereses y costas. Especialmente relevante, y ciertamente recogiendo una molestia que sufren muchísimos contribuyentes, el tribunal consideró no sólo la ineficiencia del servicio estatal, su morosidad e ineficacia dañosa, sino que las leyendas amenazantes sin controlar la veracidad de la deuda reclamada eran situaciones que ningún contribuyente estaba obligado a tolerar.

jueves, 23 de mayo de 2013

Canastas bizarras rígidamente controladas


La canasta de Moreno: con snacks y helados, pero sin frutas

Las asociaciones de consumidores apuntan que faltan productos indispensables para una dieta equilibrada. Y que se congelan presentaciones que poca gente compra. Clarín



Productos. Clarín comprobó faltantes en los supermercados de los productos que incluye la canasta de Moreno.



La nueva etapa del congelamiento de precios tendrá desde el 1° de junio una canasta de 500 productos. Es una lista que contiene artículos líderes, pero muestra varias inconsistencias para que una familia tipo acceda a una dieta sana y equilibrada, según analizaron varias asociaciones de consumidores.
"Le falta pescado, ni siquiera tiene atún en lata y le sobran galletitas", advierte Héctor Polino, fundador y representante legal de Consumidores Libres. En el rubro galletitas, la canasta tiene 22 presentaciones, entre dulces y de agua. También ofrece snacks en 9 presentaciones de palitos salados, papas y maní; 8 variedades de sal fina y gruesa; 7 de vinagre, de manzana, alcohol y vino; y 4 de helado, artículos que no son indispensables en la mesa familiar como sí son, por ejemplo, las frutas y las verduras", analiza Polino.
"La lista acordada con los supermercados tiene muy poca fruta: apenas naranja, manzana y limón, y peras y duraznos en lata. Y hay sólo 7 verduras. No hay verduras de hoja (sólo lechuga morada), no hay zapallitos, chauchas, remolachas, brócoli ni coliflor, entre otras verduras saludables. La lista incluye, entre los productos de almacén, algunas latas de choclo, acelga, porotos y arvejas", apunta Polino.
Clarín pudo analizar, además, otros casos. El de la leche: de las líquidas sólo hay 2, una entera y otra descremada, y también apenas 2 en polvo. En cambio, hay 4 leches saborizadas para chicos. Se presenta variedad de quesos blandos, pero ninguno para rallar en trozo, que suele rendir mucho más que la bolsita de queso rallado de 120 grs. que incluye la lista.
En cuanto a bebidas, se congelan los precios de gaseosas en lata, un producto que las familias compran en botellas de hasta 2 litros y cuarto. Tampoco es consistente comprar en una casa un pack de 12 botellas de agua mineral de medio litro, lo que está congelado.
Entre los productos de limpieza, figura un brillametal que ya poco se usa en las casas, y sólo 6 presentaciones de jabón en polvo para lavarropas, el más grande de apenas 1,5 kilo. Y en los del cuidado personal, hay 16 variedades de artículos para depilación femenina, mientras una sola crema de afeitar y 4 presentaciones de pañuelos descartables.
Más allá de su composición, apenas conocida la lista, un relevamiento de Clarín en supermercados de la Ciudad mostró que conseguirlos podría ser complicado porque muchos de los artículos del listado hoy casi no se encuentran en las principales cadenas. De 40 productos básicos seleccionados, los faltantes oscilaron, por rubro, entre el 71% y 75%.




Decisiones de compra: La ambivalencia permanente

Dr. Jekyll y Mr. Hyde en las conductas de compra

Las actitudes contradictorias que tomamos a la hora de definir las compras representan el último campo para los estudios de la economía del comportamiento.





Ilustración de Pablo Blasberg

Difícil resistirse al regateo de “La Salada China”, el mercado de la seda de Beijing, visita obligada para los turistas que viajan a la ciudad milenaria. En junio de 2010, los funcionarios y empresarios que acompañaron la comitiva presidencial a China aprovecharon para hacerse una escapada a este mercado con miles de puestos distribuidos en cinco pisos. El periodista enviado de Clarín vio al dueño de IRSA, Eduardo Elsztain, negociando pares de medias a menos de dos dólares y lo contó en una nota. Elsztain se lo tomó con humor, y a la semana siguiente le envió al cronista un par de medias, felicitándolo por su “sentido de la observación”.

La anécdota viene a cuento de un campo que está resultando ser muy fructífero para los estudios de la economía del comportamiento: el de las diferentes actitudes que tomamos, a veces contradictorias a priori, a la hora de definir distintos tipos de compras. Seguramente el tiempo de uno de los principales empresarios de la Argentina vale más que el ahorro potencial de un regateo de dos dólares. Pero, a la hora de concretar una compra, la dinámica racional no cuenta mucho, explica Dan Ariely, profesor de la Universidad de Duke y una de las estrellas de la economía del comportamiento. Gastamos sin chistar 20 pesos en un “Grande capuccino” y después dudamos y nos volvemos amarretes para pagar $ 0,99 por una aplicación para la computadora o la tableta. Compramos caro un nuevo modelo de celular del que vamos a usar un 10% de las prestaciones o una entrada para un recital de $ 500, pero cruzamos la calle si sabemos que un kiosko vende una golosina un peso más barata que el otro.

Con centenares de miles de aplicaciones en oferta y mucha información de usuarios en formato de reseña sobre productos, el mercado de las “apps”, aplicaciones para el iPad o el iPod, se volvió lo más parecido a lo que los economistas describen como un “mercado perfecto”. Ariely cree que las dudas a la hora de comprar un programa a $ 0,99 asaltan a un consumidor que está “anclado” en las referencias de su propia categoría: los $ 20 del “frapucchino” se comparan contra bebidas premium, en tanto que las aplicaciones de Apple compiten contra la gratuidad de la mayor parte de los contenidos y programas online.

Pero hay otras explicaciones. Poner los datos de la tarjeta de crédito en Internet sigue generando dudas en muchos usuarios. Y se agrega una diferencia que suele marcar Hal Varian, uno de los principale microeconomistas del mundo, que en la actualidad trabaja para Google: el valor percibido de los bienes digitales es menor al de los bienes físicos. Pagar 50 pesos por un libro de papel parece más “justo” -en tanto hay un costo en papel y distribución que justificar- que abonar $30 por un libro online, que aparece con un solo click. Para el economista Roger Dooley, este tipo de operaciones disparan una reacción de “dolor al pagar” que economistas y psicólogos deberán seguir estudiando para fomentar las compras online.

iECO

miércoles, 22 de mayo de 2013

Latinoamérica ni entre las 100 con más producción de ciencia

América Latina: ni una sola ciudad entre las 100 más importantes en la producción de conocimiento científico 
por Alexandre Galante 



(Andrés Oppenheimer - La Nación, 14) 1. La prestigiosa revista Nature Scientific Reports acaba de publicar un mapa de los más importantes en la investigación científica, y los países latinoamericanos brillan por su ausencia: muestra el hemisferio norte, lleno de puntos brillantes y el Sur casi todo oscuro. El mapa es especialmente importante, ya que no es una opinión subjetiva de los editores de la revista, pero un estudio basado en más de 450 000 artículos científicos y las citas de más de 2.000 ciudades de todo el mundo publicaron en revistas de la Sociedad Americana de Física en los últimos 50 año. 

2. El mapa muestra que a pesar de la continua superioridad tecnológica de los Estados Unidos, el porcentaje de los estudios de física que se originó en el país se redujo de 86% del total mundial en 1960 a menos del 37% en la actualidad. Boston, Berkeley y Los Angeles siguen siendo los centros del mundo de científico importante en la física, pero están siendo seguidos de cerca por Tokio y Orsay. En Estados Unidos, hubo una transferencia gradual de la producción de conocimiento en algunas ciudades de la costa este y oeste de algunas ciudades de la región central y sur de Europa, ya no hay un predominio absoluto de la Gran Bretaña y los países nórdicos, como en los años 90 pero hubo un aumento gradual de las ciudades de Francia, Italia y España. 

3. Pero no hay ninguna ciudad latinoamericana entre las 100 ciudades que producen conocimiento científico del mundo, según la publicación. Una tabla que aparece junto al mapa muestra que el 56% de las 100 ciudades más grandes productores de artículos científicos en el mundo se encuentran en los EE.UU., el 33% en Europa y 11% en Asia. Una posible explicación es que las universidades de América Latina son muy buenos en las humanidades, pero no se encuentran entre los mejores del mundo en la ciencia. 

4. Richard Florida, profesor de la Universidad de Toronto y el gurú internacional sobre el tema de las ciudades innovadoras, me dijo que el mapa de Nature Scientific Reports es "muy preocupante". En su opinión, el mapa revela que, a pesar de todo lo que se ha escrito sobre el auge de los países emergentes y, a pesar de la descentralización de los centros científicos, la brecha entre ricos y pobres no se está reduciendo tanto en el campo científico. Malas noticias, dice, porque estamos en una economía global basada en el conocimiento que la ciencia y la ingeniería determina cada vez más la riqueza de las naciones. 

5. Pero el mapa de los líderes de la ciudad de la ciencia debe servir como un recordatorio de la tarea que aguarda a nuestros países para ser parte de la comunidad científica de vanguardia. Este mapa debe ser colocada a la vista, como un antídoto contra la complacencia y como un llamado a que inviertan más en la investigación científica específica para cada país. 

FUENTE: El ex Blog Cesar Maia 

Forças Terrestres

Estimaciones de tasa de indigencia y pobreza (2010-2012) de Argentina